Pedagogía deportiva
Efecto relativo de la edad en fútbol profesional: influencia del nivel competitivo y la posición
Relative Age Effect in Professional Football: Influence of Competitive Level and Playing Position
Efecto relativo de la edad en fútbol profesional: influencia del nivel competitivo y la posición
Apunts Educación Física y Deportes, vol. 35, núm. 138, pp. 26-39, 2019
Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya
Recepción: 18 Mayo 2018
Aprobación: 20 Febrero 2019
Resumen: El concepto efecto relativo de la edad se refiere a las consecuencias de las diferencias físicas y psicológicas que pueden existir entre los nacidos más temprana y más tardíamente dentro del mismo año natural. El objetivo del presente estudio fue examinar dicho fenómeno en el fútbol profesional español, identificando la influencia del nivel competitivo y la posición habitual. La muestra comprendía 5748 jugadores de tres niveles competitivos en las temporadas 2011-16: Primera División (n = 2530), Segunda División (n = 2749) y selecciones nacionales (n = 469). El análisis estadístico se basó en la prueba ji cuadrado con un cálculo posterior de las oportunidades relativas y el intervalo de confianza del 95%. Los principales resultados revelan que en todos los niveles competitivos existe una sobrerrepresentación de los sujetos nacidos en los primeros meses, siendo mayor la diferencia en el caso de la muestra de jugadores de las selecciones nacionales. Por posiciones, a excepción de los extremos, en todas las demás existe esa misma sobrerrepresentación. Se puede concluir que la estructura del fútbol profesional español fomenta la aparición de este fenómeno, probablemente por el temprano proceso de selección de jugadores.
Palabras clave: Semestre, trimestre de nacimiento, detección de talentos, potencia.
Abstract: Relative age effect refers to the physical and psychological differences among subjects born earlier or later in the same year. The objective of this study was to analyse this phenomenon in Spanish professional football, identifying the influence of competitive level and playing position. The sample comprised 5748 players of three different levels in the 2011-16 seasons: first division (n = 2530), second division (n = 2749) and national teams (n = 469). The statistical analysis was based on the chi-square test followed by the calculation of the odds ratios and the 95% confidence interval. The main results revealed an overrepresentation of players born in the early months in all levels, with a greater difference in the sample of national team players. This overrepresentation was found in all positions with the exception of wingers. It may be concluded that the structure of professional football in Spain fosters the appearance of this phenomenon, probably due to the early selection processes
Keywords: Birth half-year, quarter, talent identification, potential.
Introducción
Según el Anuario de Estadísticas Deportivas del Consejo Superior de Deportes (VV.AA., 2017), el deporte más practicado en España es el fútbol, con un 26% de las licencias totales. Actualmente existen dos ligas profesionales masculinas, la Primera y la Segunda División, con aproximadamente 1000 jugadores registrados cada temporada. La popularidad de este deporte fomenta la participación desde edades tempranas, si bien solo un porcentaje muy pequeño consigue alcanzar niveles competitivos que se pueden considerar de élite. Es en las categorías inferiores donde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) delimita las categorías por edad, haciendo cortes de dos o tres años para garantizar la equidad y la proporcionalidad de la competición entre los participantes.
Esos cortes de edad pueden llevar a una situación en la que, en una misma categoría, pueden existir diferencias físicas y psicológicas notables entre los nacidos más temprana y más tardíamente dentro del mismo año natural (Vaeyens et al., 2005). A las consecuencias de este fenómeno es a lo que en la literatura científica se le denomina como efecto relativo de la edad (RAE) y puede tener su origen en el proceso de selección de jugadores en las categorías inferiores de los clubes. Es ahí donde los entrenadores, erróneamente, tienden a conceder más oportunidades a aquellos futbolistas de mayor edad. Este hecho no es exclusivo del ámbito deportivo, sino que también aparece en el académico donde esas diferencias se ven reflejadas principalmente en variables como el desarrollo cognitivo, el logro académico, la autoestima, el rendimiento y el bienestar (Reed et al., 2016).
En lo que al campo exclusivamente deportivo se refiere, han sido muchas las investigaciones que han demostrado la existencia de RAE en distintas modalidades deportivas, tanto individuales como colectivas, masculinas o femeninas (Delorme y Raspaud, 2009;Till et al., 2010) siendo siempre mayor la incidencia en deportes colectivos. De entre esos deportes colectivos, el fútbol es uno de los que más muestra la existencia de RAE en todas las categorías, lo que según diversos autores puede vincularse a las mayores demandas de la capacidad física de fuerza (Cobley et al., 2008;Delorme et al., 2010; Till et al., 2010). Sin embargo, ahondando en la literatura revisada, no se puede afirmar categóricamente que el fenómeno del RAE tenga mayor presencia cuanto mayor sea el nivel competitivo, ya que hay investigaciones que así lo confirman y otras que, sin embargo, lo desmienten.
Teniendo en cuenta que el fútbol es un deporte colectivo y que tiene un alto nivel de profesionalización, no es extraño pensar que pueda existir RAE de manera generalizada en este deporte. De hecho, varias autorías han mostrado la existencia de una sobrerrepresentación de jugadores nacidos en los primeros meses del corte de edad tanto en futbolistas jóvenes como en adultos (Cobley et al., 2008; Díaz del Campo et al., 2010; Musch y Grondin, 2001). Dentro del ámbito futbolístico ciertas estructuras deportivas, en las cuales la selección de talentos se adelanta al máximo, puede acentuar la aparición del RAE. Este pudiera ser el caso de las canteras de los clubes de élite donde las plazas disponibles para el desarrollo profesional de los deportistas son limitadas en relación con la gran masa de deportistas que se inician en la base y eso acentúa la aparición del RAE (Glamser y Vincent, 2004; Helsen et al., 2005;Musch y Grondin, 2001). Si bien se han estudiado las canteras de los clubes de élite en lo que hace referencia a las grandes ligas europeas, son muy pocos los estudios realizados con un número considerable de deportistas. Así Cobley et al. (2008) muestran la existencia de RAE en la Bundesliga, y Lesma et al. (2011) lo hacen en la liga española. Estos últimos autores van más allá en el estudio de este fenómeno, puesto que analizan la influencia que puede tener la posición habitualmente ocupada en el terreno de juego, llegando a la conclusión de que el RAE existe en todas las posiciones excepto en la de delantero, aunque la incidencia es mayor en defensas y porteros. En esta misma línea, pero en fútbol femenino, Sedano et al. (2015) indican que en estas dos posiciones el fenómeno es más evidente, coincidiendo con autorías como Baker et al. (2009) o Romann y Fuchlocher (2011). Si se tiene en cuenta que el fenómeno del RAE se relaciona con una ventaja de tipo físico, parece lógico pensar que la magnitud de este fenómeno varíe en función de la posición, con mayor incidencia en aquellas que requieren un mayor potencial físico, pero no es algo que se haya constatado de forma clara en la literatura científica.
Teniendo en cuenta que son pocos los estudios existentes en la bibliografía revisada acerca del RAE en el fútbol profesional español, que no se establecen análisis sobre la influencia del nivel competitivo y que no está claro el papel de la posición ocupada en el terreno de juego, el presente estudio tiene como objetivo analizar el efecto relativo de la edad en este ámbito competitivo ahondando en la influencia que pueden tener el nivel competitivo y la posición específica. Se plantea como hipótesis inicial la existencia de un mayor efecto cuanto mayor sea el nivel de la competición estudiada, existiendo además diferencias en función de la posición específica evaluada.
Metodología
Con el fin de observar el impacto del RAE en el fútbol español, se hizo un registro de todos los jugadores de las dos ligas profesionales desde la temporada 2011/12 hasta la 2016/17. El estudio se llevó a cabo respetando los principios establecidos por la Declaración de Helsinki y fue aprobado por el comité ético de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
Participantes
Los datos de un total de 5748 futbolistas profesionales con licencia federativa en la RFEF fueron recogidos en una base de datos creada ad hoc. Dichos jugadores pertenecían a la Primera División Nacional (1D), Segunda División Nacional (2D) y selecciones españolas sub-21 y absoluta (SESP). Los jugadores fueron divididos en función de su fecha de nacimiento según el trimestre: T1 (enero, febrero y marzo), T2 (abril, mayo y junio), T3 (julio, agosto y septiembre), y T4 (octubre, noviembre y diciembre) y según el semestre: S1 (T1+T2) y S2 (T3+T4). Además, los jugadores fueron distribuidos en las siguientes posiciones generales: porteros (PT), defensas (DF), mediocentros (MC) y delanteros (DL) tomando como referencia la base de datos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Posteriormente, estas posiciones generales se subdividieron en posiciones más específicas según se detalla a continuación: defensa central (DFC), lateral izquierdo (LI), lateral derecho (LD), mediocentro defensivo (MCD), mediocentro ofensivo (MCO), delantero centro (DLC), extremo derecho (ED) y extremo izquierdo (EI). Para ello, se formó una comisión de la que formaban parte los autores de este estudio, así como cinco entrenadores nacionales de fútbol, y se clasificaron clasificando a los jugadores en función de una serie de criterios previamente acordados. En la tabla 1 se muestra la distribución final de los futbolistas por posiciones y por niveles competitivos, y en la figura 1 la localización de esas posiciones específicas en el terreno de juego.
La distribución de las fechas de nacimiento esperada se calculó teniendo como referencia los datos poblacionales del Instituto Nacional de Estadística de España (INE).
Análisis estadístico
El análisis estadístico se llevó a cabo con el programa SPSS 20.0. Para evaluar la existencia de diferencias entre las distribuciones de fechas de nacimiento observadas y las esperadas se empleó la prueba ji cuadrado. En aquellos casos en los que dicha prueba revelaba la existencia de diferencias estadísticamente significativas se calcularon las oportunidades relativas (OR) y el intervalo de confianza del 95%, teniendo siempre como dato de referencia la distribución de los nacidos en el primer trimestre, cuando la evaluación se hacía por trimestres, y en el primer semestre, cuando se efectuaba por semestres. Cuanto mayor era la OR mayor era la posibilidad de que los jugadores nacieran en ese trimestre o semestre evaluado, en comparación con el de referencia. El nivel de significación se situó siempre en un p < .05.
Resultados
En la tabla 2 se recogen los resultados obtenidos según la distribución de las fechas de nacimiento en función del nivel competitivo por trimestres y semestres en todos los subgrupos y en la población española general. Los resultados registrados en el análisis ji cuadrado revelan la existencia de diferencias significativas en la distribución de fechas de nacimiento en todos los niveles competitivos cuando estas se comparan con la población española, tanto por trimestres como por semestres. T1 y T2 en trimestres y S1 en semestres aparecen siempre sobrerrepresentados (figuras 2y 3).
En la tabla 3 se muestran los resultados obtenidos en las OR con un intervalo de confianza (IC) del 95%, según el nivel competitivo y el trimestre y el semestre de nacimiento. Analizando los resultados obtenidos por trimestres, podemos observar, que la OR se va incrementando a medida que se compara el primer trimestre con el más alejado (T4), siendo la OR que compara T1 y T4 la más elevada en todos los niveles competitivos. Teniendo en cuenta el nivel competitivo, las OR que comparan T1 y T4 y S1 y S2 son más elevadas en el caso de los jugadores del grupo de selección española
En la tabla 4 se recogen los resultados obtenidos según la distribución de las fechas de nacimiento en función de la posición habitual en el terreno de juego por trimestres. Los resultados registrados en el análisis ji cuadrado revelan la existencia de diferencias significativas en la distribución de fechas de nacimiento en todas las posiciones a excepción de la de los ED y EI. En todas las demás posiciones aparece una sobrerrepresentación de los jugadores nacidos en T1 y en T2, tal y como se aprecia en la figura 4.
Además, los jugadores fueron distribuidos en las siguientes posiciones generales: porteros (PT), defensas (DF), mediocentros (MC) y delanteros (DL). Posteriormente, estas posiciones generales se subdividieron en posiciones más específicas: defensa central (DFC), lateral izquierdo (LI), lateral derecho (LD), mediocentro defensivo (MCD), mediocentro ofensivo (MCO), delantero centro (DLC), extremo derecho (ED) y extremo izquierdo (EI).
En la tabla 5 se muestran los resultados obtenidos en las OR con un intervalo de confianza (IC) del 95%, según la posición y el trimestre de nacimiento. Analizando los resultados obtenidos por trimestres se puede observar que la OR se va incrementando a medida que se compara el primer trimestre con el más alejado (T4), siendo la OR que compara T1 y T4 la más elevada en todas las posiciones excepto PT, ED y EI.
Discusión y conclusiones
En este estudio se pretendía efectuar un análisis de la incidencia del efecto relativo de la edad (RAE) en el conjunto de la población profesional de futbolistas varones españoles. Se ha observado que desde la temporada 2011-12 hasta la 2016-17 se produce este fenómeno, existiendo una sobrerrepresentación de los jugadores nacidos en el primer semestre del año que, tal y como se planteó al inicio, se hace más evidente en el caso de los jugadores seleccionados para los equipos nacionales. Sin embargo, los resultados no muestran que las posiciones específicas en el terreno de juego determinen la aparición o no de dicho efecto, ya que es patente en todas ellas a excepción de la de los extremos.
A pesar de que hay trabajos anteriores efectuados también en fútbol masculino español que no reflejan la existencia clara de este efecto (Martin-Acero et al., 2005), si se comparan los resultados obtenidos en el presente estudio con otros realizados en España o en otras ligas europeas se puede señalar que el RAE es un problema persistente en esta modalidad deportiva, tanto en hombres como en mujeres (Cobley et al., 2008; González-Víllora et al., 2015; Lesma et al., 2011;Mujika et al., 2009; Pérez-Jiménez y Pain, 2008; Sedano et al., 2015; Williams, 2010). De hecho, analizando los resultados en profundidad, se puede afirmar que los jugadores nacidos en el primer trimestre del año suponen casi el doble que los nacidos en el último trimestre, existiendo más de un 20% de diferencia entre el primer y el segundo semestre. Dichos datos se asemejan mucho a los obtenidos recientemente por Lesma et al. (2011) en jugadores españoles de primera división con datos referidos en su caso a la temporada 2009-10.
Son muchos las autorías que indican que la principal causa de la aparición del fenómeno RAE en fútbol tiene su origen en los procesos de detección de talentos (Díaz del Campo et al., 2010; Wattie et al., 2008), ya que la selección de jugadores en las categorías inferiores de los clubes de élite en Europa, y por extensión en España, se produce muy temprano. En muchos casos no se tiene en cuenta que los jugadores de mayor edad gozan de una serie de ventajas físicas y antropométricas que les hacen destacar a ciertas edades (Lesma et al., 2011;Malina et al., 2004;Vaeyens et al., 2005). Esta situación lleva a los evaluadores y entrenadores a conceder más oportunidades a esos jugadores (Cobley et al., 2009; Malina et al., 2004; Mujika et al., 2009) probablemente porque, incluso en esas categorías formativas, prima el afán de resultados a corto plazo. Por lo general, estos deportistas tienen acceso a un entrenamiento de mayor calidad y gozan de más minutos de competición, lo que redunda en esas diferencias de rendimiento y, por consiguiente, en las posibilidades de selección (Díaz del Campo et al., 2010; Vaeyens et al., 2005). En el otro extremo, los jugadores más jóvenes disponen de menos oportunidades, lo que puede incrementar el abandono temprano del deporte (Vaeyens et al., 2005). Es posible que en el ámbito deportivo en general, y en el futbolístico en particular, se esté desperdiciando mucho talento por quedar oculto en esas diferencias de índole física (Musch y Grodin (2001). A esta pérdida de potencial se le une el hecho de que los jugadores con ventaja física en ocasiones no desarrollan toda su capacidad técnico-táctica debido al acomodo que esa aparente superioridad les genera (Pérez-Jiménez y Pain, 2008; Williams, 2010). Ambos hechos pueden conducir a una disminución del nivel global de la competición (Musch y Grondin, 2001; Pérez-Jiménez y Pain, 2008; Sedano et al., 2015; Vaeyens et al., 2005).
Por otro lado, uno de los principales objetivos del este trabajo era valorar la influencia del nivel competitivo en la magnitud del RAE ya que hay autorías, como Till et al. (2010), que han afirmado que el riesgo se incrementa cuando se analizan las competiciones más relevantes de un deporte. El análisis pormenorizado de los resultados revela que, si bien el efecto es ligeramente superior en Segunda División Nacional, los valores más elevados aparecen en las selecciones nacionales, cuando la probabilidad de haber nacido en el primer trimestre se incrementa en 3.27 veces respecto al último. Este fenómeno también fue constatado por Sedano et al. (2015) en su estudio de fútbol femenino, aunque los valores aun siendo muy elevados no alcanzaban tal magnitud. Las autorías buscan una explicación en el hecho de que el número de plazas disponibles y la dificultad para alcanzarlas se incrementa exponencialmente a este nivel, a lo que se une el hecho de que el proceso de selección se hace sobre una muestra previamente sesgada (Cobley et al., 2009; Delorme et al., 2010;Musch y Grondin, 2001; Sedano et al., 2015). En este sentido, Pérez-Jiménez y Pain (2008) señalaron que los resultados observados en las selecciones nacionales pueden ser un fiel reflejo de lo que ocurre en los procesos de selección que se efectúan con jugadores jóvenes en categorías inferiores de los clubes de élite.
Otro de los objetivos de esta investigación era valorar cuanto influye la posición ocupada habitualmente en el terreno de juego en la incidencia del RAE, ya que hay autorías que han afirmado que hay ciertas posiciones donde este fenómeno se manifiesta con mayor magnitud debido a las mayores exigencias físicas, especialmente de la capacidad de fuerza (Romann y Fuchslocher, 2011;Schorer et al., 2009; Sedano et al., 2015;Till et al., 2010). El análisis pormenorizado de los resultados conduce a señalar que el RAE se manifiesta en todas las posiciones específicas, a excepción de los extremos. La mayor incidencia del RAE se produce en el grupo de los defensas centrales, algo que está en línea con lo mostrado por otros autores que efectúan estudios en fútbol español (Lesma et al., 2011;Prieto-Ayuso et al., 2015;Sedano et al., 2015). Sin embargo, llama la atención que en estos trabajos también aparezca destacada la figura del portero, posición que tradicionalmente se ha calificado como de mayor demanda física y antropométrica (Di Salvo y Pigozzi, 1998). En la presente muestra, el portero registra una incidencia más baja de RAE que los laterales, los mediocentros y los delanteros centro. Por otra parte, la única posición que no se ve afectada de manera significativa por el RAE es la de los extremos, tanto izquierdo como derecho. Se ha señalado que la mayor incidencia del RAE en ciertas posiciones podía vincularse al proceso de selección en el que los entrenadores buscan jugadores más desarrollados físicamente para cubrir ciertas posiciones, sin embargo, a la vista de los resultados, no se puede afirmar categóricamente que esto sea así en el fútbol profesional español.
Teniendo en cuenta que el fenómeno del RAE parece un problema generalizado en el mundo del fútbol, son muchos los autores que en la literatura científica proponen distintas estrategias para combatirlo. Reduciendo su incidencia teóricamente podría lograrse un incremento global en el nivel de la modalidad deportiva debido a la existencia de un menor desperdicio de potencial (Sedano et al., 2015). Se ha propuesto, por ejemplo, agrupar las categorías en función de la edad biológica y no la cronológica (Cobley et al., 2009; Musch y Grondin, 2001; Romann y Fuchslocher, 2013), algo que a nivel organizativo resulta complicado y probablemente no se pueda implementar en un futuro cercano. La principal alternativa, factible a corto plazo, es retrasar el proceso de selección de jugadores en los clubes de élite hasta categorías en las que un porcentaje elevado de la población haya alcanzado la maduración biológica (Cobley et al., 2008;Díaz del Campo et al., 2010; Romann y Fuchslocher, 2011). Por otro lado, sería fundamental que los evaluadores en las categorías inferiores fueran conscientes del sesgo físico y antropométrico que habitualmente marca su selección, ya que así sería más fácil conceder oportunidades a aquellos futbolistas que puedan tener una desventaja física basada en su maduración tardía (Díaz del Campo et al., 2010; Musch y Grondin, 2001; Romann y Fuchslocher, 2011).
Como conclusión, cabe señalar que el presente estudio muestra que la actual estructura del fútbol profesional español fomenta la aparición del fenómeno conocido como efecto relativo de la edad, quizá debido al temprano proceso de selección de jugadores en los clubes de élite. Es ahí donde, probablemente, se concedan más oportunidades de progresión a aquellos jugadores con mayor edad. Dicho efecto es más patente cuanto mayor es el nivel competitivo, algo lógico si tenemos en cuenta que el proceso de cribado es aún más exigente, lo que puede desembocar en una pérdida enorme de potencial, oculto en aquellos jugadores que tardan más en desarrollarse física y psicológicamente debido a su nacimiento más tardío. Sería necesario, por tanto, implantar alguna estrategia para reducir la incidencia de este problema, y debería centrarse en un cambio en los procesos de selección, buscando un mayor equilibrio entre el éxito a corto plazo y la carrera deportiva a largo plazo.
Conflicto de intereses
Las autorías no han comunicado ningún conflicto de intereses.
Referencias
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