Opinión

Los Juegos Olímpicos de Barcelona, 25 años después (2)

The Barcelona Olympic Games: Looking Back 25 Years On (2)

FRANCESC SOLANELLAS
Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña, España
ANDREU CAMPS
Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña, España
ALAIN FERRAND
Universidad de Poitiers, Francia

Los Juegos Olímpicos de Barcelona, 25 años después (2)

Apunts Educación Física y Deportes, vol. 33, núm. 128, pp. 127-147, 2017

Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya

Recepción: 04/04/2017

Aprobación: 24/05/2017

Resumen: En el artículo inicial de la serie se realizó una primera aproximación al legado y al impacto de los Juegos Olímpicos de Barcelona realizados hace 25 años; en este segundo trabajo de revisión tratamos de profundizar en el impacto que estos tuvieron para la ciudad y el país. En el anterior, se llevó a cabo un análisis económico, social y deportivo de lo que se ha considerado el modelo Barcelona; ahora intentamos profundizar y sobre todo realizar análisis comparados con otros países para evaluar si ese impacto fue tan relevante como creíamos. Este análisis económico se basa en el estudio de variables tales como el número de turistas (incremento entre 1992 y 2015), el número de visitantes internacionales durante este periodo, el número de hoteles o el número de pasajeros recibidos. En el análisis deportivo se hace un exhaustivo análisis comparado de los resultados olímpicos obtenidos en diferentes sedes valorando la participación, el número y tipo de medallas, y la clasificación conseguida según el caso. Desde el punto de vista social, se profundiza en el deporte escolar valorando algunas de las variables de prácticas deportivas en las escuelas. De acuerdo con los resultados del anterior artículo, y después de un análisis en profundidad y comparado, se puede afirmar que el incremento del número de visitantes en los últimos 25 años en Barcelona es superior al de la mayoría de ciudades de referencia. A nivel deportivo también se aprecia que el número de medallas fue, proporcionalmente, mayor en España que en otros países organizadores.

Palabras clave: juegos olímpicos, Barcelona, legado, impacto.

Abstract: The first article in this series examined the legacy and impact of the Barcelona Olympic Games held 25 years ago. This second survey article seeks to further explore the impact that the Olympic Games had on the city and the country. In the previous one, an economic, social and sports analysis was conducted of what was been called the Barcelona Model; now this article will more deeply explore it and comparative analyses will be performed with other countries to evaluate whether this impact was as large as believed. This economic analysis is based on a study of variables such as the number of tourists (increase between 1992 and 2015), the number of international visitors during this period, the number of hotels and the number of incoming passengers. The sports analysis includes an exhaustive comparative analysis of the Olympic results in different sites, evaluating participation, the number and kind of medals, and the rankings. From the social standpoint, school sports are examined by assessing some of the variables of sports practices at schools. In line with the results of the previous article, and after an in-depth, comparative analysis, it can be claimed that the increase in the number of visitors to Barcelona in the past 25 years is higher than in the majority of reference cities. In terms of sports, too, it was found that the number of medals was proportionally higher in Spain than in other host countries.

Keywords: Olympic Games, Barcelona, legacy, impact.

Introducción

Tal como se expuso en el primer artículo de esta serie (Solanellas & Camps, 2017), los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 han constituido uno de los eventos con mayor repercusión que ha albergado la ciudad de Barcelona a lo largo de su historia; para su estudio seguimos la misma estructura que la del Libro blanco sobre el deporte a nivel europeo (2007), igual que para la revisión de las perspectivas deportiva (Chappelet, 2008), económica (Crompton, 1995; Gouguet, 2002, 2013; Preuss, 2004a, 2004b, 2007, 2009) y social (Moragas & Botella, 1995, 2002). Presentamos datos referidos a la financiación de los Juegos y a la configuración básica del denominado modelo de Barcelona (Rigau, 2011). Han surgido varias aproximaciones conceptuales basadas en este modelo pero seguramente fue Brunet (1994, 2011) quien mejor lo fundamentó a partir del análisis de la organización, la transformación urbana y el impacto. Si pasados 25 años tuviéramos que describir su modelo actual, probablemente lo haríamos con menos argumentos de los que apuntaba Brunet. En las figuras 1y 2 se aprecia la comparativa entre lo que era el modelo del 92 y la adaptación que podemos hacer hoy teniendo en cuenta la situación actual.

Modelo Barcelona
Figura 1
Modelo Barcelona
(Fuente: Brunet 1994 y 2009 en Brunet 2011)

Modelo Barcelona de Brunet con adaptaciones para este artículo para describir la situación actual
Figura 2
Modelo Barcelona de Brunet con adaptaciones para este artículo para describir la situación actual

La situación política y económica es la gran causante de la modificación del modelo inicial que se manifiesta, esencialmente, en una diferente evolución de la transformación urbanística, la inexistencia de unanimidad institucional, en una modificación sustancial del trabajo permanente y temporal y una ausencia de las inversiones continuadas.

La transformación urbanística se intentó de nuevo con el Fórum de las Culturas en el 2004 pero sin los mismos resultados que en 1992. Más tarde, con la crisis económica del 2008 dicha transformación ya no tenía sentido y probablemente tampoco era tan necesaria como lo fue entonces.

Otro de los puntos básicos del modelo 92 fue la unanimidad institucional. Hoy en día la situación es muy diferente. Indicadores como el empleo, las inversiones etc. tampoco han seguido los mismos parámetros iniciales.

Sin embargo, alguno de los elementos que se mencionan en el modelo de Brunet ha perdurado o incluso ha mejorado a lo largo de estos últimos 25 años.

En lo relativo al concepto genérico de ingresos vinculados al deporte, el paso del tiempo ha permitido mantener y evolucionar el modelo inicial puesto en marcha con los Juegos Olímpicos (JJOO) de Barcelona 92 relativo a la participación publicoprivada en el deporte y que se ha extendido a otro tipo de eventos no necesariamente ligados a este.

La inclusión del concepto “eventos de interés general” en el marco jurídico público para incentivar la participación del sector privado en determinados eventos considerados por el Estado como de especial relevancia social, mediante fórmulas de incentivos fiscales previstos en las respectivas leyes generales presupuestarias de cada año, permite mantener viva la fórmula de la colaboración publicoprivada en el desarrollo de determinados eventos deportivos cuando estos tienen una dimensión y repercusión deportivo-social relevante (Carretero, 2015). Eventos culturales y deportivos tales como los Mundiales de Balonmano y de Natación del año 2013, los Mundiales de Baloncesto y el año del Greco en 2014, el año Xacobeo, la regata de la Barcelona World Race, actualmente los Juegos del Mediterráneo (Tarragona, 2018), son ejemplos recientes de la perpetuación adaptada del modelo de colaboración publicoprivada iniciada en los JJOO de Barcelona. Las empresas que invierten en los eventos deportivos o culturales considerados de interés general gozan de desgravaciones especiales en el impuesto de sociedades que les ha permitido recuperar incluso el 120% de la inversión realizada durante algunos ejercicios presupuestarios o más recientemente hasta un 90%.

Analizada la evolución del modelo de análisis conceptual sobre el que se basa el análisis del legado de unos juegos olímpicos en una ciudad determinada y en nuestro caso concreto en la de Barcelona, debemos introducir otros elementos metodológicos que nos permitan evaluar si los cambios señalados en la primera aproximación que realizamos responden única y exclusivamente al hecho de haber organizado unos JJOO, por el contrario, pueden encontrarse otras explicaciones y que el resultado alcanzado sea el mismo; en definitiva, nos planteamos contrastar los cambios referidos anteriormente. Que este cambio ha existido resulta evidente y demostrable, que este se deba única y exclusivamente al hecho de haber organizado unos juegos olímpicos debe demostrarse y nada mejor que ejecutarlo a partir de estudios comparados con otros ámbitos (países, ciudades, territorios) que puedan tener características similares. Pensemos, por ejemplo, en la evolución del turismo. Podría ser perfectamente que la que se ha consolidado en Barcelona se pueda deber a otros factores como el efecto globalización o, simplemente, a una mayor movilidad de las personas debido a la existencia de más oferta o a una reducción de los costes aéreos o de transporte. Lo mismo cabría decir sobre los resultados deportivos, donde la evolución fuera igual o parecida en cualquier país con una ciudad olímpica, en la que el aumento del número de deportistas o de medallas fuera igual o parecido, o sea, porque se ha invertido más en esos deportes o por el simple hecho de competir en casa o por poder inscribir más deportistas, puesto que al país organizador se le permite competir en un mayor número de disciplinas, lo que incrementa el número de deportistas participantes y las posibilidades de subir al pódium. Debe recordarse que en los deportes de equipo, el país anfitrión tiene garantizada una plaza en esa competición, lo que aumenta de forma considerable el número de deportistas participantes y las opciones de medalla.

Objetivo y método

Se trata de evaluar la herencia de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Es decir, su impacto a largo plazo. Este objetivo conlleva muchos problemas metodológicos por la dificultad de acceder a la información necesaria, razón por la que estudios ex-antes son difíciles de efectuar. Por este motivo se propone estudiar este legado apoyándonos en los datos existentes.

En consecuencia, el objetivo de este segundo artículo es poder profundizar en algunos de los datos aportados hasta ahora y principalmente realizar un análisis comparado con otras ciudades que nos permitan afirmar o verificar con mayor rotundidad o no si el impacto que ha tenido para la ciudad se explica única o principalmente por la organización de los Juegos Olímpicos. En función de los resultados que se obtengan de la evaluación comparada podremos explicar mejor las causas de la evolución y la relevancia de cada una de las variables estudiadas.

Se pretende realizar una revisión longitudinal de carácter descriptivo. Se trata de describir la evolución de las variables que han entrado en juego durante estos años, teniendo en cuenta fuentes de información a largo plazo, lo que implica concentrarse en un número limitado de indicadores a nivel económico, deportivo y social.

Somos conscientes de que el análisis comparado no es metodológicamente perfecto o irrefutable y que por supuesto presenta algunas limitaciones derivadas principalmente de la dificultad de comparar sedes o países que no tienen exactamente las mismas características de Barcelona o de España. De hecho, ningún país, ninguna ciudad tiene sus mismas características pero, a pesar de ello, los resultados que se aportan sí que marcan diversas tendencias que nos permiten ir más allá del análisis único de Barcelona, y obtener un modelo de análisis de estos resultados generalizable para el estudio comparado de la organización de los juegos olímpicos en un país determinado.

Resultados

Revisión económica

Cuando nos planteamos evaluar el impacto económico que han tenido los JJOO en la ciudad de Barcelona durante estos 25 años no podemos olvidar el coste económico que tuvieron en su momento (figura 3). Una gran inversión sin retorno o con poco retorno daría en su conjunto un escenario global bastante negativo. Para Preuss (2009), algunos megaeventos deportivos son demasiado caros para los gobiernos locales y acaban causando déficits substanciales para las ciudades y los países. Uno de los ejemplos más claros seguramente son los JJOO de Montreal (1976) donde el gobierno de la ciudad tuvo que pagar las deudas derivadas de su organización hasta el año fiscal 2006 o los de Atenas (2004), donde los costes de seguridad y de infraestructuras superaron los 10 000 millones de euros. Actualmente, los organismos internacionales están mucho más concienciados en asegurar una base financiera sostenible de las candidaturas y de las ciudades designadas como organizadoras.

Coste de los JJOO de Barcelona (1992). (Brunet, 1994)
Figura 3
Coste de los JJOO de Barcelona (1992). (Brunet, 1994)

En el apartado de evaluación de la componente económica, el turismo tiene también un papel relevante (Solberg & Preuss, 2007). La evolución del número de turistas que ha tenido Barcelona en los últimos 25 años podría ser un buen indicador del impacto que tuvieron los JJOO, y aunque no es el único, este tuvo suficiente entidad y significancia como para dibujar un primer impacto en la ciudad. El dato de evolución presentado en el artículo anterior, permite ver como Barcelona pasó de cerca de 1 500 000 turistas en el año 1990 a superar los 8 000 000 en 2016. Pero estas cifras se deben contrastar con otras capitales europeas para ver si su evolución ha sido la misma o parecida. En la figura 4se muestra la evolución de tres capitales que puede convenirse que son ciudades de referencia en cuanto al turismo (Londres, París y Berlín) junto con Lyon, ciudad francesa no capital de país que presenta algunas similitudes con Barcelona.

nálisis comparado del número de turistas de Barcelona respecto a otras ciudades europeas (1990-2015)
Figura 4
nálisis comparado del número de turistas de Barcelona respecto a otras ciudades europeas (1990-2015)
(Fuente: elaboración propia a partir de European Cities Marketing, ECM)

Se observa como hay otras ciudades europeas que logran atraer un mayor número de turistas que Barcelona. Así, por ejemplo, Londres se ha situado habitualmente por encima de los 20 millones de visitantes. París, sin muchos cambios, se sitúa alrededor de los 15 millones y Berlín actualmente ya se sitúa por encima de los 10 millones. Pero más allá de las cifras en valor absoluto es interesante evaluar la evolución de cada una de estas ciudades. Barcelona del 1992 hasta nuestros días ha crecido un 419%, Berlín un 311%, Londres 85%, Lyon 82%, Roma 35% y París un 14%.

Otros datos que resultan relevantes y significativos son lo señalados en la figura 5: el número de pasajeros que llegaron al aeropuerto de Barcelona (El Prat). En 1990, Barcelona obtuvo 10 millones de visitantes mientras que en el año 2015 esta variable alcanzó los 40 millones, lo que representa un incremento del 300%. En esta figura se muestra el total de pasajeros, pero también el origen de los mismos ya sea del extranjero, de España o los que regularmente provienen de Madrid.

Evolución de pasajeros en el aeropuerto del Prat (Barcelona) entre 1990 y 2015
Figura 5
Evolución de pasajeros en el aeropuerto del Prat (Barcelona) entre 1990 y 2015
(Fuente: elaboración propia basada en el Dossier Actividad Turística de Barcelona y Provincia 2015)

Sin embargo, en las dos últimas décadas, la movilidad de la ciudadanía se ha incrementado enormemente gracias a la globalización y a las tarifas low cost, razón por la que era importante comparar Barcelona con otras ciudades para obtener ese posible incremento diferencial.

Por otro lado, también se debía comparar el incremento con las ciudades “top” europeas. Si analizamos la evolución de turistas internacionales en el periodo 2005-2015, Barcelona ocuparía la segunda posición de la tabla 1.

Tabla 1
Análisis comparativo del número de turistas internacionales (2005-2015)
Análisis comparativo del número de turistas internacionales (2005-2015)

La evolución en número de turistas ha ido acompañada de un incremento muy notable de la oferta dirigida a los mismos (tabla 2).

Tabla 2
Evolución de indicadores turísticos de la ciudad
Evolución de indicadores turísticos de la ciudad

Revisión deportiva

El objetivo fundamental de este apartado es el de contrastar los datos de Barcelona y España con los datos de otros países sobre el deporte. La evolución del número de licencias, los resultados de participación y de medallas de los deportistas en los juegos olímpicos son los elementos claves del análisis.

Del estudio del conjunto de los datos disponibles se pueden ver los países que realizaron un salto cualitativo importante en resultados deportivos vinculados a la organización de unos juegos olímpicos, pero resulta innegable que los de Barcelona (1992) sirvieron a España para consolidarse no solo a nivel de resultados de medallas olímpicas, sino también a nivel de resultados internacionales en el conjunto de todos los deportes, olímpicos o no.

Los resultados internacionales en deportes colectivos como el futbol, el balonmano, el baloncesto o en disciplinas deportivas como la maratón, el triatlón representan un buen ejemplo.

Uno de los aspectos a tener en cuenta para estudiar el impacto de los JJOO Barcelona 92 es el relacionado con la práctica deportiva del conjunto de la población antes y después del evento.

Disponer de datos históricos de práctica deportiva en nuestro país no resulta sencillo, y son pocos los países cuyos organismos públicos de estadística publican o incluyen datos referentes al deporte. Después de un análisis de los datos estadísticos encontrados (excepto los antiguos países del Este), constatamos que exclusivamente España (datos desde 1941), Portugal (desde 1996), Italia (desde 1995) y Francia (1949) siguen una sistematización histórica de datos relacionados con la práctica deportiva federada, lo que implica que solo podemos comparar los datos pre y post JJOO de Barcelona 92 con Francia, país donde se encuentra la sede, Albertville, de los JJOO de Invierno de ese mismo año.

Cabe tener en consideración que los puntos de partida absolutos son completamente diferentes. Mientras que en Francia, en 1992, había un total de 13 728 000 licencias, cuyas 6 629 000 pertenecían a deportes olímpicos (Ministère de la Jeunesse, des Sports et de la Vie associative, MJEV, 2004), en España disponíamos de 2 354 860 licencias, 1 373 321 de las cuales eran de deportes olímpicos (INE-CSD). Puesto que el modelo de licencias deportivas francés es muy distinto al español, las únicas cifras que se pueden comparar son las que se refieren a los valores relativos de crecimiento de licencias en general y de las deportivas de las federaciones olímpicas.

Para la comparación con España de la cifra de licencias deportivas se toman como punto de partida las del año 1949, de cuyo año son los primeros datos que obtenemos de Francia.

Mientras que en España las licencias deportivas aumentan de manera notable y progresiva a partir de los años 60, en Francia dichas diferencias son menores, puesto que a partir del año 1949 constatamos que el número de licencias deportivas en los años 2000 se había multiplicado por 7.8, mientras que en España las licencias se habían multiplicado por 31. Y si analizamos exclusivamente las de practicantes de deportes olímpicos con licencia deportiva, en Francia en el mismo período se habían multiplicado por 7.7 mientras que en España lo habían hecho por 39. (Figura 6)

Evolución de las licencias en España y Francia.
Figura 6
Evolución de las licencias en España y Francia.
(Fuente: elaboración propia a partir de los datos del INE/CSD y del MJEV)

Se constata que mientras en Francia la evolución de licencias totales y de licencias en los deportes olímpicos es prácticamente idéntica, no puede decirse lo mismo en España, puesto que el incremento relativo de las licencias en los deportes olímpicos es siempre superior al total de licencias, pero dicho factor diferencial tiene su origen a finales de los años 70 y no guarda relación alguna con los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Precisamente, si mostramos la evolución durante 12 años (6 años antes y 6 después) de los JJOO del 92 en Barcelona/España y Albertville/Francia la constatación de que la organización de los Juegos es un elemento neutro en la evolución de la práctica deportiva de competición parece clara. (Figura 7)

Evolución de las licencias deportivas durante 12 años (6 años antes y 6 después de los JJOO de Albertville y de Barcelona).
Figura 7
Evolución de las licencias deportivas durante 12 años (6 años antes y 6 después de los JJOO de Albertville y de Barcelona).
(Fuente: elaboración propia a partir de los datos del INE/CSD y del MJEV)

Si el análisis comparado se efectúa en relación con los países organizadores de juegos olímpicos, nos encontramos con diferentes elementos que ofrecen una visión muy rica sobre su legado. Si ponemos en relación la organización de los Juegos con el número de deportistas participantes en los diversos Juegos organizados por un mismo país y delimitando el alcance de la comparación al período comprendido entre los 12 años previos y posteriores (3 períodos olímpicos previos y 3 posteriores) los resultados son realmente importantes. En el caso de Barcelona 92 se han tomado como referencia de las diferentes variables el periodo de –12 años (Juegos de Moscú), –8 años (Los Ángeles), –4 años (Seúl), +4 años (Atlanta), +8 años (Sídney), y +12 años (Atenas). En consecuencia, los valores correspondientes a deportistas participantes o medallas obtenidas se han comparado con otras ciudades organizadoras con los mismos periodos.

A pesar de ciertas limitaciones, el análisis comparado permite visualizar tendencias y establecer un cierto modelo a seguir en estudios posteriores. Cuando se habla de limitaciones metodológicas, el ejemplo de Barcelona es una buena muestra ya que al retroceder a los Juegos de Moscú o Los Ángeles se constata que en ambas ocasiones hubo un boicot y que por tanto el valor de las medallas no puede considerarse de igual manera. En el caso de España quizás no sea un factor de gran influencia porque en ese período la delegación española obtenía un promedio de 5 medallas por edición.

La otra limitación deriva del hecho de que no en todos los juegos olímpicos ha existido el mismo número global de deportistas. Así, por ejemplo, el número de deportistas ha ido creciendo de los 7134 en Múnich (1972) a los 11 561 en Rio de Janeiro (2016). Un aumento de la participación y un aumento del número de deportes, disciplinas y pruebas implican el aumento del número total de medallas a repartir y el número de deportistas por país que pueden participar.

Fijadas las limitaciones, pasamos a analizar la participación de los países organizadores de JJOO en el periodo comprendido entre los de Montreal (1976) y los de Londres (2012). En dicho periodo los países a analizar son los de Canadá, Corea, España, Australia, Grecia y Reino Unido. Se ha prescindido de Rusia y Alemania porque durante este período su configuración básica se ha modificado y estos no pueden compararse. También se han descartado EEUU y China por considerar que tienen una dimensión muy distinta a la de España, si bien estos dos últimos países se han incluido en el último de los análisis por considerar que el efecto dimensión no afecta al estudio.

El primero de los análisis es el relativo a la participación. Se aprecia como el efecto puede ser diferente de un país a otro, pero en todos los países organizadores se produce un aumento de participación el año que organizan los JJOO y tiene una evolución posterior bastante similar, excepto en el caso de Grecia que muestra una evolución claramente diferente a la de los otros países. El descenso de Grecia no es comparable con el de otros países, y aunque Australia también presenta un comportamiento descendente importante, este no es tan pronunciado como el de Grecia. Se constata que el índice de participación siempre es superior después de los 12 años posteriores a la organización de los juegos olímpicos. (Figura 8)

Evolución de participación (± 12 años).
Figura 8
Evolución de participación (± 12 años).
(Fuente: elaboración propia)

Si analizamos la comparativa de evolución de participantes en los juegos olímpicos durante un período largo de tiempo y lo hacemos entre Australia y España vemos que la evolución responde a modelos bastante parecidos. (Figura 9)

Evolución de deportistas participantes de Australia y España (JJOO en Australia, 1956, 2000; España, 1992)
Figura 9
Evolución de deportistas participantes de Australia y España (JJOO en Australia, 1956, 2000; España, 1992)
(Fuente: elaboración propia)

Con los datos obtenidos se puede comprobar y demostrar, de forma relativamente sencilla, que todos los países que han organizado unos JJOO de verano, excepto Grecia, mantienen una misma curva de participación de deportistas en cuanto a ascenso (antes) y descenso (después) en la organización de sus Juegos. Asimismo se constata que modelos similares de evolución de participantes se dan también en países que no los han organizado, lo que implica que estos notables cambios no se explican única y exclusivamente en relación con su organización: los juegos olímpicos pueden favorecer este comportamiento, pero no es el único. El número de participantes del deporte español ha seguido el mismo patrón que los otros países organizadores de Juegos, pero dicha evolución no se explica únicamente por esta razón. Podría haber seguido la misma evolución sin juegos olímpicos, pero estos sin duda la favorecen.

Si el análisis lo efectuamos en relación con la evolución de participación y resultados deportivos en unos juegos olímpicos entre los primeros 30 países del ranking del medallero olímpico, vemos que algunos países (concretamente España, Canadá y Korea) tienen un comportamiento peculiar, distinto a los demás y la única explicación posible es haber organizado unos. (Figura 10)

Comparativa agrupada antes y después de los JJOO de 6 países organizadores
Figura 10
Comparativa agrupada antes y después de los JJOO de 6 países organizadores
(Fuente: elaboración propia con datos del COI)

En la figura 11se aprecia como todos los países aumentan el número de medallas en el año que organizan los Juegos. En algunos casos como Australia el número de medallas conseguidas aumenta progresivamente en los años anteriores a sus JJOO; 14, 27, 41, 58 durante sus competiciones, y luego baja en las posteriores (50, 46 y 35). España sigue un patrón en valores absolutos muy distinto: anteriormente (6, 5,4 y 22 en sus Juegos) y posteriormente (17, 11, y 20).

Evolución del número de medallas en el periodo ±12 años.
Figura 11
Evolución del número de medallas en el periodo ±12 años.
(Fuente: elaboración propia)

Para evaluar mejor dichos resultados, la tabla 3presenta los datos en evolución porcentual basada en el promedio de las tres ediciones anteriores.

Tabla 3
Comparativa porcentual entre los 6 países por medallas
Comparativa porcentual entre los 6 países por medallas

De los 6 países analizados, España es el país que proporcionalmente más ha aumentado el número de medallas conseguidas. El año de los Juegos incrementa un 340% y posteriormente un 220% (igualmente sobre la misma base de las 3 ediciones anteriores). Sin embargo, Canadá es el país que más incrementa después de los JJOO. En el otro extremo encontramos una tendencia muy diferente y negativa, el caso de Grecia, que después del evento obtiene un promedio de medallas incluso inferior al conseguido en sus tres ediciones previas.

En la figura 12se aprecia la misma tendencia anteriormente mencionada. Canadá es el único país que alcanza su máximo después de los Juegos, mientras que Grecia tiene una tendencia totalmente contraria disminuyendo al mínimo después de los Juegos.

Comparación de medallas obtenidas entre países (antes y después de los JJOO).
Figura 12
Comparación de medallas obtenidas entre países (antes y después de los JJOO).
(Fuente: elaboración propia)

Los valores del Reino Unido hay que mirarlos con cierta distancia puesto que este país organizó los JJOO en 2012, y el resultado del estudio no es equivalente a los demás.

Por otro lado, si lo que comparamos son las medallas de oro de los países organizadores vemos como España de nuevo tiene el mayor incremento porcentual respecto a los años anteriores. (Figura 13)

Porcentaje de la evolución del número de medallas de oro de España respecto a otros 5 países tomando como base el promedio de 3 ediciones anteriores.
Figura 13
Porcentaje de la evolución del número de medallas de oro de España respecto a otros 5 países tomando como base el promedio de 3 ediciones anteriores.
(Fuente: elaboración propia)

Si queremos evaluar el legado deportivo de unos Juegos en base a los resultados deportivos de un país con posterioridad a la organización de estos, también se puede efectuar basándonos en la figura 14. España es el país que presenta una mejora del ranking más considerable, mientras que Grecia sería el país opuesto ya que su clasificación empeora (valor muy superior) con posterioridad a los Juegos.

Evolución del ranking con China y EEUU.
Figura 14
Evolución del ranking con China y EEUU.
(Fuente: elaboración propia)

Revisión social (participación deportiva escolar)

A nivel social podemos profundizar en la participación de niñas y niños en los Juegos Deportivos Escolares en la ciudad de Barcelona (tabla 4)

Tabla 4
Participación y actividades deportivas. Juegos deportivos escolares. Evolución de la participación.
Participación y actividades deportivas. Juegos deportivos escolares. Evolución de la participación.
(Fuente: Consejo del Deporte Escolar de Barcelona, CEEB)

No se constata un cambio de tendencia en el deporte escolar que esté directamente relacionado con la organización de los JJOO. Las cifras de participación de antes y de después del evento en el deporte escolar no presentan variaciones significativas.

En esta misma línea estarían los datos en relación con el número de clubes en la ciudad de Barcelona. De la información disponible en el apartado de Estadísticas de la Ciudad de Barcelona encontramos exclusivamente su número de clubes en los años 1991 (1121) y 1998 (1027). Si nos referimos exclusivamente al movimiento asociativo deportivo, la conclusión es la misma que ya apuntábamos para la práctica deportiva (Solanellas & Camps, 2017) o escolar. (Figura 15)

Evolución de la práctica de deporte escolar en la ciudad de Barcelona.
Figura 15
Evolución de la práctica de deporte escolar en la ciudad de Barcelona.
(Fuente: elaboración propia con los datos del ente de estadística del Ayuntamiento de Barcelona)

Pero si el análisis no se realiza a partir de datos de práctica deportiva derivada de registros directos (licencias o inscripción en competiciones) sino a partir de los datos resultantes de varias encuestas sobre hábitos deportivos de la población española que se han venido desarrollando a lo largo de los años, las conclusiones son las mismas.

Los porcentajes de práctica deportiva entre la población española no presentan cambios de tendencia en función de la celebración de los JJOO en Barcelona. Es más, incluso en la encuesta del año 2000 aparece un descenso de tendencia que se inicia en el 1995 (postjuegos olímpicos). (Figura 16)

Práctica deportiva; ISA-Gallup 1968-1975: Puig, Vilanova, Ingles & Mayo, 2009; García Ferrando, 2006; García Ferrando & Llopis 2011; Ministerio Educación, Cultura y Deporte 2015
Figura 16
Práctica deportiva; ISA-Gallup 1968-1975: Puig, Vilanova, Ingles & Mayo, 2009; García Ferrando, 2006; García Ferrando & Llopis 2011; Ministerio Educación, Cultura y Deporte 2015
(Fuente: elaboración propia)

Discusión y conclusiones

El objetivo de este segundo artículo es profundizar en algunos de los resultados de la evolución de los datos disponibles en las vertientes económica, deportiva y social y, sobre todo, el de poder comparar dichos datos con los resultados de otros países en situaciones similares.

En el análisis económico, uno de los valores a resaltar es la evolución del número de turistas. Un incremento del 419% desde los 90 hasta el año 2015 puede considerarse muy importante pero este aumento podría haberse dado en otras ciudades europeas como Londres o París. De todas estas ciudades, Barcelona es la que ha tenido un incremento porcentual más importante. En estos 25 años, del conjunto de ciudades analizadas, solo Londres ha organizado unos JJOO (2012), si bien el hecho de haber pasado solo un ciclo olímpico no permite analizarlo desde la misma perspectiva temporal. A pesar de este factor, no creemos que Londres en los próximos años alcance unos incrementos tan espectaculares. Hemos señalado que, desde nuestro punto de vista, los JJOO no pueden explicar por si solos este incremento puesto que con posterioridad a estos la ciudad ha organizado una cantidad importante de eventos deportivos y no deportivos con relevancia internacional y ha hecho campañas intensas de promoción. Si a estas consideraciones se añade una oferta turística muy mejorada y su posición geopolítica, se puede explicar perfectamente un mayor crecimiento que las grandes ciudades europeas estudiadas. En este apartado, creemos poder concluir que los Juegos no explican por si solos el crecimiento, pero nos atrevemos a afirmar que sin ellos seguramente el crecimiento no hubiera sido el mismo.

En la componente deportiva, con el análisis de los resultados obtenidos y su comparación con un número considerable de otros países de características similares en el contexto sociodeportivo, constatamos que España es el segundo país que tiene un mayor incremento porcentual de participantes en unos Juegos por detrás de Canadá, aunque las cifras de los JJOO de Montreal (1976) presentan una desviación metodológica que debe tenerse en consideración: en esa ocasión se pasó de 121 países participantes anteriores a 92 y de los 7134 deportistas participantes en Munich a los 6804, lo que implica que el porcentaje de participación del país organizador pueda llegar a ser superior. En Barcelona sucedió exactamente lo contrario, puesto que en dicha ocasión aumentó el número de países participantes y de deportistas.

Si se toma como referencia del análisis el número de medallas, las medallas de oro o el ranking, España es el país que porcentualmente y, por lo tanto, comparado con sí mismo, mayor incremento tiene. En cambio, el país no es capaz de sostener esa mejora puesto que los resultados (especialmente +8) bajan considerablemente, mientras que otros países (EEUU, China, Reino Unido) mantienen sus buenos resultados durante más tiempo. Los resultados de España son bastante parecidos a los de Corea y claramente distintos a los de Canadá y Australia.

Creemos que estos resultados refuerzan la tesis del impacto deportivo de los JJOO de Barcelona y que ahora se ven reforzados con los resultados comparados con otras ciudades-países organizadoras. La mejora del modelo Barcelona se sitúa por encima de países como Canadá, Australia, Grecia, Reino Unido y Corea del Sur.

Pero los datos nos permiten afirmar también que los buenos resultados no pueden explicarse única y exclusivamente por el efecto JJOO. Debe tenerse en cuenta el momento histórico concreto, puesto que España estaba inmersa en un desarrollo económico, sociopolítico y deportivo muy notable. Precisamente por sus anteriores características socioeconómicas y políticas (40 años de dictadura aislacionista) seguramente resultaba mucho más sencillo crecer, puesto que se partía de posiciones mucho más bajas que las de otros países. No es lo mismo crecer a partir de una cuota del 10% que del 80%.

Ese efecto y el hecho de partir de valores más bajos en número de turistas y en resultados deportivos, permitió que con el evento se subieran dos escalones más en los resultados deportivos globales.

A lo largo del artículo se han comentado algunas de las limitaciones. Es evidente que se tenían que estudiar y seguir diferentes variables antes y después de los JJOO y mantener ese mismo esquema para diferentes ciudades que pudieran ser una referencia para Barcelona. Si bien en ciertos casos es fácil acceder a algunos datos (el número de turistas o el número de participantes o medallas), en otros el estudio longitudinal comparado resulta difícil de obtener. Este es el caso de variables de participación deportiva, variables económicas de la misma ciudad o el impacto económico de cada uno de los eventos. A pesar de estas limitaciones, creemos que con el propio análisis de la ciudad y el comparado se puede afirmar que los juegos tuvieron un gran impacto para la ciudad y el país. Aunque no ha sido el único elemento, sí que se puede decir que ha sido el punto de inflexión generador del modelo Barcelona. La situación actual conlleva una reflexión para posicionarse adecuadamente en los próximos años.

Otras ciudades organizadoras o no de JJOO han tenido una evolución notable, pero ninguna de ellas como Barcelona. Berlín es la que crecido más aún sin ser sede olímpica en los períodos analizados. En los últimos 25 años ha experimentado un cambio sociopolítico que la sitúa como un destino turístico de primer orden.

Se necesita tener una visión a largo plazo para aquellos territorios que albergan estos eventos. Este hecho concierne al legado tangible de las infraestructuras deportivas y no deportivas y al legado intangible sobre la mejora de la práctica deportiva. Como apunta Gouguet (2015) “ante las dificultades de evaluación de albergar un gran evento deportivo, nos parece importante poder resaltar la rentabilidad social a largo plazo que supera ampliamente un simple impacto a corto plazo”. Un evento deportivo es una construcción social que implica un gran número de stakeholders. Barget y Ferrand (2012) han propuesto un método de evaluación de un evento deportivo en el ámbito de los diferentes stakeholders. Esta aproximación a largo plazo sobre los diferentes actores a nivel tangible e intangible constituye una perspectiva de investigación prometedora.

Referencias

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Notas de autor

Correspondencia: Francesc Solanellas (fsolanellas@gencat.cat)

Información adicional

Conflicto de intereses: Ninguno.

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