Ciencias aplicadas a la actividad física y el deporte
Deporte y felicidad
Sport and Happiness
Deporte y felicidad
Apunts Educación Física y Deportes, vol. 33, núm. 130, pp. 18-28, 2017
Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya
Recepción: 11/02/2016
Aprobación: 08/07/2016
Resumen: Este trabajo analiza la relación entre el deporte y la felicidad en un grupo de jóvenes estudiantes de primer curso de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF, de la Universidad Politécnica de Madrid (curso 2014-15). Se quería conocer su nivel de felicidad subjetivo declarado, si consideraban que el deporte podía hacer más felices a las personas, o incluso si les había hecho más felices a ellos mismos, y si contestaban afirmativamente, de qué forma pensaban que lo conseguía. A la percepción subjetiva de felicidad contestaron 229 estudiantes (16.6% mujeres), y a la relación entre deporte y felicidad 216 (15.3% mujeres). Los resultados muestran un nivel de felicidad declarado por el alumnado de 8 puntos (en una escala de 1 a 10) siendo mínima la diferencia entre hombres y mujeres (8 y 8.2 respectivamente). Prácticamente todo el alumnado considera que el deporte puede hacer más felices a las personas y que también a ellos les ha hecho más felices. En cuanto a los motivos por los que el deporte favorece mayores niveles de felicidad, en general, señalan: mejora la socialización, ayuda a desconectar, divierte y favorece la salud. Los tres primeros se repiten cuando se les pregunta por la influencia sobre su propia felicidad, pero el cuarto varía, en vez de la salud, que baja muy significativamente, señalan la mejora de habilidades en la misma proporción que la diversión.
Palabras clave: deporte, felicidad, estudiantes INEF.
Abstract: This paper examines the relationship between sport and happiness in a group of young first-year students in the Faculty of Physical Exercise and Sports Sciences-INEF at the Technical University of Madrid (2014-15 academic year). The aim was to find out their self-reported level of subjective happiness, whether they thought that sport could make people happier and whether it had made them happier; if they answered affirmatively, they were also asked in what way they thought it had done so. The subjective perception of happiness survey was answered by 229 students (16.6% women) and the relationship between sport and happiness survey by 216 (15.3% women). The results show a level of happiness reported by the students of 8 points on a scale of 1 to 10, the difference between men and women being minimal (8 and 8.2 respectively). Virtually all the students think that sport can make people happier and that it has also made them happier. In terms of the reasons why sport promotes higher levels of happiness in general, they argue that it improves socialisation, helps people to unwind, because it is fun and it is also good for your health. The first three are repeated when they were asked about sport’s impact on their own happiness, although the fourth changes and instead of health, which drops very significantly, they indicate improving skills in the same proportion as having fun.
Keywords: sport, happiness, INEF students.
Introducción
En las sociedades actuales el deporte está presente en la vida de muchas personas, en unos casos como práctica activa, en otros como consumo pasivo de grandes espectáculos; pero curiosamente casi no se encuentran estudios que pregunten directamente si se considera que el deporte puede contribuir a la felicidad de los individuos o incluso a la propia felicidad y de qué modo.
Es cierto que existe bastante controversia acerca de si el concepto felicidad puede ser objeto de conocimiento científico, por su ambigüedad, subjetividad y dificultad en su medición. Esta es la motivación para llevar a cabo este trabajo con estudiantes de ciencias del deporte.
Marco teórico
Frente a una psicología centrada en lo patológico, en el sufrimiento y en la infelicidad humana, es Seligman (2002; Seligman & Csikszentmihalyi, 2000) quien desarrolla una psicología positiva más centrada en las claves del bienestar de los individuos, dando lugar a aproximaciones científicas sobre la felicidad (Padrós, Martínez, Yunuén, & Medina, 2010; Vázquez, 2007; Vázquez, Hervás, & Ho, 2006).
No es objeto de este trabajo profundizar en el debate de si la felicidad es un concepto más ético que científico (Marina, 2014). Simplemente lo que se quiere conocer es si estudiantes de primer curso de Ciencias del deporte consideraban que el deporte podía hacer felices a las personas, si a ellos les había hecho más felices, y, en caso de respuestas positivas, de qué forma entendían que esto se lograba.
Sin duda conceptos como felicidad o bienestar están muy relacionados con la actividad física y el deporte. Existe acuerdo generalizado en que la práctica fisicodeportiva contribuye al bienestar de las personas favoreciendo los niveles de salud, elevando el estado de ánimo y la autoestima, y reduciendo los niveles de ansiedad y depresión (American College of Sports Medicine, 2000; Sánchez Bañuelos, 1996; Weyerer & Kupfer, 1994).
Aunque se tiende a pensar que una buena salud condiciona positivamente los niveles de felicidad, lo cierto es que existen niveles declarativos de felicidad prácticamente similares entre las personas que tienen una buena salud objetiva y aquellas con enfermedades crónicas o incluso con discapacidades. Impresiona constatar que personas que han sufrido graves sucesos traumáticos, apenas un año después se declaran igualmente felices con sus vidas (Gilbert, 2004).
Y también se ha constatado que personas que viven en condiciones objetivas de extrema pobreza pueden declarar mayores niveles de felicidad que ciudadanos de países desarrollados. El sentido de la felicidad es algo tremendamente subjetivo y resulta realmente asombroso constatar no solo que la vida sigue fluyendo a pesar de la enfermedad, la pobreza o la miseria, sino que las personas que viven en esas condiciones y situaciones más adversas pueden seguir sintiendo la felicidad en su vida (Peterson, 2006).
Se ha señalado que la clave reside en la extraordinaria capacidad de adaptación del ser humano. Se ha constatado la existencia de una especie de “sistema inmunológico psicológico” adaptativo que nos hace sentir verdaderamente felices incluso si las cosas no salen como las planeamos (Gilbert, 2006).
En una perspectiva económica, en los años setenta se publicó un célebre artículo en el que exponía por primera vez la conocida “paradoja de Easterlin” (1974) un concepto clave en la economía de la felicidad y que ponía en tela de juicio la tradicional idea de que el incremento en el nivel de ingresos de un individuo se correspondía con un incremento similar en su nivel de felicidad. Desde entonces autores relevantes consideran que en la relación felicidad-ingresos funciona la ley de rendimientos decrecientes: resulta esencial para la felicidad de todo individuo tener el suficiente dinero para mantener unas necesidades básicas cubiertas, pero a partir de un cierto umbral de ganancias el nivel de felicidad se estanca o incluso puede decrecer (Peterson, 2006; Sacks, Stevenson, & Wolfers, 2012).
A pesar de estas evidencias lo cierto es que muchos seres humanos se sienten impulsados a ganar más, a tener más propiedades, a progresar en sus empresas y trabajos, esperando que la felicidad esté allá arriba, cerca de la cúspide de la pirámide. “Ahí lo que suele haber es más dinero, responsabilidades, preocupaciones y estrés. No es malo ser jefe, ni ser jefe implica ser malo, pero no hay un solo estudio en el mundo (y se publican miles cada año) que diga que los jefes son más felices que sus empleados” (Chaguaceda, 1994, p. 194).
Ya Adam Smith en su Teoría de los sentimientos morales (1759) y en La riqueza de las naciones (1776) percibía una lógica relacional contradictoria entre esa ambición humana siempre insatisfecha fuente de gran infelicidad pero que en definitiva era precisamente la que hacía que la economía y las naciones progresaran. Recientemente Gilbert (2006) retoma esta idea y habla de una especie de espejismo colectivo con el que el género humano asegura su avance como especie, favoreciendo el desarrollo científico, médico y económico de la humanidad y elevando la calidad de vida de miles de millones de personas, aunque tal vez a costa del bienestar subjetivo de los propios individuos. Algo similar ha sido descrito respecto a la imagen idílica que rodea a la paternidad y maternidad y que garantizaría la supervivencia de la especie (Alesina, DiTella, & MacCulloch, 2009; Mosterín, 2006; Powdthavee & Vignoles 2008).
Objetivos
Se trata de explorar la relación entre felicidad y deporte en estudiantes de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, CAFDE, pidiéndoles su opinión sobre: (a) el nivel de felicidad declarado; (b) en qué medida el deporte, en cualquiera de sus manifestaciones, puede hacer más feliz a las personas, y si a ellos les había hecho más felices; y (c) posibles atribuciones explicativas de la relación entre felicidad y deporte y si estas varían según piensan en sí mismos o en la población en general.
Metodología
Participaron en este estudio un total de 229 personas (191 hombres y 38 mujeres), todas ellas estudiantes de primer curso. Edad media: 19.4 años, con una desviación típica de 1.95.
A principios del curso 2014-15 se les pidió que, de forma voluntaria, contestaran a la siguiente pregunta: “En una escala de 1 a 10, ¿cuál dirías que es tu nivel de felicidad en este momento de tu vida?”.
Semanas después se preguntó a la mitad de ellos (grupos CD y EF) si consideraban que el deporte podía hacer más felices a las personas, y a la otra mitad (grupos AB y GH) si les había hecho más felices a ellos mismos. Y en ambos casos, si contestaban afirmativamente, el modo en que consideraban que el deporte había contribuido a ello.
A lo largo del presente estudio se comparan las respuestas de estos cuatro grupos de estudiantes, entendiendo que los criterios de clasificación y ubicación del alumnado en dichos grupos son aleatorios. Como única variable independiente se ha considerado el género.
Resultados
Nivel de felicidad declarado
El nivel de felicidad declarado (medido en una escala de 1 a 10) se refleja en la tabla 1.
De los 196 estudiantes que contestaron el nivel medio de felicidad declarado fue de 8 puntos, no encontrándose diferencias significativas entre hombres (8) y mujeres (8.2).
El valor parece indicar que el nivel de felicidad es bastante positivo en este colectivo de estudiantes universitarios. No obstante el que un 14.4% de estudiantes (14.7% en hombres y 13.2% en mujeres) optaran por no responder (tabla 2), hace pensar que la puntuación de 8 puntos que dan como media, en realidad pudiera ser algo menor considerando que quizá las personas que no contestaron tal vez fuese por no sentirse tan felices.
Opiniones sobre la contribución del deporte a la felicidad de las personas en general, y a su propia felicidad.
El optimismo de los estudiantes del trabajo de considerar el deporte como un elemento que contribuye a la felicidad de la población en general es abrumador. Del total de alumnos a los que se hizo esta pregunta (116) la práctica totalidad (113) respondieron afirmativamente (97.4%) y solo 3 personas se abstuvieron en contestar (2.6%). Ni un solo estudiante contestó negativamente. (Tabla 3)
Cuando la pregunta les interpela por la influencia del deporte en su propia felicidad las respuestas fueron unánimes. Del total de alumnos a los que se les hizo esta pregunta (100) todos ellos respondieron afirmativamente (100%). Ninguno se abstuvo ni contestó negativamente.
En síntesis, según estos datos, puede concluirse que para los sujetos participantes en este estudio la contribución del deporte a la felicidad es incuestionable, tanto desde una perspectiva general como desde una personal. (Tabla 4)
Motivos
En la tabla 5se presentan todos los factores que se señalaron que contribuían a la felicidad (sumando tanto los referidos a la felicidad en general como a la propia).
Los más mencionados fueron: favorece la socialización (83.3%), ayuda a desconectar (73.1%), la diversión (64.8%) y el bienestar (60.6%).
Con porcentajes entre el 50-40 aparecen: permite ganar (56%), mejora la salud (53.7%), permite mejorar habilidades (53.7%), favorece la autoconfianza-autoestima (48.1%) y transmite valores (43.1%).
Los siguientes son los 4 factores que hacen referencia específica al deporte como espectáculo con porcentajes muy similares: disfrutar con mi equipo favorito (36.6%), disfrutar de buenos espectáculos y de las destrezas de los grandes deportistas (33.8%), ver deporte por televisión permite vivir emociones compartidas (33.8%) y ver deporte por televisión me ayuda a desconectar (32.4%).
Las menos elegidas fueron: favorece la estética (24.1%) y da reconocimiento y prestigio (19.4%).
En función del género
En la tabla 6se recogen las diferencias que alumnos y alumnas evidencian a la hora de explicar los motivos por los que el deporte contribuye a la felicidad. En la última columna aparecen las diferencias porcentuales respecto a cada factor según han mencionado hombres o mujeres. Simplemente hemos hecho la diferencia para cada motivo del porcentaje señalado por los hombres y el de las mujeres. En positivo aparecen los motivos mayormente argumentados por chicos respecto a las chicas, y en negativo los motivos que en mayor medida han argumentado las chicas respecto a sus compañeros de clase. Las diferencias porcentuales menores, más cercanas al 0, nos indicarían aquellos motivos elegidos en porcentajes parecidos por ambos sexos.
Los motivos señalados en mayor medida por los chicos (los que aparecen en positivo) son: disfrutar de mi equipo favorito (18.1), salud (16.9), ganar (16.1), disfrutar de buenos espectáculos y de las destrezas de los grandes deportistas (14.9), ver deporte por TV me ayuda a desconectar (13.2). Resulta interesante constatar que de los 4 motivos relacionados con el deporte como espectáculo, 3 de ellos aparecen entre los 5 más valorados por los hombres respecto a las mujeres. Los otros dos son la salud y el ganar.
Los motivos más señalados por las chicas (los que aparecen en negativo) son: autoconfianza-autoestima (–11.2) y diversión (–9.3).
Los motivos que menos diferencias reflejan entre hombres y mujeres serían: valores (4.3), estética (–3.8), bienestar (–3.5), ver deporte por tv me permite vivir emociones compartidas (–3.1), mejora de habilidades (2.6), socialización (–1.7), prestigio (1.5) y su práctica ayuda a desconectar (0.5).
Diferencias entre los factores
Si hasta ahora hemos presentado todos los motivos señalados, indistintamente de si se referían a su influencia en la felicidad general o a su propia felicidad personal, ha llegado el momento de diferenciar entre unos y otros (tabla 7).
En la última columna de dicha tabla aparecen las diferencias porcentuales para cada factor o motivo según piensan que influye en la felicidad en general o bien en la suya propia. Simplemente se han restado ambos porcentajes. En positivo aparecen los motivos mayormente citados respecto a su influencia en general y en negativo los motivos que en mayor medida han argumentado les influyeron en su propia felicidad. Las diferencias porcentuales menores, más cercanas al 0, nos indicarían aquellos motivos elegidos indistintamente desde una perspectiva general y personal.
El alumnado, en general, tiende a ser más generoso a la hora de señalar factores cuando piensa en la contribución del deporte a la felicidad de la población en general, y se vuelve algo más restrictivo cuando piensa en cómo esos mismos factores han contribuido a su propia felicidad. De los 15 factores, 11 aparecen con mayores porcentajes cuando se refieren a la influencia general que en sí mismos, y solo 4 aparecen con porcentajes mayores al referirse a su propia felicidad.
Los factores que aparecen con porcentajes mayores cuando consideran su influencia en su propia vida son: la mejora de las habilidades (–15.4), la socialización (–10.6), ganar (–7.4) y ver deporte para compartir emociones (–2.2).
Los factores que mayor diferencia porcentual encontramos a favor de su influencia en la felicidad de las personas en general son: salud (29.2), confianza (17), estética (16.9), ver deporte por televisión ayuda a desconectar (15.7), la práctica ayuda a desconectar (12.4) y disfrutar del equipo favorito (12.2).
Los más igualados en porcentaje de elección entre su influencia en la felicidad general y personal son: bienestar (1.2), prestigio (2.7), valores (3.8), ver habilidades de otros deportistas (5.2) y su práctica divierte (5.2). (Tabla 7)
Discusión
Ante la duda de si la felicidad puede medirse y ser objeto de conocimiento científico muchos investigadores han optado por algo tan sencillo como preguntar a las personas: “¿Es usted feliz?” (Chaguaceda, 2014). Se trata de una medición declarativa pues nos atenemos a lo que las personas nos dicen.
Nuestra pregunta ha sido directa y unidimensional: “En una escala de 1 a 10, ¿cómo dirías que es tu nivel de felicidad en este momento de tu vida?”. El nivel de felicidad declarado por nuestro alumnado ha sido de 8, algo superior a la media que recoge el Centro de Investigaciones Sociológicas para el conjunto de la población española en su barómetro del mes de junio de 2015, que es de 7.33 (CIS, 2015). El nivel algo superior de felicidad declarada entre nuestros estudiantes de CAFD es posible que se deba a su perfil de practicantes deportivos. Está bien documentado que la actividad física constituye un elemento beneficioso para el mantenimiento y la mejora de la salud, entendida esta desde una triple dimensión: biológica, psicológica y social (Sánchez Bañuelos, 1966), que la práctica deportiva motiva, divierte, favorece la salud, y genera niveles más altos de bienestar y calidad de vida (American College of Sports Medicine, 2000) y que el ejercicio activo contribuye a dominar las emociones y sentimientos más negativos (Tice & Bausmeister, 1993).
Nuestro trabajo también confirmaría aquellas investigaciones que señalan que la relación más habitual entre felicidad y edad refleja una gráfica en forma de U, es decir, una percepción de felicidad más alta en la edad joven, un descenso en la edad central, y una recuperación en la edad madura. Es muy interesante verificar que “este fenómeno ha sido observado en más de cincuenta países” (Chaguaceda, 2014, p. 170). Nuestros alumnos estarían en ese período vital inicial y por tanto, es lógico que reflejen niveles altos de felicidad declarada.
Otra consideración que explicaría dichos niveles de felicidad altos en nuestros estudiantes, incluso probablemente por encima de otro alumnado universitario, tiene que ver con el carácter profundamente vocacional de su profesión. El Centro Nacional de Investigación de Opinión de la Universidad de Chicago elabora informes anuales sobre las profesiones que hacen más felices a sus estudiantes y el ranking lo encabezan siempre profesiones vocacionales y además con un componente de ayuda a los demás (Smith, 2011).
Finalmente, nuestros estudiantes valoran de manera más alta la contribución del deporte a la felicidad en general de la población, y se vuelven algo más restrictivos cuando piensan en la contribución de esos mismos factores en su propia felicidad.
Conclusiones
Los resultados de nuestra investigación muestran que el nivel de felicidad declarado por nuestro alumnado, en una escala entre 1 y 10, es de 8, no encontrándose diferencias significativas entre hombres (8) y mujeres (8.2).
Prácticamente la totalidad de nuestros estudiantes consideran que el deporte puede hacer más feliz a las personas y que también a ellos les ha hecho más felices a lo largo de su vida.
En cuanto a los principales motivos por los que, en su opinión, el deporte puede favorecer mayores niveles de felicidad en general son: mejorar la socialización, ayudar a desconectar, porque divierte y porque favorece la salud. Los tres primeros motivos se repiten cuando se les pregunta por la influencia sobre su propia felicidad, pero el cuarto varía, en vez de la salud, que baja muy significativamente, señalan la mejora de habilidades en la misma proporción que la diversión.
Respecto a las diferencias de género, se constata que de los 4 motivos relacionados con el deporte como espectáculo, 3 de ellos aparecen entre los 5 más valorados por los hombres respecto a las mujeres. Los otros dos son la salud y el ganar. Ellas se inclinan en mayor medida que los chicos por: autoconfianza-autoestima y por la diversión.
Los motivos que menos diferencias reflejan entre hombres y mujeres serían: mejora de habilidades, socialización, prestigio y su práctica ayuda a desconectar.
Comparando los factores del deporte que consideran que hacen más feliz en general a las personas con los que les hacen más felices a ellos encontramos que de los 15 factores señalados solo 4 de ellos alcanzan porcentajes superiores cuando se refieren a su propia felicidad: la mejora de habilidades, socialización, ganar, y ver deporte para compartir emociones.
Referencias
Alesina, A., DiTella, R., & MacCulloch, R. J. (2009). Inequality and Happiness: Are Europeans and Americans Different? Journal of Public Economics, 88, 2009-2042. doi:10.1016/j.jpubeco.2003.07.006
American College of Sports Medicine (2000). Manual de consulta para el control y la prescripción del ejercicio. Barcelona: Paidotribo.
Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) (2015). Estudio nº 3101. Barómetro de junio 2015. Recuperado de http://datos.cis.es/pdf/Es3101mar_A.pdf
Chaguaceda, C. (2014). El mono feliz. Descubre cómo la ciencia explica nuestras emociones. Barcelona: Plaraforma Editorial.
Easterlin, R. (1974). Does Economic Growth Improve the Human Lot? Some Empirical Evidence. En A. Paul David & Melvin W. Reder (Eds.), Nations and Households in Economic Growth: Essays in Honor of Moses Abramovitz. New York: Academic Press, Inc. doi:1016/B978-0-12-205050-3.50008-7
Gilbert, D. (2004). ¿Por qué somos felices? Charla TED Global. Recuperado de https://www.ted.com/talks/dan_gilbert_asks_why_are_we_happy?language=es
Gilbert, D. (2006). Stumbling on Happiness. New York: Alfred A. Knopf Publishers.
Marina, J. A. (30 diciembre de 2014). “¿Existe una ciencia de la felicidad o es un timo pseudocientífico?” El Confidencial.com. Recuperado de http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2014-12-30/existe-una-ciencia-de-la-felicidad-o-es-untimo-pseudocientifico_614536/
Mosterín, J. (2006). La naturaleza humana. Madrid: Espasa Calpe.
Padrós, F., Martínez, M. P., Yunuén, C., & Medina, M. A. (2010). La psicología positiva. Una joven disciplina científica que tiene como objeto de estudio un viejo tema, la felicidad. Uaricha Revista de Psicología 14, 30-40.
Peterson, C. (2006). A primer in positive psychology. New York: Oxford University Press.
Powdthavee N., & Vignoles A. (2008). Mental health of parents and life satisfaction of children: A within-family analysis of intergenerational transmission of well-being. Social Indicators Research, 88(3), 397-422. doi:10.1007/s11205-007-9223-2
Sacks, D., Stevenson, B., & Wolfers, J. (2012). The New Stylized Facts About Income and Subjective Well-being. Emotion, 12(6): 1181-1187. doi:10.1037/a0029873
Sánchez Bañuelos, F. (1996). La actividad física orientada hacia la salud. Madrid: Biblioteca Nueva.
Seligman, M., & Csikszentmihalyi, M. (2000). Positive Psychology: An Introduction. American Psychologist, 55(1), 5-14. doi:10.1037/0003-066X.55.1.5
Seligman, M. (2002). Authentic Happiness: Using the New Positive Psychology to Realize Your Potential for Lasting Fulfillment. New York: Free Press/Simon and Schuster.
Smith, A. (1776). La riqueza de las naciones. Madrid: Alianza Editorial, 2011.
Smith, A. (1759). Teoría de los sentimientos morales. México: Fondo de Cultura Económica, 1978.
Smith, T. W. (2011). Trends in Well-being, 1972-2010. NORC/University of Chicago. Recuperado de http://www.norc.org/PDFs/publications/GSSTrendsinWellbeing_March2011.pdf
Tice, D., & Bausmeister, R. F. (1993). Controlling anger: Self-induced emotion changes. En D. Wegner & J. Pennebaker (Eds.). Handbook of Mental Control. Nueva Jersey: Prentice-Hall.
Vázquez, C. (2007). El estudio científico de la felicidad y las fortalezas humanas. Cursos de Verano de El Escorial. Universidad Complutense de Madrid, 30 de julio al 3 de agosto.
Vázquez, C., Hervás, G., & Ho, S. M. (2006). Intervenciones clínicas basadas en psicología positiva: Fundamentos y aplicaciones. Psicología conductual, 14(3), 401-432.
Weyerer, S., & Kupfer, B. (1994) Physical exercise and psychological health. Sports Medicene, 17(2), 108-116. doi:10.2165/00007256-199417020-00003
Notas de autor
Correspondencia: Javier Durán González (javier.duran@upm.es)
Información adicional
Conflicto de intereses: Ninguno.