Introducción

A finales de los 90, durante y después de los graves problemas políticos y económicos, decenas de miles de ecuatorianos migraron hacia Europa especialmente España, país que atravesaba un boom económico significativo. Este auge español tuvo su punto de inflexión en el año 2008, a partir del cual sobrevino la crisis económica vigente hasta la actualidad; esta situación afectó el empleo y las actividades tanto de los originarios como de los extranjeros residentes que se encontraban insertados en el mercado laboral. Efectivamente, la crisis económica que soporta España ha afectado las condiciones de vida de todos los ciudadanos en general y de la población inmigrante en particular, de la que el colectivo ecuatoriano forma parte: como consecuencia de ello el nivel de desempleo es mayor, mientras que la caída del ingreso familiar ha empeorado las condiciones socioeconómicas de los inmigrantes ecuatorianos y sus familias, por ende el retorno de los inmigrantes, así como la intención de retorno de quienes aún continúan en España se ha incrementado.

La decisión de retorno puede verse facilitada e incentivada ya sea por ayuda y programas de los gobiernos, así como por decisión propia de los migrantes y sus familias, sobre esto último Cassarino (2004) menciona que las políticas de retorno en la Unión Europea desde inicios del siglo XXI, reconocen que la repatriación de las personas en situación regular que deciden, de forma independiente, regresar a su país de origen merecía más atención, debido a su potencial impacto en el desarrollo de los países de origen. Para ello es necesario conocer varias de las problemáticas multidimensionales que influyen sobre esta decisión de retorno, una de ellas son las causas y las condiciones previas para el retorno, es decir sus determinantes.

En este contexto la intención de retorno de los ecuatorianos a su país de origen estaría condicionado y forzado por la falta de empleo en España, sin embargo podrían existir características o tipologías propias de los migrantes y otras razones o motivos por los cuales las personas integrantes de este colectivo decidan emprender con el regreso a su país. Es por ello que los propósitos de esta investigación son: analizar el efecto de la crisis económica en España en el retorno de los inmigrantes ecuatorianos; e identificar los determinantes por los cuales los migrantes desean retornar a Ecuador. Para ello se realizó un estudio de campo y 96 entrevistas a la población inmigrante en Madrid y que se encuentra en edad de trabajar y se utilizaron modelos econométricos de elección discreta para su verificación y comprobación de resultados.

En este trabajo inicia con una breve revisión del contenido teórico de las teorías de retorno, luego se presenta evidencia y los resultados de los estudios realizados para la temática en cuestión tanto en otros países como en Ecuador. Una descripción de la migración y de la situación de los ecuatorianos en España son abordados posteriormente; mientras que la metodología utilizada para cumplir con los objetivos de esta investigación así como los resultados producto del estudio de campo son descritos en la siguiente fase, finalmente se enuncian las conclusiones de este artículo.

Teorías de retorno

Si bien, no existe una teoría general de la migración de retorno, debido a que es considerado un caso especial de la migración, existe una serie de modelos teóricos desde la economía y la sociología que permiten el estudio de la migración de retorno (Díaz y Valverde 2014). Desde el enfoque económico, se puede citar algunas: la teoría neoclásica, la del capital humano, la del ingreso objetivo, la de la decepción y la nueva economía de la migración laboral.

En la Teoría Neoclásica de la Migración, el retorno se produciría luego de la constatación de haber efectuado un mal cálculo en relación a los ingresos esperados o como un desincentivo económico luego de una nivelación en la diferencia salarial entre el país de origen y el de acogida. En líneas generales, el retorno es considerado como un fracaso; el retorno se produce entonces como consecuencia de una mala experiencia en el extranjero o porque su capital humano no fue recompensado como se esperaba (Nieto 2011).

La Teoría del Capital Humano considera los desplazamientos de retorno como resultado de un proceso de selectividad negativa ante la incapacidad del migrante para prosperar en el país de destino y superar los obstáculos de la migración; las habilidades y la educación adquiridas en el país de origen suelen ser difíciles de transferir y por lo tanto, serán mejor recompensadas en el país de origen que en el país de destino, lo que implica una selección positiva de la migración de retorno con respecto a la escolaridad adquirida antes de la migración (Díaz y Valverde 2014).

En la Teoría del Ingreso Objetivo, Reyes (1997) plantea la existencia de hogares enfrentándose a niveles mínimos de inversión junto con restricciones en el mercado de crédito. La teoría asume que los migrantes tienen preferencia por residir en su país y llevan a cabo la migración debido a los bajos salarios a los que se enfrentan. Y que la duración de la permanencia en el exterior es determinada por el tiempo necesario para acumular el ingreso objetivo.

La Teoría de la Decepción, hace referencia cuando el migrante se enfrenta a condiciones desfavorables peores a lo esperado en el país de destino y experimenta por lo tanto una sensación de desilusión, ocasionada por carecer de información suficiente que le permita insertarse de manera exitosa en el mercado laboral (Díaz y Valverde 2014). Para Herzog y Schottman, (1982) las personas deciden regresar a su país porque “fracasan” en su objetivo de encontrar trabajo o los salarios que obtienen allá son muy bajos

La Teoría de la Nueva Economía de la Migración Laboral, establece que al igual que la decisión de emigrar, la de retornar no sólo se toma en el ámbito individual, sino también en el contexto más amplio, generalmente en el hogar o la familia (Díaz y Valverde 2014). Para Nieto (2011) la nueva economía de las migraciones laborales asociada principalmente al nombre de Oded Stark (1991) sostiene que la migración de retorno es el resultado lógico y deseado de una estrategia previamente planificada. Esta estrategia es definida en el hogar de los migrantes y el retorno es el resultado del logro de los objetivos trazados.

Desde la sociología, existen diferentes enfoques para el estudio de la migración de retorno, en este apartado abordaremos las siguientes: la teoría histórico-estructuralista, la teoría del transnacionalismo y la teoría de redes sociales.

La Teoría Histórica – Estructuralista argumenta que los individuos no son libres en la toma de decisiones, ya que están limitados por las fuerzas estructurales, de tal manera, que la migración sólo puede explicarse a partir del enfoque histórico y de las transformaciones estructurales u otras formas sociales más amplias . Los estudiosos del enfoque histórico – estructuralista sostienen que la migración de retorno no depende sólo de la voluntad del migrante, porque existe una serie de macro-fuerzas sociales e institucionales asociadas al país de destino, país de origen o al propio migrante que determinan su decisión. El éxito o fracaso del regreso depende, tanto de la fortaleza económica y la cohesión política del país de origen como de las expectativas del migrante que está retornando (Díaz y Valverde 2014).

La Teoría del Transnacionalismo incorpora la dimensión de los vínculos y las movilidades que los migrantes efectúan a través de las fronteras, estos vínculos y movilidades pueden ser de orden económico, social, cultural, identitario, etc. En este sentido, el intercambio constante de información y conocimientos llegan a ser los facilitadores de la integración del retornado a su comunidad de origen, ya que permiten al migrante preparar su retorno a través de los contactos continuos, visitas periódicas, envíos de remesas, entre otros. Por ello, el retorno se ha llegado a considerar una etapa más de un sistema circular (Cassarino 2004). Según el transnacionalismo, los migrantes retornados preparan su retorno y reinserción en el país de origen a través de contactos continuos y visitas periódicas y regulares a su país de origen (Nieto 2011).

La Teoría de las Redes Sociales es uno de los factores explicativos más importantes de la migración, puesto que al proporcionar información, ayuda económica, experiencias y apoyo en distintas formas se induce a la migración, provocando así un efecto multiplicador; de aquí, se deriva la explicación del porque existe salidas acumuladas de migrantes de un país de origen hacia un mismo destino; las redes sociales son parte del capital social y que al igual que inducen a la migración también influyen en las probabilidades de retorno al proporcionar información sobre casos o experiencias acumuladas de retorno en la familia, la comunidad y el país de origen (Durand 2004).

Evidencia empírica para retorno y sus determinantes

Según Cuevas y Paredes (2013), los investigadores han estudiado diferentes aspectos de la migración de retorno en los países de origen y destino; el concepto de retorno y las teorías que lo explican son abordados por Sjaastad (1962), Todaro (1969), Harris et al. (1970), Stark et al. (1985), Borjas (1989), Cassarino (2000; 2004) y Kilic et al. (2007). Las incidencias de las crisis económicas desde una perspectiva histórica son examinados por Papademetriou y Terrazas (2009). (Fundación Encuentro, 2011). Mientras que el estudio de las características socioeconómicas y demográficas de quienes retornan es abordado por Toren (1976). También se han estudiado temas como las expectativas de retorno de los emigrantes y sus descendientes y el papel de las redes sociales Black et al. (2003); Black y Castaldo (2009); Kilic et al (2007), y Mansuri (2007).

Los motivos para quedarse o de retornar de migrantes cualificados de países en desarrollo son estudiados por Glaser y Habers (1974), la posibilidad de mayores ingresos o empleos más atractivos están asociados con la decisión de quedarse mientras que el retorno se relaciona con la familia, los amigos, el sentido patriótico o la discriminación étnica o racial. Thomas-Hope (1999) analiza este fenómeno en el caso de Jamaica, donde el ambiente institucional de confianza es el elemento potenciador del posible retorno.

Alarcón, et al. (2012), mencionan que Constant y Massey (2002) realizan en Alemania, dos modelos teóricos que establecen diferentes motivos para emprender migraciones internacionales y encuentran evidencia de ambos. Esto les lleva a concluir que los migrantes son heterogéneos y, por tanto, no se puede generalizar a una visión única de retorno migratorio. Posteriormente Hunt (2004) analiza la heterogeneidad de los migrantes en cuanto a sus cualificaciones, lo que determina su éxito o fracaso en destino, y consecuentemente su retorno.

Mezger (2008) señala que el nivel más alto de educación en los migrantes retornados sugiere la selección positiva de los niveles educativos en la migración. Por su parte Mendoza (2013) a través de un análisis de regresión multivariada demuestra que en México, la migración de retorno tiende a presionar el mercado laboral formal, al incrementar las diferencias regionales en la tasas de desempleo; además, determina que la migración de retorno tiene un efecto positivo reducido en el crecimiento del PIB per cápita, especialmente a partir del impacto de los niveles de la educación de los migrantes de retorno.

Démurger & Hu (2011) en su estudio “Los migrantes de retorno: El surgimiento de nuevos empresarios en China rural” determinan que los migrantes de retorno son más propensos a ser trabajadores por cuenta propia que los no migrantes, y que tanto el ahorro y la frecuencia de los cambios de trabajo durante la migración aumenta la probabilidad de volver a los migrantes a trabajar por cuenta propia. Estos hallazgos sugieren que: a) la migración de retorno puede ayudar a revitalizar las economías rurales y reducir la pobreza en las zonas menos desarrolladas de China, y b) el capital de los repatriados es un clave factor estimulante en la promoción de las actividades rurales emprendedoras.

García y Ornelas (2009) encuentran que el ser varón, estar soltero, tener un menor nivel de escolaridad, contar con documentos migratorios y trabajar en la industria de la construcción son factores que inciden en la propensión a retornar a México por cuestiones laborales, es decir, porque no encontraron trabajo o éste se acabó o por ingresos insuficientes.

Evidencia para Ecuador

Vasco (2011) analiza el efecto de la migración internacional y las remesas en la probabilidad de que un hogar rural ecuatoriano posea un negocio rural, y en la generación de empleo no agrícola medida en el número de miembros y no miembros del hogar empleados en un negocio rural. Ésta investigación muestra que ni la migración internacional ni las remesas influencian la probabilidad de que un hogar posea un negocio familiar. Mientras que factores como la educación, crédito y acceso a servicios básicos están positivamente correlacionados con la probabilidad de poseer un negocio rural.

La importancia de las redes sociales transnacionales, y una tipología de retornados y su trayectoria migratoria son abordados por Schramm (2011), para ello realiza entrevistas con expertos de distintas organizaciones y migrantes retornados en las ciudades de Quito, Cuenca y Loja, en el año 2008. Los resultados arrojaron tres tipos de migrantes en correspondencia con la decisión de migrar y de retornar. i) los constantes, quienes migran con un objetivo preciso y la idea clara de una estancia temporal en España, por lo que el retorno para ellos es la consecuencia lógica de un proyecto migratorio en el que el deseo de volver a Ecuador siempre ha estado presente; ii) los fracasados, para quienes salir es más relevante que volver, por lo que toman la decisión de retornar a causa de la falta de estabilidad, capital económico y perspectivas en la sociedad de llegada; iii) los buscadores, buscan en la migración un nuevo comienzo, una nueva vida en el exterior, y en este caso, el retorno no estaba previsto, por lo que éste obedece a fuerzas externas que lo hacen inevitable.

El proceso de construcción de la política de retorno del Ecuador, y una evaluación del Plan Bienvenid@s a Casa, realizada por Moncayo y Herrera (2011) sugieren que la política migratoria atienda los aspectos del proyecto de retorno de los migrantes de una manera integral, ya que no es suficiente con apuntar a la reinserción económica y productiva del retornado, como lo hace el instrumento del Fondo El Cucayo, sino que debe articular otras iniciativas de tipo familiar, social, sicológica y cultural, que faciliten su reinserción a la sociedad de origen.

Alarcón et al. (2012); exploran los factores relacionados con la decisión de realizar emprendimientos en Loja (Ecuador) a partir de una encuesta a retornados, encontrando que las variables que más aumentan la probabilidad de emprender tras el retorno son la experiencia emprendedora durante la migración y el regresar por motivos voluntarios, así como haber trabajado en el destino en actividades de agricultura y hostelería. Negativamente inciden la formación universitaria y el trabajo en la administración pública antes de migrar. Otras variables influyentes son la edad o el salario recibido en el extranjero pero presentan particularidades al momento del análisis.

La Crisis, Retorno y Emprendimiento de los migrantes ecuatorianos son abordados por Correa, Lacomba y Ochoa (2016), el artículo indaga el caso del Fondo Concursable Cucayo, dirigido a facilitar el emprendimiento económico de los retornados, y sus efectos y alcance en tres provincias del Sur de Ecuador; una conclusión fue que el financiamiento de los emprendimientos permitió asegurar mejores condiciones de retorno para un número reducido de migrantes, sugiriendo que hubiese sido más conveniente intensificar y llevar la orientación y formación sobre el emprendimiento a un mayor número de retornados, así como establecer mecanismos que faciliten y agilicen en mayor medida el acceso al crédito.

El retorno forzoso de los ecuatorianos en situación irregular en España es abordado por Jarrín (2015), quien manifiesta que a pesar de la estabilidad alcanzada por la población migrante de este colectivo radicada en España, la misma no la ha dejado exenta de estar afectada permanentemente por los procesos de retorno forzoso. Una de las conclusiones de este estudio es que el retorno forzoso no involucra únicamente a la persona expulsada, sino a toda su red social y migratoria; además revela que los retornos forzosos o expulsiones son instrumentos que el mercado laboral utiliza en el caso de crisis o sobre oferta de mano de obra precarizada de los emigrantes.

Más recientemente López y Pérez-Caramés (2015), cotejan las decisiones y las estrategias en torno al proyecto migratorio y al retorno en particular para ecuatorianos y rumanos en España, los autores advierten, que en el análisis del proceso migratorio, el papel e influencia de la reciente crisis económica puede afectar los puntos de vista y las conclusiones de las investigaciones, debido a que al focalizarse en exceso en los factores económico no permite ver la complejidad de elementos que valoran los migrantes a la hora de tomar la decisión de volver a su país. Finalmente su investigación presenta hallazgos en donde ni la situación administrativa ni la posición económica o familiar son buenas predictoras de la decisión de retornar.

La migración de ecuatorianos a España

a emigración internacional toma notoriedad en Ecuador antes de constituirse en República, en el Cuadro 1 se puede apreciar un resumen de los períodos, los grupos de emigrantes y los destinos internacionales preferidos por los ecuatorianos para emigrar, así como las causas que originaron su salida; además se puede obs

La emigración internacional toma notoriedad en Ecuador antes de constituirse en República, en el Cuadro 1 se puede apreciar un resumen de los períodos, los grupos de emigrantes y los destinos internacionales preferidos por los ecuatorianos para emigrar, así como las causas que originaron su salida; además se puede observar que a lo largo del tiempo se dieron diferentes condiciones y determinantes propios de las circunstancias y épocas que influyeron para la salida de ecuatorianos al exterior. Diversos estudios mencionan que en el caso ecuatoriano se pueden constatar al menos dos etapas migratorias cuyas causas y factores de incidencia son diversos (Chiriboga 2006); la primera se inició hacia los Estados Unidos de América en los años 50, dicho flujo migratorio se mantuvo en la década del 60 y tuvo un importante incremento en las décadas del 70, 80 y principios de 90, la segunda ola migratoria se produjo a finales de la década del 90 y tuvo como destinos de los emigrantes ecuatorianos principalmente a España e Italia.

Las principales condicionantes para la reconfiguración de la orientación geográfica del flujo migratorio, sumada a la situación económica imperante, fueron: las mayores dificultades para emigrar a Estados Unidos, la consolidación de un sistema de redes migratorias que facilita la emigración mediante la ubicación de empleo y domicilio y la obtención de “papeles”. De igual manera, puede mencionarse la cercanía cultural con España (idioma, religión, etc.). Pues ésta incita a los ecuatorianos y ecuatorianas a tomar el riesgo en sus manos, al disminuir los temores de adaptabilidad que, sin duda, serían mayores ante una sociedad totalmente desconocida (ILDIS 2003).

A partir del tercer trimestre del año 2008 la crisis económica mundial se hizo presente en España, en este trimestre se aprecia una disminución de la demanda agregada y en las tasas de generación de empleo, el fin de la burbuja inmobiliaria y el inicio de la “crisis del ladrillo” fueron entre otros los sectores más visibles y más afectados por este fenómeno; estos comportamientos fueron el indicio de lo que sería la recesión de la economía española a partir del 2009.

Los períodos de bonanza anteriores, sobre todo durante 1996-2007, demandó una creciente necesidad de mano de obra –joven y barata- que no era satisfecha por la población local; por ello España se convirtió en país de destino de miles de personas de diversas nacionalidades atraídos por la creación de varios millones de empleo como producto de la expansión económica; a partir del 2008 ésta mano de obra extranjera es uno de los sectores más vulnerables y afectados por la crisis, no solo porque no existen nuevas fuentes e iniciativas de generación de empleo sino porque una de las secuelas inmediatas de las crisis es la desocupación y el incremento del subempleo, los ecuatorianos son uno de esos conglomerados afectados, por lo que a continuación se presentarán algunos datos que coadyuven a una mejor comprensión del impacto de la crisis española en los trabajadores originarios del Ecuador radicados en el país Ibérico (Barrón y Correa 2010).

En la Gráfica 1 se aprecia notablemente la disminución de ecuatorianos en el país ibérico, si tomamos como referencia estos datos se estima que desde el año 2005 al 2014, han retornado a su país 278,916 ecuatorianos desde España, sin embargo cabe la posibilidad de que una parte de este total haya migrado a otro país europeo o establecido su residencia en los Estados Unidos de Norteamérica.

Estimación de desempleo y subempleo de los ecuatorianos en España

Los datos de altas y bajas en la Seguridad Social española concernientes a los trabajadores ecuatorianos –hombres y mujeres- proporcionan referencias y evidencia[1] acerca de la inserción y configuración de este conglomerado en las actividades económicas de España.

Según la Gráfica 2, el número de trabajadores provenientes de Ecuador (hombres y mujeres) afiliados y en situación de alta laboral al 2002 era de 125,677, cuatro años después su número ascendía a 270,324 personas, su punto más alto; a partir de ese año el número de altas laborales tiene un franco descenso, llegando ser de 76,082 en el 2014. En el año 2005 existe un punto de inflexión, respecto al género, las mujeres superan a los hombres en cuanto a su número, a partir de este año la tendencia es que sean más mujeres que hombres los afiliados a la Seguridad Social; se presenta por tanto una mayor afiliación de trabajadoras ecuatorianas a la actividad servicio, lo que se correlaciona con la incorporación de la mujer española al mercado laboral que demanda más trabajadoras extranjeras en el servicio doméstico.

Hasta el año 2005 el número de afiliados de trabajadores ecuatorianos en alta laboral tuvo un comportamiento ascendente para todos los sectores de actividad, destacan el de construcción y el de servicio con una TMA de más del 24%; para el período 2005-2014 todos los sectores mostraron un descenso en el número de afiliados, el sector de la construcción es el que se vio más afectado, mientras que los otros sectores disminuyeron por bajo del 5%.Todo lo anteriormente citado permite confirmar que la crisis ha afectado más a los emigrantes que a las emigrantes ecuatorianas, estas últimas han perdido menos puestos de trabajo y sufren menos desempleo. Los causales de este escenario es que uno de los sectores más afectados de esta crisis es el de la construcción, en donde casi la totalidad de los trabajadores que demanda esta actividad son hombres, a quienes obviamente afecta más esta crisis; por el contrario las mujeres ecuatorianas están laborando en actividades como el servicio doméstico, el cuidado de niños y ancianos, enfermería y otros similares en los cuales existe mucha flexibilidad de parte de ese conglomerado para laborar con salarios más bajos y con contratos a tiempo parcial.

Una estimación realizada con datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración español (Cuadro 2) permite observar que 73,696 de los ecuatorianos no tenía empleo en 2007, esta cifra se incrementa notablemente en 2013, año en el cual 129,031 ecuatorianos no tenían empleo y de estos 106,563 no perciben ningún tipo de ingreso. Dicha estimación se basa en el hecho de que en España al 2013 estaban registrados 263,498 personas con residencia, de este total 40,552 no se encuentran en edad de trabajar, por lo que 222,496 personas estarían en capacidad de trabajar, de esta última cifra 93,915 se encuentran registrados y el alta laboral en la seguridad social española, se infiere que 129,031 personas no realizaron ninguna actividad, de estas personas no están inmersas –al menos formalmente- en el mercado laboral español; luego existen 22,468 ecuatorianos, los cuales cobran prestaciones sociales por desempleo, con lo cual el saldo de ecuatorianos que no percibe ningún tipo de ingreso es de 106,563, lo que equivale al 40% de ecuatorianos que estarían en condiciones de trabajar a finales del año 2013, posiblemente en situación de desempleo y subempleo.

Metodología Datos

Para el presente análisis se ha utilizado los resultados de una encuesta denominada “Situación socioeconómica de los inmigrantes ecuatorianos en la Comunidad de Madrid” aplicada a los ecuatorianos (as) que se encuentran trabajando o en situación de desempleo, es decir se excluyen estudiantes, jubilados y menores de edad; cuyo objetivo fue medir el grado de afectación de la crisis económica que atraviesa España y su influencia en la decisión de retornar al Ecuador o desplazarse a terceros países.

La encuesta se realizó entre los meses de Septiembre y Diciembre de 2014; para ello se calculó una muestra original de 115, sin embargo luego de ajustes y cruces de los datos, se validaron 96 encuestas, misas que sirven de muestra para este estudio. Este instrumento consta de 45 preguntas que buscan encontrar variables relacionadas con: i) identificación de los emigrantes; ii) situación legal y familiar; iii) analizar el proceso migratorio e intención de retorno; iv) determinar la situación económica (y de trabajo); v) remesas; vi) efectos y consecuencias de la crisis económica.

Factores explicativos de la intención de retorno

Las variables explicativas consideradas en primera instancia para el estudio se encuentran el Cuadro 3 (Anexo 1), sin embargo luego de realizar pruebas de correlación (mediante matriz de correlación); y de endogeneidad mediante prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis, para grupos (retorno y no retorno), se han seleccionado las siguientes variables: factores tradicionales que explican la decisión de retorno (variables de control): género, educación, salario, empleo y edad. Para ello, las variables dicotómicas toman el valor de 1 si es hombre, 1 si tiene educación secundaria; 1 si los ingresos mensuales son menores a 1,000 USD; 1 si el migrante ha pensado en cambiar de trabajo; y 1 si el migrante esta entre los 30 y 50 años de edad.

Para considerar los aspectos que pueden determinar la propensión de los inmigrantes a retornar, se han creado diferentes variables dicotómicas. Para capturar si la principal causa del posible retorno es debido a dificultades económicas en España, se asigna el valor de 1 si en la actualidad percibe menos salario que en años anteriores (antes de la crisis). Si la persona migró desde Ecuador porque tenía expectativas de mejor salario se asigna el valor 1.

La variable tiempo de residencia fue construida calculando individualmente los años de residencia que el migrante llevaba en el país en el momento de comenzar su actual actividad económica superior a 10 años, cuyo valor es 1. Para aquellos migrantes que tiene bienes en Ecuador, se asignó el valor de 1; finalmente para aquellos migrantes cuyos familiares directos han retornado y que tienen familia en Ecuador que están laborando se les ha asignado el valor de 1.

Reagrupando estas variables, se estructura un modelo de elección discreta (Logit), que tiene como variable dependiente la intención o no de migrar, la misma que está en función de variables de identificación (género, edad, escolaridad, motivo de migración), variables de situación actual (tiempo de residencia, ingresos, cambio de trabajo e ingresos menores después de la crisis) y factores que tienen que ver con propiedad y redes (bienes en Ecuador, familiar que está trabajando en Ecuador, familiares que han retornado). Los resultados del modelo Logit se muestran en el Cuadro 4 y son los siguientes:

De las cinco variables de control planteadas, se aprecia que la edad y la educación no son significativas; en cuanto al género, los hombres tienen una mayor probabilidad (2.6 veces más) promedio de retornar a Ecuador, que las mujeres. Diferencia que se explica por el impacto que tiene la crisis económica, especialmente en el mercado laboral masculino, y que implicó que miles de ecuatorianos dedicados a uno de los sectores más afectados como es la construcción, se quedaran sin empleo y optasen por retornar al Ecuador o migrar a otros países, mientras que las mujeres se han visto afectadas en menor grado, siendo principalmente el servicio doméstico y sectores de servicios como la limpieza y el cuidado de personas, los que han soportado de mejor manera los embates de la crisis.

De igual manera los migrantes que cuyos ingresos mensuales no alcancen los 1,000 Euros, tienen 3.5 veces más probabilidad de retornar que aquellos cuyos ingreso están por sobre este valor; las personas que están en busca de otro trabajo en promedio tienen 30% más probabilidad de no retornar a Ecuador, lo que tiene relación con el resultado anterior, ya que es lógico que estén en busca de nuevos trabajos con mejores ingresos. El hecho de que los migrantes posean bienes en Ecuador, hace que su probabilidad de retorno sea 4 veces mayor con respecto de quienes no tienen bienes en el lugar de origen.

Según los resultados de este modelo, factores como la edad, la escolaridad, el tiempo de residencia, el ganar menos y los familiares que han retornado, no son determinantes en la elección de retorno a Ecuador, o de quedarse en España luego de la crisis.

Los parámetros previamente estimados desde el modelo logit indican la probabilidad promedio de los efectos de cada regresor sobre la probabilidad de respuesta, a más de ello se calcula la "primera diferencia" (Cuadro 5) para obtener una mejor compresión de la magnitud de los resultados en las probabilidades individuales. La primera diferencia es el cambio en la probabilidad como una función de un cambio específico en una variable (en este caso, será el cambio del valor 0 a 1) manteniendo el resto de las variables constantes en sus medias muestrales. Los resultados dan que las probabilidades individuales aumentan en un 22% para el género (si es hombre), en un 29% para los ingresos (menores de 1,000 euros); en un 21% para quienes tengan bienes en Ecuador; y disminuyen en un 22% para aquellos migrantes que buscan cambiar de trabajo.

Conclusiones

La crisis ha afectado más a los ecuatorianos que a las ecuatorianas, estas últimas han perdido menos puestos de trabajo y sufren menos desempleo; debido a que uno de los sectores más afectados de esta crisis es el de la construcción, en donde casi la totalidad de los trabajadores que demanda esta actividad son hombres, a quienes obviamente afecta más esta crisis; por el contrario las mujeres ecuatorianas están laborando en actividades como el servicio doméstico, el cuidado de niños y ancianos, enfermería y otros.

En general se han encontrado pocas diferencias notables para la decisión de retorno al Ecuador, entre ellas: género, remuneración, movilidad laboral y bienes que posean en Ecuador. En cuanto a la menor probabilidad de retorno de las mujeres ecuatorianas, sin duda tiene que ver con las oportunidades de empleo y con el predominio del sector servicios en las economías de los países receptores, en este caso España; lo que ha ocasionado un feminización de la migración; quedando por confirmarse si la mano de obra masculina ha sido reemplazada en algunos actividades por la femenina, de igual manera las mujeres al tratar de incorporar roles de sustento de sus familias (remesas) son más propensas a soportar discriminación y menor salario. Además como menciona Durand (2004) es bastante conocido y generalizado en diferentes contextos, que los hombres tienden al retorno y las mujeres tienden al establecimiento. Es muy probable que los procesos de adaptación sean más efectivos y viables en el caso de las mujeres. Los hombres se adaptan al mercado de trabajo mientras que las mujeres adoptan el ritmo y los matices de la cotidianeidad. Y en muchos casos, las mujeres por primera vez se integran también al mercado de trabajo.

Más de la mitad de los ecuatorianos entrevistados perciben ingresos menores al salario mínimo interprofesional que es de 648.60 euros mensuales; es evidente que el bajo nivel de ingresos es uno de los factores más influyentes para tomar la decisión de retornar; porque coloca al migrante en una dilema donde tiene que evaluar nuevamente costos y beneficios económicos, personales y familiares. Aunque puede ser que esto tenga un efecto inverso ya que mientras mayor sea la brecha salarial entre el país de origen y el de destino, mayor posibilidad de lograr los objetivos previstos y, por tanto, mayor opción al retorno.

Los datos muestran que los ecuatorianos tienen una movilidad laboral descendente, es decir estén en nuevos trabajos (o en el mismo) con menores salarios, por ello su deseo de conseguir emplearse en otras actividades que no solo contribuyan a mejorar sus salarios, sino que su situación laboral contractual sea segura; según Lobo et al. (2015) la lenta convergencia que se había producido entre los trabajadores inmigrantes en el periodo anterior de la crisis, se ha visto frenada por una mayor afectación del desempleo entre la población inmigrante y un empeoramiento en la calidad del empleo que tienen. Esto puede observarse por ejemplo en el retroceso en términos de remuneración que han experimentado los grupos con salarios más bajos, entre los que son mayoría los inmigrantes.

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Notas