Seção Livre
Seção Livre: Habitar la zona portuária: localización, identidad y memoria. Los sentidos de la lucha por la permanencia
Seção Livre: Habitar la zona portuária: localización, identidad y memoria. Los sentidos de la lucha por la permanencia
O Social em Questão, vol. 18, núm. 34, pp. 415-436, 2015
Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro
Resumo: A partir da análise dos discursos dos moradores da favela Morro da Providência, o pre- sente artigo pretende identificar os sentidos que alimentam e motivam a ação coletiva dos moradores contra os processos de remoção na comunidade. “Por que lutar por permane- cer?” é uma pergunta-chave para compreender melhor o processo de resistência comu- nitária organizado na favela desde 2011 sob as ameaças de remoções do Programa Morar Carioca, mas que também podia explicar outros processos organizativos da história de resistências em outras favelas no país, ontem e hoje.
Palavras-chave: Megaeventos, Gentrificação, Território, Resistência comunitária, Direito à cidade.
Resumen: El presente artículo pretende identificar a partir del análisis de los discursos de los mo- radores de la favela Morro da Providência los sentidos que alimentan y motivan la acción colectiva de los moradores contra los procesos de remoción en la comunidad. “¿Por qué luchar por permanecer?” es una pregunta clave para comprender mejor el proceso de resistencia comunitaria organizado en la favela desde 2011 bajo las amenazas de remoción del programa Morar Carioca, pero que también podría explicar otros procesos organizati- vos de la historia de las resistencias de otras favelas en el país, ayer y hoy.
Palabras clave: Megaeventos, Gentrificación, Territorio, Resistencia comunitaria, Derecho a la ciudad.
Habitar la zona portuaria: localización,
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identidad y memoria. Los sentidos de la lucha por la permanencia
Lina Paula Machado Magalhães1
Resumo
A partir da análise dos discursos dos moradores da favela Morro da Providência, o pre- sente artigo pretende identificar os sentidos que alimentam e motivam a ação coletiva dos moradores contra os processos de remoção na comunidade. “Por que lutar por permane- cer?” é uma pergunta-chave para compreender melhor o processo de resistência comu- nitária organizado na favela desde 2011 sob as ameaças de remoções do Programa Morar Carioca, mas que também podia explicar outros processos organizativos da história de resistências em outras favelas no país, ontem e hoje.
Palavras-chave
Megaeventos; Gentrificação; Território; Resistência comunitária; Direito à cidade.
Resumen
El presente artículo pretende identificar a partir del análisis de los discursos de los mo- radores de la favela Morro da Providência los sentidos que alimentan y motivan la acción colectiva de los moradores contra los procesos de remoción en la comunidad. “¿Por qué luchar por permanecer?” es una pregunta clave para comprender mejor el proceso de resistencia comunitaria organizado en la favela desde 2011 bajo las amenazas de remoción del programa Morar Carioca, pero que también podría explicar otros procesos organizati- vos de la historia de las resistencias de otras favelas en el país, ayer y hoy.
Palabras-clave
Megaeventos; Gentrificación; Territorio; Resistencia comunitaria; Derecho a la ciudad.
Living in the port area: location, identity and memory. The senses of the struggle for permanence
Abstract
Based on the analysis of the discourses of the inhabitants of the favela Morro da Providência, this article aims to identify the meanings that feed and motivate collective action by the residents against removal processes in the community. “Why fight to stay?” is a key ques- tion to better understand the resistance process organized in the favela since 2011 under the threat of removal of Morar Carioca program, but it could also explain other organiza- tional processes of resistance in other favelas in the country, yesterday and today.
Keywords
Megaevents; Gentrification; Territory; Community resistance; Right to the city.
Introducción
Resistir no fue y no es la única alternativa en este escenario de conflicto ur- bano y territorial entre la favela y el poder público. Muchos moradores aceptaron directamente las imposiciones del proyecto municipal; otros prefirieron negociar la entrega de su vivienda, sea por medio del alquiler social, de la compra asistida, o del programa Minha Casa MinhaVida. Eso quiere decir que existe una razón en la resistencia; que existen factores que llevaron a ciertos individuos a preferir esta opción – que no menos difícil – en lugar de las otras.
La lucha por permanecer en la favela enfrenta la visión oficialista que insiste en tratar el lugar como meramente un espacio físico, real, substituible y apro- xima la Providênciaa la noción de territorio defendida por Rita Laura Segato. Territorio, según la definición de Segato, es el espacio representado y apro- piado; es la representación social de la sociedad que lo habita, “marcado por la identidad de su presencia”, “significante de identidad (personal o colectiva)”. Es más, para la autora el territorio es también el “escenario del reconocimiento”, donde nos reconocemos en él; somos representados por el –“es una represen- tación que nos representa” –, “índice que delata dónde estoy, quién soy, a qué ‘nosotros pertenezco’” (SEGATO, 2005, p. 75- 79).
Es decir que la Providência para sus moradores es más que el espacio físico de la favela, es un territorio repleto de historia, de sentimientos de afecto, de significa- dos que a la vez lo significan, lo representan, lo identifican. Es el escenario donde se reconocen como la vecina María, el señor João, la tía Ana. Lugar también don- de se identifican como favelado, negro, inmigrante, marginal. Existe una identidad construida en el hecho de pertenecer a este territorio, donde dejar de pertene- cerlo es también dejar de ser, en esta sólida relación entre ser y estar, siendo el lugar entendido finalmente como el “lugar-de-ser” (Yori, 2007, p. 3). Existe una carga emocional y un sentido de pertenencia en el habitar este lugar que justifica el arraigo, el arraigo que se trasforma en lucha. Vemos en la movilización comu- nitaria de los moradores de la Providência una politización del arraigo, es decir que la organización política viene desde y por la territorialidad. La resistencia va más allá del “permanecer” y encuentra sentido también en la lucha por “ser”.
El arraigo al territorio también se basa en las redes sociales y económicas establecidas, redes de solidaridad que permiten la supervivencia de estos grupos marginales en ciudades tan hostiles a ellos.
Inauguro el artículo con esta breve pero fundamental distinción entre espacio y territorio, basada en las argumentaciones de Segato, para enseñar la compleji- dad de los procesos de dislocamiento/reubicación de personas a otros territorios y las resistencias provocadas por estos procesos. No es inusual la incomprensi- ón de la opinión pública y de instituciones gubernamentales por la decisión de los habitantes de permanecer en los territorios de favelas, siempre asociados a la precariedad de la vida y de la vivienda, a la inseguridad pública y a otros eventos peyorativos. Quizás la noción de territorio tal cual lo plantea Segato nos puede empezar a abrir otros horizontes y a entender la lucha por la permanencia más allá del espacio material y concreto. Comencemos entonces a partir de la siguien- te afirmación: la Providênciaes un territorio, y no sólo un espacio.
Para comprender lo que representa este territorio para los moradores de la primera favela, valgo por los discursos frutos de la realización de entrevistas es- tructuradas y en profundidad, como también de las inúmeras charlas informales consumadas en los encuentros en el morro y fuera de él. En el total fueron en- trevistados ocho moradores de áreas distintas de la favela. Para este artículo, solo fueron consideradas las voces de los moradores. La mayoría de ellos nacieron o viven a más de treinta años en la comunidad. La mayoría comparte la historia de sus antepasados en el morro. Todos los nombres utilizados son ficticios para pre- servar la identidad de estos actores comunitarios.
El Puerto y las migraciones
Según Felipe Link y María Luisa Méndez, el sentimiento de comunidad está relacionado a tres dimensiones fundamentales: el apego o cercanía hacia el lugar, la identidad comunal o comunitaria y la interacción social (Link y Méndez, 2010, 137), en lo cual “el apego se refiere a la trayectoria de los individuos en el lugar y su historia en él. La identidad comunitaria, por su parte, es definida como iden- tificación personal y pública con la comunidad social” (LINK y MÉNDEZ, 2010, 137). La interacción social veremos más adelante.
Conversando con los moradores de la Providência, percibimos que muchas de sus historias de vida están atravesadas por su relación con el Puerto. La Providência es una favela portuaria, aunque algunas de sus áreas – como la Pedra Lisa – se encuentran a las espaldas del mar. Allá en su inicio, el puerto fue el lugar de lle- gada de los esclavos, negros africanos, que pasan a habitar el área menos valorada de la ciudad especialmente después del fin de la esclavitud2, formando la región que se vino a llamar de “pequeña África”. La zona portuaria siempre fue el área más degrada de Río, justamente debido al desarrollo de una vida de puerto, de circulación de muchos extranjeros, de esclavos y esclavistas, de prostitución, de bohemia y violencia. Esta es la primera identidad construida de la región, siempre identificada con la actividad portuaria.Y desde ese vínculo con la región del puer- to, con los negros africanos, con las culturas de “afuera”, que la zona portuaria se conformó como el centro de cultura popular de la ciudad: cuna de la samba; del candomblé y de otras religiones africanas; del carnaval.
Son muy fuerte en el discurso de los moradores – principalmente de los que habi- tan la parte de la Providência volcada al puerto – el vínculo con el mar, el puerto y toda la historia por detrás de eso. Muchos moradores comparten historias de un antepasado esclavo. La presencia de la esclavitud en las familias es un hecho real y se materializa en el color de la piel de los habitantes de la favela, donde todos son negros o casi negros. También por ser el puerto el lugar de intercambios y encuentros, es común encontrar en las historias de las familias el mestizaje del pueblo brasileño: abuelas negras con abuelos portugueses, o vice-versa; holandeses y ex esclavos, migrantes nordestinos. Esa característica fuerte del mestizaje en las familias es parte del habitar el área del puerto. Esas historias entonces compartidas permiten criar la identidad individual de cada morador, pero también la identidad colectiva de la Providência.
Mi padre nació en la Providênciay mi madre nació en la Providência. Mis abuelos también eran de la Providência. Entonces nosotros vivimos en una
zona portuaria. La Providência es una favela portuaria Entonces mis dos familias tenían una relación con el puerto. Mi abuelo, padre de mi padre, era del Lloyd brasileño, que era una empresa de navegación federal. Él vivía embarcado, entonces tenía esa relación con el puerto. Mi abuela madre de mi padre trabajaba en el molino inglés que tenía aquí, próximo a la ciudad del samba, pegado en el morro da Saúde. Por la parte de mi madre, mi tatarabuela posiblemente llegó a vivir el final de la esclavitud, no lo sé si fue esclava, pero si negra, de origen africana. Mi abuela salió de la zona portuaria, de la pedra do sal, más o menos, y fue a vivir en el morro da Providência. Seguramente esta fue la primera de todas en la familia a vivir en el morro. Ella tuvo una hija, que era mi bisabuela y ella casa con un indígena de la región de Maranhão3, y él trabaja en la caldera de un buque. Él incluso falleció embarcado. Ahí ellos tuvieron mi abuela aquí (en la Providência). Mi abuela tenía una casa muy grande. Ella lavaba ropa y hospedaba muchos marineros. Entonces toda nuestra vida aquí fue siempre muy volcada al puerto. Entonces mi abuela madre de mi madre era hija de africanos con brasileño indígena del Maranhão. Mi abuelo por parte de padre era pernambucano4 que trabajaba en el porto y el padre de mi madre era gruista de las Docas5. Él era pernambucano de origen ho- landesa. Mi abuelo falleció en 78’, 77’…mi abuelo era bandido, luchaba jiu jitsu, era muy violento, peleador. Esa área aquí era muy marginalizada, área de puerto (Igor, 2014, entrevista).
Mi abuela era portuguesa y mi abuelo era negro, nacidos y creados tambi- én en la Providência (María, 2014, entrevista).
Cuando la moradora María preguntada se había vínculo entre su familia y el puerto, sin dudar, respondió
Tuvo, tuvo. Desde mi abuelo por parte de madre que trabajaba en la fá- brica de café y mi padre también trabajó en el “lote brasileiro”. Luego mi padre también trabajó como gruista. Mi padre vino aquí con 13 años, desde Bahia (María, 2014, entrevista).
El morador Jorge también comparte historias de familias formadas por mi- grantes que se conocieron y se establecieron en la región portuaria
Creo que vino primero mi abuela y trajo mi madre y mi tío. Mi abuela por parte de padre vino de Minas6. Mi abuelo por parte de madre creo que de São Paulo.Y allí ellos vieron a vivir aquí.Yo creo que los que vienen de otros estados vienen para la favela porque no podían pagar un alquiler en la zona sur (Jorge, 2014, entrevista).
En entrevista a Igor, fotógrafo, morador y grande conocedor de la favela en que habitaban sus tatarabuelos, él nos enseña a través de su gran archivo fotográ- fico de la Providência y del puerto, el vínculo entre la favela, el mar y la actividad portuaria, mismo antes de la construcción del puerto en 1908. La actual área portuaria –la cual antes era todo mar–, sufrió un proceso de aterramiento con consecuencias no solo para la geografía del lugar, sino también para la población local que ya se relacionaba con el mar. La Providêncianace en este contexto.
Creo que encontré… [Buscando las fotos en su archivo]…aquí…aquí [apuntando a una foto] en el proceso del puerto. Aquí era la praça da Harmo- nia. Entonces tu imaginas, aquí hay una relación, aquí ya en el proceso de aterramiento. Entonces tu tenías una relación muy grande entre la plaza y en puerto muy grande… ¡mira el barquito aquí! ¡Muy próximo! Aquí ya estábamos en proceso de aterramiento (para la construcción del puerto). Entonces toda esta gente que vive en la región era toda del mar. ¡Mira! São Cristóvão. Aquí es el Armazém da Cidadania... ¿tú lo conoces? [Se detiene entonces de mirar el ordenador y se vuelve hacia mi animado] Donde es el cais doValongo7. ¿Tú sabes donde encontraron el cais? Entonces el mar venía hasta aquí… [Enseñando el mar en sus fotos en negro y blanco]… creo que tengo una foto…aquí es Gamboa, ¡mira la Gamboa! Aquí es la Providência. Estación de Piedra...todavía no había ninguna casa en el área que yo te es- taba enseñando antes… y allí atrás es la Pedra Lisa. Aquí es el morro do Pinto.
¿Entonces tú estás viendo la relación de la gente aquí? Eso ya es final del si- glo…1892…porque el puerto fue creado en 1908. Entonces este proceso, fue el final del proceso…creo que en 1900, en el proceso de aterramiento. Lo que te quiero decir es que no había un puerto cerrado. Existían barcos de pescadores. Había una colonia de pescadores aquí en la región y segu- ramente tenían varios pescadores que vivían en la Providência. Aquí era el cementerio de los Ingleses...que aún existe...es de 1811. Entonces esta re- lación de personas cuando se construye el puerto y se atierra todo eso, ¿qué
se hace con las personas? Porque se dejó de pescar allá. No hubo un proceso justo para estas personas.Y la mayoría de ellos eran negros. Se tu mirar las fotos vas a ver que hay muchos españoles que estaban aquí, mira, este segu- ramente es un español, pero habían muchos negros (Igor, 2014, entrevista).
Principalmente hasta la primera mitad del siglo XX el puerto también fue atractivo de migrantes de otras regiones del país y polo de empleo para muchos de los moradores que vivían o que pasaran a vivir en la Providência. Era común en la favela habitar estibadores, gruistas y personas vinculadas a otras actividades relacionadas al puerto, como los comerciantes y vendedores ambulantes que de- pendían del puerto y de su gente que allí circulaba.
Primero, la mayoría de las familias tiene estibador. Y el hombre para ser estibador antiguamente bastaba el ser hijo de estibador. Existía una de- manda de jóvenes, niños para ser estibador por la familia. Entonces para ser estibador no necesitaba estudiar y ahí tú tenías un área portuaria en que el estudio era irrelevante. Puedes ver que no hay escuelas suficientes aquí. Porque creo que la demanda del puerto siempre fue más necesaria. Los jóvenes de mi época, en la adolescencia ya pensaban en ser estibador. Pero el sindicato de estibador cerró esta puerta y muchos jóvenes fueron entonces entrando para el tráfico (Igor, 2014, entrevista).
Hoy en día la actividad portuaria como tal no tiene el mismo peso que anti- guamente debido también a la construcción del Puerto de Sepetiba, en la zona oeste de la ciudad, parte de un claro proyecto de reducción de la actividad portu- aria poco valorada en el área del centro de la ciudad.
Hoy no más, pero hace un tiempo atrás, 80%, 90%, de estas familias tra- bajaban en el puerto, directa o indirectamente. Hoy hay muchos que tra- bajaron en el puerto y están retirados. En 83 el puerto es alfandegado y el impacto es sentido en el área y también en la Providência.Toda la gente que dependía directa o indirectamente del puerto queda sin trabajo; el comer- cio cierra todo – panadería, bar, etc. –, todo de este lado muere. Había un flujo de gente que trabajaba en el puerto de aproximadamente 15.000 personas. Aproximadamente 15.000 personas a diario en la zona del puer- to. Eso afectó la Providência. Afectó el tráfico (Igor, 2014, entrevista).
La Providência siempre fue el punto de llegada de muchos migrantes que venían de otras regiones del país, principalmente del nordeste brasileño. Gente que venía iludida y atraída por las “oportunidades” de la ciudad grande, antigua capital del país, y que debido a la imposibilidad monetaria de vivir en otro lugar y por la cercanía y externalidades positivas del centro, se instalaba en la favela. El mestizaje y la presencia de migrantes en las familias es parte de una identi- dad compartida entre los moradores.
Ser una favela portuaria es una particularidad que diferencia la Providência de las demás favelas de la ciudad, elemento también responsable por la diferencia dentro de la misma comunidad: entre las áreas volcadas o no al puerto; entre los morado- res vinculados o no a la actividad portuaria. Según los moradores, es la cercanía al puerto el elemento responsable por la división de la favela en dos áreas fundamen- tales: la parte de frente al puerto y área más rica; y el área a las espaldas del puerto, de frente a la central ferroviaria de Brasil (Centraldo Brasil), parte más pobre.
La Providência tenía una cosa diferente de las otras favelas que era el puerto. Existían personas que ganaban muy bien, que tenían una buena vida, que eran los estibadores. Entonces era una favela que tenía dos lados. Entonces ser creado en este medio fue muy interesante, porque yo tenía amigos que no tenían nada y amigos que tenían todo. Era todo junto.Y nosotros nos ayudábamos. Nunca he visto nadie morir de hambre en la Providência, o estar muy delgadito, mal nutrido…yo nunca he visto eso. Yo vi si, la persona que vivía muy mal (…) Estábamos todos en la misma condición de favelado, la misma condición de falta de agua. (Igor, 2014, entrevista).
El morador Igor nos explica porque el área de frente a la Baía de Guanabara era el área más rica, y curiosamente la parte de arriba, la más alta del morro desde este lado. La explicación está siempre atravesada por la presencia del puerto.
En la década de 90’ poca gente tenía teléfono y el sistema de comunicación aquí era muy malo. ¿Entonces porque este lado era bueno? El hombre que vive aquí, en cualquier de estas áreas [enséñame en la foto la parte de arriba de la Providência en frente al puerto], cuanto más alto mejor. La mayoría de los estibadores vivía en esta parte aquí arriba, la mayoría no vivía aquí abajo. Porque desde allá arriba el ve el puerto. El necesitaba de una casa para ver el puerto, para saber a qué horas su barco llegaba (Igor, 2014, entrevista).
Uno de los obsequios de la investigación es sorprenderte con el trabajo de campo. La presencia tan fuerte y marcada del puerto en las identidades indivi- duales de los moradores y en la propia identidad colectiva de la Providência en sí, fue algo que pensé haber sido superado junto con la perdida de importancia económica y política del Puerto de Río. No esperaba encontrar entre los actu- ales moradores el fuerte vínculo con el puerto decadente. Así como tampoco podría esperar estar tan vivo en el imaginario popular la historia de la favela, especialmente su evento fundador: la Guerra de Canudos.
Canudos: el comienzo de una historia de luchas
Entre las entrevistas realizadas, floreció un elemento importante, un senti- miento de pertenencia, una identidad compartida – especialmente por los mo- radores en resistencia – vinculada a la historia inicial de la favela y otros aconte- cimientos de lucha, no solo colectivas, sino también de la vida personal de sus familiares o de ellos mismos. Luchas estas materializadas en las batallas diarias por la supervivencia en la favela, antes aún más violenta y precaria.
Nace una consciencia de derecho a vivir en aquel territorio por todo lo vi- vido, aguantado, sufrido. “¡Es cuestión de derecho!” Sentimiento de derecho de permanecer en el lugar construido a mano, y ahora mejorado – “aguantamos tantas cosas y ahora nos quieren sacar” –. La amenaza de remoción provoca en general un sentimiento de indignación, de abandono y de exclusión, una vez que el morador que aguantó los peores momentos de la favela, es ahora excluido de su proceso de urbanización y mejora. Como si el pobre estuviera siempre predesti- nado a vivir en un lugar indigno.
La Guerra de Canudos – evento que marca la formación de la favela – es presen- tado con orgullo como el acontecimiento que atraviesa la vida de los moradores, la memoria del lugar y los valores de la comunidad. Ellos son los “hijos de Canudos”, de los heroicos combatientes de la guerra, y la historia de la favela pesa como una elemento identitario importante entre estos sujetos. La historia de la Providência, fijada especialmente en la batalla en el sertão baiano8, es levantada como bandera de lucha entre los moradores en resistencia. Es por Canudos, por los héroes que fundaran la comunidad, por la historia, por las luchas pasadas que la resistencia hoy se erige. Por todos los que lucharan en el pasado, por los abuelos, padres y madres que resistían cotidianamente en el morro, construyéndolo, aguantándolo. Pero también por la lucha presente de vivir o sobrevivir en la favela.
Cuando pregunté a Jorge, lo que representaba la Providência para él, me dijo:
“Para mi representa resistencia, ocupación, Canudos, favela, Antônio Conselheiro9. Y por ahí vá, un montón de luchas (…)” (Jorge, entre- vista, 02 abril 2014). Le indagué aún se eso le daba orgullo…“A mí sí me da orgullo, pero mucha gente no se da cuenta de eso. Está por fue- ra, no se importa. Pero hay pocos que están por dentro de la historia” (Jorge, entrevista, 02 abril 2014).
El morador Rui, también parte de la resistencia por permanecer en la Pro- vidência, no tiene su casa amenazada de remoción, pero si están amenazadas las casas de su madre y hermano, que también viven en el morro. Nascido y creado allá, Rui siempre menciona en su habla el “colectivo”: su lucha es por el colectivo, y la resistencia debe ser por el colectivo, por la comunidad. Es muy marcado en Rui el sentido de pertenencia a este colectivo que es la Providência; esta identi- ficación con el morro, sus historias, su gente, sus luchas. Cuando le pregunté el porqué de resistir, Rui luego me contó
¿Primero por la historia, no? La historia de la comunidad. Mi vida es pautada aquí en la Providência, el único lugar que conozco y viví es aquí. Segundo, aquel sentimiento de indignación. Nosotros pasamos varios momentos di- fíciles en la comunidad y nunca tuvimos prefectura, gobierno del Estado, gobierno Federal que hiciera nada para cambiar, por lo contrario, solo para reprimir, y ahora los hombres entran aquí y creen que pueden hacer lo que quieren, como desbravadores. ¡No! No es así. Hay gente que se unió en la re- sistencia por las raíces, ¿porque hay algo hereditario, no?Viene de la bisabue- la, de la abuela. La historia de la comunidad es eso (Rui, 2014, entrevista).
La historia de otras luchas, incluso en el propio hecho de habitar la Providência, y la consecuente indignación por la expulsión de sus moradores en un periodo de mejora del morro atraviesa el habla de otros moradores. Dificultades en la movi- lización/accesibilidad; falta de agua y de otros servicios de infraestructura básicos y especialmente la violencia cotidiana en la favela fueron una realidad vivida por la mayoría de los moradores, por lo cual justifica la actual resistencia a perma- necer en una favela ahora “pacificada” y cada vez más urbanizada. Los moradores experimentan un sentimiento de justicia en habitar este espacio ahora mejorado, mejorado incluso gracias a los moradores que transforman diariamente el espacio en un lugar más digno frente la ausencia del Estado.
Ahora vino la revitalización del Puerto, la prefectura, porque hasta este entonces nadie nunca miró para el morro da Providência; nadie nunca se interesó, gobierno alguno para hacer nada real por el pobre. Únicamente nuestro objetivo no es salir, es permanecer porque aquí nosotros tenemos toda nuestra historia (María, 2014, entrevista).
Incluso en algunas familias este no es el primero proceso de remoción enfren- tado. Algunos han experimentado la remoción en sus antepasados y retornaron después al morro por la identidad con el local.
Mi abuelo era del morro da Providência. Él tenía comercio aquí en el morro y en la época, como está ocurriendo hoy, años atrás ocurrió la misma cosa. La prefectura vino y barrió mi abuelo. Dieron una casa para él en el pie del morro da Penha. Mi abuelo sintió eso en la piel, y mi madre también porque ya era grande. (María, 2014, entrevista).
Después mi madre se casó con mi padre y fueron a vivir en Vaz Lobo. Pero allá mi madre sufrió tres inundaciones. Y estaba sola con nueve hijos porque mi padre luego conoció a otra mujer. Mi madre no tenía más nada y decidió dejar la casa. Una amiga le dijo para volver a la Providência. Aquí tenía amigos y familiares que le iban a ayudar. Porque aquí ya había vivido una historia, la historia de mi abuelo. Aquí todos respetan mi madre por mi abuelo. Entonces aquí en la Providência mi madre se recuperó. Mi madre pasó por un periodo de muchos proble- mas, comprar todos los muebles, criar nueve hijos con el tráfico y toda la violencia, pero mi madre se recuperó gracias a vivir en el centro, en la Providência. Para mí no es justo tener que salir de nuestras casas en estas condiciones. Todo que hay dentro de mi casa fue comprado con mucha dificultad (María, 2014, entrevista).
Vecindad, familia y otras relaciones solidarias
Más allá del sentido de pertenencia o de identidad vinculado a la historia del lugar y a la trayectoria de los individuos en este espacio, las relaciones presentes de vecindad y familiaridad son elementos subjetivos esenciales en la construcción del arraigo con el territorio. Retomando a Link y Méndez, la interacción social es una de las dimensiones fundamentales de la identidad comunal. Según los autores,
La interacción social sugiere indagar tanto en ámbitos como la participación y ayuda social, así como en el establecimiento de vínculos de amistad con los otros vecinos, sentimiento de respeto mutuo, estar enterado de los proble- mas locales y estar vinculados a los vecinos de una u otra manera, etc. (LINK y MÉNDEZ, 2010, 137).
A partir de la antropología urbana, Larissa Lomnitz (2006) reconoce que los territorios informales de las barriadas y favelas están atravesados por relaciones sociales y económicas de intercambio y cooperación – las redes de reciprocidad
–, entendidas como mecanismo fundamental para la supervivencia de los margi- nados en las ciudades que los rechaza.
Pedro Abramo (2011), desde una visión economicista, identifica la accesibili- dad; el vecindario; y el “estilo de vida” como los tres grupos de factores locacionales más importantes en la decisión residencial de las familias pobres. En los territorios pobres de las favelas, las redes relacionales y de solidaridad son aún más relevantes una vez que son vinculadas a la propia sobrevivencia de los individuos insolventes. Para el problema de carencia de guarderías, los vecinos se rotan en cuidar de los niños del barrio; para la ausencia de seguridad, la propia comunidad cuida de la vigilancia; para la falta de empleo en el mercado formal de trabajo, los vecinos se ayudan a través del intercambio de informaciones de ofertas de trabajos informales.
Dentro de la ciudad, la favela es la reproducción más fiel de la comunidad de origen de muchos de los que migraron para Río de Janeiro. Lugar donde los vecinos aún se conocen por el nombre, por sus historias; y lugar donde ciertos hábitos comunitarios son preservados. Lugar donde los moradores se sienten en- tre iguales, acogidos y protegidos, incluso dentro de uno de los territorios más peligrosos de la urbe. Entre los moradores cuyas historias en la favela atraviesan más de una generación, casi toda la familia vive en el morro; entre los que fueron los primeros de la familia a migrar, los vecinos ya se constituyeron una familia.
Entre los moradores que habitan la Providência hace más de una generación y los que mismo siendo la primera generación ya viven en la favela hace más de veinte, treinta años, la mayoría posee familia directa viviendo en la comunidad. María es parte de la tercera generación de su familia que vive en el morro. Des- pués de la remoción de su abuelo a otra favela, y luego de la “aventura” de su madre por otros territorios pobres de la ciudad, María a los tres años volvió a la favela de sus abuelos, junto con sus ocho hermanos. Todos siguen viviendo en la Providência o en barrios colindantes.
Actualmente viven en la Providência yo, mi hermana Carla., mi hija, el hijo de Carla.; el ex cuñado de Carla. Y un sobrino nuestro. Pero tengo una hermana que vive en Santo Cristo; mi otra hermana y sobrina viven en la calle de la Gamboa. Todo bien próximo (María, 2014, entrevista).
La presencia cercana de la familia es una de las externalidades positivas10 con- sideradas por el pobre urbano – carente monetariamente y en infraestructura y servicios urbanos públicos – en la decisión por habitar un espacio. Las redes familiares ayudan a superar las dificultades impuestas por estas diversas carencias.
En la Providência yo crie mi hija, que hoy está con 23 años y frecuenta una fa- cultad de educación física, gracias a Dios y a mis hermanas, a mi madre, a mi familia. Porque yo digo siempre a mi hija que si ella hace una facultad hoy, ella debe agradecer en primero lugar a Dios y a la familia que ella tiene. Porque ella tuvo la colaboración de cada una, un poquito de cada una. Porque mis her- manas ayudaban a mi hija, la cuidaban, después la llevaron a hacer los trámites de la matrícula, de la beca de 100% que mi hija logró gracias al esfuerzo de mi hermana, mientras yo cuidaba de mi madre que estaba enferma. Mi madre quedó muy enferma hace tres años atrás, antes de fallecer. Quedó mal de los riñones, tenía que hacer siempre hemodiálisis, y así con mis hermanas nos turnábamos: yo llevaba a mi madre y ellas cuidaban de mi hija, de la casa. Si mi hija no tiene una familia, ¿cómo sería la vida de ella? (María, 2014, entrevista).
Rodrigo, morador de 24 años y que entre los entrevistados es lo que menos tiempo lleva viviendo en la favela – 9 años –, cuando preguntado cuales son las tres características de la Providência más importantes para él, contesta
[…]En tercero las amistades que tengo aquí.Ya hace nueve años que vivo aquí. He vivido la fase de la adolescencia, que es cuando vas a decidir lo que quieres de la vida y fue donde conocí a todos mis amigos. Entonces es difícil hoy, ya más grande, tener que ir a otro lado, conocer gente de nuevo, quedar con aquel miedo de adolescente. ¡Yo ya confío en mi gente! (risas) (Rodrigo, 2014, entrevista).
Frente a la dificultad de la vida cotidiana del pobre urbano, especialmente en lo que toca a la crianza de los hijos, vivir en una comunidad donde existe una rede
relacional y de solidaridad, permite a que lo favelado pueda (sobre) vivir en tales circunstancias de pobreza y carencias múltiples. La madre de María, madre de nueve hijos, decidió volver a la Providência, territorio donde nació, para crear sus hijos junto con el apoyo vecinal.
Ahí una amiga de mi madre de la Providência dijo: “Ivana, compra una casa aquí, aquí todos te conocen, todos van a respetar tus hijas, y no voy a dejar que nadie moleste a tus hijas”. Fue ahí que volvimos a vivir en el morro (María, 2014, entrevista).
En la ausencia de quien cuide a los niños en la favela y bajo la amenaza de participación de los mismos en el tráfico o a otras actividades ilícitas, los vecinos se convierten en verdaderos guardianes y cuidadores de los hijos ajenos, que tam- bién son considerados como suyo, bajo una lógica de cooperación inter-familiar
Mis hermanas eran unos diablillos (risas). Empezaran a hacer “camas men- tirosas” para salir para el “baile” (fiesta en el morro).Y una vecina contaba para mi madre, porque no creía ser justo mi madre trabajando día y noche y mis hermanas de fiesta. También contaban que ellas no estudiaban en la escuela, quedaban en la parte de afuera solo molestando a la gente, con novios, etc. Mi madre también descubrió que mis hermanas limpiaban la casa de cualquier manera, jugando el polvo por debajo de la alfombra, porque ellas contaban a las amigas y las amigas a las madres, que ahí con- taban a mi madre (María, 2014, entrevista).
Después de este relato pregunté a la moradora María si existían entonces lazos de amistad y solidaridad en el morro y María me contentó
Existe, existe. Hoy menos que antes. Las personas en el morro eran más amigas, existía ese respeto. Había un señor que trabajaba en la feria, el señor “porquinho”, que sabía que mi madre tenía nueve hijos y venía siem- pre con una caja de frutas para nosotros. Mi madre recibía mucha ayuda de la gente que vivía en la Providência. Mucha gente respetaba mi madre por la historia de mi abuelo, de mi abuela. Mucha gente acogió mi madre, nos regalaban cosas (María, 2014, entrevista).
Los moradores en la Providência sienten, aunque parezca contradictorio por tratarse de un lugar siempre vinculado a la violencia, seguridad en habitar la favela y eso debido a las redes de solidariedad y confianza construidas en estos espacios. Tía Bete, migrante nordestina que hace más de cuarenta años vive en la favela, a pesar de no tener familia cercana viviendo en el morro, se siente en casa, como se viviera en familia.
A mí me gusta vivir aquí.Ya tuve la mala experiencia de salir de aquí para mi tierra y cuando volví el dinero no dio para comprar una casa aquí.Tuve que comprar en otra parte y me quedé menos de un año allá. ¡Me robaron todo! Un lugar terrible, donde tenía gente muerta. Pasé un año allá, volví y estoy aquí. Toda la gente me recibió de brazos abiertos de nuevo. Aquí toda la gente me respeta, me conoce. Yo conozco del niño más pequeño al más grande. Para mí son como mis hijos, hijas, sobrinos, sobrinas, mis nietos. Para mi toda la gente aquí es mi amigo. No tengo que decir de aquí. Me gusta vivir aquí. Parece raro, pero me gusta vivir aquí. Me siento segura aquí. Dejo mi puerta abierta y nadie toca en nada. Está todo igua- lito como lo dejé (Tía Bete, 2014, entrevista).
A mí me gusta aquí. Antiguamente mi casa era bien chiquitita, ahora la aumenté. Si hay que ir para otra favela yo prefiero quedar aquí. Porque se siendo conocido aquí nosotros ya pasamos cada cosa, ¿imagina siendo des- conocido en otro lugar? ¡Si vamos a una favela que no conocemos a nadie va a ser mucho peor! (Vera, 2014, entrevista).
Fue común encontrar en el habla de los moradores migrantes, de historia más recién en el morro, la identificación de la favela con la tierra originaria de ellos, donde se encuentran los lazos sociales más estrechos. Muchos de ellos solo saldrí- an de la Providência para volver a “su tierra”, tamaña aproximación entre el lugar de origen y el lugar de vivienda actual.
Yo ya vine para acá embarazada. Aquí tuve mis dos hijos. Mi hija está con 24 años y mi hijo con 19.Yo solo tengo ganas de salir de aquí para mi tierra, para Fortaleza11. Yo no quiero salir para otro lugar (Car- mem, 2014, entrevista).
Habitar el centro
A través de los discursos de los moradores de la Providência, notamos la pre- sencia de otro elemento que fundamenta la lucha por la permanencia en la comu- nidad: vivir en el centro de la ciudad. Frente a la indagación de ¿por qué resistir?, la característica funcional de la localización céntrica es privilegiada, incluso sobre aspectos de vecindad y comunidad. La lucha por vivir en el centro fue unánime- mente encontrada en la historia de todos los moradores entrevistados. El centro de la ciudad desde siempre fue el lugar de acogida de inmigrantes y de otras minorías sociales. Su función de centralidad – cercanía a los puestos de trabajo, y especialmente a los informales y ocasionales; a los servicios e infraestructura urbanos, lo que genera bajo o nulo costo de transporte –, sumado a las facilidades de acceso a la vivienda a bajos precios atraían las poblaciones urbanas menos favo- recidas, que solo podrían habitar el centro para habitar la ciudad.
Actualmente, muchos de los centros de América Latina – y especialmente los centros históricos – se encuentran sometidos a intensos procesos de gentrificaci- ón, materializando diversas dinámicas de conflictos por el territorio, como por ejemplo la oposición entre las actividades residentes versus actividades turísticas y culturales. Es decir que se enfrentan distintos y opuestos proyectos de ciudad: la ciudad como valor de uso versus la ciudad valor de cambio. Observo que entre las razones objetivas defendidas por los moradores para habitar el centro también se presenta, aunque inconscientemente, la reivindicación por el derecho a la ciudad. Es decir que habitar el centro es parte de tener derecho a la propia ciudad.
El morador Rodrigo, cuando preguntado lo que representa el morro da Pro- vidência para él, contestó
Yo no me imagino viviendo en otro morro. No sólo por ser la Providên- cia, pero porque no me imagino viviendo fuera del centro. ¡Morar en el centro para mí es todo de mejor! ¡Mira, la vista que tengo desde aquí! (Rodrigo, 2014 entrevista).
Luego le pedí para enumerar tres características que él considera importante de la Providência, las tres primeras que vienen a su cabeza.Y sin mucho pensar, dijo
Localidad. Estoy en el centro. Entonces tengo todo, tengo todo aquí en la Providência, no necesito salir de aquí para nada, porque estoy en el centro. Otra cosa importante es la cuestión visual, porque vivo en un
departamento que queda de frente a la Baía de Guanabara. Voy para la ventana y veo la Baía, el Hospital de los Servidores, la policía federal, el condominio donde mi tía vive. Cuando vengo para el otro lado de la calle veo Santa Tereza, Maracanã, veo todo eso. Entonces la cuestión visu- al para mi influencia mucho.Y en tercero, las amistades que tengo aquí (Rodrigo, 2014, entrevista).
Cuestioné al morador Igor, profesional reconocido, el porqué de nunca haber dejado el área ya que para él la cuestión económica no era necesaria- mente un problema. ¿Porque entonces no haber cambiado a un barrio en el suburbio, por ejemplo?
Tengo un cariño muy grande por aquí. Aquí estoy próximo al centro, exis- te esa ligación para mí. Estoy próximo a la zona sur. Agarro un solo bus para ir a la playa.Yo vivía en la playa. Además, si bajas de la Providência por esta parte aquí (me enseña la foto) tu llegas a la central de trenes y buses Central do Brasil en 3 minutitos; andando por arriba del morro yo llego a la Avenida Presidente Vargas. Yo trabajaba en el centro de la ciudad. Yo llegaba atrasado cuando agarraba el bus. Cuando iba caminando llegaba rapidito. Pocas veces agarré el bus para trabajar, ¡y era terrible! El bus venía súper lleno y no hacía falta. Mejor caminar. ¡Aquí es muy bueno! La localización en cuestión de dislocamiento aquí es maravillosa. Entonces eso me prende aquí (Igor, 2014, entrevista).
María – que tiene una historia de vida atravesada por un primero proceso de remoción de su abuelo hace años atrás y luego por la saga de su madre por intentar habitar otros barrios, suburbios y periferias de la ciudad –, finalmente retorna con la familia a los tres años de edad al morro da Providência, identi- ficando que más allá de los sentidos de pertenencia y las redes familiares y solidarias en el morro, “el centro es el mejor lugar para el pobre vivir”, según ella, por la cercanía a las posibilidades de trabajo y a los servicios colectivos urbanos, especialmente escuelas y hospitales.
¿Las personas van a vivir en el morro porque? Debido a sus dificultades de vida. ¿Qué pasaba? Mi madre vivía en estos lugares y nosotros (hijos) quedábamos con dificultad de ir a la escuela, porque había que pagar el
bus para los nueve hijos, más material escolar, ¡eran muchos gastos! Por eso mi madre volvió al morro da Providência. ¡Porque es el centro, gente! Nosotros íbamos y volvíamos caminando de la escuela a la casa. Para ir a un médico el hospital público era cerca; a un puesto de salud, era cerca;
¡todo era más cerca! ¿Dónde tú tienes el mejor hospital de la ciudad? ¿El Souza Aguiar? Aquí en el centro. ¿Dónde queda el Hospital dos Servidores? Aquí en el barrio Gamboa. ¿Entiendes? Los hospitales públicos están todos próximos.Y si tú necesitas un hospital un poquito más lejos, tú tienes en el barrio Andaraí. Pero el mejor hospital de la ciudad, con los mejores espe- cialistas, cardiólogos y etc. es el Souza Aguiar. Entonces en cualquier emer- gencia las personas corren a este hospital. Entonces debido a nosotros no tener plan de salud –mi madre no podía pagar plan de salud a nadie– para nosotros era más fácil estar cerca de los hospitales públicos. ¡Imagínate con nueve hijos! ¡Y todos locos (risas)! Entonces para mi madre era más fácil. Por eso optó por volver a la Providência, también gracias a las per- sonas antiguas que conocían a mi madre y que decían: “¡Vuelve, Ivana!”.
¡Porque el centro de la ciudad, para pobre, trabajador, es el mejor lugar para vivir! Porque si tú vives lejos es un stress, una dificultad. Es caro, es dinero. Tú pagas por el transporte, por la comida en la calle. Tiempo es dinero. (María, 2014, entrevista).
Carmem es una inmigrante del nordeste brasileño que vive hace más de vein- te años en el morro. Hace tiempo hizo una complicada cirugía y necesita de trata- miento médico constante, hecho que es posible habitando el centro, local donde se ubican algunos hospitales públicos de la ciudad.
Aquí en el centro yo tengo mi tratamiento. Yo hice una cirugía y mi tra- tamiento es aquí. Salir de aquí para ir para la Baixada12, para el campo… nadie va a salir del centro para vivir ni en la Baixada, ni en el campo, ¿no? (Carmem, 2014, entrevista).
La localización céntrica de la Providência es una externalidad positiva que a dife- rencia de otras comunidades en la ciudad, representa una mayor posibilidad econó- mica y social a sus moradores. Más allá de la cercanía a las oportunidades de trabajo, la favela también representa una oportunidad para los favelados frecuentar y conocer otras culturas a través de los centros culturales, museos, teatros y otras actividades
gratuitas que se sitúan en el centro.También el centro ofrece espacios públicos y de recreación, en general ausentes en los barrios populares de la ciudad.
Gracias a yo vivir en la Providência tuve condiciones de agarrar el metro allí y llevar a mi hija a jugar en la Plaza Afonso Pena (barrio de Tijuca, zona Norte de la ciudad); llevaba mi hija a jugar en el Santo Cristo. ¿Por qué como tu dejas tu hija a jugar en el morro? En el centro yo tuve condiciones de llevar mi hija al teatro, al cinema. ¿Entonces si hoy mi hija tiene cultura y educación es debido a qué? A yo vivir en el centro. Porque si yo vivera en la Baixada, ¿dónde iba a llevar mi hija? ¿Dónde hay eso en la Baixada? ¿En estos lugares lejos? ¿Caxias, Paciência, Santa Cruz? ¡No hay, gente! Esa es la chance que el hijo del pobre, del trabajador tiene para poder tener una vida mejor.Yo pongo mi hija como ejemplo porque ella tuvo una familia pobre, sin mucha condición, pero por el hecho de vivir en el centro de la ciudad nosotros pudimos dar a ella una vida de cultura. Ella conoce la biblioteca, el centro cultural (María, 2014, entrevista).
Voces de la resistencia
Para concluir este artículo, de las entrevistas y charlas informales realizadas, elegí algunas respuestas principales a la pregunta: ¿Por qué resistir a permane- cer en el morro da Providência?, las cuales sintetizan bien las dimensiones antes observadas como la historia del y en el lugar; la interacción social y el elemento funcional “localización”.
Porque yo tengo una historia, aquí, familia; porque me gusta la historia de aquí, y porque si yo saliera de aquí yo perdería mucho mi identidad. Eso aquí me ayuda mucho a entender quién soy. No es que diga que nunca vaya a salir.Yo puedo salir. Pero voy siempre tener un enlace, un vínculo aquí. Tanto que en mi facebook mi seudónimo es “señor favelado”.Ya me conside- ro favelado, y para mí cuando hablo que soy favelado es una protesta de decir que favelado no es solo marihuanero, ladrón, “barraquero”, funkeiro13; sino que puede ser todo, lo que vive en la favela. Quien mora en la favela es fave- lado, y quien mora en el asfalto es asfaltado (risas) (Jorge, 2014, entrevista).
Nuestro objetivo no es salir. Es permanecer. Porque aquí nosotros tene- mos toda nuestra historia. Aquí, viviendo en el morro, en el centro es
donde yo tengo condiciones de trabajar, mi hija de estudiar. Nuestra vida está toda aquí, en el centro.Yo no tengo ningún objetivo de salir del centro de la ciudad. Esa es la verdad. Hace más de 30 años vivo en el X., casa Y. Aquí crie mi hija, que hoy tiene 23 años, cursa una universidad. Gracias a mucho esfuerzo, a mucha lucha. Nada fue dado (María, 2014, entrevista).
¿Por qué quiero quedar aquí? Porque casi he visto esta comunidad ser fundada, de la manera que está hoy. Antes eso aquí era todo mata. Las casas eran de madera. Ahora aquí está un poquito mejor. Mis hijos fueron todos nacidos y crecidos aquí. Todos aquí mi respetan mucho. Aquí es mi pedazo. Quiero quedar. No solo yo, la mayoría de la comunidad estamos juntos y unidos luchando para quedar.Tenemos todo. Somos hermanos. La comunidad es una familia (Tía Bete, 2014, entrevista).
Debido a la historia de la comunidad. Mi raíz es pautada aquí. Yo nací y me crie aquí en la comunidad.Va a hacer 40 años que vivo en la Providênciay el colectivo, toda la gente que participa y participó de la Comisión de Moradores entiende que tuvieron momentos difíciles en la comunidad y nunca tuvimos apoyo de ningún órgano, ¡nada! Y hoy que, en teoría, la comunidad quedó mejor para vivir, por que disminuyó la violencia, ahora el poder público nos hecha para poder tomar cuenta del área. Entonces este es uno de los motivos (Rui, 2014, entrevista).
Conclusión
Retomamos a Raquel Rolnik (2014) cuando considera los eventos internaciona- les como una “metáfora exagerada de lo que es un modelo excluyente de ciudad”.
Los territorios populares y obreros constantemente fueron afectados por las diversas Reformas Urbanas desarrolladas, siendo desorganizados y reubicados conforme el interés económico e inmobiliario. Las “soluciones” habitacionales encontradas por el poder público siempre generaron aún más contradicciones, produciendo paisajes que son claves en el escenario urbano carioca: primero los cortiços y luego las favelas.
Según Harvey (2013), “los desarrollos urbanos desiguales trazan el escena- rio para el conflicto social”. Frente al proceso de gentrificación desarrollado en la zona portuaria de la ciudad, una resistencia comunitaria en la favela morro da Providência llama atención.
El arraigo al territorio, y a todo lo que él representa cuanto espacio físico, simbólico y afectivo es el elemento principal que vincula los moradores a la resis- tencia. La resistencia por permanecer en el morro da Providencia es finalmente, aunque algunas veces inconsciente, una lucha por el derecho a la ciudad, por el derecho de los pobres urbanos a habitar los centros, de disfrutar de la vida urbana, de los lugares de encuentro, de los flujos de conocimiento e información, de los servicios y equipamientos que la ciudad ofrece, y de la propia consciencia urbana.
Evidente es que estos movimientos necesitan unirse, ampliarse para provocar la tan deseada transformación urbana.Y la lucha por el derecho a la ciudad es el camino a la trasformación social, que así como Lefebvre, creo ser urbana. Sin em- bargo, como dice Harvey (2013), “el derecho a la ciudad no es un regalo, necesita ser tomado por el movimiento político”. Creo que estamos en el camino. Por lo menos es lo que esperamos y confiamos.
Bibliografía
ABRAMO, Pedro. La Producción de las ciudades latinoamericanos: mercado inmobi- liario y estructura urbana. Quito: OLACHI, 2011.
HARVEY, David. A liberdade da cidade. In: VAINER, Carlos. Cidades Rebeldes. Passe livre e as manifestações que tomaram as ruas do Brasil. São Paulo: Boitempo, 2013.
LINK, Felipe; MÉNDEZ, M. Luisa. Negociando identidad. Las posibilidades del barrio como espacio vinculante con la gran ciudad. Encuesta Nacional UDP, 2010
ROLNIK, Raquel. Resistências no País do Futebol. In: lanzamiento del libro Resis- tências no País do Futebol – a Copa em contexto. São Paulo, 2014.
SEGATO, Rita Laura (2005). En busca de un léxico para teorizar la experiencia territorial contemporánea. In: PIAZZINI, Emilio. (Des)Territorialidades y (No) lu- gares: Procesos de configuración y transformación social del espacio. Colombia: INER – Instituto de Estudios Regionales, Universidad de Antioquia / Hombre Nuevo Editores, 2005, p. 75-94.
YORI, Carlos Mario. El concepto de Topofilia entendido como teoría del lugar. In: La ciudad pensada. Barrio Taller, Bogotá, n. 12, 2007. Disponible en: <http:// www.barriotaller.org.co/publicaciones.htm>. Acceso en: 20 jul. 2014.
Notas