Artículos de Investigación, Reflexión y Artículo de Revisión

Gestión Editorial: Tratamiento de la información periodística

EDITORIAL MANAGEMENT: TREATMENT OF JOURNALISM INFORMATION

Obeysser PRADA TORRES (*)
Universidad de Los Andes, Venezuela
Rolando Eslava Zapata (**)
Universidad de Los Andes, Venezuela
Edixon Chacón Guerrero (***)
Universidad Autónoma de Madrid, España
Hilário Alonso Gonzalez Júnior (****)
Universidad de Los Andes, Venezuela

Gestión Editorial: Tratamiento de la información periodística

Sapienza Organizacional, vol. 6, núm. 11, pp. 200-219, 2019

Universidad de los Andes

Recepción: 09 Agosto 2018

Revisado: 15 Septiembre 2018

Aprobación: 11 Octubre 2018

Resumen: La presente investigación tiene por objetivo analizar el proceso de gestión editorial en los medios de comunicación impresos en la frontera Colombo-venezolana, en Táchira y Norte de Santander; asimismo, examinar el tratamiento de la información producida por periodistas en el discurso diplomático. Para ello, se realizan entrevistas a informantes clave para obtener las opiniones acerca del tratamiento de la información y los factores que afectan su desempeño. De igual manera, se analizan algunas noticias de los medios de comunicación impresos, tales como el Diario La Nación (Táchira - Venezuela); y el Diario La Opinión (Norte de Santander - Colombia), basándose en la metodología propuesta por Jacques Kayser (1979) sobre el análisis continuo; de ahí que el periodo de estudio va del mes de agosto a septiembre de 2017. Los resultados permiten concluir que la gestión editorial como estrategia de delimitación de zonas periodísticas, puede entenderse como una práctica reguladora de marcos instituidos, dinámicos y, de visibilidad e invisibilidad de contenidos periodísticos.

Palabras clave: Gestión editorial, tratamiento informativo, conflicto fronterizo, medios de comunicación.

Abstract: The objective of this research is to analyze the process of editorial management in the printed media on the Colombo-Venezuelan border, in Táchira and Norte de Santander; also, examine the treatment of information produced by journalists in the diplomatic discourse. For this, interviews with key informants are carried out to obtain opinions about the treatment of information and the factors that affect its performance. Similarly, some news from print media, such as the newspaper La Nación (Táchira - Venezuela); and Diario La Opinión (Norte de Santander - Colombia), based on the methodology proposed by Jacques Kayser (1979) on continuous analysis; Hence, the study period runs from August to September 2017. The results allow us to conclude that editorial management as a strategy for delimitation of journalistic areas can be understood as a regulatory practice of instituted, dynamic and visibility and invisibility frameworks of journalistic content.

Keywords: Publishing management, informative treatment, frontier conflict, mass media.

1. INTRODUCCIÓN

Sin duda en el debate político de los medios de comunicación ocupan un sitial privilegiado, por ser éstos los que dispersan la información a la población; especialmente y en los últimos años el Discurso Diplomático Colombo-venezolano ha cobrado especial vigencia (González Broquen, 2007). En primer orden, porque las consecuentes disputas entre los mandatarios políticos a falta de escenarios diplomáticos de altura, hacen que la perorata de micrófono sea el canal, para ellos, más ideal para expresar sus mensajes, permitiendo que los medios de comunicación, en muchas ocasiones ávidos de estos conflictos, utilicen sus espacios para confrontar y avivar aún más estos debates (López Alonso, 2001).

En segundo lugar, porque quienes procesan la información, los periodistas, no escapan ni están ajenos a esta realidad, y sin darse cuenta, en ocasiones, que se encuentran limitados por líneas editoriales rígidas, que muchas veces son factores invisibles en el ejercicio diario que no se perciben a simple vista, pero que al final terminan por manipular el producto en las salas de redacción.

Es así como en la producción académica sobre estudios del periodismo, la gestión editorial se presenta como un espacio medular. En términos generales es entendida como la matriz de comprensión, interpretación y resignificación de la realidad social; como base imprescindible para comprender la razón de los productos periodísticos.

Por ello, este artículo tiene como objeto principal analizar el proceso de gestión editorial en los medios de comunicación impresos en la frontera Colombo-venezolana, en Táchira y Norte de Santander, y el uso que hace ella en el manejo del tratamiento de la información producida por periodistas en el discurso diplomático.

En las siguientes líneas se desarrolla la contextualización del problema, la gestión editorial, las condiciones restrictivas de orden interinstitucional, los medios impresos y el equilibrio informativo. Luego, se expone la metodología y el análisis de resultados. Finalmente, se presentan las conclusiones y las referencias.

2. DESARROLLO

2.1 Contextualización del problema

Las fronteras entre Venezuela y Colombia se caracterizan por presentar densos e históricos intercambios sociales, culturales y económicos, que tienen su máxima expresión entre el estado Táchira (Venezuela) y el Departamento del Norte de Santander (Colombia), ámbito territorial por donde transitan más del 80,00% del intercambio comercial entre ambos países y circulan los productos de consumo masivo destinados a las habitantes de estas zonas de fronteras (Álvarez De Flores, 2005).

Estos intercambios, además, tienen un especial interés geopolítico para ambos países, en tanto generan procesos e integración que responden a los intereses locales y nacionales. Son las fronteras que se han denominado como espacios de integración, estimulados con la apertura y la globalización económica (Valero, 2002, p. 97), convirtiéndose en espacios con potencialidades para su propio desarrollo.

En esta perspectiva, los medios de comunicación se han convertido en voceros de dichos procesos, especialmente los medios impresos que circulan en este espacio, los cuales se ocupan de los quehaceres de las comunidades asentadas a cada lado de los 140 kilómetros del límite internacional que separan a ambos países.

Sin embargo, en la era de la información la calidad del mensaje en los medios no se mide por el número de publicaciones o unidades informativas que un tema puede generar, sino que, para calificarla como oportuna, se deben contemplar parámetros tales como: profundidad, número de fuente, géneros, tipo de lenguaje, entre otros. Estos parámetros se deben precisar a fin de determinar si la información publicada sobre el tema fronterizo puede suplir las necesidades informativas de la población y, contribuir al desarrollo de estas regiones, para consolidarlas como fronteras para la integración y para afianzar los lazos históricos que la hacen una realidad distinta, donde convergen la identidad, el arraigo, la solidaridad y la interacción social (Valero, 2004).

En el caso de la información fronteriza Táchira - Norte de Santander, la calidad de la información reviste especial importancia pues los hechos ocurridos a cada lado del límite internacional interesan a sus vecinos. Por ejemplo, el valor de la moneda (dólar, bolívar y peso), las medidas económicas gubernamentales, el libre tránsito de personas y mercancía, son algunas de las tantas temáticas en las cuales un venezolano o un colombiano pueden estar interesados para tomar sus decisiones cotidianas. Por esta razón es necesario, y así se realiza frecuentemente, estudiar la información que los medios de comunicación transmiten sobre los hechos fronterizos. En la presente investigación, por tanto, se ofrece una descripción del tratamiento informativo que reciben los hechos fronterizos en la página llamada Frontera, el cual diariamente publican y describen la gestión editorial que los medios gerencian para tal fin.

2.2 Gestión Editorial

En la producción académica sobre estudios del periodismo, la gestión editorial se presenta como espacio medular. La gestión editorial es entendida, en términos generales, como la matriz de comprensión, interpretación y resignificación de la realidad social; como base imprescindible para comprender la razón de los productos periodísticos.

Alsina (1989), advirtió, cuestionando la vanagloriada objetividad, la densidad de los mecanismos de producción noticiosa puestos en marcha por los mass media, claramente atravesados por la asignación de valores, cantidad y cualidad. Da cuenta, en esa afirmación, de la existencia de variaciones temporales y espaciales sobre los criterios de asignación de valor periodístico.

En su tradicional estudio sobre la estructura organizativa de los medios de comunicación, McQuail dedica especial énfasis al modelo de libertad editorial del mercado de prensa, donde se instituye “la libertad de cualquier persona para expresar y divulgar información y opinión” (1998, p.160). De impronta liberal, es en este esquema donde puede verse, con claridad, la densidad que adquiere la gestión editorial en la orientación de estas decisiones, pues condensa el campo de intereses que configura la actuación informativa. Los adherentes a la teoría del Periodismo Social(1) en Argentina, consideran que este campo de intereses está, en los grandes medios, caracterizado por una constante preocupación:

Casi el ochenta por ciento de las fuentes tiene origen en el poder: políticos, empresarios, política y jueces. El periodismo moderno sigue siendo un cronista del poder y el periodista devino en corresponsal del pueblo en el poder (en algunos casos rodeados de ventajas y desventajas) […] Con honrosas excepciones, el periodista en el poder no siempre recuerda que el mandato de origen, se distancia y se termina conformando para cumplir con la misión del mensajero. (Cytrynblum, 2004, p.50).

Sin discutir los argumentos de una u otra posición, se puede decir que la línea editorial es el lugar desde donde el medio de comunicación (y los periodistas sin prescindir de sus propias tensiones) construye la realidad social. Son aquellas coordenadas espacio-temporales e ideológicas-profesionales desde donde se intenta dar sentido a los mecanismos de inclusión, exclusión, jerarquización y tematización (Bernabeu Morón, 2006).

La promoción de ciertos hechos al status de interés público responde en cierta medida a los intereses de las empresas periodísticas, a la relación que estas mantengan con el poder político y a su propia inserción en la economía […] el flujo de información y la cobertura de los hechos responde a la relación de las empresas periodísticas con el poder, en un contexto donde los medios participan de las luchas por obtener y consolidar posiciones hegemónicas y por apropiarse de beneficios económicos. (Aruguete y Zunino, 2010, p.1-23).

La gestión editorial puede entenderse desde dos horizontes vinculados. El primero de ellos, se refiere a su perspectiva social y, el segundo, se refiere a su proceder intrainstitucional. Para el primer caso es preciso avanzar en el concepto de ideología, pues es allí donde trasciende sus principales rasgos. Al respecto, por ideología se entiende(2):

La base de representaciones sociales compartidas por los miembros de un grupo […] que permiten organizar la multitud de creencias sociales acerca de los que sucede, de lo bueno o malo, correcto o incorrecto. Es la base argumentos específicos a favor de, y explicaciones sobre, un orden social particular, o efectivamente influir en una comprensión del mundo general. (Van Dijk, 1999, p.21).

En este contexto, puede articularse el segundo nivel de análisis referido a la línea editorial y que se llama proceder intrainstitucional. Pues si la ideología consiste en conocimientos, creencias, opiniones y actitudes que conforman un sentido de pertenencia al grupo, tales características se materializan en el seno de una sala de redacción; son el trasfondo de las decisiones y la orientación de los vínculos generales entre agentes “sobrevenida de las rutinas que toda organización humana genera con el paso del tiempo del tiempo, la prosecución de sus intereses y la repetición de sus prácticas; pero, intencionados o no, no dejan ello de estar ahí y de influir poderosamente en la sociedad” (Aznar, 2005, p.20).

De esta manera, los medios de comunicación instituyen en su naturaleza institucional una forma de actuación y una forma de valoración. “En muchos casos quienes tienen el poder no necesitan ejercerlo abiertamente sobre los periodistas, a tal punto se ha impregnado de sus valores la cultura periodística que prevalece en un diario o en determinados tipos de diarios” (Randall, 1999, p.11). En este punto vale una aclaración. Si bien el propio medio instaura una base de argumentos valorativos respecto a la realidad social, no es menos cierto que el propio periodista, en cuanto sujeto vinculado paralelamente a otros grupos, también porta una visión de mundo.

Y es allí donde se generan los debates internos y aparecen situaciones de tensión y conflicto con la empresa. Mucho se ha escrito sobre los límites, restricciones y limitaciones del periodista y los alcances del medio de comunicación, en cuanto condiciones editoriales. Suceden, entonces, disputas, resistencias y castigos en el terreno de la producción periodística que tiene como trasfondo el perfil ideológico editorial y la experiencia de vida de cada uno de los informadores que trabajan en el medio de comunicación. Así pues, “el equilibrio entre las propias necesidades profesionales y la limitación informativa de la ciudadanía, como las presiones del poder - que junto con las instituciones y sus funcionarios se integra con los propietarios mediáticos -, es inestable” (Martiny; Luchessi, 2004, p.62).

2.3 Condiciones restrictivas de orden interinstitucional

El ejercicio del periodismo se percibe, también, como una práctica limitada por la trama de relaciones de orden interinstitucional (Interno del medio). No escapa a la sala de redacción de los periódicos el preconcepto, con raíz en la experiencia cotidiana de sus actores, de que el periodismo está determinado por el conjunto de hilos, cruzados y enlazados, que existen entre la empresa periodística y el poder político-económico (McBride, 1982).

El acto de determinar consiste en fijar los límites de la frontera de lo permitido, para que la obtención de efectos específicos sea relativo a la opinión pública o bien al lucro. A la lumbre de esta perspectiva, el periodismo se constituye en una herramienta de gestión de intereses que vinculan a la empresa y su mapa de agentes interdependientes.

El ejercicio del periodismo es la moneda de cambio para la materialización de estrategias de prensa, visibilidad, omisión, énfasis o simplemente la difusión de los actos de gobierno o proyectos políticos (De Gasperín Sampieri, 1999). Aquellas referencias permanentes de los periodistas entrevistados a una posibilidad de querer hacer, que es obstruida por un muro conformado por aquello que no se puede hacer, denota un juego de tensiones, no siempre equiparables, que moldean la exaltación del periodista, en tanto trabajador en relación de dependencia.

Visto desde esta perspectiva, la dependencia que percibe el periodista no es sólo con la dirección de la empresa, sino también con el campo de relaciones de la compañía. Allí pueden ubicarse dependencias de orden político, gubernamental y comercial. No así de carácter social pues, el interés del público no se manifiesta como un factor condicionante de la tarea cotidiana. Entonces, si el periodismo es artífice del proceso de mediatización y eje vertebrador de opinión pública, su sujeción indisoluble con el entorno político, histórico, social y cultural en el cual desempeña su actividad, obliga a considerar los propósitos de la mediatización y la vertebración de la opinión pública.

Los medios informan y actúan, prioritariamente, para un público exclusivo con el cual se relaciona en diferentes ámbitos, y del cual obtiene réditos y capital político. ¿Puede considerar periodismo, si se ejerce en este contexto? Por supuesto, pero un periodismo relativo a esos condicionamientos y limitaciones; un tipo de periodismo parcializado. Un periodista contratado con dos años de antigüedad en una de las empresas, relata su percepción sobre esta cuestión:

Lo que sí sé, es que es difícil ejercer el periodismo, que te señalan o amenazan por lo que escribimos, que no se permite dar una información completa de todas las cuestiones, siempre es un poco parcial en el sentido de recibir una información, y de no investigar la información que te traen [los organismos oficiales], es abierto, pero solo para ciertos sectores.(3)

Esta parcialización se obtiene de dos maneras: la presión ejercida por actores internos y externos y su correlato en la autocensura, y distintas formas de amiguismo. Sobre la autocensura, consiste en una limitación personal producto de un temor a las repercusiones negativas que pudiera generar determinados actos o decisiones particulares. El temor está supeditado a llamados de teléfonos intimidatorios, escarmientos institucionales, demandas judiciales e inclusive, algún tipo de agresión física o simbólica, que se potencia por el no respaldo de la empresa ante presiones externas. Otra fuente del periódico describe cómo proceden estos mecanismos:

El desgano, la falta de incentivos y la percepción de un clima adverso constante hacen que el ejercicio del periodismo se torne altamente belicoso y en algún aspecto, intolerante. Las referencias a situaciones de estrés psicológico son permanentes entre los periodistas entrevistados, quienes ubican a la tarea informativa en un ambiente “horrible, feo, desgastante, restringido y de incertidumbre”. La materialización de ese ambiente también está consustanciada por el temperamento del director del diario.

En tal sentido, uno de los aspectos constitutivos de las condiciones restrictivas del orden interinstitucional son las relaciones del amiguismo de la familia propietaria del diario. Es decir, las presiones se ejercen no sólo desde las relaciones políticos-comerciales, sino también de los vínculos afectivos.

Es de advertir que la forma la presión es explícita y la modificación de los contenidos es arbitraria a partir de la intencionalidad de garantizar el sostenimiento de las relaciones afectivas de los propietarios del diario. Esta particularidad, lleva a confirmar que, en tanto empresa informativa con responsabilidades específicas, ejerce su rol social desde el escenario de intereses comerciales y familiares, antes que intereses derivados del bien común, afectando, de esta forma, la posibilidad de promover un periodismo de calidad, capaz de nutrirse del discernimiento y la contrastación; no sólo desde la especulación pecuniaria o valores instituidos de aparente objetividad e independencia.

En función de ellos, es posible identificar tópicos de zonas que pueden ser blandas o muy rigurosas, que determinan el trabajo periodístico a partir de la actuación de contextos editoriales restrictivos.

Además, que forman parte y se mezclan fácilmente con el factor político, el cual es determinante y juega un papel importante que afecta el tratamiento informativo en el campo de estudio del discurso diplomático.

2.4 Medios impresos y el equilibrio informativo

En una frontera tan confusa y enrarecida por elementos violentos que conforman una realidad binacional entre Colombia y Venezuela, el compromiso de observar un tratamiento equilibrado a las informaciones que allí se generan cobra gran importancia (Arrueta, 2010).

Hasta los momentos, no se cuenta con una definición concluyente de cubrimiento informativo “equilibrado”; los textos se limitan a expresar que lo ideal es que se busque el pluralismo y la veracidad en el manejo de la información. A juicio de Marín (2007), el Código de Ética (1988) del periodista venezolano no habla de Equilibrio Informativo aun cuando señala en su artículo 6: “El periodista se debe fundamentalmente al pueblo, el cual tiene el derecho de recibir información veraz, oportuna e integral a través de los medios de comunicación social”. De igual manera, en su Artículo 17, se lee que “El Periodista debe luchar por un ambiente comunicacional sano en el sentido de lograr equilibrio en los mensajes”.

En opinión de Marín (2007), la entropía comunicacional es un factor de ruido en el espacio comunicacional que debe ser denunciado por el periodista, como mediador social que debe ser; él deberá luchar por impedir la sobrecarga de mensajes contaminantes del entorno. Si los empresarios de medios y los periodistas jefes de información y redacción, tienen el poder de decidir lo que se publica y bajo qué enfoque, también los usuarios tienen el poder de decidir la información que consumen para satisfacer sus necesidades informativas (Cañizales, 2007). Es lo que Ramonet (2003) llama el quinto poder, definido también como la construcción de una agenda pública para los medios desde la ciudadanía.

El periodista se debate entre seguir empaquetando noticias como una mercancía más, repitiendo el espejo de la realidad, o incorporar los valores éticos que le permitan respetar el equilibrio informativo desde la responsabilidad social que tiene como un servidor de la sociedad.

Ciertamente, no se espera que cada periodista esté en posibilidades de hacer su elección, en tanto el mercado de trabajo los expone a una presión extrema que rebate no necesariamente a los más incompetentes o corruptos, sino a los más débiles, a aquellos que no pueden librarse o se dejan seducir por el día a día, y no desarrollan armas profesionales para especializarse y madurar (Lara, 2005).

El tratamiento responsable de los hechos noticiosos es parte de la responsabilidad social que tienen los periodistas a la hora de tratar y presentar sus noticias, sobre todo en la zona de frontera, pues estos generan, en parte, un clima de estabilidad emocional, intelectual y económica en la población (Martini y Luchessi, 2004). Por esta razón la experiencia, profesionalismo y seriedad que coloca el profesional a cada una de sus notas, marcará una diferencia entre lo real y lo fantástico, entre lo dramático y lo trágico, entre la tranquilidad y el agobio, entre la verdad y la mentira.

3. METODOLOGÍA

Para la recolección de datos a fin de dar respuesta al problema (Auccasi, 2003), se procedió a realizar entrevistas a informantes clave (periodistas quienes manejan la fuente de frontera), con quienes se obtuvieron opiniones acerca del tratamiento de la información y los factores que afectan su desempeño. Asimismo, se analizó algunas noticias de los medios de comunicación impresos, tales como Diario La Nación (Táchira – Venezuela) y el de Diario La Opinión (Norte de Santander – Colombia); los cuales son medios de comunicación impresos que laboran en la frontera.

En cuanto al análisis del tratamiento informativo en los medios, la metodología se fundamentó en la propuesta de Jacques Kayser (1979) quien establece dos tipos de análisis, uno compuesto y el otro continuo. En este trabajo se siguió un análisis continuo, que comprendió el mes de agosto y septiembre de 2017, meses en los cuales trabaja toda la plantilla y sin días festivos que pudieran interrumpir las rutinas productivas de los periodistas. También, se construyó una ficha hemerográfica que contenía las unidades informativas y permitió realizar el estudio: fecha, tipo de título, titulación, tema, género y fuente (Valecillos, 2008).

4. ANÁLISIS DE RESULTADOS

4.1 Tratamiento periodístico del tratamiento informativo fronterizo

Los resultados de la investigación permitieron comprobar que el 62,00% de las noticias estuvieron referidos a temas de sucesos (muertes, secuestros, enfrentamientos, entre otros.), mientras que el tema del discurso diplomático fue objeto de tan solo 12,00% de la información; la política 15,00%; la salud, educación y turismo 7,00% y la comunidad 3,00%.

TABLA 1
Temas tratados en la sección frontera de los Diarios La Nación y Opinión (agosto – septiembre de 2017)
Temas tratados en la sección frontera de los Diarios La Nación y Opinión (agosto – septiembre de 2017)
Elaboración Propia

En este primer acercamiento a la información de los diarios La Nación y La Opinión, se encuentra que, a pesar de la importancia del discurso diplomático en la zona, por ser ella protagonista del mayor intercambio comercial y cultural fronterizo, ocupa tan sólo el 12,00% de las informaciones publicadas en este campo; sin embargo, en esas escasas notas sobre información diplomática, se observa la casi total ausencia de las técnicas dirigidas a una mejor transmisión y comprensión del mensaje.

De las cinco subcategorías usadas para realizar la evaluación (Lenguaje comprensible, Análisis de coyuntura, Contextualización, Uso de ejemplos y Apoyos gráficos), tan solo se usó el primero en cada uno de los trabajos, pues las unidades informativas estudiadas, sí obedecen a la regla de lenguaje comprensible de la información diplomática en medios generalistas: “…ofrecer unos textos comprensibles y al alcance de cualquier lector, eludiendo todo tipo de extranjerismo, eufemismo, tecnicismos, etc.” (Esteve Ramírez, 2004, p. 267).

Esta Situación por sí sola pudiera establecer criterios valederos sobre el tratamiento de la información de los mensajes de las autoridades de ambos países, pero que cuando se cruza con las otras cuatro categorías se observa como pierde su valor y, en vez de realzar la importancia del hecho del discurso, la vacía de contenido. El contexto pierde vigor, y la noticia se centra al mensaje provocativo, insultante y vejatorio de las partes involucradas, dando relevancia a frases emitidas de agresión para utilizarlas como título de la noticia.

El resto de los requisitos presenta un panorama totalmente diferente puesto que su incorporación en el lenguaje periodístico no aparece en la muestra estudiada. Por ejemplo, en ninguna de las informaciones fichadas referidas al hecho Discurso Diplomático se pudo ubicar el Análisis de Coyuntura, lo que implica ofrecer explicaciones que permitan al lector la mejor comprensión del hecho.

Tampoco se cumplió con el requisito de Contextualización, el cual le permite al lector ubicar “la información en su entorno y (…) comprender mejor sus causas y consecuencias posibles” (Esteve Ramírez, 2004, p. 268) y, finalmente tampoco se utiliza el ejemplo, el cual, obviamente, permite comparar las situaciones planteadas con otras ya conocidas. Esta comparación en los hechos diplomáticos es muy importante, pues el periodismo trabaja con datos, los cuales deben tener un referente, y sin esa posibilidad de comparar, el dato seguramente perderá sentido, ya que el hecho histórico o referencial se pierde, dando sólo importancia a las discusiones de las autoridades binacionales.

En cuanto al Apoyo Grafico, se debe señalar que de las seis unidades informativas estudiadas (16,66%), tan solo tres ofrecen al lector un acompañamiento gráfico y, aun así, éste se limita a reproducir la foto de la fuente (muchas veces de archivo y con un mensaje cognitivo impreso). Estas debilidades tienen una explicación, pues cuando se cruza con la categoría géneros se observa que la noticia y la entrevista noticiosa son los géneros mayoritarios. La desventaja que surge es que en notas cortas el periodista no tiene la posibilidad de agotar todos los recursos periodísticos existentes. Por lo tanto, la recomendación inmediata sería dar mayor cabida al reportaje, pues en este:

…el periodista especializado puede profundizar en los temas de actualidad económica aportando la información procedente de distintas fuentes propias y ajenas, así como los datos elaborados a partir de su propia investigación (…) Este reportaje puede ser completado con los comentarios de algún experto en la materia (…) puede enriquecerse el trabajo con algunos gráficos o cuadros estadísticos… (Esteve Ramírez, 2004, p. 269).

Por tanto, se concluye que a pesar de lo vasto y sustancioso del Discurso Diplomático como vital a la realidad fronteriza, se desaprovecha el uso de recursos periodísticos necesarios para resaltar la importancia que tiene para la zona fronteriza Táchira - Norte de Santander y para apoyar el proceso de integración que obviamente se adelanta en este marco. Especialmente se destaca el poco uso que se hace del género reportaje, el cual en periodismo informativo ofrece grandes posibilidades de contextualización, explicación y análisis de los fenómenos tan particulares que viven las regiones fronterizas y tan importantes para hacer del mensaje una información útil para la toma de decisiones cotidianas. Por otra parte, la carencia de papel, como materia prima para la elaboración del periódico, es otra limitación, en caso Venezuela, ya que hay menos espacio para que el periodista pueda desarrollar el tema con profundidad y se confina sólo a publicar la información de la fuente sin analizar.

4.2 Gestión editorial como factor de influencia en el ejercicio periodístico

A la lumbre de esta perspectiva, el periodismo se constituye en una herramienta de gestión de intereses que vinculan a la empresa y su mapa de agentes interdependientes. Es la moneda de cambio para la materialización de estrategias de prensa, visibilidad, omisión, énfasis o simplemente la difusión de los actos de gobierno o proyectos políticos.

En el caso venezolano, los periodistas consultados de Diario La Nación, expresaron el desgano, la falta de incentivos y la percepción de un clima adverso constante hacen que el ejercicio del periodismo se torne altamente belicoso y en algún aspecto, intolerante. Incluso, la falta de interés y el maltrato de los gerentes (jefes y dueños del medio), hacen que quieran abandonar la labor. Caso particular, ocurrió al cierre de esta investigación, cuando el periodista quien cubría la sección de frontera del rotativo, decidió renunciar y emigrar a Colombia, tomó esta decisión por tres razones: primero; los pocos beneficios salariales recibidos por la empresa no compensaban su labor habitual, segundo, la inseguridad que reina en Venezuela le hacía autocensurarse y, tercero, el trato incomprensivo de los dueños resultó factor determinante.

Las referencias a situaciones de estrés psicológico son permanentes entre los periodistas entrevistados, quienes ubican a la tarea informativa en un ambiente “desgastante, restringido y de incertidumbre”. La materialización de ese ambiente también está consustanciado por el temperamento del director del diario, quien se vincula con sus empleados desde los improperios y la prepotencia.

Lo primero que hay que decir, en relación a los informantes clave consultados, es que los lineamientos editoriales se interpretan desde la naturalización de esos procesos y una actitud pasiva frente a escenarios de cambio. Lo que se percibe es una resignación de prácticas críticas sobre la base de una existencia histórica continua e inmutable que desconoce las condiciones objetivas que las circunda. Los periodistas asumen como “natural” que la empresa considere las estrategias comerciales que sean necesarias para asegurarse márgenes de rentabilidad, más no sea a partir de la afectación del derecho a informar a informarse.

Sucede aquí una confusión entre lo que puede llamarse “libertad de empresa”, es decir, el usufructo de obtener beneficios en el contexto de una lógica de mercado, y la gestión editorial, en tanto, espacio desde el cual el medio elige, en términos de la doctrina liberal, vertebrar la opinión pública y ejercer su función de contrapoder.

Este concepto de pensar que la empresa es lo que es, y no puede ser de ser de otra manera, sobre la base de una generalización de la experiencia histórica, promueve la aceptación de ciertos intereses y relaciones de imposición, incluso en contra de intereses individuales y profesionales. Reiteramos que no es propósito de esta investigación realizar análisis desde matrices que promuevan la anarquía en la conducción de una empresa, o la afectación de derechos privados, sino subrayar que en compañías periodísticas el delicado equilibrio entre las libertades privadas y las responsabilidades públicas están determinadas por mecanismos de autorregulación que facilitan la diferenciación entre ambos campos, para llegar a un equilibrio siempre tenso.

En función de ellos es posible identificar tópicos de zonas periodísticas verdes y rojas, que determinan el trabajo periodístico a partir de la actuación de contextos editoriales restrictivos.

Tabla 2
Tópicos de zonas periodísticas verdes y rojas
Tópicos de zonas periodísticas verdes y rojas
Elaboración propia

5. CONCLUSIONES

Las noticias son el resultado de un proceso de negociación inter e intrainstitucional, particularmente sesgado, que concluye con propuestas periodísticas organizadas a partir de zonas estrictamente consensuadas con agentes del campo político y económico, y zonas más permeables que se articulan desde el conflicto mayoritariamente inocuo. Pensar la práctica periodística, desde esta perspectiva, lleva a considerar de qué forma se mediatizan los debates públicos.

En la frontera Colombo-venezolana se puede considerar escenario de instalación de temas en la opinión pública, y actor político de relevancia, en tanto ostenta capacidad de influencia. Sin embargo, la estructuración de los procesos de producción periodística nos permiten asegurar que el mecanismo de instalación de agenda, en términos definidos por los propulsores de la agenda setting, tiene también un carácter arbitrario, por cuanto aquellas cuestiones que son presentadas a la sociedad como disparadores de debates y preocupaciones, no son el resultado de instancias transparentes, sino de negociaciones que priorizan la exclusión de acontecimientos conmocionantes, antes que su visibilidad para el debate colectivo.

Se ubica la atención en este razonamiento puesto que no es creíble que el público destino organice sus prácticas cotidianas en función de determinados hechos y argumentos parciales, desde un terreno pasivo. Por el contrario, el rol asignado a ambos diarios de referencia dominante los convierte, a la luz de la opinión pública, en espacios reconocibles de amplificación de determinadas voces, sobre determinados acontecimientos. Este fenómeno permite explicar por qué son las fuentes las que van en busca de los diarios y por qué los espacios de publicidad son altamente cotizados. La razón es sencilla, dado que el Diario La Nación y La Opinión son percibidos como vidriera de exposición y visibilidad mediática, propulsora de proyectos políticos y aspiraciones individuales. De allí que las rutinas informativas, tanto por su instancia de noticiabilidad como de relación con las fuentes, sea un campo de presiones y fuerzas en permanente disputa.

En igual sentido, la línea editorial ampara ese rasgo y configura zonas periodísticas rojas y verdes como reaseguro de sus propios intereses. Las primeras corresponden a una forma particular de producción periodística cuando se abordan acontecimientos que incluyen, directa e indirectamente, agentes sociales con los cuales la empresa informativa mantiene una relación de mutuo interés. Son, en tanto, zonas vulnerablemente periodísticas, por cuando se actúa con parcialidad. La segunda está vinculada con una forma puntual de producción periodística cuando se abordan acontecimientos tangenciales respecto a la agenda oficial e intereses de la empresa.

Es decir, aquellos hechos que suceden e interactúan en la periferia de intereses mayores y que no están vinculados al sostenimiento de un statuo quo. Como podrá observarse son zonas de libre tránsito a la hora del ejercicio del periodismo, por cuanto no entran en conflicto con intereses de la empresa y permiten “oxigenar”, si vale la aceptación, la relación con un segmento (masivo-popular) de su público lector.

En términos generales es posible afirmar que la constitución de la línea editorial está vinculada con restricciones de orden interinstitucional e intrainstitucional. Esas restricciones, que se constituyen en la propia matriz historiográfica de la empresa periodística, determinan (cultural y pragmáticamente) campos permitidos (zonas verdes) y no permitidos (zonas rojas) de actuación periodística. Esa delimitación infiere, por ende, marcos de interpretación del mundo, en función de valores vinculados con el espacio y poder simbólico que el periódico se asigna a sí mismo en el campo local de relaciones y la identificación de áreas de conflicto y tensión que deben ser evitadas para la defensa de intereses de la empresa periodística.

REFERENCIAS

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Notas

(1) La llamada corriente del periodismo social plantea reconsiderar lo comunitario en las agendas mediáticas. Alicia Cytrynblum ha marcada, en cierta forma, la pauta argentina en este sentido
(2) Adherimos a una definición enmarcada en la construcción teórico del Análisis Crítico del Discurso, en cuanto la ideología trasciende la explicación cognitiva para abarcar constructos sociales compartidos por un determinado grupo.
(3) Periodista de Diario la Nación-Venezuela

Notas de autor

(*) Obeysser Prada Torres. Licenciado en Comunicación Social obtenido en la Universidad Nacional “Cecilio Acosta” Maracaibo – Venezuela. Magister en Ciencias de la Comunicación, Mención Gerencia obtenido en la Universidad del Zulia – Venezuela. Doctorando en Ciencias Gerenciales en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de las Fuerzas Armadas Táchira - Venezuela. Gerente de Medios y Relaciones Interinstitucionales de Sirca UNET. Email: opradatorres@ gmail.com.Estudiante de la carrera de Contaduría Pública en la Universidad de Los Andes, Núcleo Rafael Rangel. Trujillo – Venezuela. e-mail: jesebelt1204@gmail.com
(**) Rolando Eslava Zapata. Profesor Asociado de la Universidad de Los Andes “Pedro Rincón Gutiérrez” Táchira – Venezuela. Magister en Ciencias Contables y Postdoctorado en “Desarrollo Humano” obtenidos en la Universidad de Los Andes - Venezuela. Diploma de Estudios Avanzados y Doctor en el programa de “Nuevas tendencias en administración de organizaciones” obtenidos en la Universidad Complutense de Madrid. Email: rolandoeslava@gmail.com.
(***) Edixon Chacón Guerrero. Profesor Titular de la Universidad de Los Andes “Dr. Pedro Rincón Gutiérrez” - Táchira - Venezuela. Doctor en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, en el Programa de “Metodología de las Ciencias del comportamiento”. Email: edixon@yahoo.com.
(****) Hilário Alonso Gonzalez Júnior. Licenciado en Administración de Empresas con énfasis en Recursos Humanos de la Universidade Estácio de Sá - Brasil. Consultor de Recursos Humanos en HC In Focus Consultores - Brasil. Participante de la Maestría en Administración de la Universidad de Los Andes - Venezuela. Email: hilariogonzalezjunior@gmail.com
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