Notas de Interés

Diálogos sobre Educación Social. Entrevista a Eduardo Ribó, Director de la Tecnicatura Universitaria en Educación Social de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza

Dialogues on Social Education. An interview with Eduardo Ribó, Director of the Undergraduate Degree in Social Education from Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza

Natalia Baraldo
Universidad Nacional de Cuyo, Argentina

Diálogos sobre Educación Social. Entrevista a Eduardo Ribó, Director de la Tecnicatura Universitaria en Educación Social de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza

RevIISE - Revista de Ciencias Sociales y Humanas, vol. 12, núm. 12, pp. 51-59, 2018

Universidad Nacional de San Juan

RevIISE por Instituto de Investigaciones Socioeconómicas se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional. Basada en una obra en www.reviise.unsj.edu.ar.

Recepción: 06 Marzo 2018

Aprobación: 06 Abril 2018

Publicación: 01 Octubre 2018

Resumen: La Educación Social viene experimentando un auge en Argentina a partir de la creación de carreras afines en el nivel técnico superior. En la entrevista que sigue, realizada al Mgter. Eduardo Ribó, dialogamos sobre diversos tópicos, tales como su encuentro con la Educación social, la creación de la primera tecnicatura universitaria en la Universidad Nacional de Cuyo de la Provincia de Mendoza, las tradiciones pedagógicas que nu-tren la formación, la especificidad del campo y sus diferencias con la Educación Popular, entre los más significativos.

Palabras clave: Educación Social, Pedagogía Social, Educación Popular, Mendoza, Tecnicatura universitaria.

Abstract: Social Education is gaining importance in Argentina through the creation of careers in the higher technical level. In the interview that follows, made to Master Eduardo Ribó, we talked about various topics, such as: his meeting with Social Education, the creation of the first university technician at the National University of Cuyo of the province of Mendoza, the pedago-gical traditions that nurture training, the speci-ficity of the field and their differences with Po-pular Education, among the most significant.

Keywords: Social Education, Social Pedagogy, Popular Education, Mendoza, University undergraduate.

Breve Introducción

La Educación Social viene experimentando un auge importante en Argentina, a partir de la creación de carreras en el nivel técnico superior. Eduardo Ribó es profesor de Educación Física, Magister en Psicología Social de Grupos e Instituciones y Director de la primera tec-nicatura universitaria en Educación Social; una experiencia interfacultades que desde 2016 ofrece la Universidad Nacional de Cuyo en la Provincia de Mendoza. A continuación compartimos una entrevista realizada en enero de 2018.

Entrevista

Autor (A). ¿Cómo se da en tu vida el encuentro con la Educación Social (en adelante, ES)/Pedagogía Social (en adelante, PS)? ¿Cómo es que te encontrás con este campo?

Eduardo Ribó (ER). En Tulum, México. Si bien yo creo que ya estaba en el campo de la ES, porque siempre trabajábamos en el territorio sin que tuviera esa denominación, en Tulum yendo de vacaciones me encontré, me hice amigo de un uruguayo que era estudiante de segundo año de ES en Uruguay. Y bueno, quedamos en que iba a Uruguay al otro año a entrevistarlo, porque estaba haciendo un trabajo de investigación. Y él me hace los contactos en Uruguay y cuando llegué conocí todo lo que era el desarrollo incipiente de la ES allá. Estamos hablando del año 96, 97, hace 20 años. Y ahí empecé a conocer más formalmente una corriente de ES, porque hasta ese entonces yo conocía sobre todo Educación Popular. En México había estado con Carlos Núñez, con Jaume Trilla que venía trabajando ya esos temas en distintos congresos, pero ninguno tan específico de ES del sur. Y ahí digamos, la formación que hizo la INAU, que es el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, la formación terminó llamándose ES casi sin saber realmente lo que después se iba a conformar, sin saber de las corrientes que ya estaban presentes tanto en Argentina como en España.

A. Entonces ahí te encontrás con estas experiencias. ¿Volvés a Argentina y empezás a trabajar?

ER. No, pasan varias cosas. Empiezan a venir varios educadores sociales para acá a presentar libros. Vino Marcelo Morales a presentar un libro sobre infancias, que hicimos la presentación en la Biblioteca popular de Bermejo. Eso fue en el 2001, yo trabajaba en el Barrio La Favorita con jóvenes. Entonces lo trajimos a él, la trajimos a Patricia Rojas con Los pibes del Fondo, había como un movimiento. Vino Alberto Morlaquetti, también. Entonces hubo como todo un movimiento que tenía más que ver con la Educación Popular y con las educaciones críticas que en ese momento pensar la ES. Y con Carlos Raganato armamos un proyecto que se llamaba Líderes comunitarios y era con jóvenes del Barrio que se formaban en educación social, educación comunitaria para trabajar en su propio barrio, ya sea desde murgas, desde el teatro, desde el deporte social, desde la recreación o básicamente desde esos elementos que tienen que ver con el acercamiento a la cultura de otros vecinos. La concepción nuestra es que tenían que haber vecinos educadores y no venir educadores del centro a trabajar en esa zona; que ya había gente que estaba trabajando con ciertas herramientas y que empoderándose o intercambiando más, iba a lograr potenciarse más, como era la Federación de Fútbol de La Favorita de La Olla, lo que eran distintas organizaciones que estaban trabajando desde el arte y demás. Entonces dijimos que ahí estaba leudando un montón de pibes que se estaban conectando con murgas, con acciones artísticas y demás y que podían ser educadores o promotores de cultura y de fenómenos socioculturales. Entonces hicimos una formación inicial para 25 pibes que se recibieron varios, algunos se quedaron en el camino, y fue como una primera experiencia de empezar a ver que había campos de formación que no eran los tradicionales y que tenían posibilidades de hacerse. Y después, a los 3 años, hicimos una para líderes de la sociedad civil con un proyecto de Nación, donde ya venían todas las uniones vecinales. Y venían desde personas que tenían títulos hasta vecinos que tenían inquietudes, presidentes de uniones vecinales y demás. También fue muy interesante, se llamaba Líderes socioculturales para la sociedad civil. Ahí iban leudando de alguna manera en distintos ámbitos, yo creo que había mucho más en toda la provincia haciendo cosas similares, algo que tenía que ser distinto a las educaciones tradicionales, a las formaciones tradicionales porque no tenían el alcance que tenían estas otras posibilidades que ya tenían una constitución, una mirada distinta. Y en concreto la posibilidad de hacer ES, de empezar a leer en mi caso sobre ES, parte de un librito del año 93, que hizo Jaume Trilla que se llamaba Otras educaciones. Un librito de Antropos/UPN. Y dentro de las posibilidades para pensar él tomaba a Freire, toda la noción freireana, que para nosotros siempre fue una base en todas estas formaciones, y mostraba el diplomado de ES que estaban haciendo en el municipio de Barcelona. Y ahí vi la lógica desde la cual trabajaban la ES que para mí fue interesante, que hablaba de la concepción de la ciudad educadora. De una ciudad que educaba y lo que hacía la ES era una suerte de transmisión social de todos aquellos hechos socioeducativos que ya tiene la sociedad, y que en sí lo que uno iba haciendo era una suerte de habilitación a la cultura ciudadana, a la posibilidad de apropiación de bienes culturales, de bienes ciudadanos y demás. A ellos le sumas la formación y posgrado en Psicología Social de Grupos e Instituciones que me posibilitó una mirada enriquecida del campo educativo. Y llegado el año 2014, entre el 2014 y el 2015, llegan los contratos programa a la Universidad Nacional de Cuyo, que son la conformación de nuevas carreras, la nueva oferta de la Universidad hecha en función de estudios de demanda de la sociedad. Y apareció una carrera que se llamaba Recreología, que era una suerte de ciencias de la recreación, me imagino. No encontramos en su presentación original mucho fundamento al nombre pero sí encontrábamos sentido a la posibilidad de que haya una carrera en recreación. Y como yo tenía y tengo cierto conocimiento del campo de la recreación, me llamó la Decana y me dijo: ¿vos te animas a coordinar esta carrera? Y yo le decía que no entendía mucho de qué se trataba y ella me decía que no me hiciera problema que ella tampoco, pero que nos las ofrecen para Educación, una tecnicatura, y después vemos, si podemos, mejorar su estructura. Ella venía de México, de Guadalajara de un evento internacional de educación, y se había conectado con mucha gente que hacía ES allá. Venía con un libro bajo el brazo que se llamaba Educar para la Vida, que venía con varios españoles que estaban pensando en una educación extramuros. Entonces de la charla apareció en los dos la inquietud de que aparezca la ES, o sea de que el perfil tenía que ser hacia el tema de la ES.

A. ¿Con la Decana de Ciencias Políticas o la de la Facultad de Educación?

ER. La Decana de la Facultad de Educación, Mónica Castilla. Y entonces de esa reunión quedó esto de tomar lo de recreología y ponerlo con orientación hacia la ES. O sea que el que se forme en recreación tenga una orientación hacia la ES, una mirada sobre la ES. Y después hicimos el encuentro con todos los especialistas, varios seminarios, pero el primero fue muy significativo. Eran todos especialistas de la recreación del ámbito de las organizaciones de la sociedad civil. Allí aparecieron dos cosas, primero la importancia de abrir en el campo de la educación, una educación que tuviese una mirada más abierta sobre el tema de ciudadanía. Y la segunda, esta idea de que habían ámbitos donde ya se formaban en recreación; acá lo tenía el Instituto de Educación Física y algunos otros como la Facultad de Filosofía y Letras que hace una licenciatura en tiempo libre y recreación. Entonces reflexionamos: si ya hay formación en el campo de la recreación, nos daba aún más pie para empezar a trabajar en la lógica de la ES y darle forma. Entonces empezamos a llamar, llamamos en total a cuatro compañeros de Uruguay y a un compañero de Buenos Aires para pensar la educación social. De Uruguay fue Marcelo Morales, Aníbal Armigón... casi todos eran profesores de práctica en ES, salvo Marcelo que ya está un poco en el campo de la PS. Hernán Espiga, Javier Salvo, y también vino por el lado del Tiempo Libre y la Recreación Lorelei Conde. Y de Buenos Aires vino Gabriel Garzón, que es uno de los directores del Instituto de Tiempo Libre y Recreación (ISTLYR), que tienen la carrera de ES. Entonces, bueno, los pudimos traer a ellos. Yo tenía cierta ignorancia de la UNIPE (Universidad Pedagógica Nacional); hubiera sido interesante tener a alguien presente, Puiggrós o algún miembro del equipo de Adriana Puiggrós, porque ellos trabajan muy bien ese tema en la provincia de Buenos Aires. Medio desde la ignorancia fuimos haciendo algunas cosas más abiertas, que quizá con un experto nos hubiera sesgado un poco. Entonces lo que hicimos fue tomar algunas referencias y ser un poco más abiertos a la hora de pensar la carrera. Como era una tecnicatura que estaba pensada para trabajar en territorio, para hacer, tratamos de pensar en una tecnicatura regional que respondiera a los intereses y a las lógicas de la región nuestra.

A. ¿La región Cuyo?

ER. Sí, o sea, que la mirada sea desde una concepción no basada en lo que pasa en Uruguay ni en España, ni en Buenos Aires, ni en Brasil, ni en Bolivia, ni en Cuba, ni en ningún lugar donde ya estuviera la ES, sino que tomara esas referencias pero que la mirada estuviera puesta en lo regional. La ciudadanía que hay en Mendoza es distinta al tipo de ciudadanía que hay en los lugares que te nombré. Entonces se pensó en poner algunos elementos que tenían que ver con la ciudadanía regional. Por eso incorporamos Educación ambiental, que en las otras formaciones no está. Nosotros pensamos que la Educación ambiental en nuestra región es importante, es como que está preparada, hay organizaciones y colectivos que están trabajando en temas ambientales y que son importantes en el campo social de Mendoza. La misma Asamblea del Agua Pura, e indudablemente este es un tema de ciudadanía. El tema de la construcción de derechos y dentro de eso están los Derechos Humanos, entonces incorporamos toda la lógica de Derechos Humanos al trayecto. Y después esta tensión, en el buen sentido, entre el trabajo social y la educación social. Y la hicimos presente. Dijimos, no nos corramos de la tensión e incorporémosla en la propia formación.

A. ¿Y cómo se expresa eso en la formación?

ER. Hay varias asignaturas que son muy de la mirada del trabajo social, como un aporte. Y varias asignaturas, o muchas, que pertenecen al campo de la pedagogía o de la ES. Y la tensión la resolvimos con una pregunta clave que es: ¿qué tiene de educativo lo que hacen? Permanentemente, para no invadir el campo del trabajo social. Pero igual, varios de los que hacen esa pregunta son trabajadores sociales. La mitad de quienes están en los equipos de Praxis, son trabajadores sociales y la otra mitad son educadores. Entonces está equilibrado, está integrado por el área de la Sociología, del Trabajo social, el área de la didáctica, el área de la expresión y de la educación. Esas serían áreas generales que nutren el programa y que han tratado de hacerlo con una dimensión más local. Y a la vez el campo de la expresión no pensado como el campo del teatro, de la música, de la plástica sino como expresiones integradas. Es como una asignatura donde se ve todo integrado, no cada una en forma aislada.

A. Hiciste mención a un encuentro con especialistas de la sociedad civil. ¿Esto fue en el año 2014? Y podrías mencionar las organizaciones que participaron?

ER. Sí, 2014, 2015. Estaba la FEDEM (Federación de Entidades de Minoridad y Familia), Kairós de Maipú, Los Jineteros, que trabajan con gente en situación de calle; Laberinto Sur, que es un proyecto de trabajo de educadores de la pedagogía crítica con un lineamiento bastante llevado hacia la recreación y el juego; Vínculos estratégicos, de El Algarrobal; Campo Flores, Asociaciones de base de primero y de segundo grado que nos permitían ir viendo o mirando. Esta fue la primera reunión, que fue con especialistas de las organizaciones. Y la segunda se volvieron a invitar pero ya no sólo especialistas de las organizaciones sino a todos los gestores del campo de la ES o de la Educación Popular o del campo del Arte. Se hizo con 120 personas en el cilindro de la Universidad y ahí se definieron las áreas desde las cuales íbamos a pensar el trabajo curricular. Dejamos que se expresaran desde una lógica de la investigación colaborativa, les dijimos qué cosas nos estaban faltando como insumos y les pedimos si colaboraban. Y se armaron distintos grupos donde se definieron áreas de interés que ellos creían que podrían llegar a darse en términos regionales para un futuro técnico en educación social.

A - En Argentina las primeras carreras que se abren son en Buenos Aires en el año 2007, la de UTE (Unión de Trabajadores de la Educación) y el ISTLYR. Antes de esa apertura de carreras ¿se habían realizado eventos vinculados a la pedagogía social?

ER. Creo que hubo una [carrera] anterior que fue de la UNIPE y que estuvo dirigida y/o asesorada por Adriana Puiggrós y que fue ES. La idea era incorporar en el Ministerio de Educación un área de Educación social. Fue una idea, no sé has-ta dónde llegaron. Quien es referente de la ES en estos momentos, y para nosotros también, es Violeta Núñez, que es compañera, ha trabajado junto a Adriana Puiggrós. Entonces entre ellas dos se leudó bastante la idea de una pedagogía crítica o de una pedagogía social. Patricia Redondo también, de La Plata que trabaja algunos materiales junto a Pablo Martinis, que ha cola-borado también con nosotros y lo vamos a traer este año.

A - ¿Desde la investigación?

ER. Claro, porque todo lo que yo te vengo citando es más territorial, más desde el campo, más preparación para el campo. Y lo que estamos citando ahora, tanto Martinis, la misma V. Núñez, tienen una veta de investigación interesante.

A. Con respecto a las carreras que hay en Argentina, se podría decir que la carrera de Mendoza es la primera tecnicatura universitaria? Porque todo el resto son tecnicaturas de nivel técnico-superior.

ER. Sí es la primera. Esto lo analizamos ahora en Brasil también. Lo que vimos en algún momento fue que quizá era más ventajoso empezar con una tecnicatura que con una licenciatura en la Universidad. Nos daban los números para defender, si queríamos, una licenciatura. Pero en realidad hubiera tomado un camino que no era el más indicado para comenzar. Para nosotros comenzar con una tecnicatura, estábamos muy preparados en el sentido de contar con recurso humano para preparar en el campo, en el hacer de la ES. Pero ya una licenciatura, que necesita investigación y demás, creíamos que iba a demandar un poco más de tiempo de trabajo. Y además, no encontramos en todo el país ni licenciatura ni tecnicatura universitaria, por lo que nos parecía que era una buena manera de comenzar con algo que dure dos años y medio y que ponga a prueba la lógica de la demanda estudiantil; de cuántos estudiantes se inscriben, del tipo de estudiantes, del tipo de campo laboral que se puede llegar a abrir y demás. Entonces como un primer paso nos parece interesante, porque es menos exigente y pone menos en tensión lo que puede llegar a pasar con respecto a la definición de lo que son los campos interdisciplinarios para los futuros educadores sociales. Y pensar ahora para adelante una licenciatura, la estamos pensando con un equipo de trabajo. Ya apare-ció una en una universidad provincial, la de Córdoba, que el plan está a ser aprobado por el Ministerio de Ciencia y Técnica. Y la idea es tener un contacto con ellos para ver el sis-tema. Usan un sistema distinto en términos de trabajo y de recurso humano, de equipos docentes. Entonces queremos ver si podemos innovar en el trayecto licenciatura.

A. Ya un poco lo mencionaste, pero para profundizar, me gustaría preguntarte por las tradiciones pedagógicas que fueron convocadas para estructurar las carreras.

ER. ¿A qué te referís con tradición pedagógica?

A. Por ejemplo, al interior de la PS hay también varias corrientes, ¿en cuáles de esas se referencian ustedes?

ER. Bien. Nosotros armamos un equipo interdisciplinario de trabajo que fue de 6 personas en un principio y llegó hasta 10. De distintas facultades, vinieron: de Políticas, Sergio Reynoso y también Lorena Gordillo, el actual vice director de la carrera de Sociología, Javier Bauzá. Vino alguien de Filosofía. Después tuvimos 5 compañeros de la Facultad de Educación. Y tuvimos discusiones y tensiones res-pecto a esto de si tomábamos una línea o una corriente o, en el caso mío era tomar un campo disciplinario y que las corrientes entren en tensión, si tienen que entrar en tensión, dentro del campo; lo cual es un poquito más trabajoso porque supone mantener esa tensión. La educación popular estaba y está presente. Para nosotros es casi una referencia, la referencia más cercana. Estamos con Patricia Chávez tratando de pensar en cómo romper con los modelos que las presentan como opuestas/antagónicas y pensar distinciones entre la Educación Popular y la ES. Vamos hacer un evento casi compartido con la Red de Investigadores y Organizaciones Sociales de Latinoamérica (RIOSAL), pensando en esto: que muchos de los referentes de la ES, también piensan o toman muchos insumos de la Educación Popular, y que la Educación Popular está definiendo muchas cosas que son muy interesantes para la ES. Casi siempre llegamos al mismo punto que es que tenemos mucho para compartir.

A. ¿Para vos cuáles serían las principales di-ferencias entre la ES y la Educación Popular?

ER. La abarcabilidad. Creo que es mucho más am-plia la ES, tiene un campo mucho más amplio que el que pendula la Educación Popular. Como que la Educación Popular tiene una lógica que se desarrolla en un campo que es el campo popular, y la ES tiende a desarrollarse en el campo popular y otros campos diversos. Estoy pensando: ¿en un barrio privado se puede dar educación social? Sí. Que en principio es más difícil pensarlo desde la Educación Popular. O, ¿puede un educador social trabajar en educación vial? Sí, puede trabajar, quizá no está en la línea del educador popular pero quizá el educador social se abre camino por otros espacios. Me parece que es el campo, que es como más abierto no está sesgado, no está hecho el recorte sólo hacia lo popular, sino que está pensado como un campo más abarcativo. Y yo puedo elegir involucrarme en una educación social que mire lo popular o que sea Educación Popular, donde sea difícil encontrar distinciones. Pero también puedo elegir un tipo de educación social que trabaje con el ambiente, en ciudadanía pero casi en lo gubernamental, o en oficinas de problemáticas de género que no tienen por qué apuntar a lo popular nada más. Me parece que por ahí va, pero igual es una distinción engañosa porque la Educación Popular nunca se sesga tampoco, no está mirando lo popular y no mira lo otro. Y los referentes son otros también.

A. Pero es cierto que es su punto de partida, el lugar desde donde mira la realidad…

ER. Sí. Igual yo me pregunto, porque cuando los españoles empezaron a pensar la ES y a los referentes de la ES, tenían como una referencia fuerte a la pedagogía crítica latinoamericana. Y en un momento donde se empoderaron, se olvidaron de tomar estas corrientes como base. Se hizo una educación social que deja de lado ésta mirada, a mi criterio. Entonces yo sigo creyendo que no importa quién es para-guas de quién, pero la Educación Popular está integrada a la ES.

A. Volviendo a la carrera y a las tradiciones pedagógicas…

ER. Sí, estaba presente la Educación Popular y estaban presentes otras líneas disciplinarias vinculadas a la recreación y el tiempo libre, entonces se trabajan esos autores. Desde los criterios más pedagógicos nosotros tomamos a Violeta Nuñez y a García Molina de Dar la palabra. Él ya viene con una fuerte experiencia de trabajo en educación social en el territorio y Violeta Núñez como docente universitaria que tenía una cátedra de PS. Entonces ellos nos ayudaron como referentes teóricos. Además de tomar a la educación popular freireana, a Teresa Sirvent, autores que nos eran referentes localmente, tomamos estos dos españoles. Y después tuvimos la suerte, si se puede pensar así, de que la facultad nuestra está departamentalizada, lo que significa que no hay directores de carrera, hay departamentos: de didáctica, de expresión, de ciencias sociales, psicología, de ciencias Biológicas y así. Entonces cada uno fue aportando miradas. En sociales y psicología apareció la importante mirada para pensar también las subjetividades. Entonces todo lo que tiene que ver con la construcción de subjetividades lo tomamos para pensar y abrir el abanico en el cual se piensan y referencian los educadores sociales. Entró la antropología social, la sociología y este aporte de la psicología hacia la construcción de la subjetividad y la mirada un poco más abierta de lo que es el sujeto de la educación, para que no esté tan atrapada en lo disciplinar o en lo curricular. Nosotros estamos en una facultad que forma a formadores para trabajar en el sistema formal. Entonces empezar a trabajar para una formación que supera el sistema formal, que lo incluye pero lo supera, era un desafío porque todos empiezan a volcar los contenidos que conocen, que son los orientados al sistema formal. En ese sentido hubo que dejar entrar esas tensiones y que después se resuelvan en el transcurso del tiempo, cuando indudablemente se tenga que ir reviendo algunos programas. Pero nosotros tomamos casi un 40 % de materias de Fundamentos que son comunes a todas las carreras de la Facultad de Educación, por lo cual, muchos de los que están cursando se digieren, en el buen sentido, muchos contenidos que no van a usar o creen que no van a usar, por ejemplo cuando ven pedagogía, no ven pedagogía social, al principio. Sin embargo el profesor que tenemos, el Doctorando Aldo Altamirano, es de excelencia, tiene una mirada extraordinaria para lo que está haciendo porque está investigando sobre Pedagogías críticas del Sur. Pero sí se alejaría si fuera una pedagogía que no fuera en la lógica de la pedagogía social.

A. Una pedagogía escolar.

ER. Claro. Y en Educación social pasa lo mismo. Como no hay educadores sociales formados, estamos viendo un tipo de Educación social, de didáctica de la educación social, de praxis que es la que hemos podido armar con el criterio más respetuoso posible. Pero hasta que no haya un claro camino y hayan educadores sociales ya formados e investigando, nosotros estamos trabajando y nos estamos formando. Ahora estamos haciendo un Posgrado en Educación Social con los Mgter. Marcelo Morales y Soledad Pascual del CFE (Consejo de Formación en Educación) de Uruguay. Y la idea es ser lo más metódicos y cuidadosos posible con la idea de ir incorporando los contenidos que son como más pertinentes para el campo de la educación social. Y al momento, hemos tomado contenidos mínimos que hacen o que creemos que hacen, con todas las consultas que hicimos, a la posibilidad de que se den los procesos de formación y las trayectorias educativas para que lleguen con capacidad de hacer. Y lo último es el campo técnico, el campo de la praxis que quizá es el que pone más en juego todo el andamio de las asignaturas. Y está presente en toda la carrera, desde que entraste el primer día hasta el cierre, que es el último coloquio que tenés para recibir el título.

A. ¿Podrías mencionar las instituciones y orga-nizaciones donde hacen la Praxis?

ER. Sí. Ese es un constitutivo casi situacional. El momento teórico está presente en el momento de la praxis, nutriéndose del saber sobre el propio campo, sobre lo que les pasa. Y de la articulación del saber de lo que aprenden en las asignaturas, de ese interjuego, va apareciendo una suerte de alquimia o de integración que les permite a ellos ir perfilando. Además des-de el segundo año ellas/os pueden elegir los espacios y están más tiempo. Hasta ahora los espacios con mayor demanda, porque abrimos la invitación y se presentaron como 20 organizaciones, de las cuales quedaron 10. Quedaron 10 significa, los estudiantes eligen los espacios y en función de su selección quedan esos espacios y no otros, para que también se ponga en juego el deseo del estudiante. Está: el Programa Universitario en Contextos de Encierro (PEUCE), como uno de los espacios extramuros de la universidad y que ha tenido muy buena recepción; los Proyectos Mauricio López, que algunos se incluyeron allí y han tenido excelentes oportunidades de trabajo; el área de Bienestar a través del Comedor universitario con el programa propio del Comedor Universitario y el CENS que funciona allí y ya, casi cerrando el año, el Programa de Género que funciona también en el comedor universitario. Esos tres son los que han aparecido más fuerte hacia el interior de la universidad como espacios de praxis. Y por fuera de la universidad son organizaciones variadas como: de niñez está Campo Flores, que están pegaditos a la universidad, en un andamio; el CENS del Barrio Olivares con el Centro San José, que es un CENS para mujeres; en Ugarteche estuvo La Veleta y La Antena; en Algarrobal estuvo la Fundación Vínculos; en Godoy Cruz la Red de Centros de Abuelos con un proyecto para trabajar con tercera edad; estuvo por el lado de los municipios la Estación Benegas en Godoy Cruz y Guaymallén, a través de la oficina de Educación que todavía estamos articulando; una oficina de educación que se vio permeable a incorporar a un educador social practicante.

A. ¿Existe alguna asociación profesional de los educadores sociales en Argentina, o algún ámbito de encuentro entre los estudiantes?

ER. Que yo conozca formalmente, no. Hay uno internacional que llaman a los estudiantes y las asociaciones de estudiantes en Porto Alegre y ADESU (Asociación de Educadores Sociales del Uruguay) que también tiene un perfil interesante, que el congreso que harán ellos será ahora en Abril. Y creo que el ISTLYR tiene una revista hecha por estudiantes de educación social.

A. Por ejemplo, rastreando encontré la REPSA (Red de Pedagogos sociales de la Argentina) coordinada por María Cecilia Cuña Ferré, Licenciada en Pedagogía Social de la Universidad del Salvador y miembro de la AIEJI. ¿La conoces? ¿Efectivamente existe?

ER. No sé, porque es como si te dijera... nosotros estamos hace 2 años participando de un colectivo que es de Argentina, Uruguay y Brasil, aunque se sumaron Bolivia, Cuba, Ecuador y Suecia en el último evento, y que se va constituyendo como un espacio colectivo para pensar Educación social y Pedagogía social, sin diferencias. No nos hemos puesto a discutir cuál es la diferencia entre PS y ES, porque cada país lo referencia de una manera y termina siendo similar. Entonces para no empezar con sutilezas que dividan o que no sumen, se llama PS-ES. Saca una publicación por año, como una forma de ayudar a pensar con artículos, y a la vez se junta toda la red para trabajar y seguir leudando todo lo que tiene que ver con la ES. Y el colectivo va, viaja. El próximo es acá en Mendoza. Se hace una vez al año. Se hizo el primero en Uruguay, en la Universidad de la República; el segundo en Brasil, en la Universidad Estadual de Maringá y el tercero se hace acá en nuestra casa de estudios, que a ese queremos sumar a compañeros de Chile. Entonces de ese grupo conozco, pero tienen que haber otros grupos que no conozco. Entonces, indudablemente... me imagino que debe ser como tantas otras cosas que pasan socialmente, que se está trabajando en cuestiones similares y por no tener puntos de encuentro, no te enterás y no participás o no estás. Entonces quizá haya una red muy interesante y no lo sabemos.

A. La siguiente pregunta es qué materiales y bibliografía existe desde y sobre el campo, porque al rastrear encontré como mucho, 5 trabajos específicos que hablen sobre ES o PS en Argentina. ¿Qué textos, libros o revistas conocen o en cuáles se referencian?

ER. Nosotros utilizamos indirecto. Teresa Sirvent, que no es ES pero que si la lees bien... Los Bachilleratos Populares lo tomamos como una experiencia de ES, no dividimos nosotros. Lo que hace RIOSAL nos parece muy interesante, toda la línea de educación de RIOSAL es una referencia para los que están escribiendo en Argentina. Y también ha habido experiencias como la de Redondo y Martinis, que si bien son de educación y vulnerabilidad, son importantes a la hora de pensar estos temas. Entonces han aparecido de educación y comunidad. De España nos ha llegado uno de GEDISA, Los 7 retos de la ES, que hay como varios autores trabajando. La misma Violeta Núñez está escribiendo acá, invitada por varias universidades y organismos y de sus escritos, los que nos han parecido pertinentes los hemos incorporado. Pero así como un referente que hayamos podido tomar, no.

A. Lo que pareciera que ocurre, es que las prácticas de ES son muy antiguas en Argentina pero no así la construcción del campo de la PS, que es muy reciente. Y existen prácticas con mucha producción teórica, como la que recién nombrabas de los Bachilleratos Populares y en general otras prácticas de Movimientos Sociales, pero que no se autoidentifican con el campo de la ES, sino que se identifican con la corriente de la Educación Popular. Es como que resulta hasta una terminología nueva decir, yo hago educación social. Como que en Argentina las identificaciones han venido por otras corrientes, ¿no?

A. Sí. Sí, además que en el mismo Uruguay, uno de los profesores que vino dice que la tía le sigue preguntando: ¿pero qué es lo que hacés?, Bueno, vos que sos profesor, No, no soy profesor, soy educador social, ¿Pero qué es lo que hacés? ¡No entiendo! [Risas]. No tienen una persona que sea educador social y que no sea profesor. O sea, no lo entendés porque nosotros tenemos una historia, una tradición que es la formación de profesores que después se dedican a la educación social. Que vienen del teatro, de la música, de la de las ciencias sociales, de la educación física, que vienen de cualquier campo disciplinar y que después se dedican a lo social y se trasforman de alguna manera en educadores sociales o educadores populares, pero tienen de alguna manera esa base, como esa lógica de profesor o de maestro; un elemento que después lo usan como un andamiaje para trabajar en lo social. Y de golpe, que aparezca la figura del educador social es disruptivo en términos de decir: ¿va a competir con el profesor? O los mismos estudiantes te dicen: ¿yo voy a poder dar clases? o sea, hasta ellos mismos tienen la confusión, internamente. Y por otro lado es esta idea de que va a trabajar en equipos interdisciplinarios, entonces cómo pensamos en una figura, profesional y técnico que no pueda moverse individualmente? Entonces en nuestra sociedad es una alteridad, porque te están preparando para moverte individualmente, cada vez es más lógico que vos puedas trabajar frente a estudiantes solo. Y en el campo social no se entiende alguien que trabaje solo. No se concibe, entonces todas estas traducciones llevan a tener que estar con cierta claridad, o muy atento para que no se pierda la línea bajo la cual estás construyendo ciertos elementos básicos para el educador social. Y lo segundo es que si no profesa, ¿qué es lo que hace? Es decir, si no enseña en la escuela, qué es lo que enseña? Todas estas discusiones son enormes, porque cuando estamos acostumbrados a trabajar desde lo situacional, desde lo que va emergiendo o se va configurando, te lo podés explicar que no se trata de llevar un programa sino que la situación se va habilitando, se va nutriendo, se va leudando y vas pudiendo trabajar desde un lugar donde el otro se apropia o le llegan elementos de la cultura. Pero cuesta mucho, predomina la necesidad de tener herramientas, de llegar a un equipo multidisciplinario y decir yo tengo las herramientas y yo les puedo enseñar tal cosa. Porque es como lo que piden los equipos a la vez. Yo creo que con el tiempo se va a ir dando, que tiene que ver con la pregunta del campo laboral que quizás te falta. Con el tiempo se va ir dando, de una manera progresiva, la demanda del educador social y que la configuración de su identidad y de su profesionalidad va a tener mucho que ver con lo que podamos trabajar nosotros/as y ellas/os en torno a estos elementos…

A. ...y su especificidad también.

ER. Sí, a que en el campo sepan lo que tienen que hacer y que en su trabajo sean coherentes, no se confundan, no se superpongan, no compitan con compañeros en el campo. Por eso lo importante de esta investigación, porque una de las cosas que a mí me interesa es pensar: ¿quiénes están en el campo socioeducativo, en el territorio y cómo se ven? ¿Cómo se están viendo en función de estas lógicas de sometimiento que se está viendo. Yo soy trabajador social y viene un educador social y digo, qué bueno porque necesito ayuda, como una lógica casi complementaria. O un pedagogo, un licenciado en pedagogía, decir qué bueno que venga para así poder desarrollar acciones territoriales y sistematizarlas. Es decir, cómo se va imaginando cada uno en función de las lógicas que se dan en territorio. Y lo otro, es qué insumos tiene para construir esas lógicas, a quiénes lee, qué discusiones, qué bases sobre la temática está pudiendo defender a la hora de tener que participar en esos equipos, porque sino será una lógica de sometimiento. Si no tiene espíteme, si no tiene la lógica de decir: no, nosotros pensamos desde la ES que es importante habilitar espacios para la apropiación cultural. Bueno, explicáme cómo. O para la construcción de una ciudadanía plena a partir del conocimiento de sus derechos. Bue-no, pero explicáme cómo llegás a esas conclusiones y cómo habilitás y colaborás en este grupo. Y lo podrá hacer, en la medida en que él pueda definir esto es educativo y me siento preparado para desarrollarlo, les parece bien que lo haga?. Es tener una actitud colaborativa con un equipo interdisciplinario o con un espacio institucional. Sí me da miedo esto de andar solo en el terreno, de pensarse solos y no organizados. Me daría un poquito de des-confianza pensar que hay una disciplina que te prepara para andar solo en el terreno de lo social.

A. Pero no es la orientación que están recibiendo en la carrera.

ER. No, y es una orientación que no debería tener nadie. Por desgracia en algunas universidades, sobre todo en las privadas, no te dan el enfoque como para que después puedas salir a trabajar con otros con una mirada de la subjetividad un poco más amplia: mirando la filosofía, la historia de la educación, mirando la constitución de las organizaciones de base, respetando los saberes del otro y demás. Yo miro algún currículum y el otro no está presente, está presente lo que yo sé, nada más. Y eso puede ser peligroso. Si nosotros logramos que el otro esté presente en el diálogo que se establezca en territorio, creo que no nos vamos a equivocar mucho.

A. En otra oportunidad comentaste de un proyecto de investigación radicado en la Facultad de Educación. ¿Su objeto tiene que ver con esto último que decías del educador social y qué es lo que se está configurando como mirada de su rol en territorio?

ER. Sí, pero es él y los demás. No importa si es educador social, sociólogo, psicólogo social, profesor, etc. Es cómo los que trabajan en procesos socioeducativos en territorio, en las prácticas socieducativas, conciben su hacer. Desde dónde se están mirando, a dónde está mirando cada uno su hacer en territorio. Su lógica, la justificación de su hacer, el fundamento de su praxis. Si es colectivo, desde dónde participan y si no es colectivo, cómo lo hacen? Por ejemplo, en Uruguay no se trabaja por fuera de una institución, y las prácticas no se hacen por fuera de una institución u organización. Nosotros estamos logrando algo muy similar. Y me parece que tiene que ver con la lógica de sostén. Porque vos no podés mandar a una persona y decir: andáte al barrio, sentáte en la plaza y hacé. Por un montón de razones, porque está desamparada. Entonces la lógica es que se involucren con gente que ya está haciendo y que puedan aprender y que después puedan colaborar también. Y lo último es quizá lo más desafiante, lo que no tiene res-puesta, que es el campo laboral. Es una palabra no muy provechosa para los tiempos que estamos viviendo, pero los gobiernos que nos están gestionando, dejan cada vez mayor campo para trabajar; si hablamos en término de la necesidad, es inacabado el campo. No existe algún campo donde no pueda estar un educador. Pero sí existen ciertas condiciones para que tenga sentido que esté el educador.

A. ¿Cuáles te parece que son esas condiciones?

ER. Una apuesta a la ciudadanía, la lógica de que el educador se sienta acompañado o en un colectivo que esté haciendo algo que sea pertinente para el campo de la educación: fenómenos de ciudadanía o de apropiación de la cultura o de generación de fenómenos culturales, o de una lógica más de construcción de un proyecto o un plan donde lo educativo esté presente. Por ejemplo la construcción de un SUM o un CIC en un barrio, bueno a ese salón hay que dotarlo de sentido y sentarse con la gente del barrio a pensar una estrategia que pase por lo educativo, por lo cultural y que él esté presente en la lógica de dar la palabra, de poder pensar con los otros. Que la educación social, con otros profesionales, esté presente de alguna manera que le permita entender criterios que no llegan a ese espacio y que le podrían llegar; una lógica de mediación, de transmisión. En Mendoza de conocí chicos de 14 años que nunca fueron al cine, y no pocos, muchos. O de 20 chicos del Algarrobal, 6 con chagas y que esté naturalizado. En términos de educación para la salud no es posible pensar que a 5 kilómetros de la ciudad tenés de 20, 6 chicos con chagas. Si realmente hubiera inversión en educadores y equipos de salud territoriales, eso no estaría pasando, porque el educador de alguna manera permitiría o favorecería para que se den ciertos procesos de apropiación de lo que no es natural y debe exigirse como derecho. En San Luis también me pasó en un momento de trabajo colectivo con un rompecabezas, un unecocos que le llamo. Había una figura en Power Point y la tenían que tratar de resolver colectivamente. Y un chico de 13 o 14 años no trabajó en ningún momento. Entonces cuando terminó la actividad le pregunté:

-¿Qué te pasó? ¿No tenías ganas?

-No, lo que pasó es que no entendí lo que me pedían.

-¿Nunca armaste un rompecabezas?

-No, nunca había tenido un rompecabezas en la mano.

Imaginate otras cosas para un chico del campo. Todos esos accesos, todas esas lógicas de acceso, no se garantizan si seguimos apostando a más policías, a más gendarmes que lo que menos hacen es propiciar derechos para que los pibes se puedan sentir habilitados a ser parte de una sociedad que todos tenemos que construir. Entonces, indudablemente creo que el campo está. Lo que hay que hacer, el gran desafío, es cómo hacerle entender al otro, al que tiene capacidad de decisión, que hay que apostar a eso. Y cómo hacer para mostrar oportunamente los logros.

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