Dossier Abierto

La religión como mecanismo legitimador de prácticas extractivistas energéticas en Guasca

Religion as a legitimating mechanism of extractivism energetic practices in Guasca

Helber Mauricio Bernal Moreno
Universidad Javeriana y Universidad del Rosario, Colombia

La religión como mecanismo legitimador de prácticas extractivistas energéticas en Guasca

RevIISE - Revista de Ciencias Sociales y Humanas, vol. 10, núm. 10, pp. 123-134, 2017

Universidad Nacional de San Juan

Recepción: 15 Mayo 2017

Aprobación: 30 Agosto 2017

Resumen: En este artículo se analiza la manera como la religión católica es empleada por los promotores del proyecto energético Nueva Esperanza1 con el fin de persuadir a los habitantes del municipio de Guasca2, para que no presenten mayor oposición a la realización de dicho proyecto. En este caso se problematiza la manera como los promotores de este proyecto emplean la religión como un elemento no sólo constructor de la realidad, sino conservador de esta. Así mismo se analiza a la religión católica y a los representantes de esta como elementos con gran incidencia política y económica dentro de las decisiones cotidianas de una comunidad. Esto cobra mayor relevancia teniendo en cuenta que la gran mayoría de habitantes del municipio de Guasca profesan la religión católica. A partir de esta coyuntura, en este artículo se busca reflexionar sobre el alcance que tiene la religión católica en el desarrollo de una práctica extractivista energética.

Palabras clave: meligión, Guasca, extractivismo energético, iglesia católica.

Abstract: This article analyzes the way in which the Catholic religion is used by the promoters of the Nueva Esperanza energy project in order to persuade the inhabitants of the municipality of Guasca2 not to present any major opposition to the project. In this case it is problematized the way in which the promoters of this project use religion as an element not only constructor of the reality, but conservative of this one. It also analyzes the Catholic religion and its representatives as elements with great political and economic impact within the daily decisions of a community. This becomes more relevant considering that the vast majority of inhabitants of the municipality of Guasca profess the Catholic religion. From this juncture, this article seeks to reflect on the scope of the Catholic religion in the development of an extractive energy practice.

Keywords: Religion, Guasca, energy extractivism, catholic church.

Introducción

Esta investigación fue realizada entre enero de 2015 y septiembre de 2016 y es producto de la tesis de maestría3 denominada Elefantes de metal, guardianas de la montaña y otros relatos montañeros: Análisis de la configuración de exploración de shale gas y tendido eléctrico de alta tensión como conflictos socioambientales energéticos (Moreno, 2017). Dicho trabajo partió de la idea de que un conflicto socioambiental producto de prácticas extractivistas energéticas no es algo estático ni mucho menos homogéneo. Por el contrario, se compone de diferentes actores, lenguajes de valoración y mecanismos que lo configuran. De esta manera, y tomando como estudio de caso dos prácticas extractivistas (tendido eléctrico de alta tensión y exploración de shale gas), se buscó analizar estos elementos que construyen este tipo de conflictos. Ya que ambos proyectos extractivistas se han desarrollado de manera simultánea en el municipio de Guasca (Cundinamarca) se consideró pertinente analizarlos a la par. Esto originó un gran número de actores, lenguajes valorativos y mecanismos que forman parte de los conflictos que se generan en la realización de proyectos extractivistas de este tipo.

A raíz de este análisis y de un exhaustivo trabajo de campo etnográfico, se pudo observar que la religión católica4 ocupó un rol central en la manera como se desarrolló el proyecto extractivista de tendido eléctrico de alta tensión en el municipio de Guasca, el cual se denominó Nueva Esperanza. Diferentes preguntas surgieron a partir de este fenómeno. Interrogantes como, ¿Qué papel puede jugar la iglesia católica en el éxito o fracaso de un proyecto extractivista energético en determinada población? ¿La religión tiene el poder de incidir en las decisiones sociopolíticas de una comunidad, frente al desarrollo de un proyecto extractivista energético? ¿Qué sucede cuando una persona de la comunidad cuestiona o se opone al discurso de apoyo de un proyecto extractivista energético emitido por un representante de la iglesia católica?, ¿Qué beneficios puede recibir la iglesia católica y sus representantes al apoyar o rechazar un proyecto extractivista energético?. Todas estas preguntas originaron que se decidiera analizar a profundidad la incidencia que ha tendido la iglesia católica de Guasca en el desarrollo del tendido eléctrico de alta tensión del municipio.

Aspectos metodológicos

Esta investigación es de carácter cualitativo y de tipo etnográfica. Las técnicas empleadas para la recolección de información y posterior análisis fueron la observación participante y la entrevista a profundidad. Así mismo (aunque con menos frecuencia) se empleó análisis documental, especialmente documentos históricos del municipio y publicaciones de periódicos locales y regionales. Frente a la observación participante es preciso señalar que tanto en reuniones de socialización del proyecto Nueva Esperanza como en reuniones de oposición de este proyecto se desarrolló dicha técnica. Las entrevistas a profundidad se desarrollaron de la mano con las actividades mencionadas anteriormente (socialización y oposición). En estas entrevistas se buscó analizar la voz de algunas de las personas afectadas por este proyecto energético. De igual manera se abordó a personas que si bien no están afectadas de manera directa por este proyecto, si se oponen y se movilizan contra él. Del mismo modo el discurso emitido por algunos representantes de la iglesia católica frente al desarrollo del proyecto Nueva Esperanza fue analizado. En este caso esto se articuló con observación y entrevista a profundidad.

A pesar de que se menciona reiteradamente al municipio de Guasca como escenario de investigación, es preciso señalar que se dio gran interés a los habitantes del área de incidencia del trazado eléctrico Nueva Esperanza. Algunos de los habitantes de las veredas La Concepción, Trinidad, Floresta, Santa Ana y Pastor Ospina (afectados por este proyecto energético) son quienes mayor protagonismo adquieren. No obstante también adquieren gran relevancia algunos habitantes del casco urbano de Guasca, como los integrantes de Fortaleza de la Montaña y los representantes de la iglesia católica del municipio. Así mismo, se consideraron relevantes las experiencias de algunas personas que si bien viven en municipios aledaños a Guasca (como La Calera), también han sido afectados por dicho proyecto.

Antecedentes históricos de la relación entre religión y extractivismo energético5 en Guasca

Hacia finales del siglo XX, Guasca era considerado uno los municipios de la sabana de Cun-dinamarca con mayor potencial minero de gravilla y arena (Asosiecha, 2008). En ese momento, uno de los lugares destinados para dicha explotación minera fue la zona ubicada entre el río Siecha y la Capilla de Siecha6. Ya que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) decidió en 1988 que en este lugar se podía extraer gravilla y arena, la compañía Congravas Ltda presentó solicitud de explotación a esta corporación y fue aprobada. Esto desató una gran polémica entre los habitantes de este sector ya que para muchos dicha actividad minera causaba un deterioro social y ambiental significativo.

Impactos como la contaminación de fuentes hídricas, la tala de árboles, el constante ruido (producido por maquinarias extractivas) y el cambio de uso de suelo (de agrícola a minero) originaron preocupación e inconformidad en la comunidad. Ante esto, los habitantes de este lugar buscaron dialogar con la entidad extractivista pero esto no tuvo mayor éxito. De igual manera presentaron en diversas oportunidades peticiones para que la CAR suspendiera la licencia que había concedido, pero estas nunca fueron contestadas. Para una de las mujeres que en la actualidad administra el ingreso a las Capillas del Siecha era preocupante que una entidad que protege el medio ambiente, no escuchara a los campesinos de Guasca y le ayudara a una empresa minera. Ya que el apelar a la conservación de la naturaleza y al sustento de la población no había tenido frutos, la comunidad vio en la conservación de las capillas que se encontraban en este lugar una oportunidad para frenar la avanzada minera.

Si bien para finales del siglo XX las Capillas del Siecha ya no eran empleadas con fines evangelizadores aún seguían siendo el referente de religiosidad y de tradición cultural del municipio. De este modo, algunos integrantes de ASO-SIECHA solicitaron en ese entonces al Consejo de Monumentos de Colombia que estas capillas fueran declaradas como monumento nacional (Asosiecha, 2008). Esta petición fue respondida con éxito y a partir de 1991 las Capillas del Siecha son consideradas como monumento nacional. Si bien la conservación de las capillas era algo importante para las personas, el alcance que tenía dicha conservación era aún más importante. Dicha conservación implicó no sólo que se protegiera esta edificación, sino todo lo que se encontraba a su alrededor (457 hectáreas aproximadamente). Esto afectaba directamente la extracción de gravilla y arena ya que su área de trabajo se encontraba dentro de esas 457 hectáreas protegidas. Ante esto, la empresa Congravas tuvo que suspender su actividad minera y marcharse del lugar, lo cual fue tomado por la población como un triunfo de la comunidad sobre las empresas mineras. A pesar de que han pasado varios años desde que ocurrió esto, algunos habitantes de Guasca aún recuerdan este suceso, ya que para ellos, esto representó el triunfo de la comunidad sobre la minería y el deterioro de su entorno.

En este contexto se puede observar que el símbolo cultural y religioso que tenían las Capillas del Siecha para los habitantes de Guasca y para el mismo gobierno nacional incidió en la no continuidad de la actividad minera en este lugar. Así mismo se observa que las tendencias religiosas de la población guasqueña y de los representantes de las distintas estancias estatales de finales del siglo XX, pudieron incidir en que dicha empresa tuviera éxito. Probablemente hubiese sido más difícil declarar estas capillas como monumento nacional con una comunidad y unos funcionarios estatales con tendencias religiosas diferentes a la católica. Otro elemento que cobra gran significado en este caso es el poder movilizador que tiene la religión cuando esta apela a su poder cultural y político. En efecto, la comunidad de Guasca de finales del siglo XX, supo dinamizar su capacidad de movilización articulando el símbolo cultural e histórico de las Capillas del Siecha. Esto combinado con la gestión realizada ante entes instituciones estatales logró frenar la avanzada de la explotación minera. De este modo cultura y política trabajaron de la mano en pro del beneficio de la comunidad.

En esta coyuntura no sólo se observa que el uso de la religión y sus instituciones ha tenido una gran incidencia en la historia de Guasca, sino que ha tenido gran participación en el éxito o fracaso de las actividades extractivistas minero-energéticas en el territorio. Posiblemente sin la existencia de esta construcción, la extracción de arena y gravilla habría seguido desarrollándose sin mayores contratiempos. La iglesia católica en este caso contribuyó (como actor político y social) en la neutralización de un proyecto extractivista. No obstante y como se ha podido observar en este artículo, no siempre la iglesia católica ha participado en el rechazo de proyectos que explotan intensivamente la naturaleza.

Religión católica y extractivismo energético en Guasca

Algunas personas apelan a nociones religiosas para justificar el sometimiento intensivo del ser humano sobre la naturaleza. En efecto, argumentan que el sometimiento de la naturaleza y de los elementos que la componen es algo que está designado por un ser supremo (naturaleza de Dios puesta al servicio del hombre). Pálsson (2001) afirma que en la explotación orientalista tradicional de la naturaleza, no sólo se resalta la división humano-naturaleza, sino que se resalta al hombre como administrador del mundo por disposición de Dios7. Naturaleza salvaje, desconocida y en pecado8 a la espera de ser dominada y transformada por el hombre9. De esta manera, a medida que el hombre somete a la naturaleza y “domestica” lo salvaje, se aleja de su parte no humana para lograr cierto grado de superioridad frente a otras especies y así tener semejanza con un ser superior. La creación más importante de Dios, “el hombre” (Serje, 1999) por encima de la naturaleza. De este modo se observa una jerarquía en cuanto a la relación hombre-naturaleza: Dios como ser dotado de divinidad se encontraría sobre toda su creación. Seguido de él se encontraría la humanidad y en ella su máximo representante el hombre (masculno). Por último, la naturaleza, externa al ser humano y carente de divinidad.

En este sentido, se pueden distinguir algunos discursos de sometimiento de la naturaleza que están atravesados por nociones religiosas. Para el cristianismo, por ejemplo, el “jardín del Edén” representa ese ideal de la naturaleza puesta por Dios, que está al servicio del hombre y que se aleja del pecado y lo desconocido. En este lugar cercado, benéfico, seguro, protegido contra la naturaleza hostil y entrópica, reinan el orden, la abundancia y el placer (Serje, 1999). Todos los elementos de la naturaleza al servicio del hombre. De igual manera, dentro del cristianismo, frases como “Dios proveerá” son empleadas con regularidad para hablar de la intervención de Dios cuando un recurso se agota o está a punto de agotarse. La naturaleza, en esta coyuntura, se piensa como un elemento inagotable el cual se puede explotar intensivamente.

Durante la ejecución del tendido eléctrico de alta tensión (denominado Nueva Esperanza), las personas que se oponían a dicho proyecto realizaron diversas reuniones10 intentando buscar alternativas para que este no los afectara significativamente. En la mayoría de estas reuniones, el entonces viceministro del Interior, Carlos Ferro11, fue el encargado de conciliar entre las dos partes (entidad extractivista/opositores de entidad extractivista). Cuando los campesinos exponían sus argumentos de oposición a este proyecto, Carlos Ferro los persuadía hablándoles de los escasos impactos que tendría dicho proyecto y de los beneficios de este. Sin embargo cuando una mujer integrante de una organización de jóvenes del municipio de Guasca denominada Fortaleza de la Montaña12 cuestionó este proyecto argumentando los impactos ambientales y sociales que este podía ocasionar, Carlos Ferro no lo tomó con agrado. Algo incómodo, rechazó la intervención de esta joven y aprovechando la afluencia de personas que posiblemente profesaban la religión católica replicó:

…muchas veces la verdad está manipulada por “ambientalistas radicales”, quienes consideran cualquier actividad económica como nociva para la naturaleza. ¡Hasta pisar una ramita lo consideran como malo! Ustedes, ¿qué prefieren? ¿cortar un árbol para producir carbón y así hacer el sancocho o tener gas a través de un tubo que no le hace daño a nadie? Nosotros tenemos que aprovechar los recursos que Dios nos dio, para utilizarlos en nuestro beneficio… Ahora, con la energía eléctrica el impacto ambiental es mínimo. y si Dios nos dio el agua para que la aprovechemos ¿por qué no lo vamos a hacer?

(Intervención de Carlos Ferro, 11 de Abril de 2015, municipio de La Calera)

En este contexto, la naturaleza y sus recursos son señalados como un elemento pasivo que ha sido dispuesto por un ser supremo para ser explotados. El mencionar a Dios, si bien puede estar atado a nociones religiosas del emisor del discurso, también puede ser producto de una estrategia de persuasión. A pesar de que en la actualidad los habitantes de Cundinamarca profesan distintas creencias religiosas13, se observa que en Guasca aún hay muchas personas de edad avanzada que profesan la religión católica14. En efecto, mencionar a Dios como proveedor de recursos en una reunión donde la mayoría de las personas es de avanzada edad sirve como elemento de legitimación y persuasión. Para una persona que está preocupada por los posibles impactos que un proyecto extractivista origine en su entorno, el que se apele a Dios como “garante” de explotación puede resultar contradictorio y confuso. En efecto, las creencias religiosas de estas personas pueden ser un factor influyente al momento de actuar o no en contra de estas prácticas. De este modo puede que algunas personas se abstengan de cuestionar la práctica extractivista si este cuestionamiento entra en confrontación con sus creencias religiosas15.

Frente a esto, los promotores de proyectos extractivistas apelan a las creencias religiosas de las personas para legitimar sus prácticas en un territorio. En efecto, algunos de ellos han visto en la religión una estrategia a través de la cual pueden persuadir a las personas de que acepten un proyecto de este tipo sin necesidad de entran en confrontación directa con ellos. De este modo, la religión es empleada como mecanismo legitimador de determinada práctica y como elemento de conservación de un orden social dominante, tal como lo afirman Berger (1969) y Parsons (1999). Para Berger (1969) la religión como instrumento de legitimación logra articular una realidad definida socialmente con elementos de sacridad y divinidad. De este modo, la religión puede convertirse en elemento constructor y con-servador de la realidad simultáneamente.

Ya que en Guasca muchos de sus habitantes profesan la religión católica, los promotores del proyecto Nueva Esperanza han visto en esta creencia una oportunidad para persuadir a las personas de vender sus predios a esta entidad. El 25 de abril de 2015, dos integrantes de la organización comunitaria de Guasca Asociación Comunitaria Fortaleza de la Montaña se encontraron con una de las propietarias de los predios por donde se va a ejecutar el trazado del proyecto Nueva Esperanza. Ellos le preguntan a la señora que qué ha pasado con su propiedad y la señora les manifestó que ya negoció con los funcionarios de EPM. Ellos sorprendidos le preguntan a la señora el por qué de esta decisión si días antes ella les había manifestado que no quería vender su predio. Algo tímida, la señora argumentó: el sacerdote (de Guasca) en las misas nos ha dicho que es mejor que vendamos a los de la EPM, que es preferible que ganemos algo de dinero a que lo perdamos todo. Frente a esto los integrantes de Fortaleza de la Montaña la cuestionaron por no haber pensado con calma esta decisión y la señora respondió: Yo confío en los consejos de padre, si él nos dice que vendamos es porque ya no hay nada que hacer, además el está pensando en que ganemos al menos algo y no nos quedemos con las manos vacías.

En este contexto, la religión es empleada por los promotores del proyecto de transporte de energía como un mecanismo legitimador de su práctica. Tanto el sacerdote como la iglesia se convierten en elementos centrales de legitimación16. En primera medida, el sacerdote al contar con estatus social y religioso dentro de la comunidad, puede emplear su discurso a favor del proyecto extractivista sin ser cuestionado. Este al estar relacionado con diferentes actividades sociales del municipio, puede ser considerado por muchos habitantes de Guasca como un actor que está a favor del bienestar colectivo de las personas. Posiblemente, el sacerdote cuenta con igual o mayor legitimidad social que muchas otras figuras públicas de Guasca (como el alcalde). Si bien, el alcalde cuenta con mayor poder político y social, para muchas personas el sacerdote católico está más relacionado con los intereses y necesidades de las personas17.

En efecto, puede que para los feligreses católicos tenga mayor afectación la sustitución del sacerdote del municipio que la del mismo alcalde. De este modo, cuando el sacerdote dentro del discurso religioso habla sobre la importancia de que las personas vendan sus predios para el proyecto Nueva Esperanza, seguramente muy pocos desconfiarán de él o lo cuestionarán. Para muchos, esta persona sólo está pensando en el bienestar de la comunidad y si les sugiere que vendan sus predios para el proyecto energético es porque esto es lo más conveniente. Así, el carisma social y político del sacerdote se convierte en un elemento central de persuasión tal como lo argumentan Giménez Béliveau y Esquivel (1996). En muchos casos, para que una figura religiosa (en este caso el sacerdote católico) tenga mayor incidencia sobre sus feligreses, se requiere que este tenga gran empatía con ellos. No es lo mismo un consejo proveniente de alguien apático que de alguien cercano y familiar.

Entre tanto, bajo la retórica religiosa de la abnegación, el sacerdote de Guasca ha incentivado a que las personas afectadas por el proyecto Nueva Esperanza vendan sus predios sin mayor oposición. En este sentido, el sacerdote apela al discurso religioso basado en actitudes de sumisión, donde el cuestionamiento, el resentimiento y la venganza no tienen cabida (Weber, 1999). De este modo se busca persuadir a las personas para que no desplieguen iniciativa alguna en contra de este proyecto, aún cuando puede estar en riesgo su propio entorno y vida. En estos casos algunos líderes religiosos persuaden a las personas para que no tomen iniciativa en contra de este tipo de proyectos. De este modo, muchas personas pueden optar por dejar en “manos de Dios” el cuestionamiento a las prácticas extractivistas energéticas y a los impactos que estas puedan generar, la beatitud eterna está destinada a los piadosos (Weber, 1999). Esto lo hizo evidente un campesino de avanzada edad de la vereda La Concepción.

Esos de la petrolera (Nexen) llegaron y dañaron el pasto y los suelos. ¡Dicen que hasta el agua que pasa por debajo la contaminaron! Pero ellos sabrán lo que hicieron y si no pagan acá, ¡cuando tengan que rendirle cuentas a nuestro Señor! (Dios), ¡él sí los hará pagar!

(José Cortés, 13 de junio de 2015).

Como se observa en este caso, existe una resignación frente al desarrollo de este proyecto extractivista. Puede que por su avanzada edad o porque considere que no tiene las herramientas suficientes para oponerse a este proyecto, esta persona prefiera esperar a que un ser supremo le proporcione algún tipo de castigo a quienes están dañando su entorno. Este tiempo de espera no sólo limita la capacidad de reacción de las personas, sino que las condiciona a depender de ayudas que en algunos casos nunca se manifiestan.

Ahora bien, el estatus social y religioso con que cuenta el sacerdote de Guasca no sólo es empleado para legitimar su discurso, también se emplea para deslegitimar discursos que están en contra de este. Cuestionar el discurso del sacerdote, puede ser visto como un cuestionamiento a la religión. Esto a su vez puede originar que las personas que cuestionen su discurso sean rechazadas no sólo por el sacerdote sino por los demás asistentes a la ceremonia religiosa. El cuestionar al sacerdote, puede implicar sinónimo de desorden y desviación social. De esta manera, puede ocurrir que la persona que cuestione este tipo de discursos tenga que asumir la presión social y religiosa. Posiblemente para muchos feligreses la persona no sólo está cuestionando las sugerencias del sacerdote, sino que está cuestionando a la iglesia y a los “designios de Dios”. Frente a esto, puede ocurrir que muy pocos feligreses intenten apoyar a esta persona. Aspectos como el estatus social y religioso pueden ser el motivo para que las personas se abstengan de esto. Aunque muchas personas pueden estar desacuerdo con lo que sugiere el sacerdote, seguramente considerarán como arriesgado o poco razonable contradecirlo.

Como se ha mencionado anteriormente cuestionar un discurso emitido por un representante de la iglesia católica puede ser interpretado por algunas personas como un cuestionamiento directo a la iglesia y a la religión. Posiblemente quien es cuestionado desplegará diferentes estrategias para tratar no solo de deslegitimar este cuestionamiento, sino a la persona que lo emite. En Guasca, don José Varonio Sánchez es una persona que profesa la religión católica. El asiste constantemente a misa y participa en las diferentes tradiciones propias de esta religión. Al igual que muchos habitantes de Guasca, parte de los predios que posee don José resultan afectados por el tendido eléctrico Nueva Esperanza. Aunque don José no se moviliza de manera activa en contra de este proyecto, sí manifiesta de manera abierta que se opone a este. A través de groserías y palabras descalificantes señala que no está dispuesto a ceder sus predios o parte de estos para dicho proyecto. A pesar de que don José es una persona devota del catolicismo, para él fue contradictorio que el sacerdote de la iglesia donde asiste tratara de persuadirlo a él y a otras personas para que vendieran sus predios a EPM. Ante esto, don José reaccionó de manera airada y confrontó al sacerdote y lo cuestionó en presencia de todos los feligreses. El sacerdote apelando a su estatus religioso y social deslegitimó este cuestionamiento y afirmó que don José tenía una actitud poco respetuosa con él y con la iglesia. Esto incidió en que los demás feligreses asumieran la misma postura de sacerdote y cuestionaran a don José. Esto se evidenció en palabras del sacerdote:

Yo simplemente he tratado de aconsejarles a las personas que si van a vender vendan sus predios a buen precio y que no se dejen estafar. Miren, este proyecto ya no tiene reversa y eso tarde que temprano lo van a ejecutar. Entonces lo que he hecho en misa es aconsejarles a las personas para que negocien bien y al menos tengan algo de dinero para comprar en otro lado. Es que he sabido de casos donde las personas han vendido por poquito creyendo en chismes y rumores y eso no les ha alcanzado para nada. Yo solo trato de colaborar así haya personas que no lo entiendan y lleguen a misa todos groseros a gritarme…porque hay un señor ya de edad que interrumpiendo la misa me ha dicho malas palabras y no me deja hablar y eso es incómodo para mí y para el resto de la gente…algunas veces he tenido que decirle que se vaya porque es muy grosero y él no entiende que sólo trato de ayudar

(Diálogo con el sacerdote Carlos Roncancio, 25 de abril de 2015)

En este caso, el sacerdote no cuestiona directa-mente al señor José, sin embargo lo hace ver como una persona conflictiva y poco conveniente para la iglesia. Así mismo el estatus con que cuenta el sacerdote incide en que no cualquier persona pueda cuestionarlo y menos en un espacio como la iglesia donde él trabaja. Aspectos superficiales de don José, como su edad, su forma de vestir (campesina) y su origen campesino, pueden incidir en que una persona como el sacerdote de Guasca cuestione lo que esta persona dice y la considere poco relevante.

Entre tanto, y a pesar de que algunas personas puedan estar de acuerdo con lo planteado por don José, seguramente muy pocas lo harán manifiesto. El temor a ser cuestionados y perder legitimidad social puede incidir en que algunos duden en apoyar a esta persona. De igual manera la iglesia católica al estar durante mucho tiempo relacionada con la cotidianidad de la vida de los habitantes de Guasca, puede ocurrir que algunos le adjudiquen el criterio de decidir lo que es bueno o malo para ellos. Puede que para muchas personas la idea de vender sus predios represente algo negativo (desplazamiento, desarraigo, pérdida de identidad, entre otros). Sin embargo, esta idea puede ser revaluada o modificada a partir de la intervención de la iglesia y de sus representantes. De este modo, la disputa interna de una persona entre lo malo o bueno de la venta de su propiedad, puede tomar uno u otro rumbo según la influencia del sacerdote. Cuando el sacerdote les sugiere a sus feligreses que deben vender sus predios, muchos lo asumen como algo que no se debe discutir ya que para ellos esta persona es “el representante de Dios”. Si bien puede que el sacerdote nunca haya dicho que el proyecto de transporte de energía es algo positivo para el municipio, al decir que las personas deben vender sus propiedades está tomando una postura a favor de este proyecto. Así mismo, para la entidad que planea desarrollar el proyecto de transporte de energía, la iglesia católica y las misas que se desarrollan en este lugar se pueden convertir en una herramienta fructífera de legitimación.

Aunque la iglesia católica es un gran referente de religiosidad, también representa un símbolo de tradición cultural para muchos de los habitantes de Guasca. Esto implica que muchas personas estén fuertemente arraigadas a la iglesia y a los discursos que esta transmite. Para muchos de los habitantes de Guasca, la iglesia está en pro de su bienestar social y espiritual. Por esta razón se identifican tanto con sus representantes como con sus discursos y prácticas. De esta manera, al utilizar la iglesia católica como elemento legitimador de un proyecto extractivista, se busca que las personas se identifiquen con dicho proyecto y lo vean asociado al bienestar espiritual y social.

No obstante para algunas personas que prac-tican la religión católica (y algunas otras religiones) el ser cuestionados o rechazados dentro del entorno religioso por sus convicciones sociales o políticas no tiene mayor relevancia. Dentro de este grupo de personas se pueden ubicar aquellos que si bien profesan una religión, no acuden a una iglesia ni practican a cabalidad los rituales propios de esta. Estas personas por lo general practican su religión por cuenta propia (cuentapropismo religioso). Según Mallimaci (2004) el cuentapropismo religioso implica que una persona puede manifestar sus creencias religiosas sin necesidad de contar con la aprobación de un sacerdote o de una institución religiosa.

En Guasca, algunos jóvenes y adultos si bien no acuden a misa, aún se consideran católicos o participan en algunas prácticas relacionadas con esta religión (oran, acuden a funerales, celebran la Pascua, etc.). Estas personas afirman por ejemplo que rezan en sus casas y que no “necesitan de una iglesia” para comunicarse con Dios18. De este modo, la iglesia como escenario de congregación y las reglas de este lugar seguramente no tienen gran significancia para este tipo de personas. Ellos pueden manifestar su fe sin mucha preocupación por normas o disposiciones ins-titucionales (Mallimaci, 2004).

Si bien en la iglesia católica de Guasca el padre Carlos Roncancio le hablaba a sus feligreses sobre la importancia de que vendieran sus predios al proyecto Nueva Esperanza, puede que para algunos cuentapropistas este mensaje no tuviera gran eco19. En primer lugar se debe tener en cuenta que algunas de las personas que no asisten a misa probablemente nunca escucharán el mensaje emitido por este sacerdote. Para otras personas las recomendaciones y persuasión del sacerdote no tendrán mayor importancia. Al no asistir a misa, ellos pueden oponerse abiertamente a este proyecto sin estar condicionados por una posible sanción social. Así mismo podrán en determinado momento confrontar al sacerdote sin el temor de ser juzgados por este. Un ejemplo de esto se evidenció cuando algunos integrantes de Fortaleza de la Montaña (de los cuales ninguno asiste a misa católica) esperaron al sacerdote Carlos Roncancio a la salida de la iglesia. Sin mayor temor lo abordaron y le cuestionaron sobre el papel de este en el desarrollo del proyecto Nueva Esperanza. En este caso la jerarquía religiosa del sacerdote y su estatus político no tuvieron una relevancia significativa para estas personas.

Ahora bien, no es del todo negativo para el sacerdote que los integrantes de Fortaleza no sean su feligreses. El cuentapropismo religioso no sólo incide en que estas personas no puedan ser persuadidas por el sacerdote. También puede impedir que estas personas cuestionen al sacerdote directamente en su iglesia. A pesar de que algunas personas acuden a la iglesia y practican los rituales religiosos de esta, no se abstienen de manifestar su opinión cuando están en desacuerdo con algo. Don José Varonio es un ejemplo claro de esto20. Él no está de acuerdo con el proyecto Nueva Esperanza y con las sugerencias del sacerdote Carlos Roncancio. Esto se lo ha hecho evidente a este sacerdote y al resto de feligreses. Para este sacerdote don José puede resultar una persona problemática para su estatus y posiblemente sería más cómodo para él que esta persona no acudiera a misa.

De otro lado, es preciso destacar que los representantes de la iglesia católica no pueden pensarse como sujetos apolíticos. Por lo general los sacerdotes conocen, entienden y tienen afinidad con uno u otro modelo económico o político. Si bien en el caso de Guasca el sacerdote católico de una u otra forma ha buscado que las personas vendan sus predios para el desarrollo del proyecto Nueva Esperanza, en otros casos los sacerdotes han rechazado este tipo de proyectos. Estos sacerdotes han logrado articular sus posturas y su poder de movilización con otros actores que comparten iniciativas similares. Ante esto, muchos movimientos sociales de oposición a proyectos extractivistas han logrado contar con el apoyo de la iglesia católica gracias a las tendencias políticas e ideológicas del sacerdote que está a cargo de esta.

Como se ha mencionado con anterioridad, el sacerdote puede apelar a las creencias religiosas de las personas para lograr el apoyo de estas. Si dentro de la ideología del sacerdote se encuentra el culto a la naturaleza, este puede apelar a sus feligreses para buscar la protección de esta. Asimismo puede incentivar a estas personas para que rechacen y juzguen a los que en su concepto degradan la naturaleza. Para algunos estas iniciativas propias de la teología de la liberación21, articulan el desarrollo de la vida digna de las comunidades, con el cuidado y protección de la naturaleza. En efecto algunos sacerdotes católicos han considerado que la degradación de la naturaleza está estrechamente relacionada con la degradación del ser humano, por lo cual rechazan proyectos o actividades extractivistas. Algunos pobladores de Guasca, como Luisa Pedraza, sostienen que anteriormente en este municipio, la iglesia católica reivindicaba el trabajo campesino y la importancia de la relación de las personas con la naturaleza. Según Luisa, era común ver en Guasca festejos religiosos como la celebración de San Isidro Labrador22. En esta celebración participaba no sólo el sacerdote de la iglesia, sino muchos de los habitantes del municipio (en especial los campesinos). Esto permitía una articulación entre la misión evangelizadora de la iglesia católica y el reconocimiento de la labor campesina. No obstante para Luisa esta actividad ha sido dejada de lado por la iglesia católica y sus representantes:

En la actualidad muy pocos conocen de este santo (San Isidro Labrador) y de la importancia que tuvo para los campesinos y habitantes de Guasca. Poco a poco esta tradición religiosa fue desapareciendo y ya ningún sacerdote celebra esto en Guasca. Esto refleja la poca importancia que se le da en la actualidad al campesino, a sus tradiciones y a su aporte en el territorio… Donde sé que aún se celebra esta ceremonia es en el municipio de Junín, allí los sacerdotes aún realizan misas de reconocimiento de este santo.

Lo expresado por Luisa no sólo denota la pérdida de una tradición religiosa. También resalta la transformación en la relación de la iglesia católica con los habitantes de Guasca. Ante el auge de proyectos extractivistas energéticos en los últimos años, posiblemente la agricultura ya no tiene el mismo significado e importancia para muchos de los líderes políticos y religiosos de Guasca. De igual manera la presión (política y económica) de las entidades extractivistas puede incidir en la manera como los líderes religiosos y políticos actúan ante este tipo de proyectos. En muchos casos si la entidad extractivista logra persuadir a los líderes políticos y religiosos para que acepten un proyecto extractivista en su municipio, tendrán un gran aliado en el desarrollo de este tipo de proyectos. Tanto escenarios de congregación como la legitimidad política y religiosa serán desplegados para persuadir a las personas.

La relación de la iglesia católica con el proyecto Nueva Esperanza más allá de Guasca

Aunque en Guasca la religión católica fue empleada para persuadir a las personas de la aceptación del proyecto Nueva Esperanza, en municipios vecinos como La Calera, la iglesia católica sirvió como mecanismo de compensación de esta práctica extractivista. Durante la fase del proyecto Nueva Esperanza algunas personas acordaron con la entidad extractivista recibir algún tipo de compensación por la ejecución de esta actividad. La restauración de un polideportivo o la adecuación de una cancha de fútbol fueron algunas de las ideas que expusieron los habitantes de este municipio como compensación. Sin embargo, algunos habitantes de este municipio consideraron que la mejor forma de recibir una compensación sería con la restauración de una de sus iglesias católicas. Según la señora Isabel Sastoque23, la restauración de la iglesia católica representaba un beneficio colectivo para los habitantes de La Calera. Para ella, la iglesia católica en La Calera no sólo cumple una finalidad religiosa sino también social. Ella sostiene que en este lugar se han realizado diversas reuniones (políticas y culturales) y allí se han decidido temas trascendentales para el municipio. De este modo, considera que si se invierte dinero en la restauración de esta iglesia se estará beneficiando a muchos habitantes del municipio. Para ella, muchas personas podrán realizar sus reuniones en un escenario apropiado y reconocido por la gran mayoría de los habitantes.

Como se puede observar, la iglesia católica como estructura física, también es considerada como un elemento central dentro de la cotidianidad de las personas. Posiblemente otros escenarios, como un polideportivo, una escuela o un centro médico, también requieran inversión. Sin embargo, es posible que estos escenarios tengan un significado emocional y cultural menos significativo para las personas que toman las decisiones políticas de la comunidad. Así mismo y a pesar de que estos escenarios pueden brindar para muchos una garantía de derechos deportivos, educativos o de salud, su significado cultural y político puede ser menor. En este aspecto tampoco se puede desconocer que las tendencias religiosas de las personas tienen una gran incidencia. Posiblemente si los líderes de la comunidad profesan una religión diferente a la católica, seguramente la restauración de la iglesia no sería un tema relevante.

No obstante, y a pesar de que los promotores del transporte de energía eléctrica pueden acudir a la iglesia como elemento legitimador, esta no necesariamente está actuado bajo el mismo interés que los promotores de este proyecto. Para los representantes de la iglesia, posiblemente el mayor interés radique en evitar la confrontación entre los habitantes del municipio y los promotores del proyecto de transporte eléctrico. Una confrontación entre estos dos actores no sólo implicaría cuestionamientos al proyecto energético por parte de los afectados de dicho proyecto, sino que a largo plazo podría implicar cuestionamientos y movilizaciones en contra del orden social dominante, tal como argumenta Parsons (1999). En este contexto, la religión cumple la labor de integración y cohesión social, económica y política de los actores, para así evitar una ruptura del sistema social dominante. Visto de este modo, la religión no puede desentenderse de lo económico y lo político ya que esta permite que estos elementos funcionen en sincronía para garantizar el buen funcionamiento de una sociedad.

Esto implica que la religión puede ser empleada como un elemento de persuasión para evitar que las personas cuestionen determinadas prácticas socioeconómicas. De este modo no se ve alterado el orden social dominante, tal como lo argumenta (Piedrahita, 2005). Para este autor, las clases dominantes han anudado esfuerzos con la iglesia católica para suprimir cualquier alteración en el orden social tradicional. Al no existir amenaza en el estatus económico y político en una sociedad, posiblemente el estatus religioso tampoco se verá comprometido. De esta manera, el sacerdote de Guasca puede considerar que la alternativa más idónea para evitar un conflicto en el municipio es que los propietarios de los predios afectados por el proyecto Nueva Esperanza los vendan.

Entre tanto y así como la religión es empleada como mecanismo de legitimación de transporte de energía en Guasca, la iglesia también se con-vierte en un escenario idóneo de difusión. Al ser un municipio en su gran mayoría católico, los promotores del proyecto energético saben que muchas personas acuden a misa constantemente (en especial los domingos). En efecto, el discurso sobre la conveniencia de que las personas vedan sus predios será escuchado por muchas personas y de manera voluntaria. Así mismo, este mensaje no sólo será escuchado por los asistentes a la ceremonia, sino que será replicado fuera de la iglesia. En este contexto personas que no puedan asistir a la iglesia o que pertenezcan a otra religión seguramente conocerán el discurso a favor de la venta de predios. Esto facilita que los promotores del proyecto extractivista puedan persuadir a un gran número de personas sobre su conveniencia sin necesidad de abordarlos directamente.

Conclusiones

Que muchos de los habitantes de Guasca profesen la religión católica y acudan constantemente a misa, ha sido aprovechado por los promotores del proyecto de transporte de energía eléctrica para persuadir a las personas a no oponerse a la venta de sus predios. Si bien, es posible que muchas de las personas que asistían a misa no estaban de acuerdo con la sugerencia de vender sus predios a EPM, seguramente algunos de ellos se cohibían de refutar esto. En este caso, el temor de ser cuestionados por el sacerdote y por los demás asistentes a misa, incidió en que algunas personas evitaran hacer algún tipo de comentario en contra de estas sugerencias. En efecto, para muchos de los asistentes a misa, el rechazo a una sugerencia por parte de un representante de Dios y de la iglesia, puede ser interpretado como un rechazo y un cuestionamiento a la religión. Asimismo, la legitimidad social que tiene el sacerdote en Guasca, como persona preocupada por los intereses de la comunidad, ha influido de manera significativa en las decisiones cotidianas de la comunidad.

Ahora bien, que la iglesia católica promueva o no estos proyectos extractivistas también está relacionado con las tendencias políticas del sacerdote que lidera la iglesia. Se pudo observar que no siempre los sacerdotes de Guasca han estado de acuerdo con la explotación intensiva de los recursos que allí se encuentran. En tiempo pasado, algunos sacerdotes han articulado esfuerzos con los pobladores y han logrado frenar los emprendimientos extractivitas que se estaban desarrollando en el territorio.

De otro lado, la religión como elemento de control social puede cobrar gran importancia en el desarrollo de un proyecto extractivista energético. Cuando una entidad como EPM cuenta con el apoyo de la iglesia católica en Guasca para la realización de su proyecto, tiene la posibilidad de persuasión de algunos de los habitantes de este municipio. De este modo, algunas personas decidirán no oponerse a este proyecto y observarlo como algo inevitable. Así mismo, al ser la iglesia católica un lugar donde se congregan muchas personas, es mayor la difusión del mensaje de aceptación de este proyecto. No sólo se difundirá este mensaje en el interior de la iglesia, sino que las personas allegadas a los feligreses posiblemente también tendrán acceso a este mensaje.

En este contexto, es de vital importancia reconocer la incidencia que puede tener la iglesia católica en las dinámicas socioeconómicas de un lugar. Aunque en muchos lugares la iglesia católica puede visibilizarse como un actor pasivo o como un actor que está a favor de la comunidad, no siempre es así. La iglesia católica aún posee una gran legitimidad social y aún tiene la capacidad de incidir en la vida cotidiana de las personas.

Referencias

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Notas

1 Proyecto de transmisión de energía eléctrica desarrollado en Colombia a partir de 2010, cuando la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) le asigna a las Empresas Públicas de Medellín (EPM) dicha labor de transmisión, desde la subestación de energía eléctrica del Guavio, ubicada en Ubalá (Cundinamarca), hasta la subestación Nueva Esperanza, ubicada en el municipio de Soacha (Cundinamarca) (INGETEC S.A, 2012).
2 Municipio del departamento Cundinamarca (Colombia), ubicado a cincuenta kilómetros de Bogotá. Actualmente se están desarrollando dos prácticas extractivistas energéticas en este lugar, exploración de shale gas a través del fracking y tendido eléctrico de alta tensión
3 Cabe aclarar que este artículo no está incluido en dicha tesis. Si bien hace parte de esta investigación, se consideró que merecía ser analizado con mayor rigurosidad y desarrollado a modo de artículo.
4 Es necesario considerar que son escasos los estudios que abordan a profundidad la relación entre religión y extractivismo, existen autores que en sus investigaciones le han dado especial relevancia a este tema. Una de estas autoras ha sido Sonia Dalila Gaitán Lara con su investigación denominada El conflicto minero en San Rafael Las Flores, Santa Rosa. El papel de la iglesia católica en el surgimiento de sujetos políticos (2014). En este caso, la autora destaca cómo la iglesia católica incentiva a la comunidad a movilizarse en contra de los proyectos mineros que se desarrollan en su población. Si bien el rechazo a la minería es un aspecto relevante en esta investigación, lo que cobra mayor relevancia es la incidencia que tiene la iglesia católica en las dinámicas sociales y políticas de los habitantes de Santa Rosa en Guatemala. Otra de las investigaciones que hace énfasis en este tema se denomina El papel de la iglesia católica en la reivindicación de los derechos de los pobres: la iglesia de Guatemala como portavoz de los pobres (García, 2008). En esta investigación, desarrollada por Ana Gabriela Contreras García, se visibiliza a la iglesia como un actor decisivo en las decisiones sociales y políticas de una población. En tal sentido, la autora destaca como elementos fundamentales de movilización la empatía ambientalista y religiosa de los feligreses con los líderes religiosos.
5 Siguiendo la postura de Göbel y Ulloa (2014), se considera extractivismo a la explotación a gran escala de recursos naturales insustituibles, los cuales tienen una fuerte demanda global. Elementos minerales, petrolíferos y energéticos son algunos de los cuales se explotan con mayor frecuencia y a gran escala debido a su demanda mundial. El extractivismo a su vez requiere de la instalación e implementación de tecnologías específicas y a gran escala (Göbel y Ulloa , 2014). En esta investigación se habla de extractivismo energético ya que la producción y transporte de energía eléctrica del proyecto Nueva Esperanza se da a gran escala y la demanda no sólo se da a nivel nacional.
6 La Capilla de Siecha fue creada en el siglo XVIII por la orden de los dominicos, cuya intención era convertir al catolicismo a los indígenas de la época. En la actualidad esta capilla hace parte del patrimonio histórico del municipio y es adminis-trada por la Asociación para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Siecha – ASOSIECHA (Asosiecha, 2008).
7 En este apartado, al hacer referencia a “Dios”, no se destaca una religión específica o un ser supremo en específico. Sin embargo para efectos de este artículo se habla del Dios de la religión católica.
8 Se puede tomar como ejemplo la visión del cristianismo sobre el origen del pecado del hombre. En este caso la serpiente (que persuade a Adán y Eva para que coman “la manzana del pecado”) hace parte de esa naturaleza salvaje y desconocida. Para el catolicismo, esta serpiente representa aquello que debe estar distanciado del hombre
9 Aunque se hace referencia a la visión que han tenido históricamente algunas religiones (como el cristianismo y el islam) sobre la naturaleza, donde se ve a esta como alejada del ser humano y objeto de lo prohibido, también se debe precisar que la ciencia positivista desde ha planteado la postura de que la naturaleza está en función del hombre.
10 Estas reuniones se desarrollaron durante casi toda la etapa de ejecución del proyecto Nueva Esperanza. Algunas de estas se desarrollaron en el municipio de La Calera (Cundinamarca) y otras se desarrollaron en el municipio de Guasca y en la ciudad de Bogotá. La idea de estas reuniones consistía en que las personas que se consideraban afectadas por el proyecto Nueva Esperanza pudieran manifestar su inconformidad respecto a este y que los representantes de la entidad promotora de este proyecto (EPM) les brindara algún tipo de alternativa para que el impacto socioambiental fuera menor.
11 El entonces Viceministro del Interior Carlos Ferro, actuaba en esta reunión como conciliador, para lograr que tanto el promotor del proyecto Nueva Esperanza como la comunidad, llegaran a un acuerdo, frente al desarrollo del trazado de las líneas de alta tensión, que iban a pasar por algunos de los predios de las personas
12 Esta organización está compuesta en su gran mayoría por jóvenes habitantes del municipio de Guasca. Desde su creación en 2011, Fortaleza de la Montaña ha desarrollado acciones a favor de la preservación de la naturaleza, articulado con el desarrollo de una vida digna de los habitantes de Guasca.
13 Aunque no hay datos oficiales, se tiene conocimiento de que en el departamento Cundinamarca (aparte de católicos) existen Testigos de Jehová, Mormones y Cristianos (entre otros)
14 Esto se hizo evidente al hablar con habitantes de Guasca que pertenecen a la tercera edad. Asimismo, en la mayoría de las misas católicas se evidenciaba que los asistentes, en su gran mayoría, eran de edad avanzada. Aun así, no hay datos estadísticos que respalden esta afirmación.
15 Cabe aclarar que esto no es una verdad absoluta, sin embargo la religión católica aún tiene gran incidencia en la cotidianidad de la vida de muchos habitantes de Guasca. Algunas controversias respecto a este punto se desarrollarán a profundidad en apartados posteriores.
16 En el 2015, la revista “Así va Nueva Esperanza” Edición Número 3, publicó un artículo denominado “Para el padre Héctor Arbeláez Arenas, ex párroco de La Calera: Devolver la dignidad a los que la han perdido y enseñar a dar sin esperar nada a cambio, son sus principales motivaciones” (EPM, 2015), en el cual hablan sobre la labor que tuvo el padre en su estadía en La Calera. Si bien, dentro del artículo sólo se habla del sacerdote y no de EPM, lo que se busca es que los lectores vean a esta empresa identificada con la iglesia del municipio. A pesar de que se menciona a este sacerdote en el artículo, el en ninguno de los apartados da su opinión sobre el proyecto Nueva Esperanza.
17 Según Lozano (2016) la participación política de las iglesias y de sus representantes religiosos en la cotidianidad de las personas ha llevado a que estas muchas veces asuman funciones del Estado como la educación, la asistencia alimentaria y la salud. En Guasca la participación de la iglesia en la vida de sus habitantes ha sido notoria. Esto ha generado que muchas personas se identifiquen más con la iglesia que con los representantes del gobierno (acaldes, gobernadores con-cejales, etc.).
18 La mayoría de integrantes de Fortaleza de la Montaña no acude a la iglesia católica. Sin embargo en algunas oportunidades han participado de celebraciones religiosas de orden católico. La celebración de funerales es un ejemplo de esto. Estas personas han acompañado a los familiares de la persona muerta y hasta han orado por ella. De igual manera han conmemorado la muerte de estas personas ya sea a través de relatos o en reuniones donde se toma alguna bebida (como la cerveza). En este sentido se evidencia una “desinstitucionalización” religiosa en donde algunos “protocolos” (rezar, cumplir un horario, seguir órdenes, entre otros) no tienen gran relevancia; lo religioso no posee un lugar de convocante excluyente dejando lugar para formas de socialización que lo incluyen, pero que de ninguna manera se agota allí (Levita, 2015).
19 En alguna oportunidad el padre Carlos Roncancio manifestó que él se reunía periódicamente con algunos representantes del consejo veredal de Guasca y con representantes de juntas las de acción comunal del municipio para hablar no sólo de religión, sino de las dinámicas socioeconómicas del municipio. Sin embargo nunca se supo si al igual que en la iglesia, el trataba de persuadir a las personas para aceptar el desarrollo del proyecto Nueva Esperanza.
20 A pesar de que no se puede denominar a don José como un sujeto “cuentapropista”, sí tiene elementos de desinterés por normas o disposiciones institucionales de la iglesia católica. Esto puede llegar a resultar problemático para el sacerdote Carlos Roncancio. A pesar del estatus de este líder religioso, el que uno de sus feligreses lo cuestione puede generar en algunas personas dudas e inconformidades.
21 Según Dussel (1999), se comenzó a hablar de Teología de la Liberación desde 1968 y esta tenía como elemento central la emancipación de los pobres (especialmente en latinoamérica) a través de la práxis cristiana, donde aspectos de las ciencias sociales críticas eran tenidos en cuenta para el trabajo con las comunidades. No sólo se trataba de asistir a los pobres, sino de buscar el desarrollo de una vida digna para estos. En tal sentido aspectos como lo económico, lo social, lo político y lo ambiental comenzaron a ser cuestionados y a ser re-evaluados para un mejor desarrollo cristiano. Apelando a postulados marxistas, muchos teólogos de la liberación consideraban que las comunidades lationoamericanas con mayores dificultades socioeconómicas merecían desarrollar procesos de emancipación y resolución de sus dificultades.
22 San Isidro Labrador es considerado el patrono de los agricultores en diversas partes del mundo. La historia habla de un devoto agricultor del siglo XII que profesaba su amor por la tierra, los animales, los alimentos y las personas que lo rodeaban. Luego de su muerte en 1130, algunos pobladores y hasta el mismo rey de España (Felipe III) afirmaron que cuando Isidro era retirado de su sepulcro, tanto las cosechas como la salud de las personas mejoraba. Esto incidió en que años después fuera canonizado. Posiblemente la colonización y evangelización de América, así como el desarrollo de la agricultura en este continente, incidió en que algunas personas asumieran a este santo como uno de sus patronos predilectos. Era común ver en diversos pueblos de Colombia celebraciones religiosas en torno a este santo. En la actualidad, esta tradición se mantiene en algunos lugares de Colombia pero con menos intensidad.
23 La señora Isabel Sastoque es una habitante de La Calera. Desde que tuvo conocimiento del proyecto energético Nueva Esperanza se opuso y realizó acciones legales y políticas para que no se ejecutara. Sin embargo, sus esfuerzos no tuvieron el éxito que ella esperaba.
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