Resumen:
Objetivo: Determinar la efectividad de la aplicación de estrategias psicoeducativas en el desarrollo de las habilidades sociales de los estudiantes peruanos del sexto grado de educación primaria.
Materiales y métodos: El enfoque de investigación fue cuantitativo, el diseño experimental y el tipo cuasi experimental, con evaluación antes y después de la intervención. Los participantes fueron distribuidos en dos grupos: experimental (GE=64) y control (GC=62). El grupo experimental recibió estrategias psicoeducativas para el desarrollo de sus habilidades sociales las cuales estuvieron estructuradas en 5 módulos: habilidades relacionadas a los derechos y obligaciones, habilidades relacionadas a la comunicación, habilidades relacionadas a los sentimientos, habilidades alternativas a la agresión y habilidades para el manejo del estrés. Para determinar la efectividad de las estrategias psicoeducativas se aplicó el Cuestionario de Habilidades Sociales, instrumento con la validez y confiabilidad requerida.
Resultados: Se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre los puntajes antes y después de la intervención (p<0,05), sin embargo, las diferencias en el grupo control no fueron significativas (p>0,05).
Conclusiones: La aplicación de estrategias psicoeducativas demostró ser efectiva ya que logró desarrollar las habilidades sociales de los estudiantes peruanos del sexto grado de educación primaria.
Palabras clave:Habilidades socialesHabilidades sociales,estudiantesestudiantes,comunicacióncomunicación,relaciones interpersonalesrelaciones interpersonales.
Abstract: Objective: To determine the effectiveness of the application of psychoeducational strategies in the development of social skills of Peruvian students of the sixth grade of primary education.
Keywords: Social skills, students, communication, interpersonal relations.
Artículos
Estrategias psicoeducativas para el desarrollo de habilidades sociales en estudiantes peruanos de educación primaria
Psychoeducational strategies for the development of social skills in Peruvian students of primary education
Recepción: Julio , 28, 2020
Aprobación: Agosto , 15, 2020
Publicación: Octubre , 09, 2020
La personas tienen la cualidad de ser sociales por naturaleza, por ello establecen relaciones con sus pares, siendo indispensable que posean habilidades sociales suficientes para que dicha interacción sea satisfactoria1,2. En ese sentido, es necesario que comiencen a desarrollar desde la infancia dichas habilidades para poder comprender a los demás, autorregular sus emociones y sentimientos, tomar decisiones en situaciones de presión por parte de otros y fomentar así las interacciones que se generen en diversos contextos y las demandas que la vida les plantee3,4.
A pesar que el mencionado constructo es bastante complejo5, las habilidades sociales han sido definidas de manera clara como un conjunto de conductas que expresan sentimientos, opiniones, derechos y actitudes de una forma adecuada, respetando dichas conductas en los demás, lo cual hace posible resolver problemas de manera inmediata, reduciendo las probabilidades de que los mismos puedan aparecer en el futuro6. Por otro lado, también fue conceptualizada de manera precisa como las respuestas, ya sean verbales o no verbales, que se emiten en un momento determinado, donde las personas muestran de manera asertiva ante los demás sus necesidades, deseos, preferencias o derechos sin atravesar por momentos de ansiedad, respetando lo mencionado en otras personas7.
Algo que es importante mencionar es que las habilidades sociales no pueden ser adquiridas si previamente no se han ejecutado acciones educativas planificadas, es decir, no se desarrollan de manera informal, sino que es necesario una intervención directa, deliberada y sistemática8. En virtud a lo expuesto, para que los niños, púberes y adolescentes puedan desarrollar sus habilidades sociales es necesario centrarse principalmente en dos grandes vertientes: la familia y la escuela, ya que ellos aprenden en gran medida de los que observan, de lo que experimentan a través de sus propias acciones y del refuerzo que obtienen a través de la interacción con otros9,10.
Ahora bien, centrándonos en el campo educativo, Delors11 propuso como uno de los pilares de la educación aprender a convivir juntos, lo cual implica fomentar un contexto de igualdad, respetando la individualidad y heterogeneidad, en ese entender, es necesario que los estudiantes sepan desenvolverse en el contexto interpersonal, dentro del marco del respeto y asertividad. En el Perú existen documentos de la política educativa nacional como la Ley General de Educación12, los Compromisos de Gestión Escolar13 y el Currículo Nacional de Educación Básica14 que justamente emanan de los planteamientos de Delors11 y promueven la formación integral de los estudiantes y el desarrollo oportuno de sus habilidades para interactuar con sus pares, fomentando así una atmósfera psicológica apropiada para aprender y en el futuro, vivir en una sociedad democrática y justa.
Sin embargo, en el Perú y en la región Madre de Dios se realizaron algunas investigaciones en adolescentes15,16,17,18,19, las cuales concluyeron que existen deficiencias en su repertorio de habilidades sociales. Asimismo, el reporte emitido por el Sistema Especializado en Reporte de Casos sobre Violencia Escolar – SISEVE señala que entre los años 2013 y 2018 se han dado aproximadamente 14 215 casos de violencia entre escolares, lo cual pone en evidencia que existen deficiencias para que los estudiantes se relaciones y soluciones sus problemas de mejor manera20. Lo expuesto es preocupante pues indica que las políticas educativas no se están concretizando a cabalidad y frente a esta problemática surge la necesidad de desarrollar programas de intervención que busquen adquirir y entrenar las habilidades sociales de los estudiantes, los cuales, según la literatura revisada, tienen como resultado un impacto positivo8,9,21.
En función a lo expuesto, la presente investigación tuvo como objetivo principal determinar la efectividad de la aplicación de estrategias psicoeducativas en el desarrollo de las habilidades sociales de los estudiantes peruanos del sexto grado de educación primaria.
Diseño
El enfoque de investigación fue cuantitativo puesto que se recogió datos para realizar la prueba de hipótesis teniendo en cuenta la medición y el tratamiento estadístico, el diseño fue experimental ya que la variable habilidades sociales fue manipulada deliberadamente mediante las estrategias psicoeducativas y fue de tipo cuasi experimental con evaluación antes y después de la intervención22.
Participantes
La muestra de estudio fue constituida por 2 grupos: experimental y control. El grupo experimental fue conformado por 64 participantes, tanto varones como mujeres que pertenecían al sexto grado “A” y “B” de una institución educativa pública de Puerto Maldonado, mientras que el grupo experimental fue conformado por 62 estudiantes de ambos sexos que cursaban también el sexto grado y estudiaban en la misma institución educativa, sin embargo, pertenecían a las secciones “C” y “D”.
Instrumentos
Con la finalidad de determinar la efectividad de las estrategias psicoeducativas se utilizó el Cuestionario de Habilidades Sociales23. Está conformado por 42 ítems de tipo Likert (nunca, casi nunca, a veces, casi siempre y siempre) y evalúa 5 factores: habilidades relacionadas a los derechos y obligaciones, habilidades relacionadas a la comunicación, habilidades relacionadas a los sentimientos, habilidades alternativas a la agresión y habilidades para el manejo del estrés. Sus propiedades psicométricas fueron determinadas a través del proceso de validación y confiabilidad. La validación de contenido se realizó mediante la técnica de juicio de expertos, para lo cual se recurrió a 3 especialistas en psicopedagogía y a partir de la ponderación de los puntajes asignados al cuestionario se obtuvo un coeficiente V de Aiken de 0,937, lo que indica que presenta muy buena validez. En cuanto a la confiabilidad, fue hallada luego de realizar una prueba piloto a 20 estudiantes del mismo grado, pero de otra sección, donde se obtuvo un coeficiente Alfa de Cronbach de 0,908; lo que indica que el cuestionario presenta una muy buena consistencia interna.
Procedimiento
En una primera etapa coordinó y aplicó el pretest a ambos grupos (experimental y control). En la segunda etapa se desarrollaron las estrategias psicoeducativas al grupo experimental en 20 sesiones de 60 minutos cada una durante 3 meses y medio (desde abril a julio del 2019). Los temas abordados fueron acerca de los derechos y obligaciones, comunicación, sentimientos, agresión y estrés, los cuales fueron adaptados de la guía educativa Habilidades para estudiantes de 8 a 11 años23. Finalmente, en la tercera etapa se aplicó el postest también a ambos grupos (experimental y control).
Análisis de datos
Después del proceso de recolección de datos se organizó y sistematizó la información obtenida en una matriz, donde se procedió a analizarla utilizando el Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales SPSS versión 22, obteniéndose tablas de frecuencia y porcentaje. Para establecer el estadístico a utilizar para probar la hipótesis, se realizó la prueba de normalidad Kolmogorov – Smirnov (N>30), la cual determinó que era necesario utilizar una prueba paramétrica, optándose en este caso por la prueba t de Student.
Consideraciones éticas
Antes de realizar la intervención se solicitó la autorización al equipo directivo de la institución educativa donde se realizó la presente investigación. Del mismo modo, se tuvo una reunión con los padres de familia donde se les informó el propósito del estudio y se obtuvo su consentimiento.
Las características sociodemográficas de grupo experimental indican que el 54,7% de los estudiantes tenían 11 años, el 35,9% 12 años y el 9,4%, 10 años. Del mismo modo, el 57,8% eran varones y el 42,2% fueron mujeres. Por otro lado, el 40,6% de los estudiantes vivía con ambos padres, el 29,7% solo con la madre, el 17,2% con otros familiares y el 12,5% solo con su padre. En cuanto al grupo control, el 51,6% de los estudiantes tenía 11 años, el 41,9% 12 años y el 6,5% 10 años. Asimismo, el 53,2% eran varones y el 46,8% eran mujeres. Finalmente, el 50% de estudiantes vivía con ambos padres, el 21% solo con su madre, el 19,3% con otros familiares y el 9,7% solo con su padre.
En la tabla 2 se observan las frecuencias y porcentajes de los niveles de desarrollo de las habilidades sociales del grupo experimental y control antes y después de la aplicación de las estrategias psicoeducativas. Es así que, en el grupo experimental, antes de la intervención, el 43,8% de los estudiantes presentaba un bajo nivel del desarrollo de las habilidades sociales, el 34,3% tenía un nivel medio y el 21,9% presentaba un nivel alto. Sin embargo, luego de la intervención, el 53,1% de los estudiantes presentó un nivel alto, el 43,8% tenía un nivel medio y solo el 3,1% presentaba un nivel bajo.
En la misma tabla 2 se puede ver que en el grupo control, en el pretest, el 51,6% presentaba un nivel medio de desarrollo de sus habilidades sociales, el 33,9% tenía un nivel bajo y el 14,5% presentaba un nivel alto. Posteriormente, al aplicar el postest, se halló que el 50% de los estudiantes presentaba un nivel medio, el 30,7% tenía un nivel bajo y el 19,3% presentaba un alto nivel de desarrollo.
Figura 1. Comparación entre promedios del pretest y postest en ambos grupos
En la figura 1 se detalla y compara cuantitativa y de manera específica la diferencia de promedios entre el pretest y el postest en ambos grupos. Se puede observar entonces que hubo un incremento considerable entre los promedios obtenidos en el pretest y el postest del grupo experimental, lo cual indica que a partir de las estrategias psicoeducativas aplicadas se logró desarrollar las habilidades sociales de los estudiantes. No obstante, en el caso de los estudiantes del grupo control, solo hubo una mínima diferencia entre los puntajes del pretest y postest.
Tabla 3. Estadísticos para la prueba de hipótesis
La tabla 3 corrobora y complementa lo expuesto en la figura 1. Es así que antes de aplicación de las estrategias psicoeducativas a los estudiantes la media del grupo control era 143,2 mientras que luego de la intervención fue de 162,9; siendo estas diferencias estadísticamente significativas (p=0,000<0,05). Sin embargo, en el grupo control, la media de los puntajes en el pretest fue de 142,2 mientras que en el postest fue de 143,8. A pesar que hubo una mínima diferencia, esta no resultó ser significativa (p=0,745>0,05).
El desarrollo de las habilidades sociales desde temprana edad promueve en los estudiantes el desarrollo de capacidades para afrontar las diferentes adversidades a las que se encuentran expuestos y les permitirá interrelacionarse de manera saludable con sus compañeros, padres, docentes y los demás miembros de su comunidad. En tal sentido, se buscó determinar la efectividad de la aplicación de estrategias psicoeducativas en el desarrollo de las habilidades sociales de los estudiantes peruanos del sexto grado de educación primaria.
Los hallazgos encontrados en la presente investigación indican que los estudiantes del grupo experimental, luego de la aplicación de las estrategias psicoeducativas, desarrollaron sus habilidades sociales, ya que antes de la intervención se caracterizaban por presentar bajos niveles de desarrollo, sin embargo, luego de la intervención la mayoría pasó a presentar altos niveles de desarrollo. Las diferencias expuestas resultaron ser estadísticamente significativas en comparación a los hallazgos encontrados en los estudiantes del grupo control, quienes no mostraron una mejora significativa en el desarrollo de sus habilidades sociales. Los resultados expuestos entonces permitieron aceptar la hipótesis alterna que indica que la aplicación de estrategias psicoeducativas es efectiva en el desarrollo de las habilidades sociales.
En tal sentido, existen investigaciones que coinciden con los hallazgos expuestos, tal es el caso de tres estudios realizados en Perú24,25,26 donde aplicaron un programa basado en estrategias psicoeducativas en adolescentes del nivel de educación secundaria, demostrando la eficacia de la intervención no solo a nivel global, sino también en la mejora de sus factores (comunicación, autoestima, control de la ira, práctica de valores y toma de decisiones).
Del mismo modo, los hallazgos del presente estudio guarda relación con una investigación realizada en Brasil27, donde se aplicó un programa de entrenamiento de habilidades sociales en niños de 7 a 9 años de edad, concluyendo que a partir de las actividades propuestas se dieron cambios favorables en su comportamiento tales como la elaboración de acuerdos de convivencia para una interacción armoniosa, el aprendizaje de técnicas de autorregulación y relajación y el enriquecimiento de sus repertorios de habilidades sociales.
Así también, los resultados encontrados corroboran lo reportado por una investigación realizada en España28 donde aplicaron el programa “Aprender a Convivir”, el cual fue estructurado en cuatro módulos: las normas y su cumplimiento, sentimientos y emociones, habilidades de comunicación y ayuda y cooperación. Al culminar la aplicación del programa encontraron que dicha intervención mejoró el desarrollo de la competencia social y la disminución de problemas conductuales en los estudiantes de 3 años. Finalmente concluyeron que el programa tuvo un mejor efecto sobre las habilidades sociales en comparación a la mera escolarización.
Finalmente, los hallados del presente estudio coinciden con una investigación realizada en Venezuela29 donde se comprobó la eficacia de un programa de entrenamiento de habilidades sociales. Antes de la intervención los estudiantes tenían limitaciones en algunas habilidades, sin embargo, después de la intervención lograron adquirirlas o descubrirlas. En ese sentido, concluyeron que es importante alfabetizar emocionalmente a los estudiantes para que sean personas emocionalmente competentes.
Pues bien, como se pudo ver, durante los últimos años se han diseñado y ejecutado diversos estudios con el objetivo de desarrollar y entrenar las habilidades sociales de los estudiantes, ya sean niños, púberes, adolescentes o jóvenes, resultando ser efectivos puesto que los hallazgos fueron bastante favorecedores8,9,21, incluso, los resultados fueron mucho más efectivos cuando se aplicaron a estudiantes de temprana edad30 por lo que resulta menester desarrollar desde la educación inicial y primaria las habilidades sociales básicas hasta consolidar las habilidades sociales avanzadas en la educación secundaria y superior25.
La presencia de estudiantes con adecuados niveles de desarrollo de sus habilidades sociales disminuye la probabilidad de aparición de conflictividad en la escuela, aislamiento, apatía, violencia y agresividad entre pares2. Bajo esa premisa, la escuela puede favorecer el descubrimiento y desarrollo de habilidades sociales pues es ahí donde se generan diversos tipos de interacciones entre los estudiantes27.
A partir de las afirmaciones expuestas previamente se puede colegir que las habilidades sociales son conductas aprendidas, por ello, un estudiante con pocas habilidades sociales no es una persona enferma o desequilibrada, sino que simplemente el medio no le ha proporcionado suficientes experiencias y modelos para aprender las mencionadas conductas23. Bajo esa premisa, se recomienda replicar las estrategias psicoeducativas aplicadas en la presente investigación, adaptándolas en función a las características y necesidades de los estudiantes e incrementando la cantidad de participantes de diferentes contextos para que los hallazgos encontrados se puedan generalizar.
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