MOVIMIENTO SOCIAL-POLÍTICO EN SINALOA MUNICIPIO, 1994-2002.

Movimento social-político no municipio Sinaloa, 1994-2002.

Social-political movement in the municipality of Sinaloa, 1994-2002.

Luis García Valenzuela
Universidad Autónoma de Sinaloa, México

MOVIMIENTO SOCIAL-POLÍTICO EN SINALOA MUNICIPIO, 1994-2002.

SAPIENTIAE: Revista de Ciencias Sociais, Humanas e Engenharias, vol. 8, núm. 1, pp. 40-57, 2022

Universidade Óscar Ribas

Recepción: 15 Febrero 2022

Aprobación: 03 Mayo 2022

Publicación: 15 Julio 2022

Resumen: El trabajo se desarrolla desde la teoría de la movilización de recursos y la identidad, de igual manera se persigue como objetivo explicar las formas y niveles de organización instrumentados por el movimiento sociopolítico desde 1994 hasta 2002. La dinámica del movimiento se estudia bajo tres dimensiones: el surgimiento, desarrollo y desenlace. En ese sentido se abordan ejes de análisis como: formas de organización; repertorios de acción colectiva, los liderazgos; Marciano Coronel Madrid, Gumaro Jaques Salas, Saúl Rubio Ayala, líderes sociales que se habían movido en diferentes partidos políticos; los repertorios de movilización como la toma de las casetas de peaje “4 Caminos” en Sinaloa en el año de 1997, así como la lucha legal emprendida por los dirigentes, por la configuración de demandas como la concesión de agua para sus tierras, mejores precios, y lograr competir por la presidencia municipal del Ayuntamiento de Sinaloa municipio, aspectos que se fueron logrando durante el tiempo.

Palabras clave: Movimiento social, identidad colectiva, adversario, demandas.

Resumo: Este documento baseia-se na teoria da mobilização de recursos e identidade, e visa explicar as formas e níveis de organização implementados pelo movimento sócio-político de 1994 a 2002. A dinâmica do movimento é estudada em três dimensões: emergência, desenvolvimento e resultado.Neste sentido, são abordados os seguintes eixos de análise: formas de organização; repertórios de acção colectiva, lideranças; Marciano Coronel Madrid, Gumaro Jaques Salas, Saúl Rubio Ayala, líderes sociais que se tinham movido em diferentes partidos políticos; os repertórios de mobilização como a tomada das cabines de pedágio "4 Caminos" em Sinaloa em 1997, bem como a luta legal empreendida pelos líderes, pela configuração de exigências como a concessão de água para as suas terras, melhores preços, e conseguir competir pela presidência municipal do Município de Sinaloa, aspectos que foram sendo alcançados ao longo do tempo.

Palavras-chave: movimento social, identidade colectiva, adversário, exigências.

Abstract: The work is developed from the theory of resource mobilization and identity, analyzing the peasants' mobilization in a municipality of northern Sinaloa from 1994 to 2002. The dynamics of the movement are studied under three dimensions: emergence, development, and outcome. Thus, analysis axes are addressed such as organization forms, collective action repertoires, leadership; Marciano Coronel Madrid, Gumaro Jaques Salas, Saúl Rubio Ayala, social leaders who had moved in different political parties; the mobilization repertoires such as the taking of the "4 Caminos" toll booths in Sinaloa (1997). Over and above legal struggle undertaken by leaders for demands' configuration such as granting of water for their lands, better prices, and managing to compete for the municipal presidency of the Sinaloa municipality, aspects that were achieved over time.

Keywords: Social movement, collective identity, adversary, demands.

Introducción

Dentro de la Historia política, el estudio de los movimientos sociales es reciente (Charles Tilly, 1995), sin embargo, las teorías se sitúan en la sociedad occidental – Inglaterra, Francia y Estados Unidos- a fines del siglo XVIII hasta el presente, en la lucha de grandes colectivos o grupos que han emprendido un movimiento por conseguir derechos, desde los llamados tradicionales; obreros y laborales, hasta los nuevos movimientos sociales que inquieren temas de igualdad, medio ambiente, derechos humanos, género y libertades individuales.

Enrique Laraña (1999) en su introducción al estudio de los movimientos sociales, entiende a estos, como “los motores de cambio”, y reflejo de ellos, es la transformación de las sociedades occidentales, por ello se vuelve relevante el estudio de las formas en que se desarrollan los movimientos sociales, Sergio Tamayo (2016) explica que los repertorios2 a utilizar buscan un impacto y que este sea a favor del movimiento, encausando a la opinión hacia una mayor audiencia y público para sumar más militantes o simpatizantes, ampliando la posibilidad de éxito a través de una mayor cantidad de personas convencidas en que las demandas son por una situación actual de injusticia y pretenden el cambio, es parte del proceso que se vivió en el movimiento en Sinaloa Municipio.

Este articulo pretende dar respuesta a la pregunta ¿Qué formas y niveles organizativos instrumentaron los ejidatarios para desarrollar los movimientos sociopolíticos?, si bien se originó con una movilización de los campesinos posteriormente se sumaron agricultores, profesores, pequeños propietarios, empresarios locales, ganaderos, mujeres y jóvenes; y la lucha política encabezado por Saúl Rubio, quienes aprovecharon la oportunidad política para rebelarse y levantar como bandera el mejoramiento de la productividad de sus tierras, solicitando la conversión de tierras de cultivo bajo el esquema de temporal a riego, a esto agregaron dentro de su pliego petitorio la mejora en los precios de los productos del campo, obtención de mayores apoyos del sector público hacia el sector agrícola de ese municipio. Bajo este orden de demandas, el movimiento pudo conjugar a grandes sectores de campesinos de temporal, agricultores con esquemas de riego, con el fin de mejorar sus condiciones.

Esta lucha, que en términos de Alain Touraine (2006) la comprenderemos como “lo que está en juego” (p. 255), realizaron diferentes actores de las comunidades del municipio se impulsó por medio de la relación social enmarcándose en una organización donde se establecieron consensos, como refería Alberto Melucci (1999) precisa que se debe estudiar lo colectivo y coincidir con conductas conflictivas contra el estado actual “sin renunciar, al mismo tiempo, a explicar cómo se forman y cómo se manifiestan en concreto nuevas creencias y nuevas identidades colectivas” (p. 26), estas consideraciones manifiestan la pertinencia de la investigación para dar pauta a entender las formas de organización colectiva que origino logros en ejidos del municipio de Sinaloa.

Para el actual estudio se estableció una metodología con apoyo en la entrevista interpersonal con los diferentes actores del movimiento, a través de una entrevista semiestructurada al valerse este “instrumento técnico que adopta la forma de un diálogo coloquial” (Díaz Bravo, et al, 2013, p. 163) se entrega confianza a los sujetos entrevistados y se obtenga información valiosa para llegar a respuestas que aporten al problema propuesto, además se hará uso de la revisión hemerográfica, publicaciones que en su momento dieron cuenta de los repertorios que utilizaron para crear presión al adversario (gobierno) y ser escuchados, publicaciones impresas como en el periódico “el debate” o la revista “tribuna” dieron voz de los actores que a la postre les resultaron positivas y se logró construir una red más amplia del mismo movimiento ganando adeptos, y los medios de comunicación configuraron un canal de información de los actos y avances obtenidos dentro de las movilizaciones.

De igual manera se hizo un análisis de archivo, en lo electoral, conjuntamente una extensa revisión de bibliografía como base teórica y conceptual dieron forma a este artículo.

El contacto con los actores del movimiento permitió identificar a fondo como organizaban los repertorios de acción colectiva en los que fueron participantes, mismos que sirvieron para crear identidad en los lugareños del citado municipio en particular de los 11 ejidos estudiados.

Los actores que han recorrido el proceso de construcción del movimiento sociopolítico son diversos y variados, sin embargo, para efecto de este artículo se rescata a los lideres que figuraron como los conductores del movimiento y que en su momento fueron presidentes de los módulos de riego cuando estos se crearon como asociación civil.

La selección de los actores-informantes fue bajo la premisa de su historial y de los diferentes roles que jugaron en el movimiento, el estudio se basa en once ejidos, pero se decidió por seis entrevistas, de los cuales se tiene a informantes clave y general, se identifican por su conocimiento del movimiento desde el origen, en la idea de Rosana Guber (2005) “Según el grado de formalidad de su posición social… Un informante puede suministrar buena información en virtud de su posición formal” (p. 90) como es el caso de Gumaro Jaquez y Marciano Coronel que iniciaron el movimiento y Rafael Gaona, mano derecha de Saúl Rubio en su trayectoria política, para el caso de Manuel González y Refugio López dieron cuenta como informantes general por haber incorporado sus liderazgos posteriormente al inicio del movimiento, en 1995 y 1996 respectivamente y el caso de la Leonila Bobadilla además de darle voz a la mujer participo como responsable de la A.C. Lote las mujeres, ya que en su ejido se vivía el fenómeno de la migración de los hombres, jefes de familia, hacia los Estados Unidos de América para obtener un empleo e ingreso que alcance al sustento de sus hogares. En el caso de los informantes cumplen con la generación de información para obtener respuestas a la pregunta detonante.

Cuadro 1
Actores del movimiento (informantes)
Actores del movimiento (informantes)
Elaboración propia

Siguiendo los planteamientos de Charles Tilly, el movimiento sinaloita trató de influir en las decisiones del grupo en el poder, igual que Elder y Cobb (2003, p. 77) retomado por López Leyva (2012) precisan la formación de la agenda de gobierno como “el proceso a través del cual ciertos problemas o cuestiones llegan a llamar la atención seria y activa del gobierno como posibles asuntos de política pública” (p. 164), en corto plazo se configuraron como una fuerza social en cada uno de sus once ejidos construyendo liderazgos locales, a mediano plazo se suman al liderazgo político en la figura de Saúl Rubio Ayala quien le disputó un espacio de poder a la élite sinaloita, logró un éxito eficaz y contundente en el municipio de Sinaloa.

Si bien los estudios sobre movimientos sociales encabezados por campesinos en Sinaloa son variados, en más ocasiones estos han sido por el derecho a la tierra, la investigación histórica de Paola Soto Carballo (2011) en su tesis de maestría “movimientos campesinos por la tierra en el norte de Sinaloa 1968-1976 (estudio de caso ejido campo el tajito)” documenta toda la lucha de los campesinos contra el estado que con uso de los cuerpos policiacos hicieron su incursión para reprenderlos por la fuerza, al mismo tiempo contra el latifundista que intercedía de manera legal amparos y demandas, aun después de eso los campesinos se agruparon y tomaron acciones colectivas que permitieron al final de muchos años de lucha, obtener el derecho a sus tierras.

Dicho movimiento de los campesinos tuvo impacto incluso en los estudiantes que igualmente se organizaron en Sinaloa para buscar espacios más democráticos no solo en la Universidad Autónoma de Sinaloa sino también en los sectores campesinos, como los señala (Santos Cenobio, et al, 2017) en su investigación sobre ““Los enfermos”: La configuración de un discurso gráfico radical en Sinaloa, México, 1970-1973”.

En consecuencia el tajito es representativo, algunos actores del movimiento estudiado, de Sinaloa municipio, conocieron en persona a sus líderes, el Tajito, figura como un espacio emblemático de la lucha agraria, incluso fue el punto de origen de la toma de la carretera el 12 de abril de 1997, participando un amplio sector del campo del norte de Sinaloa, se dieron cita agricultores de diferentes agrupaciones de los municipios de Guasave y por supuesto de los ejidos estudiados de Sinaloa municipio, en su intención de buscar un acercamiento con el gobierno para mejorar el precio de sus productos, principalmente granos.

Aunque la lucha campesina durante casi todo el siglo XX fue por la tierra, a finales de este, se dispone “la modificación de la lucha por la tierra a la demanda por el control del proceso productivo; la diversificación de los frentes de lucha, que incluyen: los precios, los recursos naturales, las reivindicaciones indígenas por la autonomía, y el empoderamiento en zonas rurales” (Sánchez Albarrán, 2009, pp. 235-236). Esto se observa en los estudios de Florencio Posadas, por lo que se incluye este trabajo de investigación en las luchas campesinas por el proceso productivo y recursos.

Así mismo los estudios de Florencio Posadas Segura en diferentes obras expone ampliamente aspectos sobre la lucha de un sector campesino que quiere alcanzar “objetivos…por los trabajadores asalariados agrícolas, esto es, con el bienestar económico y su libertad social y política” Posadas Segura (2005, p. 15), en su libro “movimientos sociales de los trabajadores agrícolas” todo el proceso de lucha por mejoras laborales de campesinos locales de Sinaloa e indígenas migrantes que viven movilidad desde sus estados de origen, sur del país, recorriendo Sinaloa hasta el valle de San Quintín en Baja California, en este contexto el autor describe como a pesar de contar con un alto porcentaje de participación en movimientos sociales los trabajadores del campo no tienen tantos logros (éxitos), anota de igual manera que “los sujetos asalariados del campo no actúan en las elecciones populares, porque no lo consideran una obligación; no le ven ninguna utilidad; por desinterés y falta de voluntad; no tienen credencial de elector, por falta de tiempo y la migración, tienen coraje y están en contra” (Posadas Segura, 2010, p. 294), es notorio que, en un país de instituciones que dan poca certeza, como México, el ciudadano no promueve por la vía legal el reconocimiento jurídico, sin embargo, los movimientos sociales vienen a crear una cultura política más activa en la persona, pero primero se tiene que construir esta actitud con base en acciones que den certeza o confianza al futuro militante, por ello la valía de los repertorios en el actual movimiento socio-político estudiado.

Un breve paréntesis sobre la situación socioeconómica de Sinaloa Municipio

En este breve resumen se apoya en datos de INEGI (1996), el municipio de Sinaloa se compone de 595 localidades, cuya superficie es de 6326 km2; en total representa el 11.03% del estado de Sinaloa; las coordenadas geográficas de la cabecera municipal son longitud: 108°13'19'' O, Latitud: 25°49'20'' N y Altitud: 80 msnm; por su clasificación es de tipo rural. Colinda al Norte con el estado de Chihuahua y los municipios de El Fuerte y Choix; al Este limita con el estado de Chihuahua y el municipio de Badiraguato; al Sur colinda con los municipios de Guasave, Salvador Alvarado y Mocorito y al Oeste con los municipios de El Fuerte y Guasave.

El municipio de Sinaloa cuenta con una llanura costera en el pacífico, donde el uso de la tierra mecanizada, permite el desarrollo de la agricultura; mientras que en la planicie se ubican los once ejidos, objeto de estudio de este artículo; y en la parte más alta que es parte de la sierra madre occidental, alcanza una elevación de 2 155 msnm, que es utilizada para criar el ganado bovino.

Así mismo de INEGI (2017) Anuario estadístico y geográfico de Sinaloa 2017, se reporta que el municipio es bañado por la cuenca y las subcuencas del río Sinaloa, el río Petatlan, el arroyo Ocoroni y el arroyo Cabrera, que representan el 15.46% del total de la corriente de río del Estado, nutriendo las presas Gustavo Díaz Ordaz y El Sabinal, que los suelos aprovechados por los habitantes se clasifican como sigue: 31.07% para la agricultura de clase mecanizada; 5.58% de tracción animal; 1.42% de tracción animal estacional; 20.02% manual estacional; 41.91% no aptas para la agricultura; 29.96% de pastizal; 28.53% para aprovechamiento de ganado caprino; y 18.11% no apto para el desarrollo pecuario.

Organización de los once ejidos, el espacio que crea identidad.

El movimiento se desenvolvió en ciclos de acción colectiva. En el principio, los actores movilizados se encontraban desperdigados, pero conforme avanzaba la lucha social, los ejidatarios terminaron formando una Asociación Civil (AC) en Unidad de Riego3 con personalidad legal, figura que les permitió gestionar dentro de las dependencias de gobierno. El principal dirigente de la AC fue Gumaro Jaquez Salas, comisariado ejidal del ejido Zeferino Paredes, quien recuerda “desde 1994 ya se tenían muchas gestiones ante el gobierno, pero nunca se habían dado respuesta a las peticiones” (G. Jaquez, comunicación personal, 5 de marzo de 2016).

Los campesinos movilizados fueron de los siguientes once ejidos: Tobobampo, General Rodolfo Fierro, Plan de Ayala, Zeferino Paredes, Leopoldo Sánchez Celis, San Rafael, San Ignacio, Pino Suarez, Doce de Noviembre, La Guamuchilera y Cubiri de la Cuesta. De esos ejidos salieron comisariados, campesinos y mujeres que se sumaron al movimiento que buscaba conseguir la dotación de agua para irrigar sus tierras, ya que durante décadas habían padecido el problema del agua.

Los once ejidos se encontraban intercomunicados por medio de vías terrestres, para el 31 de diciembre de 2001, el municipio contaba con 808.2 kilómetros de carretera, eso permitía a los ejidatarios trasladarse con facilidad a la cabecera municipal, a las casetas, a las dependencias federales y a la capital del estado. Además, el municipio tenía 288.7 kilómetros caminos revestidos y 404 kilómetros de terracería. Para los movilizados, la red de caminos y las carreteras fue de mucha utilidad para la lucha campesina, según uno de los protagonistas, “porque el asistir personalmente e informar, logró que nos identificáramos como campesinos y nos creyeran, eso no hubiera sido posible sin los caminos que ya se tenía” (M. Coronel, comunicación personal, 20 de marzo de 2016).

Los inconformes se movieron con mucha frecuencia por la carretera “Cero”, donde se trasladaban a pie o en bicicleta “a oscuras o a medio raso del sol, sólo para asistir a una asamblea con todos los demás ejidos” (R. López, comunicación personal, 12 de mayo de 2016).

Los ejidos entre sí, se encontraban a una distancia de 20 kilómetros, para una mayor ilustración véase el siguiente mapa: desde el punto extremo norte del poblado Concentración 5 de febrero, San Rafael, Ceferino Paredes, La Guamuchilera, Tobobampo, Francisco Villa, Teresita y Alfonso

G. Calderón se hace un recorrido de hasta 20 km, poblaciones que representan a 10 ejidos, el ejido 11 es Cubiri de la Cuesta situado en el extremo sur, el cual desde extremo norte recorrían 80 km por carretera para llegar, sin embargo tuvo un impacto mayor, el realizar ese recorrido porque se popularizaron entre las comunidades intermedias donde llegaban a socializar su movimiento desde abarrotes o tienditas, o casas de conocidos, familiares y amigos, fue otra forma de expandir su pensamiento político.

 Mapa de los once ejidos del movimiento estudiado
Imagen 1
Mapa de los once ejidos del movimiento estudiado
http://gaia.inegi.org.mx/

En el siguiente cuadro se esquematiza la conformación de cada ejido con nombre, año de dotación, cuando el gobierno les da el derecho a uso de la tierra, así como las hectáreas por ejido y beneficiarios originales.

Cuadro 2
Los once ejidos y su historia de fundación
Los once ejidos y su historia de fundación
Archivo del Diario Oficial de la Federación (2018a). Las Hectáreas son de agostadero, de monte, monte susceptible a riego o susceptible a cultivo de temporal.

Las primeras acciones legales de los inconformes

Este apartado estará dedicado a estudiar las estrategias y repertorios de acción colectiva desarrollados por los teóricos del conflicto y movimientos sociales, Charles Tilly y Lesley Wood (2010) plantea que los repertorios se asemejan a las convenciones lingüísticas que enlazan entre sí grupos concretos de interlocutores, o por exigencias de los intereses en juego, los repertorios se forman y cambian por medio de la mutua interacción de las propias reivindicaciones. La evolución de la manifestación como medio de plantear reivindicaciones presenta a activistas, policías, espectadores, rivales y funcionarios públicos ante formas definidas de organizar, anticipar y responder a las demandas realizada a través de este medio, y en marcada distinción con medios como la colocación de bombas o el soborno. Las huelgas, sentadas, reuniones de masas, y otras formas de exigir cambios, enlazan entre sí identidades bien predefinidas y producen incesantes innovaciones hasta el punto de cambiar, a larga, su configuración, ya que acumula sus propias historias, memorias, leyes y prácticas (Pp. 36-37).

Sidney Tarrow (1994) argumenta que el concepto de repertorio tiene que ver con el boicoteo, peticiones masivas, marchas, manifestaciones, huelga como una forma para la negociación colectiva, la sentada y la ocupación de edificios públicos y las reuniones públicas, lo cual sirve para movilizar a simpatizantes, impresionar a los curiosos y organizar campañas contra los oponentes durante considerables periodos (Pp. 88-91). La lucha desarrollada en el municipio de Sinaloa estuvo protagonizada por campesinos, pequeños propietarios, ganaderos y pequeños comerciantes, quienes recurrieron a repertorios de acción colectiva como asambleas generales, para luego enfilarse a la toma de casetas y de instalaciones de gobierno, así como manifestaciones públicas en las oficinas de gobierno. Al respecto José Luis Tejeda González (2010) dice:

La acción colectiva y el comportamiento social suelen estar condicionados por tradiciones y costumbres, normas y valores, reglas e instituciones. En un mundo comunitario, la acción colectiva está ampliamente predeterminada por las condiciones sociales reinantes; en la modernidad, se pretende establecida por estructuras, funciones, roles y estatus (Pp. 8-9).

El origen del movimiento

A partir de 1994, los inconformes se organizaron en ocho grupos – después se sumaron otros tres-

, uno por cada ejido con sus respectivos liderazgos. Su primera actividad fue la lucha legal, que consistió en elaborar y girar solicitudes a las diferentes dependencias gubernamentales. La petición era concesión de agua, previó a la intervención de los técnicos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) adscrito al distrito de riego 063 Guasave y de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH).

Ante estas gestiones Gumaro Jaquez describía que:

La respuesta de la CONAGUA estatal aparentemente fue positiva, ya que se realizó un informe técnico donde se expusieron los antecedentes y la factibilidad de lo solicitado. Sin embargo, muchas parcelas no tenían un sistema hidroagrícola que permitiera transportar el agua, ya que era muy costoso instalar esos equipos y, además, porque los bancos no otorgaban créditos debido a que las tierras no tenían valor alguno, así que la única vía era obtener un documento avalado por la CONAGUA donde se plasmara que existía en trámite la concesión del derecho de agua para irrigar las parcelas (G. Jaquez, comunicación personal, 5 de marzo de 2016).

En estas gestiones igujal acudió Marciano Coronel quien señaló que “el encargado de la CONAGUA, mostró disposición para otorgar agua a las áreas abiertas al cultivo, se integró una comisión compuesta por un representante de cada ejido y fue como la CONAGUA, se abocó a los trabajos agrícolas” (M. Coronel, comunicación personal, 20 de marzo de 2016), Después de los estudios realizados, algunas parcelas obtuvieron concesiones de sobrantes de agua, en acuerdo con el módulo o unidad de riego cercano. Para llevar agua a sus tierras, los ejidatarios contaban con una infraestructura rupestre como canales realizados por ellos mismos.

Pero los ejidatarios no querían pequeñas concesiones, deseaban incrementar el número de parcelas irrigadas o en definitiva una concesión de los módulos de riego. Además, los ejidatarios se quejaban de que los costos del agua concedida eran muy altos y que el control del agua no lo controlaba la CONAGUA, sino los módulos de riego.

La respuesta de las autoridades competentes era muy lenta y, a veces a hasta parecía que no tenían la intención de dar solución al problema. Ante eso, los campesinos se veían obligados a pagar los altos costos del agua, lo cual les perjudicaba porque los bajos precios del maíz y sobre todo porque los existían grandes acaparadores del grano, quienes contaban con el apoyo del gobierno.

Ante la situación adversa, los cuadros dirigentes emprendieron una intensa campaña de organización y concientización política entre los habitantes de los diferentes ejidos. Luego devino las estrategias de acción colectiva como reuniones manifestaciones, toma de casetas y plantones en los diferentes niveles del gobierno.

Los instrumentos de acción y repertorios

Durante varios años los ejidatarios de manera individual realizaban sus peticiones a través de cartas, oficios, recados, contacto directo con políticos encumbrados en el poder o candidatos a cargos de elección popular; en actos políticos los peticionarios de agua entregaban algún oficio a dicho candidato. Por ejemplo, en 1987, Leonila Bobadilla Hernández entregó directamente un oficio al entonces candidato a la presidencia de la república, Carlos Salinas de Gortari. Al respecto dice:

Mi ilusión de contar con agua para las tierras ha sido desde siempre, desde que me case, mi esposo ha tenido que irse de mojado a trabajar a Estados Unidos, por eso me he atrevido a pedirle a políticos que nos den agua, he estado en oficinas, en la calle, entregue y entregue solicitudes y nadie me da respuesta, incluso nos han desconocido y corrido de oficinas por el hecho de ser la esposa del ejidatario, nos creían sin derecho a pelear por lo justo”. (L. Bobadilla, comunicación personal, 26 de diciembre de 2016).

Otro caso similar sucedió con Refugio López, “Cuquito”, quien recuerda que, para hacer una petición a un político, se introducía entre la gente, “cuando había tumultos para ir a saludar y entregarle de mano al político que venía hacernos promesas, que al final sabíamos muchas eran mentiras, pero la voz de los políticos era voz de esperanza” (R. López, comunicación personal, 12 de mayo de 2016), en ningún caso hubo respuesta favorable.

Otras veces, los ejidatarios apelaban al marco jurídico agrario, donde aludían a la dotación de tierras, por ejemplo, Marciano Coronel al invitar a los campesinos a unirse a la lucha por el agua, les decía que ese derecho estaba estipulado en la Resolución presidencial, Considerado tercero sobre la dotación de tierras. El considerado sostenía:

A efecto de crear la infraestructura económica y social indispensable para el sostenimiento y desarrollo del nuevo centro de población ejidal y de acuerdo con lo dispuesto por los Artículo 248 y 334 de la Ley Federal de Reforma Agraria, deberán intervenir las siguientes dependencias oficiales: Secretaría de Programación y Presupuesto, con la ampliaciones presupuestales a las partidas relativas a la creación de nuevos centros de población ejidal; Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos con el objeto de que asesore el desarrollo agrícola y ganadero y realice los estudios geo hidrológicos, obras necesarias para obtener agua, tanto para usos domésticos, como para en su caso establecer unidades de riego; Secretaría de Salubridad y Asistencia, para el establecimiento de hospitales, centros o casa de salud, unidades de agua y red de agua potable; Secretaría de Educación Pública, a fin de que construya las escuelas con el número de aulas y proporcione los maestros que sean necesarios; Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, a fin de que construya las obras indispensables para que los nuevos poblados rurales tengan las vías de acceso necesarias y asesore la tecnificación de viviendas de los ejidatarios beneficiados con esta dotación; Secretaría de Comunicaciones y Transportes, para que disponga la instalación de los servicios de correos y telégrafos; la Comisión Federal de Electricidad, para que introduzca la energía eléctrica a este nuevo poblado ejidal; la Compañía Nacional de Subsistencias Populares, para que surta a las cooperativas ejidales de consumo y la compra de los productos agropecuarios ejidales a precios oficiales; los Bancos Oficiales de Crédito, a fin de que los beneficiados con esta dotación ejidal, queden organizados y se les proporcione los créditos indispensables para desmonte de tierras, mecanización, etc.; el Gobierno del Estado en donde quedará ubicado el nuevo centro, para coadyuvar dentro de sus posibilidades, en la tarea de crear el nuevo poblado con la base social, económica, política y jurídica indispensable: así como la intervención de cualquier otra Secretaría de Estado o institución oficial que resulte necesaria para llevar a cabo el establecimiento de este nuevo centro de población ejidal” (Diario Oficial de la Federación, 2018b) (extraída de la resolución sobre creación de un nuevo centro de población ejidal que se denominará Plan de Ayala II, en el Municipio de Sinaloa, Sin).

Los campesinos de Sinaloa, al recibir sus tierras siempre tuvieron la esperanza en la promesa de la Revolución mexicana, al respecto Manuel González “El Mane”, nieto de don Francisco Paramo González4 quien recibió sus tierras en 1968, sostiene:

Mi abuelo nos dijo que él comentaba que la revolución les heredaría un pedazo de tierra a cada mexicano, y que él, sentía la obligación de hacer vida donde están sus tierras, quería ver a sus hijos crecer y darles un espacio más apropiado para que ellos siguieran la misma vida en el campo (M. González, comunicación personal, 12 de marzo de 2017).

Las gestiones personales y colectivas al no rendir sus frutos esperados, los ejidatarios no tuvieron otra opción que recurrir a las acciones colectivas radicales. Los campesinos de los once ejidos el 12 de abril de 1997 furiosos tomaron por asalto la carretera internacional, en el punto del ejido El Tajito, municipio de Guasave. Sobre ello, la prensa decía:

Una desesperada movilización de las bases campesinas rebasó y obligó ayer a las diversas centrales a converger en un frente denominado a la Defensa de los Productores Agrícolas del Estado de Sinaloa, bajo el cual se toma por espacio de una hora la carretera internacional, a la altura del ejido el Tajito, en demanda de precios justos para la cosecha del Maíz (El Debate, Los Mochis, 13 de abril de 1997, p. 4A).

Según los dirigentes Alejandro Cervantes, José Luis Quevedo y Ricardo Armenta, la primera acción colectiva fue generalizada, donde participaron los siguientes gremios: la Confederación Nacional Campesina (CNC) 18, el Comité Regional Campesino Autónomo de Guasave y Sinaloa de Leyva, A.C. (CRCA) 19 y el Comité de Agricultores Independientes (CAI) respectivamente. Estas agrupaciones rápidamente en asamblea general conformaron la mesa directiva integrado por el comisariado Sixto Félix Gutiérrez como presidente del Frente Común. La demanda central fue el precio justo del maíz, del frijol, del trigo, del cártamo y demás granos. En las siguientes imágenes puede apreciarse el contingente campesino tomando la carretera internacional.

Asamblea en El Tajito
Imagen 1
Asamblea en El Tajito
El Debate, Los Mochis, 13 de abril de 1997, p. 4A

Toma de caseta
Imagen 2
Toma de caseta
El Debate, Los Mochis, 13 de abril de 1997, p. 4A

Por el municipio de Ahome, figuraba como dirigente Esteban Valenzuela García,5 quien vociferaba airadamente “debe fijarse el precio [del maíz] de inmediato porque entre los productores ejidales hay desespero y preocupación”6. El descontento del campesinado del norte de Sinaloa era producto del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) – a tres años de haber iniciado- que había afectado a los pequeños productores, en su mayoría ejidatarios. Paralelamente, en el Carrizo al norte de Sinaloa en el municipio de Ahome, otro grupo de campesinos bloqueó parcialmente la carretera internacional; uno de sus líderes, el secretario general del Comité Municipal Campesino No. 17, Donato Saucedo Rojo manifestaba que “nos están estrangulando al ofrecer solo mil 200 pesos por la tonelada del maíz, y mil 100 por la de trigo, demasiado bajos para poder aspirar a sembrar otro cultivo en verano”.7

Frente a las protestas, el gobierno federal cedió a las demandas de los maiceros, para el 17 de abril, la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo)8 ofreció pagar mil 315 pesos por tonelada de maíz, precio que no fue aceptado por los campesinos, ni por los agricultores organizados en la Asociación de Agricultores del Rio Culiacán, que en voz de su presidente Melchor Godoy Gaxiola exigían un mínimo de mil 350 pesos por tonelada, además pedían que se les reconociera el premio a la calidad que otorgaban CONASUPO, para alcanzar los mil 400 pesos por tonelada.

Ante la propuesta del gobierno, el frente convocó asamblea general, de donde emanaron acuerdos que consistían en intensificar la movilización social con fin de presionar a los funcionarios públicos. Para los once ejidos la asamblea se convirtió en una escuela de lucha política y social, en las que fueron construyendo un discurso sólido con aspectos ideológicos, de identidad y de expectativas de éxito. Las asambleas fueron semilleros de militantes, que gradualmente fueron sumando a campesinos inconformes. Al respecto un protagonista relata:

Las asambleas tuvieron varios espacios ya que en una primera etapa solo éramos ejidatarios que queríamos organizarnos, para ello las reuniones se realizaban en las casas de los mismos compañeros, al principio éramos 3, después 5, después 10 y así fuimos sumando más compañeros, y por lo general éramos 2 o 3 los que hablábamos siempre se respetaba un orden que de manera natural se daba, los que hablábamos al frente y los que querían información y escuchar las propuestas en la parte más amplia, como un salón de clase (M. Coronel, comunicación personal, 20 de marzo de 2016).

El contingente de Sinaloa municipio, que participó en la toma de la caseta en 1997, fue encabezado por Saúl Rubio y su mano derecha Rafael Gaona,9 quienes propusieron la creación del Frente de Defensa de Productores Agrícolas del Estado de Sinaloa (FDPAS), para “apoyar a los agricultores, pero a los de verdad, los que sudan en el campo” señalaba Rafael Gaona. Al respecto, relata:

Si bien Saúl como padre quiso sacar a su familia adelante, por eso emigro a otros estados, también volteo a su municipio, y un día tomó la decisión de agarrar la bandera de la lucha social para defender lo que en este tiempo nadie había defendido, en 1997 abanderó una lucha social en la caseta de 4 caminos luchando hombro con hombro con todos los productores del norte del estado de Sinaloa, en defensa de mejores precios en el maíz, frijol, trigo y garbanzo, se lograron los objetivos, un día memorable porque él decía, tenemos que hacer una gran manifestación para que los funcionarios de primer nivel vengan a la caseta de cuatro caminos que estemos de tú a tú para negociar nuestros precios, en esa ocasión nos sentamos productores junto con él, y fue Saúl quien propuso organizarnos como FDPAS a nivel estado tras ese primer encuentro entre campesinos y agricultores (R. Gaona, comunicación personal, 16 de mayo de 2017).

Saúl Rubio en el municipio de Sinaloa, logró aglutinar el grueso de los agricultores del norte de la entidad, lo cual implicó emplear tiempo, dinero y esfuerzo. El primer planteamiento de Saúl fue ordenar el ciclo de cosechas de acuerdo con el mercado nacional e internacional, dependiendo la cantidad de hectáreas cultivadas. En palabras de Gaona: “Saúl tenía otra forma de mirar al campo, su visión era más amplia, más allá de la parcela, involucraba todo el proceso de producción como una actividad que debe ser de los campesinos”, para ello estos debían organizarse, “él, miraba que la venta de insumos, así como la comercialización y el resguardo de la cosecha (almacenamiento) los deberían de manejar ellos”, fue un discurso disruptivo al final del siglo XX.

Finalmente, 1998, Saúl Rubio decidió organizar el FDPAS en Sinaloa municipio, al respecto Marciano Coronel, considera que Saúl Rubio tuvo que invertir tiempo y dinero para unificar a los agricultores y ejidatarios del citado municipio. Sobre ello, Marciano Coronel rememora:

Era verano de 1998 cuando había un acto de protesta en contra de las bodegas, compradoras de maíz, que no habían cumplido con el pago del mismo, esto ocurrió en Estación Naranjo, miré una multitud de gente que de manera desorganizada y en pleno sol de más de 40 grados querían ser atendidos por los bodegueros, a lo que llamé a Saúl y le comenté, fíjate que en este momento hay cientos de hombres (unos 300, eran) que están afuera de las bodegas, queriendo su pago, pero con este calorón creo no levantan voz ni para escucharse entre ellos mismos, si puedes y quieres tráeles unas aguas que lo mirarían bien de tu parte, a lo que Saúl le contestó, espérame en un rato voy avísales a las gentes, y en un tiempo después Saúl llego con una camionetada de aguas, refrescos y tortas, puedes imaginarte como se puso la gente, en ese instante les cambio el rostro y fue ahí donde Saúl les dijo que esa no era la forma de pedir lo justo, cuando el otro es sordo, y el los juntó y pidió que confiaran en él, para que de forma organizada y coordinados en grupo pudieran tener logros como agricultores, pero unidos, eso sí pidió.

Posteriormente dijo que se retiraran que solo ganarían deshidrataciones y hambres en vano, pero en unos días después nos reuniríamos con ellos, y Saúl pidió invitar a los demás agricultores que tuvieran algún problema donde se pudiera ayudar. Así se extendió con fuertes rumores que Saúl nos ayudaría (M. Coronel, comunicación personal, 20 de marzo de 2016).

Con ese acto de bondad, la figura de Saúl Rubio pronto se esparció como pólvora por todo el municipio, se convirtió en el proveedor y en el héroe que necesitaban. Al poco tiempo Saúl, logró unificar los diferentes grupos de ejidatarios que pedían mejoras en los precios de grano, así como dotación de agua para sus tierras. Pero el logro de mayor éxito del dirigente fue pasar del nivel social al político.

Así fue como nació el sauilismo en Sinaloa municipio, lo cual proyectó esperanza en los campesinos de la región, que en cada manifestación blandeaban sus instrumentos de trabajo como palas, rastrillo, wingo, barra, martillo y pinzas, simbolizando la vida ruda que desarrollaban en las tierras, ubicadas en las faldas de la Sierra Madre Occidental. Esos instrumentos de trabajo servían como herramientas para abrirse paso en las tierras enmontadas, lleno de maleza y ramas; aunque otras veces era para cortar leña que les servía para cocinas su comida.

Las herramientas de trabajo también encarnaban la identidad de labriego de Sinaloa, acostumbrado al trabajo rudo y un amor por el terruño. En este sentido, un activista esgrime:

No queremos que se nos vea como gente de poco conocimiento o de la clase más baja, queremos que se nos juzgue por la labor que hacemos, si bien vivimos en el campo producimos alimentos, para todos, por qué a cualquier comerciante de la ciudad se les acepta y respeta hasta empresario, lo llaman, y a nosotros que somos de ejido se nos ve cómo simples campesinos, en término denigrante (R. López, comunicación personal, 12 de mayo de 2016).

El campesino acostumbrado a la vida ruda en el ámbito rural, se auto percibía alejado de la urbanización. En su visión, por su marginalidad y lo rural no eran tomado en cuenta dentro de las políticas y decisiones por parte de las autoridades estatales y federales y menos por parte de los bancos.

El saulismo aglutinó a los once ejidos dentro del FDPAS, lo cual permitió a los campesinos imaginar una vida diferente, al menos obtener el agua necesaria para irrigar sus tierras. En ese sentido, los ejidatarios no dudaron ni siquiera un momento para sumarse al proyecto sociopolítico de Saúl Rubio, al respecto Gumaro Jaquez Salas afirma “así fue cómo surgió el movimiento agrario no solamente en Sinaloa, municipio, sino en toda la región norte de Sinaloa”.

En esta primera etapa el núcleo duro del movimiento se encargó de expandir la lucha política del “saulismo” a través de la socialización de la información, consistente en exponer sus demandas y sus motivaciones individuales, prevaleciendo la necesidad de justicia, el derecho al agua, una mejor comercialización, mejores precios en sus cosechas, préstamos para sistemas hidrológico y junta de sanidad vegetal en el municipio, una gran cantidad de demandas establecidas en el pliego petitorio que exhibían en cada reunión ejidal o frente a funcionarios públicos. Para el éxito pretendido debían organizarse, de esas reuniones informativas, salió la propuesta de conformar los Módulos de Riego como Asociaciones Civiles, figura jurídica que les permitió establecer una relación directa con las diferentes dependencias de gobierno.

La organización les dio vida, a cada A.C. les dio nombre, se creó una estructura jerárquica, dio confianza y certeza, se asignaron un espacio para propiciar la información y discusiones del grupo, la A.C. vino a darle mayor solidez al movimiento, un ejemplo evidente fue los campesinos de la Asociación Civil El Guadalupano, que albergaba a 124 ejidatarios, era encabezada por Gumaro Jaquez Salas, contaban con una estructura organizativa, que definieron como salón oficial para las asambleas el recinto del ejido Zeferino Paredes.

Para que un movimiento estalle se necesita organización según la teoría de la movilización de recursos, y es ese sentido que se inscribe el nacimiento de la A.C que pronto se organizó bajo un comité ejecutivo conformado por un presidente, un secretario, un tesorero y sus respectivos vocales. La primer A.C. conformada para tal efecto fue el “sistema de riego por bombeo el Guadalupano A.C.” integrada por Gumaro Jaquez Salas como presidente, Antonio Arellano Padilla secretario y Rogelio Velázquez tesorero, posteriormente la unidad de riego Leopoldo Sánchez Celis con Manuel León, Joel Beltrán Soto y Ramón Olmos respectivamente.

La lucha emprendida por los ejidatarios tenía como principal demanda darles vida productiva a sus áridas tierras, que, para ello, necesitaban dotación de agua. El campo durante el proyecto neoliberal ha sido muy castigado y descuidado por las autoridades, realidad que han asumido los campesinos en el municipio de Sinaloa.

En suma, las individualidades no obtuvieron el éxito esperado frente al gobierno, así que se configuró la suma de las individualidades dando nacimiento una colectividad, y un repertorio de acciones tácticas de contención para lograr que su “problema sea calificado e identificado como "público", digno de atención de las autoridades y, por ese motivo tenga acceso a la agenda de gobierno, debe convertirse en un issue10, en una cuestión de carácter controvertido y polémico. Puede haber muchas demandas, asuntos, reivindicaciones y problemas, pero sólo si son potencialmente conflictivos tendrán la capacidad de ganar la atención y transformarse en asuntos de interés para el gobierno en turno” (López, 2012. P. 164). Así fue cómo se configuró el movimiento social y político que posteriormente lo encabezaría Saúl Rubio. Las formas de lucha se modificaron, pasaron de formulación de peticiones, que son rebasadas, para poner en movimiento todo un repertorio de acción colectiva.

Este movimiento fue capaz de influir en la toma de decisiones del gobierno local, estatal y federal ya que este se vio obligado a abrir las puertas a la negociación. El sujeto movilizado va creando una identidad rural campesina, a partir de la lucha que emprende para obtener mayores beneficios desde su territorio, por el cual va adquiriendo sentido de pertenencia.

Si bien de 1994-2002 fueron sus primeras movilizaciones estas significarían para muchos de ellos una herramienta didáctica donde aprenderían como organizar una toma de casetas para futuras protestas, así como la actitud de los líderes y los militantes para crear conciencia en los medios locales y comunidad.

Adhesión al movimiento saulista

En el periodo de 1994 a 1997, se puede considerar como la etapa donde se desarrolló el proceso pedagógico, en el que se formaron políticamente los campesinos de los once ejidos. Esa fuerza política en 1998 se puso a prueba, Marciano Coronel Madrid fue postulado a la diputación local por el Partido Acción Nacional, sin embargo, el panismo en el municipio estaba desdibujado, así que no tenían ninguna posibilidad de triunfar. En ese proceso electoral, Saúl Rubio fue postulado como candidato a presidente municipal, por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), inmediatamente lanzó su campaña política, con la que se dio a conocer públicamente.

Saúl Rubio no ganó la presidencia, pero siguió con las gestiones de los campesinos de los once ejidos. Mientras que Marciano Coronel se aprestó a tender lazos para que Saúl fuese candidato del PAN en las elecciones municipales del 2001.

Los campesinos pasaron de ser peticionarios de agua y mejores precios del maíz, para convertirse en electores y candidatos a puestos populares. En ese sentido, se cumple lo que dice Willibald Sonnleitner (2010), que los mexicanos pasaron de tapados acarreados a candidatos y electores.

El saulismo no encontró cabida en el Partido Revolucionario Institucional, así que se acercó al PRD y al PAN, para contender por los puestos de elección popular. Sin embargo, el liderazgo de Saúl era suficiente para cohesionar el movimiento político que les disputara el poder al PRI.

La construcción de un liderazgo político, el surgimiento de una elite política en Sinaloa municipio11.

En lapso de 1917 a 2001 el partido oficial había mantenido el poder en el municipio de Sinaloa; pero en 2001 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) recibió su primera caída, el encargado de asestar ese golpe fue un ex priista Saúl Rubio, quien encabezaba un movimiento político-social donde incluía los marginados del poder político en la región.

Saúl Rubio en sus primeras aventuras políticas por conquistar el poder en el Ayuntamiento de Sinaloa contó con el respaldo del PRD. En 1998, con datos extraídos del entonces Consejo Estatal Electoral de Sinaloa (1999) legitimaba el proceso donde Rubio perdió la presidencia municipal, obteniendo sólo 13 560 votos; mientras el candidato Gaspar Figueroa Álvarez del PRI se alzó con 16 670 sufragios. La cantidad de votos fue de suma importancia para Rubio, ya que ese logró permitió que otros partidos como el Partido Acción Nacional voltearan su mirada hacia él. Pero, sobre todo, Rubio se ganó la simpatía de diferentes grupos, como Marciano Coronel Madrid del poblado Calderón, con trayectoria panista, así como Gumaro Jaquez Salas que se une al movimiento saulista en 1999, del ejido Zeferino Paredes y del ejido Cubiri de la Cuesta Abelardo Haro Cortez que encabezaba a los campesinos de esa comunidad y la de los alrededores, panistas como Will Veliz, quien posteriormente fue Presidente de Sinaloa Municipio (2005-2007) El señor Oscar Vázquez Soto de Estación Naranjo fue director de turismo y minas en trienio de Saúl Rubio Ayala por 2 años, y 3 años con Will Veliz, Ariel Gálvez Sánchez del Maquipo fungió como encargado de la junta local de sanidad.

La coyuntura política de la elección local de 1998, donde Saúl Rubio participó como candidato a la presidencia municipal de Sinaloa, sirvió para poner a prueba el liderazgo de Rubio, pues permitió que el PRD de un total de 32 197 votos se quedara con un 32.11%, aunque la mayoría quedó en manos del PRI que fue el 40.87 %, obteniendo el triunfo con ocho puntos de diferencia. Mientras tanto, el panismo se debilitó drásticamente sólo obtuvo 1 570 votos. Rubio perdió, sin embargo, se puede afirmar que es el nacimiento de un movimiento político-social en la región.

En lo posterior, Rubio fue aglutinando actores políticos locales de diferentes partidos políticos, especialmente del PAN y del PRD, entre los más destacados figuraron Marciano Coronel, el mismo actor recuerda:

Nosotros somos gente de campo, de lucha y entrega a nuestra gente, mi partido había abandonado a su pueblo, fui candidato en un momento donde el hambre era mucha, así como las ganas de justicia de todos, ya que éramos un pueblo con tierras, pero sin agua, un pueblo con presas, pero sin agua, y vimos en Saúl a un hombre que nos dio de nuevo la esperanza y se ganó la confianza propia y de toda la gente que nos seguía, y optamos por apoyarlo ya que la palabra de ese hombre, la sentimos honesta y real, por eso votamos por él, y desde entonces nos unimos a él (M. Coronel, comunicación personal, 20 de marzo de 2016).

En el 2000, bajo las siglas del PRD, Saúl Rubio contendió a una diputación federal por el distrito uno, de mayoría relativa – que incluía los municipios de Choix, El Fuerte, Badiraguato, Salvador Alvarado, Mocorito y Sinaloa con el fin de mantener vivo y expandir el movimiento político. Aunque no triunfó, pero su movimiento creció aceleradamente: con datos obtenidos del Instituto Federal Electoral (2001) los números fueron a su favor, con un total de 17 283 votos, quedando en segundo lugar después del PRI que se alzó con 71 147 sufragios; el PAN por –quien coincidió con la candidatura a la Presidencia de la Republica de Vicente Fox Quezada- alcanzó 17 195 votos. En el municipio de Sinaloa, Saúl alcanzó 8 931 votos, quedando por debajo del PRI que sumó 19 648.

Como se aprecia, Saúl logró 24.29% a nivel de distrito, pero a escala municipal dibuja que la fuerza política seguía siendo su lugar natal donde había obtenido el grueso del voto. El PAN no marcó diferencia alguna: por ejemplo, en la elección de 1998 sólo obtuvo 1 470 votos (4.73%) y, en 2000 aun cuando Fox triunfó a nivel nacional a nivel local sumó 1 692 (5.35%) sufragios.

En 2001, Saúl Rubio se escindió del PRD y participó en una contienda abierta dentro del PAN para hacerse con la candidatura a la presidencia municipal; sobre esta elección interna en el PAN Rafael Gaona, persona muy cercana a Saúl Rubio quien fuera el suplente en la Diputación local de la LVIII Legislatura del congreso de Sinaloa, además quien lo sustituyera después de la muerte de Saúl, menciona;

“Yo anduve más de 8 años que entregue mi vida por la lucha de estas causas e ideales que permitieron que fuéramos gobierno en Sinaloa y se desarrolló un proyecto importante haya en Choix, pero en El Fuerte también prendió, así como en Ahome, Guasave, Mocorito y Salvador Alvarado de ese tamaño fue Saúl Rubio Ayala” (R. Gaona, comunicación personal, 16 de mayo de 2017).

Una de las personas de más cercanía con Saúl Rubio Ayala coincide en las dificultades que tuvo Saúl con todo su grupo para llegar al poder municipal y tener impacto en toda la región norte de Sinaloa, igual recuerda que en los procesos electorales que participaron como grupo, se tuvo serias pugnas por el poder donde participaban poderes facticos que dan línea u orientación a los campesinos y ganaderos, como lo son las grandes empresas bodegueras, los líderes del campesinado y de la ganadera, así como líderes políticos sin convicción que hicieron más difícil el camino para establecer acciones de gobierno en beneficio del pueblo.

En la elección del 2001 sus contrincantes, al interior del PAN, fueron Juan Antonio Guerrero y Abel Figueroa. Estos dos fueron derrotados fácilmente, aunque no quedaron fuera de la repartición, pues Guerrero se quedó como candidato a diputado local y Figueroa como candidato a regidor. Ya sin ningún obstáculo, Rubio se lanzó a la contienda electoral por alcanzar la presidencia municipal, el resultado fue terminante y eficaz: se alzó con 13 327 (42.89%) sufragios sobre su contrincante del PRI quien pudo obtener 12 952 (41.68%) votos; y su anterior partido el PRD se conformó con 3062 (9.85%) votos. También triunfó Juan Antonio Guerrero para diputado local con 13 482 sufragios (Consejo Estatal Electoral de Sinaloa, 2002).

La prensa avizoró un triunfo de la oposición en varios municipios entre ellos Sinaloa municipio, considerando el crecimiento de imagen de Saúl Rubio por haber participado en elecciones anteriores, queda de manifiesto que el saulismo como movimiento político hundía sus raíces en ejidos y comunidades rurales del municipio, por ejemplo, en los ejidos Zeferino Paredes, Guamuchilera y Concentración recibía apoyo del dirigente agrario Gumaro Jaquez. Este mismo testifica, al sostener:

“La constante que mantuvo a Saúl Rubio en el agrado de todos era la cercanía, el contacto directo con nosotros, como pueblo, él mantuvo, a toda la estructura bien informada de los posibles proyectos que podríamos emprender, con su apoyo en la llegada de él a la presidencia ese fue su compromiso y esa era nuestra esperanza” (G. Jaquez, comunicación personal, 5 de marzo de 2016). Dentro del saulismo no tardó mucho tiempo cuando se configuró una élite emergente, entre los más destacados estaban Marciano Coronel Madrid del poblado Calderón, con trayectoria panista; el mismo Gumaro Jaquez Salas que se unió al movimiento saulista ganando su sindicatura; del ejido Cubiri de la Cuesta Abelardo Haro Cortez que encabezaba a los campesinos de esa comunidad; Raymundo Rosales de Calderón, Rodrigo Chaparro de Mezquite alto, Manuel León Escobedo de la cero, como actores de los once ejidos, estos se sumaron los panistas ya mencionados atrás.

Conclusiones

Por último, se exponen las conclusiones las cuales argumentan todo un esquema del movimiento, así como de las oportunidades de las cuales se apoderaron los campesinos y las potencializaron en virtud de una gran identidad creada por ellos mismos.

Varios elementos se configuraron para el surgimiento el movimiento saulista, por un lado, fue necesario la existencia de las condiciones estructurales como las siguientes: primero, migración interna y externa que no es otra cosa que el desplazamiento de gente proveniente del estado de Durango o de los municipios aledaños, quienes se asentaron en Sinaloa, municipio; segundo, lo estéril de las tierras, ya que los ejidatarios no poseían agua, por lo tanto sus tierras no producían granos, ni siquiera para alimentarse holgadamente; tercero, la lucha de clases, que implicaba que los grandes propietarios dueños del agua, asentados en el valle de Guasave, aliados con la élite política tenían acaparado el líquido, mientras que los campesinos carecían de ello.

Por otra parte, para que estallará el movimiento no fueron suficientes las condiciones estructurales, ya que hizo falta la movilización de recursos y la existencia de oportunidades políticas. Primero, hay que enfatizar que los movilizados contaban con embriones o células de organización, uno por cada ejido –aunque dispersos-; segundo, contaron con liderazgos carismáticos y legitimidad como Saúl Rubio, Gumaro Jaquez, Marciano Coronel; tercero, los ejidatarios recibieron apoyo de aliados que encontraron al interior del PAN y el PRD, así como de agrupaciones paralelas, la creación de una identidad grupal y colectiva, que les permitió decir a los movilizados “un nosotros” diferentes a los otros.

Para que un movimiento social estalle no son suficientes las condiciones estructurales, en ese caso los pobres de todo el mundo ya se hubieran rebelado, generalmente, la gente que se rebela es la que puede, la que cuenta con recursos, como organización, aliados verticales y paralelos y liderazgos legítimos y carismáticos.

Dentro del movimiento también se puede hablar conceptual y empíricamente de género, ya que en interacción mujer-hombre, surgió un grupo de ejidatarias, ya sea que se quedaron solas las mujeres, porque sus maridos emigraron a Estados Unidos o bien porque quedaron viudas. Las ejidatarias, en su justa dimensión, tuvieron sus aportaciones, sus pensamientos, sus ideales al movimiento, además, mujeres y hombres compartieron experiencias, tareas y las adversas condiciones.

Un movimiento social personifica la interacción contenciosa que implica la formulación de reclamaciones mutuas entre quienes retan y quienes detentan el poder, vivencia que pasaron los miembros del movimiento en Sinaloa municipio, sin embargo se constituyó a través de medios más o menos tradicionales como lo fue las reuniones entre ejidatarios, campesinos que lograron crear su propia organización con el apego a lo legal apoyados por las libertades que otorga el marco normativo mexicano, con la creación de Asociaciones Civiles de cada unidad de riego, sirviendo estas asociaciones como redes que creaban una sensación de colectividad asegurando un sentido de continuidad de la lucha.

De la participación político electoral del movimiento se desprenden muchas aportaciones a la historia de los movimientos en Sinaloa, donde se denota que la participación de los actores políticos con poder de decisión ya sea municipal como el caso de Saúl Rubio Ayala que fungió en lo local; presidente municipal, fortalece las acciones colectivas ya que llevan el respaldo del ungido, por el pueblo y en particular por el movimiento.

Sin duda la llegada de Saúl Rubio a esos puestos clave permitió la continuidad del movimiento. De la élite saulista muchos de ellos ascendieron a la administración pública municipal de 2001 a 2007; y regresaron en el periodo de 2011 a 2013, cuando Saúl Rubio Valenzuela (hijo) llegó a la presidencia municipal. Esto se cumple el argumento de Pareto, quien sostiene que existe un estrato dominante con el nombre que desde entonces se utilizó comúnmente: la elite gobernante o elite política (Vilfredo Pareto, 1966, p. 8, como se citó en Peter H. Smith, 1981)

El miembro de esta élite fue por características o por “cualidades que le dan cierta superioridad material, intelectual o aun moral; sino estos individuos son los herederos de otros, poseedores de semejantes realidades” (Gaetano Mosca, 1939, p. 50, como se citó en Peter H. Smith, 1981) o bien por atributos psicológicos, sumado a la habilidad para persuadir. Aquí se distingue Saúl Rubio, quien como dijera Peter H. Smith (1981), “que los individuos adquieren poder en gran medida gracias a sus cualidades personales más que en virtud de inequidades estructurales o de patrones de dominación” (p.9).

Saúl es el típico líder que retrataba Mosca y Pareto, pues fue un líder carismático por eso logró distinguirse como luchador social y agrario; después se convirtió en dirigente político, luego presidente municipal por último diputado local. Dentro de su núcleo duro, parte de líderes del movimiento, figuraban líderes agrarios, así como políticos, empresarios, docentes con los que construyo su liderazgo.

En fin, el movimiento fue producto de la combinación de factores estructurales como la movilización de recursos y oportunidades políticas. La dinámica del movimiento se desdobló de la lucha legal, a los repertorios de acción de colectiva más violentos, hasta llegar a toma del poder político.

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Notas

2 En el prólogo Massimo Modonesi (Tamayo, 2016) establece que los repertorios de acción son las formas por medio de las cuales los actores actúan, se manifiestan, protestan y, con ello, transforman la realidad social. (p. 22).
3 Las unidades de riego son áreas agrícolas con infraestructura y sistemas de riego, distintas de los distritos de riego y por lo general de menor superficie que éstos. Puede integrarse por asociaciones de usuarios u otras figuras de productores organizados, que se asocian entre sí para prestar el servicio de riego con sistemas de gestión autónoma y operar las obras de infraestructura hidráulica para la captación, derivación, conducción, regulación y distribución y desalojo de las aguas nacionales destinadas al riego agrícola. (CONAGUA, 2015, p. 285).
4 Don Manuel González, provenía del estado de Durango, llegó cuando los vastos terrenos de Sinaloa estaban desocupados.
5 Líder agrario y político ocupó la Presidencia municipal de Ahome, Sinaloa, en dos ocasiones en el trienio de 1998-2001 y 2007-2010, fue diputado federal en 2004- 2007 por el Partido Revolucionario Institucional PRI.
6 El Debate 15 de abril de 1997, p. 3-A.
7 El Debate, jueves 17 de abril de 1997, Los Mochis, Sinaloa, p. 3-A
8 El 1 de abril de 1965 se constituye la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) como una entidad pública u organismo público descentralizado.
9 Rafael Gaona, persona muy cercana a Saúl Rubio quien fuera Director de Desarrollo Social en el gobierno de Saúl Rubio, y fue el suplente en la Diputación local de la LVIII Legislatura del Congreso de Sinaloa, quien lo sustituyera después de la muerte en mayo de 2005.
10 La palabra issue significa cuestión, tema o asunto, entre otras cosas, y es de uso habitual en la literatura de las políticas públicas; se utiliza en un sentido específico, como cuestiones o asuntos que se debaten en la esfera pública y de cuya disputa depende el tratamiento y resolución a un problema en particular (Gerston 1997; Majone 2006). De ahí la importancia de utilizar esta expresión en inglés, para reflejar su sentido particular.
11 Octaviano Moya Delgado en su artículo “La élite política en Sinaloa: conformación y permanencia, 1950-2010” da testimonio de esta familia que ha asumido importantes posiciones de poder en Sinaloa Municipio.
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