Resumen: Esta revisión da cuenta de artículos que se refieren a la relación existente entre aislamiento social y funciones ejecutivas encargadas de la generación de recursos, para la adaptación de las personas a situaciones poco habituales. Se empleó una estrategia PICO para la definición de la pregunta de investigación y lineamientos básicos del modelo PRISMA, se revisó bases de datos en Scopus, Science Direct, Springer y Google académico. Se identificaron 7042 artículos que cumplían con los criterios de selección, reportándose finalmente 12 investigaciones. Se concluye que el aislamiento social se relaciona con un funcionamiento cognitivo general más deficiente, extendiéndose a otros dominios cognitivos como: orientación, memoria y atención. Además, se evidencia que el aislamiento actúa como un estresor crónico, observándose una disminución en la actividad cortical global y un aumento del cortisol.
Palabras clave: aislamiento social, función cognitiva.
Abstract: This review reports articles aimed to analyze the relationship between social isolation and executive functions responsible for generating resources for adapting people to unusual situations. A PICO strategy was used to define the research question and essential guidelines of the PRISMA model, and databases in Scopus, Science Direct, Springer, and Google Scholar were reviewed. 7.042 articles that fulfilled the selection criteria were identified, finally reporting 12 investigations. It was concluded that social isolation is related to poorer general cognitive functioning, extending to other cognitive domains such as orientation, memory, and attention. It was also evidenced that isolation acts as a chronic stressor, showing decreased global cortical activity and increased cortisol.
Keywords: Social isolation, Cognitive function.
ARTÍCULOS DE REVISIÓN
Aislamiento social y funciones ejecutivas en adultos: una revisión sistemática
Social isolation and executive functions: a systematic review
Recepción: 27 Marzo 2023
Aprobación: 23 Diciembre 2023
Los seres humanos basan su desarrollo en la interacción social y desde allí se determinan formas de comportamiento y de relaciones, entre individuos y grupos. (1) Es así como su capacidad de aprendizaje se ve mediada durante su vida por la constante adecuación a un contexto social que presenta nuevas situaciones y estímulos y que influye en la definición de actividades instrumentales y en la adquisición de nuevas estrategias y esquemas cognoscitivos.(2)
Por esta razón las dificultades que se presentan en el desarrollo social podrían afectar no solo su capacidad de aprendizaje sino también las funciones que se ven involucradas en este proceso, Wilkinson (2008),(3) establece una distinción entre las dificultades que podrían afectar el desarrollo social, diferenciando el deterioro de la interacción y el aislamiento sociales propiamente. Respecto del primero reconoce comportamientos sociales ineficaces, sensación de rechazo, falta de conocimiento de técnicas sociales y/o barreras de comunicación. En el aislamiento social en cambio, se evidencia una sensación de soledad impuesta por las otras personas, se refiere a una conducta voluntaria o involuntaria que lleva a las personas a reducir significativamente sus interacciones con otras personas, principalmente como respuesta a situaciones que son difíciles de manejar. Al respecto, DiNapoli et al.(4) señala que el aislamiento social es “vivir solo o estar soltero, o contar con una percepción de falta de red social y sentimientos de soledad”. (5)
Ahora bien el aislamiento social entendido como la falta de contacto físico con personas con las que se puede interactuar con regularidad,(4) influye en todas las dimensiones del desarrollo humano, sobre todo en aquellas vinculadas al desarrollo cognitivo que requieren entrenamiento con otros seres humanos, por lo que existiría una relación estadísticamente significativa entre la actividad social y la función cognitiva, tanto así que en personas mayores, según Ingram et al.(6) vivir solo y sin relaciones cercanas, estaría vinculado a un mayor riesgo de demencia.
Ahora bien asumiendo que la interacción social influye en el desarrollo cognitivo en general, resulta interesante precisar de que forma afecta a las funciones ejecutivas(FE) encargadas de la vida cotidiana de las personas. El estudio de FE en la población general es un campo apenas evaluado, en especial, si dicha población se encuentra expuesta a situaciones extremas como lo fue el confinamiento por la contingencia sanitaria provocado por el COVID-19 a principios del año 2020. Lepe Martínez et al.,(7) resaltan el papel de estas funciones, al calificarlas como habilidades determinantes que facilitan la adaptación de las personas en distintas etapas de la vida. Ese autor complementa la definición, indicando que son procesos que asocian ideas, movimientos y acciones simples y orientan a la resolución de conductas complejas, que son esenciales para llevar a cabo una conducta eficaz, creativa y aceptada socialmente”. Otro autor indica que las FE “son un conjunto de habilidades que configuran el razonamiento, la capacidad para solucionar problemas, la planificación y la proyección, elementos esenciales para el desarrollo psicológico y social de los individuos, puesto que mejoran su capacidad para hacer frente con cierto grado de éxito, a los retos que se presentan en diferentes entornos”. (4)
Trabajos previos asocian la relación de estas dos variables (aislamiento social y FE) con el modelo de reserva cognitiva. (4,5,6)
DiNapoli et al. “señalan que el nivel de compromiso social y el tamaño de la red social de una persona o la frecuencia de los contactos que esta genera, promueven su salud cognitiva de forma positiva, mientras que el aislamiento genera un efecto negativo que podría considerarse un factor de riesgo para el deterioro cognitivo”.(4) Mientras que Evans et al., concluyen que “participar en actividades sociales se asocia más frecuentemente con mejores resultados cognitivos en las medidas cognitivas globales, seguidos por la memoria y la función ejecutiva”. (5)
Labos et al.,(8) confirman que el relacionarse y vincularse socialmente con otras personas, manteniendo un estilo de vida socialmente activo, requiere un esfuerzo cognitivo y por lo tanto contribuye positivamente a desarrollar la reserva cognitiva, la cual operaria como un factor protector cognitivo en la vejez.
A su vez, Weber et al.(9) afirma, en su investigación experimental de 30 días de aislamiento, que los datos no indican ningun efecto negativo sobre la actividad cortical, evidenciandose un aumento progresivo de las funciones cognitivas como atención, procesamiento viso-espacial y memoria. resultados que se atribuyen a un efecto positivo en el aprendizaje.
De estos antecedentes surge la pregunta respecto de la existencia de una relación formal entre el aislamiento social y las FE, en población adulta y para ello se realiza una revisión sistemática respecto de la evidencia existente respecto de la asociación de ambas variables, tratando de comprender si existen elementos necesarios para afirmar que el fenómeno afecta el desarrollo y funcionamiento normal de estas habilidades, o si dichas consecuencias bastantes gatillado en otra etapa de la vida.
MATERIALES Y MÉTODO
Se realizó una revisión sistemática siguiendo lineamientos básicos del modelo PRISMA (por sus siglas en inglés de: Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses),(10,11) estableciendo los siguientes criterios de elegibilidad:
· Publicaciones en el periodo comprendido entre 2012 y 2022.
· Estudios observacionales, ensayos clínicos y/o investigaciones experimentales.
· Estudios que hayan incorporado el aislamiento social medido en términos de: Red social/ contacto/ actividades sociales y funciones ejecutivas en términos de deterioro asociado a la vejez.
Se excluyeron aquellos artículos que asociaban el aislamiento social con trastornos del neurodesarrollo (autismo- trastornos del aprendizaje), trastornos psiquiátricos (esquizofrenia- trastornos de personalidad) y con otras enfermedades como la diabetes, el estrés y el uso de sustancias psicoactivas. Al igual que investigaciones realizadas en animales.
La estrategia de búsqueda electrónica se basó en el uso de palabras claves en español y en inglés, conformando las siguientes secuencias: aislamiento social, y/o funciones ejecutivas-aislamiento social (social isolation or executive functions and social isolation). Los términos de búsqueda estuvieron centrados en dos tareas: 1) aspectos del aislamiento social (contacto social, relaciones sociales y sentimientos de soledad percibido y objetivo); 2) función cognitiva (memoria, atención, habilidades de adaptación y funciones ejecutivas).
Las bases de datos electrónicas que se utilizaron para la búsqueda fueron, Scopus, Science Direct, Springer y Google Académico.
La evaluación de la calidad se realizó usando las directrices planteadas en el formulario de revisión crítica para estudios cuantitativos de la Universidad de Mc Master,(12) que contempla a rasgos generales claridad en la definición de objetivos, revisión de literatura especializada, claridad en el diseño y la muestra, la obtención de resultados fiables y la explicitación de conclusiones congruentes con el estudio.
RESULTADOS
Inicialmente el registro contó con 7.042 artículos, de los que se evaluaron 128, quedando finalmente 12 estudios para reportar (ver figura 1).
Figura 1

Luego de los cribados se seleccionaron 12 artículos que dan cuenta de la relación entre aislamiento social y FE. (Ver tabla 1)
La evaluación de los criterios de calidad de las fuentes permitió apreciar que las investigaciones críticas incluidas en esta revisión, sí responden a dichos requisitos (Ver Figura 2)
Figura 2
Revisión crítica de estudios cuantitativos

DISCUSIÓN
Al realizar la búsqueda y análisis en las fuentes de información se percibió que, en los estudios incluidos en esta revisión la mayoría de los artículos, exponen la asociación entre el aislamiento social y las funciones cognitivas, confirmando el impacto negativo del aislamiento en las funciones cognitivas globales, tras el periodo de emergencia sanitaria, vivida a causa del COVID 19. Los autores sugieren que el aislamiento social, se relaciona con un funcionamiento cognitivo general más deficiente,(4) extendiéndose a otros dominios cognitivos, en donde el aislamiento actúa como un estresor crónico, y se observa una disminución en la actividad cortical global y un aumento del cortisol. (19,21,22)
Ahora bien, no todos los hallazgos encontrados indican una asociación negativa, dentro de los artículos considerados se aprecia uno en particular que menciona avances en dichas funciones, siempre y cuando el aislamiento social sea a corto plazo (30 días) en donde no se observen cambios negativos, si no una restablecimiento y rendimiento en las habilidades cognitivas evaluadas.(9) La correlación de las variables sugiere que a mayores niveles de sentimientos de soledad mejor funcionamiento ejecutivo, hallazgos que contradicen la evidencia encontrada en los estudios anteriores.
Otros estudios, perdieron importancia estadística por no contar con hallazgos incluyentes o una muestra significativa, la evidencia epidemiológica y bibliográfica tiende hacer inconsistente, debido a la amplitud de las medidas utilizadas para evaluar el aislamiento social como la soledad, junto con diversas medidas en el rendimiento cognitivo. (13,14,23)
Al analizar los resultados respecto de efectos específicos del aislamiento social en FE en distintos segmentos de la población, es posible señalar que en población adulta joven se ha explorado de forma escasa, sin embargo, los hallazgos confirman la asociación e impacto negativo de un contexto de aislamiento en el adecuado desarrollo de las funciones ejecutivas a largo plazo. En adultos mayores en cambio, existe abundante evidencia, lo que da cuenta de la preocupación que existe entre el aislamiento social e implicancias tanto en funciones ejecutivas como en procesos neuro degenerativos Granda-Oblitas et al., (24) señala que los adultos mayores con demencia, y afectados por aislamiento social se encuentran en un estado de mayor vulnerabilidad por síntomas como la amnesia, apraxia, agnosia e incapacidad ejecutiva. Sánchez y Ramos, (25) complementa lo anterior indicando que las complicaciones cognitivas comórbidas al trastorno depresivo en adultos mayores son numerosas observándose dificultades en el desempeño de tareas donde participan las funciones ejecutivas, la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento.
Un tema interesante resulta lo relacionado con las pruebas utilizadas para medir funciones ejecutivas, en este sentido se plantea el uso de pruebas Weschler, baterías neuropsicológicas, matrices de memoria, el test de Stroop, además de resonancias y electroencefalogramas. Se declara también la utilización de la prueba Minimental (MMSE) que si bien durante años capturó la atención de investigadores, hoy en día se ha cuestionado su valor predictivo y se usa más bien como complemento de otros pruebas en la realización de tamizajes.(26,27)
Una de las limitaciones que se enmarcan en esta revisión sistemática, es que la mayoría de los investigadores han puesto su interés en conocer cuál es la asociación entre el aislamiento social y las funciones cognitivas o ejecutivas en una población particular (adultos mayores), quienes por las características propias de la edad y las patologías asociadas a su edad, ritmo y modo de vida, tienden a desarrollar paulatinamente espacios de aislamiento, aspectos que se desconocen en la población adulta joven, quienes también estuvieron expuestos a una situación de aislamiento.
Si bien es cierto, se siguen desarrollando estudios en referencia a la temática, estos podrían ser mejorables metodológicamente para que sus resultados tengan mayor impacto en la implementación de programas o políticas, que promuevan futuras pautas de prevención en donde se identifiquen, oportunamente las variables asociadas a enfermedades neurodegenerativas asociadas a nuevos contextos vinculados con el aislamiento social. (28)
CONCLUSIONES
El funcionamiento cognitivo es de vital importancia para disfrutar de una vida plena, autónoma y funcional,(20) La evidencia reciente sugiere que el contacto social es una necesidad básica regida por un sistema homeostático social(29) y los efectos del aislamiento social también se han evaluado de forma naturalista durante los últimos años,(6) más aún cuando se ha registrado evidencia científica respecto de la plasticidad neuronal que permite al cerebro adaptarse a los cambios modificando las conexiones y redes que conectan a las neuronas.(2)
De allí que los resultados de la presente revisión sistemática sugieren que el tiempo prolongado en un entorno socialmente empobrecido es perjudicial para los aspectos claves de la función cognitiva, (30) entre los que cabe destacar, la adaptación, toma de decisiones y aprendizaje, entre otros. Los estudios que examinan el efecto del aislamiento social sobre la función cognitiva generalmente involucran adultos mayores, (31) y / o grupos de personas con un contexto socialmente empobrecido debido a sus características patológicas (enfermedades neurodegenerativas, deterioro cognitivo leve, etc.) Por lo que se concluye, que los efectos del aislamiento social, sí afectan a las funciones cognitivas he impactan negativamente en la vejez. Confirmando la relación estadísticamente significativa entre estas variables con el modelo de deterioro cognitivo en ausencia de covariables de envejecimiento.
De allí que cobra importancia, conocer el nivel de desempeño de estas funciones, en población general postpandemia, abriéndose una brecha y una nueva oportunidad, para seguir investigando, en aspectos metodológicos que aborden la temática, en donde se puedan implementar otro tipo de instrumentos con la rigurosidad científica o la validez necesaria, asociados a una muestra estadísticamente representativa, cuyos hallazgos logren dar cuenta y consoliden los resultados mencionados en esta revisión.
Conflictos de interés: los autores declaran no tener.
Declaración de contribuciones:
Todos los autores involucrados realizaron búsqueda y sistematización de información en fuentes confiables siguiendo el protocolo establecido.