Artículos
Ordenando el territorio: entre el camino de los ancestros y la perspectiva contemporánea. Caso comunidad indígena Muisca de Bosa, Bogotá - Colombia
Ordering the territory between the path of ancestors and contemporary perspective. Case Muisca indigenous community of Bosa, Bogota - Colombia
Ordenando el territorio: entre el camino de los ancestros y la perspectiva contemporánea. Caso comunidad indígena Muisca de Bosa, Bogotá - Colombia
Prospectiva, núm. 22, pp. 141-171, 2016
Universidad del Valle
Recepción: 25 Febrero 2016
Aprobación: 17 Agosto 2016
Resumen: Este artículo aborda la problemática que representa para una comunidad indígena habitar en un sector urbano de la ciudad. Los valores y las tendencias que tiene la cosmovisión indígena, no coinciden con los instrumentos actuales de ordenamiento territorial, porque la escalaridad espacial y temporal es diferente, los objetivos de desarrollo no pretenden lo mismo y, además, no se ha propiciado el encuentro adecuado entre las dos perspectivas. Un estudio comparativo entre estas dos perspectivas, identificando procesos internos y atributos específicos, permitió llegar al planteamiento de unas bases para reformular los instrumentos de ordenamiento territorial, en el caso específico de la Comunidad indígena Muisca de Bosa, en Bogotá-Colombia, de lo cual se destaca que el camino es largo y que exige un cambio de racionalidad frente al buen vivir, especialmente del ciudadano común.
Palabras clave: Gestión territorial, Planes de vida indígenas, Planes de Ordenamiento Territorial, Cosmovisión indígena, Ordenamiento alternativo.
Abstract: The values and trends contained in the worldview of indigenous peoples are not similar to the current instruments of land use in place. The temporal and spatial scales are different, as well as the goals of development, and an appropriate meeting point between the two approaches has not been reached. Our aim is to encourage pondering and consideration upon the basis that should lead us to a common and harmonious development, which takes into account ancestral and contemporary tendencies. To reach our goal we compared the two perspectives, identifying internal processes and specific attributes so we could lay out a foundation to reformulate instruments of land use, specifically for the Muisca indigenous community in Bogotá, Colombia. It must be emphasized that the road ahead is a long one and its transit demands a change in the reasoning against the “comfortable life” of the average citizen.
Keywords: Territorial management, Indigenous life plans, Land management, Indigenous world view, Alternative management plans.
1. Introducción
La percepción indígena sobre el territorio es un tema poco conocido en las ciudades, especialmente, cuando los habitantes de dichas ciudades desconocen la presencia de grupos indígenas y por ende, su coexistencia no es satisfactoria. Las dinámicas urbanas favorecen la invisibilidad de estos grupos caracterizados por mantener relaciones ancestrales con espacios de reciprocidad: ser humano-naturaleza. Como afirma el Ministerio de Cultura (2008), el crecimiento descontrolado de Bogotá en los años 1960 absorbió territorios tradicionales de las comunidades pertenecientes a la cultura Muisca dentro de la ciudad, considerándolos en ese entonces como barrios de ocupación ilegal, lo que conllevó a que algunas comunidades como las de Bosa, Chía y Cota se anexaran a lugares con altos niveles de urbanización y donde en la actualidad sus habitantes desempeñan actividades tanto rurales como urbanas. Figura1.
El comparativo permite evidenciar el cambio en el uso del suelo, en la zona habitada por la Comunidad Indígena Muisca de Bosa (en adelante CIMB); la cual se ha expandido durante tres quinquenios, y ya no es posible retroceder esta tendencia. Las necesidades de la población no giran en torno a una relación armónica basada en el uso sostenible de los recursos, sino a las demandas sucesivas por el equipamiento colectivo, lo que en esencia, deriva en que la mayoría de los intereses estén puestos en el incremento de viviendas para los diferentes grupos poblacionales y no en el fortalecimiento de la cultura ancestral.
Encontrar la forma de integrar las concepciones para organizar el territorio entre las comunidades indígenas y el Estado no es una tarea fácil si se tiene en cuenta que, los instrumentos para lograr el Ordenamiento territorial (O.T.) como los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), tienen una vigencia de tres periodos de gobierno. Esta condición no garantiza la buena administración del territorio y la continuidad de los mismos, mientras que para los pueblos indígenas, la construcción de sus planes de vida tiene una connotación de continuidad. Por lo tanto, los planes de vida deberían ser transversales al proceso de O.T. (Sandra Cobos4).
Frente a las pautas más comunes que surgen para el O.T. urbano y la necesidad de conservar las culturas ancestrales, como producto del patrimonio nacional, surge una disyuntiva de la cual emerge la pregunta: ¿Cuál es el camino más apropiado para ordenar un territorio indígena ubicado y permeado por una gran ciudad: el camino de los ancestros o la aplicación de los instrumentos contemporáneos de O.T.? Para responder a esta pregunta se realizó una investigación directamente en la CIMB, cuyos resultados se confrontaron con los instrumentos de O.T., que en este momento están vigentes en Colombia. El resultado de este ejercicio permitió generar este artículo, que tiene como fin, divulgar, por una parte, los valores y las tendencias de la cosmovisión de la CIMB y por otra, contrastar los instrumentos de O.T. utilizados en las urbes, de tal manera que se motive la reflexión sobre los fundamentos que nos deben llevar a la búsqueda de un desarrollo armónico y común.
2. Perspectiva teórica-conceptual
En América latina y el Caribe, el fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas incentiva el autodesarrollo y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y la participación en procesos de organización de sus territorios desde su cosmovisión, con el fin de lograr la recuperación de sus territorios e identidad (CEPAL, 2013). En Bolivia, por ejemplo, se avanza en el desarrollo sostenible, bajo el precepto indígena del “Buen Vivir” (Bascopé, 2015). Según Negrete y Aguilar, (2007) en México, a partir de las directrices del ordenamiento ecológico del territorio, las comunidades indígenas adoptan en sus sistemas de autodesarrollo, los principios que garantizan alguna de sus formas ancestrales de apropiación del territorio y de convivencia con el medio físico-biótico.
En Colombia, habitan alrededor de 102 pueblos indígenas, con cerca de 1.378.884 individuos, (ONU, 2011), sin embargo, no hay un modelo de organización territorial por parte de estas comunidades, que sea reconocido o articulado con las políticas que componen los procesos de O.T. del país. Algunos estudios acerca de la cosmovisión indígena, destacan la imagen o concepto general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir del cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente a su alrededor (Espinoza, 2012). Entonces, comprender el significado de la cosmovisión indígena, para enlazarlo con los procesos actuales de O.T. ayuda a esclarecer la perspectiva teórico-conceptual de este artículo. Por lo tanto, es necesario profundizar un poco en lo relativo a la ancestralidad, la organización comunitaria y la perspectiva contemporánea del O.T.
2.1 Ancestralidad y organización comunitaria.
La cosmovisión es el conjunto de ideas que se tienen acerca de la realidad. Pero las ideas no están solas: el mundo (tanto físico como cultural) se ve jerarquizado y se le aplica una escala de valores. “La cosmovisión, entonces, es el conjunto de ideas y valores acerca de la realidad de lo que se cree que es la realidad. Algo más: ese conjunto de ideas y valores es lo que termina por ser la realidad para cada quien” (Urbina-Rangel, 2013). Para Cano et al. (2010), las cosmovisiones son creencias que conforman la imagen del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir de lo cual, interpreta su propia naturaleza y la de todo lo que existe. Por su parte, Deruyttere (2001), considera que una cosmovisión establece nociones comunes que se aplican a todos los campos de la vida, desde la política y la ciencia hasta la religión o la filosofía.
En la cosmovisión indígena no existe la lógica de un proceso lineal progresivo, sino más bien conceptos como la circularidad, el futuro que al mismo tiempo es pasado, el tiempo que se rige por los ciclos naturales del movimiento de los planetas y de los ciclos estacionales y agrícolas. Su racionalidad económica no es de acumulación sino de relación armónica con el entorno y uso respetuoso de los recursos naturales para el bienestar de toda la comunidad (Deruyttere, 2001). El lugar habitado es entendido como el territorio del cual se tiene una cosmovisión que es propia de cada individuo o colectividad. Porque expresa la representación colectiva de las relaciones sociales (Vasco, 2004).
Al considerar las relaciones espaciales que establecen los seres humanos con el entorno, el concepto de territorio se ha utilizado de manera reiterada por parte de las sociedades indígenas y no indígenas, cuando se trata de definir su relación con la tierra. No obstante, la perspectiva cambia de una cultura a otra, el ser humano se encuentra situado en el centro del universo de una sociedad no indígena, mientras que el indígena se percibe, sobre todo, como un componente del universo, “el individuo pertenece a un todo del cual hace parte”, su relación con el entorno es de tipo holística, en donde todo es a todos: a los seres vivientes, a las plantas, a los animales; está inmerso en él. (Courville, 1996; Vásquez y Verschoor, 2011; Díaz- Perdomo, 2014).
Los grupos indígenas consideran que la construcción de sus relaciones espaciales ha sido concebida de forma participativa y en armonía con la naturaleza, lo que ha favorecido la planeación hacia un bien común. Sin embargo, en el marco de las propuestas de desarrollo del país, las políticas se han realizado en una sola dirección debido a que se han sembrado en el pensamiento y se asumen como verdades absolutas (Otero, 2008). En este contexto, las comunidades indígenas que aún habitan en sus territorios ancestrales así como aquellas que se encuentran en ambientes urbanos y semiurbanos, avanzando en procesos de reivindicación territorial a partir de la recuperación de su cultura, e incluso aquellas que han tenido que desplazarse a ambientes urbanos, se han enfrentado a la generación de políticas por parte del Estado encaminadas a implementar planes y programas de desarrollo sin tener en cuenta la participación de las comunidades indígenas en la toma de decisiones acerca de su propio futuro. Al respecto, Muyuy (2012) evidencia que a partir de la suscripción del Convenio con la OIT, es que se ha establecido el derecho de las comunidades indígenas a decidir sus propias prioridades y a privilegiar la participación y la cooperación en los planes de desarrollo.
En respuesta a la exigencia por parte del gobierno nacional de los planes de desarrollo a las entidades territoriales, varias comunidades indígenas presentaron su Plan de Vida, término que se originó con la comunidad Guambiana en 1994, como una necesidad de planear y proyectar el futuro desde el lugar de la cosmovisión, la historia y la cultura propia (Otero, 2008). Si bien la propuesta metodológica para la elaboración de los Planes Integrales de Vida (PIV) describe detalladamente la necesidad de integrar las nuevas propuestas de organización con los saberes tradicionales, si se quiere ordenar es necesario “leer los órdenes previos” (Clavijo, 2014), sin que esto restrinja de alguna forma la inclusión de nuevas técnicas y tecnologías que favorecerían el Buen Vivir.
Recientemente el programa presidencial para la formulación de estrategias y acciones para el desarrollo integral de los pueblos indígenas publicó una propuesta metodológica acerca de lo que deben contener los PIV como la expresión material del derecho al desarrollo con cultura (Muyuy, 2012). Esta iniciativa reconoce en las comunidades indígenas sus propias leyes de origen, derecho mayor y ancestral, así como la necesidad de concientizar acerca de los cambios en la distribución territorial indígena por causa de factores externos y por lo tanto el reconocimiento de su presencia en “regiones diferentes a las de su territorio ancestral y hacia centros urbanos”. Esta propuesta debe contener aquello que las comunidades consideran que se debe “armonizar” con los Planes de Desarrollo Nacional o Territorial, así como lo que es de su estricta competencia.
En estrecha relación con los Planes de Vida surge en Suramérica el término del Buen Vivir, en respuesta a los planteamientos relacionados con el desarrollo propuesto por la sociedad dominante, si bien varias comunidades han vivido bajo esta filosofía, es en la cosmovisión de la etnia Kiwcha de la Amazonía ecuatoriana en donde se centra su origen. Si se analiza en un contexto global muchas iniciativas guardan estrecha relación con esta filosofía, pues busca alternativas al desarrollo desordenado que se ha presentado, retornando a la relación que establecen las comunidades indígenas con su entorno, sin embargo, la propuesta no se presenta como una equivocada idealización del modo de vida indígena, sino que, invita a asumir otros saberes y otras prácticas (Acosta 2010).
Para los Muiscas el territorio es el mismo cuerpo; esta relación entre el territorio y el cuerpo es explicable mediante el principio de Tchiminigagua donde se hace referencia a la vida como una relación entre unos y otros, lo cual da como resultado la naturaleza o el territorio de origen. Tchiminigagua entonces, se convierte en un sistema de pensamiento que identifica al sistema de vida muisca, la cual se mueve por una espiral y pasa por cuatro direcciones o cuatro reinos. En este sentido la Corporación Autónoma Regional CAR y Universidad Nacional de Colombia UNAL, (2014) hablan del Orden de la Vida mediante la espiral que está representado en el CHUNSUA o casa ceremonial femenina. Ahora, el Orden de la Vida del cual habla el pueblo Muisca es el denominado ordenamiento colectivo, representado en la relación que hay entre unos y otros. Esta relación desde la cosmovisión indígena identifica el orden del cuerpo, por consiguiente, el ordenamiento del territorio de tal manera, que el ordenamiento colectivo responde a las preguntas sintetizadas en la tabla 1.
Pregunta | Descripción |
---|---|
¿Qué hacer? | Despertar la cultura e identidad de la comunidad sobre el territorio que le pertenece |
¿Por qué hacer? | |
¿Para qué hacer? | |
¿Cuándo hacer? | Tiempo sagrado para hacer |
¿Dónde hacer? | Lugar sagrado para hacer |
¿Cómo hacer? | Según la ley de origen |
El Buen vivir según el portal Territorio Indígena y Gobernanza (2011), es una plataforma de pensamiento intercultural en construcción que mira hacia el futuro para construir alternativas al desarrollo y organización del plan de vida y manejo de su territorio desde su propia cosmovisión. El buen vivir y el ordenamiento colectivo siguen al fundamento de la espiral de las nueve matrices, para la construcción de la proyección de un territorio ya ordenado y que en la actualidad busca ser reordenado y resignificado, hacia lo que se pretendía construir por los ancestros desde el pensamiento muisca.
2.2. Perspectiva contemporánea del O.T.
Para Cortez y Delgadillo (2014), el O.T. como categoría temática y acción política ordenadora, se empezó a mostrar en la posguerra en los países tempranamente industrializados, preocupados por las incongruencias en los usos del suelo. Según la CEPAL (2011), a nivel internacional, a partir de la segunda mitad del siglo XX se comienza a tratar el O.T. como una herramienta al servicio de la transformación óptima del espacio; el concepto de territorio está marcado, en sus distintos usos, por un carácter polisémico, lo cual genera importantes controversias al intentar consensuar una definición. De acuerdo con Hernández (2010), en la época actual, el ordenamiento como práctica de planificación territorial se ha transformado en una herramienta de carácter más complejo y tema de discusión internacional, del cual han llegado una serie de influencias, como se muestra en la última década del siglo pasado en la Carta Europea (1984).
Se puede hablar de enfoque, abordaje o perspectiva territorial cuando se indica una manera de tratar fenómenos, procesos, situaciones y contextos que ocurren en un determinado espacio (que puede ser demarcado o delimitado por atributos físicos, naturales, políticos u otros) donde se producen y se transforman. (Schneider y Peyré, 2006). Massiris (2002), ha realizado estudios para determinar la evolución del concepto de O.T., allí expresa que éste, se desarrolla a partir de la evolución conceptual de la planificación aplicada en el ámbito regional, luego urbano, posteriormente económico, más adelante ambiental y ya en el período más reciente, evoluciona como O.T.
Según Saquet, (2013), existen variadas determinaciones del territorio y del desarrollo, que necesitan ser consideradas en los estudios y en los procesos de planificación y gestión del territorio y del desarrollo: sociales, naturales, históricas y relacionales. Uno de los caminos posibles y viables es justamente la lectura-interpretación territorial de los procesos de uso, apropiación y construcción del territorio, considerando las múltiples relaciones sociedad-naturaleza y espacio-temporales. El O.T. es el resultado de diferentes procesos económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales el cual es visto de diferentes maneras de acuerdo a visiones e intereses de los actores que son quienes lo construyen (Carvajal, 2011).
Posada y Berrocal (2015), consideran que se puede seguir engrosando la discusión y aplicación de temáticas contemporáneas como ésta, según la perspectiva de turno, pero es necesario continuar motivando la reflexión constante y más ahora, enlazada con el proceso de O.T. De ahí que surja la inquietud sobre lo que realmente se quiere o debe ordenar: ¿la división territorial, las competencias de las nuevas instancias de planeación, la orientación del desarrollo, el proceso de descentralización, la eficiencia de las unidades administrativas, el empoderamiento colectivo o los recursos financieros? Es de considerar que, lugares diferentes a la urbe o a la ciudad propiamente dicha, tales como las zonas rurales, parecen no tener al conjunto de capitalinos a su favor, asunto que se complejiza más debido a que los territorios diferentes a la malla urbana, que están muy asociados a prácticas en relación con la naturaleza, requieren que sus habitantes mantengan la condición natural precedente (Posada y Ramírez, 2015).
En este punto, Escobar (2014) hace una importante diferenciación al manifestar que una de las cinco tendencias en los estudios críticos del desarrollo corresponde a la “comunidad, relacionalidad y pluriverso”. Y en particular, enuncia que, desde la óptica étnico-territorial, “territorio” no es equivalente a la noción de “tierra” y tampoco corresponde a la concepción moderna de territorio dentro de la perspectiva del estado- nación, porque el territorio no se ve tanto en términos de “propiedad”, sino, de apropiación efectiva mediante prácticas culturales, agrícolas ecológicas, económicas, rituales, etc. Como tal, el territorio no tiene “fronteras” fijas, sino entramados porosos con otros territorios aledaños. Por lo cual afirma que el territorio es por tanto material y simbólico al tiempo, biofísico y epistémico, pero más que todo es un proceso de apropiación socio-cultural de la naturaleza y de los ecosistemas que cada grupo social efectúa desde su “cosmovisión” u “ontología”.
Narváez (2010), relata que el O.T., como forma de planificar sobre el espacio llega recientemente a Colombia; pasados cien años, el modelo centralista mostró su agotamiento y fue necesario introducir medidas que descentralizaran la administración y desconcentraran el poder en beneficio de las unidades territoriales, tendencia que se reflejaría en la elección popular de alcaldes en 1988 y que se acuñaría tres años más tarde en la Carta Constitucional de 1991, por lo cual, el O.T. pasó de ser una acción cotidiana inconsciente, a convertirse en una acción orientada a instaurar reglas y pautas de ocupación, manejo, disfrute y protección del territorio. En Colombia en particular, la Constitución Política, en sus artículos 329 y 330 incluye a los territorios indígenas como una parte importante del O.T., haciendo necesario que sea en la promulgación de la Ley Orgánica de O.T. Sin embargo, a la fecha, esta propuesta se quedó en la letra, pues se aprobó dicha Ley, en 2011 sin considerar este mandato. Con lo cual, el O.T. para ámbitos con características étnicas relevantes, se sujeta a instrumentos de planeación como los planes de vida o los mismos P.O.T., sin ser parte integral de un proceso que debería contar con los mismos objetivos de desarrollo para todos los habitantes del país.
3. Metodología
Este artículo es derivado de la investigación “Cosmovisión de la comunidad indígena Muisca de Bosa con el territorio y su relación con el ordenamiento territorial de Bogotá”, desarrollada en el marco del proyecto de investigación “Coherencia de la gestión territorial en Colombia”, como parte de las actividades del grupo de Investigaciones Geográficas para el Desarrollo Territorial. Este grupo es interdisciplinario, y se centra en las diferentes aristas del desarrollo territorial. En el proyecto marco, el objetivo central, ha sido analizar la coherencia de la gestión territorial en Colombia, para contar con elementos de profundidad en la determinación de estrategias correspondientes al proceso de ordenamiento territorial y en esta vía, el objetivo de esta publicación es motivar la reflexión sobre los fundamentos que nos deben llevar a la búsqueda de un desarrollo armónico y común, que considere tanto la ancestralidad, como las tendencias contemporáneas.
El aspecto metodológico del estudio se fundamentó en los principios de la investigación-acción, con apoyo en la experiencia vivida a través de su desarrollo (Wendell y Bell, 1999; Lavoie et al., 1996). Se realizó observación directa, como el mecanismo que facilita la representación entre culturas y promueve la interacción entre el observador y los observados (Laperrière 2010). El estudio de caso fue utilizado para revelar un fenómeno por medio de una reflexión acerca de una comunidad, (Karsenti y Demers, 2000; Roy, 2010).
Se identificaron las características y percepciones que tienen la CIMB con respecto al O.T., desde su cosmovisión indígena, su relación actual con el territorio y el plan de vida que está formulado por la comunidad al cual se tuvo acceso con la colaboración de la gobernadora. En cuanto al O.T. de Bogotá se realizó, un análisis de los instrumentos de planeación. Luego se establecieron los contrastes que presentan estas dos perspectivas. El sujeto de estudio en esta investigación es el territorio de la CIMB. Para ubicarlo, se generó un mapa-esquema (figura 3), y se precisó de la siguiente manera:
Los Muiscas de Bosa se ubican en la localidad VII (Bosa) de Bogotá, D.C. Se encuentran en las veredas de San José y San Bernardino, donde el río Tunjuelito llega al río Bogotá. En la periferia de estas veredas, se han construido barrios como El Potrerito o Echeverri, El Triunfo y Matorral, donde habitan familias de la CIMB; otras están ubicadas en barrios aledaños, construidos a expensas del territorio tradicional: San Bernardino, Villa Emma y la Concepción (Cobos, Olaya y Rojas, 2012).
Se establecieron diálogos con varios líderes de la CIMB y la información fue recolectada de forma sistémica, mediante la aplicación de entrevistas semiestructuradas; se realizaron observaciones sobre actividades tradicionales cotidianas y la inmersión en eventos tradicionales a lo largo de un año. Asimismo se establecieron entrevistas con miembros de la comunidad a partir de su participación en talleres de cartografía social en los que la comunidad expuso sus puntos de vista con respecto al territorio, este método permite identificar los conflictos potenciales y fomentar soluciones que integren diferentes grupos sociales para que la cartografía sea el lenguaje en el que se puedan describir las problemáticas frente a las autoridades competentes para que entiendan su magnitud y sus posibles soluciones (Jardinet et al, 2004).
Para escoger un tamaño de muestra válido al que se le aplicaría las entrevistas semiestructuradas, se utilizó el método de muestreo aleatorio estratificado según Casal y Mateu (2003), que consiste en organizar a la población en grupos, y para este caso se tuvo en cuenta a los hombres y mujeres llamados “los mayores” y a los jóvenes de los grupos más representativos de la comunidad. Para la realización de la entrevista semiestructurada se diseñó a partir de los atributos que presenta el O.T. oficial, que tiene como objetivo, lograr una estabilidad territorial. Por lo tanto, las preguntas se enfocaron en conceptos relacionados con el territorio, su grado de conocimiento, el estado actual del plan de vida y su “buen vivir”. Los atributos necesarios para la concepción del O.T., están contenidos dentro de las bases que consideran el ordenamiento territorial, como un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Para la CAR et al. (1998) estos atributos son: el holístico, el sistémico, el democrático, el flexible y el prospectivo. Finalmente se contrasta el O.T. desde lo convencional y lo étnico describiendo los procesos relacionados con O.T. y los que corresponden al ordenamiento ancestral y comunitario.
Se hizo una caracterización de los instrumentos POT y del plan de vida, describiendo las similitudes y diferencias que permitieran un análisis comparativo, destacando su cumplimiento en el marco de sus atributos. Con la disposición de la comunidad, el desarrollo de los talleres de cartografía social permitió proponer una forma de armonizar la relación entre la cosmovisión indígena Muisca de Bosa y el ordenamiento territorial de Bogotá. Allí fue posible interpretar los problemas actuales de la comunidad, para replantear los procesos a partir del ideal, llegando a una propuesta planteada en etapas graduales que posibiliten su ejecución utilizando representación espacial, realizada con un sistema de información geográfica.
4. Hallazgos y discusión teórica-analítica
Se realizaron 50 entrevistas a los habitantes de la CIMB con el objetivo de recolectar información acerca de la percepción de los atributos del ordenamiento territorial, los planes de vida y el buen vivir como mecanismos de planeación de comunidades indígenas. Las respuestas se analizaron de acuerdo al grupo de entrevista comprendido como: las mayoras y los mayores y los jóvenes. Tabla 2. De lo cual, en principio, los investigadores deducen que en la perspectiva contemporánea, las personas del común no conocemos, ni reconocemos la existencia de otras visiones del territorio.
ATRIBUTO | PREGUNTA | MAYORAS Y MAYORES | JÓVENES |
---|---|---|---|
Holístico | ¿Sabe usted que es el territorio? | El lugar habitado en donde se desarrolla toda la vida y ha sido heredado por los ancestros. | Es un lugar sagrado de la comunidad en el que se recrean las tradiciones y los legados que dejaron los ancestros. |
Flexible | ¿Cómo percibe las condiciones de su territorio? | Se piensa que hay mucha inseguridad y contaminación debido a la llegada de personas ajenas a la comunidad y ya no se presenta la misma estabilidad económica con respecto al pasado. | Precarias, ya que no hay presencia de autoridades para casos como las urbanizaciones piratas ni seguridad, las dinámicas urbanas han arrasado con el territorio |
Sistémico | ¿Cómo está organizado su territorio a partir de la cosmovisión de la comunidad? | Esta organizado mediante el cabildo que ordena todo nuestro territorio y toma decisiones del mismo | De acuerdo con los sitios sagrados y la ubicación de las familias, con una autoridad que permite organizarnos y se ha trasformado por la llegada de externos, desordenando el territorio |
Prospectivo | ¿Cómo le gustaría vivir a usted? | En un escenario donde haya más unión por las familias, de la comunidad en el que se pueden llevar a cabo las tradiciones; viviendas con todos los servicios públicos prestados. | Un vivir ideal es aquel que no está contaminado, convivir con zonas verdes y cultivos para la comunidad donde se unan para la reconstrucción de la identidad del Cabildo y una forma de empleo / Vías pavimentadas viviendas |
Holístico | ¿Qué características tiene su plan de vida? | No conocen el plan de vida y lo aducen a su proyecto de vida | Es integral presenta un enfoque en salud, territorio, educación y seguridad donde se plasma lo que la comunidad desea alcanzar |
Democrático | ¿Cómo ha afectado positiva o negativamente la implementación de planes de ordenamiento territorial y planes de desarrollo su territorio? | De manera negativa, ya que los pocos espacios en las que se desarrollaban las actividades del diario vivir como la siembra han sido absorbidos por las urbanizaciones | Negativamente porque se han perdido prácticas tradicionales como lo son la siembra y la ganadería, ha sido declarada como zona de expansión y positivamente porque las personas han mejorado su calidad de vida al adquirir viviendas |
Flexible | ¿Cómo está incluido su plan de vida en el POT de Bogotá? | No está incluido | No porque han llegado las urbanizaciones |
Democrático | ¿Cómo le gustaría que incluyeran sus conocimientos en el POT de Bogotá? | Que sea participativo que busque el verdadero bienestar de las personas y se apoye la creación de microempresas. | Declarar las Zona de San Bernardino y San José como resguardo, que haya más talleres en los que se vinculen la comunidad. |
Prospectivo | ¿Cómo ve su territorio en el futuro? | Más urbanizado, zonas verdes, un territorio como en el que vivieron nuestros abuelos en el cual se podía cultivar. | Mejorando las tradiciones y costumbres ancestrales y territoriales, Un territorio lleno de urbanizaciones ilegales. |
Sistémico | ¿Qué aspectos considera usted que deben ser fortalecido dentro de la comunidad? | Que haya una economía más estable y que se protejan los recursos como el agua y los cultivos que antes había. | Que se recuperen las tradiciones ancestrales de la comunidad, con el fin de recuperar los componentes ambientales. |
El concepto de territorio ha tenido una transformación para la CIMB, como una consecuencia del proceso de campesinado presente en la comunidad, es decir si antes se hablaba de cosmovisión desde la armonización del cuerpo, en la actualidad para la comunidad el territorio viene siendo un espacio de pertenencia en el cual se desarrollan actividades, éste debe ser estructurado por quienes lo habitan y se relacionan con él. No obstante, el hecho de haber perdido o haberse adaptado a dicho pensamiento, la comunidad reconoce que el territorio debe ser un escenario concertado, participativo y democrático. Sin embargo, se nota un esfuerzo por no perder las tradiciones y por lograr en colectivo, el reencuentro con su ancestralidad. Asunto que pasa a ser prioritario en los planes de vida y que en un POT común, ni siquiera es considerado.
A partir de las entrevistas semiestructuradas y las características de los planes de vida y el POT, se concluye que las metodologías propuestas buscan un equilibrio entre los diferentes sistemas que componen el territorio. Sin embargo, se hace difícil abordar y aplicar cada atributo de los procesos si se tienen en cuenta los diferentes intereses y necesidades de los individuos que componen la comunidad tanto indígenas como no indígenas. Evaluando el estado de tales atributos en el territorio, se hace evidente en la tabla 3 y en la figura 4, que los atributos prospectivo y democrático son los más representativos en el plan de ordenamiento territorial. Con respecto a las características del plan de vida y la comunidad, no hay presencia del atributo sistémico por la falta de interés de la comunidad y la poca de experiencia en la elaboración de planes de vida. La siguiente comparación es el resultado del análisis entre el POT y el plan de vida de la CIMB.
ATRIBUTOS | POT | PLAN DE VIDA DE BOSA |
---|---|---|
Holístico | Presenta una asociación integral entre sus componentes, aunque no haya un modelo de equidad entre los actores. Se puede decir que lo holístico solo se queda en el papel. | Se evidencia la integralidad y la holística de su plan vida. sin embargo, al encontrarse en contexto urbanos se hace necesario agregar otros componentes a su buen vivir en un futuro |
Sistémico | Aunque hay una intención en involucrar todos los sistemas que componen la ciudad se evidencia que las poblaciones minoritarias no participan activamente. | El Plan de vida de la comunidad describe la relación que hay con los componentes (Cultura, territorio, salud y educación), sin embargo, al ser una comunidad relativamente nueva y por estar dentro de un contexto urbano no hay una asociación con el ordenamiento territorial convencional. |
Democrático | La participación activa que hay en POT no solo con la comunidad Muisca de Bosa sino con las demás comunidades presentes en la Ciudad. | La articulación con comunidades indígenas, dentro de su plan de vida promueve participación de sus integrantes, se consolidad el ordenamiento colectivo y el orden de la vida. |
Flexible | El POT de Bogotá está prestos a ajustes que mejoren su estructura y den continuidad a los anteriores, sin embargo, la experiencia en la ciudad no es favorable para estos ajustes y más teniendo en cuenta que los POT solo tienen vigencia de aproximadamente 12 años. | El Plan de vida tiene claro que este es único y está presto a cambios. Durante el cambio de gobernador se crea un plan de acción para complementar al plan de vida y así garantizar su continuidad. Cabe resaltar que éstos no tienen vigencia y es considerado el Plan de desarrollo indígena. |
Prospectivo | El POT de Bogotá presenta, en su gran mayoría, un contenido diagnóstico, y la parte prospectiva es aún uy débil, especialmente, al definir escenarios de futuro participativos. | Este instrumento contiene información sobre los cambios que la comunidad quiere logar, y los proyectos para lograr dichos cambios, al ser continuo, se puede garantizar su cumplimiento |
Al contrastar los atributos del ordenamiento territorial y los resultados de las entrevistas, se pudo determinar que el plan de vida carece del atributo sistémico debido a la escasa relación que presenta la comunidad con los diferentes sistemas del ordenamiento territorial, probablemente por el desconocimiento de la comunidad dentro del contexto urbano. En cuanto al POT de Bogotá, carece de los atributos holístico, flexible y sistémico; su ausencia se debe principalmente, al desconocimiento de las comunidades tradicionales.
En otras experiencias en las que se ha buscado armonizar las dos formas de organización espacial, uno de los puntos clave ha sido el establecimiento de diferentes estrategias dentro de sus planes de vida que faciliten la participación equivalente en los POT, de forma que éstas se encuentren estructuradas como líneas de desarrollo al interior de las políticas descritas en los planes vida (RIMC, 2014). En este caso, se determinó que, para evaluar las dos percepciones trabajadas en esta investigación, es pertinente hacerlo desde el proceso y no desde el instrumento, para evitar caer en el mismo círculo de problemas y vacíos que ya se han presentado en otros casos con circunstancias similares. Por ello la comparación permite unir atributos como punto de partida, en la elaboración del escenario ideal o concertado al que se quiere llegar. Comparar estas dos visiones da como resultado una serie de enfoques que deben ser analizados paralelamente con el proceso que se quiere lograr con la armonización de estas dos visiones. Tabla 5.
ATRIBUTO | COSMOVISION MUISCA | POT BOGOTA |
---|---|---|
Holístico y ley de origen | Lectura del territorio a partir de la memoria que guardan los lugares sagrados | Condiciones socioeconómicas y biofísicas del territorio. |
Territorio y casa ceremonial. | Dar a conocer el concepto de territorio a partir de la ley de origen | Apropiación del concepto de territorio |
Sistémico | Entendimiento de los elementos que conforman la madre tierra (Agua, Fuego, Aire y Tierra), interpretar las acciones de la sociedad bajo el contexto de ciudades urbanizadas. | Reconocer a la cultura muisca como uno de los sistemas que conforman y aportan a la consolidación del distrito. |
Democrático | La participación de la comunidad a los diferentes grupos que conforman su esencia y sus opiniones son determinantes para entablar un dialogo con autoridades locales y distritales. | Organización y participación social para que el proceso de ordenamiento territorial sea auténtico, legítimo y realizable. |
Comunidad | Es necesario tener claro el futuro de la comunidad, pensar en las problemáticas de la comunidad para priorizarlas y dar soluciones a estas problemáticas, tener un plan de trabajo conjunto, con actores locales y de la comunidad. | Propiciar espacios para que las diferentes comunidades manifiesten problemáticas que enfrentas y afecten el desarrollo de la comunidad. |
Chagra y plantas sagradas | Ampliación de viveros y de conocer las diferentes plantas para el uso ancestral | Destinar espacios y recursos para el desarrollo de las prácticas de la comunidad. |
Ritualidad mito y lengua | Establecer contacto con los hermanos de Cota, Chía y Sesquilé para la reafirmación de la comunidad potenciando la identidad de la comunidad de Bosa, con la intención de proyectarla en el territorio de Bosa y en lugares agrados de la comunidad. | Implementar cátedras muiscas en los colegios de la localidad para que desde la primera infancia conozca la presencia de la comunidad Muisca. |
Flexible | El Plan de vida de la CIMB está presto a los ajustes necesarios dentro de los periodos de gobierno, oportunos que sean transgeneracionales y participativos, garantizando hacer valer los principios de la comunidad | Se ajusta a los cambios importantes del desarrollo territorial en armonía con los programas de gobierno y planes de desarrollo. |
Prospectivo | Aunque en el hablar de los mayores y opinión de los jóvenes la comunidad se ve fortalecida es claro que a futuro la idea de trasladarse de su territorio no es nula dada la necesidad de organizarse como una comunidad unida y no dividida como actualmente se evidencia a causa de los procesos de mestizaje y urbanos. | Visión del futuro deseado y concertado con las comunidades para actuar en el presente y alcanzar el modelo territorial municipal que se quiere. |
De lo anterior se evidencia que las formas de relación tradicional indígena, basadas en un comportamiento de colectividad y respeto por la naturaleza, podrían ser los pilares para que un POT funcionara de mejor manera; pero es bastante difícil trasladar la forma de ser de los indígenas al formato tan individualizado y desarraigado con el entorno, de las sociedades comunes; tal vez, una estrategia de ajuste de los nuevos POTs en Colombia, deba empezar por privilegiar el reencuentro colectivo de la sociedad con el ambiente. En la figura 5, se muestra la relación de dos pensamientos el del Ordenamiento Territorial y el de los procesos de reordenamiento de las comunidades Indígenas haciendo énfasis en los atributos que se disponen para dicho fin.
Lo anterior genera la iniciativa de proponer diferentes etapas en el corto, mediano y largo plazo, elaboradas a partir de la cartografía participativa y de las entrevistas con los líderes de la CIMB. La escala espacial comprende una asociatividad con: localidades de Bosa y Suba; municipios de Cota, Chía y Sesquilé. Figuras 6 y 7. Tabla 6.
ETAPA | CORTO PLAZO | MEDIANO PLAZO | LARGO PLAZO |
---|---|---|---|
Diagnostico | Caracterizacion del territorio ancestral de Bosa, a partir de la espiral de las nueve matrices y los cuatro elementales agua, aire,fuego y tierra. | Consolidación de la comunidad para establecer un plan de vida comunitario y con un componente cartografico, que atienda las necesidades de la comunidad y permita la apropiación del territorio. | Aplicación del plan de vida Ancestral comunitario. |
Planificación | Búsqueda de estrategias que reduzcan las presiones del territorio y permitan un manejo desde lo ancestral. | Recuperación de las zona conflictivas del territorio muisca de Bosa, manejo integral con la Alcaldía mayor y las secretarías. | Reapropiación del territorio, con la ayuda de la universidad y las diferentes comunidades para la consolidación de la comunidad |
Gestión | Construcción de intrumento de planificacion urbano - tradicional. | Participación colectiva e interactiva que conduzca a planes de acción y al fortalecimiento de la comunidad. que involucre metodologías interdisciplinarias en busca de diferentes perspectivas y a hacer uso de los procesos de aprendizaje sistemático y estructurado. | Reordenación el territorio por el camino de los ancestros |
Como puede detallarse, un resultado importante de este ejercicio genera una forma no convencional de expresar un modelo territorial, porque incluye bajo el enfoque sistémico, las partes y el todo de la cosmovisión indígena, para ser interpretado desde cualquier óptica contemporánea. En ella se detallan elementos estratégicos como la chagra, los lugares sagrados tanto naturales como artificiales, la perspectiva de manejo ancestral, la posibilidad de asociatividad con diversas entidades, la matriz de los elementos agua, aire y tierra y la necesidad de mantener la unión familiar. Con lo cual, se propone trascender a la conexión con otras comunidades indígenas en un ámbito regional, de manera tal que se pueda lograr la pervivencia aún en un contexto urbano, manteniendo su autonomía y sus tradiciones.
5. Conclusiones
Las necesidades e intereses de los diferentes grupos minoritarios también hacen parte de esta sociedad, las cuales, al ser consideradas minorías, pierden peso para ser incluidas en las políticas de ciudad. El POT de Bogotá, aunque intente “ordenar” el territorio, presenta desaciertos al no conocer ni identificar a las comunidades especiales inmersas en él, caracterizadas por tener una amplia relación con el territorio, lo cual permite leerlo e interpretarlo como mecanismo para un adecuado ordenamiento del mismo.
La CIMB forma parte de las minorías para las cuales es difícil llevar a cabo el proceso de resignificación y recuperación de su cultura e identidad que se ha logrado a lo largo de los últimos diez años y se caracteriza por estar localizada en contextos urbanos, totalmente diferentes a comunidades con algún estilo de vida rural como los de las comunidades de Cota, Chía y Sesquilé. Si bien el POT se presenta como un instrumento extraño para la CIMB, la recuperación de su identidad y cultura, es preciso pensar que el principal problema al interior de la comunidad, es la falta del sentido de colectividad, que dificulta alcanzar el objetivo principal de ésta (recuperación de su cultura e identidad).
La armonización de los procesos puede convertirse en una acción efectiva en la conformación y creación de nuevos planes, enfocados en la participación conjunta entre comunidades indígenas y no indígenas, para la conformación de un escenario concertado, lo cual debe realizarse, mediante la relación de los procesos de O.T., en ambas visiones (indígenas y no indígenas,) y no, a partir de los instrumentos consolidados para su aplicación como el POT. En esta vía, la posibilidad de integrar la cosmovisión indígena en la planeación del territorio podría ser un avance en materia de conservación ambiental y cultural de ciudades como Bogotá, que presentan una estructura ecológica conformada por humedales, páramos, lagunas, ríos, cerros, entre otros elementos naturales, los cuales han sido por años, espacios importantes para las comunidades indígenas que guardan información sobre su manejo.
La construcción de modelos de desarrollo territorial, exige otros puntos de partida y otras visiones diferentes a las tradicionales, concebidas en el marco del enfoque contemporáneo; se requiere partir del pasado para visualizar mejor el futuro; lograr satisfacciones colectivas y dejar permear los estilos de vida por otras posibilidades que alberguen diferentes concepciones del mundo y del universo.
En este momento de nuestra existencia, nos encontramos en la época de las fusiones y por ello, es una oportunidad el poder visualizar diferentes alternativas para lograr el desarrollo territorial. De tal manera que, por más instrumentos de planificación territorial que se creen o modifiquen, si no logramos comprender que el ordenamiento también implica las relaciones nuestras con el pasado y el entorno, no podremos llegar a obtener un bienestar común.
Para recuperar la identidad y cultura ancestral, es necesario que se les enseñe a las nuevas generaciones las directrices del ser y sentir Muisca en contextos urbanos, como iniciativa para la formación de un pensamiento colectivo y del buen vivir. Finalmente, es un reto tener la figura de “Resguardo Indígena”, en un contexto urbano, por las implicaciones sociales y culturales que giran alrededor de las comunidades no indígenas, quienes también tienen derecho al acceso a la tierra.
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Notas
Notas de autor
Autor de correspondencia: Adriana Posada-Arrubla. niversidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: adriaposada@yahoo.es.