Resumen: En el presente artículo se realizó un análisis de la situación actual de la práctica del turismo de naturaleza en la Reserva Forestal Protectora quebrada Honda y caños Parrado y Buque, mediante un levantamiento de los principales atractivos turísticos, la elaboración de un mapa temático de conflicto con el uso del suelo y la práctica del turismo, y un análisis de la situación actual de la reserva a través de la matriz DOFA. Como resultados se encontró que el tipo de turismo de naturaleza que se practica en la reserva es el ecoturismo, que en mayor proporción lo realizan las mujeres, y el turismo de aventura, practicado por los hombres. El área de estudio cuenta con cinco lugares estratégicos donde se puede realizar turismo y es visitada por personas jóvenes que practican deportes extremos y por adultos que eligen lugares para descansar, disfrutar del paisaje o hacer caminatas. Mediante el levantamiento del mapa se estableció que debido a la expansión urbana los bosques han sido modificados y han quedado parches de estos inmersos en áreas de agricultura y pastos para ganadería. El análisis de la matriz DOFA arrojó falta de conciencia ambiental por parte de los visitantes y la población residente, así como falta de publicidad y adecuación de un sitio de información. Para dar solución a esta problemática se propone la realización de diferentes estrategias en esta área, dada su importancia no solo turística, sino ecosistémica.
Palabras clave: turismo de naturaleza, Villavicencio, emprendimiento turístico, turismo de aventura, ecoturismo.
Abstract: The present article analyses the current situation of nature tourism at the Protected forest reserve (PFR) Honda brook, Parrado and Buque spurs through surveying the tourist attractions, visitors profiles, semi-structured interviews, the elaboration of a thematic map of conflict regarding land use and tourism practices and a SWOT analysis. The results found that the main nature tourism activity is ecoturism, practiced by women in a greater proportion, and adventure tourism, which is many practiced by men. The study area has five strategic locations where tourism activities can be carried on and are visited by young people practicing extreme sports and adults looking for a place to rest, sightseeing or bus-hwalking; As for the map elaborated, it was established that, due to urban expansion, the forest has been modified leaving patches within agricultural areas and cattle grasslands; Through the SWOT analysis, the lack of environmental awareness of visitors and residents, the lack of publicity and an information booth were considered. In order to solve these problems, different strategies are proposed to be carried out in this important area, not only for tourism but for the ecosystem.
Key words: Nature tourism, Villavicencio, tourist attractions, adventure tourism, eco-tourism.
Artículos
DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ACTUAL DEL TURISMO DE NATURALEZA EN LA RESERVA FORESTAL PROTECTORA QUEBRADA HONDA, CAÑOS PARRADO Y BUQUE EN VILLAVICENCIO, META (COLOMBIA)
DESCRIPTION AND ANALYSIS OF THE NATURE TOURISM SITUATION AT THE PROTECTED FOREST RESERVE HONDA BROOK, PARRADO AND BUQUE SPOUTS IN VILLAVICENCIO, META (COLOMBIA)
Recepción: 30 Marzo 2020
Recibido del documento revisado: 14 Julio 2020
Aprobación: 13 Noviembre 2020
La Organización Mundial de Turismo (OMT) (2002) define el turismo de naturaleza como todo tipo de turismo basado en la naturaleza, cuya principal motivación es la observación y apreciación de los recursos naturales, así como las culturas tradicionales (Bracamonte et al., 2017). De esta manera, el turismo de naturaleza es la realización de actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza, que no generan impacto al medio, se paga por apreciar y, al mismo tiempo, se cuida este recurso natural, de tal manera que las generaciones que vienen puedan gozar de la misma. Este es considerado turismo paraguas, dado que bajo este tipo de actividad se pueden encontrar otros, como: ecoturismo, turismo de aventura y turismo rural (Quintana, 2017).
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) define ecoturismo como:
Aquella modalidad turística ambientalmente responsable, consiste en viajar o visitar áreas naturales sin perturbar, con el fin de disfrutar, apreciar y estudiar los atractivos naturales, tales como la flora y fauna presentes en dichas áreas, así como cualquier manifestación cultural que puedan encontrarse ahí, a través de un proceso que promueve la conservación, tiene bajo impacto ambiental y cultural y propicia un involucramiento activo y socioeconómico benéfico de las poblaciones locales. (Ceballos-Lascurain, 1998)
Igualmente, para BJÖRK (2000) el ecoturismo "es una actividad donde las autoridades, la industria del turismo, turistas y gente de la localidad coopera haciendo posible viajar a los turistas a áreas genuinas donde estudian, disfrutan la naturaleza y la cultura y no se hace explotación de recursos, pero contribuye al desarrollo sostenible".
Así mismo, Bien (2004), Molina (2011) y Rebollo-Soto (2012) abordan el concepto de ecoturismo como aquella actividad que está dedicada a la promoción de lugares con áreas naturales no industrializadas, que cuentan con sitios de belleza paisajística natural, pero que tienen que ser preservados para poder disfrutar la flora y fauna endémica in situ y, en algunos casos, zonas arqueológicas de importancia cultural, aunado a existencia de etnias de las regiones, que han habitado allí desde tiempo atrás (Rebollo-Soto, 2012); igualmente incluye actividades de investigación (Fennell, 2020). Por su parte, la Sociedad Internacional de Ecoturismo (The International Ecotourism Society, 2015) propone una definición más inclusiva de este, como todo viaje responsable a áreas naturales donde se conservan los ecosistemas y se apoya el bienestar de la población local, e incluye interpretación y educación.
No obstante, aunque en la actualidad hay muchos autores que proponen definiciones de ecoturismo, lo que queda claro es que todas coinciden en promover la conservación de los recursos naturales, a través del apoyo a las comunidades locales de tal manera que se impulse el desarrollo en estas zonas, para que de esta manera sean los actores principales del ecoturismo.
El turismo de aventura es una actividad en la cual se esperan experiencias de diferentes niveles de riesgo y que requieren elevados niveles de esfuerzo físico, por lo tanto, despiertan diversas emociones y llevan a nuevas experiencias (Díaz et al., 2013; Hanna et al., 2019; Ramoa y Pires, 2020); así mismo, involucra actividades con ánimo competitivo, la práctica de un deporte fuera de su lugar de residencia o con el propósito de renovación y relajación (Galindo y Bravo, 2008). Dentro de estas podemos encontrar las siguientes: acuáticas, terrestres y aéreas.
Gannon (1994) y Pérez (2010) definen al turismo rural como "toda la gama de actividades y entretenimiento provistas por campesinos y personas rurales para atraer turistas a su área, para así generar un ingreso extra para sus negocios"; y García (1996) y Pérez (2010) afirman que "es aquella actividad que se basa en el desarrollo y aprovechamiento de nuevos productos presentes en el mercado e íntimamente relacionados con el medio agrícola".
Unido a lo anterior, este tipo de turismo se basa en los atractivos paisajísticos y ambientales de los espacios en donde se ubican las viviendas y las actividades, por ello se espera que los propietarios de estos establecimientos estén especialmente motivados por adoptar prácticas de desarrollo sostenible (Manrique et al., 2017; Cànoves et al., 2006). Así mismo, el turismo rural constituye el principal motor de desarrollo en esta zona, porque responde a una demanda real, contribuye a la salvaguarda del patrimonio, a la vez que sirve como activo económico y crea empleos complementarios y alternativos a la agricultura (Bernabé y Hernández, 2016). Las actividades que se pueden realizar son: la pesca, extracción de jugo de caña, gastronomía llanera, actividades culturales como el baile del joropo, cantos del llano y la vaquería, en conjunto con el ordeño.
Por otro lado, el turismo se está posicionando como uno de los sectores más pujantes del país (Zuluaga-Herrera, 2016). Según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la demanda turística aumenta día a día -y más con el nuevo Acuerdo de Paz- y se busca brindar a los turistas una mayor oferta que resulte atractiva para algún grupo especial. En consecuencia, cada municipio dispone de recursos potencialmente interesantes para ofertar, lo que es un importante factor de desarrollo.
En los últimos años, el sector ha presentado cambios alineados con la crisis del turismo intensivo, las transformaciones en la ciencia y la tecnología, y administración en la actividad turística (Bertoni, 2008); a raíz de ello, los servicios ecosistémicos han adquirido un valor de importancia ecológica y económica, beneficios que han generado la preocupación por mantenerlos sanos y que perduren. Debido a ello surge la iniciativa de realizar un turismo que sea sostenible, sin perder la identidad de los territorios, de las comunidades locales y los ecosistemas, garantizando su uso en las presentes generaciones y las futuras (Silvera et al., 2012; Martínez-Menárguez, 2020; Lee y Xue, 2020). Dado que la sostenibilidad de los destinos turísticos no debe plantearse como un objetivo a largo plazo, sino que es trabajo de todos los días, exige una alineación entre las dimensiones económica, social y medioambiental, con una relación estrecha entre estas, en correspondencia con los diferentes estadios de desarrollo alcanzados por la actividad turística y, aún más, con el desarrollo de la localidad donde están ubicados dichos destinos, de manera tal que se integre en el tejido socioeconómico de esta (Linares et al., 2019).
De igual manera, el turismo está considerado como una actividad dinámica, que contribuye positivamente al desarrollo económico (Alburquerque, 2004) y la creación de nuevas fuentes de innovación que permitan alcanzar objetivos para una nueva idea de desarrollo sustentable basado en crecer, mejorar la asignación del ingreso, adquirir mayor autonomía de las comunidades, crear condiciones que suspendan el deterioro ambiental y mejorar la calidad de vida de toda la población (Flores-Amador et al., 2014; García y Quintero, 2018).
Uno de los principales beneficios del turismo sostenible es la generación de divisas para cubrir las necesidades de importación (Cárdenas-García, 2012), seguido de la creación de oportunidades de empleo, como es el empleo directo, indirecto e inducido, que refleja el gasto de los residentes debido a los ingresos que se originan por esta actividad (Perona et al., 2016).
El turismo es una industria relativamente fuerte en la creación de trabajo, la edificación de infraestructura, la generación de ingresos para el gobierno tanto nacional como local a través de tasas e impuestos, la utilización de las dotaciones propias de recursos de las regiones con bajo desarrollo y la dispersión de un efecto multiplicador sobre el resto de la economía (Aguilera-Díaz et al., 2006, p. 4).
Adicionalmente, Colombia es una nación moderna que busca mejorar su infraestructura, aprovechar sus recursos naturales y su capital humano, y, a la vez, cuenta con un patrimonio colonial por su arquitectura; tiene una ubicación privilegiada en el continente (Zuluaga-Herrera, 2016); posee diez regiones biogeográficas propuestas por Bernal et al. (2016); alberga una gran diversidad de ecosistemas, especies endémicas de flora y fauna, y tiene costas en los océanos Pacífico y Atlántico (Ortíz-Moreno y Rodrigues-Pires, 2014; Zuluaga-Herrera, 2016).
En el departamento del Meta se encuentra páramo, bosque andino de la vertiente oriental, altillanura, bosque húmedo amazónico y la serranía de La Macarena (González-Bottia, 2004; Amaya et al, 2010), lo que ha permitido que gran parte del territorio esté dentro del Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia que, en conjunto con la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial la Macarena (Cormacarena) han declarado siete áreas protegidas (Patarroyo y Mójica, 2010), permitiendo un mayor grado de conservación de los ecosistemas. Así mismo dentro de la jurisdicción del Meta se encuentran constituidos 22 resguardos indígenas (Gobernación del Meta, 2004), lo que la faculta para albergar una mayor diversidad de conocimientos ancestrales y culturales.
De esta manera, Cormacarena ha declarado para el municipio de Villavicencio ocho Reservas Forestales Protectoras (Ortíz-Moreno, 2015); en este orden se encuentra la Reserva Forestal Protectora (RFP) quebrada Honda y caños Parrado y Buque, que es la zona de interés en el presente artículo. La reserva, localmente conocida como "Buena vista", posee valores ambientales y en especial producción y regulación hídrica (Aguilera y De Antonio, 2016), diversidad de flora y fauna, y el corredor biológico de muchas especies como dos primates endémicos del piedemonte, Aotus brumbacki y Plecturocebus cupreus ornatus, que se encuentran en categoría de amenaza. Adicionalmente, la reserva cuenta con una belleza paisajística que llama la atención de visitantes, además de que una parte de su territorio se encuentra inmersa en la zona urbana, lo que es importante para los habitantes del municipio, ya que diariamente es transitada por personas para realizar ejercicio físico, disfrutar de los miradores, las corrientes hídricas y un aire fresco. Sumado a lo anterior, también se desarrollan actividades investigativas por parte de las universidades como la Universidad de los Llanos, la Universidad Santo Tomás, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (ÜNAD), la Corporación Universitaria del Meta, la Universidad Nacional de Colombia, la Corporación Universitaria Minuto de Dios, entre otras.
Por otra parte, el cambio en el uso del suelo de la reserva ha aumentado debido a actividades como la porcicultura, ganadería, producción avícola (Aguilera y De Antonio, 2016) y expansión urbana; en la realización de estas actividades no se ha tenido en cuenta la zonificación de la reserva, lo que ha ocasionado un desequilibrio en los ecosistemas tanto acuáticos como terrestres, donde se observa la disminución de los caudales, la contaminación de los caños, la deforestación de los bosques riparios (Arcos, 2005) y la invasión de la ronda hídrica. Ulloa Barreto (2018) reporta que, en la vereda El Carmen, los propietarios de los predios no ejercen sus actividades de manera sostenible y el comercio ha aumentado paulatinamente con el incremento de visitantes, lo que afecta la calidad visual del paisaje, la generación de residuos y la separación de la fuente, lo que ha ocasionado problemáticas en la conservación y protección del área y en las condiciones ambientales.
Por todo lo mencionado, el presente artículo tuvo como finalidad describir y analizar la situación actual del turismo de naturaleza en la RFP quebrada Honda y caños Parrado y Buque del municipio de Villavicencio, mediante un reconocimiento de los principales atractivos turísticos, la elaboración de un mapa temático del conflicto de uso del suelo y el turismo de naturaleza, y un análisis mediante la matriz DOFA.
La Reserva Forestal Protectora quebrada Honda y los caños Parrado y Buque tienen una extensión de 1.213.805 hectáreas, están localizadas sobre las estribaciones del piedemonte de la cordillera Oriental, en jurisdicción del municipio de Villavicencio, departamento del Meta (Cámara Colombiana de la Construcción, 2014), las veredas que pertenecen a la reserva son: Buenavista, Contadero, El Carmen, Mesetas Alta, Mesetas Baja, Buenos Aires y el Sector 12 (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Resolución 2103 de 2012) (Cormacarena, 2014). Cubre un rango altitudinal que varía entre los 470 y los 1.330 m s.n.m., dentro de ella se destacan los accidentes geográficos del cerro El Triunfo, la Cuchilla de Buenavista y el cerro Cristo Rey, el cual se ha constituido a través del tiempo en un sitio de identidad del municipio, desde donde se divisa la ciudad de Villavicencio y una importante extensión de la planicie del Llano (Ortíz-Moreno, 2015; Escobar y Ramírez, 2017) (figura 1).

Exploración bibliográfica
Se realizó una búsqueda de bibliografía de temas relacionados con turismo sostenible, desarrollo social, turismo de naturaleza y trabajos realizados en el área de estudio o en veredas que hacen parte de la reserva. Esta exploración se hizo en portales oficiales de internet, bases de datos de universidades, el Plan de Ordenamiento Territorial y el plan de desarrollo turístico de Villavicencio, artículos e información suministrada por Cormacarena, la Secretaría de Ambiente del municipio y Secretaría de Turismo.
Levantamiento de atractivos turísticos de la reserva
Para efectos de la presente investigación, los atractivos considerados surgieron de las respuestas de los entrevistados y de la observación directa.
En esta fase se relacionan los sitios de interés de los visitantes y se presenta la descripción de cada uno, estos datos fueron colectados durante las salidas de campo; de igual manera, se hace una lista del tipo de fauna y flora presente, distancia del recorrido y se presenta una fotografía.
Adicionalmente, se realizaron 150 entrevistas semiestructuradas a los visitantes que transitan la reserva y se ubicaron tres sitios estratégicos que son los más visitados: la vereda El Carmen, la entrada al Jardín Botánico y el cerro Cristo Rey. Las entrevistas se hicieron en dos fechas del año en las que se considera que hay mayor número de visitantes: Semana Santa y diciembre de los años 2018 y 2019. Esta información se obtuvo con el fin de tener conocimiento sobre qué lugar de la reserva prefieren los usuarios y así saber cuál presenta mayor número de visitas y conocer el perfil de los visitantes.
En las entrevistas se hicieron las siguientes preguntas: edad, profesión, ciudad de origen, cuántas veces a la semana visita la reserva, qué lugar le agrada de la reserva, desde cuándo visita la reserva y qué recuerda de la reserva en años anteriores. Con base en la información suministrada por los visitantes se definió el tipo de turismo de naturaleza que se realiza.
A continuación, se definen las categorías conceptuales usadas en esta propuesta de investigación.
Turista: toda persona que visita durante un periodo superior a 24 horas una localidad o país distinto a su lugar de residencia (López, 2015), con la finalidad de pasar momentos agradables e interactuar con el lugar; un turista es un consumidor. Según la definición, se considera turista a:
Las personas que efectúen un viaje de placer o por razones de familia, salud y otros.
Las personas que acudan a una reunión o en calidad de servicio, como por ejemplo: deportistas, científicos, diplomáticos y otros.
Las personas que viajan por negocios.
Residente: se considera que una persona es residente en un lugar si ha permanecido en él al menos seis meses consecutivos (López, 2015); según la RAE residente es un numerario que vive en el lugar donde tiene un oficio u empleo.
Visitante: persona que viaja a un destino principal distinto al de su lugar de residencia, por una duración inferior a seis meses y cuyo motivo principal de la visita no es ejercer una actividad que se remunere en el lugar visitado (López, 2015); puede ser nacional, cuando viaja dentro de su mismo país, o extranjero.
Inventario turístico: constituye una exploración y un estado integrado de todos los elementos turísticos que por sus cualidades naturales, culturales y humanas pueden hacer parte de un recurso para el turista, por lo que representa un instrumento valioso para la proyección del sector (Dirección Nacional de Desarrollo Turístico, 2006).
Sitio turístico: es un lugar de interés que los turistas visitan, normalmente por su valor cultural o histórico, su belleza paisajística, atractivo natural de aventura u ocio.
Destino turístico: es un núcleo geográfico y el lugar donde los turistas pernoctan por lo menos una noche, incluye productos turísticos tales como servicios de apoyo, atracciones y recursos turísticos.
Oferta turística: grupo de elementos que hacen parte del producto turístico al que se le añade el progreso de un adecuado programa de promoción orientado a los posibles consumidores (Riva-Montaño y Pérez-Millares, 2016).
Producto turístico: Es una combinación de elementos materiales e inmateriales, como los recursos naturales, culturales y antrópicos, así como los atractivos turísticos, las instalaciones, los servicios (OMT, 1998) y las actividades con base a un elemento específico de interés, que representa la esencia del plan de marketing de un destino y genera una experiencia turística integral con elementos emocionales para los posibles clientes (OMT, 1998; 2002).
El mapa cartográfico de la RFP quebrada Honda y caños Parrados y Buque se digitalizó en pantalla con Zoom de 1:10.000 en el sistema de información geográfico ArcGIS 10.6.
Para digitar el uso del suelo se definieron cinco categorías: bosque conservado, bosque secundario, suelo agrícola, zona urbana y pastos para ganadería. Estas categorías fueron definidas considerando los mapas de uso y cobertura del suelo del Meta (Gobernación del Meta, 2004); la última categoría se definió teniendo en cuenta la propuesta de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) (2014). Adicionalmente, en cada una de las salidas de campo se georreferenciaron los destinos turísticos y las principales fuentes hídricas por lo que se digitaron en el mismo mapa.
En esta fase se realizó un análisis de la reserva con respecto a la situación actual de la práctica del turismo de naturaleza mediante la matriz DÜFA.
Para los fines de este documento, las fortalezas son aquellos elementos o factores que, estando bajo su control, mantienen un alto nivel de desempeño, lo que genera ventajas o beneficios presentes con posibilidades atractivas en el futuro (Ramírez-Rojas, 2017). Las debilidades son una deficiencia o carencia, algo en que la organización tiene bajos niveles de desempeño y, por lo tanto, es vulnerable, lo que afecta en forma negativa y directa el desempeño del territorio (Rojas-Chacón, 2012). Las amenazas representan la suma de las fuerzas ambientales no controlables, son los aspectos negativos o problemas potenciales (Rojas-Chacón, 2012; Hernández-Ramírez, 2015). Las oportunidades son las fuerzas ambientales de carácter externo no controlables pero que representan elementos potenciales de crecimiento y mejoría (Talancón, 2007; Blanco, 2008).
La reserva está conformada por siete veredas, una de ellas es Buenavista, en este lugar se pueden encontrar los productos que se relacionan a continuación. (esta información se consolidó de común acuerdo con la comunidad residente de la vereda en dos reuniones.
Restaurante: el servicio es desayunos y almuerzos con la comida típica del llano y de la zona: caldo de costilla, arepas de queso horneadas y chocolate; el almuerzo es carne a la llanera.
Cafetería: se venden bebidas frías y calientes, y servicio de panadería.
Tienda: se presta el servicio de implementos para el aseo personal del hombre y la mujer, comida enlatada, medicina para dolores musculares o de cabeza.
Bancos: como es un área retirada de la zona urbana se ha previsto de un local de Consuerte y Efecty, por lo que se puede hacer recargas a teléfonos móviles a todos los operadores y enviar o recibir giros de dinero a toda Colombia.
Transporte: hay dos tipos de servicio de transporte público de la vereda que transitan cada hora, el pasaje tiene un costo de 2.500 pesos; está también la empresa de camperos que salen de la zona urbana cada media hora y el valor del pasaje por persona es de 3.000 pesos.
Hospedaje: es una zona transitada por vehículos de carga pesada, ya que esa vía conduce a la ciudad de Bogotá, hay hoteles con precios que varían desde 30.000 a 60.000 pesos por noche.
La reserva cuenta con cinco atractivos turísticos. Principalmente los productos o servicios que prestan son de origen local, es decir, los mismos residentes de las veredas son los que venden, en su mayoría son alimentos, bebidas y artesanías. En la reserva no hay presencia de guías de turismo, por lo que se hace más difícil el acceso a otros lugares que presentan potencialidad para el turismo. Adicionalmente, la reserva no cuenta con taquilla de entrada y salida, es de libre acceso, lo que es una desventaja, ya que los visitantes no se percatan del peligro que corren al dirigirse a lugares no permitidos, a raíz de ello han ocurrido accidentes; además, no hay control del aforo de las personas que ingresan.
A continuación, se relacionan los principales sitios de interés por los visitantes de la reserva. Hay una breve descripción de cada una de las áreas, del tipo de turismo de naturaleza que se puede practicar y una fotografía.
Vereda El Carmen
Esta ruta le ofrece al visitante paisajes tranquilos y relictos de bosque primario y bosques riparios, ya que en esta zona nacen dos fuentes hídricas: caño Maizaro y caño Buque.
Para caminar hacia la vereda los visitantes lo hacen desde el barrio Buque, al terminar este barrio hay estaciones de parqueo de carros y motos, la capacidad que tiene esta área para alojar carros está en el rango de 140 a 170 automóviles. Las personas dejan sus medios de transporte e inician su recorrido caminando, trotando o en bicicleta. La duración de este trayecto caminando es de dos horas, en este espacio se encuentra una zona donde se observa áreas de pasturas y fincas que brindan servicios de bebidas refrescantes, jugos, batidos, porciones de fruta y comida típica del llano. Además, se encuentra el acompañamiento de la policía y la zona está señalizada.
El recorrido inicia a los 430 m s.n.m. y termina a los 860 m s.n.m., la vegetación que se encuentra es herbácea, ya que esta área es zona de pastoreo; seguidamente se observa vegetación arbustiva y arbórea, donde las familias botánicas más representativas son Melastomataceae, Lauraceae, Fabaceae, Araceae, Bromeliaceae, Clusiaceae, Urticaceae, entre otras. Con respecto a la diversidad en fauna, si el recorrido se realiza a las 5 a. m. se puede hacer el avistamiento de aves, las especies representativas son Pteroglossus casta-notis, Syrigma sibilatrix, Ardea alba, Gymnomystax mexicanus, Ramphocelus carbo, entre otras. Así mismo, se puede hacer avistamiento de primates, ya que esta área es el corredor de Plecturocebus ornatus que es una especie endémica y, además, está en la categoría de amenaza vulnerable (Ortíz-Moreno, 2015; Buitrago, 2018).
Adicionalmente, en el sendero que conduce a la vereda El Carmen se encuentran áreas tranquilas donde las familias, junto con sus mascotas, pueden visitar y disfrutar de la naturaleza. Este recorrido termina en la escuela de la vereda, la vía se encuentra en buen estado. Se puede realizar ecoturismo (figura 2).

Esta ruta tiene dos zonas de ingreso, una por la vereda El Carmen y la segunda por la vereda Buena Vista, el trayecto es de 6 km y en este recorrido hay zonas de hidratación, cabañas y restaurantes; la vía de acceso esta sin pavimentar, sin embargo, se puede transitar sin ningún problema. El ingreso por la vereda El Carmen se hace en bicicleta o caminando, mientras que por la vereda Buena Vista se puede llegar también en automóvil.
Es una zona con mucha vegetación arbórea, arbustiva y herbácea, las familias representativas son Heliconiaceae, Melastomataceae, Bromeliaceae, Lauraceae, Clusiaceae, Poaceae, Myrtaceae, Asteraceae, Verbenaceae, entre otras. Si el recorrido se realiza en horas de la mañana se puede hacer avistamiento de aves, dentro de las más comunes están Pteroglossus castanotis, Ardea alba, Gymnomystax mexicanus, Pachyramphus polychopterus, Melanerpes cruentatus, Vireo olivaceus, Amazilia versicolor, Amazilia fimbriata entre otros. También se puede hacer avistamiento de primates en horas de la mañana.
En el mirador la puerta del cielo se práctica el parapente y se puede acampar, es un área tranquila y de fácil acceso. Se realiza turismo de aventura y ecoturismo (figura 3).

Para llegar a este sitio se deben recorrer 6,4 km desde el alto de Buena Vista, la vía de acceso es buena y está llena de vegetación arbórea, arbustiva y herbácea; las familias botánicas más representativas son Poaceae, Melastomataceae, Heliconiaceae, Bromeliaceae. Clusiaceae, Zingiberaceae, entre otras. Es un clima agradable y es la parte más alta con respecto al nivel del mar, llega a los 1.230 m.
A través de este recorrido se pueden hacer varias paradas para hidratación, hay varias fuentes de agua donde las personas se pueden bañar. También se encuentran fincas donde tienen a la venta productos de origen lácteo y huevos campesinos.
El lugar, como su nombre lo indica, está rodeado de muchas plantas de bambú y pinos, se puede acampar. Aunque no hay presencia de autoridades es un lugar limpio y se puede observar la ciudad. Durante la noche es posible hacer avistamiento de la vía láctea. Tiene una ventaja y es que se puede subir en vehículo. Se realiza ecoturismo (figura 4).

Es un área muy cercana a la zona urbana, sin embargo, el acceso es restringido a personas particulares, pero se puede acceder con permiso de la Secretaría de Medio Ambiente.
Esta área está formada por bosques secundarios ya que en el pasado presentó un grado alto de deforestación (Lombo, 2019). En la zona interna del jardín se encuentra un bosque semidenso, donde las familias más representativas son Melastomatacae, Arecaceae, Fa-baceae, Poaceae, Rubiaceae y Bromeliaceae.
El tipo de turismo que se puede realizar es el ecoturismo (figura 5).

La vía para hacer este recorrido es pavimentada, el tiempo es de 15 minutos desde la zona urbana, se puede hacer durante cualquier hora del día.
Es una zona tranquila y fresca, se puede visibilizar la ciudad de Villavicencio. En horas de la tarde, entre las 3:00 y las 4:00 p. m., se puede hacer avistamiento de primates (Plecturocebus ornatus) y de aves. Este lugar es muy visitado durante Semana Santa. El tipo de turismo que se realiza es el ecoturismo (figura 6).

Para identificar los atractivos turísticos que prefieren los visitantes y qué lugar presenta mayor número de visitas, se realizaron 150 entrevistas semiestructuradas en tres lugares diferentes en dos épocas del año. En la tabla 1 se relacionan los datos obtenidos en campo.
Para contextualizar al lector, los atractivos turísticos y el tipo de turismo de naturaleza que se practica en la reserva se hace mediante el perfil del visitante, por lo que se realizaron entrevistas.

De acuerdo con la tabla 1, en la vereda El Carmen y el Jardín Botánico sí hay una diferencia en las visitas según la época del año, las cuales para el mes de diciembre son mayores. Mientras que en el cerro Cristo Rey la época del año que más recibe visitantes es en Semana Santa, por la asistencia a eventos religiosos.
Por otro lado, en las tablas 1 y 2 se observa que las mujeres son las que más frecuentan la vereda El Carmen y el Jardín botánico. En el cerro Cristo Rey los hombres son los que más visitan este lugar, puede ser que a las mujeres les da temor visitar ese lugar por la casi nula asistencia por parte de la autoridad judicial.
Además, aunque no se adicionó la edad de los entrevistados en la tabla, en la entrevista sí se relacionó, ya que la consideramos un factor importante; como lo mencionan Crosby (1996) y Eagles et al. (2002), la edad influye a la hora de elegir un lugar, por ejemplo, los jóvenes prefieren lugares donde puedan practicar deportes extremos, mientras que los adultos se deciden por lugares tranquilos donde puedan descansar o disfrutar del paisaje. Según los resultados que arrojaron las entrevistas se pudo estimar que las personas que visitan la reserva están dentro de las edades de los 30 y 65 años, y la gran mayoría son amas de casa, pensionados, profesionales de distintas áreas y estudiantes de pregrado.

Como se evidencia en la tabla 2, el turismo de naturaleza que se practica en la reserva es ecoturismo y turismo de aventura, la gran mayoría de visitantes realizan caminatas, senderismo, parapente, ruta de bicicleta y avistamiento de aves y primates. Además, las mujeres siempre prefieren apreciar la naturaleza; mientras que el turismo de aventura lo realizan en mayor proporción los hombres.
Con respecto al desarrollo sostenible, el aporte que se hace en esta investigación es que todas las decisiones en torno al proceso de desarrollo del turismo serán adoptadas por la comunidad en las reuniones que realicen; adicionalmente, la comunidad se comprometió en forma conjunta a generar articulación con las diferentes instituciones ya sea de los sectores público, privado, comunitario, sociedad civil u otras entidades que están relacionadas con el desarrollo turístico de un territorio, con el fin de atraer visitantes y hacer del turismo un negocio rentable y sustentable.
Dado que el ecoturismo es una de las actividades de mayor preferencia por los visitantes en la reserva, este puede aportar beneficios importantes a la comunidad residente del área en términos de conservación y revalorización del patrimonio local y la belleza paisajística, promoviendo el fortalecimiento de la identidad local, a partir de los esfuerzos de los residentes en la conservación y protección su patrimonio (Wendler, 2020).
Aunado a lo anterior, la práctica del turismo solo puede ser sostenible si se conservan y mejoran los activos naturales y culturales en los cuales se realiza esta actividad (Wearing y Neil, 1999); en contraste con la zona de estudio que es un área protegida, según Eagles et al. (2002) estos lugares son atractivos para la realización de muchas actividades al aire libre, por lo que es un reto para los gestores de esas áreas garantizar que mientras los visitantes participen de las actividades, sean conscientes de los valores del lugar y contribuyan a mantenerlos. De igual manera, la práctica del turismo en zonas naturales es considerada por los visitantes un viaje responsable que mejora el bienestar de la población (Forero, 2020).
Por otra parte, la práctica del turismo tiene desventajas ya que este provoca daños al medio ambiente debidos a la infraestructura que se crea, el consumo de agua que se requiere y la generación de residuos, es por ello que se debe garantizar la sostenibilidad, dado que las generaciones presentes están reemplazando valores como la seguridad y la prosperidad material por la protección del medio ambiente (Pérez et al., 2014), puesto que ahora muchas personas jóvenes prefieren dar un segundo uso a los materiales o adquirir productos orgánicos así tengan un mayor valor.
En esta investigación se evidenció un resultado positivo con respecto al impacto a nivel del desarrollo social y humano mediante la prestación del servicio de turismo dentro de la reserva, pues por medio de este se genera empleo entre los residentes del área, lo que ha evitado el desplazamiento de la población hacia otras zonas en busca de trabajo. Como mencionan Martínez y Blanco (2013), el turismo es uno de los pocos sectores de generación de empleo que abarca todo tipo de trabajos, desde el más cualificado a los menos, por lo que mejora la calidad de vida de las personas, en especial de las mujeres, generando espacios de inclusión y fortaleciendo los objetivos del desarrollo sostenible (Gil, 2018; Pimentel de Oliveira Santos, 2020; Vierk, 2020).
Así mismo, la práctica del turismo de naturaleza en el área de estudio contribuye al conocimiento desde el sector del turismo como reducción de la pobreza, el crecimiento económico a nivel local, el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente y el entendimiento intercultural (Moragues-Cortada, 2006; Bamert, 2020). Aunado a lo anterior, aunque en la reserva no se cuente con guías en turismo, en un futuro se pretende generar convenio con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) u otra institución, para que adolescentes y amas de casa de la zona se empoderen de esta actividad, ya que las visitas guiadas a la observación de la vida silvestre generan un incentivo económico para este grupo (Zalles, 2018) y, al mismo tiempo, se enseña a los visitantes el respeto por los recursos naturales y su conservación.
Como se observa en la figura 7, el área donde se ha establecido la expansión urbana presenta modificación de las coberturas boscosas originales, donde se han constituido pastos para ganadería; por otro lado, en la parte alta de la reserva se han asentado fincas ecoturísticas de manera ilegal y esto ha acelerado los procesos de deslizamientos y erosión de los suelos, además de que se han dedicado extensiones de tierra para cultivos como frijol, tomate, café, cacao, plátano y cítricos. De esta manera, la reserva está conformada por parches de bosques conservados y secundarios inmersos en áreas de agricultura y pastos para ganadería.
Como se mencionó en la introducción del documento, parte del territorio de la reserva está inmersa en la zona urbana y otra extensión se encuentra en el límite de esta. A raíz de ello, los barrios que están cerca de esta zona se han expandido y se han deforestado bosques para realizar construcciones de viviendas, o se han entresacado los bosques conservados quedando así bosques secundarios, como ocurre en los del Cerro Cristo Rey y la vereda El Carmen.
También en la figura 7 se observa que gran parte de la reserva está fuertemente intervenida por los habitantes, su territorio está siendo aprovechado con técnicas no amigables con el medio ambiente, como lo señalan Aguilera y De Antonio (2016). Adicionalmente, Ulloa Barreto (2018) menciona que la vereda El Carmen presenta inadecuada disposición de residuos sólidos, dado que no hay estrategias de recolección y disposición para residuos ordinarios ni peligrosos, por lo que la presencia de malos olores, roedores e insectos ha aumentado. De la misma manera, las fuentes hídricas están contaminadas o se ha reducido el caudal en temporada de aguas bajas por la deforestación en los bosques riparios y el deterioro de los suelos por el establecimiento de senderos no permitidos por las autoridades competentes.
Por otro lado, la ausencia de diversificación del producto turístico es una desventaja que tiene la reserva; según Gutiérrez y Gancedo (2002), desde el punto de vista de la oferta se deben aprovechar al máximo las posibilidades geográficas, económicas, sociales y culturales para llegar a todos los segmentos de mercado y a la mayor cantidad de mercados emisores de turistas. De igual manera, Cisneros y García (2015) consideran que las atracciones son la clave para rentabilizar el destino y potenciar la innovación y la integración de todos los actores de una localidad en la concepción de un producto turístico integrado a fin de crea una ventaja.
De esta manera, los propietarios de los predios que venden algún servicio manifiestan que pretenden ofrecer diversidad de productos como es el caso de la vereda El Carmen, donde la actividad económica de sus habitantes es gastronómica mas no es la venta de servicios recreación y de esparcimiento. Las demás veredas presentan ecosistemas de alta montaña y la posición geográfica de la reserva permite que se establezcan diversidad de aves, por lo que el avistamiento de este grupo taxonómico se puede realizar en compañía de guías conocedores de la zona.

De acuerdo con Chaviano (2013), los turistas de manera individual o colectiva disponen de tiempo libre, fuentes de financiamiento y necesidad de viajar; se desplazan fuera de su domicilio habitual motivados por productos o servicios turísticos creados con el objetivo de satisfacer sus necesidades de ocio, recreo, descanso, esparcimiento, cultura o contacto con la naturaleza. Actualmente, los turistas manifiestan un mayor nivel de exigencia en la calidad, con intereses especiales, espontáneos y fuertemente preocupados por el estado de conservación del entorno (Moragues-Cortada, 2006; Chaviano, 2013), por lo que ofertar un producto de calidad en la reserva debe ser prioridad de los residentes.
Con relación al conflicto con el uso del suelo y la práctica del turismo de naturaleza, la reserva se ve afectada, ya que la población residente no se ha empoderado del valor ecosistémico que tienen los bosques que están dentro de la zona y de la fauna presente; igualmente ocurre con las fuentes hídricas. Hace falta la presencia de la Corporación y del Estado para socializar y generar educación y apropiación de la zona.
A continuación se presenta la matriz DÜFA realizada para la reserva, listando las principales características con respecto a las debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas.

Mediante el análisis realizado de la matriz DÜFA se determinaron dos problemáticas estratégicas como las de mayor incidencia actual en el desarrollo del turismo de naturaleza en la RFP quebrada Honda y caños Parrado y Buque, siendo uno de estos en el orden interno asociado con la falta de conciencia ambiental por parte de los visitantes y propietarios, falta de publicidad y adecuación de un sitio de información. Para dar solución a las problemáticas estratégicas previamente mencionadas y, a la vez, aprovechar las elevadas potencialidades para el desarrollo turístico, se proponen diferentes estrategias que induzcan a la elaboración y el desarrollo de proyectos vinculados con la realización de productos turísticos. Dentro de estas se encuentran:
Implementar acciones para la ordenación y cualificación de los recursos turísticos, orientadas a la oferta y la solicitud de los visitantes.
Fortalecer la comunicación, promoción y comercialización para reforzar la imagen del destino y las estrategias de socialización y desarrollo de nuevos productos turísticos.
Establecer alianzas estratégicas con la Secretaría de Turismo, empresas privadas de turismo, instituciones educativas con modalidad turística, policía ambiental, Cormacarena, las juntas de acción comunal y algunas ONG.
Gestionar recursos financieros locales e internacionales que posibiliten un posicionamiento y así captar las inversiones.
Ofrecer por medio del SENA u otra institución educativa capacitaciones a la comunidad residente sobre el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Brindar estudios técnicos de guía en turismo e idioma extranjero.
Mediante entrevistas semiestructuradas que se realizaron a los visitantes, en la reserva se ofrecen servicios de ecoturismo y turismo de aventura, que están dentro del turismo de naturaleza. Así mismo, la reserva es frecuentemente visitada por personas jóvenes que practican deportes extremos y personas adultas que realizan caminatas.
Los destinos importantes y permitidos por el PÜT son la vereda El Carmen, el mirador Puerta del Cielo, El Bambú, Jardín Botánico y cerro Cristo Rey. Así mismo, la vereda El Carmen es la que presenta mayor frecuencia de visitantes. La vereda Alto Buena Vista es el único lugar donde hay presencia de hoteles, bares y venta de víveres.
Según el mapa que se obtuvo, gran parte de la reserva está fuertemente intervenida por los habitantes, su territorio está siendo aprovechado con técnicas no amigables con el medio ambiente, debido a la expansión de la frontera agrícola y la construcción de viviendas.
En la zona de estudio se considera que cada una de las actividades que se realizan son de origen local y generan un ingreso económico para la población residente, sin embargo, es necesaria la presencia del Estado ya que falta concentrar la educación ambiental, ecosistémica y guía turística para prestar y ampliar los servicios. Mediante la prestación del servicio de turismo dentro de la reserva se genera empleo entre los residentes del área, lo que ha evitado el desplazamiento de la población hacia otras zonas en busca de trabajo.
Hace falta mayor publicidad por parte de las autoridades locales para atraer más visitantes, diseño de folletos y acompañamiento de policía en el caso del cerro Cristo Rey.
En algunos meses del año hay saturación de los espacios públicos debido a la concentración de visitantes, por ello se requiere hacer un estudio de la capacidad de carga de la reserva.








