Educación Física

Sociabilidad y modelos de identificación de deportistas juveniles expertos

Sociability and elite young athletes´ identification models

Brigida Lavignolle *
Universidad Nacional de La Matanza, Argentina
Ianina Tuñon **
Universidad Nacional de La Matanza, Argentina
Hernán Castro ***
Universidad Nacional de La Matanza, Argentina
Martín Pérez Rodriguez ****
Universidad Nacional de La Matanza, Argentina

Sociabilidad y modelos de identificación de deportistas juveniles expertos

Revista de Investigación del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales, núm. 18, pp. 99-116, 2020

Universidad Nacional de La Matanza

Recepción: 29 Octubre 2019

Aprobación: 27 Diciembre 2019

Resumen: Actualmente los procesos de construcción de la expertisedeportiva son un campo fecundo para desarrollar programas que persigan un desarrollo integral del deportista.En ello la familia, los afectos y los referentes del deporte juegan un papel fundamental. Se trabajó con una muestra de 408 deportistas de entre 13 y 17 añosde ambos sexos preclasificados para los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018 encuestados anónima y voluntariamente.Se resalta el rol de la familia, la dinámica de las relaciones sociales construidas entorno al deporte y el desarrollo de la identidad deportiva de los jóvenes que se diferencian en algunos aspectos entre aquellos que practican distintos tipos de deportes ysegún el sexo. Este estudio avanza en el análisis del perfil psicológico del deportista joven y en la identificación de las competencias psicosociales necesarias para el desarrollo integral de los procesos de construcción del deporte de elite.

Palabras clave: deportistas de alto rendimiento, sociabilidad, identidad, psicología.

Abstract: Nowadays the processes of construction of sport expertise are a fertile field in the design of programs pursuingsportsmen’s full development. In this context family, friendsand sports referents play a fundamental role. We worked on a sample of 408 athletes between the ages of 13 and 17 of both sexes, who had prequalified for the 2018 Youth Olympic Games in Buenos Aires and who were surveyed anonymously and voluntarily. The results highlight the role of the family, the dynamics of social relations built around sport and the development of a sporting identity,which differs in some aspects to do with the different types of sports they do and their gender, among other. This study moves further into the analysis young sportsmen´s psychological profile and into the identification of the necessary psycho-social competences that guarantee the full development of the processes of construction of elite sport.

Keywords: high-performance athletes, sociability, identity, psychology.

Introducción

Entre las condiciones que desarrollan los jóvenes deportistas se encuentran, en primer lugar, los factores genéticos, tambien llamados natura, tales como sus características antropométricas, las habilidades motoras, el temperamento y la salud. En segundo lugar, están los factores ambientales o contextuales, como son la cultura de la familia, la educación, el medio circundante, la constancia en los entrenamientos planificados, la presencia o no de entrenadores, las oportunidades, entre otros. (Bekei, 1984; Katz,1975; Filloux,1974; Lorenzo y Sampaio, 2005).

Para que los niños/as y/o adolescentes pertenezcan a la categoria de “deportista de alto rendimiento”, necesitan del apoyo de su familia. Sus primeras experiencias en el deporte, las oportunidades, los hábitos y el entrenamiento harán que puedan desarrollar satisfactoriamente sus habilidades. Ciertas características de los deportistas vienen condicionadas constitucionalmente, pero con eso sólo no alcanzaría para llegar a la participación en competencias regionales, nacionales o internacionales. El contexto, el medio ambiente en el que vive cada niño/a, juegan un papel altamente significativo en su desarrollo como deportista. Ambos factores, los constitucionales y los ambientales, son indispensables e inseparables en el desarrollo de todo joven deportista. (Filloux,1974; Bekei,1984; Lorenzo y Sampaio,2005).

Si bien existen diferentes teorías que sostienen la importancia tanto de los factores endógenos como los exógenos, en la actualidad existe consenso en rechazar las posicionesextremas de las teorías deterministas y ambientales, y se sostiene la importancia de la interacción entre las diversas teorías. No pueden entenderse por separado los factores genéticos, personales y ambientales, dado que se encuentran en permanente interacción. (Bandura,1986; Dolto,1997).

En este marco, se propone realizar una aproximación a la construccióndel perfil psicológico del deportistajoveneidentificar las competencias psicosociales que caracterizan al grupo de los deportistas de élite.

Los adolescentes se encuentran aún en etapa de desarrollo, necesitan el apoyo de factores psicosociales, más allá de sus capacidades y habilidades. (Aberastury,1995; Dolto,1997). Entre los factores psicosociales, se conjetura que toman modelos de “identificación” como son los padres, hermanos mayores, profesores de educación física y entrenadores, entre otros. Sin embargo, cabe preguntarse y profundizar sobre los factores ambientales: ¿cuáles son los principales agentes de motivación para la práctica del deporte? ¿qué factores familiares o de contexto fomentan la iniciación en el deporte y la especialización? ¿cómo son los procesos de elección del deporte en el que se especializan e invierten? En resumen, ¿cuáles son los principales modelos de identificación de los jóvenes deportistas de élite? ¿cuáles son las diferencias entre varones y mujeres, y entre deportistas de deportes individuales y de conjunto? ¿qué rol ocupa la práctica deportiva en relación a los principales canales de integración social de los adolescentes como son la educación formal y la socialización informal a través de la pertenencia a grupos de pares?

Marco Conceptual

Son pocas las investigaciones que se han orientado a la descripción de las familias de los deportistas. Coté (1999) planteó un modelo específico del deporte y la influencia de la familia en la vida de los deportistas. Este autor establece tres etapas: los años de prueba, que abarca desde los 6 a los 12 años; los años de especialización, desde los 13 a los 15 años; y los años de inversión, que suele ser a partir de los 16 años, aunque a veces es antes de esta edad. En los años de prueba, los padres suelen darle al niño/a la posibilidad de que prueben diferentes disciplinas deportivas. Es la familia la que incentiva que los niños/as asistan a los entrenamientos y/o partidos. En los años de especialización, los padres y/u otros familiares asumen el compromiso económico e invierten tiempo en sus hijos. Cuando ellos no pueden hacerlo suelen buscar becas y/o programas sociales que los ayuden. Y en la última etapa, los padres suelen ser sus consejeros y/u orientadores, acompañan al niño/a y lo ayudan a superar fracasos, lesiones, presiones, ansiedades. (citado en Lorenzo y Sampaio, 2005).

La adolescencia puede ser entendida como un “síndrome normal” (Aberastury, 1995), en el cual se dan una serie de síntomas y signos que caracterizan el pasaje de la niñez a la juventud. La búsqueda de identidad es lo más significativo en los adolescentes. Por un lado, se da la “Uniformidad”, debido a que genera seguridad y estima personal en los mismos, produciendo una doble identificación masiva: en la cual todos se identifican con cada uno, y por otro lado se da la identificación con el proceso grupal. Pueden darse tres tipos de identificaciones (Freud, 1980a;Aberastury,1995):

1.- Transitorias: son aquellas identificaciones que se adoptan por un periodo de tiempo. (Ej. Ser macho o seductora, o ganador)

2.- Ocasionales: las identificaciones que se producen frente a situaciones nuevas. (Primer baile, primer encuentro sexual)

3.- Circunstanciales: las que conducen a identificaciones parciales transitorias y que suelen confundir al adulto. Están relacionadas con la progresiva separación de los padres y buscan la independencia.

En resumen, se entiende a la identificación como al proceso psicológico en el cual un sujeto asimila un aspecto, una propiedad, o un atributo de otro y se transforma, parcial o totalmente. La personalidad de un sujeto se construye y se diferencia mediante una serie de identificaciones. La identificación incluye varios conceptos psicológicos, tales como: proyección, introyección, imitación, contagio mental, entre otros. Las identificaciones construyen al sujeto, en el sentido psicoanalítico. (Freud, 1980b, 1982; Laplanche y Pontalis,1979)

La identidad adolescente se caracteriza por el cambio de la relación del sujeto, básicamente el distanciamiento que se producirá con sus padres. Y que se llama “duelo por la pérdida de los padres de la infancia” lo que reflejará el pasaje de un modelo parental de dependencia a la independencia. (Aberastury, 1995)

Cuando los sujetos están motivados, por identificación, o por que valoran alguna actividad, como algún deporte, puede aparecer una coerción externa. Tal como Ryan y Deci afirman (2000):

las conductas que pueden ser asimiladas al yo se incrementan en el curso del tiempo al incrementarse las capacidades cognitivas y el desarrollo del ego. En este sentido, se sienten motivados para asumir el sentido de sus propias conductas y las de otros (p 76).

Esto explicaría en parte, como pasaran de la dependencia absoluta de sus padres a la independencia, que debería comenzar al final de la infancia o comienzo de la adolescencia.

En los deportistas de alto rendimiento se detectan como características psicológicas específicas, el aumento del estrés y de la ansiedad antes o durante las competencias. Los adolescentes manifiestan conductas de ansiedad, nerviosismo y tienden a tener alternaciones del sueño la noche anterior a la competencia. Si existe un gran apoyo del medio (padres, familia y/o entrenadores) disminuye la preocupación por la competencia y por lo tanto disminuye la ansiedad y el estrés. Para lograr la adaptación a las diferentes competencias los adolescentes necesitan el apoyo de los factores psicosociales. (Pallares y Rosel, 2001).

El adolescente desea tener libertad para vivir un amor, necesidad que en general se contradice con el deseo de sus padres. Y esto suele ser unos de los puntos con los cuales entran en conflicto con sus padres y comienza la separación progresiva de los mismos, respondiendoal proceso de socialización (Aberastury, 1995).

Tras el comienzo de la transformación sexual corporal, surge la fase de mutación, en la cual el cuerpo del niño/a comienza a desaparecer para dar lugar a un cuerpo de joven, con su desarrollo orgánico completo. Esta metamorfosis de la pubertad comienza a generar deseos sexuales, deseos de explorar su propio cuerpo y otros cuerpos. Comienza una fase onanista y surge el deseo de aparearse o encontrar satisfacción genital/sexual. El encontrar un objeto que satisfaga es propio de la adolescencia (Freud, 1980d; Dolto1997).

Para un adecuado desarrollo psíquico del adolescente, es fundamental su posibilidad de interrelacionarse con otros, es decir integrar un grupo de pares. La tendencia grupal es natural del sujeto. En los jóvenes adolescentes se suele observa: un comportamientopsicológico de tipo defensivo que les brinda seguridad y estima personal (generalmente se detecta en la uniformidad, propio de las actividades deportivas); sobre identificación masiva, dado que cada uno de los que integra un grupo se identifica con cada uno de los integrantes; actuación grupal, que implica la oposición a las figuras parentales (Aberastury, 1995; Dolto, 1997).

El grupo implica la transición necesaria en el mundo externo para que el adolescente pueda lograr la individuación adulta.

El deportista adolescente, cuando está en grupo se identifica con su propio grupo de pares. Sus modelos parentales, en la adolescencia decaen, tomando otros modelos, como ser: entrenadores, ídolos deportistas, entre otros. También se lo llama a este proceso de identificación: “contagio mental”(Freud,1980b,1980c).

En la actualidad, el diseño y la implementación de los programas de desarrollo deportivo han ido mutando desde un enfoque puramente técnico hacia una visión más amplia, donde el foco no sólo está puesto en las condiciones naturales del deportista sino también sobre el entorno en el cual este se desarrolla. El clásico modelo piramidal, donde se buscaba detectar el talento deportivo en la base de dicha pirámide mediante evaluaciones de aptitud y por medio de las cuales se producía la detección de condiciones favorables para el deporte, ya no es suficiente para hacer una predicción sobre el rendimiento futuro o la entrenabilidad de los atletas (Mc Namara y Collins, 2014).

Este tipo de estructuras propiciaban una especialización temprana, relegando el desarrollo multilateral de las habilidades motrices impidiendo así la construcción integral del deportista de alto rendimiento (Burton, Van Heest, Rallis y otros, 2006).

Mediante estos formatos clásicos de proyección no se lograba comprender el tránsito hacia el deporte de elite como un proceso complejo. Justamente, el desconocimiento de la multidimensionalidad biopsicosociocultural de la formación deportiva, muchas veces condujo a la saturación deportiva, incluso en situaciones de éxito deportivo temprano que no logran sostenerse en el tiempo como consecuencia de la especialización anticipada (Collins, 2017).

La necesidad de conocer integralmente el entorno en el cual se desarrolla el talento deportivo (TDE- talent development environment) pone de manifiesto el enfoque multifactorial con el que deben ser elaborados y ejecutados estos programas (Martindale, Collins y Abraham, 2007). En los cuales además del acondicionamiento físico, las habilidades motrices y los aspectos específicos del deporte es necesario contemplar las habilidades pscioconductuales, el estilo de vida y apoyo de los deportistas jóvenes (Collins, 2017).

Los trabajos de investigación que procuren abordar los aspectos psico-socioculturales en los cuales se producen los procesos de construcción del deporte de alto rendimiento permitirán mejorar los programas de desarrollo del talento y de esta manera lograr un tránsito hacia la maestría deportiva de carácter integral, fortaleciendo el crecimiento del atleta joven con herramientas psicoconductuales necesarias para su desarrollo integral.

Metodología

Con el objetivo de avanzar en el conocimiento de estos aspectos de la sociabilidad y los modelos deidentificación que favorecen la integración social de los adolescentes deportistas se analizó los resultados de una encuesta realizada a una muestra de 408 preclasificados para participar de los III Juegos Olímpicos de la Juventud, desarrollados en Buenos Aires, Argentina en el año 2018.

El enfoque de este estudio es de carácter cuantitativo, utilizando un diseño metodológico no experimental de tipo descriptivo y de corte transversal. La muestra tuvo una distribución promedio por edad de 15,78 ± 0,95 años y una distribución por sexo de 61% de varones y 39% de mujeres.

La tecnica de investigación seleccionada fue encuesta en su modalidad autoadministrada con asistencia de investigadores formados. Asimismo, cabe mencionar que el trabajo de campo se realizó en el marco de un campamento de entrenamiento, en grupos de 15 participantes que repondieron de modo anónimo y voluntario.

El instrumento utilizado fue un cuestionario denominado Encuesta para Atletas de Elite (De Bosscher, Shibli, Westerbeek, & van Bottenburg, 2015). Dicho instrumento fue traducido por los investigadores del proyecto de investigación y sometida a una prueba piloto sobre una muestra de 25 atletas de elite. La encuesta de referencia tiene 61 ítems distribuidos en nueve pilares. En el marco de este artículo se utilizaron los ítems de la encuesta: edad, sexo, característica del deporte practicado, personas que motivaron la práctica deportiva, historia familiar en relación al deporte (padre y/o madre que practicaba deportes, y nivel en que lo hacían), vínculo actual de familiares con la práctica del deporte, acompañamiento familiar de la práctica deportiva, y reporte de los deportistas de tipo subjetivo en una escala de Likert de 5 categorías en relación con las siguientes afirmaciones: (a) “tengo bien en claro que ser deportista es los que más quiero en la vida”; (b) “me da bronca si tengo una fiesta y no puedo ir porque al otro día tengo una competencia”; (c)“prefiero estar con mis amigos antes que estar entrenando”; (d) “prefiero entrenar antes que estar en la escuela o estudiando”; y (e) “prefiero entrenar antes que estar en mi casa”.

El procesamiento y análisis de la información cuantitativa se realizó con la herramienta informática SPSS (StatisticalPackageforthe Social Sciences) y los resultados son presentados mediante distribuciones de frecuencias uni y bivariadas.

Resultados

En términos generales, en la muestra observada existe un predominio de práctica y competencia de deportes individuales por sobre los grupales, que aumenta hasta los 16 años y a partir de los 17 años el balance se inclina hacia los deportes colectivos (véase Gráfico 1). Agrupándose los deportistas individuales en torno a una media de 15,57 años y los de conjunto alrededor de una media de 16,45 años, siendo este último grupo mucho más homogéneo. Esto puede explicarse en parte por los procesos de socialización que transcurren durante la adolescencia, pero también por el nivel de especialización temprana que caracteriza a los deportes individuales.

Distribución del deporte practicado en función de la edad
Gráfico 1.
Distribución del deporte practicado en función de la edad
Elaboración propia

Las personas que más han motivado a los adolescentes, para realizar el deporte, en primer lugar, han sido los padres, y en segundo lugar los entrenadores, que se conjetura actúan como líder o modelo de identificación. En tercer lugar, los jóvenes han iniciado el deporte por sus amigos, como referentes, ya que suelen ser de su grupo de pertenencia (véase Gráfico 2). Esta influencia del entorno familiar como agente motivador alcanza al 8%, siendo más elevado entre las mujeres que en los varones.

Distribución de las relaciones sociales como agentes de motivación extrínseca
Gráfico 2.
Distribución de las relaciones sociales como agentes de motivación extrínseca
Elaboración propia

Los jóvenes adolescentes, cuando tenían 10 años vieron a sus padres practicar deportes. Los deportistas adolescentes, en un 52,5% vivieron la práctica deportiva de sus padres y el 35,4% de sus madres. Esto marca la influencia del ambiente familiar y el grado de identificación, lo cual prueba que el deporte ha sido parte de sus vidas cotidiana, y que lo han asimilado desde pequeños. Lo llamativo es que el 39,5% de los adolescentes practica el mismo deporte que sus padres y el 23,40% practica el mismo deporte que sus madres. Esto permite conjeturar que los deportistas observados se han visto fuertemente influenciados por sus padres como modelos internalizados. Queda por evaluar en qué medida ha sido una elección propia o tan solo lo hacen por satisfacer los deseos de los padres.

Los resultados son aún, más llamativos, al detectar que los padres en su juventud han realizado deporte en forma competitiva. Pues el 66,3% de los padres y el 40,7% de las madres han pasado por las competencias deportivas. En un análisis fragmentado, solamente el 28,5% de los jóvenes no cuenta con padres que hayan practicado deporte, mientras que en el 38,2% de los deportistas al menos uno lo hacía y el 33,2% de los adolescentes cuenta con ambos padres con pasado deportivo. Por todo esto, es posible pensar, más allá de la influencia del ambiente, el peso de los factores constitucionales (véase Gráfico 3).

En la actualidad, el 42,1% de los integrantes de la muestra no convive con padres deportistas, mientras que el 29,2% crece en un hogar en el cual al menos uno de los progenitores lo hace y el 28,7% restante se encuentra inmerso en un contexto en el cual ambos responsables parentales practican deporte.

Distribución del contexto familiar y su vínculo con el deporte en el que crecen los deportistas
Gráfico 3.
Distribución del contexto familiar y su vínculo con el deporte en el que crecen los deportistas
Elaboración propia

Buscando conocer la importancia de la familia en los jóvenes adolescentes expertos, se evaluó el peso que la misma tiene en la elección, el apoyo y el sostén de la práctica deportiva (véase Gráfico 4).

Distribución del contexto familiar y social en el que se desarrollan los deportistas
Gráfico 4.
Distribución del contexto familiar y social en el que se desarrollan los deportistas
Elaboración propia

El 67,2% de los deportistas encuestados eligió el deporte que práctica en la actualidad y para el cual fue seleccionado para participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018; esto muestra un alto grado de autonomía e independencia. El 26,9% realiza el deporte por decisión de sus padres, lo que expresa que todavía son sus padres los que toman las decisiones, mostrando un grado de dependencia parental.

Contradictoriamente a sentir que pudieron elegir libremente la disciplina deportiva, el 69% de los adolescentes realiza el deporte que practicaban sus padres, hermanos, tíos y/o abuelos o les hubiese gustado realizar. El deseo de los padres queda plasmado en el 36,3% y el de los hermanos, tíos y/o abuelos en el 32,7% (afinidad familiar). Esto es identificación inconsciente; introyectan caracteristicas de sus padre, hermanos y/o abuelos, sin ser conscientes de ello.( Freud,1980b,1980d)

De niños/as y adolescentes, el 74,2% es llevado al lugar del entrenamiento o partido por sus padres, lo que prueba que el deporte de los adolescentes está considerado una actividad familiar. El apoyo de los padres y el tiempo que invierten en ellos es fundamental para que el joven pueda llegar a la experticia del deporte. Sólo el 12,1% va solo, y seguramente, se debe a la cercanía desde su casa, al lugar del entrenamiento. El 11% recibe también el apoyo de hermanos, tíos y/o abuelos (acompañamiento deportivo).

Con respecto a la responsabilidad y compromiso de asistir a las prácticas y/o entrenamientos (motivación para el entrenamiento) el 50,8% lo hace por su propia iniciativa. El 48,3% (33,5% padres; 11,5% hermanos tíos y/o abuelos y 4,3% otros) lo hace por insistencia de algún familiar. En todos los casos se detecta apoyo de la familia, compromiso y responsabilidad.

Al considerar la elección del tipo de deporte seleccionado por los adolescentes, ya sea tipo individual o colectivo y el sexo, se identifican ciertos perfiles que distinguen ciertas afinidades sectorizadas.

Distribución de “tengo bien en claro que ser deportista es los que más quiero en la vida”
Gráfico 5.
Distribución de “tengo bien en claro que ser deportista es los que más quiero en la vida”
Elaboración propia

El 86% de los deportistas dice estar seguro de querer serlo. Los varones parecen estar levemente más convencidos que sus pares mujeres, existiendo una mayor propensión a encontrar casi siempre deportistas de estos sectores con claridad sobre su futuro deportivo (véase Gráfico 5). Esta elección señala el comienzo de su propia identidad (Aberastury, 1995; Dolto,1997).

Distribución de “me da bronca si tengo una fiesta y no puedo ir porque al otro día tengo una competencia”
Gráfico 6.
Distribución de “me da bronca si tengo una fiesta y no puedo ir porque al otro día tengo una competencia”
Elaboración propia

Desde un enfoque más social, a la mitad de los deportistas no les molesta perderse fiestas por tener que afrontar una competencia. A las mujeres y a los deportistas individuales parecería disgustarle un poco menos que a sus pares de deportes colectivos y varones, apareciendo con mayor frecuencia deportistas de este tipo con cierto fastidio por perderse eventos sociales debido a situaciones deportivas (véase Gráfico 6.) Esto marca tendencia sobre que la socialización se logra,fácilmente, en los adolescentes que practican deportes colectivos, más que en los individuales.

Por otra parte, casi 2 de cada 3 deportistas prefiere entrenar que estar con amigos. El deporte ha sido elegido parte de su vida, alcanzando identidad deportiva de expertise.

Distribución de “prefiero estar con mis amigos antes que estar entrenando”
Gráfico 7.
Distribución de “prefiero estar con mis amigos antes que estar entrenando”
Elaboración propia

Sólo el 14% prefiere quedarse con sus amigos antes que ir a entrenar. A los varones y a los deportistas individuales parecería costarles un poco más cederle el tiempo de los amigos al entrenamiento, habiendo más probabilidad de encontrar estos tipos de deportistas con menos agrado por ceder dicho espacio al deporte. (véase Gráfico 7). La socialización fuera de su actividad deportiva pareciera no ser motivante para los adolescentes. Es mínimo el porcentaje de adolescentes que dejaría en segundo plano al entrenamiento.

Distribución de “prefiero entrenar antes que estar en la escuela o estudiando”
Gráfico 8
Distribución de “prefiero entrenar antes que estar en la escuela o estudiando”
Elaboración propia

En el contexto educativo tampoco difiere ya que el 82% de los deportistas prefiere el entrenamiento por sobre el colegio. En los varones y en los deportes de conjunto es un poco más marcado, apareciendo con mayor probabilidad deportistas de estos sectores con menor apego por el ámbito escolar (véase Gráfico 8). Pareciera ser que la escuela, no es motivante ni considerada necesaria para los adolescentes deportistas.

Por último, el hogar no aparece como un espacio que seduzca la permanencia de los deportistas, dado que 3 de cada 4 deportistas prefiere entrenar que quedarse en su casa. A las mujeres y a los deportistas individuales les cuesta un poco más abandonar su casa, siendo más propensos estos deportistas a ser tentados por la comodidad del hogar a la hora de afrontar una sesión de entrenamiento (véase Gráfico 9). El deporte se constituye en parte de sus vidas, es el lugar donde intentan alcanzar su identidad, logrando la separación progresiva de sus progenitores.

Distribución de “prefiero entrenar antes que estar en mi casa”
Gráfico 9.
Distribución de “prefiero entrenar antes que estar en mi casa”
Elaboración propia

Conclusiones

Los adolescentes deportistas introyectaron, en su infancia, cualidades o características de sus padres y hermanos mayores, tal como suele suceder con la mayoría de los adolescentes. A diferencia del promedio de los adolescentes los deportistas expertos, pareciera que no han terminado de elaborar el “duelo por la perdida de los padres de la infancia”, ya que aún dependen de ellos, sobre todo en lo relacionado a la practica deportiva. (Aberastury, 1995)

Estos jovenes deportistas estan influenciados por sus familias, y al decir de Cote (1999) han pasado por los años de prueba, por los años de especialización y se encuentran en la etapa de la inversión. Son los padres, hermanos y/o abuelos sus modelos de identificación, convirtiéndose además en orientadores, consejeros y sostén emocional.

Más allá de sus factores constitucionales para el deporte de alto rendimiento, los factores ambientales son fundamentales para poder alcanzar significativas competencias, como podrían ser los Juegos Olímpicos. La familia es el pilar determinante para la estabilidad, el entrenamiento y la competencia deportiva. Necesitan de este apoyo, en todos los aspectos socioeconómicos y ambientales, para poder avanzar deportivamente. (Laiño, Farinola, Perez Rodriguez y otros, 2017).

La integración social, la logran más los adolescentes que practican deportes colectivos, ya que en el “equipo deportivo” encuentran amigos, grupo de pares, con los cuales alcanzan sus mayores relaciones interafectivas e interactuan socialmente. En aquellos jovenes deportistas que practican deportes individuales, los amigos y grupo de pares son poco atractivos, ya que la familia pasa a ser su mayor grupo de interacción social.

La educación sistematica no es importante ni motivante para estos adolescentes de elite y es claro que ni siquiera en la escuela encuentran personas con las cuales mantener relaciones interpersonales. El deporte está por encima de sus relaciones interafectivas. Se constituye en su proyecto de vida, detectándose automativación o motivación intrínsica frente al entrenamiento y la alta competencia.

En el deporte, los adolescentes deportistas, encuentran su máximo “bienestar” a través del logro de la autonomía, la competencia y la capacidad de relacionarse, facilitando el crecimiento y su maduración. Presentan mayor autonomía, en la medida que se acercan a los 18 años; buscan ser independientes en sus elecciones, con sentimientos de voluntariedad que pueden acompañar a cualquier otro acto. (Ryan y Deci,2000)

El desarrollo del talento deportivo, en este grupo de adolescentes encuestados, promociona el autocrecimiento, la motivación intrínseca y adquieren a una edad más temprana las responsabilidades asumidas frente a la actividad deportiva, ya sean en el marco de los entrenamientos o las competencias.

Referencias Bibliográficas

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Notas de autor

* Lic. Profesora Universitaria. Licenciada en Psicología. Especialista en Psicología Clínica y Jurídica. Docente Investigadora. Prof. Titular Regular en la Universidad de Morón. Prof. Asociada en Psicología Evolutiva en la Universidad Nacional de la Matanza.
** Socióloga, Magíster en Investigación en Ciencias Sociales. Doctora del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Investigadora Categorizada del Ministerio de Educación de la Nación. Profesora Regular de Metodología de la Investigación Social en la Universidad Nacional de la Matanza (UNLAM). Investigadora Responsable de los proyectos PROINCE-UNLAM 55-A-223 (2018-2019), y PICTO-FONCYT-UCA 2017-0061.
*** Esp. en Metodología de la Investigación. Lic. en Educación Física. Docente e investigador de la Universidad Nacional de la Matanza, UNSaM, UAI, UDA.
**** Profesor y Licenciado en Educación Física. Especialista en Educación Superior, Especialista en Gestión y Liderazgo Universitario (IGLU- Organización Universitaria Interamericana) con experiencia práctica en gestión de organizaciones deportivas, instituciones educativas y organismos públicos. Actualmente es Coordinador de la carrera de Prof. y Lic. en Educación Física en la Universidad Nacional de La Matanza. Es Preparador Físico de la Selección Argentina de Futsal y Fútbol Playa. (AFA).
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