Educación Superior

Gestión integral de la seguridad en la educación primaria

COMPREHENSIVE SAFETY MANAGEMENT AT ELEMENTARY SCHOOL

Luis Dimas Leal Acanda [1]
Universidad de Holguín, Cuba
Carlos Martínez Pérez [2]
Universidad de Holguín, Cuba
Yander Martínez Gandol [3]
Universidad de Holguín, Cuba

Gestión integral de la seguridad en la educación primaria

Revista de Investigación del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales, núm. 22, pp. 101-117, 2022

Universidad Nacional de La Matanza

Recepción: 20 Julio 2022

Aprobación: 31 Octubre 2022

Resumen: El trabajo que se presenta es resultado de dos proyectos de investigación Saneamiento y protección de ecosistemas asociados a comunidades impactadas por el cambio climático e Implementación de la Tarea Vida; y Evaluación de la Gestión Ambiental de la Universidad de Holguín. Tiene como objetivo demostrar la importancia de la gestión integral de la seguridad en centros de la Educación Primaria. Se utilizaron métodos del nivel teórico como: análisis-síntesis, inducción-deducción, que permitieron procesar la información consultada, elaborar la fundamentación teórica de la investigación, así como interpretar los resultados obtenidos con la aplicación de métodos empíricos como la observación, que permitió identificar las principales insuficiencias de los maestros y educandos. Como resultado se aborda el estudio realizado sobre el proceso de la gestión integral de la seguridad para la gestión de la reducción del riesgo de desastres en centros de la Educación Primaria.

Palabras clave: riesgo, peligro, vulnerabilidad, seguridad, Tarea Vida.

Abstract: This work is the result of two research projects on Sanitation and protection of ecosystems associated with communities impacted by climate change and Implementation of the Life Task; and Evaluation of Environmental Management of the University of Holguín. Its objective is to demonstrate the importance of comprehensive security management in Elementary Education centers. Theoretical methods were used, such as: analysis-synthesis, and induction-deduction, which allowed the processing of the information consulted, the elaboration of the theoretical foundation of this research. The interpretation of the results obtained was conducted via the application of further empirical methods, such as observation, which enabled us to identify teachers and students´ main shortcomings. As a result, the study carried out on the process of comprehensive security management for the management of disaster risk reduction in Elementary Education centers is addressed.

Keywords: risk, danger, Life Task, security, Vulnerability.

Introducción

En la ciudad de Sedai, Japón se desarrolló la tercera Conferencia Mundial sobre la Reducción de Desastres, estableciéndose el Marco de Sedai (MAS) para la Reducción de Riesgos de Desastres para el período 2015–2030, que plantea:

Tiene que haber un enfoque preventivo del riesgo de desastres más amplio y centrado en las personas. Las prácticas de reducción del riesgo de desastres deben contemplar amenazas múltiples y ser multisectoriales, inclusivas y accesibles para que sean eficientes y eficaces (Marco de Sendai, 2015, p.2).

La Asamblea General de las Naciones Unidas en su Sexagésimo noveno período de sesiones desarrollado el 12 de agosto de 2015 aprobó el Proyecto de documento final de la Cumbre de las Naciones Unidas para acordar la agenda para el desarrollo después de 2015, con su documento final: Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Dicho documento cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con 169 metas conexas, de carácter integrado e indivisible.

A tono con lo anterior el Consejo de Ministros de la república de Cuba en reunión efectuada el 25 de abril de 2017 aprobó el Plan de Estado para contrarrestar los daños que pudieran ocurrir en nuestro país a causa del cambio climático en los próximos años. El plan también es conocido como Tarea Vida, y tiene un alcance y jerarquía superiores a los anteriormente elaborados relacionados con el tema (CITMA, 2017).

Este plan establece 5 acciones estratégicas y 11 tareas, de ellas la No 10: “Priorizar las medidas y acciones para elevar la percepción del riesgo y aumentar el nivel de conocimiento y el grado de participación de toda la población en el enfrentamiento al cambio climático y una cultura que fomente el ahorro del agua”, se constituye en una de las más importante para el Ministerio de Educación y de Educación Suprior y fundamenta la presente investigación.

En el contexto de lo que sucede con la COVID-19 en Cuba resulta importante realizar algunas valoraciones sobre la seguridad ante el riesgo de infectarse atendiendo a las estadísticas que ofrece el Ministerio de Salud Pública.

De acuerdo con las medidas de prevención establecidas en el país por el Grupo Temporal y las diseñadas en cada uno de los territorios, así como las medidas de prevención y la elevación de la percepción del riesgo se suponía que la pandemia iba a ser controlada pero, no ha sido así.

En opinión de los investigadores, han fallado las medidas de prevención diseñadas a partir de su implementación, no se cumplen, siendo la causa fundamental la indisciplina social, ha faltado exigencia, control y deficiencias en la atención primaria, dándose una contradicción entre el conocimiento que poseen las personas y su actuar irresponsable, ante una enfermedad que mata, por esto se hace tan importante la concepción de la seguridad, la cual no ha logrado su principal función que, es evitar que las personas se infecten.

El objetivo del presente trabajo es demostrar la importancia del proceso de la gestión integral de la seguridad en los centros de la Educación Primaria lo que debe contribuir a la elevación de los niveles seguridad y resiliencia en estos.

Materiales y métodos

En la elaboración del trabajo resultó de gran utilidad el método histórico–lógico para fundamentar la necesidad de reflexionar sobre el tema y determinar el objetivo; mientras que la observación documental permitió la revisión de textos relacionados con el tema. Por su parte, la entrevista y la encuesta fueron utilizadas para constatar el conocimiento y la valoración de los maestros sobre la seguridad. El análisis y la síntesis fueron fundamentales para el procesamiento de la información y la elaboración de las conclusiones. Todo ello posibilitó la triangulación metodológica de la información en las fuentes, enfoques y teorías paradigmáticas.

Resultados y discusión

En la bibliografía nacional consultada el concepto de seguridad integral no es un término utilizado, pero sí se trabaja para garantizar la seguridad en los centros ante los diferentes peligros de desastres que los pueden afectar de acuerdo con su ubicación.

Los centros de la Educación Primaria deben ser espacios seguros tanto para los educandos como para el personal docente y de apoyo. Cabe gestionar adecuadamente la seguridad para evitar que ocurran accidentes e incidentes, creando un entorno en el que se promueva el bienestar físico, emocional y social, individual y colectivo.

La dirección del centro, los maestros, los educandos y personal de apoyo a la docencia, deben llevar a cabo acciones y actuaciones que promuevan y garanticen la seguridad física, emocional y social durante el horario escolar, implicando a los educandos y a las familias en la gestión de la seguridad y la promoción de la prevención que no ha sido el eje estructurador del enfrentamiento a diversos tipos de peligros de desastres. Los datos de la pandemia en Cuba lo ilustran.

De acuerdo con lo planteado por Díaz Vicario (2015) la seguridad, la protección y la prevención son temas centrales de interés y preocupación en el mundo actual, considerándose factores prioritarios para garantizar el bienestar de la población. La seguridad es una aspiración tanto de los individuos y grupos, como de las organizaciones, plantea además que la seguridad cero no existe.

El psicólogo Abraham Maslow citado por Díaz Vicario (2015), en su obra de 1948 «Una teoría sobre la motivación humana», definió la jerarquía de las necesidades humanas, ubicando la necesidad de seguridad y protección en el segundo nivel de la pirámide, justo después de las necesidades básicas o fisiológicas, y por detrás de las necesidades de afiliación y afecto, de autoestima y autorrealización o autoactualización. Maslow definía la necesidad de seguridad y protección como la necesidad de sentirse seguro y protegido, especificando la seguridad física y de salud, la seguridad del trabajo, la seguridad de ingresos y recursos, y la seguridad moral, familiar y de propiedad privada.

El modo de abordar los peligros presentes en la sociedad y la forma de garantizar la seguridad de los ciudadanos ha ido variando a lo largo del tiempo. Ante las actuaciones de tipo más reactivo que imperaban años atrás de nuestro Sistema de Defensa Civil Cubano, en el momento actual la prioridad máxima es la adopción de medidas preventivas para evitar o disminuir las consecuencias en caso de que el riesgo se manifieste.

La apuesta clara por las actuaciones preventivas por encima de las reactivas, va unida a la creencia de que, más allá de garantizar la seguridad de los individuos atendiendo a las condiciones que los rodean con la finalidad de eliminar y controlar los riesgos, es necesario actuar directamente sobre el comportamiento humano, con el objetivo de cambiar actitudes y fomentar hábitos seguros y saludables.Díaz Vicario (2015)

Esta realidad implica enfrentarse a dos retos: por un lado, realizar una gestión adecuada de la seguridad y, por otro, fomentar la formación de la educación de la prevención del riesgo de desastres para después lograr una cultura preventiva, ya que el alcance de altos niveles de seguridad, pasa por garantizar unas condiciones físicas adecuadas y por desarrollar capacidades, habilidades, ideas y concepciones, individuales y colectivas, seguras y saludables, de ahí la importancia de comenzar desde las edades tempranas, tal es el caso de la Educación Primaria.

Uno de los ámbitos en los que en los últimos años la seguridad y la prevención han adoptado un valor más importante es en el campo de la reducción de riesgos relacionados con el peligro de desastres, dado que las pérdidas, tanto humanas como materiales siguen siendo elevadas. La formación de la educación de la prevención del riesgo de desastres junto con la garantía de unas condiciones óptimas de los centros es, para todos los sectores sociales, el camino más adecuado para contribuir a su reducción.

En los centros de la Educación Primaria los conceptos de seguridad y salud han adoptado un nuevo enfoque, donde su presencia en el currículum ha ido aumentando, en las actuaciones y decisiones de los maestros, las rutinas y la vida escolar, se consideran algo fundamental para desarrollar ciudadanos conscientes por la seguridad y la salud individual y colectiva. El perfeccionamiento que se lleva cabo por el Ministerio de Educación permite esta aspiración.

La gestión de la seguridad integral como un valor que se incorpora en la cultura del centro educativo y, por tanto, en las acciones y actuaciones institucionales, es un aspecto fundamental al que han de hacer frente.

La seguridad es un tema que día a día preocupa más a los diversos agentes sociales, sobre todo en el ámbito de la protección de la salud y de la prevención y reducción del riesgo de desastres. Las actuaciones preventivas se consideran un elemento primordial para evitar al máximo la exposición a situaciones de peligro y para evitar los posibles daños derivados de las posibles contingencias que se puedan producir, así como la formación de ciudadanos con una actitud responsable ante el riesgo.

Los centros de la Educación Primaria se articulan como el principal agente social para incidir en la formación de una sociedad con una actitud preventiva ante el riesgo, de modo que estas instituciones han de ser ejemplos claros de seguridad y prevención. Gestionar la seguridad de los centros debe ser, entonces, una función asumida y desarrollada por estos.

Es cierto que esto supone una responsabilidad educativa importante, pero la gestión de la seguridad, aunque no es recogida como tal en las funciones y tareas generales del personal de los centros educativos reafirma Díaz Vicario (2015), es una función inherente a la tarea educativa de los maestros.

Los centros educativos de la Educación Primaria como instituciones que prestan un servicio a la sociedad no se encuentran exentos de dicha responsabilidad. La creación de ambientes seguros y saludables es un prerrequisito para que el proceso pedagógico sea efectivo y para garantizar la calidad de los servicios que prestan estas instituciones educativas. La protección de los educandos y la prevención del riesgo de peligros de desastres es consustancial a la tarea docente y del personal de apoyo a la docencia y es una obligación establecida.

¿Por qué hablar de gestión de la seguridad integral en el ámbito de los centros de la Educación Primaria?

Garantizar la seguridad de los educandos, maestros y personal de apoyo pasa por mejorar las condiciones que las envuelven, con la finalidad de eliminar las vulnerabilidades que pueden incrementar los riesgos y actuar de manera directa sobre el comportamiento humano con el objetivo de cambiar actitudes y fomentar hábitos seguros y saludables. La prevención en el sector de la educación se enfrenta a tres desafíos:

Si analizamos el eje común a los tres retos, aparte de la incentivación de las políticas en materia de prevención, seguridad y formación, la gestión es uno de los ámbitos en los que necesariamente debe incidirse. Los valores y actitudes preventivas han de ser asumidos como parte de la cultura del centro y, por tanto, de su organización y funcionamiento.

De acuerdo con lo planteado por Díaz Vicario (2015), la promoción de la seguridad y el logro de una cultura preventiva requieren de la creación de escuelas seguras y saludables. La no atención a la seguridad entraría en contradicción con los valores culturales que se pretenden potenciar ya que como afirma:

El diseño estructural, organizacional y social del entorno escolar tiene una influencia importante en la conciencia de seguridad y salud de los educandos. El riesgo cero no existe, de modo que se requiere gestionar la prevención, para que los peligros sigan estando bajo control y se fomente un entorno escolar seguro. El establecimiento de mecanismos de previsión, análisis y evaluación destinados a reducir y controlar los efectos adversos de los peligros son necesarios para garantizar la seguridad (p.27).

En síntesis, tres son las ideas centrales que sugieren la necesidad de definir actividades y procesos de gestión de la seguridad integral en centros de la Educación Primaria:

Apostar por la mejora constante de la seguridad y por la formación y desarrollo de la educación de la prevención del riesgo de desastres en los centros de la Educación Primaria, pasa necesariamente por la gestión de la seguridad y por la creación de ambientes seguros y saludables.

La concepción de la seguridad integral, así como de la formación y educación de la prevención del riesgo de desastres, aún no han sido asumidas por el personal de los centros de la Educación Primaria, aunque la seguridad es un tema de preocupación creciente entre el colectivo de directivos y maestros.

La investigación realizada por los autores, las encuestas, entrevistas y la observación participante y no participante nos dice que actualmente la prevención depende en buena medida del grado de sensibilidad del equipo directivo del centro. No obstante, se observa de forma general una contradicción entre el interés declarado y la falta de iniciativas para transformar esta sensibilidad en acciones de prevención sistemáticas.

Hacen falta iniciativas claras para favorecer su dinamización en los centros educativos, sin que ello suponga una sobrecarga para los maestros. Es cierto que la figura del director como máximo responsable de prevención de riesgos en los centros ha significado un gran avance, por las implicaciones que este hecho supone, pero la prevención de riesgos es responsabilidad de todos y cada uno de los miembros del centro. Tal como expresa Díaz Vicario (2015): “Todos somos partícipes, en nuestra medida, de la prevención” (p.30).

La seguridad es un término controvertido, por cuanto no existe un consenso generalizado sobre su significado, adquiriendo un valor distinto en función de las ideas, cultura y percepciones individuales. Habitualmente es utilizado en el lenguaje común en diversos contextos: seguridad humana, seguridad laboral, seguridad industrial, seguridad alimentaria, seguridad medioambiental, seguridad escolar, etc. Aunque todos comparten un mismo vocablo, las implicaciones de la seguridad según el adjetivo que lo acompaña son diferentes, siendo necesario matizar su significado en función del ámbito en el que nos situemos.

En el lenguaje común, la seguridad es asumida como la cualidad de aquello que es seguro, tal y como recoge el Diccionario de la Real Academia Española (2001). Si consultamos el vocablo seguro en el mismo diccionario, nos encontramos varias acepciones a destacar, pero que nos remiten al hecho de que la seguridad se asocia con la ausencia de peligro.

De acuerdo con lo expresado por Díaz Vicario (2015) la seguridad supone, por tanto, evitar la exposición a situaciones que pueden representar un peligro (prevención), adoptar las medidas adecuadas cuando un riesgo no puede eliminarse (protección) y prever todas aquellas actuaciones a desarrollar cuando acontecen situaciones de peligro (actuación), con énfasis ante las que se producen de imprevisto. En consecuencia, la seguridad implica prevenir, proteger y actuar, siendo la prevención y la protección dos cuestiones fundamentales en el campo de la seguridad (p.58).

Lo anteriormente expresado se ajusta al enfoque cubano de la seguridad abordado por Garnier Galán. (2022).

Seguridad y conceptos afines.
Figura 1.
Seguridad y conceptos afines.
Díaz Vicario. (2015). La gestión de la seguridad integral en los centros educativos: Facilitadores y obstaculizadores. p.58.

La continuidad de la prevención.
Figura 2.
La continuidad de la prevención.
Díaz Vicario 2015. p.58

Llevando estos tres momentos al Ciclo de Reducción del Riesgo de Desastres establecido en los documentos del Sistema de Defensa Civil Cubano el antes se corresponde con las etapas de Prevención y Preparativos, el durante con la Respuesta y el después con la Recuperación y Rehabilitación y como se observa en el esquema la prevención está presente en los tres momentos y por lo tanto en todas las etapas.

También debemos considerar las acciones de protección, es decir el conjunto de medidas que se adoptan para hacer frente a un riesgo que no puede ser eliminado. Éstas actúan sobre la persona, a diferencia de las anteriores que actúan sobre el agente causante.

Por otro lado, la actuación (respuesta) debe ser entendida como el conjunto de procedimientos que una organización o individuo pone en marcha para hacer frente a una situación de emergencia (dar la señal establecida de acuerdo con el peligro, evacuar, etc.) con el objetivo de minimizar las consecuencias de los daños y pérdidas que se pueden generar, ya sean humanas o materiales. Dentro de estas actuaciones también se contemplan las acciones del Consejo de Dirección o de los propios maestros y educandos que realizan para mantener la eficacia y operatividad de las normas y medidas preventivas establecidas en el Plan para la Reducción del Riesgo de Desastres del centro y que los maestros y educandos deben conocer.

Con lo anterior queda demostrado que la seguridad no es un parámetro objetivo ni una condición estática, sino que depende de las habilidades, ideas y capacidades cognitivas de los maestros, personal de apoyo y los educandos y de las condiciones del contexto al producirse el fenómeno.

La seguridad debe entenderse como el resultado de un proceso constante de ajuste entre las demandas externas, por un lado, y de las competencias individuales y las propias preocupaciones y las necesidades de los otros. La seguridad, en última instancia, no puede lograrse a menos que los interesados: maestros, educandos y personal de apoyo, tomen parte y actúen por iniciativa propia, de ahí la importancia del dominio de las normas de actuación ante el riesgo.

La atención primera ante el riesgo, es la respuesta. Su objetivo principal es salvar vidas en peligro, reducir el peligro, minimizar los riesgos derivados de la emergencia original, restaurar las condiciones esenciales para la vida y disminuir lo más posible el impacto ambiental.

Se planifica teniendo en cuenta el establecimiento de las fases y plazos para la respuesta previstos para cada tipo de peligro de desastre de acuerdo con las normativas establecías por el Sistema de Defensa Civil Cubano.

De acuerdo con las estadísticas de las Naciones Unidas la mayor cantidad de pérdidas en vidas humanas ocurren en las Instituciones de la Educación Preescolar y la Primaria, por ser los más vulnerables y depender directamente del accionar de la educadora o el maestro para protegerlos ante el determinado peligro de desastre que afecte la institución. De ahí la importancia vital que tiene que estos personas conozcan, dominen y apliquen las normas de actuación establecidas para cada uno de estos peligros de desastres que pueden afectar al centro, con énfasis ante los de carácter sanitario de acuerdo con su ubicación.

A pesar de las multimillonarias inversiones en tecnología, los especialistas del Centro de Gestión contra Desastres de Japón (Gomez, 2016) coinciden en que lo más importante es la respuesta de la población. El concepto es que cada persona tiene que hacer las cosas correctas para preservar su vida, sin esperar a ser rescatada.

Al contrario de lo que pudiera parecer, el concepto de seguridad integral no es nuevo. A mediados de los 80’ surgió la perspectiva integral de la seguridad como una respuesta política-administrativa al aumento de la preocupación hacia los temas de seguridad Díaz Vicario (2015). La seguridad ya no se consideraba un elemento que se refería a situaciones aisladas (seguridad técnica, seguridad industrial, seguridad sobre los bienes, etc.), sino que la seguridad se extendía a todos los ámbitos de la vida.

La introducción del adjetivo «integral» tuvo importantes consecuencias en el modo de entender la seguridad en las organizaciones, pasando de un enfoque en el que la seguridad era un elemento más a tener en cuenta, a un enfoque en el que la seguridad se integraba dentro de las propias actividades ya desarrolladas por la organización. Es lo que García y Mariscal (2002) citados por Díaz Vicario (2015) distinguen como:

La seguridad específica plantea la total separación de las funciones de seguridad del resto de funciones del centro, como las de calidad o medio ambiente. La seguridad es sólo una más de las responsabilidades que deben ser asumidas por el centro. Por su lado, la seguridad integrada defiende que la seguridad impacte en todos los ámbitos y esté presente en todas las decisiones del centro, asignando funciones preventivas a todas las personas que lo integran, ya que se entiende que la seguridad no es un producto independiente.

La seguridad integrada significa extender la prevención a todas las situaciones y acontecimientos no deseados que pueden afectar a las personas, las instalaciones, el medio ambiente o la producción (Díaz Vicario 2015, p. 60).

Un enfoque coherente implicaría que, en ambos casos, la organización coopera con otros actores implicados en su aseguramiento.

Wever. (2000) citado por Díaz Vicario (2015) indica también que al referirnos a la seguridad bajo el término integral, no sólo hacemos hincapié en la prevención -evitar que los problemas existentes sigan surgiendo-, sino en la pro-acción -prevenir la aparición de nuevos problemas eliminando las causas estructurales de la inseguridad. Los autores sostienen que la seguridad integral se basa en un enfoque a largo plazo, mediante la definición de un conjunto coherente de medidas que deben permitir resolver y prevenir los problemas de seguridad, viendo su significado en cuatro aspectos:

Definir qué es la seguridad en el ámbito de los centros educativos no es tarea sencilla, tal y como señalan diversos autores Barton (2009); Beaty (2004); Dunlap (2013) citados Díaz Vicario (2015), dada ya de por sí la dificultad para definir el concepto de seguridad. Desde una perspectiva personal, cada uno de nosotros al pensar en la respuesta a preguntas como: ¿qué es una escuela segura?, ¿qué diferencia una escuela segura de una insegura?, ¿qué acciones deben llevarse a cabo para garantizar la seguridad de estudiantes y profesores que estudian y trabajan en la escuela?, ¿es la seguridad escolar un medio para un fin o un fin en sí misma?, probablemente daría un matiz diferente a sus respuestas, en función del contexto y de sus experiencias individuales.

Podemos afirmar que existen tantas definiciones de seguridad escolar o de seguridad aplicada a los centros educativos como individuos, tal y como podemos constatar a partir de la revisión de más de 15 definiciones aportadas por diversos autores a lo largo de los últimos 20 años.

Centrándonos en las dimensiones de seguridad que son objeto de atención, diversos autores destacan la dimensión física de la seguridad, refiriéndose a las normativas arquitectónicas, al edificio escolar, al ambiente físico, a los bienes y al hecho de sentirse físicamente seguro en el espacio escolar.

De acuerdo con lo expresado por Tilló (1992), se puede definir como seguridad de un centro docente, el conjunto de medidas y actividades que permiten evitar o disminuir los daños o pérdidas que provengan de los riesgos que puedan afectar al edificio escolar, y principalmente a sus ocupantes, a consecuencia de numerosos agentes agresivos que los amenazan (p.197).

Los autores asumen la definición de Xaba (2014) citado por Díaz Vicario (2015). Un ambiente escolar seguro es aquel que no es peligroso y que no plantea amenazas a los ocupantes de la escuela en términos de bienestar físico, emocional y psicológico.

Asimismo, la seguridad se relaciona con términos como prevenir, intervenir, proteger y estar preparado para actuar ante situaciones de emergencia. Para que una escuela sea segura es necesario que todo el personal del centro adopte una posición activa, ya que la seguridad no se produce espontáneamente. La concepción de escuelas seguras en Cuba es incipiente. Se desarrolla un proyecto con financiamiento internacional en Santa Cruz del Sur sobre escuelas seguras desde 2017 y el Ministerio de Educación definió indicadores para declarar una escuela segura en el 2018 (Nuñez Leguén, 2018), así mismo los investigadores Leal Acanda, Díaz Ávila, e Hidalgo Salgado (2019) proponen una alternativa de concepción de escuela segura en la Educación Primaria a partir de definir dimensiones e indicadores para declarar una escuela segura, asimismo, Núñez Guerra, García Almanza, y Martínez Cuba (2020) tratan la reducción de los riesgos de desastres en escuelas seguras de la provincia de Camagüey y proponen acciones para fortalecer la formación y educación dela percepción de riesgo de desastres.

Partiendo del supuesto de que los centros educativos existen con el propósito de enseñar, la perspectiva educativa de seguridad centra su preocupación en la enseñanza-aprendizaje de conductas seguras. Los educandos han de saber cómo pueden evitar amenazas contra su propia seguridad y la de terceros, así como saber actuar si éstas se manifiestan.

La formación de la educación de la prevención de riesgos de desastres en los centros supone integrar contenidos de seguridad y salud en el currículum escolar, implementando métodos de trabajo seguros. A partir del perfeccionamiento se trata de diseñar un currículum que tenga como objetivo incrementar el conocimiento, las habilidades y la conciencia sobre las lesiones, enfermedades infectocontagiosas de trasmisión digestiva y vectorial, factores de riesgo, causas, consecuencias y medidas de protección, en aras de que los educandos desarrollen hábitos de prevención que por supuesto deben incrementar los niveles de seguridad y resiliencia del centro.

Pero además, más allá de la enseñanza formal, muchas de las conductas que adoptamos las aprendemos observando. Maestros, padres y otros entes sociales, como los medios de comunicación y otros agentes socializadores, han de actuar como modelos de comportamiento seguro de los educandos. El aprendizaje será más efectivo si éste tiene lugar en un ambiente seguro y ordenado, de modo que es importante que los centros cuiden el diseño estructural, organizacional y social del entorno escolar.

Los estudiosos de la seguridad escolar que adoptan la perspectiva psicológica indagan sobre cuán de seguros se sienten los educandos, personal docente y de apoyo en sus escuelas, así como en lo que se puede hacer para eliminar o reducir las causas de los comportamientos inseguros. Se cuestionan sobre:

a) las variables que influyen en la percepción de seguridad física y socioemocional, relacionadas con el nivel de seguridad y los tipos de riesgos específicos que están presentes en los contextos escolares.

b) las razones que llevan a algunos educandos a dañarse a sí mismos o a otros. Centran su atención en el factor humano, dado que éste es fundamental a la hora de elaborar y poner en marcha programas de intervención, de formación, de ordenación de la actividad preventiva.

Desde esta perspectiva es importante explorar e identificar estrategias para favorecer los comportamientos seguros y prevenir los inseguros, teniendo en cuenta que los individuos actúan de diferente modo por cuestiones comportamentales, cognitivas, de desarrollo, de personalidad y por influencias de su entorno inmediato.

“Las organizaciones existen para alcanzar objetivos que no pueden ser logrados por individuos aislados o por grupos informales. Asimismo, se caracterizan por disponer de determinadas estructuras (roles, relaciones formales, reglas, etc.) que les permiten lograr sus metas” (Diaz Vicario, 2015, p. 72).

En este sentido, los centros son organizaciones formales creadas para responder a las metas que las sociedades asumen que son importantes y entre estas metas están las de seguridad.

Los estudiosos de la seguridad desde una perspectiva organizacional centran su atención en cuestiones relacionadas con los objetivos y la estructura. En relación con los objetivos, una cuestión central de reflexión es si la seguridad física y emocional de educandos y maestros es una meta de la escuela y del sistema escolar, ya que ello tiene importantes implicaciones en cómo esta debe ser considerada.

Díaz Vicario (2015), sostiene que en los centros educativos es necesario adoptar un enfoque preventivo que vaya más allá de la prevención de accidentes y de la educación en comportamientos seguros y en el que:

Conclusiones

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Asamblea General de las Naciones Unidas. (2015). Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

CITMA (2017). Enfrentamiento al Cambio Climático en la República de Cuba. Tarea Vida. CITMATEL.

Díaz Vicario. (2015). La gestión de la seguridad integral en los centros educativos: Facilitadores y obstaculizadores. Universidad Autónoma de Barcelona. Departamento de Pedagogía aplicada.

Garnier Galán. (2022).actualización sobre el enfoque cubano de la seguridad. Colegio de Defensa Nacional.

Gómez, A. (2016, 15 de octubre). Centro de Gestión Contra Desastres de Japón. Granma.

Leal Acanda, L.D., Díaz Ávila, M.E. y Hidalgo Salgado, G.A. (2019). Una alternativa de concepción de escuela segura en la Educación Primaria. Luz. Año XVIII. (4), pp. 119-128, octubre-diciembre, 2019. Edición 81. III Época.

Marco de Sendai, (2015). Reducción de Riesgos de Desastres para el período 2015–2030.

Núñez Guerra, A., García Almanza, M., y Martínez Cuba, O., (2020). La reducción de los riesgos de desastres en escuelas seguras de la provincia de Camagüey. Revista iberoamericana Ambiente & Sustentabilidad, Vol. 1 No. 1, pp. 60-71. https://ambiente-sustentabilidad.org/index.php/revista/article/view/19/22

Núñez Leguén. (2018). Metodología para otorgar la condición de “escuela segura ante situaciones de desastres”, a las instituciones y entidades del sistema educacional. Ministerio de Educación.

Tilló, T. (1992). La seguretat als centres docents. Temps d’educació, 8, 197-215.

Notas de autor

[1] Licenciado en Cultura Física y Master en Educación. En la actualidad es Profesor de Preparación para la Defensa y cursa el Doctorado en Pedagogía. Investiga acerca de la prevención de riesgo de desastres en la Educación Primaria y ha publicado varios artículos relacionados con el tema: Percepción del riesgo frente a la covid-19 en estudiantes de carreras pedagógicas (2021), La escuela primaria durante la respuesta ante peligros de desastres de carácter súbito (2021), Importancia de la comunicación en la gestión de la reducción del riesgo de desastres en la Educación Primaria (2021), Una alternativa de concepción de escuela segura (2019) y El maestro primario y la prevención del riesgo de desastre (2020). Profesor auxiliar. Master.
[2] Profesor Titular. Dr. C
[3] Licenciado en Educación Primaria. Profesor Titular. Dr. C.
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