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Eficiencia de la medicina tradicional para el tratamiento del susto en las comunidades de la zona sur de Puno, 2023
Efficiency of traditional medicine for the treatment of susto in the communities of the southern area of Puno, 2023
Investigación Valdizana, vol. 17, núm. 4, pp. 171-178, 2023
Universidad Nacional Hermilio Valdizán



Recepción: 09 Agosto 2023

Aprobación: 20 Noviembre 2023

DOI: https://doi.org/10.33554/riv.17.4.1967

Resumen: El susto es una forma de espanto que se presenta en todas las personas, produciendo un desequilibrio emocional. Este fenómeno es adquirido en lugares sagrados y encantados, y en horas crepusculares, que generalmente afecta el desempeño intelectual y la actividad rutinaria de las personas. El propósito de esta investigación fue examinar la eficiencia de la medicina tradicional para el tratamiento del susto en las comunidades de la zona sur de Puno. La investigación es de corte cualitativo-inductivo, del tipo descriptivo-etnográfico; como instrumento se empleó la entrevista a profundidad; para el análisis e interpretación de los hallazgos se hizo uso del software Atlas ti para el análisis. En los resultados se consideró el diagnóstico del susto, realizado con el análisis de la lectura de coca por los yatiris, para determinar el estado del paciente se empleó la radiografía del cuy (cavia porcellus), asociados a síntomas del susto natural y sobrenatural; para las formas de tratamiento, se realizó el procedimiento con la intervención de animales, aves, plantas y minerales. Las practicas rituales son ejecutados por los yatiris, quienes participan con oraciones, uso de ofrendas, prendas de vestir y campanilla pronunciando el nombre del paciente para llamar el ánimo y disminuir el estado psicosocial del enfermo con susto.

Palabras clave: medicina tradicional, tratamiento del susto, diagnóstico, prácticas rituales, sistema médico andino.

Abstract: Susto is a form of fear that occurs in all people, producing an emotional imbalance. This phenomenon is acquired in sacred and enchanted places, and in twilight hours, which generally affects the intellectual performance and routine activity of people. The purpose of this research was to examine the efficiency of traditional medicine for the treatment of susto in the communities of the southern area of Puno. The research is qualitative-inductive, descriptive-ethnographic; The in-depth interview was used as an instrument; For the analysis and interpretation of the findings, Atlas TI software was used for the analysis. The results considered the diagnosis of susto, carried out with the analysis of the reading of coca by the yatiris, to determine the patient's condition, an X-ray of the guinea pig (cavia porcellus) was used, associated with symptoms of natural and supernatural susto; For the forms of treatment, the procedure was carried out with the intervention of animals, birds, plants and minerals. The ritual practices are carried out by the yatiris, who participate with prayers, the use of offerings, clothing and a bell pronouncing the name of the patient to call the spirit and reduce the psychosocial state of the sick person with fright.

Keywords: traditional medicine, scare treatment, diagnosis, ritual practices, Andean medical system.

Introducción

Esta producción científica aborda la eficacia del tratamiento del susto, explorando aspectos como el diagnóstico, las modalidades terapéuticas y la ritualidad llevados a cabo por los yatiris, paqhos y curanderos. La investigación se plantea como una imperativa indagación en el sistema médico andino, con el objetivo de conocer la eficiencia de la medicina tradicional en el tratamiento del susto en las comunidades del sur de Puno.

En este contexto, se destacan distintos enfoques para comprender la enfermedad del susto, siendo las personas más susceptibles a esta experiencia aquellas de la tercera edad y los niños. En la vida cotidiana las personas se asustan de cualquier cosa, ruidos, ladrido de perros, personas, animales, lugares, etc., el susto (natural) que originan ellos tiene corta duración o son menos considerables; mientras que, los lugares sagrados como deidades, chincanas, puquios, manantiales, lugares donde ha caído el rayo, donde habitan los gentiles y la presencia de antawallas, originan un tipo de susto (sobrenatural) de mayor intensidad y de mayor duración, debido a que “las creencias sobre el poder de las deidades afecta la salud del paciente, altera el pensamiento y produce sobresaltos en forma inconsciente” (Calderón et al., 2021).

En ocasiones, el susto es planificado y su tratamiento implica la realización de rituales con ofrendas preparadas por los yatiris y adivinadores. Según Terrón (2021), el susto, también conocido como espanto, tiene sus raíces en la antigüedad y es provocado por personajes míticos que habitan en lugares sagrados y sobrenaturales. Este fenómeno puede ser desencadenado por eventos naturales como derrumbes, tormentas y terremotos, y en muchas ocasiones, el susto se programa de manera inconsciente. Es crucial señalar que los únicos capacitados para diagnosticar y tratar el susto son los yatiris, quienes poseen una trayectoria milenaria en este ámbito.

De acuerdo con Guerrero (2021), existen “diferentes métodos de diagnóstico para el tratamiento del susto, esto se presenta en el paciente con diferentes síntomas, para lo cual utilizan la técnica de observación al paciente, mediante la presión arterial, análisis de la orina para que el tratamiento sea eficiente” (p.33), depende mucho del diálogo con el paciente y el médico andino para realizar el diagnóstico y tratamiento. Según Carpio et al. (2016), afirman que, para llevar a cabo el diagnóstico, el yatiri inicia un diálogo con el paciente y sus familiares. El objetivo es identificar los lugares que el paciente ha frecuentado, ya que ciertos sitios, como puquios, arbustos cortantes, áreas con historial de caídas de rayos, lagos y espacios místicos, pueden tener relevancia, de este modo, el yatiri utiliza la lectura de la coca para discernir el lugar específico y la causa subyacente del malestar. En esta misma línea “la sanación del paciente que está enfermo del ánimo es realizada por el (paqho), quien realiza el diagnóstico mediante una conversación con el paciente y lo ratifica mediante la lectura de la coca” (Cutipa, 2018, p. 40).

Existen diversas modalidades para el tratamiento del susto, que significa caída del alma, espíritu, el tratamiento terapéutico depende del tipo de susto experimentado; este proceso es llevado a cabo por los curanderos previa lectura de la coca desde una perspectiva subjetiva. El uso de terapias de medicina alternativa y complementaria varía según contexto; no obstante, la aceptación de estas terapias está vinculada a los factores culturales en la atención a la salud (Santiváñez et al., 2020), estos factores culturales se manifiestan a través de conocimientos transmitidos de generación en generación, y están vinculados a prácticas de medicina tradicional, incluyendo el uso de plantas medicinales, que desempeñan un papel significativo en el abordaje de cuestiones relacionadas con la salud (Gallegos y Torres, 2020, p. 29). El empleo de plantas medicinales forma parte integral del sistema médico andino, utilizado para abordar diversas afecciones tanto fisiológicas como espirituales. En la actualidad, estos conocimientos están siendo reconocidos por la medicina convencional, respaldados por el Ministerio de Salud como parte de la política pública de salud. Se considera una alternativa valiosa para el tratamiento de diversas enfermedades, abarcando aspectos tanto físicos como espirituales.

Ahora bien, en la actualidad, las personas recurren a diversas terapias para el tratamiento del susto, empleando elementos como aves, animales, minerales y plantas. Por ejemplo, se utiliza el cuy para el diagnóstico, se realizan rituales con aves para cambiar la suerte, y en algunos casos, se consumen la carne y la sangre de zorrino y gato montés como parte del tratamiento.

La ritualidad comprende ceremonias que otorgan legitimidad a las prácticas religiosas. Estos actos desempeñan un papel fundamental en la promoción del cambio socioemocional de las personas, abordando tanto su dimensión espiritual como fisiológica. Contribuyen de manera significativa a elevar el estado de ánimo y a influir positivamente en las manifestaciones de la vida cotidiana. En la literatura antropológica y de las ciencias sociales, estos conocimientos y prácticas indígenas relacionados con la salud, la enfermedad, la comunicación con seres espirituales y las curaciones en contextos rituales se consideran en gran medida como una noción que engloba las mencionadas prácticas (Serrano, 2020, p. 276).

Por su parte, el término “chamanismo” generalmente se utiliza para hacer referencia a espiritualidades y prácticas de sanación presentes en muchas culturas, donde se establecen comunicaciones con seres sobrenaturales, para lo cual es necesario realizar prácticas rituales que contribuyan a mejorar el estado emocional positivo del paciente, al respecto “el uso de la noción de espiritualidad, como las creencias, rituales y el holismo en las ciencias médicas, apoyan a realizar el diagnóstico de las enfermedades espirituales y la eficacia terapéutica” (Krmpotic, 2016, p. 110); en este sentido, los tratamientos tradicionales suelen ser la única opción para la atención en los hogares, por ser accesible y de poco costo, en la medicina tradicional ayuda a enfrentar distintas enfermedades, sean naturales o sobrenaturales (Plaín et al, 2019). El tratamiento de enfermedades causados por seres sobrenaturales es complicado, porque según los curanderos necesitan reunir una serie de insumos o elementos rituales para realizar el proceso, ademas necesita de ofrendas especiales para su efectividad.

Dentro de este contexto y con base a lo expresado en lineas anteriores se plantea este estudio con el objetivo de conocer la eficiencia de la medicina tradicional en el tratamiento del susto en las comunidades del sur de Puno. Para ello, se abordan las categorias: diagnóstico, tratamiento y prácticas de rituales del susto.

Metodología

La investigación es de corte cualitativo, de tipo descriptivo y diseño etnográfico, para desarrollar el procedimiento metodológico se utilizó el método inductivo, “el cual parte de un hecho concreto para formular un razonamiento o procedimiento más general” (Hernández y Mendoza, 2018), es decir, analiza la eficiencia de la medicina tradicional para el tratamiento del susto, mediante el diagnóstico, plantas, animales, minerales y ritualidad.

La selección de la muestra se dio de manera no probabilística del sub tipo de expertos, luego se aplicó los instrumentos de investigación a yatiris, pacientes, adultos y jóvenes que constituye un total de 30 informantes clave, se tomó como muestra a personas de ambos sexos sus edades oscilan entre 25-75 años de edad, estas personas poseen conocimientos sobre la medicina tradicional y son provenientes de las diferentes comunidades campesinas del lado sur de Puno.

En cuanto a la recolección de datos, se emplearon técnicas de entrevista y observación participante, para ello se empleó como instrumento la guía de entrevista a profundidad y la ficha de observación relacionado con las categorías: diagnóstico del susto, tratamiento del susto y prácticas rituales del susto. Asimismo, es importante mencionar que la validación de los instrumentos de investigación se realizó mediante juicio de expertos, para analizar e interpretar de la información se utilizó software Atlas ti para el análisis de contenido.

Es importante mencionar que, durante la investigación, se consideraron aspectos éticos fundamentales, como el respeto, la autonomía, la justicia y la integridad científica por parte de los investigadores. Además, se aseguró el consentimiento informado de todos los participantes en el estudio, y se preservó la confidencialidad tanto de sus respuestas como de sus datos personales.

Análisis de datos y discusión

Diagnóstico del susto en las comunidades de la zona sur de Puno

Para diagnosticar el susto, es esencial acudir al yatiri, quien, mediante la lectura de la coca y las cartas, determina la naturaleza del susto del paciente. Además, para llevar a cabo el tratamiento, se emplean elementos como el cuy (avia porcellus), aves y plantas medicinales. En las comunidades campesinas de la zona sur de Puno, las personas, especialmente niños y adultos, son más propensas a contraer enfermedades espirituales como el susto. Estas afecciones surgen de manera imprevista en la vida cotidiana y afectan las condiciones biopsicosociales del individuo, manifestándose, por ejemplo, “en llanto persistente, dificultades para conciliar el sueño y cambios repentinos en el comportamiento y rutinas, como resultado de un susto” (Palmieri et al., 2022, p. 161).

En este sentido, el susto natural se manifiesta como respuesta a eventos inesperados en la vida cotidiana, como ladridos de perros, fobias a animales, accidentes repentinos, sonidos inusuales o temor a la altura, entre otros. Por otro lado, el susto sobrenatural tiene su origen en la presencia de seres y lugares que se consideran fuera de lo común, como puquios, pozos, manantiales, cementerios, templos, deidades, caídas de rayos y la presencia de antahuallas.

El susto representa un tipo de trauma intenso que algunas personas experimentan cuando se ven sorprendidas por la presencia inesperada de animales, personas, sombras o espíritus. Estos eventos repentinos pueden desencadenar enfermedades causadas por el susto, cuya intensidad varía y no siempre se manifiesta de inmediato. La naturaleza del susto y la constitución individual de la persona influyen en el desarrollo de la enfermedad. Desde el punto de vista fisiológico, se ha observado que las glándulas suprarrenales liberan una cantidad significativa de adrenalina en situaciones de miedo intenso. La adrenalina actúa como vasoconstrictor, lo que puede provocar sangrado nasal y, en casos extremos, la ruptura de una arteria en el cerebro. Esto, a su vez, puede generar alteraciones en la memoria, el pensamiento y la afectividad. Un testimonio relevante es el del señor JMH, de 58 años de edad, quien afirma:

Entre los lugares más comunes donde se adquiere el susto natural están los ríos, lugares oscuros y solitarios, cementerios, así como también ocurre en sucesos inesperados o traumáticos que puedan generar un impacto emocional profundo en la persona, como accidentes graves o la pérdida de un ser querido. (Inf.14)

Estas experiencias traumáticas provocan alteraciones significativas en las emociones y sentimientos de las personas, generando un profundo miedo y angustia que impactan directamente en el comportamiento de aquellos que han experimentado el susto. Estos eventos traumáticos no solo ocurren en lugares con características propias para provocar temor, sino también en situaciones emocionalmente impactantes. Ambos tipos de experiencias desencadenan reacciones emocionales intensas y duraderas en las personas, influyendo en su bienestar general y en la manera en que interactúan con su entorno social.

Según, Boria y Barei (2020), el miedo ocupa un lugar particular en los discursos sociales, vinculándose con conceptos como el espanto, el susto, el sobresalto, el recelo, la desconfianza, la sorpresa y el asombro. Estas categorías ejercen una influencia significativa en el desarrollo intelectual y social de las personas. En la misma línea, eventos inesperados como accidentes o la pérdida de un ser querido afectan el estado emocional. En tales circunstancias, las personas experimentan una variedad de emociones intensas, generando sensaciones repentinas que pueden desencadenar el susto. Estos eventos repentinos pueden tener un impacto profundo en el bienestar emocional y psicológico de las personas.

Al respecto, Balsanelli (2019), precisa que el término "ánimo" se utiliza para describir un conjunto complejo de entidades espirituales que residen dentro del cuerpo y que pueden separarse del individuo en cualquier momento, dependiendo de su estado emocional. En este contexto, el ánimo agarrado adquiere una trascendencia sobrenatural, ya que involucra la intervención de divinida-des y seres sobrenaturales, como los anchanchos, así como entidades maléficas como las sagras y supayas. Estas entidades espirituales se manifiestan en forma de torbellino, y los anchanchos, por ejemplo, pueden aparecer en lugares sagrados como pozos y manantiales adoptando formas animales como gatos, aves o serpientes durante las horas crepusculares, provocando en las personas el tipo de susto de naturaleza sobrenatural. En relación con esto, el informante JCL, de 50 años de edad, comenta:

Los sustos sobrenaturales se adquieren principalmen-te en lugares con una fuerte energía negativa o espiritual. En algunos casos se adquieren durante rituales o ceremonias donde se invoca a espíritus o entidades malignas. También me cuentan que puede suceder en lugares abandonados, donde haya presencia de energías negativas acumuladas. Asimismo, puede ser transmitido de una persona a otra a través de un encuentro con alguien que ya lo padezca. (Inf.13)

El susto sobrenatural aborda creencias vincula-das a fenómenos que trascienden las explicaciones naturales y científicas. Está asociado a experiencias y entidades que se perciben como más allá de las leyes y comprensión convencional del mundo físico y real. Un ejemplo de ello es la creencia en la existencia de divinidades. Estas experiencias sobrenaturales provocan un miedo intenso, ansiedad y perturbación emocional en las comunidades de la zona sur de Puno.

Según Rodríguez et al. (2021), manifiesta que el susto es un síndrome cultural que recibe diferentes nombres vernáculos debido a su distribución geográfica y diversidad cultural. En la zona quechua del sur peruano, se le denomina mancharisqa (asustado) o pérdida del alma, mientras que en la zona norte del mismo contexto se le denomina pacha chari, mal de susto, en la zona aimara es denominado ajayu saraqhata (susto agarrado). Otro de los aspectos que son muy importantes para el diagnóstico del susto son los sueños, el uso de la coca y el huevo, al respecto el señor JAQ-70 años de edad manifiesta:

Los sueños son factores importantes que tal vez pueden pronosticar situaciones que puedan pasar en el futuro, mediante los sueños se puede detectar muchas enfermedades o problemas con tu vida (…) Si te sueñas peleando con una persona conocida o desconocida es porque fuiste asustado y necesitas una curación, ya que presentas ciertos síntomas. (Inf.17)

La realización del diagnóstico del susto requiere la presencia fundamental del yatiri. Este especialista lleva a cabo el diagnóstico mediante diversas prácticas, como la lectura de la coca, la interpretación de las cartas, la soba de huevo y la entrevista directa con el paciente, incluyendo la interpretación de sus sueños. Estas acciones llevadas a cabo por el yatiri permiten determinar si la persona presenta problemas de susto. En este contexto, se destaca que “síntomas como la falta de ánimo, la anorexia o falta de apetito, dolores corporales y dificultades para conciliar el sueño son indicativos de la presencia de susto” (Rodríguez et al., 2021, p. 86).


Figura 1
Red semántica del diagnóstico por naturaleza del susto según síntomas que presenta el paciente

La figura 1 presenta la red semántica del diagnóstico por naturaleza del susto según síntomas que presenta el paciente, generado del analisis con el Atlas ti a partir de las respuestas de los informantes clave.

Tratamiento del susto en las comunidades de la zona sur de Puno

El tratamiento del susto implica una práctica conocida como "llamado del ánimo", llevada a cabo por sabios, paqhos y yatiris. En esta terapia psicomágica, se utiliza la ropa y la comida preferida del paciente como una forma de invocar el susto. Además, como parte del tratamiento, se le indica al paciente consumir una serie de productos específicos, que incluyen doce sivarios, Jacinto Comisión, pan de San Nicolás y urañas. Este enfoque busca abordar el susto desde una perspectiva integral que involucra elementos simbólicos y materiales. El susto, reconocido como un síndrome cultural por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y catalogado como un trastorno mental, es una afección frecuente en las comunidades de la zona sur de Puno, especialmente entre aquellos que habitan en áreas rurales. Se atribuye a experiencias traumáticas, como accidentes, enfermedades graves o muertes violentas, donde se cree que la persona afectada pierde su alma o espíritu. Este fenómeno se manifiesta a través de una variedad de síntomas físicos y psicológicos, como debilidad, cansancio, pérdida de apetito, ansiedad, depresión, insomnio, pesadillas y dificultades de concentración, entre otros.

Es relevante señalar que los síntomas, ya sean físicos o psicológicos, desencadenados por el susto pueden también ser interpretados y tratados desde una perspectiva biomédica, como indican estudios previos (Roldán et al., 2017, p. 5). Esta dualidad en la comprensión del susto resalta la complejidad de esta condición y la necesidad de abordarla desde enfoques interdisciplinarios que integren tanto la perspectiva cultural como la biomédica. Por tanto, en las localidades del sur de Puno, el abordaje del susto se fundamenta en la medicina tradicional andina. Los curanderos, también reconocidos como yatiris, emplean diversas técnicas, entre las cuales destaca la lectura de hojas de coca. Este método implica que el yatiri interprete las hojas de coca para identificar la raíz del susto y determinar el tipo de tratamiento más apropiado. Además, se lleva a cabo la aplicación de hierbas medicinales en el cuerpo del individuo afectado, con el propósito de contribuir a la recuperación de su alma o espíritu. Un testimonio esclarecedor al respecto proviene de J.C.L, un hombre de 50 años, quien comparte su experiencia:

Las plantas medicinales como el romero, la manzanilla y la ruda son muy eficientes en el tratamiento del susto. Cada una de estas plantas tiene propiedades y energías particulares que nos ayudan a contrarrestar los efectos del susto y a armonizar el ser. (Inf.13)

El tratamiento del susto tiende a ser efectivo, y la recuperación completa de la persona afectada generalmente se logra en unas pocas semanas. No obstante, si el susto no recibe atención, puede desencadenar complicaciones graves, incluso llegar a causar la muerte. En este sentido, resulta crucial identificar los síntomas que presenta el paciente, tarea que recae en el diagnóstico del curandero. Este especialista realiza observaciones minuciosas e interpreta las hojas de coca para diagnosticar una variedad de enfermedades espirituales. El yatiri coloca las hojas de coca en un incuña y realiza interpretaciones basadas en la posición, colores, tamaño y forma de las hojas de coca. Además, se emplean plantas medicinales para tratar el susto, aplicándolas al cuerpo del paciente, ya sea mediante infusiones o cataplasmas.

Al respecto Rodríguez et al. (2021), afirma que el susto se percibe como un síndrome cultural, catalogado como una aflicción o enfermedad cuando una individuo “pierde el alma” debido a situaciones estresantes en su entorno, y a su tratamiento implica la realización de rituales. Según Ayala et al. (2023), las prácticas terapéuticas se entrelazan sinérgicamente con elementos mágicos y religiosos. En estas intervenciones, se suministra una infusión elaborada previamente con hierbas medicinales, acompañada de plegarias. Durante el proceso, se enciende una vela o se pronuncia el nombre del paciente con el propósito de invocar a un "ser espiritual anímico" que se haya separado del cuerpo, tal como lo expresó el señor MFA de 55 años: “El sahumerio de qollpa, incienso, copala es muy esencial al momento de realizar la curación, y el peculiar sonido de la campana llama nuestra alma cuando el curandero al mismo tiempo dice nuestro nombre” (Inf. 21).

Los insumos minerales son utilizados para el tratamiento del susto para ahuyentar los malos espíritus, utilizan sahumerio, palo santo y encima ponen los insumos minerales para que produzca humo, pronunciando el nombre del paciente contantemente y nombre de lugares sagrados de la zona. En este sentido, la diversidad de tratamientos está sujeto a la sabiduría de los yatiris que diagnostican las enfermedades que tienen los pacientes producto del susto. En algunos casos, los curanderos combinan la medicina tradicional con la medicina occidental. El yatiri recomienda que las personas afectadas de este mal tomen medicamentos para aliviar sus síntomas físicos. Pero no solo los sabios andinos recurren a las plantas medicinales, sino que también utilizan algunos animales que tienen propiedades curativas y ayudan a la curación, la curación del susto se basa en la creencia de que el alma de la persona afectada se ha separado del cuerpo, el alma puede ser atraída por un animal, que luego debe ser capturado y sacrificado para liberar el alma (Franco, 2004), en este sentido, el susto se caracteriza por una serie de síntomas físicos y psicológicos que se cree que son causados por un evento traumático. Los síntomas físicos pueden incluir fatiga, debilidad, dolor de cabeza, problemas digestivos y pérdida de apetito. Los síntomas psicológicos pueden incluir ansiedad, depresión, estados de animo y problemas de sueño.


Figura 2
Red semántica de tratamiento del susto con plantas medicinales aves y minerales

La figura 2 exhibe la red semántica del tratamiento del susto mediante plantas medicinales, aves y minerales. Este análisis se elaboró utilizando Atlas.ti y se basa en las respuestas recopiladas de los informantes clave.

La práctica de emplear animales para tratar el susto se fundamenta en la creencia de que esta condición resulta de la pérdida del alma del individuo afectado. La utilización de animales tiene como objetivo atraer el alma de la persona afectada y restituirla a su cuerpo. Sobre este punto, el Señor J.M.H, de 58 años, explica:

El olor fuerte y apestoso del zorrino tiene propiedades purificadoras y puede alejar las energías malas, incluyendo el susto (…). Asi mismo el gato montés es un animalito ágil y astuto, y puede ahuyentar los malos espíritus que causan el susto. (Inf.14)

Para realizar el tratamiento de enfermedades fisiológicas y espirituales el consumo de carne del zorrino es efectiva. En algunas culturas, los curanderos utilizan un animal muerto para representar al alma de la persona afectada. El animal es sacrificado y el alma es liberada. Por su parte Menéndez (2005), sostiene que “los curanderos utilizan un animal vivo para atraer el alma de la persona afectada, luego el animal es liberado y la persona afectada se recupera en forma periódica de la enfermedad” (p. 56).

En suma, para el tratamiento del susto utilizan variedad de plantas medicinales como ruda macho y hembra, manzanilla, romero, coca, flores, se preparan en forma de mates, infusiones y emplastos; los animales como gato montés, zorrino son utilizados mediante el consumo de carne y el cuy para diagnosticar la salud espiritual de paciente, se presenta como una forma de radiografía, lo operan al cuy (cavia porcellus), curan el mal con aceite de oliva y plantas aromáticas como la salvia y luego es enterrado o dejado en un río caudaloso, según Negrete et al. (2018), el diagnóstico del cuy se divide en dos etapas: la inspección de la parte interna del animal y la evaluación de los órganos internos. Para llevar a cabo la evaluación de los órganos internos, es necesario realizar una incisión en la parte central del abdomen del cuy con un cuchillo, separando la epidermis hasta los lados para poder visibilizar los órganos internos, y así se llega a observar todos los órganos, para el caso del susto se observa la característica de la vesícula. En el caso de aves como cernícalo, pájaro carpintero, el paciente toma la sangre del ave para superar el susto producido por fuerzas sobrenaturales y lugares encantados, sin embargo, el picaflor, paloma y aves de rapiña son utilizados como cambio de suerte del paciente con susto, respecto a los minerales como el incienso, copala, qhollpa lo utilizan para producir humo y sahumerar al paciente con susto, de este modo ahuyentar la presencia de espíritus malignos.

Prácticas rituales del susto en las comunidades de zona de Puno

El susto es una enfermedad muy común. Se cree que el susto es causado por un evento traumático, como una caída repentina, ladrido de un perro, por la presencia de una divinidad; los síntomas del susto pueden incluir dolor de cabeza, fatiga, debilidad, pérdida de apetito y muchos más. En algunos casos, el susto puede desencadenar la aparición la depresión, la ansiedad y la paranoia. Para curar el susto, los curanderos tradicionales utilizan una variedad de prácticas rituales. Una de las prácticas más comunes es el uso de animales. Los curanderos pueden utilizar un animal vivo, como un cuy (cavia porcellus), para atraer el alma de la persona afectada. El animal es luego liberado y la persona afectada se recupera, la ritualidad que emplea el sabio andino, es de acuerdo a la cultura arraigada y transmitida de generación en generación, estos rituales varían de acuerdo al contexto geográfico.

Al respecto Leighton (2020) afirma, que el ritual del susto se realiza en todas las culturas por un especialista tradicional, conciben la noción de pérdida del alma como causal del susto. Por tanto, las percepciones sobre las prácticas rituales del susto en diversas culturas son diferentes desde el diagnóstico, tratamiento y cura, sobre el tema el señor JAQ de 70 años de edad manifiesta: “La oración es importante porque estas invocando o llamando la presencia del espíritu perdido es recomendable realizar en los siguientes horarios, a media noche, en el atardecer y en las mañanas cuando el sol está saliendo” (Inf. 17).

Las prácticas rituales destinadas a curar el susto son sumamente diversas, aunque comparten algunas similitudes. Una de las similitudes más recurrentes es la inclusión de animales e insectos. Los curanderos tradicionales sostienen la creencia de que estos seres pueden contribuir a atraer el alma de la persona afectada. La aparición inesperada de animales, insectos o aves durante el ritual se considera un indicador de éxito en el tratamiento del susto. Otra característica común es el empleo de hierbas medicinales, ya que los curanderos tradicionales confían en que estas plantas pueden facilitar la recuperación de la persona afectada.

Las hierbas más frecuentemente empleadas en las prácticas rituales del susto son la ruda, el llantén y la ortiga. Además, los curanderos tradicionales suelen recurrir al canto, la melodía y la oración como herramientas para la curación del susto. Sostienen la creencia de que el canto y la oración pueden facilitar la conexión de la persona afectada con sus espíritus protectores. Desde esta perspectiva, Negrete et al. (2018) argumentan que el chamán o científico primitivo, encargado de velar por la salud de la comunidad, hereda conocimientos y tradiciones de sus ancestros, convirtiéndose en consejero, curandero y experto que vela por las funciones biológicas, psíquicas y espirituales de cada miembro de la comunidad.

Por otra parte, Frisancho (2012) argumenta que, a lo largo de las diversas culturas humanas, han surgido individuos con la destreza de interpretar sueños y profecías, comprender la naturaleza de las plantas y observar el movimiento de los astros; esta sabiduría ha sido transmitida de generación en generación a lo largo de la historia. Para Cayo et al. (2022), el misticismo se centra en el crecimiento espiritual de la persona, apelando no solo a la relación armoniosa con la naturaleza, sino también a los saberes ancestrales. En este sentido, las prácticas rituales realizadas por el curandero pueden ayudar a las personas a superar el ánimo, sobre el particular el señor VOF de 67 años señala: “En algunos casos, las ofrendas incluyen hierbas aromáticas, flores, alimentos, velas, incienso, agua bendita u otros objetos simbólicos teniendo un significado cultural o religioso específico” (Inf.6).

Los rituales de purificación tienen como propósito eliminar las energías negativas o los espíritus que se cree que están causando el malestar. Estos rituales abarcan el uso de hierbas medicinales, humo de sahumerio, cantos y rezos. Es común que las prácticas rituales del susto involucren a toda la comunidad, donde familiares y amigos de la persona afectada desempeñan roles importantes en el proceso de curación, brindando apoyo emocional y participando en los actos rituales.


Figura 3
Red semántica de prácticas rituales y representaciones simbólicas del susto

La Figura 3 exhibe la red semántica de prácticas rituales y representaciones simbólicas del susto. Este análisis se elaboró utilizando Atlas ti y se basa en las respuestas recopiladas de los informantes clave.

Las prácticas rituales del susto, también denominadas "espanto", forman parte de la medicina tradicional y las creencias culturales. Se basan en la creencia de que una experiencia o evento sorprendente y traumático puede desencadenar malestares físicos o emocionales en una persona. Estas prácticas rituales tienen como objetivo diagnosticar y tratar los síntomas atribuidos a este susto. En relación con este tema, el informante JMH de 58 años afirma:

Primero, se realiza una consulta con la persona para conocer más detalles sobre su experiencia y los síntomas que experimenta. Luego, se prepara un altar con diversos elementos sagrados, como hojas de coca, flores, inciensos y otros objetos simbólicos. El siguiente paso es la realización de una limpieza energética utilizando hierbas o plantas medicinal para el susto. Estas hierbas se pueden quemar o preparar en infusiones. Durante esta limpieza, se utilizan oraciones y cantos ceremoniales para ahuyentar las malas energías. (Inf.14)

Las prácticas rituales del susto varían según la tradición específica de cada comunidad. “Las significaciones que se despliegan en la ritualidad espiritual proporcionan orden y motivación durante el acto ceremonial para el paciente con susto” (Mazzetti, 2023, p. 96). En las prácticas rituales, se aborda tanto el diagnóstico como el tratamiento del paciente que presenta susto. La evaluación de los síntomas físicos o emocionales asociados al susto se realiza mediante la observación e interpretación de las hojas de coca, donde el curandero identifica la causa del malestar. La coca, considerada una planta sagrada con propiedades adivinatorias, guía el proceso. Cuando se confirma la presencia del susto, se lleva a cabo un ritual de purificación que puede involucrar el uso de hierbas medicinales como palo santo o agua de ruda, destinadas a purificar tanto el cuerpo como el espíritu de la persona afectada. Además, el proceso de curación puede incluir ofrendas a la Pachamama (madre tierra) u otros espíritus locales como parte integral del procedimiento.

Desde una perspectiva cultural, las practicas rituales del susto contribuyen a la salud mental y bienestar, ya que “desencadenan una reflexión exegética espontánea, que conlleva revelaciones o inspiraciones personales” (Apud & Czachesz, 2019, p. 248). De tal modo que, los rituales ayudan a las personas que creen a procesar y superar las experiencias traumáticas del susto. Por otra parte, los rituales son un medio que fortalece los lazos sociales, pues involucra tanto a la comunidad como a los miembros de la familia en su realización. Es así que, las prácticas rituales proporcionan apoyo emocional y alivia el sufrimiento a la persona asustada por fenómenos naturales o sobrenaturales, y preservan las tradiciones culturales y espirituales de las localidades ubicadas en la zona sur de Puno.

Discusión

El análisis respecto a la eficiencia de la medicina tradicional para el tratamiento del susto, los informantes consideran que el diagnóstico del susto se realiza mediante la lectura de coca y la radiografía del cuy (avia porcellus), para determinar las características de susto natural y sobrenatural, el Informante 14 JMH, yatiri de 58 años de edad manifiesta “los lugares más comunes donde se adquiere el susto natural en los ríos, lugares oscuros y solitarios..”, este testimonio concuerda con lo que indica Balsanelli (2019) el ánimo agarrado tiene trascendencia natural y sobrenatural, lo cual genera los cambios de comportamiento en el paciente.

Por su parte, en el tratamiento del susto, el Informante 13 JCL, de 50 años de edad relata que “las plantas medicinales como el romero, la manzanilla y la ruda son muy eficientes en el tratamiento del susto..” esta entrevista coincide con lo que indican Ayala et al. (2023), los actos terapéuticos se fusionan sincréticamente con actos mágicos y religiosos, en los cuales se administra un brebaje previamente preparado con plantas medicinales. Ahora bien, en el análisis de las practicas rituales del susto, Negrete et al. (2018) consideran que el chamán o científico primitivo es el responsable de velar por la salud de la comunidad, esta afirmación coincide con el testimonio del Informante 6, el señor VOF de 67 años, quien menciona que “las ofrendas incluyen hierbas aromáticas, flores, alimentos, velas, incienso, agua bendita u otros objetos simbólicos”, en este sentido, los yatiris participan en los procedimientos del diagnóstico, tratamiento y practicas rituales de la enfermedad del susto del paciente.

Dentro de las limitaciones del estudio, es fundamental considerar la posibilidad de sesgos en los informantes clave, como la representatividad de las comunidades de la zona sur de Puno. En cuanto a las implicaciones prácticas, los hallazgos podrían informar políticas de salud que integren la medicina tradicional en el tratamiento del susto. La concienciación y el respeto hacia estas prácticas podrían mejorar la atención médica en estas comunidades. Dentro de las perspectivas futuras se podrían incluir investigaciones más extensas que exploren la eficacia a largo plazo de la medicina tradicional para el susto.

Conclusión

El diagnóstico del susto es llevado a cabo por el yatiri, chamán o paqho, quienes analizan la situación psicosomática del paciente mediante la observación e interpretación de las hojas de coca. Observan el comportamiento de la persona y los síntomas que presenta. En el caso de personas adultas, se utiliza el cuy de color negro (Cavia porcellus), mientras que, para los niños, generalmente se considera el huevo. Los yatiris también interpretan los sueños de los pacientes con susto para identificar el tipo de susto, ya sea natural, adquirido repentinamente por eventos intensos en la vida cotidiana, como el ladrido de perros, o sobrenatural, causado por entidades sagradas, deidades, espíritus malignos o caídas de rayos.

En el tratamiento del susto, participan el yatiri, chamán o paqho, quienes emplean terapias con animales, plantas, minerales y aves, adaptándose a la intensidad y tipo de susto que presenta el paciente. En el caso de animales, como roedores, se utiliza el cuy (Cavia porcellus), examinando principalmente los órganos internos del cuy, especialmente el estado de la vesícula, como parte del tratamiento del susto. En cuanto a las plantas medicinales, se consideran la ruda, llantén, manzanilla, romero y rosas, las cuales el paciente consume en forma de mate o infusiones corporales. Los minerales, como el incienso y la qhollpa, se utilizan en el ritual, y las aves intervienen en el cambio de suerte del paciente con susto.

En las prácticas rituales del susto en las comunidades de la zona de Puno, participan los yatiris, personas afectadas por este mal y familiares. Preparan ofrendas adaptadas a la naturaleza del susto y llevan a cabo una ceremonia ritual que implica el uso de la ropa del paciente, una campanilla y oraciones para invocar el ánimo, pronunciando el nombre del paciente de manera constante. Estas acciones se realizan al atardecer o al amanecer. Además, se emplean baños de florecimiento para el paciente y se le suministran brebajes y productos regionales como doce sivarios, jacinto comisión, pan de San Nicolás y urañas.

Con base a los resultados de este estudio se sugiere promover la preservación de las prácticas culturales locales, respetando las creencias y tradiciones. Esto puede contribuir a una mayor aceptación de los tratamientos y a una participación más activa de la comunidad.

Fuente de financiamiento

La presente investigación fue financiada por FEDU-UNA-Puno.

Contribución de los autores

A.C.: Concepción del diseño, análisis e interpretación de datos, adquisición de datos, revisión de información, redacción y revisión final. M.A.S.P.: Interpretación de datos, revisión de información, concepción y diseño. R.L.B.S.: Redacción del artículos, revisión del informe final.

Conflicto de Interés

Declaramos no tener conflicto de interés de ninguna índole.

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