La comunicación no verbal en la formación inicial del Comunicador Social
The Nonverbal Communication in the Social Communicator's Initial Formation
La comunicación no verbal en la formación inicial del Comunicador Social
Luz, vol. 18, núm. 2, pp. 3-15, 2019
Universidad de Holguín Oscar Lucero Moya
Recepción: 10 Mayo 2017
Aprobación: 05 Junio 2018
Resumen: La comunicación no verbal constituye un objetivo importante en la formación inicial del comunicador social. Sin embargo, dicho proceso, no ha tenido la misma atención que la comunicación verbal, teniendo en cuenta la importancia de las habilidades comunicativas no verbales en la comunicación interpersonal por la información que estas pueden trasmitir. En la literatura científica se reportan varias investigaciones acerca del tema en la formación inicial de profesionales universitarios; sin embargo, son escasas las investigaciones dirigidas a los comunicadores sociales, cuya profesión amerita que las habilidades comunicativas no verbales sean objeto de atención esencial. El objetivo del artículo es analizar teóricamente la importancia de dichas habilidades en la formación inicial del comunicador social y la pertinencia de su integración al resto de las habilidades profesionales que deben ser desarrolladas en la carrera. El empleo de métodos de investigación del nivel teórico y empírico permitieron fundamentar la importancia de la utilización del enfoque personológico en el proceso de desarrollo de las habilidades comunicativas no verbales desde las dimensiones cognitiva, afectiva, ejecutiva y estilo comunicativo, que evidencia el carácter integrador en la educación de la personalidad.
Palabras clave: comunicación, comunicación no verbal, habilidades comunicativas, comunicador social.
Abstract: The non-verbal communication constitutes an important objective in the initial formation of social communicator. However, this process, have not had the same attention than verbal communication, taking into account the importance of the non-verbal communicative skills in the interpersonal communication by the information they transmit by themselves. In the scientific literature, it reported several investigations about the theme in the initial formation of the professionals’ university. However, the investigations of the subject matter on the social communicator are insufficient, whose profession is needed for the nonverbal communicative skills to be object of essential attention. The objective of the article is to analyze the importance of the development abilities in the initial formation of social communicator and the pertinence of its integration to the rest of the professional abilities that must be developed in the career. The utilization of fact-finding methods of the theoretic and empiric level allowed basing the importance of the job of focus personológico in the process of development of the non-verbal communicative skills, from the dimensions: cognitive, affective, executive and stile of communicative, that evidence the integrative character in the education of the personality.
Keywords: communication, non-verbal communication, communicative skills, social communicator.
Introducción
La sociedad requiere de un comunicador social que se divorcie de la instrumentación y sea más humanista, donde los principios éticos sean su carta de presentación. El diseño curricular de la carrera de Comunicación Social de la Uleam (Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí), (2017, p.7) plantea que el comunicador social
“[…] deberá ser un profesionalcon sólida formación humanística y ética que posea los conocimientos académicos (teóricos y prácticos) que le permitan desenvolverse con versalitidad y soltura en la aplicación de las distintas técnicas de comunicación social"
La carrera de Comunicación Social está orientada a desarrollar competencias para que sus egresados puedan desempeñarse en diferentes campos profesionales, tales como medios de comunicación, agencias publicitarias, empresas y organizaciones públicas y privadas, para que satisfagan el derecho ciudadano a ser informados de manera veraz, oportuna y plural acerca de los hechos, acontecimientos y procesos de interés general, sin censura previa y con responsabilidad ulterior. Entre las capacidades que debe evidenciar el comunicador social, una vez graduados se encuentran: Conocer y manejar perfectamente el mercadeo social, una disciplina que combina aportes de las ciencias sociales y administrativas, para influir en la conducta de los públicos a través de la venta de ideas, servicios y productos con el objetivo de mejorar la calidad de vida del grupo objetivo y de la sociedad en general. Tener una sólida formación científica, tecnológica, ética y humanista que encuentre en la comunicación, el camino idóneo en el que plasme su vocación de servicio en beneficio de la sociedad. Resolver conflictos sociales mediante el uso de la comunicación, propendiendo con pertinencia al Buen Vivir de su entorno. Gestionar el adecuado desarrollo y aplicación de la información y comunicación a nivel institucional, social y de los medios de comunicación.
Crear condiciones adecuadas y favorables en las sociedades, desde la comunicación en los diferentes escenarios. En estudios realizados en la carrera de Comunicación Social de la Uleam, Ecuador, se constatan deficiencias en el nivel de desarrollo de las habilidades comunicativas no verbales en varios egresados, debido a una utilización espontánea, inadecuada y no coherente en los contextos comunicativos laborales donde se desempeñaban, tales como el contacto visual directo con el interlocutor, las expresiones faciales, el movimiento de las manos y el cuerpo, la sonrisa, la cercanía física, el tono de voz, su ritmo e intensidad. La aplicación de las diferentes técnicas empíricas, corroboran la existencia de un bajo nivel de desarrollo de las habilidades para la comunicación no verbal en los comunicadores sociales, debido a su utilización espontánea, sin ser abordado con intencionalidad desde los procesos sustantivos de docencia, vinculación social e investigación.
La formación inicial de comunicadores sociales exige que el contenido de las habilidades comunicativas no verbales, sea tratado desde el proceso de enseñanza aprendizaje de las diferentes asignaturas que tratan la comunicación de manera directa o indirecta y deben aprovecharse las prácticas pre-profesionales para su ejercitación y como problemas profesionales a ser investigados. Las habilidades comunicativas no verbales requieren, no solo, de la precisión de su contenido (saber) y aplicación (saber hacer), sino también de las otras habilidades profesionales, que se van integrando progresivamente a la personalidad de los estudiantes, para que se conviertan en manifestaciones peculiares de su individualidad. Sin embargo, en la literatura científica revisada sobre este tema, el desarrollo de las habilidades comunicativas no verbales se abordan desde un enfoque neo-conductista y despersonalizado. Estas carencias revelan una contradicción entre las exigencias sociales a los comunicadores sociales, en cuanto a la profesionalidad de su desempeño y las debilidades identificadas en sus habilidades comunicativas no verbales. El objetivo del artículo es analizar teóricamente la importancia de dichas habilidades en la formación inicial del comunicador social y la pertinencia de su integración al resto de las habilidades profesionales que deben ser desarrolladas durante la carrera.
Materiales y métodos
Para el desarrollo del trabajo científico fueron utilizados diversos métodos de investigación en el orden teórico y empírico, entre ellos: el análisis–síntesis, para la determinación de los elementos teóricos y empíricos que se obtienen en la valoración del estado del arte y mediante la aplicación de las técnicas de investigación y su integración posterior y el histórico-lógico, para determinar las regularidades en la evolución histórica de la carrera de Comunicación, en el mundo y en Ecuador. También se utilizaron algunas técnicas y métodos empíricos tales como: Análisis de documentos: para la revisión de informes y documentos oficiales relacionados con la carrera de Comunicación Social en la Uleam. Observación: para constatar el desarrollo de la comunicación no verbal en el desempeño de estudiantes, profesores y egresados. Entrevistas: para conocer sus criterios sobre las fortalezas y debilidades de la comunicación no verbal de estudiantes, profesores y egresados de la carrera. Estos métodos permitieron, de manera general, realizar una valoración teórico-metodológica acerca de la comunicación no verbal y su incidencia en el desempeño del Comunicador Social en formación.
Resultados y discusión
Resultados y discusión La comunicación verbal y no verbal ha sido ampliamente investigada por parte de diferentes autores desde distintos enfoques científicos, con el aporte de resultados teóricos y prácticos de gran valor. La comunicación no verbal es el proceso de emitir y recibir mensajes que acompañan, modifican o remplazan el habla, sin llegar a ser un sistema comunicativo autónomo, con el objetivo de comprender el gran número de actos y eventos que ésta entraña. Es imposible que el sistema comunicativo verbal este separado del no verbal, pues cuando existe una interrelación se activan todos los sentidos y cada uno de ellos expresa desde sus capacidades lo que quieren trasmitir.
No es propiamente parte de lo que se dice mediante las palabras, sino que define el marco en el cual se interpretan dichas palabras. (Muñoz, (s/f); Landa y Sánchez (s.f.); Davis, 1998; Cisneros, 2006). Según plantean Almeida & Ortiz (2016), los signos, símbolos, posturas corporales, manifestaciones gestuales, olores, vestimenta tiene el poder de comunicar y trasmitir un mensaje al interlocutor. Cuadrado (1991) describe el grado de conciencia que presentan los profesores en el aspecto comunicativo no verbal y sus implicaciones en el aula. Watzlawick, y otros (1993) aportaron el principio que es imposible no comunicar, que el ser humano siempre trasmite información. Urpí (2004) plantea que al igual que el lenguaje que se emplea, el lenguaje corporal y las características de la voz reflejan las preferencias o el modo de pensar. Davis (1998) destaca la importancia de la comunicación no verbal, tanto en el aula como en la sociedad. Mateu (2001) resalta todo lo que puede comunicar el silencio y su repercusión en los interlocutores.
Fernández (2002) valora las habilidades comunicativas para la comunicación efectiva. Colado (2004) enfoca su trabajo en la comunicación no verbal y propone una didáctica para su aplicación en el aula. Machado (2011), realiza un estudio sobre la importancia de la comunicación no verbal en la lengua de habla hispana. Landa y Sánchez (s/f) proponen estrategias extraverbales en la práctica educativa, tomando como punto de referencia la interculturalidad en el aula. Según los investigadores Zuckerman, De Paulo y Rosenthal (1981), los mensajes no verbales se consideran más fiables cuando existe contradicción entre lo verbal y lo no verbal y demuestran también, que todas las herramientas que se utilizan para averiguar si alguien miente o no, son no verbales. Arellano (2006) enfatiza en las barreras que provoca la comunicación no verbal entre estudiante y profesor y cómo repercuten en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Antúnez (2008) propone herramientas que permitan facilitar la comunicación verbal y no verbal en las tareas cotidianas dentro del campo laboral. Hernández (2008) analiza la comunicación no verbal en el campo de la política. Por otra parte, Almaladejo (2008) destaca la importancia de la comunicación no verbal en la convivencia con los estudiantes en el proceso de aprendizaje; López (2010) propone una metodología para el desarrollo de la competencia comunicativa, destacando el componente paralingüístico en estudiantes de periodismo. Álvarez (2012) resalta el papel de la comunicación no verbal en el proceso de enseñanza aprendizaje en el nivel primario. Alcántara (2012) considera que el cuerpo trasmite mensajes desconocidos y hace una propuesta de cómo debe ser utilizado para mejorar la comunicación.
En el contexto ecuatoriano, la comunicación no verbal ha sido investigada en la educación superior por Intriago y Quevedo (2015), dentro del desarrollo de las competencias comunicativas en el estudiante de comunicación organizacional y relaciones públicas. Cevallos (2016) aborda la necesidad del dominio de los conocimientos y habilidades sobre lo no verbal y lo paralingüístico dentro de las ciencias jurídicas. La comunicación no verbal constituye un subsistema esencial en la conducta expresiva del hombre. Aporta información valiosa en las relaciones interpersonales y es una manifestación genuina del individuo porque tiene un carácter espontáneo, inconsciente y a veces difícil de controlar, lo que no excluye la posibilidad de que puedan realizarse acciones encaminadas a su uso para reforzar ciertas expresiones verbales o contenidos de manera intencional, pero sólo se logra por aquellas personas que son entrenadas profesionalmente para ese fin. Es por ello, que resulta importante desarrollar habilidades comunicativas no verbales en los comunicadores sociales, atendiendo a su rol social.
Las tendencias más recientes en la formación profesional, enfatizan en la necesidad de desarrollar en los estudiantes diversas habilidades comunicativas que faciliten la interacción personal, la sensibilización hacia la situación dinámica del medio donde se desenvuelve (Fernández, y otros, 1999). Mainegra (2001) aborda el énfasis existente en la formación de hábitos lingüísticos, pero no en el desarrollo de habilidades comunicativas y en los factores psicológicos de la comunicación. Ojalvo (1999) afirma que el desarrollo de las habilidades comunicativas en el profesional, puede alcanzarse mediante la utilización de diferentes vías: entrenamiento sociopsicológico, cursos, reflexión sobre las condiciones de la comunicación propia y su auto perfeccionamiento. Cevallos (2016) considera que el desarrollo de habilidades comunicativas en los profesionales, permite establecer relaciones humanas sustentadas en el respeto y la consideración por el otro, pero no bastan solo los aprendizajes comunicativos que, de manera natural y espontánea, se adquieren.
Los profesionales que no hayan desarrollado sus habilidades comunicativas en correspondencia con las características de las actividades que ejecutarán en el futuro, carecerían de posibilidades y oportunidades para participar, concebir y desarrollar exitosamente intercambios en situaciones de socialización. A partir de los aportes realizados por los autores antes mencionados, se puede afirmar que la comunicación no verbal constituye un componente indispensable, especialmente en aquellos profesionales que utilizan la comunicación como herramienta y como contenido. Este componente comunicativo no verbal se manifiesta como habilidades comunicativas en la formación de profesionales, por lo que su desarrollo debe ser intencionado desde el proceso de enseñanza aprendizaje, a través de diferentes asignaturas del plan de estudios, y en las prácticas preprofesionales. No obstante, existe un desfase entre las habilidades enseñadas y las requeridas en el mundo profesional y el olvido sobre la importancia de la formación en relación a las ciencias humanistas. El comunicador requiere una serie de conocimientos y habilidades de orden práctico, muchas de las cuales no están contempladas dentro de las mallas curriculares, ni han sido asumidas por la academia.
En el proceso formativo universitario los contenidos curriculares se van integrando en cualidades individuales, de manera que los conocimientos, las habilidades, las capacidades, los valores y las actitudes, no surgen ni se desarrollan aisladamente, sino que se configuran como un todo con cierta armonía y coherencia (Ortiz & Bello, 2015). Por lo que el enfoque personológico refleja ese carácter integrador en la educación de la personalidad, en este caso en la formación de los comunicadores sociales. Actualmente, en los perfiles de egreso de las carreras universitarias en el Ecuador se asume el enfoque personológico en la formación inicial, ya que expresan explícitamente la aspiración a integrar en el egresado, los conocimientos, habilidades, actitudes, valores y competencias profesionales. Sin embargo, en la práctica formativa no siempre se es consecuente con este enfoque porque se intentan desarrollar por separado, por ejemplo, las habilidades profesionales debido, entre otras causas y condiciones, a la falta de la profesionalización del claustro y a la insuficiente realización de investigaciones pedagógicas consecuentes con esta intención integradora.
La mayoría de los autores coinciden en plantear que las habilidades profesionales en general y las comunicativas en particular, deben ser investigadas con un carácter personal, donde además de abordar el desarrollo cognitivo, exista una comprensión integradora que incorpore a los valores, la motivación y la afectividad. Sin embargo, dentro de la formación profesional del comunicador social en el Ecuador, esta comprensión personológica de las habilidades profesionales no se ha tenido en cuenta, en especial en las prácticas preprofesionales, las cuales han estado desvinculadas del proceso docente. Por lo tanto, las habilidades comunicativas no verbales deben ser investigadas desde un enfoque personológico, donde se vea la unidad de lo cognitivo, afectivo y lo ejecutivo. Para conceptualizar a las habilidades comunicativas no verbales desde el enfoque personológico, se proponen las dimensiones cognitiva, afectiva, ejecutiva y estilo comunicativo. La dimensión cognitiva contiene los conocimientos esenciales sobre las habilidades comunicativas no verbales, precisados en la literatura científica revisada, que incluye a la kinesia, proxemia y paralingüística. La kinesia estudia el significado de los movimientos corporales y los gestos en una situación comunicativa. Entre los tipos de kinesis están:
La postura: que expresa la actitud de las personas en relación con su entorno. Se distingue entre una postura y una posición cerrada cuando se cruzan los brazos y/o las piernas. Los gestos: son movimientos de cualquier parte del cuerpo a través de los cuales se pueden expresar una multitud de sensaciones y emociones. Expresiones del rostro: refleja múltiples estados de ánimo, con sus correspondientes emociones y sentimientos (felicidad, tristeza, ira, asco, sorpresa, miedo y desprecio). La mirada: el contacto ocular desempeña una serie de roles que regulan la comunicación, puede ser un indicador del turno para hablar o actuar, es una fuente de información, expresa emociones y comunica la naturaleza de la relación interpersonal. La sonrisa: expresa alegría, simpatía o felicidad. Existen diferentes tipos de sonrisas basados en combinaciones de los quince músculos faciales implicados. El tacto y el olfato: la piel y la nariz constituyen canales de comunicación como receptores de mensajes. La proxemia es el uso del espacio que hacen dos o más personas en el proceso comunicativo, la distancia existente entre el emisor y el receptor. La paralingüística contiene el conjunto de elementos no verbales de la voz, referidos a su intensidad, volumen, velocidad, ritmo, entonación, risa y llanto. La dimensión afectiva está relacionada con la motivación por la carrera en su carácter intrínseco y extrínseco, así como con las actividades comunicativas que realiza, la satisfacción personal que le brinda la praxis en su desempeño profesional. La dimensión ejecutiva está relacionada con el saber hacer, la independencia y efectividad en su aplicación. La dimensión estilo comunicativo es la forma personal, original, única y peculiar de comunicarse que caracterizan a las relaciones interpersonales, se integran elementos adquiridos mediante el aprendizaje intuitivo, con motivos, necesidades y afectos hacia otras personas y hacia sí mismo. Puede manifestarse como flexibilidad-rigidez y como originalidad-imitación.
Los indicadores correspondientes a cada dimensión son los siguientes: Cognitivo: conocimientos teóricos esenciales sobre la comunicación no verbal, su especificidad y complementariedad con la comunicación no verbal, es decir, definición y clasificación. Afectivo: relaciones entre la motivación intrínseca y extrínseca, en cuanto al predominio de una u otra o su complementariedad. Ejecutivo: la independencia, calidad, errores, repeticiones y efectividad en su utilización. Estilo comunicativo: la flexibilidad o rigidez y la originalidad o imitación.
Estos indicadores que se connotan desde el enfoque personológico pueden ser utilizados por el docente de manera operativa en la evaluación del desarrollo de estas habilidades comunicativas no verbales en los niveles: Alto: conoce los conceptos fundamentales de la comunicación no verbal y sus componentes, los define y ejemplifica. Manifiesta independencia y coherencia en la utilización en la unidad de los componentes verbales y no verbales de la comunicación. Evidencia una motivación profesional predominantemente intrínseca por la carrera y específicamente por la comunicación interpersonal. Su estilo comunicativo es flexible. El nivel de ayuda del profesor es mínimo. Medio: conoce de manera parcial los conceptos fundamentales de la comunicación no verbal, logra definirlos o ejemplificarlos en su totalidad. Manifiesta independencia y coherencia limitadas en la unidad de los componentes verbales y no verbales de la comunicación.
Evidencia una motivación profesional predominantemente intrínseca por la carrera y específicamente por la comunicación interpersonal. Su estilo comunicativo es transitorio. Requiere cierta ayuda del profesor. Bajo: conoce de manera empírica los conceptos fundamentales de la comunicación no verbal y no logra definirlos ni ejemplificarlos adecuadamente. No manifiesta independencia ni coherencia en la unidad de los componentes verbales y no verbales de la comunicación. Su motivación profesional es predominantemente extrínseca por la carrera y particularmente por la comunicación interpersonal. Su estilo comunicativo es predominantemente rígido. Requiere total ayuda del profesor. Según Ortiz (2006), los diferentes estilos comunicativos se caracterizan como: Flexible: permite que la persona posea una adecuada orientación en la situación comunicativa para utilizar los recursos y medios necesarios y realice una valoración objetiva y justa de otros y de sí mismo.
Logran una comprensión exacta no sólo del contenido directo de la comunicación, sino de los demás elementos que están latentes en ella, conocidos como el subtexto. Poseen la habilidad para mantener el estado emocional deseado en correspondencia con las características y particularidades de la situación, hacen asequible la utilización de recursos lingüísticos y paralingüísticos de la comunicación y favorecen la creación de un ambiente de seguridad y confianza para la comunicación sincera. Asimismo, logran la percepción exacta de la palabra ajena y son precisos y convincentes en la utilización del idioma materno. Transitorio: constituye un estilo intermedio de los anteriores. La comprensión entre las personas es incompleta y la influencia no siempre es efectiva y adecuada a la situación. Rígido: existe ausencia de análisis de la conducta propia y de los de otros, inadecuada autovaloración e incomprensión de la comunicación. El sujeto no logra encontrar el tono y la forma adecuada de la comunicación para realizar una influencia efectiva. Los indicadores expuestos constituyen una guía de gran importancia para medir la habilidad comunicativa no verbal de los estudiantes de comunicación social, la cual contempla un cúmulo de información y elementos que se consideran los más significativos y relevantes en el lenguaje no verbal. Es importante dejar claro que estos indicadores se van enriqueciendo en el claustro de la academia, en el quehacer diario de la práctica y la actividad profesional e investigativa y de manera especial en el contexto social y cultural en el que se desarrolle. Es importante recalcar que el uso de la comunicación no verbal está influida directamente por el estado de ánimo, por el carácter, la personalidad, la situación económica, situaciones sentimentales, situaciones de salud entre otras que limitan la adecuada utilización, por ello es primordial conocerse y controlar estos aspectos al momento de dirigirse a otra u otras personas.
Conclusiones
Las habilidades comunicativas no verbales constituyen un elemento muy importante en la comunicación ya que son el complemento de la comunicación verbal que logra que el interlocutor alcance una comunicación efectiva. La valoración del estado del problema de la comunicación no verbal, permite afirmar que ha sido objeto de múltiples investigaciones desde el siglo XX hasta la fecha, que han enriquecido la teoría en cuanto a su definición, clasificación y relación con los diferentes contextos culturales donde se desarrolla la comunicación interpersonal.
En el campo educativo, se destaca la importancia de los componentes cognitivo (conocimiento y habilidades) y conductual (ejecutivo) en el perfeccionamiento del proceso formativo. Pero el componente afectivo motivacional de estas habilidades han sido poco estudiadas desde una comprensión personológica, ya que se integran a las cualidades personales y profesionales del estudiante universitario, especialmente en carreras donde la comunicación es a la vez, contenido y herramienta profesional, como es el caso de la carrera de Comunicación Social en el contexto ecuatoriano. El análisis de las habilidades comunicativas no verbales desde el enfoque personológico, permite determinar las dimensiones cognitiva, afectiva, ejecutiva y estilo comunicativo.
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