Introducción

La preparación del pueblo para la defensa de la Revolución garantiza su continuidad histórica y que perduren los más altos valores de la nacionalidad cubana y la independencia, alcanzada con el triunfo del socialismo.

La incorporación del pueblo, como premisa para la defensa del país, hunde sus raíces en los tiempos del inicio de la Revolución, cuando Carlos Manuel de Céspedes da la libertad a sus esclavos y los llama al combate contra el régimen español.

Fidel Castro Ruz, el más claro discípulo de José Martí, la hizo suya como núcleo de la doctrina militar, Guerra de todo el pueblo. Del Maestro tomamos la enseñanza: “[…] la hora de acción no es hora de aprender, hace falta haber aprendido antes. Es criminal quien promueva en un país la guerra que se le puede evitar […] Es criminal quien ve ir al país a un conflicto, que la provocación fomenta y la desesperación favorece y no prepare o ayuda a preparar, el país para el conflicto.” (Martí, 1974, p. 90).

Para dar continuidad a esta línea de pensamiento, el joven abogado Fidel Castro se dio a la tarea de preparar a la Generación del Centenario para los asaltos al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, con el objetivo que resume al expresar: “No fue nunca nuestra intención luchar con los soldados del regimiento, sino apoderarnos por sorpresa del control y de las armas, llamar al pueblo, reunir después a los militares e invitarlos a abandonar la odiosa bandera de la tiranía y abrazar la de la libertad, defender los grandes intereses de la nación.” (Castro, 1993, p.45).

La idea de preparar al pueblo para la lucha, en aras de defender la Revolución, es seguida por otros combatientes revolucionarios, entre los que se destaca Ernesto Che Guevara, insigne patriota que combatiera junto a los cubanos hasta lograr el triunfo de la Revolución.

Las ideas del Che con relación a la preparación del pueblo para la defensa es tratada por Castro, F. en sus discursos comprendidos en la etapa de (1959-1967, 1984), Castro R. (1984, 2006), entre otros. Los autores no encontraron antecedentes de ningún trabajo que haga referencia a la vigencia de las ideas del Che con relación a la preparación del pueblo para la defensa de la patria.

La investigación tuvo como motivación especial la conmemoración del cumpleaños 80 del Che, por lo que los autores se propusieron valorar las ideas de este en torno a la preparación del pueblo para la defensa y la vigencia de estas para vincularlo con la Disciplina Preparación para la Defensa que reciben los estudiantes universitarios en todo el país.

Conocer y divulgar el pensamiento guevariano en esta temática contribuye a la formación patriótico-militar y a la preparación política e ideológica de las nuevas generaciones, a la vez que permite divulgar el pensamiento del Che, a partir de las realidades de la Revolución.

Materiales y métodos

Los principales métodos y técnicas que hicieron posible el desarrollo de la presente investigación fueron:

Métodos teóricos: análisis-síntesis e inducción-deducción, lógico histórico y hermenéutico dialéctico, los que permitieron procesar toda la información consultada, elaborar la fundamentación teórica de la investigación, así como interpretar los resultados obtenidos de la aplicación de los métodos empíricos.

Métodos empíricos: Observación, para identificar en la primera etapa de la investigación las principales consideraciones de la figura del Che.

La entrevista cualitativa a profundidad a profesores y estudiantes, para descubrir las perspectivas y las posiciones de estos, en relación con el tema investigado. Todo ello posibilitó la triangulación metodológica de la información en las fuentes, enfoques y teorías paradigmáticas.

Resultados y discusión

Ideas del Che en torno a la preparación del pueblo para la Defensa

El pensamiento de Ernesto Che Guevara, recogió entre sus aristas la labor de formación y preparación del pueblo para la defensa de la Revolución; su folleto La Guerra de Guerrilla y los escritos y discursos del período 1957-1967 así lo reflejan.

Las apreciaciones de Guevara en torno a este tema se desarrollaron en tres vertientes fundamentales: preparación ideológica de los combatientes, la formación militar propiamente dicha y la ejecución, en el plano defensivo, de la doctrina militar expuesta. El propio Che, consecuente con sus ideas, desarrolló una ingente labor práctica. Durante los años de lucha guerrillera creó la escuela para preparar a los jóvenes combatientes que se incorporaban al Ejército Rebelde; personalmente revisaba los planes de clase de los profesores, el plan de estudio que se desarrollaba en la misma, para hacer sus correcciones.

En la Sierra Maestra, abogó por la literatura de mochila en la que estuvieran presentes libros de Historia de Cuba, Matemáticas, Español y las obras de José Martí. Se dio a la tarea de enseñar a leer y escribir a combatientes de su tropa, y daba lecciones de Historia de Cuba, charlas sobre José Martí y Antonio Maceo.

A decir del Che, debemos trabajar por borrar de la conciencia las taras del pasado burgués, consideró que la labor ideológica debe ser paciente, sistemática y persuasiva, dedicándole el mayor tiempo posible y plantea la fórmula del adoctrinamiento continuo.

En su labor de formación política ideológica, fortaleció el sentimiento antiimperialista de los cubanos, denunció las aspiraciones hegemónicas de los gobiernos de los Estados Unidos y los reconoció como enemigo principal de los pueblos del mundo, a la vez que planteó al pueblo que no se dejara engañar que “[…] nadie debe pensar otra cosa sino que su deber es prepararse para luchar […] si es que los norteamericanos llegan a hacer efectivas sus amenazas”. (Guevara, 1987, p.336). El logro de este objetivo presupone el establecimiento de relaciones cordiales, afables con las masas, formar el amor a la Patria, a sus héroes y mártires. Como formador de las nuevas generaciones, Ernesto Che Guevara desempeñó un papel de vanguardia; en cada comparecencia en público, en cada actuación, nos trajo un mensaje formativo, va trabajando en los cubanos el amor a la patria y a su defensa; planteó la necesidad de que “[…] cada cubano ha de aprender a manejar las armas y cuándo debe usarlas en su defensa”. (Ibídem, p.21).

Consideró necesario desarrollar la conciencia internacionalista del pueblo, que se haga práctica la solidaridad que preconiza, llamando a crear “una unión espiritual de todos nuestros países, una unidad que vaya más allá de la palabrería […] y se traduzca en la ayuda efectiva a nuestros hermanos”. (2006).

Desde su experiencia de combatiente revolucionario, hizo una notable contribución, de carácter metodológico, a la enseñanza de la historia, al señalar que los diferentes acontecimientos deben ser: “Explicados con un sentido claro[…] los hechos económicos que motivaron los actos históricos; los héroes nacionales, su forma de reaccionar frente a determinadas injusticias y después un análisis de la situación nacional o de la situación de la zona”.(2009, s.p.).

Legó a los cubanos la orientación de cómo enseñar Historia de Cuba, a partir del análisis de cada hecho, sus causas, figuras principales, hasta llegar al estudio de la historia de la localidad.

Otra de las vertientes planteadas por Guevara en la preparación del pueblo para hacer efectiva su defensa es la formación militar; en tal sentido expuso numerosas experiencias en la enseñanza del tiro, sintetizando la forma en que este debe hacerse, así dice:

“Empieza siendo lo que se llama tiro en seco. Consiste en un armatoste cualquiera de palo donde el rifle se asienta firmemente, los reclutas apuntan sin mover el fusil a un blanco situado en una zona determinada que se va moviendo de uno a otro lado sobre un fondo que se mantiene firme. Si los tres tiros dan en un solo punto, es excelente” (2009, s.p.).

Estos razonamientos sobre la enseñanza del tiro dieron una lección de preparación metodológica para la Disciplina Preparación para la Defensa. Indicó medios de enseñanza, las normas que deben seguir en la ejecución del plan de enseñanza y hasta una norma de calificación, al indicar si los tres tiros dan en un solo punto, es excelente.

Ofreció apreciaciones muy claras de cómo realizar el trabajo con el pueblo a fin de asegurar su preparación combativa, cuando indicó “se vayan dando cursos anuales de enseñanza al pueblo en los que se le enseñe cómo defender sus conquistas.” (1984, 145). La concepción de la Guerra de todo el Pueblo, concebida por Fidel, es asumida por el Che, que la hace suya y la enriquece con su experiencia guerrillera.

En este sentido el Che apuntaba que “En caso de una agresión, frente a grandes concentraciones de fuerzas enemigas, nuestras FAR, se transformarían en un ejército guerrillero […] con el mando ilimitado de sus jefes […] con un mando central que fijaría la estrategia general”. (Ibídem, p.146).

Se esbozó en estas líneas la forma que adoptarían las fuerzas revolucionarias para repeler un ataque enemigo, en esta estructura para la acción defensiva podemos apreciar la utilización de la guerra de guerrillas, caracterizada por una amplia movilidad y el ejercicio por parte de los jefes, del mando ilimitado bajo una dirección central.

Aquí las masas entran a jugar su papel en la lucha que “[…] se dará en cada casa del pueblo, en cada camino, en cada momento, en cada pedazo del territorio nacional.”(Ídem).

Su confianza en el pueblo, en la gran masa de trabajadores, le lleva a considerar que éste es fuente de sabiduría, al que debemos acudir a aprender con modestia, pues no se le puede negar la capacidad para ir “formando sus combatientes y sus conductores en el marco selectivo de la guerra misma”. (Ibídem, p. 612).

Che consideró, con todo acierto, que en el pueblo están las potencialidades que le permiten defender la Revolución, consolidarla y hacerla avanzar por los caminos del desarrollo.

En su aleccionadora obra, Che nos propuso un esquema de lucha para asegurar el triunfo frente al agresor, esquema que parte de la táctica que se resume en: “Sacar al enemigo de su ambiente, obligarlo a luchar en lugares donde sus hábitos de vida choquen con la realidad imperante”. (Ibídem. p.594).

A partir de esta situación, el soldado yanqui, poderoso por sus medios tecnológicos, pero huérfano de ideas, va perdiendo su escasa moral como consecuencia de la acción cada vez más activa del pueblo, que tendrá como misión, al decir del Che:

Llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleva: a su casa, a sus lugares de diversión; hacerla total. Hay que impedirle tener un minuto de tranquilidad un minuto de sosiego fuera de sus cuarteles, y aun dentro de los mismos: atacarlo dondequiera que se encuentre; hacerlo sentir una fiera acosada por cada lugar que transite. Entonces su moral ira decayendo. (Ibídem, p.596).

Las ideas del Che referentes a la preparación del pueblo para la defensa, parecen expresadas para este tiempo, tienen plena vigencia y aplicación práctica en la doctrina militar Guerra de todo el Pueblo, donde se prepara cada cubano para defender un objetivo determinado, con un medio previamente asegurado.

La participación masiva de los cubanos en el Domingo de la Defensa, el aporte de la clase obrera de los haberes correspondientes a un día de labor en el año, para sufragar los gastos de la defensa, y su incorporación a las movilizaciones periódicas para desarrollar diferentes ejercicios militares como el Bastión, Caguairán I y II, así lo confirman.

Las ideas de Che se materializan en el sistema de preparación de la defensa del pueblo cubano

La preparación del pueblo cubano en pro de garantizar la defensa del país ha sido señalada como tarea de primer orden por el Partido Comunista de Cuba y el Gobierno de la nación. Los procesos revolucionarios que han descuidado la misma no han sobrevivido al error cometido.

El Estado preparó la legislación necesaria para ejecutar los planes de preparación de los ciudadanos cubanos, a fin de garantizar todo lo necesario para el éxito de dicha tarea. Cuando se analiza los documentos legales y el conjunto de manuales y reglamentos establecidos al respecto, se observa la presencia de las ideas de Che en torno a este tema.

Che sostenía que cada cubano debe aprender a manejar un arma y utilizarla en su defensa; para lograr este propósito es necesaria la preparación de los cubanos para la defensa, establecida en la Ley 75 de la Defensa Nacional y sus documentos complementarios como Preparación del personal y comprende:

a) La preparación de los cuadros.

b) La preparación de los órganos de dirección y mando.

c) La preparación de las tropas.

d) La preparación de los demás ciudadanos. (Asamblea Nacional del Poder Popular, 2001, pp.10-11).

Al pasar revista al pensamiento del Che respecto a la preparación para la defensa, se observa que pone especial énfasis en la formación política- ideológica, patriótico-militar e internacionalista y el desarrollo del adoctrinamiento al combatiente el mayor tiempo posible, en el desarrollo sistemático de cursos en los que se capacita al pueblo, a la vez que plantea la forma en que ha de enfrentar al enemigo, en cada cuadra, en cada calle, en cada casa, hasta hacerle la vida imposible.

El artículo 5 del Reglamento de la Zona de Defensa y de su Consejo consignó en los incisos a, b y c ideas muy similares a la antes expuesta por Guevara; allí se recogió que la Zona de Defensa se organiza y prepara para realizar trabajo político e ideológico con la población, con las Brigadas de Producción y Defensa (BPD) y las Milicias de Tropas Territoriales (MTT), participar en la puesta en completa disposición combativa de sus elementos, así como su territorio, de la agresión del enemigo, hostigarlo y desgastarlo, haciéndole insostenible su permanencia en la zona.

Para Che, una de las formas de preparación radica en la realización de cursos en que el pueblo recibe entrenamiento militar, en el desarrollo de prácticas que le permitan ejecutar lo aprendido; a tales efectos, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) trabaja para preparar el personal de las MTT, preferiblemente los días de la defensa y, cuando resulte necesario, en reuniones de estudio, igual proceder se hace para las Brigadas de Producción y Defensa (BPD), capacitándolo en interés del cumplimiento de sus misiones específicas. El sistema de preparación abarca el sector estudiantil, a fin de que también puedan ejercer el sagrado derecho de defender la patria socialista.

Todo el sistema nacional de la defensa se prepara en función de repeler cualquier ataque del enemigo; prepara a los combatientes siempre en interés de la defensa, nunca como agresores, para poner en práctica la Guerra de Todo el Pueblo que presupone la adopción de un conjunto de medidas políticas, económicas y militares que garantizan la estructuración de un sistema político- militar y económico único de preparación y realización de la guerra, bajo la dirección del Partido.

En la doctrina militar cubana está presente el no a la rendición, el combate de cada soldado hasta el último aliento, pues este pueblo no conoce de claudicaciones, y como planteara Che, si el precio de conservar nuestras fábricas y la vida misma es caer de rodillas, ese precio no podrá ser pagado jamás por el pueblo de Cuba.

Con ello se logró el complemento de un sistema defensivo que tiene como peculiaridad la incorporación de todo el pueblo para hacer realidad las palabras del Che cuando expresara: “La defensa de la Revolución cubana es tarea continua de todos los cubanos en todos los momentos, en todas las trincheras”. (Guevara, 1987, p.227).

CONCLUSIONES

La preparación del pueblo cubano para la defensa está presente, como idea recurrente, en las obras del Che.

Che asume la Guerra de todo el Pueblo, la incorpora a su pensamiento militar, la profundiza y desarrolla con su experiencia guerrillera.

Las concepciones de Guevara en torno a la preparación del pueblo cubano para la defensa están presentes en el sistema elaborado por la dirección de la Revolución para dar cumplimiento a este objetivo.

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