Temática Livre
Discurso periodístico: análisis e interpretación de las asociaciones texto-imagen acerca de las protestas de 2019 en Chile en “El Mercurio” y “La Tercera”
Journalistic discourse: analysis and interpretation of text-image associations about the 2019 Chile protests in the covers of “El Mercurio” and “La Tercera”
Discurso jornalístico: análise e interpretação das associações texto-imagem acerca dos protestos de 2019 no Chile nas capas de “El Mercurio” e “La Tercera”
Discurso periodístico: análisis e interpretación de las asociaciones texto-imagen acerca de las protestas de 2019 en Chile en “El Mercurio” y “La Tercera”
Revista NUPEM (Online), vol. 14, núm. 31, pp. 316-336, 2022
Universidade Estadual do Paraná
Recepção: 26 Agosto 2021
Aprovação: 17 Novembro 2021
Financiamento
Fonte: Fundação Araucária
Número do contrato: CP 09/2016
Financiamento
Fonte: CNPq
Número do contrato: 28/2018
Descrição completa: A pesquisa foi realizada com apoio financeiro de: Fundação Araucária (CP 09/2016 - Programa Institucional de Pesquisa Básica e Aplicada) e CNPq (Chamada MCTIC/CNPq n. 28/2018 - Edital Universal).
Resumen: El 25 de octubre de 2019, en Santiago de Chile, ocurrió una de las más grandes protestas políticas de la historia del país. El hecho fue reportado por la prensa internacional, así como por los periódicos nacionales. Entre éstos, “El Mercurio” y “La Tercera”, dos de los más tradicionales periódicos del país, registraron la marcha en fotografía y texto en sus portadas del 26/10. Este artículo rescata la historia de estos periódicos y analiza cómo se asocian los textos y las imágenes en sus portadas. Se usan aportes teóricos de Roland Barthes y Arlindo Machado.
Palavras-chave: Periodismo, Discurso, Fotografía, Semiología.
Abstract: On October 25, 2019, Santiago de Chile saw one of the greatest political protests in the country’s history. The fact was covered by the international press, as well as by the national newspapers. Among the latter, two of the most traditional ones - “El Mercurio” and “La Tercera” - made their October 26 edition covers with images and texts concerning the protests. This paper analyzes how the two newspapers made the text-image associations on their covers. Roland Barthes’ and Arlindo Machado’s semiological views are used as conceptual tools to foreground analysis, as well as the historical background of the two aforementioned newspapers.
Keywords: Journalism, Discourse, Photography, Semiology.
Resumen: No dia 25 de outubro de 2019, em Santiago, Chile, aconteceu um dos maiores protestos políticos da história do país. O fato teve cobertura da imprensa internacional, assim como de jornais de circulação nacional. Entre os últimos, “El Mercurio” e “La Tercera”, dois dos jornais mais tradicionais do país, estamparam registros fotográficos e textuais em suas capas de 26/10. Este artigo resgata a história desses jornais e analisa como são associados imagem e texto nas suas capas. A abordagem se faz a partir de teorias de Roland Barthes e Arlindo Machado.
Palabras clave: Jornalismo, Discurso, Fotografia, Semiologia.
Introducción y presentación del problema1
En octubre de 2019 ocurrieron en Chile grandes manifestaciones sociales que se hicieron noticia en todo el mundo. Desde que empezaron las marchas, actos y protestas el viernes 18 de octubre del 2019, las imágenes de los conflictos entre manifestantes y fuerzas de la autoridad circulan en la prensa impresa y digital. Dentro de la cronología de los acontecimientos (Urrejola, 2019), el hecho que ha recibido mayor destaque es la marcha ocurrida en Santiago el día 25 de octubre, cuando se juntó más de un millón de personas en la zona central de esa ciudad, con concentración masiva en el local que se llama Plaza Italia. Esta manifestación en particular ocupó las portadas de los más variados periódicos de la prensa latinoamericana, los que estampaban una fotografía de la multitud y disponían subtítulos y/o titulares a noticias complementarias acerca del mismo hecho o de hechos correlacionados.
En este artículo, lo que haremos es examinar la asociación de texto e imagen en las portadas de dos periódicos que noticiaron la marcha del 25 de octubre, con atención al léxico empleado en los textos y a cómo se construye el sentido del texto mayor que se compone con la asociación imagen-texto exhibida por las portadas.
Escogimos examinar portadas de las ediciones impresas del día 26 de octubre de 2019 de los principales vehículos periodísticos de Chile, “El Mercurio” y “La Tercera”. Además, también consideraremos una materia de “BBC en línea”.
Para el trabajo de análisis e interpretación de las asociaciones texto-imagen, consideraremos teorías semiológicas y materialistas acerca del lenguaje. Dos son los teóricos que nos ponen el marco conceptual y la metodología de análisis: Roland Barthes (2001), en su “Mitologias” y Arlindo Machado (1984) en su “A ilusão especular”.
“El Mercurio” y “La Tercera”
Cabe primero hacer un breve histórico de los periódicos cuyas portadas serán analizadas y presentarlas. No podremos hacer una historia detallada, por los límites que tiene este trabajo, pero de cada periódico se tratará de sintetizar: a) Sus origen y b) su línea editorial.
En Chile, la prensa escrita es predominada por dos grandes grupos económicos, el Grupo Edwards y Consorcio Periodístico de Chile S.A. (COPESA), y son ellos responsables por los dos periódicos de mayor circulación y número de suscriptores, “El Mercurio” y “La tercera” (García Luarte, 2010).
Según García Luarte (2010), “El Mercurio” es el principal periódico de Chile, y es controlado por el grupo económico de la influyente familia Edwards:
El grupo Edwards, posee una vasta tradición dentro del periodismo chileno. Su principal diario, El Mercurio, es el más influyente del país, mientras que El Mercurio de Valparaíso se encuentra entre los más antiguos de habla hispana. A través de cuatro empresas, el grupo controla dos de los diarios de mayor circulación nacional - El Mercurio y Las Últimas Noticias (Boletín Circulación y Lectoría Diarios IIs, 2007) -, y 20 de los 45 diarios regionales, lo que le permite tener presencia en la casi totalidad del país (García Luarte, 2010, p. 73).
Como se puede notar, ese grupo económico posee una gran red de medios de comunicación, con alcance en casi todo Chile.
Cuando se mira su historia, considerando su origen familiar y por lo tanto su origen ideológico, queda claro que desde su fundación, al principio del siglo XX, “El Mercurio” es un periódico que profesa ideas liberales. Su fundador, Agustín Edwards Mac Clure, era el heredero de la fortuna de su abuelo y su padre (Agustín Edwards Ossandón y Agustín Edwards Ross), el primero, fundador del Banco Edwards y el segundo, propietario de grandes empresas de ferrocarriles (además de heredero del mismo banco) ligadas a la minería, la cual era una de las principales riquezas industriales de Chile (Bernedo Pinto; Arriagada Cardini, 2002). El fundador de “El Mercurio”, paralelamente a sus actividades empresariales, tenía vida política activa en el congreso chileno, y era “un entusiasta defensor de las ideas liberales moderadas, diputado y miembro del Partido Nacional” (Bernedo Pinto; Arriagada Cardini, 2002, s./p.). De esta forma, al referirse a la línea editorial del periódico, dejaba trasparecer su posición política, la cual, en sus propias palabras, es la de que “El mercurio no tiene partido” y “El gobierno representa el orden y un diario serio no debe de estar nunca en pugna con el orden” (Bernedo Pinto; Arriagada Cardini, 2002, s./p.).
Pasado más de medio siglo, cuando el periódico es presidido por uno de los nietos del fundador, Agustín Edwards Eastman, las ideas liberales permanecen en la línea editorial, pero la “neutralidad” alegada en la fundación muestra que el “orden” significa, más que nada, el mantenimiento de las relaciones socio-económicas convenientes a los grupos económicos:
Los grupos económicos en conjunto controlaban el 70,6% del capital de todas las sociedades anónimas del país, aunque de hecho, ese control primaba en los tres más poderosos: el del Banco Sudamericano [...]; el del Banco de Chile y el del Banco de A. Edwards [...]. El Mercurio, hacia 1950, presenta en sus editoriales una definida línea de pensamiento vinculado a un sector del empresariado. En manos de Agustín Edwards, cabeza de uno de los grupos económicos más poderosos del país en ese momento, se encontró la defensa de las políticas económicas propuestas por la Misión Klein Saks. A partir de un diagnóstico de una crisis global de la organización económico-social del país, que data desde la llegada al gobierno del Frente Popular, el diario planteaba que su error habría sido intentar mejorar el nivel de vida de la población artificialmente, sin considerar las posibilidades reales de la economía del país (Soto Gamboa, 2003, p. 28-29, cursiva nuestra).
El “Frente Popular”, que aparece en esta cita, era una coalición de partidos de izquierda, que había gobernado a Chile entre los años 30 y 40, y la “Misión Klein Saks” fue un grupo de economistas norteamericanos que fueron a Chile entre los años 50 a 55 para proponer medidas económicas, y recibió amplio apoyo de “El Mercurio” para la difusión de sus “diagnósticos” (Memoria Chilena, 2018). En suma, a partir de los años 50 ya se nota oposición abierta al gobierno cuando éste no sea de ideología liberal, o sea, el periódico pasa a tener muy claramente un “partido”. Posteriormente, cuando la unión de diversos partidos de izquierda bajo la Unidad Popular (unión dada en 1969) vence las elecciones presidenciales con Salvador Allende como presidente, “El Mercurio” fue oposición abierta al gobierno, y dio apoyo al golpe militar del 11 de septiembre de 1973, así como al gobierno militar surgido a partir del mismo (Álvarez San Martín, 2011).
Aún hoy, esa situación se mantiene. Examinando cómo “El Mercurio” y “La Tercera” trataron el tema de las protestas estudiantiles del 2011 y del conflicto Mapuche en el 2016, Segovia, Basulto y Zambrano (2018) destacan que, sobre los estudiantes, se “orienta la comprensión de la noticia hacia conductas delictivas asociadas con el terrorismo” y sobre los Mapuches, que se construye “una visión particular del llamado conflicto chileno-mapuche, en la que se resalta la violencia de parte de los mapuches, lo que nos remite a una manera de representar la identidad de los participantes de la noticia” (Segovia; Basulto; Zambrano, 2018, p. 96).
En suma, podemos decir que desde su fundación hasta los días de hoy, “El Mercurio” mantiene una línea editorial por la cual presenta los hechos y construye una idea de la realidad desde la perspectiva de una visión liberal y neoliberal de la política y la ideología, y se posiciona en favor del orden socioeconómico establecido, desde que este orden no sea contrario a lo que propone su ideología. Estos rasgos serán considerados cuando analicemos la portada de este periódico.
En el caso de “La Tercera”, su historia fundacional y desarrollo son distintos de la de “El Mercurio”, porque no se origina de una familia como la Edwards, con paso de herencia de padre a hijo y pertenencia a las élites económicas. Sus caminos tienen cambios de rumbo y de propietarios, determinados fuertemente por los hechos políticos y económicos.
Acompañado la síntesis hecha por Couyoumdjian y Rozas (1996), se sabe que “La Tercera” como periódico surge de la compra de la empresa que editaba desde 1935 hasta 1949 el periódico “La Hora”. Las características de esa fase anterior, de los 15 años de vida de “La Hora”, en contraste con “El Mercurio”, muestran que era un periódico abiertamente involucrado en política, e incluso como una voz de oposición a los gobiernos de derecha y ligado al Partido Radical, de izquierda. Cuando ésta llega al poder en 1938, “La Hora” gravitó hacia el oficialismo y, según Folch Verdugo (2002), pasó a ser visto como un órgano oficial del Partido Radical. El año 49, por dificultades financieras, la venta se hace a Germán Picó Cañas, fundador de COPESA (Consorcio Periodístico de Chile S.A), y Raúl Jaras Barros, ambos ligados al gobierno del Partido Radical, y que en 1951 suspenden definitivamente la edición de la “La Hora”, en favor de una publicación paralela, “La Tercera de la Hora”, la que termina suplantando por completo el primer periódico (Couyoumdjian; Rozas, 1996). En esta segunda fase que se inicia en los años 50, COPESA y sus periódicos aún guardan relaciones con el Partido Radical, pero a lo largo de las décadas se empieza a distanciar, tanto del partido como de la posición política original, y a partir del golpe de estado (1973), el cambio de ideología editorial es completo:
La Tercera pertenece al Consorcio Periodístico de Chile (Copesa). Tanto el periódico como la empresa matriz fueron fundados en 1950 por la familia Picó Cañas. En sus inicios, Copesa estuvo ligado al Partido Radical, apego que Germán Picó Domínguez demostró en el gobierno de Gabriel González Videla (Mönckeberg, 2009). Durante la dictadura, por afinidad ideológica y ataduras financieras, Copesa también apoyó al gobierno militar (Navia; Osorio; Valenzuela, 2013, p. 41, cursivas nuestras).
Al fin de los años 80, COPESA y “La Tercera” empiezan a pasar a las manos de empresarios totalmente ligados al neoliberalismo, y a principios de los 90 el control es total, con la salida definitiva del único miembro de la familia fundadora:
Tras la crisis económica de 1982, la empresa - al igual que El Mercurio - fueron rescatados financieramente con créditos del Banco del Estado. Entre las operaciones que se realizaron para salvar a Copesa, estuvo su adquisición por un grupo empresarial que emergió en dictadura. En 1987, Picó Domínguez vendió parte de sus acciones a Álvaro Saieh, economista y empresario miembro del grupo de los Chicago Boys. En 1991, Picó se desprendió de Copesa, y entraron a la sociedad otros hombres de negocios con un pasado cercano a la dictadura, y en especial a la Unión Demócrata Independiente (UDI), un partido de derecha creado en dicho período por líderes leales a Pinochet y defensores del modelo neoliberal (Navia; Osorio; Valenzuela, 2013, p. 42).
Un nuevo cambio se empieza a hacer a partir del año 1994, terminando en el 2003, y se establecen los principios que conforman el periódico “La Tercera” como se conoce hoy. En ese año, la directiva del periódico “convocó a periodistas, ingenieros, editores y gerentes a ofrecer sus diferentes miradas para generar una propuesta concreta de reformulación” (Heredía, 2004, p. 41). Como resultado, se establecieron, entre otras direcciones, que “La Tercera” será: “El diario de siempre, el de la clase media emergente; Fácil de leer y transportar; Un medio nacional para toda la familia” (Heredía, 2004, p. 41). O sea, el periódico será dirigido, recordando las palabras de Barthes, a “uma datilógrafa que ganhe vinte e cinco mil francos por mês [e] se reconhece no grande casamento burgués” (Barthes, 2001, p. 62), con información rápida y digerible, y al gusto de quien sueña con su ascensión social hacia la burguesía y a la participación de esa sociedad burguesa por la construcción de una familia en sus moldes ideales.
En suma, estos dos periódicos, “El Mercurio” y “La Tercera”, presentan una historia que los coloca hasta los días de hoy como representantes y productores de representación de la clase económica dominante y de la que aspira a serlo dentro del mismo orden socioeconómico (clase media). Así, como protagonistas del mercado de las comunicaciones en Chile (Santa Cruz Grau, 2016), veremos que su rol al reportar la gran marcha del 25 de octubre de 2019 será el de reafirmación de esa historia y, por lo tanto, de presentar la marcha en la perspectiva ideológica que a esa historia corresponde.
Las portadas del 26 de octubre de 2019
Al día siguiente de la gran marcha del día 25 de octubre, las portadas de “El Mercurio” y “La tercera” se presentaban como abajo:

Para visualizar de forma más esquemática las dos portadas, proponemos transcribir sus estructuras
La de “La tercera” queda así:

A su vez, la portada de “El Mercurio” queda así:

Como se puede observar, ambos periódicos utilizan prácticamente la misma fotografía. Pero en el layout de la portada, “El Mercurio” dispone los textos en la parte superior de la página, con la fotografía ocupando el espacio del medio-alto hasta el pie de la página, mientras que “La Tercera” hace lo contrario, los pone al pie de la página, con la fotografía ocupando de la parte superior hasta la medio-baja de la página. Considerando las ediciones de los días 12, 13, 14 y 15 de noviembre, se nota que “El Mercurio” mantiene esa disposición entre texto e imagen, con los textos siempre en la parte superior, mientras que “La Tercera” solamente puso los textos en la parte baja en esa edición del 26 de octubre. Lo que sí representa un cambio drástico en los dos periódicos, comparando las ediciones de noviembre mencionadas con las del 26 de octubre, es que en este día la fotografía de la marcha era la única imagen de las portadas, ocupando 3/4 de la superficie, mientras que en los demás días había otras imágenes compartiendo el espacio de la página. Esto muestra que la marcha es el gran centro de atención de las ediciones de 26 de octubre.
Como las fotografías en cuestión son prácticamente las misma para los dos periódicos, podemos analizarlas juntas. Se trata ahora, pues, de ver cómo se inscribe en ellas el “código” que oculta su sujeto productor y trata de entregarlas como un testimonio puro de la “realidad”.
Primero, hablaremos de la perspectiva de la que se toma la fotografía. La opción de los fotógrafos para hacerla es el “encuadre” denominado “plano general largo”, o sea, aquél en que “la figura humana dentro del encuadre es muy pequeña. El ambiente es el elemento principal y predomina sobre la persona que, en algunos casos, no es visible” (Real, 2010, p. 3); a su vez, el “ángulo” que se empleó es el denominado “picado”, o sea “la cámara enfoca al sujeto desde arriba; se sitúa por encima de la posición para el ángulo normal” (Real, 2010, p. 5). Por eso, las fotografías del día 26 de octubre son de plano general largo y ángulo picado, su “sujeto” es la multitud que marcha y ocupa una gran superficie, que se mira desde un ángulo perpendicularmente inclinado, y se pierde en el horizonte bajo la silueta de los edificios. Además de estas dos categorías (encuadre y ángulo) para el análisis fotográfico definidas por Real (2010), los investigadores López del Ramo y Humanes (2016) también utilizan la categoría del “estatismo/dinamismo”, o sea, “se refiere a la naturaleza de las acciones captadas en las fotografías en función a su grado de movimiento”, y en el caso de las fotografías de que tratamos, el “sujeto” (la multitud que marcha) se ve dentro de la “acción moderada: los personajes realizan acciones poco vigorosas” (López del Ramo; Humanes, 2016, p. 93). Esto, porque el movimiento de marchar es lento, no hay gente corriendo, o tumultos ocurriendo.
Si consideramos que “o signo já vem marcado pela natureza de classe do grupo que o produz” (Machado, 1984, p. 22), en este caso las características técnicas (encuadre, ángulo, estatismo/dinamismo) de la fotografía de las portadas producen una imagen en la que la perspectiva de su generación: 1) pone al sujeto productor como un observador distante e imparcial, que solo registra de manera objetiva y realista los hechos: desde lo alto, puede fornecer al receptor de la imagen la visión “completa” del acontecimiento, o sea, la mirada que abarca al hecho por completo y le da al receptor la magnitud total, en este caso, la cantidad de gente como información crucial y como marca de objetividad; 2) la distancia le da fuerza a la afirmación de imparcialidad: de lejos y desde la visión que a todo abarca, la perspectiva que se construye es de alguien que no está involucrado personalmente en la acción, que no tiene preferencias ni lado.
Igualmente, se debe pensar en términos de la materialidad del aparato de producción de imagen. Se debe tener en cuenta que la capacidad de producir una imagen con esa resolución, incluyendo detalles aún del más lejano límite espacial de la marcha, no es de un aparato fotográfico cualquiera. Además, aunque no se pueda tener completa seguridad sobre esto, sólo hay dos alternativas: o se tomó la fotografía desde un drone, o se la tomó desde los pisos más altos de algún edificio. Un examen más atento de ambas fotografías ponen en duda que puedan ser desde un edificio, por la posición del río Mapocho en las imágenes, ocupando la imagen en “El Mercurio” el lado bajo-derecho, a partir del centro, y en “La Tercera” todo el lado derecho. Si se considera la posición del obelisco en relación al río, la posición desde la que cada uno de los periódicos obtuvo su fotografía podría ser como sigue:

O sea, ambas fotografías se hacen con aparatos sofisticados y desde una posición física privilegiada, con máquinas fotográficas de alta resolución y desde drones. Hay que recordar con Arlindo Machado (1984, p. 25-26) aquí que
a palavra é o único signo que pode ser exteriorizado por qualquer indivíduo que tenha pulmões e cordas vocais, já que a produção dos demais sistemas de signos pressupõe a propriedade privada dos meios de produção (as tintas, o pincel, o instrumento musical, a câmera fotográfica os aparelhos de gravação e toda a demais parafernália mecânico/eletrônica da ideologia industrializada) e a aquisição nem sempre democrática de know-how para operar os instrumentos e códigos.
Hasta aquí, hemos considerado puramente la imagen fotográfica. Como tratamos de mostrar, en ambos periódicos ésta se produce con características técnicas, que analizadas como código de producción, ya determinan un lugar y una intención desde donde se producen. Pero en cuanto son fotografías periodísticas, tienen su medio de publicación, de difusión. Y como vimos, esto las pone en un contexto que también necesita su análisis, como las conducidas Barthes (2001), en donde se trata de signos abarcados por un segundo sistema de significaciones, generando los “mitos”.
Lo que quiere mostrar Barthes es que la construcción del mito se da, dentro del esquema semiológico, cuando un primer sistema de signos, que ya posee sus significantes y significados, es incorporado por otro. En esta operación, lo que ocurre es que el significado del signo del primer sistema es sustituido por el significado del segundo sistema. Para explicar mejor todo esto, Barthes hace el siguiente diagrama:

En esta operación en que se abarca el primer sistema en un segundo sistema, la operación según la que se construye el mito, dice Barthes (2001) que ocurre algo como una deformación del primer sistema por el segundo. Como explica el autor, la “forma” del mito es vacía y plena a un mismo tiempo: el sentido presentado por el primer sistema es vaciado casi por completo, pero se preserva un mínimo necesario para que ese sentido siga existiendo de forma suspendida. Ese vacío, entonces será rellenado por el “concepto” del segundo sistema, y es así que se da la “significación”, o sea, “el mito” concretamente.
Mostramos hace poco que son imágenes rodeadas de texto, y esto forma una composición total, que es la portada de los periódicos, y éstos tienen su historia, que marca la posición de su discurso. ¿Qué significaciones trae el discurso escrito a la imagen? ¿Cómo se forma el sentido total, entonces, de las composiciones imagen-texto?
Primero, hablaremos de “El Mercurio”. El primer texto del Titular, de arriba hacia abajo dice “Tras ocho jornadas de convulsión”, y luego en letras grandes dice “Santiago y regiones viven las mayores manifestaciones públicas registradas en Chile”. Las manifestaciones, entonces se presentan como un punto de llegada, lo que sucede “tras ocho jornadas”, o sea, después de ocho días de acontecimientos. Aquí importa mucho entonces cómo se califican esos ocho días: “de convulsión”. El diccionario de la RAE define “convulsión como “1. f. Contracción intensa e involuntaria de los músculos del cuerpo, de origen patológico. 2. f. Agitación violenta de agrupaciones políticas o sociales, que trastorna la normalidad de la vida colectiva. 3. f. Geol. Sacudida de la tierra o del mar por efecto de un movimiento sísmico” (RAE, 2019, entrada “Convulsión”, s./p., cursiva nuestra). Evidentemente, la palabra empleada por “El Mercurio” adquiere el segundo significado. Las manifestaciones serían, pues, la conclusión de esos ocho días “de convulsión”, cuando ella llega a su fin. Este sentido se confirma por el texto que viene luego abajo (Subtítulos), que describe los números y lugar de la manifestación (como “debe” ser el discurso objetivo del periodismo: qué, cuántos, cómo y dónde) y en seguida dispone las palabras del presidente de la república:
Más de un millón 200 mil personas se concentraron ayer en el centro de la capital. “Los chilenos piden un Chile más justo y solidario, (la marcha) abre grandes caminos de futuro y esperanza. Todos hemos escuchado el mensaje. Todos hemos cambiado. Con unidad y ayuda de Dios, recorreremos el camino a ese Chile mejor para todos”, expresó el Presidente Sebastián Piñera. La jornada concluyó con incidentes en algunos puntos de la Alameda (El Mercurio, 26 oct. 2019, portada, cursivas nuestras).
Después de la descripción, las palabras del presidente son marcadas por su apelo a la “unidad”, a la idea de “un Chile”, uno solo país de “todos”, a la “colectividad” de “los chilenos”. El fin de la “convulsión” llega, pues, como el momento de “unidad” en la marcha, y es una unidad “con ayuda de Dios”, marcando el apelo religioso bajo la fe mayoritaria (cristiana) del país. Aquí uno de los sentidos de la composición imagen-texto se hace muy notable: el encuadre que produce la imagen de una totalidad anónima produce esa “unidad” indistinta de “todos”, de “un Chile”, bajo un “Dios” que todo ve, y no distingue a sus hijos. La primera voz personal a la que se da la oportunidad de calificar los eventos es la del mandatario máximo, el presidente, que “con la ayuda Dios” conducirá el país en “unidad”, después de ocho “jornadas de convulsión”. Podemos esquematizar esta idea así: Caos-Convulsión > (Dios)-Presidente > Unidad > Individuo. Es importante poner en el esquema al “Individuo” porque éste tendrá que subsumirse a la “Unidad”. Es un punto que se infiere de la oración que destacamos en negrita: “La jornada concluyó con incidentes en algunos puntos de la Alameda”. Según el diccionario de la RAE, “incidente” significa: “1. adj. Que sobreviene en el curso de un asunto o negocio y tiene con este alguna relación.; 2. m. Disputa, riña, pelea entre dos o más personas.; 3. m. Der. En un proceso, cuestión distinta de la principal, pero relacionada con esta, que se resuelve a través de un trámite especial” (RAE, 2021, entrada “incidente”, s./p.).
En este caso, los tres sentidos registrados por el diccionario son importantes. Es de interés notar que el “incidente” es algo accesorio, que “sobreviene” o tiene “alguna relación” con el objeto principal, o sea, sobrevienen algunos “incidentes” a la gran “Unidad” invocada por el presidente y representada por la marcha, los cuales no tienen que ver con su esencia, sino que dicen respecto a hechos aislados. El segundo y el tercero refuerzan la idea, pues se especifica que se puede referir a hechos que involucren violencia y, con acepción proveniente del Derecho (“Der.”), que es “cuestión distinta de la principal”, o sea, son “algunos puntos” solamente, algunos individuos que no afectan a la idea de la gran Unidad que se construye con la asociación entre las palabras del presidente y la gran marcha.
En seguida de Título y Subtítulos, vienen los Complementos. En “El Mercurio”, son cinco columnas de textos cortos, cada una con su título: 1. Congreso, 2. Camino Institucional, 3. Metro de Santiago, 4. Abastecimiento, 5. Actuar Policial.
Sobre el Congreso, el texto dice que las sesiones han sido suspendidas “debido a desmanes” cerca del edificio en donde funciona. Pero el texto prefiere especificar cuáles son los asuntos que se vieron suspendidos: “la agenda social del Gobierno y otros proyectos”. La primera expresión que se debe destacar es “desmanes”, por su significado importante en este contexto y porque “La Tercera” también la usará (como veremos)2. La RAE define “desmán” (singular de “desmanes”) así: “1. m. Exceso, desorden, tropelía.; 2. m. desgracia (‖ suceso que produce dolor)” (RAE, 2021, entrada “desmán”, s./p.). Ahora sabemos la razón por las que el congreso suspendió sus sesiones, y con ello la discusión de la “agenda social del Gobierno”: es que los “excesos” y “desórdenes” de las manifestaciones son la causa. Por coincidencia, si de parte de los manifestantes lo que impulsa el movimiento es la necesidad de cambios sociales, son justamente estos cambios los que se ven suspendidos junto con las discusiones del congreso. Es decir, las manifestaciones, con sus “desmanes”, tendrían el efecto contrario de lo que solicitan. O aún, los manifestantes son los mismos causadores de sus propios problemas. Aunque el primer texto que califica la imagen lo hace enmarcándola balo la idea de la gran “Unidad”, el primer complementario, sobre la suspensión de trabajos del congreso viene a recordar que los causadores de “incidentes”, los autores de “desmanes” son la amenaza para el avance de la “agenda social del Gobierno”. Veremos que parte del sentido construido por los textos complementarios es la inversión de causa y consecuencia: culpar las manifestaciones por los problemas sociales que fueron su causa.
El segundo texto complementario, “Camino Institucional”, da la voz a un senador del Partido Socialista. Será el espacio que la voz de la Izquierda tendrá dentro de la composición de la portada, que, como vimos, tiene primero la voz del presidente, que es de la Derecha. Si tener a un senador “socialista” con voz puede sugerir un equilibrio, el examen de sus palabras en el marco contextual de la portada mostrará que no hace más que ser una presencia figurativa. En este punto ya se hace necesario hacer el recuento de voces (véase el cuadro-estructura más arriba): primero el presidente de Derecha, después el senador de Izquierda, por último director de Carabineros, o sea, el General que dirige el brazo represivo del Gobierno. La voz del senador, pues, está ahí porque su presencia es necesaria para construir una idea de equilibrio, pero la primera y la última palabra son del Gobierno.
Antes de las palabras del senador está el título que les da el mismo periódico, “Camino Institucional”. Si la marcha es la “Unidad” a la que al fin se llega después de las “convulsiones”, hasta el senador “socialista” debe hacer el llamado para la institucionalidad. “Yo estoy por los acuerdos”, es la primera frase citada, y así se introduce el punto de vista de la oposición como harmonía con la posición del presidente. En seguida, se establece la alternativa entre dos posiciones, las únicas posibles: “tenemos que tomar acuerdos políticos y hacerlo dentro del Congreso y nuestras instituciones. De otra manera, vamos a seguir en la calle todos gritando una u otra cosa y con estados de excepción” (El Mercurio, 26 oct. 2019, portada, cursivas nuestras).
La palabra de la oposición que se estampa deja claro: o se sigue la gran Unidad (“tenemos que”), o solo (“de otra manera”) se seguirá en la calle a gritos y con estados de excepción, o sea, la institucionalidad democrática suspendida para dar lugar a la institucionalidad marcial. Se debe recordar qué significa “estado de excepción”: “1. m. estado que declara el Gobierno en el supuesto de perturbación grave del orden y que implica la suspensión de ciertas garantías constitucionales” (RAE, 2021, entrada “estado de excepción”, s./p.). En suma, las palabras del senador, aunque por su “origen” del Partido Socialista puedan parecer un contrapunto, son en verdad la reafirmación del sentido único que se está construyendo en la portada.
El próximo texto complementario, justo al centro de las cinco columnas de este conjunto, introduce la noción del “esfuerzo” de una sociedad que se “recupera” de su “convulsión”. El título es “Metro de Santiago” y en seguida se habla de la “epopeya” para reestablecer su funcionamiento después de que “vándalos” lo destruyeran, y completa que “podría” volver a funcionar parcialmente el lunes siguiente. Una oposición casi literaria se construye en este texto, entre las expresiones “epopeya” y “vándalos”: la primera se refiere a la narrativa heroica, de origen griega, cuyo héroe sobrehumano enfrenta adversidades para reestablecer un orden que se ha deshecho, mientras que la segunda se trata del término usado por los romanos para una de las tribus germánicas que lograron penetrar al Imperio del Occidente el año 400 y saquearon la capital de Roma el año 455. Nuevamente, se recuerda que la gran Unidad puede ser amenazada por grupos que le son alienígenas (los “vándalos”). Si la lectura de la página se realiza según el orden canónico de lectura, de la izquierda a la derecha, este texto es el que viene en seguida del que trae las palabras del senador socialista. Si las palabras del senador recuerdan que hay dos alternativas (institucionalidad-Unidad o conflicto y estado de excepción), el texto sobre el Metro de Santiago va a instanciar de qué se trata la segunda alternativa: el actuar de los “vándalos”, la suspensión de derechos a causa de ellos. Además, la inversión de causa y consecuencia está implícita. Uno de los principales impulsos al comienzo de las manifestaciones fue la tarifa del Metro, que fue alzada en 30 pesos, y ante el reclamo de los usuarios, el Ministro de Economía dijo que “alguien que sale más temprano y toma el Metro a las 7:00 de la mañana tiene la posibilidad de una tarifa más baja que la de hoy. Ahí se ha abierto un espacio para que quien madrugue puede ser ayudado a través de una tarifa más baja” (CNN Chile, 07 out. 2019, s./p.).
O sea, los usuarios del Metro tendrían que dormir menos o sufrir el impacto del aumento tarifario. Este aumento, sumado a la declaración del ministro fue uno de los principales impulsos para el comienzo de las manifestaciones, quiere decir, una de las causas es justamente el aumento que pondría dificultades al acceso al transporte por metro. Y es así que cuando el texto de “El Mercurio” recuerda que a causa de las manifestaciones el acceso al metro está perjudicado, invierte los hechos. Además, este texto introduce un recuento de daños materiales, como una mirada hacia atrás desde un “ahora”, que será continuado en el texto siguiente.
El próximo texto complementario es también sobre consecuencias: si el anterior hablaba de daños físico-materiales a instalaciones, ahora se hablará de consecuencias de otra naturaleza: desabastecimiento y pérdidas financieras. Se recuerda un punto muy sensible, la alimentación: “Sectores periféricos de la capital dan primeras señales de dificultades para acceder a alimentos” (El Mercurio, 26 oct. 2019, portada, cursivas nuestras). La elección de las palabras que ocupan la función de sujeto y complemento verbal es muy precisa: la “periferia” está con dificultades de tener “alimento”. Se trata, como en el caso del texto sobre la suspensión de la “agenda social” y del Metro, de hacer una inversión de causa y consecuencia, de hacer las manifestaciones “culpables” de las mismas cosas contra las que originalmente se dio la insurgencia: a causa de las manifestaciones, los más pobres pueden quedarse sin alimentos. Y la segunda parte del texto, recuerda las pérdidas financieras, también con una selección de términos especial: “Comercio cifra las pérdidas en U$1.400 millones” (El Mercurio, 26 oct. 2019, portada, cursivas nuestras). Las “pérdidas” tienen que figurar en dólares, porque siempre será una moneda multiplicadora. El dólar varía todos los días, pero una constante es que siempre multiplica la unidad-moneda por algunos centenares de veces. No se tiene una idea precisa de cuantos pesos chilenos suman la “pérdida”, pero se está seguro que es algo mucho mayor que los “1.400 millones” del numeral, porque son dólares. Hay mucho que perder, pues, a causa de las manifestaciones, y mucho que perder todavía si ellas no cesan y entran bajo la gran Unidad que se inaugura en la marcha del 25.
El último texto complementario de “El Mercurio” es la palabra que representa el orden, son del general Director de Carabineros. La posición del texto es estratégica: si se empieza con el discurso-apelo del mandatario máximo, se termina con el discurso de las fuerzas de orden, y entre el primero y el último, figuran las razones por las que es necesario hacer la Unidad a la que llama el presidente. Como dice el lema del escudo nacional de Chile, “POR LA RAZÓN O LA FUERZA”:

Pero esta “fuerza” tiene que venir con otro nombre, el de la “paz”: “Actuar policial: ‘No somos entrenados para hacerles daño a las personas. Al contrario, queremos que nos reconozcan como un agente de paz y facilitadores de su vida’” (El Mercurio, 26 oct. 2019, portada, cursivas nuestras). La organización de conceptos traídos por la selección de palabras es aquí muy importante. Primero, la palabra impersonal del periódico irá a introducir cómo se debe entender la “acción” policial, dando voz en seguida a la calificación por las palabras del representante de carabineros, que presentan “entrenamiento”, “hacer daño”, “agentes de paz”. Dentro de la secuencia de textos complementarios, la palabra de la Fuerza se da inmediatamente en seguida de las columnas que presentaban las consecuencias de las manifestaciones, es decir, de las acciones de los “vándalos” que causan “pérdidas” sólo mensurables en “millones” de dólares. Es así que cuando se introduce el “entrenamiento” que “no es” para hacer daño. La definición de “entrenar”, según la RAE, es: “1. tr. Preparar o adiestrar personas o animales, especialmente para la práctica de un deporte” (RAE, 2019, entrada “entrenar”, s./p.). Cuando el general afirma que el entrenamiento no es para dañar a las personas, se entiende que los daños sucedieron, innegablemente3, pero que no hubo la intención de hacerlos. Se invoca la idea de que el entrenamiento es impersonal y sólo se siguen procedimientos. Pero igualmente, la posición del texto como última columna se refiere a lo que podría venir, o sea, que aún sin intención, por la fuerza impersonal del entrenamiento, los daños pueden suceder, siempre en nombre de la “paz”, del mantenimiento de la Unidad a la que llama el presidente.
Es, entonces, bajo toda esta preparación textual que la portada de “El Mercurio” del 26 de octubre reproduce su fotografía de la marcha del 25. Para recibir el concepto de una gran Unidad nacional, invocada por el presidente con ayuda de “Dios”, bajo la cual los “incidentes”, “desmanes” y “vándalos” deben ser traídos a la razón por la fuerza, es que se estampa la forma de un solo cuerpo de personas, en la cual desaparecen los individuos (sus deudas estudiantiles, sus pensiones insuficientes, su imposibilidad de pagar un pasaje más caro de Metro o descansar menos, día tras día de trabajo) para dar lugar al mito de “un Chile”.
Pasamos ahora a la portada de “La Tercera” del 26 de octubre de 2019. Como mostramos anteriormente, esta portada trae primero la fotografía y los textos en la parte baja de la página.
El titular en letras grandes “Una marcha que hace historia” es seguido por dos subtitulares, “Más de 1,2 millones de personas se manifestaron en la Plaza Italia, en la concentración más masiva en 30 años”, al lado izquierdo, y “Políticos de todos los sectores valoraron la convocatoria de una cita que se desarrolló pacífica y que derivó en desmanes” al lado derecho (La Tercera, 26 oct. 2019, portada). Esta secuencia de textos, según vemos, es menos compleja que la dispuesta por “El Mercurio”, tal vez porque éste, desde su origen, se dirige a las élites chilenas, mientras que “La Tercera”, que se inició como producto popular, con las transformaciones antes mencionadas, ha encontrado su lugar en las clases medias (Santa Cruz Grau, 2016). Así, el primer subtitular es la confirmación del titular: se “hace historia” porque hacía 30 años desde que no se concentraba tanta gente en las calles. En comparación con “El Mercurio”, sin embargo, este primer subtitular de “La Tercera” aporta una información que el primero no tenía: el local de la concentración. Mientras que el primero mencionó algo tan amplio como “el centro de la capital”, el segundo especifica que es “la Plaza Italia”, justamente un lugar por donde quien va a su trabajo en el centro de Santiago y usa transporte público pasa con frecuencia, mientras que quien lo hace en vehículos particulares no. Es notable también que esta plaza es un lugar de actos públicos, definitivamente no el tipo de lugar de encuentro al que el público de “El Mercurio” se dirige. También se debe apuntar que el verbo describiendo la acción de las personas en “La Tercera” es “se manifestaron”, mientras que en “El Mercurio” es “se concentraron”, una elección de palabras distinta, de acuerdo a la clase que se dirige el discurso.
Sin embargo, el segundo texto subtitular de “La Tercera” no deja de encontrarse con los sentidos construidos por “El Mercurio”: como este último habló de las actividades del congreso e incluso dio la palabra a un senador, así lo hará “La Tercera”, considerando a “políticos de todos los sectores”, es decir, se invoca una neutralidad o equilibrio en la valoración del acontecimiento de 25 de octubre. Ya cerrando el segundo subtitular, viene entonces la expresión que los medios noticiosos en general vinculan a las manifestaciones populares: “se desarrolló pacífica y que derivó en desmanes”. Los “desmanes”, pues, nuevamente, no pueden estar ausentes, son los “incidentes”, que siempre pueden poner en riesgo la gran Unidad que se destila de “El Mercurio” y que en “La Tercera” son subproducto, un “derivado” de la marcha que “hace historia” (La Tercera, 26 oct. 2019, portada, cursivas nuestras).
Los textos complementarios en “La Tercera” son seis. El primero: “PDI revisa más de 20 mil videos por incendios a la red del Metro” (La Tercera, 26 oct. 2019, portada). “PDI” es la Policía de Investigaciones, la policía civil (mientras los Carabineros son la policía militar). El primer texto complementario recuerda, pues, a su lector, de los acontecimientos de las estaciones de Metro, de los días anteriores al 25, y muestra que todo está monitoreado, que los “vándalos” (como se decía en “El Mercurio”) se están investigando, están vigilados, que el brazo de la ley los alcanzará tarde o temprano.
El segundo texto dice que “Andrónico Luksic se abre a un impuesto al patrimonio” (La Tercera, 26 oct. 2019, portada). Luksic es un empresario chileno, cuya familia consta en la lista de multimillonarios de Forbes. La mención de su nombre es estratégica porque es justamente el tipo de hombre “exitoso” que la clase media sueña en ser. Y lo que dice el diario es que él estaría dispuesto a pagar impuesto sobre el patrimonio, quiere decir, que está dispuesto a hacer su parte de “sacrificio” en este momento “histórico”. Cuando se tiene en mente el sentido de este texto y se reconsidera el texto anterior, sobre la PDI, empieza a aparecer el diseño de la lógica del conjunto de textos complementarios: con excepción del tercero4, el cuarto, el quinto y el sexto introducirán la idea de que en este momento “histórico” todos están trabajando por Chile.
Así, después de la policía y del gran empresario, el cuarto texto complementario dará la vez al Gobierno, al mediano y al pequeño empresario: “Gobierno sube a 5% la cotización extra de reforma previsional” (La Tercera, 26 oct. 2019, portada). Esto quiere decir que los empresarios pasarán a contribuir 1% más (de 4 para 5%) de impuestos laborales, por un proyecto presentado el día 25 por el gobierno al congreso, o sea el gobierno de derecha y liberal se “sacrifica” presentando un proyecto en la contramano de su ideología (más impuesto) y el empresario se “sacrifica” con un 1% a más de impuesto.
En seguida, es la vez de la clase política. El quinto texto complementario presenta una voz de diputado: “‘El modelo requiere urgentes y profundas correcciones’, Mario Desbordes, presidente RN” (La Tercera, 26 oct. 2019, portada). “Renovación Nacional” es un partido de Centro-Derecha, del cual Desbordes es presidente y por el cual se eligió diputado. La palabra de este representante político tiene mucho sentido porque parte de una posición política que corresponde casi con exactitud al público del periódico, y muestra al electorado de clase media que sus políticos están dispuestos a trabajar.
Por último, el sexto texto complementario trae la voz de un especialista: “‘Los que atacaron el Metro estaban organizados’ Gonzalo Yuseff, exdirector de la ANI” (La Tercera, 26 oct. 2019, portada). ANI es la Agencia Nacional de Inteligencia, o sea, también un organismo policíaco. Su exdirector concede su opinión profesional, aunque ya no sea parte de la agencia, ya no participa en ella, pero como “exdirector” pone su inteligencia al servicio de investigar los acontecimientos del Metro. Como en “El Mercurio”, es la voz de la Fuerza que encerrará la secuencia de textos complementarios, pero, diferentemente de él, es la voz de la Fuerza también quien la abre, con la voz de la PDI. De alguna forma, está ahí una antigua vocación de “La Tercera”, del tiempo en que era un periódico dedicado a noticias policiacas. En este momento “histórico”, hay que tranquilizar a la clase media con la idea de que los “vándalos” y protagonistas de “desmanes” están bajo vigilia y su “organización” ha sido identificada, que se garantizará el orden para que todos vuelvan al trabajo.
Después de la fotografía, pues, “La Tercera” presenta los textos que a la forma de la gran marcha introducirán el concepto de un orden restablecido en un día “histórico” en el que empresarios - grandes, medianos y pequeños -, el gobierno, los políticos y las fuerzas policiales trabajan juntos y con inteligencia para garantizar el futuro (“¿Qué dirá la historia en 30 años más?”, como decía el tercer texto complementario). De esta forma, “La Tercera” reproduce el mito del “único” país casi-desarrollado de Sudamérica, gracias al trabajo de sus ciudadanos que abominan los “desmanes”.
Conclusión en contrapunto: la fotografía de Susana Hidalgo, la imagen que no estuvo
Intentamos mostrar en el apartado anterior cómo los periódicos más tradicionales de Chile construyen el mito, lo que era el objetivo de nuestro artículo. No queremos terminar, todavía, sin hablar de una imagen que no estuvo presente y ningún gran medio noticioso chileno, impreso o digital, ni el día 25, ni el día 26 de octubre5. Es importante considerar la imagen que no estuvo, porque su ausencia tiene significado. El contenido y forma de esa fotografía, cuando comparados con las de los periódicos, componen un contraste de fuerte sentido. La imagen a que nos referimos es la que sigue:
Esta fotografía fue tomada por la actriz chilena Susana Hidalgo, quien se había juntado a las protestas del día 25 de octubre. En una entrevista concedida por escrito a “BBC News Brasil”, la actriz relata los momentos que llevaron a la captura de la imagen:
Avanzamos conscientemente por los espacios que algunas personas dejaban hasta que llegamos a la estatua, que siempre fue un imán en las manifestaciones y no solo para mí.
Y allí estaba la estatua del general Baquedano tomada por la gente.
Encima de ella, un hombre cuyo nombre aún no conozco llevaba la hermosa bandera mapuche que ondeaba, bonita, entre todas las banderas.
Me acerqué, y justo después de que un helicóptero pasara en la distancia ese hombre levantó los brazos hacia el cielo y permaneció así durante unos segundos.
Respiraba, parecía como si estuviera observando el horizonte, y la bandera mapuche que ondeaba libremente se alzó contra el cielo del atardecer, que parecía incendiarse, y se mezcló naturalmente con un humo cercano.
Las ollas se escucharon con más fuerza y las “trutrucas” (instrumento indígena mapuche) que aparecieron de repente se convirtieron en los protagonistas. Fue algo potente (Carmo, 30 oct. 2019, s./p.).
Además de ese testimonio sobre el momento, también es importante mencionar acerca de la producción de la misma imagen, o sea, materialmente, cómo se dio el momento de su captura: “Tomé varias fotos con mi teléfono. Quiero aclarar que no estudié fotografía, pero es una de las herramientas que tengo para expresarme, especialmente en este momento” (Carmo, 30 oct. 2019, s./p.). Es pues, una foto tomada desde un teléfono, por una participante de la marcha. Si se consideran todavía los términos en que se consideraron técnicamente las fotografías de los periódicos anteriormente, en este caso el “encuadre” es el “plano general medio”: “El ambiente sigue siendo lo más importante, pero presenta una relación de mayor equilibrio entre la figura y el contexto. La persona es reconocible (Real, 2010, p. 3). El “ángulo” es el “contrapicado”, o sea “la cámara capta al sujeto desde abajo; se ubica por debajo de la posición para el ángulo normal” (Real, 2010, p. 5), y considerando la categoría de “estatismo/dinamismo”, creemos que se puede decir que es de “acción rápida”: “acción rápida: aquella en la que dominan los movimientos intensos, veloces o fuertes” (López Del Ramo; Humanes, 2016, p. 93), pero no porque hay “velocidad”, sino porque hay “fuerza” en los gestos.
Lo que se desprende de esa imagen y de las palabras de su autora, es, en primer lugar lo sorprendente de la espontaneidad del registro. Un triángulo se forma desde la base de la imagen hasta la bandera Mapuche en el alto centro, haciendo que ocurra una proporción y equilibrio dentro de la imagen. En esa altura, la bandera contrasta con el cielo, alumbrado por el sol y al mismo tiempo sobrepuesto por el humo.
Las informaciones aportadas por la autora acerca del espacio de los hechos, igualmente es muy importante para interpretar la imagen. La estatua es un homenaje al “General Baquedano”, cuyo nombre es Manuel Baquedano (1823-1897) y es considerado un héroe militar de la historia de Chile por sus logros en la Guerra del Pacífico, dada entre Chile y la Confederación Peruano-Boliviana en el siglo XIX (Guevara, 2000). Pero ese no es su único hecho militar: de acuerdo con Guevara (2000) y Marley (2008), también fue el responsable por la represión y “conquista” de la región de la Araucanía en los años 70 del siglo XIX, la cual es justamente el territorio histórico de los Mapuche. Éstos, desde los tiempos de la conquista española y a lo largo de la existencia de la República de Chile siempre han resistido a las autoridades constituidas. Incluso, uno de los primeros poemas épicos acerca de Chile producidos por la literatura española, se intitula “La Araucana”, escrito por Alonso de Ercilla entre 1569 y 1588, y trata justamente sobre los intentos españoles por conquistar a los nativos de la región de la Araucanía. Ahora, en el siglo XXI, los araucanos o Mapuche siguen en sus actos de resistencia, en conflicto con los terratenientes apoyados por el Estado, y son tratados como “terroristas” tanto por las leyes chilenas como por la prensa (Segovia; Basulto; Zambrano, 2018). Irónicamente, el himno nacional de Chile, en su cuarta estrofa, dice:
Con su sangre el altivo araucano
nos legó, por herencia, el valor;
y no tiembla la espada en la mano
defendiendo, de Chile, el honor
Fonte: (Chubrétovich, 1991, p. 28).
Irónicamente, porque el siglo XIX y el XX, como dijimos, son marcados por ataques y desplazamientos del pueblo Mapuche por iniciativa de ese mismo Chile, de quien el “altivo Araucano” se solicita que “defienda el honor”.
De esta manera, cuando la fotografía de Hidalgo destaca en lo más alto a un joven con la bandera Mapuche sobre la estatua de Baquedano se construye también un fuerte símbolo de insurgencia de los oprimidos en contra de sus opresores históricos. Además, las banderas de Chile quedan en la imagen justamente en la misma altura de la estatua, mientras que la del pueblo Mapuche queda en lo alto: por sobre los hombros del general y por sobre las banderas de Chile, la nueva generación lleva a lo más alto el grito y el símbolo de resistencia de los que sufren bajo una historia, una ley y una sociedad excluyentes.
Creemos que la fotografía de Hidalgo, aun con toda la belleza y fortaleza que trae, jamás sería portada de periódicos de gran circulación, pues es la imagen de insurgencia ante todos los ideales difundidos por los mitos que construyen los discursos de los propietarios de los medios de producción y circulación de imágenes, los mismos ideales que mantienen el status quo cuando los ciudadanos los reproducen.
Fontes
CARMO, Marcia. “Chile despertó”: Susana Hidalgo, la famosa actriz que tomó la imagen más icónica de las protestas. BBC News Brasil. 30 oct. 2019. Disponible en: https://bbc.in/3pQwhLJ. Acceso en: 11 dez. 2021.
CNN CHILE. Min. de Economía y nueva tarifa de Metro: “Quien madrugue puede ser ayudado a través de una tarifa más baja”. CNN CHILE. 07 oct. 2019. Disponible en: https://bit.ly/3lVj03z. Acceso en: 11 dez. 2021.
EL MERCURIO. Portada. El Mercurio, n. 66.832, 26 oct. 2019.
GUEVARA, Tomás. Ocupación de la Araucanía. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2000.
INDH. Director INDH condenó desnudamientos, perdigones a los ojos y exigió a Carabineros acelerar sumarios por violaciones a los DDHH. INDH. 07 nov. 2019. Disponible en: https://bit.ly/3dKoJVg. Acceso en: 11 dez. 2021.
LA TERCERA. Portada. La Tercera, [s.I.], 26 oct. 2019.
MEMORIA CHILENA. Mision Klein Saks. In: MEMORIA CHILENA. Conformación de la ideología neoliberal en Chile (1955-1978). Santiago: Biblioteca Nacional de Chile, 2018.
RAE. Diccionario de la lengua española. Real Academia Española. 2021. Disponible en: https://dle.rae.es/. Acceso en: 11 dez. 2021.
REAL, Julio. Taller de producción Audiovisual I. Facultad de Periodismo y Comunicación Social. 2010. Disponible en: https://bit.ly/3rXXMGa. Acceso en: 11 dez. 2021.
URREJOLA, José. La cronología del estallido social de Chile. Deutsche Welle. 25 nov. 2019. Disponible en: https://bit.ly/3IIYNYD. Acceso en: 11 dez. 2021.
Referências
ÁLVAREZ SAN MARTÍN, Roberto. Imágenes de la prensa, el empresariado y los parlamentarios sobre el conflicto mapuche. Gazeta de Antropología, n. 27, v. 1, p. 1-10, 2011.
BARTHES, Roland. Mitologias. Rio de Janeiro: Bertrand Brasil, 2001.
BERNEDO PINTO, Patricio; ARRIAGADA CARDINI, Eduardo. Los Inicios de El Mercurio de Santiago en el epistolario de Agustín Edwards Mac Clure (1899-1905). Historia (Santiago), v. 35, p. 13-33, 2002.
CHUBRÉTOVICH, Carlos Álvarez. Canción Nacional de Chile. Santiago: Editorial La Noria, 1991.
COUYOUMDJIAN, Ricardo; ROZAS, Eliana. La Hora: cambios radicales. Cuadernos.info, n. 11, p. 90-97,1996.
EDUCARCHILE. Escudo de Chile. Educarchile. 2021. Disponible en: https://bit.ly/3228bWH. Accedido en: 11 dez. 2021.
FOLCH VERDUGO, Francisco José. La Hora: 1935-1951. Bicentenario, n. 1, p. 204-212, 2002.
GARCÍA LUARTE, Alfredo. Realidad del periodismo y los medios en Chile. ComHumanitas, v. 1, n. 1, p. 71-77, 2010.
HEREDIA, Angélica. “La Tercera”: Nuevo diseño, nueva identidad. Cuadernos de Información, n. 16-17, p. 36-47, 2004.
LÓPEZ DEL RAMO, Joaquin; HUMANES, María. Análisis del framing visual y sus componentes en el tratamiento fotográfico de la crisis de los refugiados sirios en medios de prensa internacional. Scire, n. 22, p. 87-97, 2016.
MACHADO, Arlindo. A ilusão especular. São Paulo: Editora Brasiliense; FUNART, 1984.
MARLEY, David. Wars of America: a chronology of armed conflict in America. New York: ABC-Clio, 2008.
NAVIA, Patrício; OSORIO, Rodrigo; VALENZUELA, Francisca. Sesgo político en las lunas de miel presidenciales: El Mercurio y La Tercera, 1994-2010. In: ARRIAGADA, Arturo; NAVIA, Patricio (Eds.). Intermedios: medios de comunicación y democracia en Chile. Santiago: Ediciones Universidad Diego Portales, 2013, p. 35-58.
SANTA CRUZ GRAU, Luís Eduardo. Mediatización de las políticas educativas en Chile: el discurso de los diarios La Tercera y El Mercurio sobre la Ley General de Educación (2006-2009). 554f. Doctorado en Ciencias de la Educación pela Universidad de Granada. Granada, 2016.
SEGOVIA, Pablo; BASULTO, Oscar; ZAMBRAN, Pablo. Imaginarios sociales y representaciones: su aplicación a análisis discursivos en tres ámbitos diferentes. Empiria, n. 41, p. 79-102, 2018.
SOTO GAMBOA, Angel. El Mercurio y la difusión del pensamiento económico liberal 1955-1970. Santiago: Instituto Libertad, 1995.
Notas
Notas