El libro compilado por Miranda Lida e Ignacio López se enfoca en un periodo que, si bien breve, reviste gran importancia en la historia argentina: el golpe militar de junio de 1943 y la consiguiente dictadura de 1943-1946 de la cual emergió Juan Domingo Perón. Como bien lo señalan en la introducción, este periodo ha sido objeto de numerosos análisis que lo consideran como el epílogo de la república fraudulenta de la restauración conservadora de 1930-1943, o bien como el prólogo para el inevitable ascenso de Perón y su movimiento, consagrados en la elección de 1946. De este modo, el objetivo del libro es complejizar y rescatar la especificidad de la dictadura para revelar “su devenir no lineal, sino más bien zigzagueante, que culminó en la elección de 1946” (p. 11) y, a la vez, resituar el lugar de Perón. Esta perspectiva no sólo evita una narración teleológica, sino que también es una propuesta metodológica en tanto que rescata el carácter contingente y las cambiantes agendas de los actores políticos y sociales que se vieron involucrados.

El libro desarrolla estas ideas a lo largo de once capítulos divididos en dos secciones elaborados por reconocidos historiadores, que iluminan las contradicciones y ambigüedades de los distintos actores en un mundo cambiante y confuso. Un aspecto interesante que destacan los textos es la clara atención a la situación global de la dictadura argentina. Como agudamente señalan Lida y López, el golpe y el régimen militar iban a contramano de las derrotas del Eje y el afianzamiento de las democracias, pero estos procesos no eran para nada evidente para los actores durante gran parte del periodo. Así, a medida que “la tormenta del mundo”, en palabras de Tulio Halperín Donghi, se resolvía por la causa democrática, la dictadura se vio obligada a modificar sus objetivos y, eventualmente, llamar a elecciones. Esta trayectoria sinuosa se reflejó en los cambios de liderazgo y políticas del régimen, explora dos por López, y de las políticas desarrolladas hacia la universidad analizadas por Pablo Buchbinder y Osvaldo Graciano. La misma atención a la situación global del proceso argentino se puede apreciar en los capítulos de Hernán Camarero sobre el Partido Comunista y Sandra McGee Deutsch sobre la Junta de la Victoria. Tanto los comunistas como las mujeres antifascistas contaban con una activa participación en frentes políticos y culturales que desde la década de 1930 vinculaban la lucha antifascista a nivel local e internacional. En estos casos, la dictadura significó una importante transición y eventual quiebre, en tanto la marginación impuesta por la represión estatal sobre ambos grupos se profundizaría con el surgimiento y consolidación del proyecto de Perón.

Los capítulos dedicados a políticas económicas, sociales y laborales también revelan un mundo de claroscuros y ambigüedades, de continuidades y rupturas. Beatriz Bragoni y Patricia Olguín muestran cómo los militares golpistas y filosfascistas de 1943 se encontraron con una situación económica relativamente privilegiada, producto de las reformas económicas y los nuevos instrumentos financieros y tributarios implementados desde la década anterior que les permitieron fortuitamente un “vuelco decisivo en la planificación económica, el gasto público y la redistribución del ingreso” (p. 68). Por su parte, Pablo Canavessi coloca el nuevo orden legal creado por el régimen en la relación entre trabajadores y el Estado en una línea temporal que se remonta a principios de siglo y con atención a desarrollos no sólo nacionales sino también provinciales. Así, el capítulo detalla las dispu tas internas del régimen y las tensiones y complicaciones que generaron la implementación en distintos tiempos de las nuevas políticas laborales, que tendrían mayor definición durante las administraciones de Perón en 1946-1955. En su capítulo, Claudio Belini explica el desordenado y no siempre claro proceso de industrialización llevado a cabo por el régimen militar, sujeto a disputas entre los militares y a cambios y controversias con burocracias estatales -incluyendo una nueva generación de economistas e ingenieros industriales- y empresarios.

En este sentido, Belini enfatiza algo que también observan Canavessi, López y Buchbinder y Graciano en sus capítulos en relación con la construcción de poder del régimen: la dictadura no sólo se definió por un enfrentamiento nítido y rígido con la oposición política e intelectual reprimida -la cual, como indican Francesco Ragno y López en otro capítulo, también navegó fragmentada entre distintas estrategias en un contexto cambiante que eventualmente se decantó en la polarización política, social e ideológica hacia 1945. Fundamentalmente, los autores señalan que el régimen militar debe comprenderse también en las divisiones hacia adentro del Estado entre diferentes burocracias estatales. López lo indica en su análisis de la cambiante arquitectura en cuanto a la institucionalización del régimen militar, mientras que Buchbinder y Graciano lo hacen en relación con los funcionarios e intelectuales nacionalistas y católicos que participaron de la política cultural y educativa del régimen. Los capítulos revelan así nuevas dimensiones de la crisis del sistema político en 1930-1943, que proveyeron la base para nuevos desarrollos que señalan continuidades a la vez que rupturas con el orden vigente hasta 1943.

Las ambigüedades y contradicciones también estuvieron a la orden del día en el mundo de la cultura, explorado en el capítulo de Andrea Matallana y los dos de Miranda Lida y que dialogan directamente con los de Buchbinder y Graciano y Deutsch. Matallana analiza la nueva relación que el gobierno militar construyó entre la radio y la política en su búsqueda de construir legitimidad, en el que las nuevas instituciones y políticas delineadas por el Estado para controlar el sistema afectaban no sólo contenidos sino también lógicas hasta entonces dominadas por aspectos comerciales. Por su parte, Lida analiza en un primer capítulo la diversidad y complejidad de los sectores católicos frente al régimen militar, que les ofrecía nuevas oportunidades en la deseada construcción de la nación católica a la vez que les generaba recelos y conflictos por la ocupación de espacios reclamados por la Iglesia y por la polarización política y social que afectaba la unidad de la Iglesia. El segundo capítulo de Lida estudia las posiciones de dos revistas culturales paradigmáticas del periodo, la liberal Sur y la católica Criterio, y sus directores, Victoria Ocampo y Gustavo Franceschi, respectivamente, ubicadas en lados opuestos del espectro político-ideológico. El análisis sutil revela que más allá de sus diferencias en relación con sus trayectorias e ideas fundamentales desde los años treinta, hubo áreas de convergencia en cuanto a su posicionamiento como referentes de la cultura culta, sus recelos de mayor o menor grado sobre la democracia de masas de Perón y su alineamiento prooccidental durante la Guerra Fría en clave anticomunista.

Tanto en los capítulos individuales como en su conjunto, el libro cumple ampliamente con su propuesta historiográfica, teórica y metodológica. El golpe de Estado, el régimen militar y el surgimiento de Perón son analizados en toda su complejidad, en la que los actores iban definiendo sus posiciones en un mundo cambiante. Quedan claras las continuidades con procesos políticos, económicos, sociales, laborales y culturales previos, pero a la vez, los capítulos demuestran que hacia 1946 la emergente Argentina peronista ya mostraba cambios significativos que se profundizarían en los años siguientes. Este análisis, a la vez detallado, sutil y complejo, es una contribución importante a distintas áreas de la historiografía argentina que han experimentado una importante renovación en años recientes, incluyendo el peronismo, el antifascismo, la historia de las mujeres, la historia política, económica y social de entreguerras y las redes culturales e intelectuales a nivel local y transnacional. Escrito con un estilo ágil y accesible y basado en sólidas bases empíricas y metodológicas, el libro es no sólo de consulta obligada para los especialistas sino también para un público más amplio interesado en estos años fundamentales para la historia argentina.