Resumen: La Metodología para el Análisis del Subsistema Vida Cotidiana (MASVC), fundamentada en la fenomenología-existencial de la geografía, incorpora la dimensión subjetiva del espacio geográfico a la teoría y práctica del Ordenamiento Territorial, con el objetivo de generar regulaciones y definiciones de usos de suelo más responsables, respetuosos y cercanos a las simbolizaciones, sentimientos y emociones de las personas y sus territorios involucrados. Este planteamiento es resultado de una investigación inductiva con tres aristas: (1) la propuesta teórico-conceptual que introduce la caracterización y diagnóstico del “Subsistema Vida Cotidiana” (SVC) al sistema territorial, con base en la triada conceptual “los espacios de la vida cotidiana” (lugar cotidiano, espacio vivido y patrimonio-territorial); (2) un diseño metodológico mixto constituido por un análisis cualitativo espacializado y un Sistema de Información Geográfica Participativo; y (3) la totalización de la experiencia de los rancheros californios que habitan la Zona Arqueológica de la Sierra de San Francisco.
Palabras clave: Geografía humanística, ordenamiento territorial, espacios de la vida cotidiana, Subsistema Vida Cotidiana, metodología mixta.
Resumo: A Metodologia de Análise do Subsistema do Cotidiano (MASVC), baseada na fenomenologia-existencial da geografia, incorpora a dimensão subjetiva do espaço geográfico na teoria e na prática do Ordenamento Territorial, com o objetivo de gerar regulamentações e definições dos usos do solo mais responsáveis, respeitosos e próximos das simbolizações, sentimentos e emoções das pessoas e seus territórios envolvidos. Esta abordagem é fruto de uma investigação, alicerçada em três pontos: (1) a proposta teórico-conceitual que introduz a caracterização e diagnóstico do “Subsistema da Vida Cotidiana” (SVC) ao sistema territorial, com base na tríade conceitual “espaços da vida cotidiana” (lugar cotidiano, espaço vivido e patrimônio-territorial); (2) um desenho metodológico misto armado com uma análise qualitativa espacializada e um Sistema de Informação Geográfica Participativa; e (3) a totalização da experiência dos rancheros californios que habitam a Zona Arqueológica da Serra de São Francisco.
Palavras-chave: Geografia humanista, Ordenamento Territorial, espaços da vida cotidiana, Subsistema do Cotidiano, metodologia mista.
Abstract: The Analysis of the Everyday Life Subsystem Methodology (AELSM), grounded by existential-phenomenology of geography, inserts the subjective dimension of geographical space into the spatial planning theory in order to achieve a more bonded way of managing and zoning land use processes with symbols, feelings, and emotions attached in the territories by people. This proposal is an inductive research result rooted on three points: (1) the theoretical-conceptual approach to joining the characterization and assessing of the “Everyday Life Subsystem” (ELS) into the territorial system, based on the "everyday life spaces” conceptual triad (everyday place, lived space, and territorial-heritage); (2) a mixed methodological design constituted by a spatialized qualitative analysis and a Participatory Geographic Information System; and (3) the situation of the rancheros californios and the Archaeological Zone of the Sierra de San Francisco as an empirical experience theoretically totalized.
Keywords: Humanistic geography, spatial planning, everyday life spaces, Everyday Life Subsystem, mixed methodology.
Subsistema vida cotidiana: aporte metodológico al ordenamiento territorial desde la Zona Arqueológica de la Sierra de San Francisco, México
Subsistema vida cotidiana: contribuição metodologica ao ordenamento territorial da Zona Arqueológica da Sierra de San Francisco, México
Everyday life subsystem: a methodological contribution to spatial planning from the Archaeological Zone of the Sierra de San Francisco, Mexico
Recepción: 01 Junio 2022
Aprobación: 01 Julio 2022
Publicación: 01 Julio 2023
Ante la tendencia de planeación y ordenación del territorio con parámetros objetivos, alejados de las experiencias, símbolos, valoraciones y cultura de las personas sujetas a tales procesos, este artículo presenta la propuesta de la Metodología para el Análisis del Subsistema Vida Cotidiana [MASVC], cuyo objetivo es integrar la dimensión subjetiva del espacio geográfico al proceso de Ordenamiento Territorial [OT], para generar planes y regulaciones de actividades humanas y usos de suelo más cercanos a la realidad cotidiana de los habitantes involucrados. La MASVC es un resultado teórico y metodológico totalizado de la tesis que sostiene la comprensión y operativización de la dimensión subjetiva y vivencial del territorio como parte de la teoría y práctica del OT, a partir de: (1) la articulación de la triada conceptual los espacios de la vida cotidiana (Costa, 2016; Costa, 2021; Gómez, 2001, 2006; Lindón, 2006a, 2006b); (2) la incorporación del denominado Subsistema Vida Cotidiana [SVC] al sistema territorial (constituido por los subsistemas social, económico y ambiental) (Rodríguez-Ventura, 2018, 2019; y (3) la experiencia empírica de la Zona Arqueológica de la Sierra de San Francisco [ZASSF] y sus habitantes: los rancheros californios (Rodríguez-Ventura & López, 2021), localizada en el Municipio de Mulegé, en el estado de Baja California Sur, México.
Con base en un giro crítico-propositivo, la MASVC, de orden mixto, construye un puente entre la fundamentación sistémica del OT (Gómez & Gómez, 2013; Massiris, 2002, 2012; Sánchez, Bocco & Casado, 2013; Troitiño, 2008) y el método fenomenológico-existencial de la geografía humanística (Santos, 2000; Seamon, 2018), para conectar el enfoque de la planeación territorial con el análisis de la indisolubilidad entre territorio y sus habitantes a partir de sus conexiones existenciales, subjetivas, cotidianas y culturales. En este sentido, dos ejes centrales de argumentación fueron tejidos:
La ontología originaria del espacio geográfico y su naturaleza híbrida, entre lo objetivo-subjetivo y las distancias métricas-afectivas (Santos, 2000; Silveira, 2006). Aspecto medular que diluye la perspectiva dicotómica entre lo objetivo y subjetivo del espacio geográfico, al tiempo que genera un abordaje totalizador que considera al tiempo y al espacio como condiciones de la existencia.
La propiedad intrínseca del sistema territorial para abstraer nuevos subsistemas (Bertalanffy, 2006; Gómez & Gómez, 2013). Punto nodal para abrir la abstracción del sistema territorial e incorporarle el denominado SVC. La triada conceptual los espacios de la vida cotidiana funciona para caracterizar y diagnosticar el SVC (figura 1), con base en el trabajo de geógrafos latinoamericanos ampliamente reconocidos dentro del paradigma de la geografía humanística. En este sentido, Alicia Lindón (2006a, 2006b) y su Geografía de las Vidas Cotidianas aporta una estructura conceptual para abordar la espacialidad de la vida cotidiana a través de conocer los lugares cotidianos que las personas utilizan y viven día a día, hasta configurar un espacio de vida; al mismo tiempo, la autora introduce el concepto de espacio vivido como la carga afectiva depositada por las personas en los lugares. El geógrafo mexicano Juan Carlos Gómez (2001, 2006) profundiza en la conexión subjetiva, simbólica y vivida del espacio geográfico con base en la reflexión del concepto espacio vivido y las características de los humanos como seres culturales. Por su parte, desde la crítica a la patrimonialización global que sustenta una lectura elitista e institucional del patrimonio, el trabajo de Everaldo Costa (2016, 2021) teoriza el concepto-hecho del patrimonio-territorial para forjar una óptica de comprensión de la patrimonialización desde los habitantes de los territorios de excepción, cuya condición está vinculada con formas particulares de existencia, resistencia e historias como latinoamericanos; con base en lo anterior, los aspectos cotidianos y propios de los indígenas, mestizos, negros y pobres también son valorados como patrimonio pues sus raíces sintetizan la historia de nuestro continente en movimiento.

Fuente: Elaboración propia con base en Costa (2016, 2021), Gómez (2001, 2006) y Lindón (2006a, 2006b).
A continuación, se presenta cómo estas aportaciones son incorporadas a esta propuesta para tratar puntalmente realidades territoriales sujetas a procesos de OT y lograr la caracterización y comprehensión del SVC a través de la triada conceptual los espacios de la vida cotidiana. El lugar cotidiano es el primer concepto de esta triada y permite conocer los lugares que las personas usan en la vida cotidiana, pero a partir de sus propias percepciones y rutinas (Lindón, 2006a, 2006b), así como usos de suelo cotidiano. El espacio vivido brinda un acercamiento a las emociones, símbolos y sentimientos que los sujetos dotan a sus lugares cotidianos (Gómez, 2001, 2006; Lindón, 2006a, 2006b). Con el patrimonio-territorial se identifican lugares, prácticas y aspectos patrimonializados desde la vida cotidiana y cultura propios de los habitantes los territorios sujetos a un proceso de ordenación, con base a su historia e independientemente de si tienen, o no, reconocimiento patrimonial institucional.
La construcción de la MASVC es resultado de un proceso investigativo inductivo sobre las contradicciones derivadas a partir de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia [INAH] estableció el Plan de Manejo y un proceso de ordenación y gestión territorial del polígono de la “Zona Arqueológica de la Sierra de San Francisco” (INAH, 1994; Rodríguez-Ventura & López, 2021) (figura 2). El polígono ha garantizado los siguientes aspectos:
1. Protección y conservación del arte rupestre, compuesto principalmente por las pinturas rupestres Gran Mural, petrograbados y vestigios de antiguos indígenas (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1993) (Gutiérrez, Hambleton, Hyland, & Stanley Price, 1996) (figura 3Erro! Fonte de referência não encontrada.).
2. Incorporación de los rancheros californios (herederos de la cultura vaquera misional bajacaliforniana) (Crosby, 2010) como guías obligatorios en la ZASSF.
3. Regulación del turismo a partir del establecimiento de sitios arqueológicos para visitas o investigación, construcción de infraestructura, delimitación de sitios de camping y rutas


Fuente: Acervo del autor, 2019.
A pesar de lo anterior, también es un hecho que este proceso omitió la dimensión subjetiva y cultural de sus habitantes: los rancheros californios. Este vacío teórico-práctico derivó problemáticas como la mercantilización de la cultura ranchera por parte de agentes turísticos externos, la invasión de turistas y sus cámaras en los hogares, y en otras limitaciones territoriales (Rodríguez-Ventura & López, 2021); resultó de interés investigativo encontrar eco de este mismo fenómeno en otros casos de procesos de OT en ciudades, proyectos de planeación como Pueblos Mágicos y en otras zonas arqueológicas (Nahmad, 2018; Zúñiga, 2014).
La búsqueda de soluciones a esta problemática transversal encontró una alternativa en el planteamiento hipotético de un proceso de Ordenamiento Territorial Comunitario del turismo en la ZASSF. Con este ejercicio se abrió una posibilidad de innovación teórico-práctica que incorpora la vida cotidiana de los rancheros californios. Reto que implicó replantear la teoría, las metodologías y herramientas de la práctica del OT e identificar una salida viable en la investigación cualitativa espacializada, desde el paradigma de la geografía humanística, con base en herramientas como la observación participante, entrevistas a profundidad, cartografía social y los Sistemas de Información Geográfica Participativos [SIG Participativos].
Al respecto, del trabajo de campo (2017 y 2019) se obtuvieron los siguientes resultados:
1. Aproximación a las experiencias y apegos subjetivos de los rancheros californios por sus espacios de la vida cotidiana.
2. Comprensión de la dinámica de los usos de suelo cotidianos derivados de sus principales actividades económicas (ganadería caprina, producción de queso y turismo).
3. Localización de lugares que deben ser excluidos del turismo por su carga emotiva o por su grado de vulnerabilidad, como ciertos ranchos, sitios naturales o arqueológicos;
4. Propuestas endógenas referentes a la regulación del comportamiento de turistas en espacios íntimos, construcción de infraestructura, y apertura de rutas turísticas que integran las pinturas rupestres, petrograbados, paisajes naturales y elementos de la vida cotidiana serrana.
En los siguientes puntos se detallan las características de la MASCV a partir de su totalización; su construcción a partir de su aplicación en el caso de la ZASSF; y los principales resultados alcanzados.
La MASCV guía una investigación cualitativa espacializada sobre la vida cotidiana de los habitantes involucrados en un proceso de OT, a través de la triada conceptual los espacios de la vida cotidiana, la codificación y un SIG Participativo. La totalización de este procedimiento reside en su aplicación para la caracterización, diagnóstico e integración del SVC para cualquier proceso general de OT, principalmente en lo referente a planes concretos de cambios de uso de suelo, regulación de actividades humanas y políticas de planeación territorial, con base en la inclusión de las dimensiones existencial, subjetiva y de extensión del territorio.
La MASCV contribuye al flujo de información del sistema territorial del proceso de OT con la creación de conocimiento coherente referente al SVC, basado en un procedimiento metodológicamente riguroso, transparente, participativo, replicable y fácil de comunicar (Dieguez, Jobbagy, Torrella, Zelaya, Mochi & Zaccagnini, 2014). La MASVC parte de las siguientes preguntas de investigación:
Este planteamiento se desarrolla en seis fases (figura 4).

En la primera fase se hace el diseño metodológico con el objetivo general de articular los objetivos particulares de un proceso de OT, general o sectorial, con la estructura de herramientas metodológicas y observables de esta propuesta. Lo anterior se dirige a localizar, comprender y visualizar los espacios de la vida cotidiana de los habitantes para la caracterización y diagnóstico del SVC; insumos que posteriormente deben ser analizados para su incorporación en las etapas de planeación y gestión del territorio. De acuerdo con el paso previo, se plantean ocho temas que integrarán los resultados descriptivos y analíticos con las preguntas de investigación que guían a los catorce objetivos particulares, así como con los seis observables, las siete técnicas de investigación y los seis tipos de resultados, tal y como se sintetiza en las figuras 5 y 6. Se precisa que los obserbables son los sujetos, fenómenos u objetos de la realidad que contienen la información que se desea investigar. Dicha información es compatible con la Evaluación de Multi Criterio [EMC], técnica popular en la planeación. Lo anterior argumenta la aplicación de la MASV en otros casos particulares de OT. No obstante, esta adaptación no debe perder la concepción del SVC como un complejo objetivo-subjetivo espacializado que representa a los habitantes y sus espacios de la vida cotidiana en el sistema territorial.
Dicha información es compatible con la Evaluación de Multi Criterio [EMC], técnica popular en la planeación. Lo anterior argumenta la aplicación de la MASV en otros casos particulares de OT. No obstante, esta adaptación no debe perder la concepción del SVC como un complejo objetivo-subjetivo espacializado que representa a los habitantes y sus espacios de la vida cotidiana en el sistema territorial.
La definición de las estructuras de las herramientas metodológicas y sus instrumentos constituyen la fase de realización de guías de tópicos para la observación participante, el protocolo de elaboración de talleres de cartografía social, con las preguntas y leyendas diseñadas para el debate y el mapeo, así como la guía de las entrevistas a profundidad. La coherencia de este punto garantiza la sistematización del conocimiento, así como su estandarización aplicativa. A continuación, se precisan las bases de las técnicas metodológicas que constituyen la MASVC.
La observación participante es una herramienta de la etnografía, con origen en la antropología, incorporada a la geografía (Laurier, 2010; Silverman, 2017; Spradley, 1980; Winchester, 2005). Ésta consiste en involucrar al investigador con los sujetos de investigación, en la situación social de interés académico, para obtener datos a través de una observación sistematizada (Spradley, 1980). La MASVC toma esta herramienta para observar los espacios de la vida cotidiana con total respeto y empatía cultural, como insiders y con un rol descubierto como observador (Flick, 2014; Spradley, 1980) para comprender los usos de suelo cotidianos y su interacción con un proceso de OT (pasado, presente o futuro). Las observaciones deben ser registradas en un diario de campo, digital o físico, y acompañadas por fotografías y espacios de la vida cotidiana georreferreferenciados con GPS, con la debida aprovación de los habitantes y con fines dirigidos a la ordenación y planeación de su territorio.


Las entrevistas han sido utilizadas en el OT para la participación ciudadana (Lovrić & Lovrić, 2018). La MASVC incorpora las entrevistas a profundidad semiestructuradas, para dirigirlas a actores clave que permitan profundizar en la cultura, usos de suelo cotidianos, conocimientos y sentimientos por los espacios de la vida cotidiana, así como en experiencias en torno a procesos de OT; la implementación de este instrumento es una oportunidad para rescatar información no capturada en los talleres de cartografía social, o en la observación participante. La semiestructura de estas entrevistas debe partir de las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las principales actividades cotidianas que realiza la gente en la comunidad? ¿En qué consiste la realización de las actividades cotidianas más importantes para ustedes? ¿Cómo las realizan? ¿Qué conocimientos en la realización de sus actividades se debería conservar para futuras generaciones? ¿Por qué? ¿Las actividades que actualmente realizan tienen alguna relación con sus antepasados? ¿Qué significan y simbolizan los espacios de la vida cotidiana para ustedes y las actividades que ahí realizan? De ser el caso ¿Cómo ha sido la experiencia y el involucramiento de la comunidad en el OT actual?
La cartografía social en este contexto está dirigida a trabajar dos insumos:
1. Mapas sociales individuales sobre los espacios de la vida cotidiana.
2. Mapas sociales comunitarios sobre aspectos vinculados a OT.
La MASVC retoma las pautas metodológicas de la cartografía social a partir de los trabajos de Alvarado & Miranda[ii] (s/f), Lobatón (2009), Longhurst (2010), Vélez, Rátiva & Varela (2012), Duarte & Bolaños (2017), y Silverman (2017), quienes presizan la elaboración de mapas sociales través del mapeo comunitario-individual y la discusión simultanea de los participantes como un grupo focal. Desde este punto de vista, esta propuesta define una estructura teórico-práctica para la construcción del conocimiento y la recolección de información sobre la vida cotidiana espacializada de los habitantes sujetos a un proceso de OT, mediante los talleres de cartografía social. Esta estructuración asegura la transferibilidad de la sistematización a las diferentes comunidades involucradas, referente a su realidad cotidiana, cosmovisiones, posicionamientos político-territoriales, usos de suelo cotidianos, al tiempo que garantiza la trasferencia de esta información a un SIG Participativo, para la toma de decisiones y acciones en las fases de planeación y gestión (Alvarado & Miranda, s/f; Duarte & Bolaños, 2017; Vélez et al., 2012). Cada taller de cartografía social implementado requiere elaborar dos protocolos que contengan una presentación del proyecto y características de los mapas, las leyendas y preguntas guías, registro de datos anonimizados, grabación de audios, entrega de mapas auxiliares y materiales para el mapeo (hojas blancas, mapas base, marcadores, etc.).
Se ha concebido la elaboración de los mapas sociales sobre los espacios de la vida cotidiana de forma individual, sobre una hoja en blanco, con base en la leyenda de la figura 7. Dado que en esta técnica el cartógrafo es social-colectivo (Diez & Rocha, 2016), para el caso de la MASVC el ejercicio debe empezar con la exposición del conductor del taller sobre uno de sus días cotidianos, para después ceder la palabra, el mapeo y la discusión a los participantes a través de las preguntas llave: ¿Cómo es su rutina diaria? ¿Qué actividades realiza durante su rutina y en qué lugares las hace? De los lugares que ha señalado ¿Cuáles tienen un significado personal para usted? ¿Qué sentimientos tiene por esos lugares? ¿Qué significan o simbolizan para usted esos espacios? Además de los lugares que ha representado para hacer su vida cotidiana y esos espacios que para usted representan algo ¿Existen otros espacios que considere como afectivos o simbólicos que no estén representados en el mapa? ¿Por qué significan eso para usted? De todos los lugares que han mencionado y localizado en el mapa ¿Hay alguno que para ustedes signifique un patrimonio? ¿Hay otros lugares que sean un patrimonio para ustedes que no han dibujado en el mapa? ¿Por qué son un patrimonio para ustedes? ¿Por qué deben ser conservados, cuidados y transmitidos a las siguientes generaciones los lugares que usted clasificó como patrimoniales? Se enfatiza que el mapeo requiere explicar la triada conceptual con un lenguaje claro, acorde al contexto social de los participantes.

La construcción de los mapas sociales sobre aspectos vinculados al OT se estandariza para los diferentes talleres que cada proyecto llegará a requerir, a partir de aplicar las mismas preguntas llave para desarrollar la discusión entre los participantes y el mapeo de propuestas y regulaciones de actividades humanas, usos de suelo, restricciones, factores, etcétera, sobre los mapas base previamente diseñados. Se recomiendan hacer mapas base entre 1:20000 y 1:60000, para faciliatar la localización de poblados y usos de suelo cotidianos, con un claro sistema de coordenadas que permitan su posterior georreferenciación. En el caso particular de la ZASSF se hizo énfasis en el reconocimiento y clasificación de recursos turísticos, y propuestas para un OTC del turismo.
La recolección de datos consiste en la propia logística y realización de trabajos de campo, organización de espacios, preparación de materiales para los talleres de cartografía social, reclutamiento de participantes, y aplicación de los instrumentos metodológicos (guías de observación, entrevistas, protocolos, georreferenciación con GPS, fotografías). Es importante considerar todos los inconvenientes técnicos (desde tener baterías y grabadoras, hasta contar con un sacapuntas), dificulatades de accesibilidad a comunidades remotas, creación de espacios de confianza y comodidad para los participantes.
La fase de procesamiento y análisis de la información constituyen la base de la caracterización y diagnóstico del SVC, así como la producción de insumos (entregables) para la integración de este subsistema al proceso general de planeación y gestión del territorio. En este punto, el análisis cualitativo (recomendablemente con el uso de un Computer Assisted Qualitative Data Analysis Software [QDAS]), la cartografía social y el análisis espacial convergen para la creación de un SIG Participativo.
Saldaña (2013) señala el vínculo entre la Grounded Theory (de Corbin y Strauss) con el proceso de codificación, pues es una herramienta para sistematizar las relaciones entre temas, códigos, realidad y conceptos hasta el desarrollo de una teoría original, empíricamente fundamentada; o bien, para sustentar teorías e hipótesis (Cope, 2005). El proceso de codificación consiste en: recolectar datos (principalmente en texto, pero también se pueden incluir audios, fotografías, o mapas, como es nuestro caso); codificarlos como parte del sistema de investigación, clasificarlos o categorizarlos -en una o más rondas-; organizar la información en categorías y en temas para consolidar los significados; codificar patrones de la colección de datos cualitativos; revisar y analizar la información para generar las bases de la teoría (Saldaña, 2013).
La MASVC recurre a los códigos descriptivos para señalar una característica del dato (Saldaña, 2013), pero también a los códigos analíticos, por estar enraizados con las preguntas de investigación o ser resultado analítico de la categorización de códigos descriptivos (Cope, 2005). A su vez, la MASVC define un tercer tipo: el código espacial, el cual contiene la vinculación del dato cualitativo (obtenido de las entrevistas, observación participante, mapas sociales y grupos de enfoque) con su localización en un sistema de coordenadas en el SIG Participativo.
Los SIG Cualitativos parten de una metodología mixta que combina técnicas de investigación cuantitativa y cualitativa en el análisis espacial (Pavlovskaya, 2006). En este sentido, el enfoque de los SIG Cualitativos crea nuevas oportunidades de investigación inductiva, relacionadas con los significados de los contextos y los lugares (Teixeira, 2018). La MASVC continua con la perspectiva anterior, pero con énfasis en la propuesta de los SIG Participativos, debido a su contribución en los campos de la planeación y el OT, al conjugar la cartografía social y los SIG para constituirse como una herramienta para la toma de decisiones fundamentada en el conocimiento de los habitantes (Lobatón, 2009). La potencialidad de los SIG Participativos para el análisis de SVC reside en que su análisis espacial parte del diálogo entre la representación del espacio cartesiano y las representaciones cartográficas no cartesianas, entre el espacio abstracto y el espacio social-subjetivo (Lobatón, 2009).
Con base en la construcción de un SIG Participativo, la MASVC georreferencia los espacios de la vida cotidiana y los insumos para un OT de los mapas sociales, así como datos obtenidos con GPS, para vincularlos, a través de los códigos espaciales, con su información cualitativa codificada respectiva. Lo anterior permite construir shapefiles, sustentados con información cualitativa, sobre: los lugares cotidianos, espacios vividos y aspectos del patrimonio-territorial, así como de propuestas y regulaciones de actividades humanas y usos de suelo, restricciones y factores. Tanto los insumos cartográficos digitalizados como la información cualitativa permiten desarrollar análisis espaciales para la detección de características y patrones del SVC para su diagnóstico, sintetizados en reportes y mapas temáticos (figura 8).
Acorde a los propios objetivos establecidos en un proceso de OT, la EMC incorpora sus criterios, ya sea de forma tradicional, o a través de un SIG. La inclusión de la información cualitativa del SVC en la EMC aplicada en el OT, se particularizará por incorporar los intereses objetivos-subjetivos del territorio, como factores o restricciones para los cambios de uso de suelo o actividades humanas, que representan a los habitantes como actores en el proceso. La superposición de los shapefiles del SVC a las demás capas de información del sistema territorial en la EMC, a partir de un SIG, apoyará a la creación de escenarios que contemple la representación de los intereses de los habitantes en la determinación de localización optima de las actividades y usos de suelo.
El trabajo de campo se realizó en 27 ranchos de la Zona Arqueológica de la Sierra de San Francisco durante 87 días, en dos estancias (otoño de 2017 y verano de 2019), donde se aplicaron cada uno de los objetivos, observables, instrumentos y muestras establecidos por la MASVC (figuras 5 y 6), con ajustes hasta lograr la versión estandarizada que se presentó en el punto anterior. En el primer periodo se hizo observación participante en 22 ranchos californios, a través de actividades como: construcción de viviendas, reparación de corrales, ayuda durante la ordeña de chivas, elaboración de queso, reparación de caminos, atención a turistas y traducción; además, se hicieron 21 talleres de cartografía social, con 48 habitantes de 23 ranchos; lo que resulto en: 46 mapas sociales individuales sobre los espacios de la vida cotidiana, 29 mapas comunitarios sobre clasificación de recursos turísticos y 20 audios de grupos focales. El segundo trabajo de campo tuvo dos objetivos: ajustar la metodología, y recolectar las propuestas locales de aprovechamiento turístico. Los resultados alcanzados fueron: corroboración y corrección de información cartográfica, 14 talleres de cartografía social, 10 entrevistas a profundidad, 16 mapas sociales sobre propuestas para el OTC del turismo de la ZASSF, observación participante y georreferenciación de espacios de la vida cotidiana en 13 ranchos. En ambos casos se hicieron diarios de campo digitales.

El dispositivo GPS también fue utilizado para georreferenciar algunas caminatas de campeo de los rancheros californios, en áreas de uso de suelo dedicado a la ganadería extensiva. Las observaciones también fueron acompañadas por fotografías para su integraciaón al QDAS. Todas las transcripciones de entrevistas, grupos de enfoque y mapas sociales fueron codificados para constituir la base cualitativa que carga de experiencia, sentimientos y emoción a las representaciones cartográficas de los espacios de la vida cotidiana (figuras 9, 10 y 11).



La observación y espacialización de la vida cotidiana de los rancheros californios de la ZASSF han permitido caracterizar la vinculación entre las actividades económicas, culturales, sociales y de ocio con los usos de suelo cotidianos particulares, resultados de su propia historia y territorialidad (figura 12). En la figura 13 se mapean los lugares cotidianos reconocidos y las zonas con mayor presencia cotidiana de actividades y usos de suelo.
En las zonas donde los ranchos tienen menor distancia entre sí y tienen mayor número de habitantes, también hay una mayor densidad de lugares cotidianos, o sea, se trata de un patrón espacial de agrupación alrededor de los ranchos; en este sentido, destacan la zona conformada por los ranchos Guadalupe, Palo Rayo, San Francisco y Los Corralitos, así como las zona comprendida por los ranchos Los Palos Blancos, el Sauce, Santa Martha, Aguajito de Bermúdez, Aguajito de la Tía Adelaida, El Zafiro y Buenavista. A su vez, la densidad de lugares cotidianos también es relevante en las zonas alrededor de los ranchos San Gregorio y San Gregorito.


Los lugares cotidianos reconocidos corresponden a casas, zonas de campeo de ganado (caprino, vacuno, equino y, en menor medida, ovino), corrales, queseras artesanales, huertas, sitios arqueológicos, infraestructura turística, represas, una quesera semi industrial, escuelas y el salón social. Con la observación participante y entrevistas también se caracterizaron lugares cotidianos como algunos espacios de curtido de pieles y talleres de talabartería. Los lugares cotidianos fueron agrupados acorde a usos de suelo más formales en el OT (habitacional, actividades productivas, equipamiento, espacio público y áreas verdes). Con base en lo anterior, se sostiene que la articulación económica-cultural general del territorio de los rancheros californios parte de la unidad productiva denominada como rancho y sus conexiones, a través de caminos, brechas y terracerías, con las montañas, planicies, cañones y mesas donde se localizan las áreas de pasteo, la ganadería extensiva, sitios e infraestructura turística, sitios arqueológicos, fuentes de agua naturales y represas (localmente llamados represos) (figuras 14 y 15).


Un rancho californio se organiza en usos de suelo habitacional y usos de suelo productivos. El uso de suelo habitacional contiene una zona de dormitorios ― algunos compartidos y otros individuales ―; una cocina y un comedor localizados en una construcción aledaña a las habitaciones, o bien en una construcción independiente; un porche; un jardín; algunos espacios de almacenamiento de agua; y una casita de monturas ―espacio exclusivo para guardar las monturas y demás herramientas para la realización de las cabalgatas.
Generalmente, la mayoría de los usos de suelo productivos están concentrados en la proximidad que rodea a las zonas habitacionales de un rancho, con excepción de las zonas de campeo. También es importante rescatar que hay casos donde las queseras se encuentran dentro de las cocinas, o que la talabartería se realiza en alguna habitación o en los porches.
"El rancho Palo Rayo tiene un amplio espacio comunitario en el centro, sólo ocupado por un árbol. Las casas se distribuyen alrededor de este espacio central. En este rancho viven [tres familias]. […] hay una quesera, cuenta con grandes tinacos para el almacenamiento de agua y un sistema de mangueras.” (Diario de campo, 2019).
“El rancho San Gregorito se localiza en la parte baja de un cañón, en el interior de su cerco están las casas de tres familias, patios comunes, la casa de las monturas y un pequeño huerto. Fuera del cerco están los corrales [..] y una huerta más grande con un panteón familiar.” (Diario de campo, 2019).
Los lugares cotidianos asociados a usos de suelo tipo equipamiento corresponden a las escuelas (Primaria-Secundaria en el Rancho San Francisco de la Sierra y el Internado de Santa Martha), infraestructura turística (Hostal Buenaventura Arce en San Francisco de la Sierra, Campamento Punta de la Huerta en el Rancho Santa Teresa, y el Museo Tacho Arce en el Rancho Santa Martha), y los represos. El Salón Social localizado en el Rancho San Fracnsico de la Sierra es el principal lugar cotidiano asociado al uso espacio público, pues es sede de los bailes de las fiestas patronales y de juntas comunitarias o vinculadas a programas sociales o visitas de políticos. La mayor parte del territorio de la Zona Arqueológica corresponde a un uso de suelo tipo área verde, y es relevante destacar que las valoraciones como lugares cotidianos vertidos por sus habitantes en esta categoría se vinculan con actividades asociadas con el campeo de ganado, así como con el reconocimiento de las fuentes de agua y la vegetación con la que subsisten los animales (figura 15). La discusión y comprensión de los datos para diagnosticar el SVC vinculado al sistema territorial del polígono de la ZASSF sólo se logra al comprender la indisolubilidad de la dinámica de los lugares cotidianos, espacios vivido y componentes del patrimonio-territorial a partir de los usos de suelo cotidiano (figuras 15, 16 y 17).


Fuente: Elaboración propia, 2022.
Las seis valoraciones más asignadas a los espacios vividos corresponden a: medio de subsistencia, lugar de trabajo, lugar que es parte de la vida cotidiana, agradecimiento, pertenencia y patrimonio familiar. A su vez, las seis valoraciones patrimoniales más mapeadas son: patrimonio familiar, base de la economía ranchera, cultura y vida ranchera, herencia para la familia y descendientes, animales (ganado), base de la vida de los animales y la vida ranchera en la Sierra (figura 18).

Fuente: Elaboración propia, 2022.
Las casas, que corresponden al uso de suelo habitacional, principalmente son asociadas con el sentimiento de pertenencia y agradecimiento; no obstante, también contienen concepciones como medios de subsistencia, lugares de trabajo o patrimonio familiar. Las valoraciones patrimoniales asociadas a las casas se relacioanan principalmente con su percepción como herencia para la familia y descendientes, pero también destacan por su carácter como patrimonio familiar y como parte de la cultura ranchera y vida cotidiana, y herencia de sus antepasados (figura 18).
“B1. Pues hay muchas razones: porque es el patrimonio de mi familia y aquí vivo; aquí nací, aquí me dejó mi papá, aquí nos criamos en este rancho.” (Taller de cartografía social, La Cueva, 2017).
En lo que respecta a los usos de suelo productivos, lo corrales tienen principalmente una concepción como espacios vividos a partir de simbolizarlos como un lugar de trabajo, un lugar que es parte de la vida cotidiana y un medio de subsistencia, vinculados con un sentimiento de pertenencia. Las valoraciones patrimoniales más asociadas a los corrales son: cultura y vida cotidiana ranchera; base de la economía ranchera; y base de la vida de los animales y vida ranchera en la Sierra (figura 18).
“B1. Pues significa que son lugares que uno aprecia, que tienen animales y tienen agua y son lugares que uno quiere. […] y de eso uno vive.” (Taller de cartografía social, El Carricito, 2017).
“B5. Y el corral, pues también, es el sustento de mi vida. Desde que, ya voy para 60 años, yo abrí los ojos, ese es el manejo que he tenido toda mi vida, el corral con las chivas. Yo no he tenido otro trabajo, más que el corral.” (Taller de cartografía social, Palo Rayo, 2017).
Los rancheros californios suelen caminar por kilómetros y horas en las zonas de campeo del ganado para llevar a sus cabras a los corrales y ordeñar, o bien, para llevar machos, mulas, caballos o burros para preparar una cabalgata o recua para comercializar queso, comprar víveres, o para el turismo. Las zonas de campeo de ganado son vinculadas como espacios vividos principalmente por ser concebidas como lugares que conforman la vida cotidiana y un medio de subsistencia, pero también por el sentimiento de agradecimiento. Las zonas de campeo son valoradas como patrimonio-territorial por su asociación con el ganado y por conformar la base de la vida de los animales y la base de la economía ranchera. Las valoraciones subjetivas de las zonas de campeo también están asociadas a la vegetación y las fuentes de agua, naturales y represos (figura 18).
“B1. La sierra, porque ahí es donde se van mis animales. Ese es todo mi patrimonio, lo que hay. La misma sierra también, porque ahí están las pinturas y todo.” (Taller de cartografía social, Aguajito de Tía Adelaida, 2017).
Los sitios arqueológicos también fueron considerados como espacios vividos asociados como patrimonio familiar o como lugares de trabajo, pero también contienen sentimientos de agradecimiento y pertenencia. En el ámbito patrimonial, los sitios arqueológicos principalmente son valorados como parte de la cultura y vida ranchera, pues parte de la identidad de los serranos está asociada con su historia como los guías de los difusores del arte rupestre del siglo XX (figuras 18 y 19).
“B1. […] me puede tocar por ejemplo un viaje a las pinturas, […] es jornada de un día para buscar los burros, enlistarlos. Otro día es esperar a que lleguen los turistas y programarlo para salir de Guadalupe, ir por las mulas, se baja a Santa Teresa y se acampa allá por la orilla y ya se visitan las cuevas otro día y al tercer día se regresa. Son dos actividades que tenemos una vez al año o puede ser dos veces o tres.” (Taller de cartografía social, San Francisco de la Sierra, 2017).
“B3. Pues sí son especiales porque es algo... como un mensaje que nos dejaron las personas que las hicieron. Pues algo de nosotros, […] Nos representa a nosotros como lo que somos, de aquí de Baja California.
B2. Lo dejaron aquí los antepasados y debemos seguirlo cuidando, no permitir que se lleven un grabado o algo. Y como a nosotros nos criaron así, queremos que los que vienen hagan lo mismo.” (Taller de cartografía social, Aguajito de Tía Adelaida, 2019).
“B1. Con las pinturas también, yo desde niño haga de cuenta que fue mi juguete, mis aventuras bonitas. Y siento un sentimiento por ellas porque han sido un ingreso económico para todas nuestras familias, desde nuestros antepasados. Y los que lo pintaron ahí. Aparte de que la gente como mi abuelo y los mayores las protegían mucho. Ellos, aunque antes no había todas estas limitaciones y reglas que hay ahora, ellos no ocupaban de eso para saber la importancia que tenían y cuidarlas, para que nosotros hoy estemos gozando todo lo que hemos gozado de ellas.” (Entrevista, Ranchero, San Francisco de la Sierra, 2019).

En términos generales, este estudio ha reconocido que las regulaciones derivadas por el Plan de Manejo en la ZASSF suelen ser percibidos como positivas por los rancheros californios, pues garantizan la participación de un mayor número de rancheros y un ingreso económico para sus familias, aunque hay quienes sienten nostalgia por esa forma libre de viajar a las pinturas que realizaban sus antepasados. Entre los cambios negativos percibidos por los rancheros californios ante dicho intrumento están: la limitación de espacios para la construcción de casas y vías de comunicación; las medidas tomadas para asegurar la conservación de los sitios arqueológicos que restringen la movilidad en los ranchos con problemas de accesibilidad, debido a que sólo cuentan con veredas transitables a pie o a “caballo” (como San Pedro, San Gregorio, El Planecito), o con terracerías muy largas (como es el caso de San Gregorito). Este último punto se complica cuando hay emergencias de salud.
“B1. Pues los primeros visitantes vinieron aquí en los 60's, a visitar y encontraron las pinturas de los primeros cazadores que anduvieron por aquí, y no les dieron importancia, pero empezaron a platicar y vinieron los primeros exploradores en el 60 y tantos, y fue como se les fue dando un poco más, divulgando lo de las pinturas y empezó a venir el turismo. Y ya cuando entró lo del INAH, creo que en el 92 o 94, pues empezaron con esto del turismo. De hecho, antes del 94 ya se trabajaba, pero era uno, no había control de nada. Hasta mejor hubiera estado ahorita si no se meten los del INAH, porque ahí te llegaban los grupos y cualquier guía podía agarrar el turista y te llevaban... Aunque de hecho no trabajaban todos los guías, nomás trabajaban unos. Esa era la diferencia que había ahí. […] Por medio de cartas se comunicaba el gringo antes, ¿cuál internet? Por carta era segura la fecha que ponían, tal día con tantas personas, y así se hacía su reservación, digamos. […] No tenía que ver nada INAH, nomás llegaba el visitante y les pagaban a los guías. Y se iban, regresaban, y avisaban que día iban a volver. Y ya.” (Taller de cartografía social, Aguajito de Tía Adelaida, 2019).
“B2. Le dio gripa al niño y se le cerraron los bronquios, demasiado, y no alcanzaba a respirar. Hasta que nos vinieron a encontrar con un medicamento. Ahora, en días pasados, pues aborté y también me sacó de urgencia también. […] A mi suegro también ya 2 veces lo sacamos muy deshidratado.” (Taller de cartografía social, San Gregorito, 2019).
“Por otro lado, también comentó la importancia que tienen los vestigios arqueológicos para él y su familia, esto lo sostuvo compartiendo una experiencia. Cuando él escogió el primer lugar para construir su casa, más cerca del represo, él y su familia encontraron un corral indígena, por esa razón decidió que no podían destruir ese lugar y emplazaron su casa en la actual localización. Él argumenta que ellos no quieren descuidar el patrimonio arqueológico, pero también tiene necesidades de comunicaciones y agua, ya sea para la vida cotidiana o para casos de emergencia, como de salud.” (Diario de campo, La Soledad, 2017).
Las familias de ranchos cercanos a sitios arqueológicos (Nivel III) que requieren el trámite de un permiso especial (como San Pedro, San Gregorio, El Planecito y San Gregorito), también perciben que esta regulación los limita a tener visitas personales, pues sus amistades están obligadas a contar con tal autorización y tener el acompañamiento de un custodio del INAH. Esta regulación se ha justificado por que tales sitios no cuentan con infraestructura para su protección, como son los barandales y puntos de acceso que se encuentran en las cuevas El Ratón, El Palmarito y el Cañón de Santa Teresa.
Con base en la MASVC, las restricciones asociadas con actividades humanas para el OTC hipotético del turismo en cuestión tienen que ver con: (1) no tomar fotos, sin una previa solicitud y autorización, a los habitantes de los ranchos Guadalupe, San Pedro, y San Gregorio; (2) que los turistas no entren a las habitaciones de ningún rancho para tomar fotografías, a menos de que se les autorice; (3) no llevar turistas del Campamento Punta de la Huerta a las casas de Santa Teresa sin previa autorización, y los grupos que lleguen a ir deben ser de dos a tres personas. Entre las restricciones asociadas a usos de suelo expuestas por los habitantes de la ZASSF está (3) no incluir al Rancho La Asunción como recurso turístico en ningún escenario, pues es un espacio vivido y patrimonial vulnerable a sufrir algún daño debido a su aislamiento.
También se reconocieron factores para la potencialización del turismo, como: producción y venta sistematizada de artesanías (talabartería, piezas con tejido de cruz y dulces de leche); rehabilitación del Museo Tacho Arce (Santa Martha) y de ranchos antiguos abandonados con potencial de ser museos (Guadalupe, San Gregorito); incluir en la trama turística: la historia del revolucionario Pedro Altamirano y las ruinas de la producción de mezcal (actividad económica prohibida en la Reserva de Biosfera del Vizcaíno, pero que representó el sustento de las familias serranas previo a la producción intensiva de queso de cabra).
Entre las iniciativas de los rancheros californios para un OTC del turismo primeramente se mencionan las siguientes modificaciones al Plan de Manejo:
1. Ajuste en los pagos de los guías.
2. Aumento de la duración del tiempo de recorrido en las rutas a las pinturas rupestres.
3. Acceso de las amistades de las familias rancheras cercanas a sitios Nivel III sin permisos formales, pues los propios habitantes de estos lugares protegen y valoran al patrimonio arqueológico y se comprometen con su conservación.
4. Reajustes al rol de guías que consideré la coincidencia entre la temporada alta de producción de queso y la temporada alta de arribo de turistas, ya que muchas veces los guías pierden su oportunidad de asistir un viaje debido a que se encuentran en las zonas de campeo, a kilómetros de distancia de los puntos de encuentro con los turistas
5. Inclusión de la cultura ranchera como parte del patrimonio cultural de ZASSF.
También conciben la apertura de nuevas rutas turísticas. Al respecto se han propuesto 28 itinerarios donde se incluyen elementos cultuales y cotidianos de los rancheros californios (como caminatas en zonas de campeo, elaboración de queso), miradores, partes del Camino Real, sitios con atractivos naturales (oasis y manantiales), avistamiento de animales (águila real), así como sitios arqueológicos. Los habitantes también han propuesto la construcción de infraestructura turística como: cabañas, áreas de camping, restaurante, un corral equino para el turismo y un estacionamiento cerca de un mirador (figura 20).

Este mapa resguarda información estratégica de la comunidad y del INAH, a través de la generalización de las representaciones y de la escala.
Elaboración propia con base en los trabajos de campo, 2022.Sin embargo, durante la investigación también se propuso la construcción de una terracería entre San Gregorito y La Tinaja con la intención de acortar la distancia y el tiempo de traslado cotidiano (figura 20). Los rancheros estiman que está ruta les ahorrará tiempo crucial en emergencias de salud para salir de la Sierra, y que su trazo corresponde a una antigua vereda. En esta propuesta han expresado su compromiso por proteger los sitios arqueológicos que localizan en esa ruta, así como la necesidad de regular el paso de extraños a través de un control de acceso en el rancho La Tinaja.
La figura 20 mapea las zonas donde se agrupan los espacios de la vida cotidiana, acorde a su densidad y a su valoración acumulativa como lugares cotidianos, espacios vividos y patrimonio-territorial. En este sentido, se exponen zonas con mayor dinamismo de uso de suelo cotidiano, pero también de mayores valoraciones. Estas zonas al ser sobrepuestas con las propuestas comunitarias para el OTC del turismo en la ZASSF contribuyen con un análisis para identificar lugares con mayor factibilidad para su concreción de proyectos. Análisis espacial que sin duda puede ser complementado con una capa de sitios arqueológicos proporcionado por el propio INAH.
La aplicación de la MASVC en casos de OT (generales o sectoriales) contribuye a la generación de procesos e instrumentos de planeación más cercanos a la vida espacial de las personas. La MASVC comprueba que es factible integrar la dimensión subjetiva del territorio al proceso de OT, con base en un pensamiento sistémico y la contribución teórica-práctica de la geografía humanística, con su enfoque fenomenológico existencial, para abordar sistemáticamente la vida cotidiana y la cultura en una dimensión de análisis espacial que acerca a los especialistas, planeadores, tomadores de decisiones y gestores a las formas particulares en que las personas viven, usan, sienten y patrimonializan sus territorios. Por tanto, esta propuesta armoniza la tensión metodológica entre el abordaje objetivo y cuantitativo con el análisis subjetivo y cualitativo del sistema territorial en el OT.
En lo particular, la MASVC ha sistematizado el conocimiento cualitativo y espacial para el OTC del turismo de la ZASSF en el QDAS y el SIG Participativo resultante. Insumos que pueden ser utilizada para un proyecto colaborativo entre los habitantes de la sierra y el INAH en un futuro. Ante la generación y aplicación de este proyecto, los rancheros californios que participaron en este trabajo estuvieron conscientes de que se trataba de un caso hipotético, sin embargo, en este ejercicio encontraron una oportunidad para reconocer de una forma integral el potencial turístico de la ZASSF para desarrollar estrategias propias de aprovechamiento, al tiempo que desean que estos elementos sean retomados para una actualización del Plan de Manejo para el mejoramiento de su situación actual. La incorporación del SVC para dicha actualización ya no es un problema técnico, ahora sólo es cuestión de una solución política y administrativa.
Además de lo anterior, se precisa que la planeación de un turismo comunitario de la ZASSF también debe incorporar una perspectiva ética más global y acorde a las tendencias contemporáneas del turismo, donde se considera la sintiencia animal (López & Quintero, 2021), pues en este espacio las mulas, machos y burros cargan y transportan turistas, con maltratos que se ocultan al visitante.
Los shapefiles sobre los espacios de la vida cotidiana pueden ser sobrepuestos en todo momento para identificar la espacialidad de sus vinculaciones subjetivas con cualquier propuesta -tanto endógena como exógena- de regulación o modificación de uso de suelo en el polígono. En este sentido se pueden estimar los efectos, negativos y/o positivos, de esas iniciativas en la dinámica subjetiva y cotidiana de los rancheros californios. Por ejemplo, se puede realizar un análisis espacial sobre la densidad de sitios arqueológicos (considerados generalmente como espacios vividos y como patrimonio-territorial) y su distancia hacia las zonas habitacionales para delimitar zonas con potencial de creación de nuevas casas que no pongan en riesgo algún elemento del arte rupestre.
El conocimiento construido comunitariamente con la aplicación de la MASVC argumenta teórica y metodológica la creación de proyectos comunitarios de OTC del turismo en la ZASSF, considerando los apegos con los lugares cotidianos, espacios vividos y el patrimonio-territorial como una potencialidad integradora de la realidad objetiva y subjetiva del territorio. Esta vinculación empírica, metodológica y teórica conecta la dimensión viva de los territorios con un constructo instrumental dedicado a la ordenación del territorio que alcanza una totalización de lo particular a lo general, pues se fundamenta en la propia naturaleza del espacio geográfico y la raíz epistémica del sistema territorial. Por tanto, se invita a llevar la ruta planteada por la MASVC a otros casos de OT, donde se pretenda realmente hacer una integración participativa y epistémica de la experiencia, expectativas y vinculaciones afectivas de los habitantes con sus territorios.




















Este mapa resguarda información estratégica de la comunidad y del INAH, a través de la generalización de las representaciones y de la escala.
Elaboración propia con base en los trabajos de campo, 2022.