IV. LECTURAS

Experimental Fashion. Performance Art, Carnival and the Grotesque Body

José María Paz Gago

Experimental Fashion. Performance Art, Carnival and the Grotesque Body

deSignis, vol. 32, pp. 187-189, 2020

Federación Latinoamericana de Semiótica

Como revela su mismo título, el libro de Francesca Granata es profundamente bajtiniano y de hecho se abre con una cita del teórico ruso, procedente de las notas finales de su célebre tesis sobre Rabelais y la cultura europea: es interesante investigar la oposición entre lo clásico y lo grotesco en la historia del vestido y de la moda.

Fenómeno de inversión y de ruptura inquietante de fronteras, en particular de fronteras corporales, cuya manifestación por excelencia es el carnaval, a partir de este concepto de grotesco tomado de Bajtin expone la autora su tesis: el cuerpo clásico, individualizado y cerrado, se opone al cuerpo grotesco del carnaval, colectivo y abierto, por el que optarán una serie de creadores de moda en los dos últimas décadas del siglo XX.

Esa oposición entre los conceptos clásico y grotesco del cuerpo en Occidente, en efecto, sería esencial en el campo de la moda, como ya había sugerido Bajtin y como Granato va a confirmar con su estudio sobre el período de la historia de la moda que va de 1980 a 2000, dos décadas en las que se produce la ruptura creativa con las imágenes de la moda convencional, ruptura que tendrá continuidad en el nuevo milenio: a break whose ripples continue to make their effect felt in the new millenium (p. 2).

El marco teórico-metodológico de Granata transita desde los autores preferidos por el pensamiento postmoderno, Bajtin y Kristeva, a los Cultural Studies en sus diferentes vertientes: cultura visual y material y multiculturalismo, feminismo y teoría de género… todo un compendio algo tópico de los ingredientes que conforman el mundo académico norteamericano. En lo que se refiere a la moda, las fuentes teóricas fundamentales de Granata son dos autoras clásicas de los Fashion Studies, Rebecca Arnold (Fashion, Desire and Anxiety: Image and Morality in the 20th Century, Rutgers 2001) y Carolina Evans (Fashion and the Edge. Spectaclo, Modernity and Deathliness, Yale University Press 2007). Ambas obras dan cuenta de la crisis finisecular sufrida por la moda que habría dado lugar a una nueva estética basada en la exploración de las ansiedades sociales contemporáneas y de la inestabilidad del sujeto frente al canon ideal de la moda convencional. Por esa razón, son las referencias más útiles para demostrar que, en el cambio de milenio, se produce una alteración de las normas corporales y de género, de los cánones de belleza y proporciones físicas, que inspirará a una serie de diseñadores del momento como Margiela o kawakubo (Comme des Garçons). Se trata de una moda del límite que juega con conceptos como la enfermedad, la muerte, la angustia o el terror, desde perspectivas feministas que expresarían esa crisis finisecular ante los cambios en los roles de género y ante las mismas fronteras cambiantes del cuerpo biológico.

Al mismo tiempo que en los años 80 se impone un canon de belleza femenina convencional, cuerpos delgados y proporcionados, proliferan en las pasarelas imágenes de cuerpos grotescos, fuera de los límites normativos propugnado por el capitalismo tardío. Este hecho manifestaría una actitud crítica contra el canon corporal y de género impuesto por la sociedad neoliberal.

Granata habla de moda experimental - n el sentido de “cine experimental - como aquella que juega con siluetas, construcción, materiales y modos de presentación, particularmente en el vestuario teatral, pues la escena y la performance serán ámbitos privilegiados para explorar el cuerpo grotesco y las prácticas corporales rupturistas, en relación con las teorías feministas y de género.

Experimental Fashion. Performance Art, Carnival and the Grotesque Body se centra en diseñadores que trabajan desde los epicentros de experimentación de la moda, París y Londres, pero con una perspectiva transcultural e híbrida, conscientes de que la moda tiene cada vez un lenguaje más global. Precisamente, las complejas relaciones entre globalización y alteridad estarían en el origen de la proliferación de lo grotesco y el humor carnavalesco en la cultura actual, especialmente en la cultura visual y cinematográfica.

Los tres primeros capítulos están dedicados a tres diseñadores que propusieron a mediados de los ochenta una sorprendente silueta femenina, basada en el embarazo: Georgina Godley (Against Power Dressing), Rei Kawakubo (Fashioning the Maternal Body) y Leigh Bowery (Performing Pregnancy). Construyendo prendas que sugieren la corporalidad maternal, contra la moda imperante a lo largo de todo el siglo XX, esta moda experimental juega con la relación entre lo grotesco, lo femenino y la maternidad para desafiar al sistema establecido de la moda.

Los capítulos 4 y 5 analizan la moda deconstructivista de Martin Margiela, a partir de los elementos carnavalescos y grotescos que adquieren protagonismo en el período finisecular. Aunque el punto de partida es puramente teórico, pues Granata pasa revista a la recepción periodística y académica de la moda deconstruccionista y el discurso que ella genera, en el capítulo 4 (Deconstruction and the Grotesque), lo más valioso vendrá en el capítulo siguiente (Carnivalised Time) con los análisis de piezas individuales, colecciones y presentaciones en las que el creador belga despliega estrategias carnavalescas y grotescas, no exentas de humor e ironía, mediante alteraciones de escala, inversiones y juegos con prendas, funcionalidades y temporalidades. El desprecio que sus creaciones muestran hacia la simetría y la proporción tendría como objetivo cuestionar el canon estético occidental.

El capítulo 6 entra ya en el nuevo milenio para interpretar la obra creativa de Bernhard Wilhellm, bajo el título significativo de Carnival Iconography. En efecto, el diseñador de origen alemán recurre tanto a imágenes grotescas nórdicas o a la iconografía carnavalesca presente en la Commedia dell’Arte, como a la pornografía contemporánea y a la combinación de humor y horror, siempre con una intencionalidad paródica. El último capítulo se centra en la figura que habría dado visibilidad y popularidad a estas tendencias vinculadas a lo grotesco y lo carnavalesco: Lady Gaga (The Proliferation of the Grotesque), cuyas opciones de estilismo serían para Granata un síntoma de los cambios culturales y vestimentarios que su obra aborda: los cambios en la identidad personal y de género, el debilitamientos de las identidades y la borrosidad de las fronteras.

Referencias

GRANATA, F. Experimental Fashion. Performance Art, Carnival and the Grotesque Body. London and New York: Bloomsbury, 2017. 217 pp.

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