Artículos
Recepción: 09 Mayo 2020
Aprobación: 18 Junio 2020
Resumen: En el siguiente artículo, por una parte, se catastra la presencia de la edición anarquista en el ecosistema del libro no solo en términos cuantitativos, sino que también cualitativos, pues se la analiza, se la caracteriza desde conceptos claves de la edición de libros: catálogo, diseño editorial, formatos, por ejemplo. Desde el mismo análisis cualitativo, por otra parte, se expone cómo la edición anarquista ha cambiado en 8 años de desarrollo, cómo ha crecido en términos materiales de producción y de diseño editorial, por ejemplo. Junto con ello, se investiga la escena de librerías ácratas y su sistema de distribución para dar cuenta del ecosistema del libro ácrata, que resulta al margen de toda escena oficial.
Palabras clave: edición, anarquismo, Santiago, edición anarquista, libros, editoriales anarquistas, anticopyright.
Abstract: In the following article, on the one hand, the presence of the anarchist edition in the ecosystem of the book is recorded, not only in quantitative terms, but also qualitative, as it is analyzed, it is characterized from key concepts of book publishing: catalog, editorial design, formats, for example. From the same qualitative analysis, on the other hand, it is exposed how the anarchist edition has changed in 8 years of development, how it has grown in material terms of production and editorial design, for example. Along with this, the scene of anarchist bookstores and their distribution system are investigated to account for the ecosystem of the anarchic book, which results outside any official scene.
Keywords: editing, anarquism, Santiago, anarquist editing, books, anarquist editors, anarquist publishers, antycopyright.
Introducción
Es evidente que el mercado editorial en Chile tiene características particulares que tensionan su funcionamiento interno: una reducida población lectora, un mercado monopolizado por una concentración editorial de grandes grupos económicos, la presencia centralizada de cadenas de librerías, la paulatina muerte de librerías independientes, capitales regionales sin librerías, una edición independiente fuerte y numerosa, y la aparición y desarrollo de escenas alternativas: edición anarquista y edición cartonera. De todas estas características que configuran un panorama adverso, el acelerado crecimiento de la edición independiente durante la primera década del siglo XXI y la presencia de la edición cartonera y la edición anarquista, augura un panorama diametralmente opuesto caracterizado por una bibliodiversidad diversa y salvaguardada, junto con el acopio de la literatura chilena e internacional.
En este artículo investigaré la escena editorial ácrata en el territorio de Santiago de Chile, limitada desde el 2010 hasta el 2018. Del panorama de la edición anarquista que se desarrollaba en Santiago entre 2008 y 2012 escribí no solo el catastro de editoriales, sino que también una caracterización de la escena editorial, desde conceptos claves de la edición, como una primera etapa en este proceso continuo de investigación sobre la escena editorial anarquista desde los estudios de magíster.2 La información de este estudio fue recogida por Bernardo Subercaseaux al entregar una síntesis de la caracterización sobre la escena ácrata en su última versión de Historia del libro en Chile3. Ese panorama de la edición ácrata en la actualidad ha cambiado, se ha complejizado tanto por la muerte y el nacimiento de editoriales, como por la organización interna de los editores ácratas y sus nuevas formas de producción. Por lo tanto, era hora de actualizar esta caracterización de la escena editorial ácrata que se desarrolla en Santiago.
Los objetivos de este artículo son, primero, identificar nuevamente las editoriales ácratas de Santiago: cuáles han surgido, han muerto y se han mantenido; segundo, caracterizar las editoriales ácratas, considerando la edición como marco teórico, para dar cuenta de cómo trabajan editorialmente, en qué difieren de la práctica capitalista de la edición; tercero, dar cuenta del circuito editorial completo de la escena ácrata, es decir, de la relación entre las editoriales y los lectores, de la importancia de ferias del libro alternativas, de librerías ácratas y organizaciones de editores. Por tanto, es importante conocer ¿cuántas editoriales son?, ¿cómo se llaman?, ¿qué publican en su catálogo?, ¿respetan el copyright?, ¿son empresas legalmente constituidas? ¿editan bien?, ¿diseñan bien?, ¿dónde imprimen?, ¿dónde venden, distribuyen las publicaciones?, ¿se organizan?, ¿quiénes son su público lector?, ¿qué significa ser un(a) editor(a) ácrata?, ¿qué significa editar y publicar un libro o una plaquette, acaso es un acto meramente económico o está cargado de acción política?; en síntesis, ¿qué editoriales existen?, ¿cuál ha sido el panorama de la edición anarquista en este cambio de siglo en términos cuantitativos y cualitativos?, ¿ha tenido un crecimiento explosivo como ha sucedido en la edición independiente? Dilucidar las respuestas a estas preguntas, me permitirá mostrar cómo el anarquismo permea en el ecosistema del libro en Santiago y la práctica editorial en sí.
Desde la investigación realizada en el 2009 y 2012, y ahora en esta nueva oportunidad, la fuente de información continua siendo un problema relevante para la creación de una bibliografía básica y de la metodología, lo que se debe a varias razones: primero, la edición, el mundo y las prácticas editoriales como campo de investigación académica se encuentra en pleno desarrollo4, más aún en Chile. Por tanto, contar con información previa sobre la edición ácrata (específicamente la edición de libros5) resultaba una misión imposible: no estaba sistematizada, pues no estaba ni escrita.
Segundo, el editor, por principio, por esencia misma de su trabajo, es un fantasma, una figura oculta de la historia de los libros y de la literatura en general, públicamente escriben poco, pues lo difundido debe ser los libros del catálogo. Los editores ácratas también son silenciosos en lo que respecta a sobreexponer su oficio en detrimento de la exposición pública de su catálogo; por tanto, el acceso a información de primera fuente sobre su práctica no se consigue por entrevistas o reportajes en medios de prensa como periódicos y revistas ácratas. Sin embargo, el hecho de compartir el mismo tiempo- espacio con los editores de muchos de los proyectos editoriales me permite acceder a información de primera fuente, lo que me ayuda a minimizar el problema. Además, si bien los editores ácratas son silenciosos, como organizaciones autónomas no lo son, por tanto, expresan información relevante sobre el catálogo, la misión y visión editorial en sus respectivas páginas web, cuentas y páginas en Facebook, etc.
Desde un principio estas dificultades (la falta de literatura sobre edición anarquista y la mudez mediática del editor) exigen la búsqueda en otras fuentes de información o el uso de otros medios, lo que incluye la experiencia propia. La convivencia temporal con el fenómeno estudiado es, a lo menos, sintomático en la investigación editorial, por lo cual quisiera nombrar un solo ejemplo: Sobre la poesía popular impresa de Santiago de Chile, de Rodolfo Lenz. En esta investigación editorial, Lenz explicita su cercanía con el objeto estudiado al contar cómo obtiene la colección de poesía popular que logra reunir como lector. La riqueza de la investigación de Rodolfo Lenz se debe, en gran medida, a que es un espectador privilegiado, el que vive directamente el fenómeno y lo trata con la necesaria imparcialidad. En este caso, mi experiencia como observador del mundo editorial ácrata, el contacto directo con algunos de sus editores y el análisis editorial de los libros constituyen gran parte de la metodología de esta investigación y sus objetivos, los que son comprender el circuito editorial anarquista de Santiago y cómo ha cambiado, y dejar rastro de la existencia de estas editoriales, del circuito editorial ácrata, de la importancia de sus catálogos en el Chile que se está construyendo.
Sin embargo, por la importancia de la experiencia con el fenómeno estudiado, mi posición como investigador no es imparcial, pues esta investigación comienza desde una valoración positiva y argumentada sobre la importancia de la escena editorial anarquista en Santiago. Es inevitable que algunas ideas surjan desde la afinidad ideológica y ética con el anarquismo, por tanto, como investigador no solo hablo desde la edición, sino que también desde (al menos, una parte de) la ideología ácrata. Así, la combinación teórica entre edición y anarquismo no es una debilidad en esta investigación, sino que la posibilidad de construir un marco teórico desde estos dos conceptos y cómo se replantean desde este otro lugar, que es el anarquismo, conceptos claves de la edición que han estado marcado por cómo el libro ha devenido en una industria más en el capitalismo.
Por otra parte, cuando hablamos de edición anarquista no pensamos que es solo un grupo de editoriales, muchas de las cuales surgen y mueren, lo que sería una visión sesgada y pobre, la cual no explicaría nada de toda la complejidad de la escena editorial ácrata, por tanto es fundamental caracterizar también su distribución y su mercado editorial, y las organizaciones de editores y las ferias que organizan. Estas dos áreas permiten completar la caracterización de la escena editorial ácrata. Por otra parte, se podría pensar, con justa razón, en el lector ácrata como parte del engranaje de la escena editorial ácrata, y, sin duda, se está en lo correcto. Para efectos de esta investigación, abordar la caracterización del público lector de la escena editorial ácrata sería materia y trabajo de otra investigación distinta, necesaria por lo demás; abordar ese nivel en esta investigación escapa a las capacidades humanas.
Editoriales ácratas
En la escena editorial ácrata entre 2010 y 2012 hubo cerca de 35 microeditoriales funcionando: Ediciones Espíritu Libertario, Editorial Desde Abajo, Ediciones Ideacrata, Subamérica Ediciones y Acción Directa Ediciones, Ediciones Papel Libertario, Ediciones Nómade, Editorial Primera Vocal, Editorial Problema, La Picadora de Papel, Fuego Cruzado Ediciones y Editorial Cuadernillos Incendiarios, Ediciones Germinal, Crimental Ediciones, Ediciones Calavera, Ediciones Sin Nombre, Editorial Sedición, Editorial Los Niños Salvajes, Editorial Pluma y Mente, Mariposas del Caos, Más que Palabras Ediciones, Afila Tus Ideas Ediciones, La Madriguerra Ediciones, Ediciones Por El Borde, Editorial Novena Ola, Ediciones Apestosas, Editorial Puñales con Tinta, Enrtropía Ediciones, La Turba Ediciones, Más que Palabras Ediciones, ProKaos, Colonia Tolstoiana Editorial, Sarri Sarri Editorial, Editorial Nihil Obstat, Editorial Eleuterio, Editorial Hombre y Sociedad, Editorial Libre Iniciativa e Ignición Ediciones. Muchas de estas editoriales son de Santiago, el resto son de regiones. También no se puede soslayar la presencia de Libros de Anarres, editorial de Argentina.
Además, un gran número de las editoriales nombradas han desaparecido, entre las que han continuado con su trabajo se encuentran Editorial Eleuterio, Crimental Ediciones, Libros de Anarres (Argentina), Editorial Nihil Obstat (Valparaíso), también en el mundo editorial ácrata durante este periodo aparecen Reacia Ediciones, Mar y Tierra Ediciones, Indómita Ediciones, Ediciones La Horca, Sátira Ediciones, Hiparquía Ediciones, Ediciones Sembrando la Peste Negra, Vilú Ediciones, Ediciones La Trenza, Venático Editores, Pensamiento y Batalla, Editorial Ravachol (Antofagasta), Ediciones Vorágine (Región del Bío-Bio), Abrazo Ediciones, Editorial Atamansha, Apófasis Ediciones, Editorial Mariquita, Mano Negra Ediciones, Editorial Hechiza, Editorial Pirotecnia. A la presencia de Libros de Anarres, se agrega el trabajo editorial de Lazo Ediciones, también de Argentina.
La escena de la edición anarquista adolece de la fugacidad, ya que las editoriales desaparecen luego de un breve transcurso de trabajo, lo que se debe a diferentes causas: cese del trabajo por decisión del mismo equipo de editores, por la falta de recursos y máquinas, por la falta de interés y desánimo, por la falta de un mercado lector que permita la autogestión del catálogo y la sobrevivencia de sus editores. Además, la escena editorial que hoy existe en la capital del país es joven, ya que, quienes conforman los proyectos editoriales, son personas entre los 20 y 40 años, principalmente. Así, el ímpetu editorial proviene de un grupo joven de editores, quienes lideran los proyectos editoriales antes mencionados, lo que también sucede en el resto de la edición independiente.
El siguiente análisis de la escena identificada será realizado a partir de conceptos claves de la edición: copyright, catálogo, edición y corrección de estilo, diseño editorial, producción y formatos, servicios editoriales, todos estos niveles de interpretación y análisis permitirán caracterizar cualitativamente tanto los aspectos positivos como negativos de la práctica editorial anarquista.
Derechos de autor: la apuesta por sistemas alternativos al copyright
Es necesario advertir que es muy fácil caer en el prejuicio de calificar la práctica editorial anarquista como de simple piratería, caer en el prejuicio significa invisibilizar el fondo teórico de una discusión sobre los alcances de la propiedad privada del texto y que está marcada por los conceptos: derecho de autor, propiedad privada, propiedad pública, trabajo asalariado, mercado, neoliberalismo. Es fácil pensar lo anterior, porque la edición anarquista no se apega al derecho de autor y al copyright, debido a tanto el carácter legal de ambos, como el monopolio del contenido que sustentan, por eso es frecuente el uso de lógicas alternativas al copyright. copyleft, Creative Commons, anticopyright.
Partamos por lo básico, el derecho de autor, según Carmen Barvo, es “la protección que le otorga el Estado a todo creador de obras literarias y artísticas, desde el mismo momento de su realización, sin necesidad de requisito alguno y por un tiempo determinado”6. Además, el derecho de autor “asegura, asimismo, a los creadores, el respeto para sus obras y el derecho a recibir una compensación económica cuando éstas sean utilizadas por terceros”7. Pues bien, el Estado chileno mediante la ley de propiedad intelectual 17.336 protege la propiedad privada de la autoría y lo efectúa para regular la transacción económica que se puede realizar de una obra entre un editor y el autor. Así, el manuscrito es un objeto transable económicamente y el contrato de edición muestra el acuerdo comercial entre ellos.
Sin el derecho de autor ni el copyright, la edición de grandes grupos económicos, la edición como negocio, no sería “posible”, aquellos conceptos son el resguardo legal y comercial de un contrato privado y exclusivo que posibilita el camino hacia la búsqueda de rentabilidad con la publicación de un libro. Pensar el copyrightsin exclusividad suena ridículo teóricamente, ya que una editorial para asegurar su éxito debe poseer la exclusividad, lo que implica que ningún otro editor puede publicar el mismo contenido, por eso la ley de propiedad intelectual penaliza el hecho de que cualquier tercero pueda reproducir una obra con copyright, este concepto materializa, sin duda, el monopolio del contenido.
En el contexto del copyright, la palabra pirateo refiere a la circulación de libros sin contrato de edición, lo que es combatido con demandas, con todo el peso de la ley para quien ose pasar a llevar la explotación de una obra y las utilidades de una empresa. Por supuesto que se combate también el pirateo con publicidad: por ejemplo, en los libros de Ediciones LOM podíamos leer el siguiente lema: “PELIGRO. LA FOTOCOPIA MATA AL LIBRO.” Sin duda que la fotocopia mata al libro cuando este nace desde un contrato privado y exclusivo, el libro pensado como una mercancía privada. Así, la ley, el mercado y la práctica editorial imponen ciertas conductas que no atentarían contra la edición como negocio, en otras palabras, puestas al servicio de la creación de capital.
La posición de la edición anarquista en relación al copyrighty al derecho de autor es completamente opuesta. ¿Qué significa esta oposición? En particular, que se rechaza tanto en la teoría como en la práctica el copyright como monopolio de contenido, como marco legal en pos de negocios e intereses económicos particulares. En la edición como negocio, la publicación de un libro es un evento privado y exclusivo en el tiempo “Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial”. Esta declaración de copyrightes usual en la edición como negocio y refleja todo el ideario de lo privado y exclusivo del acto de edición y publicación.
La exclusividad no es una práctica presente en la edición ácrata y la edición como un evento económico privado entre un editor y un autor no es un horizonte, una perspectiva. Con ello, la edición ácrata entiende la publicación como un evento social y socializado, es decir, primero, la publicación de un libro sucede en la realidad de una sociedad, por tanto pertenece a lo social y, segundo, se socializa al ya no poder ser más un objeto que solo concierne a lo privado entre un autor y un editor. Por ello, en la práctica, los editores ácratas usan las alternativas al copyright. copyleft, Creative Commons, anticopyright.
Es importante señalar que la crítica ácrata al copyrighty al derecho de autor no implica una crítica acérrima al concepto en su completitud, pues el derecho moral, en las alternativas del copyright, sigue intacto, no se niega ni se destruye. Por tanto, en la edición ácrata se respeta la paternidad de la obra y no se deforma, ni se mutila ni se realiza modificación de la obra. Lo que se critica es el derecho patrimonial, la disposición legal que permite el negocio editorial tal y como lo conocemos, un acuerdo económico entre un autor y un editor. La edición anarquista no practica ni reconoce el derecho patrimonial de lo que ya se encuentra en la esfera social. Así, la edición ácrata contraviene en muchos casos los artículos 18 y 19 de la legislación chilena, la Ley de Propiedad Intelectual 17.336.
De todas las alternativas al copyright, la edición ácrata concentra su mirada ideológica en el anticopyright. Así, el lema sobre derechos autor en la edición ácrata circula desde la exhortación: “COPIA, PIRATEA, DIFUNDE” (Ediciones Papel Libertario y de Acción Directa Ediciones), hasta expresiones más concienzudas: “la reproducción de este libro, a través de medios ópticos, electrónicos, químicos, fotográficos o de fotocopias está permitida y alentada por los editores” (Libros de Anarres), “apoyamos la reproducción parcial o total de esta obra bajo cualquier medio, con fines de difusión y propaganda y sin pretensiones de lucro. La propiedad es un Robo, Copia, y Pasa” (Editorial Germinal), “abogamos por el anticopyright, comprendiendo que la propiedad es un robo y este caso es dejar a una individualidad sin la opción de leer el libro, por ello y por una cuestión de solidaridad, ¡hace correr el texto!” (Sembrando la peste negra), “se reconoce autoría, se desconoce propiedad. La fotocopia parcial o total, es permitida y alentada.” (Mar y Tierra Ediciones).
Pues bien, en las frases de cesión de derechos de autor se representa toda la ideología del anticopyright, la que implica un cuestionamiento sobre la propiedad literaria y la función social tanto de la literatura como del editor. Esta discusión excede sin duda el alcance de este artículo; sin embargo, es preciso entender que la práctica editorial ácrata, en términos de derecho de autor, no es caprichosa, ni naif, sino que responde a un cuestionamiento y a una praxis respecto de la propiedad privada del texto. Es válido preguntarse qué implica en la práctica el anticopyright.
Desde mi perspectiva, el anticopyright ha consolidado la difusión del ideario anarquista, del feminismo no solo dentro de la escena ácrata, sino que también en la escena universitaria actual, pues si la difusión de un libro, pongamos por ejemplo T.A.Z., de Hakim Bey, en el copyright, le pertenece a un solo editor; en el anticopyright, ese libro (una vez publicada su primera edición) le pertenece al mundo social, incluido los editores, entonces el editor que sienta la necesidad de editar y publicar ese libro, podrá hacerlo sin negarle esa misma posibilidad a otro editor, así un libro podría llegar a más lugares y ser leído por más personas que, principalmente por motivos socio-económicos y teritoriales, no podrían haber comprado el libro. Por ejemplo, Sarri Sarri Editorial ha reeditado varios libros de la colección Utopía Libertaria de Libros de Anarres, este es un ejemplo de muchos que demuestra cuán arraigada está la práctica del anticopyright en la edición anarquista, concepto puesto en práctica que permite la creación de catálogos sólidos.
Catálogo: desde el canon hasta la vanguardia
En la primera investigación sobre la edición ácrata, di cuenta que en esos años (2010-2012) el panorama estaba definido por la publicación del canon ácrata, el que estaba marcado por el pensamiento filosófico clásico y por el postanarquismo, por autores ya muertos y por contemporáneos. Por ejemplo, Ediciones Ideacrata había publicado Zonas autónomas y el obelisco, de Hakim Bey; La sociedad industrial, de Theodore Kaczynski; El principio del Estado, de Mijail Bakunin; Grandes sujetos, pequeños espacios, de Todd May. Sarri Sarri Editorial en su catálogo estaban los títulos Estatismo y anarquía, de Mijail Bakunin; La palabra como arma, de Emma Goldman.
Es interesante que la selección de los títulos estaba marcada por la difusión de una bibliografía básica del anarquismo, mas no dogmática, ya que los nuevos escritores (Todd May, Hakim Bey, Theodore Kaczynski) tenían la misma validez argumentativa y racional que los clásicos como Bakunin, Malatesta. Incluso, la editorial argentina Libros de Anarres ha publicado manteniendo la misma tendencia: Surrealismo y anarquismo, de Plínio Augusto Coelho; Krondstad 1291, de Paul Avrich; Dios y el Estado, de Mijail Bakunin; La conquista del pan, de Piotr Kropotkin y ¿Qué es la propiedad?, de Pierre Joseph Proudhon. Así, el pensamiento clásico y el contemporáneo conviven en el catálogo de muchas editoriales, y la seriedad de su selección demuestra una lectura de la diversidad teórica del anarquismo. Ahora bien, muchos títulos de los catálogos se suelen encontrar en otras editoriales, lo que demuestra también que existe una zona de confort al publicar títulos ya probados por su calidad teórica o por su contingencia, es decir, ¿cuál es el riesgo de publicar a Bakunin en el siglo XXI cuando acceder a su pensamiento ya no es tan difícil?
Con el surgimiento de nuevas editoriales, sobre todo con Editorial Eleuterio, Mar y Tierra Ediciones, Pensamiento y Batalla Ediciones, el catálogo ya no era solo un repositorio de lo ya conocido, sino que la búsqueda de nuevo material era indispensable para la construcción del catálogo, para lo cual han existido muchos caminos. Una primera estrategia es la búsqueda de material nuevo en lo clásico, en lo conocido: Editorial Eleuterio ha sido pionera en la construcción de un catálogo no solo desde la búsqueda de nuevos títulos en lo clásico: El Estado moderno, de Élisée Reclus; Páginas de lucha cotidiana, de Errico Malatesta; La ciencia moderna y la anarquía, de Piotr Kropotkin, sino que también de nuevas escrituras, de nuevos autores: Anarquía. Orden sin autoridad, Eliseo Reclus. Geógrafo anarquista, La fuga de Kropotkin. De la prisión zarista a la trinchera anarquista, todos títulos de Rodrigo Quesada Monge; Anarquistas de ultramar: anarquismo, indigenismo, descolonización . Anarquismo y revolución en Rusia (1917-1921), ambos de Carlos Taibo. Otras casos editoriales que buscaron más bibliodiversidad dentro del anarquismo son, por ejemplo, Mar y Tierra Ediciones, editorial que recopiló en un hermoso libro Jeografía de Chile, de Eliseo Reclus. También, Editorial Novena Ola publica el pensamiento de Murray Bookchin: Ecología social, Municipalismo libertario. La política territorial de la Ecología Social.
La segunda estrategia para la búsqueda de nuevos discursos críticos y cercanos al anarquismo estuvo dada por el contexto social de Chile, es decir, la búsqueda de material que dialogue críticamente con las circunstancias. Primero, el movimiento estudiantil que se inicia en el 2012 y que promueve la idea de una educación gratuita y estatal, respetada como un derecho. En ese panorama, entran en la esfera pública la educación libertaria y la antipedagogía, conceptos del anarquismo a la hora de pensar la educación. Así, en 2012 Editorial Eleuterio publica Educación anarquista vol. 1. Aprendizajes para una sociedad libre, de varios autores; y en 2016 Educación anarquista vol. 2. Para educar en libertad, de Josefa Martín Luengo; en 2013 Educación, de Élisée Reclus. También, el pensamiento de Pablo Freire sobre la pedagogía del oprimido es un punto insoslayable en el debate. Reacia Ediciones publica el trabajo teórico de Pedro García Olivo: El enigma de la docilidad, El educador mercenario . Desesperar.
Segundo, la publicación del feminismo es producto de la relación entre el contexto social y la construcción de un catálogo editorial necesario, incluso ligado no solo al feminismo, sino que también a las disidencias sexuales y políticas. Por ejemplo, Reacia Ediciones ha publicado Fuego marica. Historia de la Brigada “George Jackson” y del colectivo anticarcelario “Hombres contra el sexismo” (1975-1978), de Ed Mead y Rita Brown; El pensamiento heterosexual y otros ensayos, de Monique Wittig. Sátira Ediciones ha publicado Deshacer el género . ¿Para qué la acción?, ambos de Judith Butler; Brujería y contracultura gay, de Arthur Evans; El patriarcado del salario . Revolución en punto: trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas, ambos de Silvia Federici. Editorial Eleuterio crea los libros: La idea: perspectivas de mujeres anarquistas . Emancipación: las anarquistas y la liberación de las mujeres.
La tercera estrategia es la difusión de textos inéditos sobre el anarquismo en Chile de nuevos historiadores (Manuel Lagos Mieres, Víctor Múñoz Cortés), los que alimentan los catálogos de diversas editoriales. Por ejemplo, Víctor Múñoz Cortés es publicado por Mar y Tierra Ediciones: Anarquismo en Chile: una síntesis histórica desde 1890 hasta nuestros días . Sin Dios ni patrones: Historia, diversidad y conflictos del anarquismo en la región chilena (1890-1990). Manuel Lagos Mieres es publicado por Editorial Indómita: Paseos campestres, veladas y teatro. Una alternativa anarquista para la ocupación del tiempo libre. También Sartaña Editorial publicó Juan O. Chamorro Azócar (1885-1941) El agitador de Valparaíso, de Manuel Lagos Mieres.
La diversidad de proyectos editoriales protege gran parte de la riqueza teórica del anarquismo. El apego evidente hacia el ideario ácrata en los catálogos es muestra del posicionamiento del editor o del equipo editorial, pues aunque el catálogo sea una consecuencia de la lógica de la edición, que se sostiene comercialmente con la novedad, este es un relato, es una parte del conocimiento humano que el editor coloca sobre la mesa y cuando tiene consciencia de la construcción del catálogo, lo demuestra en la definición de una línea editorial y en la creación de colecciones. Los grandes catálogos demuestran la mirada propia y necesaria del editor respecto de un tema. Así, si bien podemos criticar que adolecen de lugares comunes a estas alturas en la publicación del anarquismo, los catálogos construidos por las editoriales ácratas no han sido antojadizos en su mirada.
Edición y corrección de estilo
En la edición y en la corrección de estilo se marca la calidad lingüística y literaria del libro, calidad que es capaz de ser medida en la búsqueda de diversas erratas, de ideas inconclusas, confusas, oscuras, etc. Por la característica fantasmal del editor, un buen lector ante un libro con erratas se ofuscará con el autor, el editor saldrá incólume del entuerto. Sin embargo, en la mente de ese lector, no solo ha perdido credibilidad el autor, sino que también la de la editorial al haber publicado un libro mal escrito.
En los primeros años del siglo XXI, gran parte de la edición anarquista carecía de la edición y corrección de estilo mínima sobre un texto. El concepto de uniformidad no se aplicaba. Por ejemplo, en dos plaquettes de Alfredo María Bonanno publicados por Afila tus Ideas Ediciones, el nombre del autor aparece escrito de dos modos, lo cual evidencia una desprolijidad en el proceso de edición, y es uno de los muchos errores que podemos encontrar en libros y plaquettes de la edición ácrata en esos años.
Hoy, lamentablemente, la situación no ha cambiado. Se aprecia transversalmente en las editoriales actuales un descuido por la palabra, por la estructura textual y por las normas de estilo en general, lo que viene de deficientes traducciones y de escritores que no manejan del todo la escritura de su idioma materno. Cada libro, cada editorial es un caso con niveles distintos de gravedad. Sin embargo, existen casos editoriales en los cuales se aprecia un trabajo sobre la palabra: Editorial Eleuterio, Editorial Pensamiento y Batalla, Mar y Tierra Ediciones, Editorial Nihil Obstat, por nombrar algunos. Este grupo de editoriales exhibe un trabajo pulcro en el tratamiento del texto.
Es importante cuestionar por qué no existen los procesos de edición y corrección de estilo en la mayor parte de la edición ácrata. Desde mi perspectiva, y entendiendo que siempre hay más causas que explican el fenómeno y que la respuesta es en sí otro trabajo de investigación, intuyo que muchos editores ácratas son el reflejo de una mala educación escolar, en la que el registro escrito de la lengua castellana no tiene ningún peso en la configuración cultural del sujeto. De hecho, es una especie de lastre para las personas, así como la lectura. Sin embargo, los editores anarquistas son grandes lectores.
Además, muchos de los editores ácratas no tienen estudios universitarios en lingüística, en literatura, en filosofía, en historia, en periodismo o en alguna ciencia social en que se desarrolle la escritura y la corrección textual constante, prácticas que se constituyen como una base para el desarrollo y el perfeccionamiento en la edición y corrección de estilo. De hecho, las excepciones al panorama que he descrito en la edición ácrata provienen de editores con estudios universitarios, por ejemplo: Editorial Eleuterio, Pensamiento y Batalla Ediciones.
Por último, es necesario señalar que esta carencia en la edición ácrata es fundamental y es grave, pero tiene fácil solución: leer sobre la gramática textual de la lengua castellana, diversos manuales de estilo y de redacción, y construir una gramática nueva respecto del lenguaje inclusivo. Se quiera o no, toda lengua tiene una gramática indispensable para que cumpla uno de sus objetivos, que es ser un vehículo para la comunicación. Y la edición y la corrección de estilo se realizan desde todos aquellos documentos sobre el idioma que configuran una gramática contemporánea, una base común y no subjetiva que les permite a todos los correctores corregir errores lingüísticos similares de la misma manera. Un excelente corrector de estilo es quien aplica toda esta información para depurar de erratas el texto. Ahora bien, si en general la edición ácrata adolece de corrección de estilo y edición, en diseño editorial muestra una profesionalidad y depuración admirables.
Diseño de cubierta y diagramación
Si bien, el diseño editorial contiene un conjunto de conocimientos que sería imposible exponer, sintetizar aquí; resulta indispensable para abordar cómo diseñan las editoriales ácratas sus libros, para identificar aquellas editoriales que diseñan con consciencia de oficio editorial, de las que diseñan desde la experiencia básica, por ejemplo, en la diagramación, experiencia que se percibe mejor en el caso del acto de diagramar, porque esta acción es parte de la generación que crece escolarmente con el uso de la computadora, por tanto la práctica se vuelve un acto cotidiano; sin embargo, aunque aquellas nociones aplican para la construcción de una diagramación profesional, con oficio, son insuficientes, pues se necesita mucha más información y conocimientos sobre diseño gráfico, diseño editorial.
Como sabemos, el diseño de un libro está dividido en su diseño interno (diagramación) y su diseño externo (cubierta). Estas dos partes tienen una lógica que funciona de manera opuesta. Por una parte, el lector en un libro concentra su atención en el contenido y no en la diagramación, por eso el diagramador debe disponer el contenido textual en la página, ocultando su trabajo al lector, ya famosa es la comparación de la diagramación con una copa de cristal, realizada por Beatrice Warde. Cuando sucede lo contrario, es decir, cuando la tipografía, el interlineado y/o la caja de texto se hacen evidentes para el lector en la lectura, la diagramación presenta ripios, los que distraen la lectura, salvo que la diagramación tenga una intención comunicativa en sí misma, por ejemplo, en los caligramas.
Por otra parte, el diseño de la cubierta funciona en la lógica completamente opuesta, pues la cubierta no debe pasar desapercibida para el lector, la cubierta se tiene que lucir, tiene que llamar la atención del lector. Cuando se considera la cubierta como una mera estrategia de consumo, su diseño sólo representa la obra que contiene con una estructura lo más novedosa y creativa posible. La cubierta, además, puede exhibir una identidad: la de la editorial, la de la colección. Así, el libro ingresa en una familia que tiene características visuales idénticas entre sus miembros. La identidad editorial es otro rasgo para ingresar en la mente del lector, no de todos, por supuesto; este recurso lo que busca es hacerse reconocible en una apreciación general de un conjunto de libros, como la mancha cromática de Anagrama en una librería.
Tanto de la diagramación como de la cubierta, el editor debe decidir la idea, el modelo, la estructura. Caracterizar el libro ácrata en estos términos permite comprender en qué medida el editor anarquista es consciente del libro como un objeto no solo para la lectura, sino que también para la observación estética. Pues bien, habiendo dicho todo lo anterior, la edición anarquista desde el 2010, y antes, hasta la actualidad ha mostrado una evolución positiva en el diseño editorial, principalmente en el diseño de cubierta.
En relación a la diagramación, la edición anarquista mostraba que, en general, no había una preocupación por la construcción de una diagramación limpia, en la que la tipografía, el interlineado o la caja de texto fueran importantes. Así, era frecuente advertir cajas con un interlineado muy angosto o con una separación muy grande. También era frecuente apreciar que los márgenes fueran irregulares o insuficientes. La edición anarquista mostraba una evidente desprolijidad cuando comencé a investigar su desarrollo editorial; en la actualidad existe una mayor preocupación por la diagramación, lo que muestra un crecimiento en el oficio. Así, la caja de texto se estructura con márgenes más amplios. En algunos casos, hay uso de ornamentaciones como sucede en los libros de Crimental Ediciones e Indómita Ediciones. En la actualidad, en el formato libro me interesa recalcar el trabajo en la diagramación de Editorial Nihil Obstat, Editorial Eleuterio, Mar y Tierra Ediciones, Pensamiento y Batalla Ediciones, y Sátira Ediciones. Sus ediciones demuestran oficio en la diagramación; en la plaquette Editorial Pirotecnia ha realizado un trabajo interesante, muy fino.
En relación al diseño de cubierta, un primer prejuicio es que prima el negro o el negro y rojo en el diseño editorial de las cubiertas, colores que se asocian directa e inevitablemente con el anarquismo, los que de hecho no son muy usados en la edición ácrata de Santiago. Quienes sí lo han usado entre las primeras editoriales catastradas en 2010: Ediciones Espíritu Libertario, editorial de principios de este siglo XXI que usaba la combinación de negro y rojo en Anarquismo, de Noam Chomsky, y Ideología anarquista, de Rafael Capelletti, por ejemplo; Ediciones Ideacrata usaba el negro en sus cubiertas, lo más probable es que la ausencia de otro color se debiera al uso de fotocopiadora; y Libros de Anarres, quienes construyen su colección desde el negro y el rojo. Todo el resto usaba color: por el papel o por la tinta.
De aquellas editoriales de principios de siglo XXI, Ediciones Germinal en una de sus colecciones usaba papel reciclado impreso con cianotipia. Sarri Sarri Editorial usaba una estructura muy definida que le daba una identidad clara: uso de fotografía de autor trabajada digitalmente y de una franja de color para el título y el nombre de autor. Editorial Nihil Obstat se caracteriza por la ausencia de una estructura definida en su diseño de cubierta, cada libro habla desde la individualidad estética. Crimental Ediciones en sus principios se caracterizaba por el uso de cartón café y letras negras, el desafío de esta combinación de colores es el poco contraste que sucede, este reto fue encarado desde la tipografía y su espacio en el papel, en otras palabras, se trabaja el tamaño y la orientación de la letra, lo que en la seguidilla de publicaciones daba cuenta de una estética coherente. Hoy en día, Crimental Ediciones tiene un diseño de cubierta distinto, el uso de diseño de color ha hecho que sea uno de los trabajos más llamativos.
En la actualidad, con el trabajo de diseño editorial de Crimental Ediciones y Editorial Eleuterio, se pueden agregar las siguientes editoriales: Reacia Ediciones, Mar y Tierra Ediciones, Editorial Indómita, Sátira Ediciones, Editorial Pensamiento y Batalla. Reacia Ediciones posee cubiertas atractivas debido a, principalmente, tres factores: color fuerte de fondo, imagen intervenida digitalmente más tipografía no convencionales; en varios títulos se aprecian continuidades que dan cuenta de identidad editorial. Mar y Tierra Ediciones usa modelos distintos de cubiertas; sin embargo, algunas continuidades se pueden apreciar en el uso de colores fuertes que intervienen digitalmente las imágenes usadas de fondo. Editorial Indómita posee las mismas características de diseño editorial de Reacia Ediciones para construir un diseño editorial con una identidad difusa; a su modo, Editorial Indómita usa tipografías no convencionales, imágenes de fondo o ilustraciones.
Sátira Ediciones posee estructuras diferentes y muy definidas de diseño editorial, capta la atención los diseños de los libros de Michel Foucault, los que evidencian dos estructuras que dialogan; además, son interesantes el uso de la ilustración y de la tipografía en los títulos vinculados al feminismo, a la teoría de género y al concepto de lo queer. Editorial Pensamiento y Batalla exhibe una estructura de diseño muy definida que ha construido la identidad visual de la editorial y que los sabe diferenciar del resto de las editoriales (no) ácratas.
Con el paso del formato plaquette al formato libro, el diseño de la cubierta de Crimental Ediciones cambió, así el trabajo con la tipografía convive con el trabajo digital sobre la imagen (incluyendo la superposición) o de la ilustración, según sea el caso; el trabajo sobre la imagen radica en el cambio de color o la amplificación de contraste, y expresa la crudeza o radicalidad del contenido. Editorial Eleuterio en el paso del tiempo ha mostrado oficio y planeación en el diseño editorial de sus libros, la editorial utiliza diversas estructuras en sus cubiertas, dependiendo de la colección, así en el último tiempo se han destacado por su diversidad y estructural visual.
Es importante señalar que el desarrollo del diseño editorial ha sido posible tanto por el acceso a los medios de producción necesarios para la manufactura de libros formato rústica, como por el uso de programas de edición de texto y de imagen de Adobe: Indesign y Photoshop. De tal manera, el nivel en diseño editorial de cada editorial anarquista depende del conocimiento en la interface del programa mismo y de diseño editorial. Sin duda, la experiencia de los editores ácratas como lectores también ha sido un factor importante en la evolución positiva del diseño editorial en la edición ácrata, ya que un buen editor observa casos editoriales, es decir, cubiertas que hemos valorado como estéticamente bellas, creativas y/o radicales u horrendas, monótonas y/o reaccionarias, las que permiten obtener aprendizajes en la construcción de cubiertas, aprendizajes que se aplican luego en el trabajo propio. Y el aprendizaje en el tiempo no solo ha tenido repercusiones en el diseño editorial, sino que también en el acceso a medios de producción más profesionales y en los formatos usados.
Tipos de libros y formatos: materialidad y producción
Los formatos, los tipos de libros que se producen en la edición ácrata dependen exclusivamente de las características de producción que poseen las editoriales, lo que significa principalmente la pregunta: ¿imprimen, encuadernan, guillotinan las editoriales anarquistas o producen externamente por medio de una imprenta?
Desde hace bastante tiempo, la producción de los libros está dividida por el trabajo de dos organizaciones distintas: el editor y la imprenta. De manera breve, cuando el editor ya posee el diseño de cubierta y la diagramación del interior, contrata los servicios externos de una imprenta para que se encargue de la impresión del libro. ¿Por qué la editorial no puede imprimir el libro con su imprenta? La editorial puede hacerlo, existen editoriales que poseen, además, una imprenta, la que es obviamente para la impresión del catálogo de la editorial. Sin embargo, el negocio de la imprenta es muy distinto al negocio de la industria editorial. Una imprenta necesita trabajo de impresión constante para producir, por lo que no puede depender del catálogo de una sola editorial; entonces, resulta nefasto para una imprenta depender solo de una editorial y para la editorial la imprenta se vuelve un lastre de costos fijos de operación que no son de su negocio: salarios de trabajadores, arriendo de fábrica, pago de la diversa maquinaria que necesita una imprenta. Las editoriales que poseen una imprenta han entendido que el desarrollo comercial de una imprenta debe ser autónomo del desarrollo de la editorial. Son negocios absolutamente distintos.
Sin duda, pensar sobre el tipo de libro que se desea editar depende de los medios productivos que se dispongan o de la inversión ahorrada. En ese sentido, frente al costo de impresión que Gabriel Zaid describe de inversión menor8 frente a otras industrias culturales, las editoriales de grandes grupos económicos y muchas de las editoriales independientes contratan los servicios de una imprenta, entre ellas, CyC Impresores, Dimacofi, Andros, etc. Asumir el costo de una imprenta en máquinas, papel, tinta, hombres calificados no es positivo para la economía de una editorial, menos si no se entiende que poseen lógicas de funcionamiento diferente. Insisto, no es lógico hacerse cargo de la economía de una imprenta para la producción de un libro, pues la editorial cubre económicamente la producción de su libro y la imprenta se sostiene imprimiendo para diversos clientes. Poseer una imprenta no necesariamente es el objetivo de un editor, quien delega el proceso de impresión para concentrarse en la edición de los libros que vienen y porque, económicamente, puede ser un riesgo para la economía de la editorial y de la imprenta.
Ahora bien, en la escena editorial ácrata se aprecia que el editor es también impresor, lo que resulta interesante, pues la respuesta de por qué imprimen y la reflexión sobre las consecuencias de la dualidad (editor-impresor) no son evidentes. Primero, es innegable que mientas más pasos realice una persona para la elaboración de un producto, mayor conocimiento tendrá del proceso en sí; así, un editor que diseña posee más conocimientos sobre la edición que aquel otro que no diseña, lo mismo se puede decir del editor que imprime, ya que su conocimiento es mayor al de los que contratan los servicios de una imprenta, lo que se evidencia no solo en el uso y entendimiento del tecnolecto del impresor, sino que también en la práctica misma: desde conseguir el papel hasta modificar las impresoras. Si el editor de cartonera conoce y práctica el trabajo de encuadernación artesanal; el editor ácrata, el trabajo industrial de impresión digital; sin embargo, es posible encontrar ediciones con encuadernaciones. La dualidad editor-impresor transforma a los editores ácrata en editores complejos y, en cierta medida, completos, los que manejan, bien o mal, cada uno de los procesos de edición e impresión.
Segundo, la ética de Hazlo tú mismo9, la necesidad de autogestión de los medios de producción y la negación de la explotación del hombre por el hombre que sucede en la imprenta tradicional, en la que hay un patrón y calificados obreros asalariados, son parte de la explicación para comprender por qué los editores ácratas se preocupan del proceso de impresión. El encargarse de autogestionar el proceso de producción es una necesidad ideológica básica. Como excepción a lo señalado, son pocas las editoriales ácratas que contratan los servicios de una imprenta, conocidos son los casos de Editorial Eleuterio y Editorial Pensamiento y Batalla.
El acceso a maquinaria técnica ha significado un cambio cualitativo en el proceso mismo de edición y producción del editor ácrata, en la factura de los libros y en el cambio de tipo de libro. En el inicio de la primera década del siglo XXI, un tipo de libro muy utilizado era la plaquette. La estrategia fundamental era disminuir el costo económico para vender el material lo más barato posible en pos de una mayor difusión del contenido, así la fotocopiadora y la plaquette permitían alcanzar el objetivo. Por una parte, se externalizaba un proceso de la producción acudiendo a fotocopiadoras cercanas a universidades, ya que los precios eran asequibles; sin embargo, la calidad del producto era deficiente, fotocopias que apenas se leían, la mayoría de las veces, más aún cuando se imprimía desde una copia, no desde el original. Más de algún editor imprimía con una impresora casera, y el resto del proceso de producción era parte del trabajo de manufactura de la plaquette, formato que permitía que fuera un proceso muy básico y funcional: un cuadernillo corcheteado en su mitad. Algunas de las editoriales en la primera década del siglo XXI que usaban la plaquetteeran Ediciones Ideacrata, Subamérica Ediciones, Acción Directa Ediciones, Ediciones Nómade, Crimental Ediciones. En la actualidad, no son muchas las editoriales que han continuado con plaquettes, sí sucede que es un buen formato para comenzar la vida editorial desde cero como el caso de Pirotecnia Editorial.
El libro en formato rústica existía a principios de esta década; sin embargo, no era lo más habitual en la escena editorial. En la actualidad, el uso del libro en formato rústica es una tendencia. Este cambio se debe al acceso a maquinaria más técnica, específicamente, a una hotmelera, a una guillotina para libros y una máquina de termolaminado, al menos. Antes, a principios de este siglo, invertir en dicha maquinaria era el sueño de muchos editores ácratas y realidad de pocos. Por tanto, los catálogos de Crimental Ediciones, Editorial Indómita, Sátira Ediciones, Ediciones La Horca, Reacia Ediciones, Mar y Tierra Ediciones están marcados por la presencia de libros con encuadernación rústica, producidos en imprentas propias, lo que ha devenido en algunos casos en la creación de un negocio alternativo: servicios editoriales. Pues, recordemos que una imprenta y una editorial son negocios diferentes.
Servicios editoriales
Desde los últimos dos o tres años, las editoriales anarquistas que poseen los medios de producción para fabricar libros en formato rústica, han ofrecido sus servicios editoriales creando empresas diferentes. Editorial e imprenta no son lo mismo, por tanto, sus nombres son distintos. El nicho que han visto es la producción en formato libro de material universitario y de digitalizaciones en formato pdf, producto del pirateo de información. Este nicho les ha permitido obtener una nueva fuente de ingresos, además de la venta del catálogo. Además, los servicios editoriales incluyen encargos de ediciones, desde la diagramación hasta la producción.
Así, esa subdivisión de la producción editorial se configura de la siguiente manera: Crimental Ediciones posee el Taller Gráfico Tronador. Editorial Indómita realiza servicios editoriales a través de Taller Gráfico Monos con Navaja, por ejemplo.
Distribución y mercado editorial: librerías, ferias y organizaciones
Si consideramos la caracterización realizada hasta el momento, la imagen que se proyecta es de una edición anarquista fuerte, pues es numerosa y diversa, y no estaríamos tan equivocados. Extrapolar a otros ámbitos de la edición esta imagen es peligroso, pues se estaría falseando la realidad. De hecho, desde que el editor ácrata publica, es decir, desde que el libro sale a la luz pública, comienzan los obstáculos y las discriminaciones estructurales en el proceso de distribución, lo que no solo viene desde la organización socioeconómica del territorio proyectada por el Estado y el Capital, sino que también desde el mundo de la edición independiente, lo que es mucho más grave, tal como sucedió en el Furia del Libro, versión 201810 con la marginación de algunos editores ácratas, bajo el argumento miope de la piratería.
El negocio del libro en Chile está regulado desde el Estado y desde el mercado, bajo normas jurídicas y parámetros económicos, para el desarrollo del capitalismo en la industria editorial. Pues bien, por coherencia ideológica, la edición ácrata no suele tomar el camino legal del negocio del libro, las editoriales no están inscritas en el Servicio de Impuestos Internos como empresas, por tanto no usan ISBN; sin embargo, son editoriales. Estas decisiones respecto del mercado formal y del negocio editorial en el capitalismo desencadenan una serie de obstáculos, el principal es que los editores ácratas no pueden distribuir en librerías, no pueden ingresar de lleno en el circuito formal del libro, lo que tampoco es un objetivo buscado por la edición anarquista, salvo Editorial Eleuterio y Editorial Pensamiento y Batalla, quienes sí poseen RUT comercial.
La presencia del anarquismo y toda su literatura en el mercado formal es menor, incluso, la publicación sobre anarquismo en catálogos no ácratas es menor. Las causas son diversas: primero, es imprescindible reconocer que la edición ácrata desprecia la posibilidad de estar inmerso en el mercado formal, pues implicaría hacer concesiones con el Estado y el gobierno de turno. Segundo, sobre el anarquismo pesa todavía una mochila de prejuicios: anarquía sinónimo de caos, de desconcierto; anarquistas como terroristas; anarquistas como destructores de la sociedad, los que pesan sobre la decisión de editar y publicar material ácrata.
Ahora bien, el anarquismo que se difunde es aquel que nace de investigación académica, que es lo que sí se valora sobre el tema, por ejemplo: Antología crítica de la dramaturgia anarquista en Chile, de Sergio Pereira Poza, publicado por la editorial de la Universidad de Santiago de Chile el xxx; y Los anarquistas y el movimiento obrero: la alborada de “la Idea” en Chile, 1893-1915, de Sergio Grez Toso, publicado por LOM Ediciones el xxx, y Anarquistas. Presencia libertaria en Chile de Felipe del Solar y Andrés Pérez publicado por RIL Editores. Entonces, la ausencia del anarquismo (y de otras escenas como la cartonera) como temática de lectura en el mercado formal, en muchas de sus librerías, es una discriminación estructural que afecta la bibliodiversidad entregada al lector.
Esta realidad editorial del anarquismo como temática de lectura se mantiene como una manifestación de la censura de mercado, en este caso, no de la editorial, sino de las librerías, pues no incluyen material ácrata, pensando en la mala fama de los anarquistas como sujetos políticos. La bibliodiversidad del mercado formal es una reunión de libros sesgada y cegada. Lo descrito, entonces, cierra el ciclo de la relación entre el editor ácrata y el mercado formal. Frente a este panorama, Editorial Eleuterio, por ejemplo, toma la decisión de legalizar su práctica editorial para ingresar material anarquista en puntos de distribución en los que nunca antes se había albergado. Esta decisión editorial encara una discriminación estructural específica: la discriminación estructural contra el anarquismo como temática de lectura, objetivo que es alcanzable en el tiempo.
Pues bien, la edición anarquista, debido a la discriminación estructural sobre su variedad conceptual y a su posición activa de actor periférico en el mercado editorial, ha tenido que crear y organizar espacios de distribución. En 2010 en Santiago el lugar para distribuir material ácrata era el Espacio Comunitario y Librería Anarquista Emma Goldman, ubicado en Avenida Cummings 453 aproximadamente. A mediados de 2015 aparece en el persa Bío-Bío la Librería Flora Sanhueza, la que tiene una corta duración, presumiblemente por la poca venta y el costo fijo de arriendo.
En la actualidad, los puntos de venta y distribución de material ácrata son Sarri Sarri Distro y el Centro Social y Librería Proyección, ambos ubicados en Santiago Centro, por San Ignacio y San Francisco, respectivamente; puntos de distribución que a estas alturas son indispensables para el desarrollo de la edición ácrata. Ahora bien, es evidente que una editorial anarquista no solo puede depender de la venta en librerías, sino que también debe ir en busca del lector, esto lo saben muy bien los editores ácratas, quienes constantemente llevan su catálogo a ferias libres, ferias universitarias y eventos del mundo anarquista. La edición ácrata es nómade, usa las instancias o los lugares libres de control y vigilancia para difundir y vender el catálogo. Además, la discriminación estructural que pesa sobre la escena editorial ácrata los ha llevado a organizar sus propias ferias del libro: Feria de Propaganda y Difusión Anarquista y Antiautoritaria, La Feria del Libro y Propaganda Anarquista de Santiago, La Feria del Libro en Resistencia.
La Feria de Propaganda y Difusión Anarquista y Antiautoritaria fue un proyecto que nace en el año 2010. En su web (http://propagacion.wordpress.com) se puede encontrar la carta de propósito de la feria, sus distintas versiones y el devenir de la misma. Esta feria se definía como itinerante y callejera: “No es casualidad que hayamos elegido la calle para exponer el material de nuestros espacios, la unión de estás distribuidoras y bibliotecas se enmarca dentro de una necesidad que creemos vital; la permanente y abierta propagación de las ideas que nieguen la pasividad que otorga el capital y sirvan como un aporte al desarrollo de la guerra social.” La primera versión se realizó el sábado 19 de junio de 2010, en la Plaza Bogotá, Santiago Centro. La misma organización cuenta en su página web la represión policial a pocos minutos de haberse instalado en el lugar, deteniendo a expositores y asistentes. La segunda versión se realizó en la Plaza Yungay, Santiago Centro, el sábado 3 de julio. La tercera y cuarta versiones se llevan a cabo en la misma plaza el sábado 17 y 31 de julio, respectivamente. La quinta, y última versión, se traslada a La Florida, a la Plaza Salvador Allende, el sábado 14 de agosto. Sin duda que esta feria es el germen para el desarrollo exitoso de la Feria del Libro y Propaganda Anarquista de Santiago.
La Feria del Libro y Propaganda Anarquista de Santiago ha sido la instancia para la reunión de los editores y para la exhibición de sus catálogos en una feria organizada desde la lógica ácrata, lo que se evidencia en lo siguiente: primero, las distintas versiones de esta feria se han realizado en comunas periféricas de Santiago: Estación Central, en la población Nuevo Amanecer (La Florida), en la población La Victoria, por ejemplo. Segundo, la organización es horizontal y nace desde la propia escena editorial, lo que permite su organización no solo para esta feria, sino que también para el resto de las otras ferias en las que pueden estar. La Feria del Libro y Propaganda Anarquista es una buena instancia para apreciar una imagen general del fenómeno en Santiago. Es posible encontrar proyectos regionales; sin embargo, no es posible afirmar que se puede observar la edición ácrata del territorio chileno en su plenitud.
La Feria del Libro en Resistencia se realiza desde el 2017, cuenta con tres versiones. Las dos primeras versiones se realizaron en la Casa del Comunismo Libertario y la tercera en la Cooperativa Guasasapo, versión realizada a principios de octubre de 2019.
A diferencia de la edición independiente, que cuenta con dos organizaciones: Editores de Chile y la Cooperativa de Editores de la Furia, la edición anarquista no cuenta con ninguna organización que agrupe a las editoriales que se encuentran en Santiago. Desconozco la razón de aquello. Sé que para el contexto de la Furia del Libro, un bloque de editoriales anarquistas (Crimental Ediciones, Indómita Ediciones, Hiparquía Ediciones, entre algunas) se agrupaba bajo el lema Banda de Editoriales Piratas; sin embargo, era un grupo organizado para un contexto determinado, por lo cual no es una organización gremial como las que poseen los editores independientes.
Conclusiones
Observar la edición ácrata contemporánea permite obtener diferentes conclusiones que no solo nutren el conocimiento que existe sobre el desarrollo del anarquismo en Chile y sobre el ecosistema del libro, sino que también nos permite debatir sobre conceptos actuales como edición independiente, políticas alternativas al copyright, ilegalidad comercial. La primera conclusión que quiero destacar es el devenir de los proyectos editoriales, muchos de los cuales cesan su práctica, otros continúan y muchos se crean. La escena editorial ácrata es tan movible como lo es la edición independiente. En este devenir, los proyectos que todavía continúan con su trabajo son Crimental Ediciones, Editorial Nihil Obstat y Editorial Eleuterio, por nombrar alguno de ellos. Además, los proyectos editoriales son dirigidos por gente joven, menores de 40 años.
La segunda conclusión tiene relación con el desarrollo positivo del diseño editorial de los proyectos editoriales. Debido al desarrollo mismo de los proyectos editoriales, el diseño comenzó a cobrar importancia en la presentación de los libros y del catálogo editorial. En los primeros años de esta investigación, las editoriales ácratas demostraban tener un identidad visual como editorial. Hoy en día, las editoriales ácratas comprenden la importancia de un libro diseñado profesionalmente, se aprecia en la factura de Editorial Eleuterio, Pensamiento y Batalla, Crimental Ediciones, Indómita Ediciones, Sátira Ediciones, Mar y Tierra Ediciones, por nombrar algunos casos.
Junto con el desarrollo del diseño editorial, la materialidad del libro, como tercera conclusión, ha devenido desde la plaquetteal libro. Sin duda, la plaquette seguirá siendo un formato muy usado por los editores ácratas para difundir material a más bajo costo, así lo demuestra en su calidad Editorial Mariquita. Sin embargo, la adquisición de no solo impresoras, sino que también máquinas de pegado hot melt y guillotinas, por ejemplo, ha permitido el uso del formato libro en rústica, lo que, desde mi perspectiva, ha permitido la necesidad de revisar la gráfica editorial y les ha permitido a las editoriales competir en igualdad de condiciones materiales con la edición independiente y la edición transnacional, entendiendo que lo anterior se produce en los espacios donde estas escenas editoriales se pueden encontrar.
El acceso a máquinas de pegado hot melt, guillotinas, por ejemplo, ha permitido no solo del desarrollo del libro en formato rústica, sino que también, como cuarta conclusión, la creación de un negocio paralelo: talleres de impresión para pedidos de libros on demand. Así, estas editoriales han visto un nuevo nicho económico al tener un taller de imprenta propio, el cual es la impresión en formato libro de libros digitalizados, libros en pdf. Por tanto, la escena ácrata editorial ya no se define solo por la perspectiva editorial; ahora, además, se conceptualiza desde la lógica de una imprenta, la que, como se sabe, es opuesta a la lógica editorial; de hecho, es difícil que una imprenta se sostenga económicamente si solo produce los libros de su casa editorial y son escasos los casos en la historia editorial chilena.
Todo el desarrollo en el plano material y en el gráfico no se condice con el plano lingüístico en la construcción del libro. Como quina conclusión, en gran parte de la edición ácrata no existe la práctica de corrección de estilo, por lo que bastantes editoriales presentan erratas graves y básicas en sus publicaciones. Es posible que la práctica de la corrección de estilo en las editoriales ácratas está vinculado con el acceso a la educación universitaria, pues la pulcritud lingüística sí es evidente en editoriales como Editorial Eleuterio, Pensamiento y Batalla, por ejemplo. Sin embargo, el factor de la educación universitaria es solo una posibilidad, que es parte de las preguntas de investigación sobre las causas de la diferencia en la escena editorial anarquista cuando se habla sobre corrección de estilo, preguntas que han surgido investigando la escena editorial ácrata.
Como sexta y última conclusión, la escena editorial ácrata se caracteriza por el hecho de trabajar con lógicas alternativas a las que se imponen desde el mercado formal. Un caso es el no uso de Copyright, en cambio sí se usa Copyleft, Creative Commons, Anticopyright. Otro caso es la ilegalidad económica en la que se encuentran muchas editoriales, lo que es una decisión que se condice con las bases ideológicas del anarquismo. La condición de ilegalidad económica se traduce en la imposibilidad de acceder a espacios de difusión del mercado formal. Frente a esto, Editorial Eleuterio, por ejemplo, posee actividad económica legal para, justamente, posicionar su catálogo en espacios del mercado formal. Por la situación de marginalidad, la escena editorial ácrata ha tenido que organizarse para poder intervenir en el espacio público desde la organización de librerías, ferias de libro, y una distribución nómade, aprovechando toda instancia organizativa que pueda albergar el catálogo.
Para terminar, este artículo excluye lo que ha significado el estallido social de octubre para el trabajo de la edición ácrata y de su organización. Sé que existe la persecución jurídico-policial que ha sufrido la disidencia, y la escena editorial ácrata no ha tenido mejor suerte; sin embargo, sería irresponsable incorporar el estadillo como subtema en el periodo estudiado, pues todo está sucediendo. El estadillo, sin duda, es un punto que quiebre en la historia chilena. Lo más probable es que los resultados obtenidos a partir del análisis queden obsoletos prontamente. Sin embargo, es un motivo más para continuar investigando la edición ácrata y su repercusión en el ecosistema nacional del libro.
Libros
Barvo, Carmen. Manual de edición. Santafé de Bogotá: CERLAC, 1996.
Subercaseaux, Bernardo. Historia del Libro en Chile: desde la Colonia hasta el Bicentenario. Santiago: LOM Ediciones, 2010. p. 291.
Zaid, Gabriel. Los demasiados libros. Ciudad de México: Editorial Océano de México, 1996.
Tesis y artículos
Farías, Eduardo. Autoedición de poesía en la edición independiente chilena contemporánea en Chile. Tesis de magister: Magister en Edición. Universidad Diego Portales, 2018.
Farías, Eduardo. Panorama de la edición anarquista santiaguina (2010-2012). Observatorio del Libro y de la Lectura, de la Universidad de Chile.
Notas