Los avatares de la migración en el Grupo Visegrado (V4): Una mirada desde Nuestra América
The Avatars Of Migration Within The Visegrad Group (V4): A Look From Latin America
Los avatares de la migración en el Grupo Visegrado (V4): Una mirada desde Nuestra América
Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico, núm. 12, pp. 43-54, 2020
Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt
Recepción: 19 Abril 2020
Aprobación: 12 Junio 2020
Resumen: En este texto se hace un análisis, desde una mirada latinoamericana y bajo los enfoques de los estudios regionales, en torno al fenómeno migratorio que se gesta en el corazón mismo del llamado viejo continente, donde por un lado la UE se suma a los acuerdos inter- nacionales en materia de migración pero, por otro lado, el V4 ha consolidado una política antiinmigrante que va adquiriendo fuerza de la mano de los discursos xenófobos. La pandemia del virus SARS COV-2 y su enfermedad producida -la COVID19-, consolidó los cuestionamientos sobre los ya mermados vínculos de integración en la UE y han acrecentado los focos de atención en el V4, quienes han apuntalado, desde antes de la pandemia, sus proyectos políticos en el sistemático rechazo de los flujos migratorios que llegan a su territorio. Abundemos en estos avatares de la migración.
Palabras clave: Migración, V4, neoconservadurismo, Unión Europea.
Abstract: This essay analyses, from a latin-american point of view, and under regional studies approach, about the migration phenomena present in the core of the so called the old continent, where on one hand, the European Union signs international agreements about migration, and on the other hand, the Visegrad Group has consolidated an anti-immigrant policy that is becoming very strong together with xenofobic discourses. Pandemic of the virus SARS COV 2, and sickness provided -COVID 19- consolidates questioning about the already depleted integration within the European Union and have increased the attention on the Visegrad Group, which have already propped up, even before the pandemic, their political projects of systematic rejection of migration flows that arrive to their territories.
Keywords: Migration, Visegrad Group, neo-conservatism, European Union.
Introducción
Los estudios regionales contemporáneos que se realizan actualmente contemplan, a diferencia de los estudios tradicionales sobre el regionalismo en el mundo, un análisis más amplio desde la universalidad, la integración de las diferentes disciplinas, como las relaciones internacionales, la economía, la cultura, la geografía y la apertura a nuevas opciones de estudio que ocupen los diferentes temas teóricos y metodológicos. Hoy día somos testigos de una fuerte reconfiguración del espacio geográfico en el mundo en regiones y subregiones que contemplan nos sólo aspectos políticos y culturales sino también económicos y de seguridad.
El proceso de regionalización contemporáneo es el intento de potenciar capacidades, recursos, economías, y hoy día la preocupación por la seguridad. Como lo afirman Rózga-Luter y Hernández-Diego (2010:585) “la región ha sido el resultado de intentos históricos por potenciar las capacidades, recursos o actividades de un determinado lugar”. Y así es necesario abordar los estudios regionales desde una perspectiva multidisciplinaria que liga los cambios económicos, políticos, culturales, de transformación industrial, del trabajo. Las regiones negocian entre ellas no sólo en lo económico sino en lo político y social, así como llegan a acuerdos de intercambio como son los Tratados Comerciales entre las regiones como el renovado Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Alianza del Pacífico, etc. Otra de las modernidades son las colaboraciones a través de las nuevas tecnologías que han transformado las comunicaciones entre los países y los actores sociales. Como lo señalan Rózga-Luter y Hernández-Diego (2010:612) “…han nacido conglomerados territoriales de diferente tamaño que se asocian con fines estratégicos, económicos o políticos.” Este es el caso que nos ocupa con el V4 o históricamente conocido como Grupo Visegrado.
Así y en este sentido, la Unión Europea (UE) se conforma como una región epicentro en materia de política internacional. Dentro de la UE se ha conforma- do el bloque subregional conocido como V4 integrado por la República Checa (o Chequia) Hungría, Polonia y Eslovaquia. En efecto, a partir de coincidencias históricas, políticas y económicas, pero también de identidad social, este grupo de países se conformaron como un bloque subregional cohesionado que constituyen parte de la UE y de la Comunidad Europea, pero manteniendo sus ideales, su historia, y sus intereses comunes.
Paralelamente, la migración es uno de los temas que se ha posicionado en el núcleo del debate de las agendas políticas de cada uno de los Estados miembros de la UE. El V4 se ha visibilizado a partir de la crisis migratoria sucedida en Europa en el año 2015, cuando llegaron masivamente a Europa migrantes de Oriente Medio y África Central huyendo de las guerras, la pobreza y el hambre. Ante esta situación, desde Bruselas, en el Consejo de Europa, se acordó que se repartirían cuotas asignadas de migrantes entre los varios países. El V4 se ha negado rotunda- mente a aceptar sus cuotas de migrantes. Como grupo se defiende de lo que consideran el centralismo europeo y se protege en materia de migración como expresión de la pérdida de soberanía de estos países para gestionar la inmigración. Asimismo, el ascenso del neoconservadurismo (la cara política del neoliberalismo) y de la extrema derecha en Europa ha hecho que alianzas entre gobiernos afines, como el Grupo de Visegrado sean cada vez más visible en el concierto internacional.
En este texto se hace un análisis, desde una mirada latinoamericana y bajo los enfoques de estudios regionales, en torno al fenómeno migratorio que se gesta en el corazón mismo del llamado viejo continente, donde por un lado, la UE se suma a los acuerdos internacionales en materia de migración pero, por otro lado, el V4 ha consolidado una política antiinmigrante que va adquiriendo fuerza de la mano de los discursos xenófobos. Sostenemos que la alianza entre los cuatro se debió en gran parte por sus afinidades históricas, sociales, culturales, de lengua, diversidad religiosa, la búsqueda del fortalecimiento económico y por su lucha por desmarcarse de haber sido países satélite de la antigua URSS.
La pandemia del virus SARS COV-2 y su enfermedad producida -la COVID-19, consolidó los cuestionamientos sobre los ya mermados vínculos de integración en la UE. Mientras la atención fue centrada en las zonas más afectadas de Italia y España, la deriva autoritaria se desarrollaba con más intensidad en Hungría, al tiempo que los signos de unidad europea homogéneos se desdibujan en el horizonte más inmediato y han acrecentado los focos de atención en el V4., quienes han apuntalado, desde antes de la pandemia, sus proyectos políticos en el sistemático rechazo de los flujos migratorios que llegan a su territorio. Abundemos en estos avatares de la migración que reposan en el ascenso del neoconsevadurismo y la extrema derecha así como en un renovado paradigma migratorio que se ha convertido en desavenencia.
¿La manzana de la discordia?
La UE no se encuentra exenta ante el incremento, en el siglo XXI, de los flujos migratorios sur-norte. La llegada masiva de migrantes principalmente de Oriente Medio desató fuertes controversias al interior de la Comunidad Europea, por tanto en el año 2018 se realizó la Conferencia Intergubernamental Encargada de Aprobar el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular (2018) en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con la participación de los Estados Africanos, los Estados de Asia Pacífico, los Estados Europeos del Este, Los Estados de Latinoamérica y El Caribe y Estados de Europa Occidental, la cual resultaría en un documento negociado y convenido a nivel intergubernamental y que fue aprobado en Marrakech, Marruecos en reuniones realizadas los días 10 y 11 de diciembre de 2018. La Unión Europea participó en las negociaciones desde el principio, por lo que el Pacto Mundial refleja en gran medida los intereses y objetivos europeos.
Ante el hecho de que la migración es un fenómeno global de larga data cuyas principales motivaciones, en la actualidad, reposan en el carácter económico y/o político, se requerían de soluciones y reparto de responsabilidades a escala mundial con base a la cooperación internacional mediante el establecimiento de principios rectores y un marco político multilateral. Entre sus principios básicos podemos destacar la universalidad de los derechos humanos, la soberanía nacional y el carácter jurídicamente no vinculante del documento. El Pacto contiene veintitrés objetivos como puntos de referencia para los Estados miembros a momento de aplicar sus políticas de migración.
Con este Pacto se proyectaban migraciones seguras, ordenadas y regulares con acciones que ayuden a los Estados miembros a reducir la migración irregular, cooperar para tratar los factores de la migración, luchar contra la trata de seres humanos y el tráfico ilícito de migrantes, así como promover la facilitación para el retorno. Al ser un marco de cooperación internacional, respaldará a la UE con terceros países y con organizaciones internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). El Pacto se aprobó como una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La UE participó como observador en los debates, pero no formó parte en las votaciones.
El Pacto Mundial sobre Migración se basa en el respeto a la soberanía nacional, no implica ninguna transferencia o restricción de las competencias o derechos soberanos nacionales, carece de efecto jurídico en los sistemas nacionales, por tanto, no se deriva obligación alguna y tampoco modifica el reparto de competencias entre la Unión Europea y sus Estados miembro.
Aceptando que la migración es uno de los rasgos distintivos del mundo globalizado que vincula a las sociedades dentro de todas las regiones, así como también a nivel interregional y reconociendo que las migraciones generan prosperidad, desarrollo e innovación, se considera que estos efectos positivos se pueden optimizar mejorando la gobernanza de la migración. Las sociedades están experimentando cambios demográficos, económicos, sociales y ambientales que pueden repercutir en la migración, o bien, derivarse de ella. El Pacto apunta a que los desafíos y las oportunidades de la migración internacional sean algo que una a las naciones en lugar de dividirlas, por lo tanto, muestra una concepción común respecto a la migración para que ésta funcione para todos, ya que ningún país puede enfrentar en solitario este fenómeno mundial.
Los principios rectores del pacto se concentran primeramente en las personas, en la cooperación internacional, en la soberanía nacional, el Estado de derecho y las garantías procesales, el desarrollo sostenible, los derechos humanos, en la perspectiva de género, en la perspectiva infantil, en un enfoque pangubernamental, y un enfoque pansocial.
A pesar de la buena voluntad del Pacto para regular las migraciones y pretender hacerlas seguras, ordenadas y regulares, éste ha recibido fuertes críticas de algunos países europeos que forman parte de la Unión, pues principalmente advierten que trastoca su soberanía nacional, en tanto que no están dispuestos, como lo ha señalado principalmente Alemania, a recibir cuotas de migrantes que han ingresado a Europa de manera masiva, ni mucho menos dotarlos de todos los servicios que el país ofreciera, ni tampoco integrarlos a las políticas laborales, pues esto conllevaría fuertes problemas con sus ciudadanos al sentirse desplazados de fuentes de trabajo. Por otra parte, estos países prefieren atenerse a sus propias leyes migratorias de manera soberana, y como el Pacto no es vinculante, no aceptan ni adherirse.
Ausentes a la firma de adhesión al pacto fueron Estados Unidos, Hungría, Austria, Republica Checa (también llamada Chequia), Croacia, Bulgaria, Polonia, Israel, Australia, Eslovaquia e Italia.
El V4
El V4 también conocido como Grupo Visegrado1, está integrado por La República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia. Se formó en febrero de 1991 con el fin de establecer la cooperación entre estos Estados para acelerar el proceso de integración europea -misma que fue alcanzada en 2004- y por el deseo de eliminar los remanentes del bloque soviético en el centro de Europa con la firmeza de que a través de unir esfuerzos sería más fácil alcanzar las metas de la transformación social para la buena integración al bloque europeo, recordando la afinidad de ideas entre la élite política de estos países.
Este grupo subregional refleja un esfuerzo para que esta región afectada por problemáticas similares trabaje en soluciones conjuntas. Se asumen como países que forman parte de una misma civilización pues comparten valores culturales e intelectuales parecidos y comparten raíces en religión y tradición y lenguas afines con el fin de protegerlas y preservarlas. No es una integración alternativa a la UE, no compite con su estructura organizacional ni busca aminorar la creación de lazos de estos países con otros miembros de la Unión Europea. El grupo se consolida y permanece por un interés común y una afinidad política compartida entre los líderes del V4 (al menos hasta iniciada la pandemia esta era su posición). Este interés común estriba en la edificación de la seguridad europea. Se asume como una integración que desea preservar la cohesión cultural, la impartición de valores comunes en áreas como la cultura, la educación, la ciencia y el intercambio de información. Aseguran que todas las actividades de esta agrupación tienen como fin mantener la estabilidad en la región de Europa Central. Del mismo modo, los une el deseo de eliminar los remanentes del haber pertenecido al bloque comunista, considerando que la unión les permitirá alcanzar metas comunes.
El V4 tiene poco peso en términos de población, en lo militar y en la economía de la UE2, sin embargo, es un importante contrapeso político dentro de la Unión Europea, y se ha convertido en foco de rebeldía para las iniciativas y proyectos del Consejo Europeo. Se defienden en la búsqueda de proteger su identidad, y en cierto sentido su soberanía en términos también de su cultura y costumbres, cuando consideran que el modelo occidental no acaba de encajar en su visión política.
El V4 representa una interesante región a estudiar desde el punto de vista teórico y metodológico. En primer lugar porque a nuestra región llega información detallada de los países más poderosos de la Europa del norte mientras poco o nada sabemos del resto. Por otro lado, los estudios sobre regionalización hoy día atienden no sólo a aspectos de espacio y localización geográfica y sus características como se hacía en el pasado, sino que atiende a peculiaridades culturales, económicas y políticas y no sólo usando parámetros cuantitativos, cualitativos o disciplinarios. Hoy día se invita a estudiar la regionalización a partir de conceptos, métodos y perspectivas distintas que permitan abrir espacios de observación no sólo empíricos sino también factores que pudieran homogeneizar en lo diverso y que permiten el agrupamiento que conlleva una fuerte carga cultural que al final deviene en lo político sin dejar de atender la convergencia. Así, como ya se adelantó, El V4 atiende a estas consideraciones en donde los une los cultural, lo histórico y la convergencia de ideales para formar una subregión dentro de la Unión Europea con una carga económica, política y de integración a un bloque mayor como la UE en aras de su inserción en la comunidad internacional, pero también con crecimiento y desarrollo, la pregunta es ¿a costa de qué? Asimismo, se ha posicionado como el único en defender que “Europa continúe perteneciendo a los europeos” y hace mención de que son los únicos países europeos que han decidido realizar acciones en contra de la “invasión” Africana del Norte y del Medio Oriente a Europa, además de decidir proporcionar apoyo financiero para la seguridad en la frontera con Libia. El V4 ha desafiado, con su falta de voluntad política, las directrices de Ángela Merkel de atender la presencia de los migrantes del Oriente Medio y de África del Norte (Kasper, 2019). Es por su postura ante las políticas migratorias de la Unión Europea que el grupo Visegrado ha adquirido relevancia. Las élites políticas del V4 comparten la misma preocupación por las políticas de apertura a los refugiados, una reticencia peligrosa y cuestionable.
El V4 coopera en el exterior de sus fronteras con estas medidas y se cierra al interior con un fuerte rechazo a la migración al resistirse contundentemente a su cuota de migrantes acordados desde el Consejo Europeo. Ellos mismos han endurecido sus leyes migratorias y han cerrado fronteras externas con países terceros a la UE. De igual modo, Hungría ha acusado a las ONG que se dedican a la atención de migrantes de atentar contra la soberanía y la seguridad nacional y ha recortado y controlado a estas organizaciones, a quienes incluso ya ha penalizado a través de una orden de su Parlamento.3
Como bloque subregional cerrado, el V4 ha creado, desde el año 2016, la cooperación policial y judicial a través del Mecanismo de Respuesta a la Crisis Migratoria (MCRM, por sus siglas en inglés) con el objetivo de promover la estabilización de la crisis migratoria. Los temas que aborda este Mecanismo son la asistencia que presta a terceros países que acogen a migrantes, el apoyo en la tramitación a los solicitantes de asilo y contra las corrientes de apoyo a nivel internacional para la migración ilegal o injustificada a la UE y mejorar las tasas de retorno y readmisión de los migrantes.4
El V4 puede convertirse en un ariete con miras a los nuevos horizontes que, al exterior, está tomando la UE. En este contexto, la migración sigue siendo un aliciente político, donde las víctimas de las crisis, la guerra y del despojo quedan en medio de manera continua, donde siguen siendo consideradas como enemigos o amenazas, cuando las condiciones económicas políticas y sociales de la Europa del siglo XXI, hacen que esté viviendo las consecuencias de su propia política exterior.
La reticencia
Ante la crisis migratoria del año 2015 en Europa, la cual se considera es la más grave que se ha dado en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, y que se constituye de aproximadamente 4 millones de personas, la Comisión Europea acordó asignar a los 24 Estados miembros de la UE, cuotas de migrantes para distribuirse entre ellos y aliviar las tensiones que se dieron principalmente en Italia y Grecia a dónde llegaban por el Mediterráneo la mayor parte de los migrantes que huían de sus países debido a la desestabilización en el Medio Oriente, crisis humanitarias y económicas en el Norte de África, la guerra en Siria, así como la expansión de grupos terroristas y del crimen organizado. Crisis y guerras en donde los intereses de la UE están totalmente ligados.
Esta aplicación de cuotas solamente ha alcanzado el 4 por ciento, en dónde solo se han reubicado 5,600 migrantes en Italia, Grecia y Hungría de un total de 160 000. Los estados del V4 ha sido menor al 0.5% en algunos de sus miembros. Esta decisión de la Comisión Europea ha sido fuertemente rechazada por el V4 desde año 2016 aduciendo que la UE ha sido incapaz de resolver los problemas de con- trol, repartición, protección y unión que se debería tener en el bloque. Así, la cooperación de estos países que rechazan recibir su cuota de migrantes que, con base en el nuevo paradigma migratorio, les corresponde atender. Solo se ha comprometido a contribuir con Italia en las fronteras del sur de Libia con el establecimiento, protección y creación de condiciones dignas de vida en los países fuera de la UE, así como asistir al entrenamiento de la Guardia Costera de Libia. Asimismo, se compromete a fortalecer las capacidades de la EASO (European Asylum Support Office), es decir, su cooperación se sustenta en securitizar y fortalecer la política de mano dura ante la migración.
Neoconservadurismo y extrema derecha
La ola creciente de la extrema derecha que abraza a gran parte del continente europeo tiene su bastión en la parte central del continente, precisamente son los Estados que conforman el V4 el motor de neoconservadurismo ultranacionalista.
Los líderes políticos de los cuatro Estados del V4 recurren al discurso histórico, impulsando una narrativa desde la dominación territorial alemana y luego soviética que esta región sufrió. Empero, los discursos sociales respecto a la migración que, dicho sea de paso, solo utiliza a estos territorios como ruta hacia las potencias europeas como Francia y, principalmente Alemania, están cargados de xenofobia, homofobia y racismo, y desde hace muy poco ya no son dichos de manera velada. Asimismo, tampoco escapan a la influencia del extremismo de derecha de grupos rusos, alemanes y ucranianos, principalmente.
El ascenso del neoconservadurismo, sin embargo, no se ha dado de manera espontánea en Europa: la crisis financiera internacional detonada en el año 2008, sumado a la inestabilidad política de los gobiernos liberales, socialdemócratas y hasta conservadores, han hecho que la extrema derecha se presente como una opción que, hipotéticamente, solucionaría de golpe el contexto lleno de incertidumbre. Los grupos de extrema derecha que estaban por fuera de las instituciones han visto en los gobiernos del V4 como representantes que puedan canalizar sus consignas.
El problema es que la profunda carga ideológica en las alocuciones coloca a la migración, proveniente principalmente de Oriente Medio, como uno de los elementos centrales de los males estructurales que aquejan a Europa, discurso que ha sido potencializado por la pandemia. Uno de los fuertes temores es que esta alianza de los Estados centroeuropeos pueda institucionalizar estas ideas pues hasta ahora, discursivamente, no busca formalizar políticamente al grupo, sin embargo, el acecho al Europarlamento es cada vez más vigente. Debemos agregar que también están atravesadas las añejas añoranzas de partidos políticos de extrema derecha, en otros países que no son del V4, por abandonar los procesos de integración de la UE.
La migración que atraviesa por el V4 está siendo combatida desde el odio; los argumentos son ya conocidos en otros flujos migratorios –como los que atraviesan México o Venezuela, por ejemplo- Con base en tesis de seguridad nacional se busca luchar contra el terrorismo y todo lo que conlleva la delincuencia organizada. El resultado es la estigmatización y la criminalización de la gran mayoría de inmigrantes africanos y de Medio Oriente, lo cual ha hecho que la ruta de los Balcanes se torne más que peligrosa que nunca. Si a ello le agregamos la utilización política que hace Turquía de la migración proveniente de medio oriente, los intereses en común que puede tener el V4 y Estados como Italia, las rutas son prácticamente fortalezas político-ideológicas.
Reflexiones finales
Una manera de abordar el V4 ha sido aproximándonos con el asunto de la migración que actualmente ha hecho que estos cuatro países que conforman la región del centro de Europa se visibilizara a partir de su negativa y renuencia a acatar los acuerdos sobre migración realizados en Bruselas, con la entrada masiva de mi grantes de Medio Oriente y de África al continente europeo con mayor intensidad desde 2015.
Con el asunto de la migración, se develaron como un grupo de países de talla conservadora, con gran influencia de extrema derecha, nacionalistas y con un fuerte discurso xenófobo que ha hecho que recibiera sanciones desde Bruselas. Con esto y otras divergencias, el V4 se ha convertido en un foco de rebeldía política para la convergencia con los proyectos de la UE. Muestra de esto ha sido su negativa a firmar el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, en Marrakech, y la negativa del grupo a los acuerdos firmados por Bruselas de otorgar asilos y el clamor del V4 por reformar el reglamento de Dublín5, entre otros choques con la UE, están siendo influencia significativa en Europa.
En efecto, desde Hungría, el Primer Ministro Viktor Orbán, ha dirigido las manifestaciones verbales antinmigrantes y con hechos, como cuando en el 2015 mandó construir una reja en la frontera sur que Hungría comparte con Serbia. En su discurso antinmigrante afirma que existe una correlación entre la migración y los atentados terroristas, además afirmando que la migración pone en riesgo la naturaleza y la calidad de la vida de los ciudadanos europeos. Para Hungría el problema demográfico que Europa enfrenta debe ser resuelto “confiando en nuestros propios recursos y movilizando nuestras propias reservas y -reconozcamos- renovándonos nosotros mismos espiritualmente” (Silesia, 2019).
Si bien la historia del territorio que hoy ocupa el Grupo de Visegrado es centenaria, nunca antes había tenido tanta atención como en la actualidad. Esto se debe a dos componentes principales: por un lado, la crisis en la que se ha visto envuelta no solo la UE sino el mundo entero y, por otro lado, el fortalecimiento de la derecha política más dura en el continente.
Los líderes políticos de los cuatro Estados creen firmemente en la vuelta a la llamada “Europa de las naciones”, por ello, de manera no tan velada, han restado apoyo al interior de la UE y han impulsado su agenda que poco a poco gana fuerza en el organismo de integración continental.
REFERENCIAS
Conferencia Intergubernamental encargada de Aprobar el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular (2018). Marrakech. ONU.
EU Coalition Explorer. Results of the EU28 Survey 2018 on coalition building in the European Union (2018). London. European Council on Foreign Relations
RÓZGA-LUTER, Ryszard, HERNÁNDEZ-DIEGO, Celia, (2010) Los estudios regionales contemporáneos; legados, perspectivas y desafíos en el marco de la geografía cultural. Economía, Sociedad y Territorio, vol. X No. 34, pp. 583-623.
Agencia de la ONU para los refugiados. Comité Español. Recuperado de https://eacnur.org/es
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados Recuperado de https://www.acnur.org/
GARCÍA, Marcelino. Los países del este de Europa. Miembros del v4 y su negativa a aceptar refugiados en Salamanca al Día. Recuperado de https://salamancartvaldia.es/not/185264/paiseseste-europa-miembros-V4-negati-va-aceptar-refugiados
Grupo de Visegrado. Recuperado de www.visegradgroup.eu/about
KASPER, A., (2019) The Visegrad Group Rises – Defend Europe Recuperado de https://www.defendevropa.com/2018/culture/visegrad-group-rises/
SILESIA, A. (2019) Hungary: Birthrate versus Immigration Recuperado de https://visegradpost.com/en/2017/06/22/hungary-birthrate-versus-immigration/
Notas