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Preferencias laborales de los futuros administradores: Un enfoque cualitativo
Preferencias laborales de los futuros administradores: Un enfoque cualitativo
RECAI Revista de Estudios en Contaduría, Administración e Infomática, vol. 10, núm. 27, 2021
Universidad Autónoma del Estado de México
Recepción: 25 Septiembre 2020
Aprobación: 23 Noviembre 2020
Resumen: La presente investigación tiene como objetivo analizar las razones que llevan a los futuros administradores de empresa a preferir su ingreso al mundo laboral como empleados y no como emprendedores. La investigación tiene enfoque cualitativo y su estrategia metodológica está orientada por la teoría fundamentada. La información primaria se recolectó mediante grupos focales con estudiantes de último semestre de administración de empresas pertenecientes a cinco universidades. Los resultados indican que su visión de futuro profesional se rige principalmente por las normas sociales predominantes y presentan dudas sobre su autoeficacia y proactividad profesional. Por consiguiente, perciben que una vez graduados deben alcanzar rápidamente su independencia económica y esto los lleva a preferir el empleo como la alternativa más viable y, en consecuencia, deseable. Este nuevo conocimiento puede ser empleado por las universidades para evaluar y enriquecer sus estrategias de formación de profesionales emprendedores. Por su enfoque, las conclusiones son limitadas al entorno sociocultural y económico de la población objetivo.
Palabras clave: Transición a la vida profesional, creación de empresas, emprendimiento.
Abstract: This research study aims to analyze the reasons that lead future business administrators to prefer their entry into the labor field as employees rather than as entrepreneurs. This research has a qualitative approach and used grounded theory as a methodological strategy. The information was primarily collected through focus groups involving students in the last semester of business administration from five universities. The results indicate that the vision these students have for their professional future is guided mainly by the prevailing social norms and the doubts they hold about their self-efficacy and professional proactivity. Therefore, the students perceive that once they graduate, they must quickly achieve their economic independence, which leads them to prefer employment as the most viable and desirable alternative. This new knowledge can be used by universities to evaluate and enrich their training strategies for entrepreneurial professionals. Due to its approach, the conclusions drawn are limited to the sociocultural and economic environment of the target population.
Keywords: transition from school to work, business creation, entrepreneurship.
1. Introducción
En los últimos años el desarrollo de la capacidad emprendedora ha sido adoptada como una estrategia de desarrollo económico y social por un número creciente de países (Block et al., 2017; European Commission, 2006; Fritsch y Wyrwich, 2017) y una de las expectativas que ha generado este movimiento internacional a favor del emprendimiento está relacionada con los profesionales recién graduados, especialmente los del área de administración de empresas, de quienes se espera que su ingreso al mundo del trabajo profesional sea mediante la creación de su propia empresa y de esta manera contribuyan en la solución del problema del desempleo profesional y juvenil en sus respectivos países.
Contrario a las expectativas que se han generado con respecto a la formación de profesionales emprendedores, en Colombia, al igual que en algunos países como Uruguay, México y España, los futuros administradores de empresas tienen una marcada preferencia por el ingreso al mundo del trabajo profesional como empleados en organizaciones ya establecidas (GUESSS[1], 2016), por consiguiente, es pertinente preguntarse, ¿Por qué los futuros administradores de empresa, para su ingreso al mundo del trabajo profesional, prefieren al empleo sobre el emprendimiento?. Con el objetivo de darle respuesta a la anterior pregunta se realizó la presente investigación. Actualmente toma especial relevancia porque permite disponer de un conocimiento objetivo sobre el proceso de ingreso al mundo laboral de los futuros profesionales de la administración y contribuye al propósito de algunas universidades de formar profesionales emprendedores. Además, destaca la importancia de emplear el pensamiento sistémico en el diseño de las estrategias de formación universitaria porque permite integrar las vivencias, puntos de vista, visiones, emociones, creencias, prioridades, valores, expectativas y significados de los estudiantes, a los demás subsistemas que conforman el sistema educativo universitario y son relevantes en la formación de su visión de futuro profesional.
Debido al enfoque cualitativo de la investigación no es pertinente realizar inferencias a partir de sus resultados, pero estos pueden servir de base para la realización de posteriores investigaciones con enfoque mixto y enriquecer el conocimiento con el empleo de modelos más robustos como los correlaciónales o de ecuaciones estructurales.
2. Revisión de la literatura
Los jóvenes universitarios, próximos a graduarse, deben tomar una decisión con respecto a su futuro laboral como profesionales, bien como empleados en una empresa ya establecida o como emprendedores, creando su propia empresa. Cualquiera que sea la decisión adoptada, esta implica una serie de evaluaciones previas de carácter cognitivo, como el cambio en su trayectoria de vida, la identificación y evaluación de una oportunidad laboral o de negocio, entre otros. De esta forma se encuentra que la vinculación laboral está precedida por la intención (Lent et al., 1994), que es un proceso mediante el cual se trata de alcanzar una meta, requiere preparación previa intencionada, se le denomina relación universidad – trabajo y es un caso particular de la teoría conocida como relación intención – comportamiento.
La literatura reconoce a la Teoría del Comportamiento Planeado, TCP, formulada por Ajzen (1991) y a la Teoría Social Cognitiva de Carrera, TSCC, de Lent et al. (1994) como los modelos teóricos de mayor influencia en el estudio de la relación intención – comportamiento (Arias et al., 2016; Rasool et al., 2018) especialmente en el campo de la transición universidad – trabajo (Sung y Connor, 2017).
El modelo de la Intención Emprendedora (MIE) de Krueger y Brazeal (1994) parte por reconocer que la intención es el mejor predictor del comportamiento planeado, especialmente cuando este es difícil de lograr, implica riesgo e incertidumbre. El MIE ha sido considerado como un modelo robusto y de amplia aceptación por los investigadores (Rasool et al, 2018) y conceptualmente podría adaptarse al estudio de la transición universidad – trabajo, sin embargo, Elfving et al., (2009) encontraron relaciones de causalidad recíproca entre las variables que lo conforman y en consecuencia el supuesto de linealidad entre las variables no se cumple y se genera duda sobre la validez de sus resultados. Igual deficiencia se presenta entonces en el modelo TCP de Ajzen (1991), que lo fundamenta. Adicionalmente se ha encontrado que la TCP de Ajzen es eficiente en la predicción de la intención, pero no de la conducta (Lanero et al., 2015).
La Teoría Social Cognitiva de Carrera (TSCC), es una alternativa para superar las deficiencias de los modelos MIE y TCP, permite modelar y predecir el proceso mediante el cual las personas forman sus intereses educativos o laborales, los seleccionan y logran el éxito (Brown y Lent, 2017; Lent et al., 1994), ha servido de fundamento teórico para el estudio de la intención emprendedora (Liguori, et al., 2018; Tran y Von Korflesch, 2016) y se fundamenta en la Teoría Social Cognitiva de Bandura (1999), de la cual incorpora los aspectos relacionados con la autoeficacia (Olaz, 2003; Peña, et al., 2015). Se considera que la TSCC representa un esfuerzo de integración y unificación teórica de los constructos aparentemente diversos que la anteceden (Olaz, 2003).
Según la TSCC, el proceso de elección laboral surge de la interacción entre los atributos personales con factores ambientales y variables sociodemográficas. Las variables esenciales del proceso son: las creencias de autoeficacia, las expectativas de resultados y los objetivos personales o metas. Estas variables interactúan de manera recíproca y habilitan la posibilidad para ser analizadas desde una perspectiva sistémica. De esta forma, se supera la limitante de no linealidad que caracteriza los modelos TCP y MIE.
Lent et al. (1994, p.5) amplían el concepto autoeficacia percibida de Bandura (1999) y establecen que la autoeficacia “se refiere a la confianza que poseen las personas en sus habilidades para realizar exitosamente una tarea o grupo de tareas determinadas, es percibida como una variable que ayuda a explicar si un individuo tendrá iniciativa, perseverará y tendrá éxito en un determinado curso de acción”.
En el análisis de la transición universidad – trabajo, la autoeficacia toma especial significado porque las personas tienden a elegir aquellas actividades en las cuales se ven más competentes y evitar aquellas en las cuales no se sienten fuertes (Olaz, 2003). A nivel general se observa que las percepciones de autoeficacia que pueda tener una persona son fundamentales en su comportamiento porque juegan un papel mediador entre el contexto y la conducta (Cortez, 2016). Conforme a los trabajos de Elfving (2008), la persona con alta autoeficacia visualiza con mayor facilidad escenarios de éxito y, por lo tanto, es más probable que logre éxito. Una vez que ha tenido éxito, su autoeficacia percibida se fortifica y da el siguiente paso para fijarse cada vez metas más altas y desafiantes.
La fuente más importante de autoeficacia proviene del conocimiento construido a partir de las propias experiencias exitosas, especialmente en el logro de las metas propuestas. Los conocimientos prácticos generan confianza en las personas, por este motivo, los conocimientos adquiridos por intermedio de la experiencia personal contribuyen a mitigar la incertidumbre y el riesgo asociado al inicio de la vida laboral profesional o la creación de una nueva empresa, de esta manera se espera que los conocimientos prácticos se reflejen en el manejo moderado del riesgo. Cortez (2016) en su tesis doctoral encontró correlación entre la autoeficacia y el locus interno de control. Así mismo Bandura (1999) advierte sobre la correlación entre autoeficacia, necesidad de logro, compromiso, constancia y optimismo. De esta forma, la autoeficacia ha sido reconocida como una de las cualidades sobresalientes de los emprendedores y de los profesionales exitosos. Es claro entonces que en la autoeficacia convergen las características propias del ser y que generalmente se conocen como rasgos de personalidad emprendedora.
Por su parte, las expectativas de resultados hacen referencia a las creencias personales sobre las consecuencias de adoptar una determinada conducta. Para Rioseco (2015, p.4) “las expectativas de eficacia se relacionan con la capacidad de la persona para llevar adelante una tarea y las expectativas de resultado corresponden al juicio de esta persona con respecto a si la conducta adoptada conducirá al resultado esperado”.
Según Lent et al. (1994, p. 7), “…las metas, el tercer elemento básico en el modelo TSCC, se relacionan con la determinación personal para comprometerse en una actividad determinada o para alcanzar un resultado futuro”. El progreso hacia las metas establecidas se ve favorecido por la planeación de carrera, que es resultado de las creencias de autoeficacia y de las expectativas de resultados (Sung y Connor, 2017). Elfving (2008) en su modelo contextual considera que la acción humana está orientada a la consecución de metas. Las metas son representaciones mentales de lo que una persona espera en el futuro, su establecimiento es un proceso motivacional dentro del cual la persona tiene que definir entre distintas alternativas de metas de manera justificada.
No obstante que Lanero et al. (2015) consideran que conceptualmente hay diferencias sustanciales entre las variables fundamentales que conforman la TCP y la TSCC, algunos investigadores han encontrado complementariedad conceptual entre los dos modelos (Moriano et al., 2012) y diferencias con respecto a la definición funcional de las variables que los conforman, para la TCP esta es una relación lineal, mientras que para la TCSS es sistémica. El modelo contextual de Elfving (2008) rescata los aportes fundamentales de la TCP y la TSCC y los enriquece con nuevas relaciones funcionales como la interacción entre motivación, metas y autoeficacia.
Bajo las anteriores consideraciones se espera que la formación universitaria recibida por el profesional emprendedor le ha de permitir desarrollar las características propias del emprendedor: alta autoeficacia (Lent et al., 1994), capacidad para establecer metas realistas (Elfving 2008; Lent et al., 1994), locus de control interno (Cortez, 2016), necesidad de logro, compromiso, constancia y optimismo (Bandura, 1999) y capacidad de aprender a partir de la propia experiencia, además de conocimientos prácticos y habilidad para llevarlos a la práctica.
Diversas investigaciones han establecido que entre los estudiantes universitarios, próximos a iniciar su vida profesional, existe bajo interés por el emprendimiento, es el caso Ortiz, Herrera y Camargo, (2008) quienes encontraron que:
El porcentaje de estudiantes de primer semestre que se visualizan a sí mismos dentro de 10 años como propietarios de sus empresas es de 62.3%, mientras que los estudiantes de noveno semestre solamente en un 7.9% piensan que en ese mismo lapso pueden llegar a ser empresarios (p.166).
Por su parte, el estudio GESSS Colombia (2016) encontró que únicamente el 18 % de los estudiantes aspiran a crear su empresa una vez concluidos sus estudios universitarios, pero esta cifra se debe interpretar ponderadamente porque según el GEM Colombia (2017) únicamente el 8% de quienes dicen tener intención emprendedora llegan efectivamente a la creación de la empresa. A resultados similares se ha llegado en otros países como España (Lanero et al., 2015), en Latinoamérica hay evidencias similares en Uruguay (Krauss, 2011) y en México (Olmos y Castillo, 2007) y a nivel general, el Global University Entrepreneurial Spirit Students‘ Survey (GUESSS) encontró que únicamente el 8.8% de los profesionales recientemente titulados muestran interés por la creación de su propia empresa como forma de desarrollo profesional (Sieger et al., 2016).
Como se puede observar, en el estudio de las decisiones laborales de los futuros profesionales la literatura científica ha cuantificado el bajo interés que por el emprendimiento caracteriza a los estudiantes universitarios próximos a graduarse, pero no establece las razones que lo motivan, este es un vacío que requiere ser investigado. Es claro entonces que se trata de un problema no estructurado, es decir, se conoce el ¿qué?, pero no el ¿por qué?, por consiguiente, su investigación se debe abordar desde un enfoque cualitativo porque no se trata de identificar los comportamientos, sino el porqué de esos comportamientos (Glesne, 2016).
Bajo las anteriores perspectivas, la Teoría Fundamentada (TF), (Grounded Theory) con diseño constructivista, es la alternativa metodológica adecuada, porque permite crear teoría en relación a las razones que explican las decisiones de los estudiantes sobre su futuro laboral, las cuales se encuentran inmersas en sus vivencias, puntos de vista, visiones, emociones, creencias, valores, expectativas, significados y expresados en sus propias palabras (Hernández y Mendoza, 2018).
La TF tiene como objetivo guiar el proceso de investigación para el estudio de fenómenos sociales, especialmente los relacionados con la conducta humana, en los que se parte del estudio de las vivencias y percepciones relatadas por los propios participantes y con base en ellas se construye teoría. Su validez y rigor científico ha sido ampliamente reconocido por la comunidad académica (Strauss y Corbin, 2002).
3. Material y Métodos
Es importante considerar que, así como el proceso de elección laboral no es lineal, su estudio se debe abordar desde una perspectiva no lineal y esta característica se logra por intermedio de TF, que como estrategia metodológica para el estudio del emprendimiento social y la elección de carrera ya ha sido considerada por investigadores como Yitshaki y Kropp (2016).
3.1 Población, muestra y recolección de la información
Las unidades de estudio están conformadas por estudiantes universitarios de administración de empresas de las universidades localizadas en Bogotá y que se encuentran a menos de un año de recibir su diploma que los acredita como profesionales.
Según el ministerio de educación de Colombia, en Bogotá hay 18 instituciones de educación superior que ofrecen la carrera de Administración de Empresas y en ellas hay 450 estudiantes que cumplen con las condiciones para ser unidades de estudio.
Por tratarse de una investigación cualitativa con enfoque en la TF se empleó el muestreo teórico, que establece como criterio para definir el tamaño de la muestra a la relevancia de los casos y a la saturación en las categorías de análisis, es decir, se considera que la muestra es representativa cuando las nuevas unidades de selección no aportan nueva información o categorías de análisis (Glaser y Strauss, 1997; Hernández y Mendoza, 2018).
Para la recolección de la información se realizaron cinco grupos focales con 78 estudiantes. Como criterio de inclusión se estableció que fueran del programa de administración, de último semestre y participación voluntaria. Los estudiantes pertenecen a cinco universidades localizadas en Bogotá, que incluyen a una de las universidades públicas más importantes del país, de las restantes, dos son programas diurnos, a una de ellas acuden estudiantes de ingresos altos y a la otra, estudiantes de ingresos medios y bajos, tienen una edad promedio de 23 años, el 61,1% son mujeres y el 38,9% hombres. Los otros dos programas son nocturnos, la edad promedio de sus estudiantes es de 24 años, el 68,0% son hombres y el 32,0% mujeres, todos dedican el día a actividades laborales y en la noche acuden a la universidad, su nivel de ingresos es medio y bajo. El análisis de los cinco grupos focales permitió establecer que la percepción de los estudiantes con respecto a las categorías analíticas deducidas era aproximadamente similar entre grupo y grupo, y no se encontró información nueva relevante que ameritara la realización de un nuevo grupo focal. De esta forma se cumple el prerrequisito del muestreo teórico para definir el tamaño de la muestra (Hernández y Mendoza, 2018).
Los grupos focales fueron grabados con el consentimiento informado de los participantes, y posteriormente transcritos. El análisis se realizó a partir de los fundamentos metodológicos establecidos por la teoría fundamentada, con apoyo del software Atlas.ti.
El grupo focal es una estrategia adecuada para la recolección de información en la TF, su eficiencia en este enfoque investigativo ha sido reconocida por diversos investigadores (Guerrero, 2016), además tiene la ventaja que permite establecer como unidad de análisis el consenso construido por la interacción los miembros del grupo y no por la opinión individual, es decir, permite la obtención de significados construidos grupalmente (Hernández y Mendoza, 2018).
3.2 Procesamiento de los datos
Con el apoyo del software Atlas.ti se realizó el procesamiento de la información primaria proveniente de los grupos focales. La grabación de las entrevistas fue trascrita y sirvió de base para la realización de la unidad hermenéutica. El primer nivel de análisis consistió en la codificación abierta, para su realización se definió como unidad de análisis a la unidad de contenido de libre flujo (Hernández y Mendoza, 2018). Para cada una se identificaron en los conceptos inmersos, sus propiedades y dimensiones, como se puede apreciar en la figura 1. Esta actividad llevo a la conformación de 326 citas. Posteriormente, mediante un análisis de concurrencias se llegó a la definición de 162 códigos y 13 subcategorías.
El segundo nivel de análisis corresponde la codificación axial, que según Strauss y Corbin (2002) es el “proceso de relacionar las categorías a las subcategorías” (p.136), por consiguiente, se establecieron relaciones conceptuales entre las subcategorías hasta llegar a la conformación de las seis categorías que se presentan en la tabla 1.
La codificación selectiva corresponde al nivel superior de análisis, que es el proceso de integrar las categorías conceptualmente afines y que hacen posible la identificación emergente de los temas. Los análisis conceptuales de las categorías llevaron a la identificación de los tres temas identificados en la tabla I, que, a manera de hilos conductores, integran las categorías y subcategorías definidas en la codificación axial y permiten iniciar la formulación teoría.
4. Resultados
Los resultados del proceso de codificación selectiva llevaron a la construcción de la visión de conjunto que orienta las decisiones de los estudiantes con respecto a su futuro laboral deseable como profesionales y que da respuesta a pregunta de investigación.
La presentación de los resultados se realiza según la estructura presentada en la tabla 1.
4.1 El ser característico de los estudiantes
Este tema comprende el análisis de las interacciones que experimenta el joven estudiante, próximo a graduarse, entre su visión de futuro laboral, rasgos de personalidad, motivaciones y entorno sociocultural, conforme a los lineamientos establecidos por la TSCC. (Lent et al., 1994).
A nivel de visión de futuro laboral, el 98, 0% de los estudiantes participantes en los grupos focales manifestaron que como profesionales se visualizan trabajando como empleados en empresas ya establecidas. Al respecto uno de los participantes manifestó:
Una de las características importantes de esta universidad es el tema del emprendimiento, pesa mucho, hay varias clases, cátedras de emprendimiento, los profesores nos hablan de esto, pero en la práctica realmente son muy pocos los compañeros que montan empresa, la gran mayoría busca terminar y trabajar en una empresa ya establecida.
La anterior percepción es compartida por la mayoría de los estudiantes, no obstante, la formación en emprendimiento recibida en la universidad y que el actual ecosistema emprendedor de Bogotá es altamente favorable a la creación de empresas.
Debido a que los estudiantes de administración de empresas no se perciben a sí mismos como adolescentes y tampoco sienten que han alcanzado la adultez, tienen en promedio 23 años, están a pocos meses de culminar su ciclo de formación académica e ingresar al mundo del trabajo como profesionales, son personas que han iniciado su tránsito por el ciclo vital conocido como adultez emergente (Arnett, 2015). La adultez emergente es una fase de transición que une la adolescencia con la vida adulta, comprende a las personas con edades entre los 20 y 30 años aproximadamente, (Uriarte, 2007). Socialmente se espera que en este lapso las personas finalicen su formación académica profesional, logren una vinculación laboral como profesionales, independencia económica y abandonen el hogar paterno para conformar su propia familia. Se evidencia de esta forma que el transcurrir de sus vidas se ha dado como un sistema dinámico y con características emergentes, propias de los sistemas abiertos.
Para los estudiantes su prioridad, una vez graduados, es lograr seguridad económica, ingresos que les permita mejorar su nivel de vida y el de sus familias, al respecto uno de ellos expreso: “A mí me gustaría trabajar en una empresa privada en el área de proyectos, me gusta mucho el seguimiento y ejecución de los proyectos, además es un área bien remunerada, pagan bien y se puede progresar”. La anterior apreciación es compartida por la mayoría de estudiantes.
En relación a los rasgos de personalidad, el análisis de las percepciones de los estudiantes permitió observar que además de la seguridad económica existen otras razones que contribuyen a explicar su bajo interés por el emprendimiento, una de ellas es su baja autoeficacia, realmente manifestaron dudas sobre su real capacidad para desempeñarse profesionalmente, uno de ellos expresó:
El enfoque académico es muy importante y necesario, las teorías, los modelos son realmente interesantes, pero se sale a la vida práctica y esto realmente tiene una utilidad muy baja, no se aplica. En muchas asignaturas no se encuentra la utilidad o la aplicación y esto dificulta entonces que el estudiante se sienta verdaderamente con las capacidades necesarias para poder montar una empresa y sacarla adelante o para desempeñarse con éxito como funcionario en una empresa.
La baja proactividad de los estudiantes surgió de manera emergente y está relacionada con la falta de compromiso y deseo de permanecer en la zona de confort, se refleja en expresiones como la siguiente:
Por mi parte yo creo que los estudiantes estamos tomando una posición muy pasiva frente a la realidad, que realmente nos hemos concentrado en aprender y recitar una serie de conocimientos que se nos transmite, pero no tenemos una visión crítica sobre estos mismos conocimientos y menos aún sobre la misma realidad nacional, nos conformamos con pasar y listo.
Se observa como el bajo compromiso de los estudiantes afecta su autoeficacia y los lleva tener una práctica relajada de algunos valores, al respecto uno de los estudiantes manifestó:
Llegar tarde se ha constituido en una costumbre, ya estamos programados para ello, ya es normal llegar 10, 15, 30 minutos tarde y no importa. Realmente a nadie le importa ser puntual, y no hace un esfuerzo para lograrlo. Ya a nadie le importa incomodarse para ser cumplido, se toma la impuntualidad como algo normal y se tienen buenas disculpas para esto.
Tanto la baja autoeficacia como la baja proactividad son manifestaciones de su deseo de prolongar la etapa de adolescencia, se manifiestan en su deseo de permanecer en la zona de confort, características contrarias a las de un emprendedor, según se expuso en el marco teórico.
Además de la adultez emergente, el locus de control externo surgió como un factor cultural que tiene gran relevancia en las decisiones laborales de los jóvenes. A la pregunta sobre los tres factores más importantes que se deben tener presente para ser un profesional de éxito en Colombia, uno de los estudiantes respondió:
Yo creo que es muy importante tener muy buenas relaciones sociales, las relaciones son importantes, las amistades, las palancas políticas, los padrinos, porque las relaciones son las puertas que se le abren a uno para conseguir oportunidades.
Las anteriores apreciaciones no son exclusivas de los jóvenes entrevistados, según los resultados de un sondeo de opinión realizado por la Universidad de Los Andes y la empresa INVAMER (2007), a una muestra de 1000 personas mayores de 18 años, se encontró que los colombianos valoran más las 'palancas' que el trabajo duro y según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE (2019) el 73,5% de las personas que consiguió empleo en 2019 en Colombia fue con la ayuda de familiares, amigos y colegas. Es evidente entonces que en la consecución de trabajo los jóvenes le otorguen mayor importancia a la calidad de sus contactos personales que a su propia capacidad de logro y proactividad y esto explica en buena forma el locus de control externo y la necesidad de afiliación características en estos jóvenes.
4.2 Las habilidades, destrezas y aptitudes de los estudiantes
Si bien muchos de los estudiantes se autodefinen en términos de su saber hacer, por ejemplo, buenos para el uso de la tecnología, o buenos para interactuar con las personas, una de sus principales preocupaciones está relacionada con sus habilidades y destrezas para el trabajo, al respecto uno de los participantes manifestó:
Creo que uno de los aportes importantes es el desarrollo de los temas de liderazgo y emprendimiento, sin embargo, hemos recibido buenos conocimientos con respecto a esta temática, pero en el momento de llevarlos a la práctica difícilmente se logra, y le hace falta llegar a la formación con mayor seguridad y certeza para que estos temas sean realmente asimilados por los estudiantes e incorporados a su vida.
4.3 El conocimiento práctico de los estudiantes
En esta sección se analizan las apreciaciones de los estudiantes con respecto a los conocimientos prácticos, especialmente los que surgen de la reflexión sobre la propia experiencia y que conllevan a mejorar el desempeño y a percibir mayor satisfacción por el trabajo.
Los estudiantes consideran que una de sus principales características distintivas son los conocimientos adquiridos en la universidad, al respecto uno de ellos expreso: “Yo creo que nos reconocen por los conocimientos que hemos adquirido. Los estudios nos han permitido adquirir muchos y variados conocimientos”. Pero presentan serias dudas sobre la calidad y utilidad de los mismos, especialmente como base para el desempeño laboral.
Los estudiantes objeto de estudio se perciben así mismos en términos de sus conocimientos o habilidades. Al respecto uno de ellos manifestó:
Yo creo que hay un tema importante que nos comprende a todos y es el tema del uso de las tecnologías, por la formación que estamos recibiendo en la universidad y también por las experiencias laborales que se tiene, yo considero somos muy buenos usuarios de la tecnología, la empleamos en las diversas actividades de nuestra vida, no solamente académicamente sino también laboral, personal y social.
Así mismo sus principales fortalezas las definen como habilidades características de las personas con alta necesidad de afiliación. Uno de ellos manifestó
A mi particularmente me gusta que me vean como una persona extrovertida, colaborativa y servicial. En la amistad, si a mí alguien me da el 60% yo estoy dispuesta a darle el 110%, porque me gusta colaborar con otras personas, ayudar a los demás, me gusta que los demás sepan que pueden contar conmigo.
5. Discusión de resultados y conclusiones
La presente investigación aporta a la construcción de una nueva visión sobre la intención emprendedora y parte de la necesidad de reconocer la visión sistémica del emprendimiento, en la cual la IE es un subsistema social, dinámico y abierto, en consecuencia, su análisis puede ser abordado desde la TF y complementariamente por la metodología de sistemas suaves de Checkland (1994), SSM (por sus siglas en Ingles).
Los resultados de investigación contribuyen al conocimiento de la IE en universitarios, al constatar que los estudiantes objeto de estudio se encuentran en tránsito por la adultez emergente, por consiguiente, reciben una fuerte presión social por finalizar su formación académica profesional, lograr una vinculación laboral como profesionales e independencia económica (Monteiro et al., 2018). Así mismo, logró comprobar que los valores y creencias propios de la adultez emergente ejercen una influencia directa sobre el comportamiento, metas, visión y sueños de los jóvenes universitarios, por esta razón, ya como profesionales, deben responder a las presiones sociales y atenuar las dificultades económicas vividas como estudiantes, por consiguiente, encuentran en el empleo la forma más rápida y segura de lograr la independencia económica que la familia y la sociedad espera de ellos dejando atrás la intención de ser emprendedores.
Otro de los resultados destacados de la presente investigación hace referencia a las dudas de los estudiantes sobre la utilidad práctica de los conocimientos recibidos en la universidad y su capacidad para convertirlos en conocimiento práctico. Este resultado es acorde con los resultados del estudio de Arias et al. (2018) quienes concluyen que en las pruebas de estado Saber Pro, los puntajes promedio de estudiantes de último semestre de administración de empresas se encuentran por debajo de la media nacional de las demás profesiones, especialmente en las áreas de lectura crítica, competencias ciudadanas, comunicación escrita y razonamiento cuantitativo. Esto limita su autoeficacia y proactividad laboral y por consiguiente prefieren acudir al empleo como una alternativa más sencilla y efectiva para generar ingresos económicos.
Es claro entonces la fuerte influencia que ejercen las normas sociales sobre sus futuras decisiones laborales y que estas deben ser tomadas en cuenta en los programas de formación de profesionales emprendedores.
Los resultados están en línea con los hallazgos de Barrera y Vinet, (2017) con universitarios chilenos, quienes presentan características socio-demográficas similares a sus pares colombianos, especialmente en relación a la edad, nivel socioeconómico, ocupación y zona de residencia. Barrera y Vinet concluyen que las características distintivas de la adultez emergente están presentes en estos universitarios, pero, además, concuerdan en que a nivel de motivación predomina la necesidad de afiliación, sobre la necesidad de logro. Debido a que la necesidad de logro es una de las características distintivas de los emprendedores, se observa que su baja presencia en los universitarios es una de las razones que contribuye a explicar el bajo interés de los futuros profesionales en administración por la creación de su empresa como forma de trabajo profesional.
Bajo las anteriores consideraciones los programas de formación universitaria en emprendimiento deben orientarse especialmente a fortalecer a la persona, su ser, su saber ser, luego su saber hacer, sus conocimientos prácticos y aptitudes y por último los conocimientos técnicos y teóricos.
Es importante destacar que la presente investigación aporta a las instituciones de educación superior información valiosa respecto a la visión de futuro profesional de los estudiantes, así como en relación a sus actitudes, habilidades y conocimientos. Así mismo, se encontró que con respecto a las anteriores categorías no se encontraron diferencias entre los estudiantes de la universidad pública y las privadas, así como entre los programas diurnos y nocturnos, sin embargo, estos últimos manifestaron que después de trabajar algunos años como profesionales en una empresa y de ahorrar dinero, podrían contemplar la opción del emprendimiento.
6. Investigaciones a futuro
Dado que la cultura y el contexto socioeconómico desempeñan un papel determinante en la visión laboral de los futuros profesionales se requiere que las universidades revisen continuamente sus estrategias de formación de profesional (Solé-Moro et al.,2018), especialmente para la formación de profesionales emprendedores (Kassean et al., 2015; Loi et al., 2016). Esto implica realizar investigación que genere nuevo conocimiento sobre estrategias pedagógicas, contenidos temáticos, pero, ante todo, que permitan desarrollar la competencia de aprender a partir de la propia experiencia, enriquecer ese conocimiento con la teoría para convertirlo en conocimiento práctico, que es la base de la innovación y el emprendimiento. Uno de los principales aportes que futuras investigaciones podrían hacer se relaciona con la formación de profesionales proactivos, con alta necesidad de logro, compromiso y autoeficacia. Así mismo y como lo señalan Nabi et al. (2017) se requiere investigación más sólida sobre el impacto de la educación universitaria en emprendimiento y la creación de empresas.
7. Limitantes
Generalmente en la investigación en ciencias sociales se presentan dos factores limitantes que es fundamental contemplar: Primero, con respecto a la dinámica y complejidad de las ciencias sociales y segundo en relación al entorno económico y social en el que se desempeña la población objeto de estudio.
En referencia al carácter complejo y dinámico de las ciencias sociales es necesario aclarar que las conclusiones aquí expuestas provienen de una lectura transversal de la realidad, pero las personas que la conforman y su entorno evolucionan, y se condicionan recíprocamente en un contexto complejo, por consiguiente, no es posible realizar proyecciones sobre su comportamiento futuro. Mediante un estudio de corte longitudinal se podría superar este tipo de limitaciones (Solé-Moro et al., 2018), en este caso sería necesario observar y analizar en un periodo de por lo menos de cinco años la evolución laboral de los estudiantes después de su graduación.
Con respecto a la relación población objetivo - entorno, especialmente cultural, Adekiya e Ibrahim (2016) evidenciaron la influencia directa de algunos valores culturales sobre la intención emprendedora y laboral, especialmente en relación con la decisión de crear la empresa. Estas apreciaciones le dan a la investigación un carácter local, por esta razón, no se puede perder de vista que las conclusiones hacen referencia a estudiantes de último año de carrera universitaria, que cursan sus estudios en universidades Bogotanas a finales de la segunda década del siglo XXI. Posiblemente estas conclusiones no sean válidas para estudiantes de otras culturas como la norteamericana o la europea, e incluso para estudiantes colombianos del 2030.
8. Referencias
Adekiya, A. y Ibrahim, F. (2016). Entrepreneurship intention among students. The antecedent role of culture and entrepreneurship training and development. The International Journal of Management Education, 14(2), 116-132. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ijme.2016.03.001
Ajzen, I. (1991). The theory of planned behavior. Organizational Behavior and Human Decision Processes, 50 (2), 179-211. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/0749-5978(91)90020-T
Arias, A., Restrepo, I. y Restrepo, A. (2016). Intención emprendedora en estudiantes universitarios: Un estudio bibliométrico. Intangible Capital, 12(4), 881-922. DOI: http://dx.doi.org/10.3926/ic.730
Arias, N., Rincón, W., Becerra, G., Mejía, A., Díaz, R. y Fajardo, H. (2018). Retos a los programas de administración, una mirada al saber. Resultados de la evaluación externa (2012-2016). Colombia: Editorial Politécnico Grancolombiano.
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