Resumen: El impulso al emprendimiento de estudiantes universitarios cobra vital importancia en el contexto latinoamericano, si se considera que la tasa de desempleo juvenil en la región es tres veces más elevada que la tasa general. El objetivo de esta investigación es identificar, describir y analizar, cuáles son las acciones y programas que han implementado las universidades, instituciones gubernamentales y actores sociales en México y España. Los principales hallazgos permiten saber que son pocos los programas de apoyo que existen en México, las incubadoras y aceleradoras dependen principalmente de las instituciones de educación superior públicas y privadas y no existen programas formales integrados en la formación profesional; mientras que España existen ocho programas que impulsan el emprendimiento juvenil, uno de ellos europeo, y con el respaldo de la Ley de formación profesional, la cual deben cumplir todas las Instituciones de educación superior, se han implementado programas de grado y maestrías en emprendimiento, así también cuentan con una red importante de incubadoras y aceleradoras de empresas impulsadas por organizaciones públicas y privadas.
Palabras clave: Emprendimiento, estudiantes, incubadoras, triple hélice.
Abstract: Promoting entrepreneurship among university students is of vital importance in the Latin American context, considering that the youth unemployment rate in the region is three times higher than the general rate. The objective of this research is to identify, describe and analyze what actions and programs have been implemented by universities, government institutions and social actors in Mexico and Spain. The main findings allow us to know that there are few support programs that exist in Mexico, incubators and accelerators depend mainly on public and private higher education institutions and there are no formal programs integrated into professional training; While in Spain there are eight programs that promote youth entrepreneurship, one of them European, and with the support of the Vocational Training Law, which all higher education institutions must comply with, degree and master's programs in entrepreneurship have been implemented, They also have an important network of business incubators and accelerators promoted by public and private organizations.
Keywords: Entrepreneurship, students, incubators, triple helix.
Impulso de la Universidad-Gobierno y Sociedad al emprendimiento de estudiantes universitarios México-España
Promotion of the University-Government and Society to the entrepreneurship of university students Mexico-Spain
Recepción: 19 Octubre 2023
Aprobación: 12 Diciembre 2023
Publicación: 01 Enero 2024
Para lograr el desarrollo y crecimiento económico y social de un país, es de suma relevancia impulsar el emprendimiento, más aún el emprendimiento juvenil, puesto que esta actividad promueve la generación de empleos, impulsa competitividad, innovación, el crecimiento empresarial y como consecuencia genera, un impacto positivo en la economía impulsando su crecimiento (Saavedra García, 2021; Mayer, Blanco, Alonso & Charles, 2020; Zhao, Davis & Copeland, 2018; Kantis, 2017; Coduras, Urbano, Rojas & Martínez 2008).
La importancia de la actividad de emprendimiento y autoempleo se encuentra ligada a las oportunidades económicas que son capaces de brindar, considerando el alcance hacia una proporción grande de hombres y mujeres jóvenes, tomando en cuenta que las economías en desarrollo es donde habitan gran parte de los 1,200 millones de jóvenes del planeta; donde las micro, pequeñas y medianas empresas (PYME), y las empresas que van iniciándose, a través de su dinamismo generan el 52% del empleo total, superando a las grandes empresas (Naciones Unidas, 2020). No obstante, este dinamismo ha sido rebasado por la gran cantidad de jóvenes quienes buscan incorporarse al ámbito de trabajo remunerado, donde las opciones están restringidas por la limitada creación de empleos, generando una preocupante falta de empleo y falta de integración social de los jóvenes, amenazando de este modo la sostenibilidad y la estabilidad social, trayendo como consecuencia la migración hacia los países desarrollados. Se marca la necesidad entonces, de que los jóvenes adquieran capacidades, habilidades y obtengan recursos para desarrollar su potencial hacia el emprendimiento, impulsando así la generación de sus propios empleos, buscando alcanzar un crecimiento empresarial exitoso.
Es así como el emprendimiento resulta relevante en la búsqueda de opciones que permitan proporcionarles a los jóvenes trabajo remunerado y decente, por su parte,Worldwide (2014), OECD/ECLAC/CAF, (2016) y OECD, (2020); Saavedra García (2020) sugieren que para mejorar las condiciones de empleo y de vida de estos jóvenes, se deben desarrollar estrategias para asimilarlos al mercado laboral y aprovechar su creatividad, talento e impulso, para realizar las labores que les son asignadas. Así pues, la región Latinoamericana enfrenta el desafío de impulsar la generación de empleos formales, considerando que cuenta entre sus habitantes con más de 163 millones de jóvenes (de 15 a 29 años), donde sólo el 50% forma parte del mercado laboral.
El impulso al emprendimiento requiere un esfuerzo integrado que involucre a la comunidad, con las empresas y las universidades; incentivando la cultura emprendedora proporcionando distintos escenarios de actuación en los cuales se desarrollen las competencias, creatividad y responsabilidad social, buscando el involucramiento de todos los actores de la sociedad, en los proyectos que se lancen (Rangel, Alvarado & Sierra, 2016; Zhao et al., 2018).
Ante la importancia que reviste la actividad de emprendimiento para abatir el desempleo juvenil, se hace necesario identificar, describir, y analizar, cuáles son las acciones y programas que han implementado las universidades, instituciones gubernamentales y los actores sociales para impulsar el emprendimiento en México, realizando un estudio comparativo con un país desarrollado, como España. Por lo que el objetivo principal de este trabajo consiste en realizar un estudio comparativo de las acciones y programas por parte de la Universidad-Gobierno y Sociedad para impulsar el emprendimiento de los estudiantes universitarios, en México y España.
Este trabajo se divide en tres apartados, el primero es el Marco Teórico en el que se desarrollan los temas, emprendimiento de estudiantes universitarios, ecosistemas de emprendimiento en la educación y la triple hélice en países emergentes; en el segundo se describe el método utilizado para llevar a cabo la investigación, en el tercero se presentan los resultados y por último se incluyen las conclusiones.
La educación de nivel superior resulta esencial para la formación de las personas, logrando una diferenciación al momento de emprender, la cual queda en evidencia cuando se describe el perfil de los emprendedores que egresan de los estudios superiores los cuales se orientan hacia el desarrollo humano integral, el cual tiene como objetivo fomentar hábitos, conocimientos, actitudes y valores que lleven hacina transformación de la sociedad y de las empresas inmersas en esta (Durán, Parra y Márceles, 2015). Por su parte, Coduras et al. (2008) afirman que las empresas que cuentan con mayores expectativas de sobrevivencia son las que fueron creadas por emprendedores que han sido formados para el emprendimiento, esto se debería a que la educación puede desarrollar la capacidad de liderazgo, consecuentemente una empresa liderada por quien ha recibido educación a nivel universitario va tener una posibilidad mayor de crecimiento en comparación de las que no cuentan con un líder que posea esa característica (Iacob, & Nedelia, 2014).
Por lo anterior, el papel que juegan las instituciones educativas para el impulso del emprendimiento es muy relevante, debido a que, en este nivel de formación, se debe inculcar a los jóvenes la cultura emprendedora, que les permita proyectarse como empleadores, creando empresas, buscando aportar al desarrollo económico de sus países (Saavedra García, 2021). Esta cultura de emprendimiento desarrollada en los jóvenes les permitirá adquirir destrezas para dirigir una empresa, como consecuencia de la mezcla de habilidades, conocimientos y actitudes, que se fortalecen con la experiencia práctica.
En la Tabla 1, se resumen los motivos para emprender en estudiantes universitarios Latinoamericanos, realizado por Saavedra García (2020), el cual se encuentra basado en los hallazgos de estudios previos. El poner en práctica una idea innovadora predomina en la motivación de estos jóvenes, lo cual implica un emprendimiento por oportunidad, más que por necesidad, considerando que la población objeto de estudio de estos trabajos revisados son los jóvenes universitarios, quienes, con una formación profesional, están adquiriendo una visión de futuro que les permitirá ser exitosos en sus emprendimientos. La segunda motivación es cuando el estudiante ha tenido un modelo a seguir, donde los padres o parientes cercanos se dedican a la labor empresarial, lo que demuestra la importancia que tiene el contexto social cercano en la intención de emprender de estos jóvenes; la independencia económica es la tercera motivación que impulsa a los jóvenes hacia esta actividad, los cuales buscan autoemplearse en su propia empresa, mandando una señal de buen estatus social.
Conceptualmente, los ecosistemas involucran un conjunto de individuos, organizaciones, industrias y elementos ambientales como capacidades dinámicas, liderazgo, cultura, clientes abiertos, redes empresariales y mercados de capitales que se integran de manera compleja (Acs Estrin, Mickiewicz & Szerb, 2018; Audretsch, Cunningham, Kuratko, Lehmann & Menter, 2019), es importante también considerar que los emprendedores son el corazón palpitante de cualquier ecosistema emprendedor (Villegas, 2019). En el contexto universitario, los ecosistemas universitarios de innovación emprendedora están integrados por programas educativos, infraestructuras (parques de investigación, incubadoras, oficinas de transferencia tecnológica, oficinas de empleo y oficinas de creación de empresas), normativa universitaria (normativa de creación de empresas, derechos de propiedad), cultura universitaria (modelos a seguir), actitudes hacia el emprendimiento), así como las relaciones con el gobierno, los inversionistas, la industria y otros agentes socioeconómicos (Guerrero & Urbano, 2012, 2019; Herrera, Guerrero & Urbano, 2018; Nicholls-Nixon, Valliere, Gedeon & Wise, 2020; Van Rijnsoever , 2020).
Este ecosistema apoya a la comunidad universitaria (estudiantes, egresados, académicos, personal) para que las iniciativas emprendedoras e innovadoras sean identificadas, desarrolladas y lanzadas al mercado (Grimaldi Kenney, Siegel & Wright, 2011; Guerrero, Urbano y Gajón, 2017, Guerrero, Urbano, Cunningham & Gajon, 2018). Huang-Saad, Duval-Couetil, & Park (2018) por su parte, refieren que las contribuciones de la universidad a los ecosistemas empresariales se pueden describir con respecto a la infraestructura y el liderazgo, la tecnología y el talento y la cultura de la innovación.
Los ecosistemas de emprendimiento en la educación (incubadoras y programas de educación empresarial) se han convertido en el mecanismo más importante y eficiente de participación de la comunidad empresarial y transferencia de conocimiento dentro del marco universidad-industria-gobierno creando valor para la sociedad y la economía regional (Belistki & Heron, 2017; Villegas et al., 2019). En este sentido, administradores e investigadores han reconocido que una dimensión importante de los ecosistemas empresariales universitarios es la educación (Audretsch et al., 2019; Belitski & Heron, 2017).
El motivo de una mayor atención al papel de la educación empresarial y el ecosistema empresarial es que la docencia universitaria y la investigación o spin-off; generan derramas de conocimiento que podrían desempeñar un papel importante como facilitadores de la creación de empresas en las regiones y la actividad de innovación para un espectro más amplio de empresas (Belistki & Heron, 2017). Para lograr lo anterior, es necesario crear comunidades sólidas de académicos y emprendedores en las regiones, contribuyendo a los sistemas de emprendimiento regionales y nacionales. Lo anterior, implica buscar la forma de impulsar la investigación y la comercialización del conocimiento a través de un emprendimiento.
Isenberg (2010) analizó por primera vez la comprensión del papel que la cultura del emprendimiento y la educación empresarial pueden desempeñar como factor del ecosistema emprendedor y fue ampliada por Autio, Kenney, Mustar, Siegel y Wright (2014). El modelo de Isenberg (2010) diseña pilares fundamentales para el funcionamiento eficiente de un ecosistema emprendedor como son finanzas, cultura, infraestructura, capital humano, demanda del mercado y regulación, agregando además condiciones sistémicas, como redes, colaboración y liderazgo. Una aportación importante a este modelo, es el modelo de educación para el emprendimiento, donde cada parte del ecosistema emprendedor, considera la relación universidad-industria-gobierno, jugando un papel principal en la comercialización del conocimiento (Azagra, Caro, Archontakis, Gutierrez-Gracia & Fernandez-de-Lucio, 2006).
Los spin-offs y los nuevos participantes del sistema son estudiantes, profesores, pasantes, empresarios, legisladores locales y representantes de la industria, y cualquier persona que pueda participar y facilitar la comercialización de nuevas tecnologías a través de la asociación universidad-industria-gobierno (Belistki & Heron, 2017).
Enfrentar limitaciones de recursos es una situación familiar para muchos emprendedores, mientras que los estudiantes emprendedores serán más la regla que la excepción. Los estudiantes emprendedores son en la mayoría de los casos novatos que carecen de la experiencia de desarrollo empresarial que tienen los emprendedores con mentalidad experta (Krueger, 2007). Los estudiantes mayormente no tendrán experiencia laboral previa, conocimiento de la industria o una red industrial establecida, en la que puedan confiar los empresarios más experimentados. Por lo tanto, los estudiantes tendrán menos acceso al capital humano, social y financiero. Estos son tipos de capital que han demostrado ser importantes predictores del espíritu empresarial naciente, así como para avanzar a través del proceso de formación de empresas (Davidsson & Honing, 2003; Mosey & Wright, 2007).
Lopes da Rocha et al. (2022) estudiaron una muestra de 420 jóvenes universitarios en la Amazonía brasileña, con el fin de determinar como el apoyo universitario percibido influye en las intenciones y características emprendedoras; los resultados indican que el ambiente universitario influye positivamente en el comportamiento e intención emprendedora de los estudiantes.
Así, se considera entonces que, el entorno universitario prepara a las personas para seguir esta carrera brindándoles las habilidades y capacidades necesarias para emprender diferentes tipos de desafíos. Por otro lado, el apoyo educativo percibido y el apoyo al desarrollo empresarial percibido generaron resultados negativos. Por lo tanto, las universidades deben mejorar sus programas de desarrollo educativo y empresarial para influir mejor en la intención emprendedora y constituirse en un punto de partida confiable que inspire a los jóvenes estudiantes (Lopes da Rocha, Salati & Fischer, 2022).
En suma, tal como refieren Maritz et al. (2022), existe una clara necesidad de un ecosistema de emprendimiento estudiantil, dado que su desarrollo proporciona la base para una mayor intervención, tanto a nivel gubernamental como universitario.
Bodolica y Spraggon (2021) refieren que para que la educación empresarial genere un valor real y un impacto positivo en la práctica, las universidades deben priorizar las estrategias de asociación mediante la búsqueda activa de asociaciones fructíferas con empresas locales, entidades gubernamentales y la comunidad en general. Estos tipos de colaboraciones multipartidistas suelen dar frutos a través del establecimiento de centros universitarios de innovación y emprendimiento o incubadoras y aceleradores de empresas. Siendo a menudo considerados como lugares donde se combinan las fortalezas académicas y empresariales (Lackeus & Middleton, 2015), tienen el potencial de generar resultados beneficiosos para todas las partes interesadas involucradas.
El gobierno y las autoridades regionales están interesados en apoyar la infraestructura de transferencia de tecnología y el desarrollo empresarial, ya que contribuyen al ecosistema de innovación, y a una mejor calidad de vida puesto que impulsa el crecimiento económico en la región. En cuanto a las universidades, fomentan la difusión y capitalización del conocimiento a través de spin-offs y procesos de compartición de propiedad intelectual, mientras que las grandes empresas se benefician de la disminución de costos y riesgos asociados con las actividades de innovación (Rogova, 2014).
La triple hélice es la mejor forma de que las empresas adquieran conocimientos de la universidad, con el impulso del gobierno, sin embargo, las investigaciones empíricas han comprobado que la existencia de estructuras educativas y de investigación locales, sofocan los esfuerzos de innovación y las iniciativas empresariales en los países en desarrollo (Bodolica & Spraggon, 2021).
Los graduados que crean empresas después de graduarse pueden ser motores para el crecimiento económico. En consecuencia, es importante comprender qué estimula el espíritu empresarial de los estudiantes, es decir, el proceso de iniciación y desarrollo de un negocio mientras estudia en la universidad, realizando esfuerzos para hacer realidad estos esfuerzos con el impulso de la triple hélice (Bergmann, Hundt & Sternberg, 2016; Nielsen & Gartner, 2017).
Maritz, Nguyen y Bliemel (2019), refieren que la Educación para el Emprendimiento (EE) no solo está destinado a personas que desean convertirse en autónomos o empleadores, sino que también es inmensamente valioso para cualquier persona que trabaje directamente para un empresario y para cualquier persona en corporaciones más grandes que tenga empresarios como clientes, proveedores o socios. La alineación entre la mentalidad emprendedora y varias capacidades del "futuro del trabajo" tampoco se pierde, en varios informes de la industria se da cuenta que están importante para los nuevos profesionales como para los que va a mitad o final de la carrera.
Para desarrollar las capacidades a través de la enseñanza y el aprendizaje, el estudio (OCDE/UE, 2018) propone desarrollar una mentalidad emprendedora, un aprendizaje basado en problemas (similar a las iniciativas de aprendizaje experiencial), mejorar el desarrollo interdisciplinario de capacidades para introducir innovaciones en la enseñanza-aprendizaje, considerando un entorno de aprendizaje digital, promover el aprendizaje permanente, títulos asociados y premios, intercambiar plataformas que enriquezcan la educación, empoderar a los estudiantes para codiseñar actividades, vincular a los estudiantes con la economía local/regional y global, EE en emprendimiento social, políticas futuras para EE, medir el impacto de la EE y evaluar los impactos en las habilidades y resultados empresariales, mentalidades e intenciones. El estudio de la OCDE/UE (2018) ha propuesto acciones para apoyar con más fuerza al emprendimiento en las IES, incluido el entorno de puesta en marcha de empresas, los estudiantes como agentes de cambio, el apoyo a los estudiantes en los fracasos iniciales, el apoyo de ex alumnos, el apoyo de puesta en marcha dirigido y conectado internamente y la construcción de ecosistemas empresariales regionales eficaces.
Así también, en la investigación de Liu, Kulturel-Konak y Konak (2021) sobre ecosistemas de educación empresarial se identificaron seis elementos clave que consisten en universidades, estudiantes, educadores, gobierno, industria y comunidad, actuando como iniciadores y siete factores que consisten en currículo empresarial, actividades y prácticas empresariales, estructura organizacional, recursos, visión de liderazgo, cuerpo docente principal y mecanismos operativos que actúan como intermediarios. Estos elementos clave constituyen a su vez tres subsistemas independientes que consisten en enseñanza e innovación, apoyo y operaciones respaldadas por universidades.
Jones (2011) analizó la educación emprendedora en 35 países concluyendo que la naturaleza experiencial de la educación emprendedora se presta a una multitud de métodos pedagógicos. Por su parte Gibb (2010), identificó 44 enfoques pedagógicos específicos relacionados con ocho áreas: comportamiento emprendedor, actitud y desarrollo de habilidades; generar empatía con el mundo emprendedor; valores clave; motivación a la carrera empresarial; comprensión de los procesos de entrada y tareas comerciales; competencias empresariales genéricas; claves mínimas de negocios “como hacer” y manejo de relaciones.
Se realizará un trabajo documental, el cual de acuerdo con Guerrero y Guerrero (2014) se basa en el estudio de documentos que pueden ser físicos como libros o archivos o electrónicos, como audios, videos, etc., usando la observación como técnica para identificar, seleccionar y analizar los datos recabados, vinculándolos con el objeto de estudio. Se revisará información de las entidades que forman parte de la universidad empresa gobierno para impulsar el emprendimiento de los estudiantes universitarios, con el fin de recabar datos acerca las acciones y programas implementados por estos entes, tanto en México como en España.
Se realizará entrevistas con base en lo que señala Ortiz (2007) “una entrevista es un encuentro de personas cara a cara con el propósito de cuestionar y responder formalmente a las interrogantes de un tema objeto de investigación” (p. 17); esta estará dirigida a los responsables de las entidades y expertos en emprendimiento con el fin de recabar sus apreciaciones acerca de los retos del emprendimiento de estudiantes universitarios y el modo en que pueden superarse los mismos. La entrevista será no estructurada o informal, pues con esta se tiene la posibilidad de ir guiando al entrevistado para que proporcione la información que se necesita recabar para la investigación, tal como lo refiere Ortiz (2007). Para centrar al entrevistado en el tema se usará un guion de entrevista, que contiene cuestionamientos tales como:
- ¿Cuáles son los programas de apoyo al emprendimiento, dirigido a estudiantes universitarios?
- ¿Qué tipo de apoyos ofrecen estos programas?
- ¿Cuáles son los requisitos para acceder a estos apoyos?
- ¿Qué otra información adicional podría brindar acerca de los programas de apoyo al emprendimiento de estudiantes universitarios?
No fueron preguntas limitadas, solo sirvieron para guiar el diálogo y se dejó en total libertad de expresión a los entrevistados.
Con referencia a la parte de la investigación desarrollada con los datos de las universidades pertenecientes a la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y Administración (Anfeca), se utilizó un muestreo no probabilístico por conveniencia, dada la disponibilidad de los datos de los sujetos que cumplen con la característica de ser escuelas que se encuentren en los rankings de emprendimiento (Salkind, 1999).
La investigación tiene un alcance descriptivo, puesto que intenta recolectar información sobre los programas de apoyo que existen para impulsar el emprendimiento de estudiantes universitarios en México y España, tratando de elaborar un perfil de cada uno de ellos (Hernández, Fernández y Baptista, 2010).
Diversas instituciones, públicas y privadas, nacionales principalmente se han dado a la tarea de promover, el emprendimiento juvenil, sobre todo con apoyo financiero y asesoría, así como, acompañamiento para impulsar emprendimientos exitosos, tal como puede verse en la tabla 2. De los cinco programas identificados al año 2023, solo uno apoya con financiamiento orientado hacia el fortalecimiento del capital de trabajo y el activo fijo y el otro otorga un apoyo económico orientado hacia el desarrollo tecnológico y la innovación. Los otros tres programas solo ofrecen orientación, redes de apoyo, y acompañamiento.
En México, algunas universidades ofrecen también una red de apoyo a los emprendedores en la que se incluyen incubadoras, aceleradoras, laboratorios de innovación y centros de desarrollo empresarial, entre otros, con el propósito de facilitar a sus estudiantes la generación de ideas y perspectivas nuevas, en ocasiones esta actividad se extiende a sus profesores quienes fungen como asesores y mentores de los proyectos empresariales que surgen entre el estudiantado y algunas de estas universidades, incluso extienden estos servicios a la comunidad por lo que se consideran como catalizadores que facilitan la creación de empresas cobrando mayor relevancia dentro del Ecosistema Emprendedor.
Con el fin de presentar las actividades de impulso al emprendimiento ofrecidos por universidades en México, se tomó como población a las facultades y escuelas que se encuentran en el directorio de afiliados de la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y Administración (Anfeca, 2022), siendo éstas un total de 298 universidades, divididas en siete direcciones regionales, al mes de febrero de 2022. Considerando un muestreo por conveniencia, compuesto por un total de 70 universidades, tomando 10 universidades por cada zona, para que cada una se encuentre representada en la muestra.
Para seleccionar las 70 universidades que conforman la muestra, se tomaron como criterios el que la escuela o facultad se encuentre en alguno de los rankings de universidades de emprendimiento o negocios investigados y por el número de alumnos con que cuenta la universidad. En seguida, se presentan algunos de los principales resultados. Del total de 70 universidades, 51 que corresponden al 73%, cuentan con incubadora, lo cual permite determinar que la mayoría de las universidades de la muestra aporta recursos para impulsar el emprendimiento a través de la incubación de nuevas ideas de negocios.
De las 51 escuelas con incubadora, el 41% son privadas y el 59% son públicas, lo que implicaría que es mayor la proporción de escuelas públicas de esta muestra que impulsan estos programas de incubación de empresas.
Por lo que respecta al número de incubadoras que se encuentran en cada zona, la Dirección Regional que cuenta con un mayor número de incubadoras es la región VII Ciudad de México y Zona Metropolitana con 9, seguida por las regiones I Noroeste, III Centro, VI Sur con 8 incubadoras, cada una. Por su parte, la zona IV Centro Occidente cuenta con 7 incubadoras, la zona V Centro Sur con 6 incubadoras y la Zona II Norte con 5 incubadoras. Con lo anterior se comprueba que en todas las regiones existe disponibilidad de este servicio.
Con referencia a los servicios ofrecidos por las incubadoras de las universidades analizadas y su recurrencia, se puede apreciar que los servicios más recurrentes son el diseño y Desarrollo modelos de negocios, planes, asesorías en el financiamiento, incubación, aceleración y capacitación empresarial (ver figura 1).
Por último, el 54% de las universidades de la muestra cuentan con algún tipo de programa que apoya el emprendimiento, lo que permite saber que 46% carecen de estos y sería conveniente que los implementaran dada la gran importancia que tiene para fomentar esta actividad entre los jóvenes egresados, puesto que los estudios han demostrado que la formación empresarial impulse el emprendimiento (Jones, Pickernell, Fisher & Netana, 2017).
La Unión Europea impulsa el emprendimiento juvenil específicamente con uno de sus programas más importantes de impulso a los jóvenes que es Erasmus, conocido como Erasmus for Young Entrepreneurs, el cual apoya a los jóvenes que desean emprender en la adquisición de habilidades para que sean capaces de crear o dirigir una empresa. Así también España, cuenta con diferentes programas dentro de la plataforma Madrid Emprende, Ministerios y fundaciones, con los que suman siete programas de impulso al emprendimiento juvenil, de los cuales uno corresponde al apoyo a través de financiamiento, dos son premios monetarios, a los mejores proyectos de acuerdo a los detalles de sus convocatorias, y cuatro son programas que otorgan formación y asesoría para emprender, en forma gratuita, todos estos programas se describen brevemente a continuación en la tabla 3.
Pérez et al. (2018) refieren que, España asumió en el Consejo Europeo del año 2000 el compromiso de promover el espíritu emprendedor en el sistema educativo, así pues, en el marco de la promoción de la iniciativa emprendedora en el ámbito educativo, la Dirección General de Política de la Pequeña y Mediana Empresa apoya la acción formativa con la elaboración de materiales didácticos para la educación básica y el bachillerato y con la realización de estudios e iniciativas encaminadas a que la Universidad desempeñe un papel propulsor de las inquietudes emprendedoras y formativas para las competencias empresariales de la juventud.
Así también, la Ley Orgánica de las Cualificaciones y de la Formación Profesional (Ministerio de la Presidencia. Relaciones con las cortes y memoria democrática, 2022a), en la cual entre los fines del Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional, hace referencia clara al fomento del espíritu emprendedor, lo que supone un progreso en el marco formativo importante; posteriormente, desde 2004, la ordenación general de la Formación Profesional Especifica (FPE) incorpora en sus objetivos el impulso al espíritu emprendedor, incluyendo materias relacionadas con la creación y la gestión de la pequeña empresa y al autoempleo (Ministerio de la Presidencia. Relaciones con las cortes y memoria democrática, 2004).
En este contexto, en el curso 2022-2023 se financiarán en España un total de 1,327 aulas de emprendimiento en Formación Profesional: 374 aulas de nueva creación, que se sumarán a las 496 creadas con fondos del ejercicio 2020 y a las 457 creadas con fondos del ejercicio 2021 (Ministerio de Educación y Formación Profesional, 2023). Se trata brindar infraestructura y apoyo técnico en las fases iniciales del emprendimiento con el objetivo de establecer un marco que impulse el desarrollo de startups, las cuales se encuentran reguladas por la ley 28/2022, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes (Ministerio de la Presidencia. Relaciones con las cortes y memoria democrática, 2022b).
Estas aulas apoyan el Plan de Modernización de la Formación Profesional, contemplado en el presupuesto del Ministerio de Educación y Formación Profesional y en el marco del componente 20 "Plan Estratégico de Impulso de la Formación Profesional", del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Canalizar las iniciativas emprendedoras de los estudiantes y egresados de centros educativos, implementado un sistema de orientación y mentoría de las ideas emprendedoras de los participantes, impulsando también la participación en proyectos con otras entidades.
Así pues, Navarro-Díaz y Vilches (2017), plantean que la necesidad de aprender a emprender es cada vez más elevada, puesto que los jóvenes necesitan contar con los conocimientos, capacidades, y aptitudes necesarias para generar y llevar a cabo con éxito los nuevos modelos de negocios que exige el contexto actual, en España el impulso al emprendimiento en los jóvenes que se da a través del sistema educativo utilizando el curriculum como herramienta, a modo de ejemplo se presenta a continuación, los estudios que se ofrecen en los niveles de pregrado (grado), máster y cursos a nivel posgrado, en temas de emprendimiento, tanto en instituciones de educación superior públicas como privadas (Tabla 4).
Los viveros y aceleradoras de empresas en España no solo se encuentran impulsados y administrados por IES, sino también por Cámaras de Comercio, Ayuntamientos, Fundaciones, Instituciones privadas y otros, y aunque su enfoque es hacia todos los emprendedores independientemente de la edad, aquí se presenta un breve resumen de las más importantes. Los viveros de empresas son los dinamizadores y vehículos del emprendimiento, su desempeño, favorece la generación de ideas para la creación de nuevas empresas, impulsando su puesta en marcha, son los proveedores de asesoramiento y recursos (Blanco, Asensio, de esteban, Fernández, Santos, García & Aguirre, 2022).
A continuación, se describen brevemente, diferentes viveros de empresas que existen en España y que tienen el objetivo de fomentar la economía (ver tabla 5).
Las aceleradoras son entidades o lugares en los cuales se busca apoyar y potenciar el crecimiento de otras empresas que van iniciando, este se hace a través de orientación, asesoramiento, conexión con otros innovadores y financiación, con los cuales se apoya a emprendedores que tienen un proyecto claro.
Estas aceleradoras tienen el objetivo de impulsar el crecimiento de nuevas empresas, lo cual se logra en conjunto con el emprendedor y se les apoya en el desarrollo de su negocio y en la transformación en proyectos viables de tal forma, que el crecimiento y desarrollo de la empresa se vea acelerado.
De acuerdo a cifras del banco BBVA, en España hay actualmente más de 200 aceleradoras e incubadoras, pero en este caso solo se nombrará algunas de las reconocidas e importantes. Las aceleradoras se presentan en la tabla 6.
Ante la falta de empleo en el contexto Latinoamericano, el emprendimiento se presenta como una solución viable, de allí la necesidad de contar con programas y acciones que impulsen esta actividad en los jóvenes que egresan de las universidades. Por lo que se podría esperar que las universidades puedan desempeñar un papel fundamental, en la configuración de las condiciones para la actividad empresarial incluso en entornos con recursos limitados.
Los estudiosos de esta actividad sugieren que los gobiernos deben centrarse en crear y mejorar políticas y programas que fomenten y potencien las actividades empresariales atendiendo a las necesidades tanto locales como nacionales, impulsando los ecosistemas de emprendimiento, en todas las regiones y sistemas económicos.
En México son pocos los programas con los que se cuenta para impulsar el emprendimiento de los jóvenes, con solo cinco programas a la fecha, de los cuales solo uno ofrece financiamiento, los demás solo apoyo en capacitación y asesoría, por lo que se puede ver que su alcance es limitado. En cuanto al ecosistema emprendedor, específicamente las incubadoras y aceleradoras de empresas, se encontró que son administradas principalmente por las IES, públicas y privadas, las cuales ofrecen servicios de asesoría y capacitación principalmente, esto implica una limitación importante, pues no se tienen claros los procesos de vinculación, pues muchas instituciones exigen la firma de convenios con la universidad, lo que puede hacer muy engorroso y largo el tiempo de espera para poder acceder a estos servicios, pues se trata de transferencia de conocimientos que muchas veces no están dispuestos a compartir los empresarios. En lo que se refiere a los programas de formación empresarial, las universidades cuentan con cursos, que pueden ser materias optativas que se insertan en las curriculas, pero no existen programas formales integrados en la formación profesional de los estudiantes, lo que plantea una seria desventaja si se compara con la formación que se otorga en España.
En España, se cuenta con ocho programas que impulsan el emprendimiento juvenil, uno de estos corresponde a un programa internacional conocido como Erasmus for Young Entrepreneurs, los demás son españoles y se encuentran respaldados por organismos del gobierno y fundaciones, algunos de estos tienen un alcance a todos los niveles educativos desde la educación básica. Un aspecto a destacar es que el fomento del espíritu emprendedor en la Formación Profesional obedece al cumplimiento de una Ley que deben acatar todas las IES, públicas o privadas, de tal modo que se han instaurado aulas de emprendimiento en la Formación Profesional, con financiamiento otorgado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional. Así también se han impulsado programas de grado y masters en temas de emprendimiento en muchas IES españolas.
En lo que se refiere a los viveros y aceleradoras de empresas, estas se encuentran administradas por organizaciones públicas y privadas, y funcionan de manera independiente a las IES, se cuenta con importantes redes de viveros y aceleradoras de empresas que ofrecen servicios a todo el territorio español, en el caso de los viveros estos suman más de 600, y el caso de las aceleradoras existen más de 200, conformando así un robusto ecosistema emprendedor. Estos viveros y aceleradoras, están vinculados a las IES, pero se manejan de manera independiente lo que les otorga mayor flexibilidad al momento de firmar convenios con las redes empresariales.
En suma, en México, es necesario fortalecer el ecosistema emprendedor con incubadoras y aceleradoras, que tengan más autonomía para vincularse con las redes empresariales; buscar así también, que la formación empresarial sea de carácter obligatorio y abarque todos los niveles de estudios no solo el profesional. Será necesario así también, la generación de programas públicos que impulsen constantemente el emprendimiento juvenil, puesto que este se presenta como una solución viable al problema agudo de desempleo juvenil que azota a la región latinoamericana.