DOSSIER

Un conflicto identitario en la actualidad: la invisibilización de la cultura afrodescendiente en la República Dominicana

An aidentity conflict today: the invisibility of the afro-descendant cultures in the Dominican Republic

ERINA S. SANDERS GÓMEZ
Universidad de Alcalá, España

Un conflicto identitario en la actualidad: la invisibilización de la cultura afrodescendiente en la República Dominicana

RELIGACIÓN. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, vol. 3, núm. 10, pp. 105-117, 2018

Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades

Recepción: 26 Febrero 2018

Aprobación: 22 Abril 2018

Resumen: El conflicto identitario que existe en la República Dominicana ha provocado la invisibilización de la afrodescendencia en este país. El discurso elaborado por las élites políticas e intelectuales ha generado la auto-negación y el rechazo de diferentes aspectos de la cultura afrodescendiente cómo los relacionados con la estética, las costumbres, la religión, etc. Además, este discurso ha generado una fractura socio cultural que enfrenta a quienes defienden o rechazan el respeto por la cultura y los derechos de la afrodescendencia. En este artículo se tratará el conflicto identitario en la actualidad a través del discurso que rechaza la afrodescendencia y en oposición, la respuesta por parte de diferentes colectivos o activistas. Para ello, hemos dividido en diferentes ejes temáticos ambos discursos para vislumbrar de qué forma se articulan y cuáles son algunos canales de difusión.

Palabras clave: Afrodescendencia, identidad, cultura, República Dominicana..

Abstract: Identity conflict existing in Dominican Republic has caused the invisibility of afro-descendant peoples in this country. The discourse utilized by the political and intellectual elites of the country has bred the self-denial and the rejection of differences issues of the afro-descendant culture such us beauty, customs, religion, culture, etc. Moreover, this discourse has created a social and cultural divide which confronts people who advocate the respect for the afro-descendant culture and its right agent people who reject them. It discussing the current identity conflict through the speech which makes afro-descendence invisible and on the other hand, the response of different groups and activists. Therefore this has been divided in several topics to discuss the way they are exposed and which are some of the channels of dissemination.

Keywords: Afro-descendant, identity, culture, Dominican Republic..

República Dominicana comparte la isla con Haití, que fue la primera nación de América en proclamar su independencia. Lo hizo su población esclava bajo el mando de Toussant Louverture. Los haitianos ocuparon toda la isla entre 1822 y 1844, fecha en que fueron expulsados del lado español (Santo Domingo) bajo el liderazgo de la Sociedad Trinitaria. Aquel episodio constituyó un revulsivo contra los haitianos inspirando la primera iniciativa de construcción de la identidad frente a ellos y frente a todos los rasgos culturales (africanos) que los haitianos representaban. Así en la República Dominicana, aunque su población es afrodescendiente en su mayoría, se ha generado una aversión contra la africanidad y se han tratado de ocultar los rasgos culturales asociados a la negritud. La élite dominicana defensora del nacionalismo radical y racista de Rafael Leónidas Trujillo sería luego, en los años sesenta del siglo XX, la principal fuerza impulsora de este discurso (Cañedo-Argüelles, 2008).

En oposición a este discurso racista del nacionalismo radical se levantó la voz de muchos intelectuales[1]que lucharon por reconocer la cultura afro como parte de la identidad nacional. Esta división de opiniones generaría en el pasado una fractura ideológica que derivaría en el conflicto identitario que hoy día se percibe dentro de la sociedad civil dominicana así como en marco institucional del país. Esta es la hipótesis que planteamos en este artículo y nuestro objetivo consiste en analizar los elementos que articulan y fundamentan el discurso “oficial” sobre la afrodescendencia con el propósito de invisibilizarla. Para ello trataremos de analizar si esta propuesta institucional está o no presente en el imaginario popular dominicano. Se ha delimitado el estudio exclusivamente dentro de la República Dominicana dejando a un lado los posibles discursos que puedan surgir en contextos migratorios. En segundo lugar analizaremos las respuestas de algunos colectivos que apoyan la presencia de rasgos culturales africanos en la identidad dominicana y cuáles son sus acciones y sus medios de representación.

Cuando hablamos de “actualidad” nos referimos a los años 2015 y 2016, período en que se realizó el trabajo de campo y la recopilación de la información etnográfica. También se ha consultado material procedente de manuales de enseñanza, prensa, páginas web y prensa.

Debido a la brevedad temporal de la muestra, las conclusiones no pueden ser categóricas. Falta mucho por hacer. Sin embargo, la tendencia del conflicto parece ser muy clara y además estos años suponen una inflexión en el proceso de reivindicación de la afrodescendencia en el país el cual se ve acelerado por el uso masivo de redes y medios electrónicos en la sociedad.

El prejuicio social frente a la negritud afloraba en las conversaciones con los informantes. La mayor parte de ellos mostraba su preferencia a casarse con personas de color más “claro” para tener hijos más “blancos y guapos”. Las mujeres buscaban la belleza en la invisibilización de su negritud a través de su pelo definiendo el cabello rizado como “pelo malo”. Mas allá de lo estético, se aludía a los haitianos definiéndoles como brujos. Así pues, los entrevistados tendían a evitar la palabra “negro” y en muchos casos comenzaban la conversación ensalzando a los españoles y buscando entre sus antepasados algún apellido español. Esta actitud no es sino reflejo del patrón educativo que la población dominicana recibe desde su infancia y según el cual la blanquitud es sinónimo de “correcto, bueno y bello”, mientras que la negritud se asocia a los atributos negativos y contrarios a aquellos. Este planteamiento en un país con discursos racializados proviene de interpretaciones racistas de los sectores elitistas que defienden que la negritud se asocia a un tipo de cultura determinada y que a su vez genera un contexto económico determinado (de mayor pobreza), haciéndose eco de la sintonía conceptual entre “raza” y “cultura”.

Sin embargo, son muchos los esfuerzos que se están haciendo por romper con este prejuicio frente a la negritud. En el intento de visibilizar lo negro como parte inseparable de la identidad dominicana, la prensa cumple un papel fundamental. El Listín Diario es un claro ejemplo de ello. Su activismo se fundamenta en la premisa de que la “raza” constituye en República Dominicana un factor de exclusión o de discriminación. Y lo prueba aludiendo, como ejemplo, al hecho constatado de que el Estado dominicano subvenciona estudios en ciencias experimentales orientados a identificar el origen genético de los dominicanos con vistas a elaborar discursos de índole política e intelectual.

En su artículo titulado “El ADN dominicano: 49% de origen africano y un 39% europeo” (Guzmán, 2016) se refleja la distribución del país por territorios y detalla el porcentaje de negritud de cada lugar, los más “negros” y los menos “negros”. Termina concluyendo a partir de una media aritmética entre las distintas localidades que el pueblo dominicano es negro en un 49% de su población. El autor, de acuerdo con las tendencias historiográficas y antropológicas recientes, utiliza este contexto para negar categóricamente la existencia de “razas” humanas, considerando que la única raza que existe es la “humana” y que las diferencias dentro de ella son étnicas y tienen que ver con las culturas y no con el aspecto somático inscrito en el ADN de los individuos. De acuerdo con este planteamiento, el periódico aboga por una identidad que englobe a todos los dominicanos como portadores de raíces que les son comunes.

A pesar de la negación que las identidades afrodescendientes han sufrido en la República Dominicana y de su constante marginación dentro de un sistema elitista de tradición hispánica, es un hecho que la afrodescendencia existe. Y además se manifiesta de forma activa, no solo en la prensa sino también a través de organizaciones sociales, movimientos y personas cuyas voces, tanto tiempo silenciadas, se hacen oír ahora para conseguir la integración de todas las culturas en el cuerpo nacional y convirtiéndose, por ello, en actores de un serio conflicto identitario. Estas entidades son artífices de un discurso de denuncia ante un Estado al que consideran responsable de la fractura identitaria y social que se vive en el país. Como medio para lograr su objetivo se proponen recuperar la memoria histórica, las tradiciones, las creencias y demás manifestaciones de la cultura popular dando base y contenido a lo que Pérez Odalís (2003) ha denominado “discurso de la resistencia intelectual independiente”.

Demás está decir que el discurso de la resistencia intelectual independiente está opacado debido a la inexistencia de apoyo estatal para la difusión del material que producen (estudios antropológicos, artículos, etc.). Pocos de sus textos son publicados o mostrados al público e igualmente difícil resultaba rastrear las huellas de las organizaciones y personas involucradas en esta batalla. Pero las nuevas tecnologías con el acceso masivo a internet están propiciando un cambio de panorama. A través de las redes, la prensa online y la TV estos actores sociales van abriéndose camino poco a poco para difundir su labor entre una sociedad civil cada vez más familiarizada con estos medios. Además, es preciso decir que estas iniciativas cuentan con el apoyo intelectual de historiadores comprometidos con una investigación rigurosa y también con el auspicio de organismos internacionales, principalmente la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, el Sistema de Integración Centroamericana, la Organización de Estados Iberoamericanos y la UNESCO (AECID, 2015).

La peculiaridad del activismo al que aquí vamos a referirnos consiste en que sus actores son personas y colectivos que han experimentado en sus propias vidas la injusticia contra la que luchan. A continuación, describiremos algunos ejes temáticos sobre la invisibilización de la afrodescendencia en la actualidad y como estos activistas responden frente al discurso oficial y estandarizado con un discurso propio.

1. Los cánones de belleza. “Pelo bueno” vs. “Pelo malo”

En República Dominicana la mayoría de las mujeres con cabello rizado se someten a tratamientos para alisar su pelo porque se considera que el pelo afro es “pelo malo”. Los términos “pelo malo” y “pelo bueno” son los que se usan para describir comúnmente al cabello afro y al cabello liso respectivamente. Se ha creado un estereotipo del cabello afro como símbolo antiestético que recuerda a suciedad y a pobreza, de hecho, es muy común que en colegios y entornos laborales exijan que se lleve el cabello recogido y a muy temprana edad se trate el cabello con productos químicos para alisarlo aunque estos sean dañinos para la salud del cuero cabelludo. He aquí un ejemplo, entre otros muchos, de discriminación a la estética afrodescendiente en República Dominicana.

Un día mi hija vino muy triste a casa y no comprendía porqué, ¡ella es bien alegre! Cuando pasó un rato me contó que su profesora le dijo que para ir a clase se tenía que peinar que así parecía una medusa. Cuando mi niña de tan solo ocho años me dijo eso, yo me enfurecí y ahí mismo fui a hablar con la profesora porque mi hija va a un buen colegio y pago para que no le discriminen de ese modo, a ella le encanta su pelo y su madre y yo no queremos que se vea afectada por este sistema que considera al pajón[2] como pelo malo. (T. Bacigalupe, 20 de julio de 2016).

Exhibir el cabello crespo, llevarlo suelto o dejarlo crecer, puede provocar burlas y rechazo, incluso sanciones, por parte de centros educativos que se apoyan en reglamentos internos ilegales para exigir a los estudiantes someterse a unos rígidos parámetros estéticos que anulan la expresión, valoración y el disfrute de la belleza natural de los y las negras.

En la actualidad un buen número de afrodescendientes que se consideran maltratados por estas actitudes han creado, con el apoyo de algunas asociaciones, campañas como “A la escuela Voy como Yo soy” para denunciar esta situación y educar a niños, familias y centros educativos en la aceptación de la afrodescendencia.

Los objetivos de esta campaña son: Generar un dialogo sobre la desconstrucción de las diversas formas de racismo, discriminación y exclusión de la población afrodescendiente en espacios escolares y laborales dominicanos; Proyectar la poderosa belleza de la expresión identitaria afro-dominicana; Reflexionar sobre el principio de igualdad contemplado en la declaración universal de los derechos del niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como valoración y respeto a la diversidad cultural en centros formativos de República Dominicana. (Grassals, 2013).

Otro ejemplo de esta política discriminatoria tuvo lugar el verano de 2016. La noticia que informaba sobre la negación de una beca a una estudiante por causa de su pelo tuvo un eco inmediato y movilizó a una gran cantidad de personas (sobre todo jóvenes dominicanos) que denunciaron la situación por diferentes vías. Esta estudiante fue premiada con una beca para cursar sus estudios de doctorado en España de forma gratuita pero la propia Ministra de Educación se negó a entregarle la beca justificando que ella no daría una beca a una chica que no se peinaba (Diario Acento, Julio de 2016). Tras este suceso, muchos compañeros de clase denunciaron el suceso a través de las redes sociales creando un mensaje de difusión en la aplicación de WhatsApp que se hizo viral. Horas más tarde, los periódicos digitales más alternativos comenzaron a publicar la noticia. Al día siguiente fue uno de los titulares del periódico y finalmente saltó la noticia en la TV. Tras esta confrontación de cánones estéticos fueron muchas las manifestaciones de denuncia contra la discriminación de la afrodescendencia y no tardó en producirse un activismo en su defensa.

Una de las activistas comprometida con la discriminación de la belleza negra en la República Dominicana es Carolina Contreras, creadora del salón Miss Rizoss y responsable en gran parte del cambio que se está produciendo en la visión hacia el pelo afro en los últimos años.

Miss Rizoss es un salón de belleza (una peluquería) que celebra y promueve el cabello rizado, el pelo natural rizo, y además es el único salón de República Dominicana que organiza campañas contra el acoso a la naturalidad del cabello afro. Es decir, que utiliza el cabello como elemento de reivindicación identitaria afrodescendiente. Con este fin imparte talleres totalmente gratuitos en distintas comunidades de zonas rurales y apartadas donde se enseña a las niñas a tratar el cabello rizado y a valorarlo, no como símbolo de rebeldía sino como algo natural de lo que hay que enorgullecerse y no avergonzarse. Igualmente se enseña a rechazar los productos químicos destinados a transformar el cabello afro para que se adapte a los cánones de belleza establecidos. Así pues, su protesta está sobre todo dirigida contra centros escolares que no permiten que los niños y niñas mantengan sus rizos naturales.

Al salón Miss Rizos le siguen más de 36.000 personas en redes sociales, sus consignas han llegado a 79 países y cuenta con más de 25. 000 lectores cada mes (Miss Rizos, 2014: min. 0.50 – 1.17) Además produce material audiovisual de gran calado con mensajes de concienciación para animar a las personas a que luchen contra la discriminación que enfrentan por causa de su cabello en trabajos, escuelas y en diferentes espacios públicos y privados. Cuenta con patrocinios de conocidas marcas estadounidenses, de cabello natural afro en su mayor parte, y asimismo con los beneficios que obtiene de su salón Miss Rizos en la ciudad de Santo Domingo.

Además, el hecho de que se trate éste de un salón tan lujoso, situado en pleno centro de Santo Domingo, incita a estimar el producto que allí se promueve como un símbolo valioso de identidad y no como un símbolo despreciable de pobreza. La propia dueña de este salón, Carolina, se ha convertido en un referente femenino ya que además de afrodescendiente es una empresaria exitosa, hecho que contribuye a eliminar los clichés peyorativos asociados a la estética (y a la identidad) afro. En este contexto se ha creado una campaña con el slogan “Yo amo mi pajón” y muchos jóvenes lucen sus camisetas y crean hashtag en las redes luciendo con orgullo sus cabellos naturales.

Carolina se vio motivada a emprender este camino porque, como ella misma explica:

Durante más de 15 años me sometí a tratamientos químicos y dolorosos porque consideraba mi cabello feo, poco profesional y simplemente no obedecía a los cánones de belleza establecidos. Así que hice una transición a mi cabello natural. Decidí crear Miss Rizos porque muchas mujeres me paraban por la calle y me preguntaban cómo me trataba el cabello y como lidiaba en el día a día con la familia, jefes… (Miss Rizos, 2014: min. 0.17 – 0.43)

Esta comunidad, concretamente la iniciativa del salón “Miss Rizos”, ha tenido, pues, un gran impacto a nivel mundial sobre todo en Europa y Estados Unidos, donde esta nueva forma de entender el pelo natural se ha convertido en un símbolo positivo asociado a la cultura afro.

2. La hstoria de la esclavitud en el sistema educativo. Héroes vs afrodescendientes.

A pesar de que ha habido avances en la investigación de la historia de la esclavitud en la República Dominicana, la historia de los esclavos no ha merecido demasiada atención en el sistema educativo. En las entrevistas realizadas los dominicanos apenas se referían a aquel luctuoso episodio del pasado. Para casi todos ellos la Historia comenzó con los españoles y, sobre todo, con la expulsión de los haitianos. Los antepasados más conspicuos y reconocibles fueron aquellos “que construyeron nuestra patria salvándonos de los haitianos: los Trinitarios. Ellos son nuestros abuelos, ellos si se preocupaban por República Dominicana.” (L. Pérez, 02 de Julio de 2016).

Cuando pedía que me explicasen algo más de la historia dominicana, que se remontaran a épocas más antiguas, automáticamente aparecía la historia de los taínos como origen de su actual etnia. Pero ninguno de los entrevistados aludió a la esclavitud o a las raíces africanas. “Nuestro origen real son los indios que habitaban Quisqueya, que era el nombre de esta isla antes de ser La Española.” (Barrios, 11 de julio de 2016). Estas ideas tienen un paralelismo con el sistema educativo básico donde todo lo relacionado con la negritud forma parte de lo que hoy se considera una “historia escondida”. Veamos algunos ejemplos.

En el libro de texto de la asignatura de “Sociales” dirigido al Segundo Curso de la Educación Básica, aparece una unidad didáctica titulada “La comunidad y su historia”. Allí presentan a los héroes de la patria - Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez, con una página dedicada al himno nacional y otras tres a los himnos de cada uno de los Trinitarios. Se explica también el significado de la bandera y la importancia de la Independencia. Los ejercicios que deben realizar los alumnos consisten en diferenciar “lo propio” de lo que no lo es, considerando por lo propio a todo aquello asociado a símbolos patrióticos y nacionalistas por ejemplo diferenciar la foto de Duarte con la foto de otro personaje, el baile de merengue con el baile cumbia (Acosta, 2009: 76-13). A modo de curiosidad en la esquina inferior derecha de la última página del tema, se concede un espacio a los tainos “nuestros primeros habitantes, los indígenas” quienes “también tenían sus tradiciones y costumbres. (…). El juego de la pelota era una de sus diversiones tradicionales.” (Acosta, 2009: 103). A pesar de que este libro está editado en 2009 era uno de los que se usaban dentro del programa para el curso 2016/2017.

En el índice del libro de texto de Tercero de Básica existe también un flagrante vacío sobre la historia de la esclavitud. La tercera unidad didáctica se titula “Los primeros pobladores de La Española” y dejando a un lado la historia de los esclavos y el período colonial, se pasa directamente a la historia de “Nuestra Independencia Nacional”. Además en las páginas finales de éste texto se vuelven a introducir los cuatro himnos que forman parte de la historia nacional del país y las fotos de banderas y héroes de la patria (Cabral y Hernández, 2009: 158-166).

Por lo que respecta al libro de texto de Quinto de Básica de una editorial diferente a la anterior (Sm), cuando se hace referencia a la Historia Antigua remite a civilizaciones clásicas como la romana o la griega e incluso a la Historia Medieval europea. De República Dominicana relata nuevamente el episodio la Independencia sin dedicar un solo capítulo a la esclavitud (Arroba y Rogero, 2013).

Lo mismo sucede con el libro de Séptimo de Básica donde solo se alude a la formación de la nación y a la Historia de las élites. Nada se dice acerca de la afrodescendencia, su historia también aquí está escondida (Hernández 2009).

No faltan avances intelectuales en obras publicadas en la segunda mitad del siglo XX donde se reivindica la esclavitud y el origen africano del pueblo dominicano. Pero en general puede decirse que la historia de la esclavitud sigue ocultándose hoy día. Ello ha dado lugar al activismo en pro de la cultura afrodescendiente siendo uno de sus más insignes representantes Darío Solano.

Darío Solano es un afrodescendiente dominicano profesional independiente en el sector de gestión de organizaciones sin ánimo de lucro. Es miembro de la Fundación Afrocimarrón y dirige el proyecto “La ruta del esclavo” financiado por la UNESCO. Es uno de los creadores de la Plataforma Dominicana de Afrodescendientes que impulsan la revalorización de las culturas de origen africano para preservar una memoria histórica digna. Además, fomenta el diálogo con haitianos a través del programa “cumbre mundial por Haití”. Este activista se opone al discurso anti-haitiano definiendo a este pueblo como actor de una historia de liberación ejemplar, subrayando que fueron los esclavos quienes la protagonizaron y quienes lograron antes que ningún otro pueblo de América el reconocimiento de su libertad. Sus consignas y principios quedaron patentes en un discurso que dictó el “Día de la Belleza Negra”, efemérides celebrada en 2016 en el Centro Cultural de España en Santo Domingo.

Si hay una identidad que no se puede negar es la de ser afrodescendiente. Hay dos cosas que es importante señalar, hay un enfrentamiento entre dos sociedades: la sociedad del olvido y la sociedad de la memoria. La mayoría de nosotros sabemos el nombre de nuestra abuela española pero no sabemos el nombre de nuestra tatarabuela africana. Que la palabra pobreza jamás se articule a la afrodescendencia, que nosotros no somos simples receptores de cultura sino creadores de cultura…Hugo Tolentino Dipp fue un escritor que contribuyó a nuestro proceso de búsqueda, pero nos toca a todos luchar por nuestro reconocimiento. Autores como él y la discriminación que he visto en mi propia piel a lo largo de mi carrera me han motivado a emprender este camino. (SOLANO, 22 de julio de 2016)

Actualmente, Darío Solano está presente en la mayoría de eventos y encuentros culturales que se realizan en el país. Se involucra en la enseñanza en comunidades rurales donde, a través de programas de cuentacuentos, enseña a los niños la historia de la esclavitud ambientada en un mundo de fantasía. Solano realiza numerosas exposiciones y patrocina una plataforma digital para dar a conocer el pasado histórico de los afrodescendientes. Además cuenta con un canal de YouTube donde sube sus discursos y otros materiales en formato audiovisual.

3. La cultura y el arte. Letrados y artistas vs. Oradores y artesanos.

A pesar de la existencia de numerosas culturas, tal como venimos exponiendo en este ensayo, República Dominicana responde todavía al modelo de Estado-Nación monocéntrico, es decir, al modelo de nación donde tan solo se reconoce una cultura, en este caso una cultura asociada a la blancura y a las raíces hispánicas. Este hecho lo hemos constatado en el ámbito de la estética corporal y en el contexto de la Educación Básica escolar. Pero también se manifiesta en las manifestaciones elitistas de la cultura y el arte, campos de los que los afrodescendientes fueron deliberadamente excluidos.

Ante la negación del acceso a la educación escolarizada y, por lo tanto, al terreno de las artes y las ciencias de corte occidental, los descendientes de los africanos solo pudieron cultivar las artes expresivas y las manifestaciones culturales materiales e inmateriales a partir de la creatividad local. Ante la puerta cerrada de la cultura académica, la población negra ha tenido que expresarse creando y recreando una compleja cultura popular de múltiples expresiones. (Jean-Arsène Yao, 2014: 64).

Pero ni siquiera esas expresiones populares han merecido un sitio visible en el mapa identitario de la República Dominicana. En el Museo León de la Identidad dominicana, situado en la ciudad de Santiago de los Caballeros, la autora Teresa Cañedo-Argüelles percibió así esta deliberada ausencia:

Después de transitar detenidamente por cada una de sus salas, quedé sorprendida al percibir que las reminiscencias taínas e hispánicas se exhibían con profusión en aquellos anaqueles y que, en cambio, la africanidad brillaba en ellos por su provocadora ausencia. Al final del recorrido reparé de pronto en una pared blanca salpicada de oquedades que se elevaba a más de un metro sobre el nivel del suelo. Me empiné entonces para tratar de curiosear en el interior y resultó que allí dentro, oculta tras la blanca pared, estaba África. (Cañedo-Argüelles, 2008: 18).

De la misma manera que las expresiones de la cultura africana se ocultan en un museo dedicado a la identidad, el arte que se valora en las galerías es tan solo aquel que tiene una raíz hispánica. Y nada se dice allí sobre el arte popular africano. Lo mismo sucede en el ámbito de la cultura divulgativa al que pertenece la revista “Bacana”. Un rotativo nacional que contiene secciones de historia, tradiciones, destinos, flora y fauna así como algunas entrevistas a personalidades dominicanas. Esta revista se suministra en los hoteles de lujo situados en Punta Cana o en Casa de Campo y va dirigida a los turistas y para mostrar la imagen sesgada que las élites quieren dar del país donde lo afrodescendiente se omite de forma deliberada. Analicemos alguna de las páginas de esta revista, la número dieciocho distribuida en agosto de 2016. En la sección de “Historia”, haciendo referencia a la historia dominicana aparece un artículo dedicado a la Embajada de España en la República Dominicana, a las buenas relaciones con España y a la larga historia que ambos países tienen en común (VV.AA, 2016).

La sección de “Extranjeros en RD” se dedica a un español que lleva cuarenta y dos años residiendo en el país y es dueño de una empresa farmacéutica, ocasión que el entrevistado aprovecha para declarar que “en términos generales a los españoles nos acogían extremadamente bien aquí.” (VV.AA., 2016: 28-31). En cambio llama la atención el trato despectivo que la revista dispensa a la cultura popular afrodescendiente. Todas las personas que salen fotografiadas tienen la tez blanca y los únicos mulatos o negros que aparecen lo hacen en una sección marginal dedicada a “las raíces taínas” (VV.AA., 2016: 75).

La afrodescendencia queda oculta al turismo. O al margen del turismo. O lo que es peor, despreciada para el turismo. La revista sitúa a los afrodescendientes en una sección dedicada a presentar anuncios populares en los que son ridiculizados a través de las faltas de ortografía que cometen al escribir y que suponen un divertimiento para el turista (VV.AA., 2016: p. 73). Mejor ni acercarse a los lugares donde viven los afrodescendientes. Por ello los hoteles desaconsejan a los turistas que visiten libremente el centro de las ciudades o incluso que salgan de los complejos hoteleros por el peligro que podrían correr. Si lo hacen debe ser en circuitos guiados donde se muestran a algunas comunidades afrodescendientes como si de “anomalías” sociales se tratara. Como si fueran “otros” de quienes un dominicano se avergüenza y a los que se permite ridiculizar.

Ante esta negación, invisibilización y burla a la cultura y el arte popular, existen algunos activistas que intentan exportar y exponer el arte y la cultura popular ligada, e una manera constructiva y positiva, a tradiciones afrodescendientes. Una prueba de ello es Marylin Gallardo, la creadora de Kalalú Danza.

Ante esta negación, invisibilización y burla a la cultura y el arte popular, existen algunos activistas que intentan exportar y exponer el arte y la cultura popular ligada, e una manera constructiva y positiva, a tradiciones afrodescendientes. Una prueba de ello es Marylin Gallardo, la creadora de Kalalú Danza.

Kalalú Danza es una asociación que se ocupa de la identidad afro a través de la danza, teatro, artes plásticas, audiovisuales y otros medios tecnológicos dentro de las comunidades rurales. Trabaja principalmente con niños y niñas fomentando el conocimiento y la conciencia activa del valor de las tradiciones para demostrar la belleza y la riqueza cultural de culturas afrodescendientes y las exporta a distintos lugares del país. Para ello organiza diferentes talleres de formación a través de la expresión artística y de eventos.

La actividad de Kalalú Danza comenzó en 1997 y su principal ámbito de acción es la comunidad de Los Mercedes. Esta comunidad pertenece a la tradición cultural de “Los Congos” que en el año 2008 fue reconocida patrimonio cultural intangible de la humanidad por la UNESCO (UNESCO, 2008). La escuela Kalalú se desplaza a la capital del país (a unos treinta km de distancia) para impartir conferencias orientadas al fomento de la concienciación social y también para participar en los encuentros que el Centro Cultural de España en Santo Domingo organiza periódicamente.

En la propia página web del Centro de investigación cultural y acción creativo afrocaribeña.

Se propone el taller como la técnica más efectiva para generar actitudes y valores dirigidos al aprendizaje por descubrimientos, y para favorecer la integración de los/as participantes. La organización temática en módulos permite agrupar los contenidos hacia una construcción global del objetivo direccional de la propuesta (quien soy, donde estoy, cómo y con quien interactúo). (…) Integramos también, la documentación audiovisual, la participación directa de grupos originales y/o personajes portadores/as de saberes tradicionales de las comunidad, así como artistas que complementan y refuerzan las actividades aportando una relación directa con la producción pasada y presente de las manifestaciones artístico-culturales

Marylin Gallardo consideraba que el posicionamiento negativo hacia la cultura afrodescendiente – a la que ella misma pertenece – comenzaba en el auto-rechazo del propio grupo. Era esencial la auto-valoración identitaria y pensó en la danza como una de las estrategias para lograr este objetivo. “Educar en la danza, como una de las expresiones del arte, me hizo comprender que podría ser éste un camino para el refuerzo identitario, era éste mi camino” (Gallardo, 25 de julio de 2016). Es así como la danza está produciendo un gran impacto social dentro de su comunidad en la medida que, tal como ella misma indica, “lo que estamos demandando es que la sociedad dominicana incluya la cultura de los afro y de las afrodescendientes, y que sean los propios afrodescendientes los actores de sus demandas de reconocimiento” (Gómez, 26 de septiembre de 2011: min 1.33 – 1.34)

4. Conclusión

El conflicto identitario en la República Dominicana tuvo su origen en las élites que construyeron a lo largo de la historia los pilares de la identidad dominicana basándose en valores tales como la “hispanidad”, la “catolicidad” y la “blancura” en oposición a la al “salvajismo” al “animismo vudú” y a la “negritud”. Como entidad responsable de este discurso debe considerarse al propio Estado sobre todo a través de sus programas educativos y mediáticos. Es así que la infra valoración o rechazo de lo afrodescendiente ha perdurado a través del tiempo y se ha insertado en el imaginario común generando en el país un serio conflicto de identidad. Puesto que un sector considerable de la sociedad se ve abocado al ocultamiento de los rasgos que lo definen desde el punto de vista tanto cultural como somático. Ante esta realidad ha surgido una respuesta que reivindica lo africano no solo como parte de la identidad nacional sino como una parte digna de ser valorada, respuesta ésta que se produce en diversos ámbitos sociales e institucionales, entre ellos los Centros Culturales que operan en el país y la UNESCO. Intelectuales como Hugo Tolentino Dipp, Franklin Franco Pichardo y Roberto Cassá contribuyeron asimismo a devolver al pueblo dominicano su historia oculta. El hecho es que actualmente es el propio colectivo de afrodescendientes el que toma las riendas de este activismo bajo slogans como “somos negros y somos dominicanos” o “yo amo mi pajón”, formas de expresar una propuesta de convivencia inclusiva donde pueda ejercerse el derecho al Buen Vivir.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Acosta, Regia Altagracia. (2009). Sociales para hoy. 2 Educación básica. Santo Domingo. Susaeta.

Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID). Plan de Desarrollo 2015. Centro Cultural de España en Santo Domingo. http://www.aecid.es/Centro-Documentacion/Documentos/Informes%20y%20gu%C3%ADas/2015_Republica%20Dominicana.pdf

Agencia Española de Cooperación Internacional. Programa ACERCA de Capacitación para el Desarrollo en el Sector Cultural. Disponible en www.aecid.es/ES/cultura/cultura-y-desarrollo/programa-acerca#colaboradores

Andújar, Carlos. (2004). Identidad cultural y religiosidad popular. Santo Domingo. Letra Gráfica.

Arroba Jácome, Doris (dir.) y Rogero Soler, Anna (coord.). (2013) Ciencias Sociales. 5 Educación básica. Santo Domingo. SM.

Ayuso, Juan José. (2003). En busca del pueblo dominicano. Santo Domingo. Editora Manatí.

Bacigalupe, Tony. (20 de julio de 2016). Hombre afrodescendiente de 35 años, documentalista. Entrevistado por Erina S. Sanders. Santo Domingo. Entrevista 19

Barrios, Ana Mercedes. (11 de julio de 2016). Dependiente de pollería en Zona Colonial. Entrevista por Erina Sanders. Entrevista 5.

Brea, Ramonina. (1999). La República Dominicana en el umbral del siglo XXI: cultura, política y cambio social. Santo Domingo. Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales.

Cabral Rodríguez, Juana J. Y Hernández, Susana. (2009) Sociales para hoy. 3 Educación básica. Santo Domingo. Susaeta.

Cañedo -Argüelles Fábrega, Teresa. (2008) La dominicanidad desde abajo. Alcalá de Henares Universidad de Alcalá.

Cañedo- Argüelles Fábrega, Teresa. (19-21 de Octubre de 2007). La emoción de ser dominicano, con una identidad sin fracturas. Actas del II Congreso Internacional del Museo de Historia y Geografía de República Dominicana. Santo Domingo.

Cañedo-Argüelles Fábrega, Teresa. (2008) Desprecio y revalorización de la negritud dominicana en el siglo XXI. Orbis Incognitus. Avisos y legajos del Nuevo Mundo, XII Congreso Internacional de la AEA, Universidad de Huelva. Pp. 745753.

Cañedo-Argüelles Fábrega, Teresa (2010). La identidad dominicana en el discurso histórico. Sus ocultamientos y des-velos. Historia, Revista de la Sección Nacional de Dominicana e Instituto Panamericano de Geografía e Historia. nº 3. Pp. 139–187.

Centro de investigación cultural y acción creativo afrocaribeña. “Kalalú Danza”. Disponible en: https://kalaludanza.wordpress.com/escuela-kalalu-danza/

Gallardo, Marylin. (25 de julio de 2016). Directora y creadora de Kalalú Danza. Entrevistada por Erina S. Sanders. Entrevista 24.

Gómez, Solanyi. (26 de septiembre de 2011). “Kalalú”. Youtube. Disponible en https://youtu.be/NSghg7DhrYs min 1.33 – 1.34

Grassals, Patricia. (2013). A la escuela voy como yo soy. Hoy Digital. Disponible en: http://hoy.com.do/lanzan-campana-%C2%93a-la-escuela-voy-como-yosoy%C2%94/

Diario Acento. (2016). Politóloga denuncia ministra le negó beca de posgrado por tener pelo afro. Diario acento, 2016. Disponible en: http://acento.com.do/2016/actualidad/8367971-politologa-denuncia-ministra-le-nego-beca-pos-grado-pelo-afro/

Franco, Franklin J. (1989). Los negros, los mulatos, y la nación dominicana. Santo Domingo. Editora Nacional.

Franco Pichardo, Franklin. (2010). Ensayos profanos. Sobre racismo, pesimismo e izquierdismo. Santo Domingo. Sociedad Editorial Dominicana.

Guzmán, Emilio. (05 de Julio de 2016). El ADN dominicano: 49% de origen africano y un 39% europeo”. Periódico Nacional Dominicano, Listín Diario. Disponible en: https://www.diariolibre.com/ciencia-y-tecnologia/ciencia/el-dominicano-tiene-un-49-de-adn-africano-y-un-39-europeo-NE4251429

Grassals, Patricia. (2013). A la escuela voy como yo soy”. Hoy Digital. Disponible en: http://hoy.com.do/lanzan-campana-%C2%93a-la-escuela-voy-como-yosoy%C2%94/

Hernández Tejada, Margarita. (2009). Sociales para hoy. 7 Educación Básica. Santo Domingo. Susaeta.

Jean-Arsène, Yao. (2014). Afrodescendientes en América. De esclavos a ciudadanos. Madrid. Editorial Mundo Negro.

Larrazabal Blanco, Carlos. (1998). Los negros y la esclavitud en Santo Domingo.

MissRizosTV. (24 de septiembre de 2014). Miss Rizos: Belleza, Identidad y Empoderamiento. YouTube. Disponible en https://youtu.be/JqEhY_3as4g Fecha de última consulta: 14-04-2017.

Pérez, Liliana. (02 de julio de 2016). Vecina de Santa Bárbara. Entrevista por Erina S. Sanders. Entrevista 3.

Pérez, Odalís G. (2003). Nacionalismo y Cultura en República Dominicana. Santo Domingo. Manatí.

Solano, Dario. (22 de Julio de 2016). Discurso en el Día de la Belleza Negra. Grabado por Erina S. Sanders. Santo Domingo. CCESD.

Tolentino Dipp, Hugo. (2015). Raza e Historia en Santo Domingo. Los orígenes del prejuicio racial en América. Santo Domingo. UASD.

UNESCO. (2008). El espacio cultural de la Cofradía del Espíritu Santo de los Congos de Villa Mella. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura. Patrimonio cultural inmaterial. Disponible en: https://ich.unesco.org/es/RL/el-espacio-cultural-de-la-cofradia-del-espiritu-santo-de-loscongos-de-villa-mella-00006

VV.AA. Bacana Magazine. (2016). Nº 18. Año V. Santo Domingo.

Notas

[1] Algunos de estos autores son Hugo Tolentino Dipp, Franklin Franco Pichardo, Roberto Cassá y Carlos Andújar
[2] “Pajón” es el término que se utiliza coloquialmente para denominar el pelo afro natural.

Información adicional

CITAR COMO:: Sanders Gómez, E. S. (2018). Un conflicto identitario en la actualidad: la invisibilización de la cultura afrodescendiente en la República Dominicana. Religación. Revista De Ciencias Sociales Y Humanidades, 3(10), 105-117. https://revista.religacion.com/index.php/religacion/article/view/151

Enlace alternativo

HTML generado a partir de XML-JATS4R por