GENERAL
Pensar a Frantz Fanon para una nueva pedagogía desde la negritud, el humanismo y la praxis de liberación
Thinking Frantz Fanon for a new pedagogy from blackness, humanism and praxis of liberation
Pensar a Frantz Fanon para una nueva pedagogía desde la negritud, el humanismo y la praxis de liberación
RELIGACIÓN. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, vol. 3, núm. 10, pp. 188-196, 2018
Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades

Recepción: 15 Enero 2018
Aprobación: 18 Marzo 2018
Resumen: En este texto buscamos analizar las propuestas del pensamiento de Frantz Fanon en Los condenados de la tierra para así rastrear las propuestas pedagógicas que se encuentran implícitas a largo de su opus magnum. Creemos que en las ideas que Fanon discute de manera política se encontrarían ciertos rasgos pedagógicos con los cuales queremos dialogar. Para tales efectos, dividimos el presente escrito en tres partes. 1) En un primer momento, realizamos un panorama general del pensamiento de Frantz Fanon, de sus obras e influencias en los movimientos de liberación. 2) Dando un paso más, pues, realizamos un estudio de las obras de Frantz Fanon ya mencionada, para así rastrear las propuestas de la negritud y la pedagogía como praxis de liberación, además de la idea de pueblo como sujeto de esta misma praxis y no como un bloque pasivo. 3) Finalmente, analizamos la lectura del pensamiento de colonial representado por Catherine Walsh. De tal forma que redondeamos las dos primeras nociones: las ideas de negritud y los rastros pedagógicos trabajados en la parte anterior. Al fin, pues, sustentamos la importancia de las dos ideas trabajada en el pensamiento del pensador de la Martinica.
Palabras clave: Fanon, Freire, praxis de liberación, pueblo.
Abstract: In this text we seek to analyze the proposals of the thought of Frantz Fanon in The Damned of the Earth in order to trace the pedagogical proposals that are implicit throughout his opus magnum. We believe that in the ideas that Fanon discusses in a political way we would find certain pedagogical traits with which we want to dialogue. For these purposes, we divide the present writing into three parts. 1) At first, we give an overview of the thinking of Frantz Fanon, his works and influences in the liberation movements. 2) Taking one more step, then, we make a study of the works of Frantz Fanon already mentioned, in order to trace the proposals of blackness and pedagogy as praxis of liberation, in addition to the idea of people as subject of this same praxis and not as a passive block. 3) Finally, we analyze the reading of colonial thinking represented by Catherine Walsh. In such a way that we round up the first two notions: the ideas of blackness and the pedagogical traces worked in the previous part. In the end, then, we hold the importance of the two ideas worked in the thought of the thinker of Martinique.
Keywords: Fanon, Freire, liberation praxis, village.
1. Introducción
Frantz Fanon es uno de los intelectuales más importantes del siglo XX que se han dedicado a estudiar la negritud, en términos de su maestro Aime Cesaire. Además, de su aporte psicoanalítico crítico contra la colonización. No solo redacto textos teóricos, sino de praxis liberacionistas contra el colonialismo. En su texto más importante, Los condenados de la tierra, trabaja con nociones como guerra de liberación, praxis de liberación, países subdesarrollados, etc., que dan claro ejemplo y sentido de la línea que Frantz Fanon seguía al intentar no solo reivindicar al negro, sino liberarlo de la opresión colonialista. En toda esta vorágine, Fanon critica la deshumanización como problema que está ligado al colonialismo. Por el contrario, propone la humanización como proceso de politización del pueblo. Como proceso de educación de las masas para que, con todo lo ganado, rompa con las cadenas de la colonización. Por su profundo análisis, en parte psicoanalítico, del cuerpo, clase social, la raza, etc., ha influenciado fuertemente en movimientos del feminismo, movimientos de liberación y revoluciones. La fuerte influencia en el Che Guevara, es un claro ejemplo. Pero también a intelectuales como Augusto Salazar Bondy en Perú, Enrique Dussel en México, al último Paulo Freire en Brasil, a la teología de la liberación en general, y a muchos más destacados pensadores, corrientes filosóficas y movimientos revolucionarios.
2. El pensamiento de Frantz Fanon: rememoración de un intelectual
Iniciemos entonces con un panorama general de nuestro pensador. Frantz Fanon nació en la Martinica, una colonia francesa de origen caribeño, el 20 de julio de 1925 y se fundió con el infinito el 6 de diciembre de 1961. En 1952 se editó en París, Piel negra, máscaras blancas. En este libro clave para entender el pensamiento de Fanon, se logra ver sus estudios y métodos críticos derivados del psicoanálisis. La pregunta por la psique del negro, por entender por qué los negros adoptan los valores y costumbres de los subyugadores blancos y los resultados de la subyugación. Ya se deja notar en esta obra que Frantz Fanon fue no solo un filósofo, como mencionábamos anteriormente, sino un revolucionario. Cabe mencionar, también el apoyo a la lucha argelina por la independencia y, también, que fue miembro del Frente de Liberación Nacional clave en la victoria de la revolución argelina.
Su vida y sus trabajos, principalmente Los condenados de la tierra .Les damnés de la terre), otro texto clave, quizás el más importante, publicado en 1961 en Francia, ha incitado e inspirado movimientos de liberación independentista y críticos al colonialismo hasta la actualidad. Esto será más profundo en la lectura sartreana de Los condenados de la tierra. Es interesante notar que aborda muchos temas anteriores a autores muy populares como Foucault, por ejemplo. Y como a finales del siglo pasado, principalmente a partir de los estudios de Edward Said y la propuesta del orientalismo, su pensamiento volvió a cobrar mayor divulgación en torno a los estudios poscoloniales, la teoría crítica de la segunda generación y el marxismo crítico o no ortodoxo. Frantz Fanon por lo tanto, insiste que el blanco no puede existir sin lo negro. Hay siempre una relación dialéctica de negación que a la vez es afirmación. Ambos son las caras opuestas de un proceso dialéctico de negaciones que llevan siempre a una nueva relación o sociedad que no se base en la discriminación “del otro”, siempre y cuando esta relación de negación se afirme.
El oprimido tiene que crear un horizonte cultural distinto. El negro no es un salvaje por naturaleza, ni socialmente por no cumplir con los rasgos epistemológicos y psíquicos de sus patrones, de los blancos. La negritud, quizás en algún momento abandonada por el mismo Aime Cesaire, fue un movimiento, pero a la vez una postura frente al racismo poderoso que se ejercía de parte de los franceses, de manera más cercana, pero, efectivamente, en todo el globo. La propuesta de Fanon, entonces, es la liberación racial, económica y política de los oprimidos. Estos no solo representan al proletariado, sino también a los “parias” que están lejanos a ser proletarios o, en todo caso, tiene demandas distintas, pero articulatorias con el proletariado.
3. Posibilidad de una pedagogía en el pensamiento de Fratz Fanon: negritud y praxis de liberación
Frantz Fanon dialécticamente expone la forma en que el negro tiene que liberarse. No siguiendo los patrones de la burguesía, sino yendo más allá de las ideas burguesas. Pero, en ningún sentido, esto nos lleva por el camino del socialismo, sino que, para Fanon el romper con las cadenas del colonialismo va mucho más allá de todo sistema político que se enraíza o bien en el capitalismo o en el socialismo. Nos dice Fanon respecto a la liberación que:
Ya se percibe que la violencia encauzada en vías muy precisas en el momento de la lucha de liberación, no se apaga mágicamente después de la ceremonia de izar la bandera nacional. Tanto menos cuanto que la construcción nacional sigue inscrita dentro del marco de la competencia decisiva entre capitalismo y socialismo”. (Fanon, 1983: 37).
El negro colonizado tiene que usar la violencia para realizar su praxis de liberación. Resulta, en las condiciones miserables y articuladas contra todo tipo de liberación, imposible. La organización y participación de los partidos políticos enraizados en el pueblo son parte de todo este proceso de liberación. Es el pueblo, dice Fanon, que se organiza para liberarse de la colonización. Y por ello la liberación es del pueblo y para el pueblo. En ese sentido, después de la liberación y para la liberación es necesario educar a las masas. Estos puntos que analizamos son claves para la actual investigación. Ahora veamos ciertas ideas que podrían ubicar a la propuesta que venimos pincelando como pedagógicas en el pensamiento de Fanon. Catherine Walsh nos exhorta que:
Para Fanon, la descolonización es una forma de (des)aprendizaje: desaprender todo lo impuesto y asumido por la colonización y deshumanización para reaprender a ser mujeres y hombres. Solo ocurre la descolonización cuando todos -individualmente y colectivamente-participan en su derrumbe. Por eso el intelectual revolucionario, al igual que el activista y el maestro, tienen la responsabilidad de, activamente, ayudar y participar en el “despertar” de la educación política, “abrir las mentes, despertar [las masas] y permitir el nacimiento de su inteligencia, inventando almas, como dijo Césaire”. (Walsh, 2009: 62).
Aquí, Walsh expone como el proceso mismo de descolonización es un conjunto de momento que desenmascaran y develan los problemas que acarrea el colonialismo. En la misma praxis de liberación es que se forja o se des-forja y modifican relaciones de dominación. Se resquebrajan ciertas relaciones colonialistas que yacían en el seno del proceso de “civilización” que Europa ha querido llevado como un heraldo de salvación a toda la humanidad. Nosotros agregaremos otros puntos que serían rescatables: la humanización y la relación con el pueblo. Ya que la relación con el pueblo que Fanon expone en los años 60’s del siglo pasado no se reduce a una categoría económica, por un lado, y lucha por la relación humana y no capitalista con esas mismas propuestas de nivel corporal y racial. Existen además otros pensadores que han analizado el pensamiento pedagógico de Fanon. Así, por ejemplo, Sefa lo ha expuesto en relación con el cuerpo, al decir que, “Colonial colour lines continue to play out in our education system from the ways certain bodies and their knowledges are validated or invalidated[1]” (Sefa, 2010:).
Del mismo modo, nos exhorta que, “The violence of colonialism is physical, mental, symbolic and much more. Fanon helps us to reinterpret violence, dehumanization and liberation in multiple educational sites[2]”. (Sefa, 2010: 2). En ese sentido las nociones pedagógicas de Fanon estarían relacionadas a la corporalidad y desde la crítica a un colonialismo físico, mental y simbólico, la liberación es educación.
Por otro lado, el pedagogo por antonomasia en América Latina, Paulo Freire, nos menciona, haciendo su análisis sobre la educación para los campesinos, que:
No. No es Dios quien hace todo eso. ¡Es el patrón! Posiblemente aquellos campesinos estaban, por primera vez, intentando el esfuerzo de superar la relación que en la Pedagogía del oprimido llamé de “adherencia” del oprimido al opresor, para, “tomando distancia de él”, ubicarlo “fuera” de sí, como diría Fanon. (Freire, 2012: 69).
Así, pues, nos muestra que ya en Fanon se analiza la relación del oprimido con el opresor y como el primero no rompe con las cadenas que el segundo forja, sino que tiene un cierto “miedo a la libertad”. Dicho de otro modo, hay una dialéctica del opresor con el oprimido, no se trata de liberar al oprimido, sino que es siempre una liberación mutual, es decir, que la liberación de uno hace la liberación del otro con lo cual se obtiene siempre una liberación en ambos polos de la dialéctica. Del mismo modo, menciona Freire en la Pedagogía de la esperanza que: “En las líneas y entrelíneas de la Pedagogía del oprimido discuto este fenómeno. Fanon y Memmi también lo hacen o lo han hecho antes que yo. El miedo del oprimido, ya sea como individuo o como clase, que lo inhibe de luchar”. (Freire, 2012: 153-154). Aquí está claro el reconocimiento de Freire para con Fanon en cuanto a la relación dialéctica entre el opresor y el oprimido. Pero el tema con Fanon es incluso más profundo que con Freire, y es algo que también discutirá Catherine Walsh, ya que el tema de la raza está incluido en estas intuiciones pedagógicas. Por ejemplo, cuando Freire critica la educación bancaria, siempre toca elementos discutibles porque estos encubren o no hacen notar el rasgo dialéctico del maestro frente al estudiante. Pero, en Fanon se incluye en esta dialéctica el problema racial con lo cual tenemos un esquema mucho más extenso desde donde se puede tejer esta pedagogía. Esto es clave, porque en el mismo Freire no se encontraba el problema de la raza como un problema que se incluya en los casos donde aplica su pedagogía. Ahora bien, nos sigue diciendo Freire en páginas postreras que los “Blancos y negros, sudafricanos o residentes en Sudáfrica con quienes conversé, hablaban en general de las relaciones opresores-oprimidos, colonizadores colonizados, blancos-negros, utilizando elementos de cuño teórico comunes a Fanon, a Memmi y a la Pedagogía del oprimido” (Freire, 2012: 176). Es clave notar que en la pedagogía de la esperanza ya se ha implementado mucho del pensamiento de Fanon.
Del mismo modo, como mencionábamos, en la órbita marxista que se discute en términos de clases, Fanon usará el término pueblo, sin dejar de lado las clases sociales. Esta relación la recalca cuando menciona que: “No hay que cultivar lo excepcional, buscar el héroe, otra forma del líder. Hay que elevar al pueblo, ampliar el cerebro del pueblo, llenarlo, diferenciarlo, humanizarlo (Fanon, 1983: 97). Por lo tanto, “(…) politizar es abrir el espíritu, despertar el espíritu, dar a luz el espíritu. Es como decía Césaire: “inventar almas”. Politizar a las masas no es, no puede ser hacer un discurso político. Es dedicarse con todas las fuerzas a hacer comprender a las masas que todo depende de ellas, que si nos estancamos es por su culpa y si avanzamos también es por ellas, que no hay demiurgo, que no hay hombre ilustre y responsable de todo, que el demiurgo es el pueblo y que las manos mágicas no son en definitiva sino las manos del pueblo. (Fanon, 1983: 97). En este sentido la crítica de Fanon también va más allá y se adelanta al pensamiento de Foucault en el debate sobre el intelectual. Además de darle un enfoque humanista, contrario a Foucault que salta y salta de discurso en discurso, de enunciado en enunciado. Cabe mencionar que usar el término pueblo para Fanon no es reducir a la relación Nación-Estado la lucha o la crítica, sino más bien se desliza por una atmósfera humanista. Y una atmosfera donde el pueblo es el sujeto que actúa y decide por sí mismo. No un intelectual que le dirá al estudiante qué se debe hacer para parametrar las normas pedagógicas, sino un intelectual dentro del pueblo. Veamos la siguiente cita de Fanon:
El nacionalismo, sí no se hace explícito, si no se enriquece y se profundiza, si no se transforma rápidamente en conciencia política y social, en humanismo, conduce a un callejón sin salida. La dirección burguesa de los países subdesarrollados confina a la conciencia nacional en un formalismo esterilizante. Solo la dedicación masiva de hombres y mujeres a tareas inteligentes y fecundas presta contenido y densidad a esta conciencia. (Fanon, 1983: 101).
La lucha por el humanismo significa no dejar de lado los discursos que se articulas como posibilidad de comportamientos y mentalidades, sino más bien entender que el centro de la liberación tiene que ser el hombre y no la ganancia por ejemplo. Pero no es el hombre por el hombre, sino que también se reconocer las particularidades que tiene el blanco opresor y el negro oprimido. Por tales razones, en término de Fanon “Hay que reformular el problema del hombre. Hay que reformular el problema de la realidad cerebral, de la masa cerebral de toda la humanidad cuyas conexiones hay que multiplicar, cuyas redes hay que diversificar y cuyos mensajes hay que rehumanizar”. (Fanon, 1983: 160). Es clave hacer una reflexión más pedagógica de las tesis que formula Fanon, en el sentido que el último Freire le otorga. La rehumanización, pues, haciendo un recuento, parte del pueblo y sus necesidades. Esta, entonces parte de, entre otros, los oprimidos, deshumanizados. No es gratuita la profunda afirmación del filósofo francés Jean Paul Sartre en el prefacio a Los condenados de la tierra cuando dice: “(…) ese hombre nuevo comienza su vida de hombre por el final; se sabe muerto en potencia”. (Fanon, 1983: 13). Esta educación, entonces, tiene que ser rehumanización frente a lo deshumanizado. Tiene que ser liberación, pero no solo económica, sino, digámoslo así, epistemológica. Aquí la educación cumple un papel nodal. Una rehumanización que consiste en no negar lo negro, a la mujer al obrero, sino que se traducen siempre como sujetos sociales y parte del proceso de humanización. Pero no solo una visión inclusiva de los oprimidos, sino que es una educación no imitativa, ya que reconoce las particularidades de los excluidos, de los condenados de la tierra. Debe ser una pedagogía para sí y para los otros. Y, otra vez, debe tener un carácter epistemológico claro.
No rindamos, pues, compañeros, un tributo a Europa creando estados, instituciones y sociedades inspirados en ella. La humanidad espera algo más de nosotros que esa imitación caricaturesca y en general obscena. Si queremos transformar a África en una nueva Europa, a América en una nueva Europa, confiemos entonces a los europeos los destinos de nuestros países. Sabrán hacerlo mejor que los mejor dotados de nosotros. Pero si queremos que la humanidad avance con audacia, si queremos elevarla a un nivel distinto del que le ha impuesto Europa, entonces hay que inventar, hay que descubrir. Si queremos responder a la esperanza de nuestros pueblos, no hay que fijarse sólo en Europa. Además, si queremos responder a la esperanza en los europeos, no hay que reflejar una imagen, aun ideal, de su sociedad y de su pensamiento, por los que sienten de cuando en cuando una inmensa náusea. Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo. (Fanon, 1983: 161)
Hay que cambiar de piel. Hay que cambiar de mentalidad. Justamente esta labor y esta parte, las propuestas críticas de Fanon se extrapolan y articulan con una pedagogía crítica. La liberación nunca es solo del oprimido, sino del opresor. Pero si se quiere construir un nuevo horizonte la lucha tiene que ser con un cambio de piel. Reconocerse como negro y afirmarse. No ser un eco: libertad e igualdad; “tad” … “dad”, resuena en el aula de clases, no ser una rapsodia de retazos extranjeros, sino instrumentalizar lo necesario y emerger lo original que obedece a ese adagio de Fanon: “hay que cambiar de piel” y no ser ni formarse una máscara blanca, siendo un negro. El aula de clases, por tanto no debe excluir, ni expresar el racismo. Debe rehumanizar, en terminología de Fanon. Por tales razones en la dialéctica de liberación:
Imponer los mismos <> al blanco y al negro constituye un grave error de educación. Si se quiere entender el <> como una tentativa de humanización del <> se entenderá nuestro punto de vista. En todo rigor, diríamos que las canciones infantiles merecen la misma crítica. Se percibe ya que queremos, ni más ni menos, crear historias ilustradas destinadas especialmente a los negros, canciones para niños negros y, en último término, obras de historia, al menos hasta el graduado escolar. Porque, salvo prueba de lo contrario, consideramos que, si hay traumatismo, se sitúa en esta edad. El joven antillano es un francés llamado en todo momento a vivir con los compatriotas blancos. Es algo que se olvida demasiado a menudo. (Fanon, 2009: 137).
El reconocer la particularidad, ahora trasladado a una teoría pedagógica, tiene que fundirse con la crítica al a racialidad, al colonialismo pedagógico, a la discriminación de la mujer y, por el mismo sentido, reconocer la particularidad. El pedagogía que queremos rescatar es por un lado, lo que mencionamos, la particularidad y la diferencia, pero, también la totalidad e identidad. Es por tal una rehumanización, una descolonización pedagógica. Es por tal, pues, una nueva humanidad para sí y para otros. Por tales razones, el pensador de la Martinica menciona que: Esta nueva humanidad, para sí y para los otros, no puede dejar de definir un nuevo humanismo. En los objetivos y los métodos de la lucha se prefigura ese nuevo humanismo. Una lucha que moviliza todas las capas del pueblo, que expresa las intenciones y las impaciencias del pueblo, que no teme apoyarse casi exclusivamente en ese pueblo, es necesariamente victoriosa. (Fanon, 1983: 123). Hacemos finalmente unas reflexiones sobre lo ya ganado: una pedagogía crítica debe tener como marco básico la crítica a la racialidad, a la negritud y la opresión. No entender lo político como desligado de la educación, sino que es un proceso de rehumanización, donde el hombre se va humanizando poco a poco. Por tal, la praxis de liberación es siempre pedagógica, pero también es rehumanizar constante y con ello es romper con el racismo.
4. Dialogo decolonial: aportes pedagógicos de Frantz Fanon
Para rozar un tanto la postura de C. Walsh es importante citar al filósofo de la Martinica, Frantz Fanon en su Los Condenados de la Tierra:
(…) politizar es abrir el espíritu, despertar el espíritu, dar a luz el espíritu. Es como decía Césaire: “inventar almas”. Politizar a las masas no es, no puede ser hacer un discurso político. Es dedicarse con todas las fuerzas a hacer comprender a las masas que todo depende de ellas, que si nos estancamos es por su culpa y si avanzamos también es por ellas, que no hay demiurgo, que no hay hombre ilustre y responsable de todo, que el demiurgo es el pueblo y que las manos mágicas no son en definitiva sino las manos del pueblo. (Fanon, 1983: 97).
Aquí veremos que para C. Walsh no se trata solo del oprimido, sino que entrecruzando la postura del grupo modernidad/colonialidad y de otros estudiosos como Fanon, incluirá el tema de la descolonización, de la raza, de la mujer y des la diferencia colonial. Esta introducción de nuevos elementos teóricos y críticos servirá de base para ver la transversalidad del cruce que hace la modernidad. Para Fanon, la descolonización es una forma de (des)aprendizaje: desaprender todo lo impuesto y asumido por la colonización y deshumanización para reaprender a ser mujeres y hombres. Solo ocurre la descolonización cuando todos -individualmente y colectivamente-participan en su derrumbe. Por eso el intelectual revolucionario, al igual que el activista y el maestro, tienen la responsabilidad de, activamente, ayudar y participar en el “despertar” de la educación política, “abrir las mentes, despertar [las masas] y permitir el nacimiento de su inteligencia, inventando almas, como dijo Césaire”. (Walsh, 2009b: 62). Como ya lo vimos antes, se articula una relación profunda entre los movimientos decoloniales actuales y la postura de Frantz Fanon. Sin embargo, a pesar de que existen coincidencias e influencias importantes, existe una limitación clave. La idea de modernidad no es discutida ni puesta en tela de juicio por Fanon, sino que la presupone. En cambio para Walsh: ¿Qué sucede con las afueras de la modernidad? ¿Y qué hacer respecto de las geopolíticas del conocimiento dominantes, entendidas como la universalización de una definición, un marco, una lógica, un enfoque de conocimiento – conocimiento racional- occidental-céntrico (europeo-estadounidense- céntrico), que efectivamente niega y rechaza lugares, modos y prácticas “otras” de conocer y de producir conocimiento? (Walsh, 2014: 21).
Así, existe un desarrollo más extenso del tema de la racialidad, colonialidad, modernidad, sin dejar de lado las lecturas de Fanon y su enfoque crítico. Para la pedagogía, en otro escrito quizás, cabría reflexionar también sobre el tema de la modernidad y su discusión como fundamental para discutir una nueva pedagogía crítica.
5. Conclusiones
Observamos entonces en este escrito, a nuestro parecer, tres tesis centrales: por un lado, la actualidad sorprendente del pensamiento e Frantz Fanon. Vimos del mismo modo, su vigencia e importancia. También su influencia y trayectoria. Pero también examinamos su adelanto frente a otras posturas, lo cual, permite releerlo en la actualidad. Es importante, pues, mencionar, del mismo modo, los tres puentes que tejimos para instrumentalizar la postura crítica de Fanon, para una pedagogía crítica. Así, pues, discutimos la negritud, la praxis de liberación y la humanización como nociones qué permite romper con el esquema tradicional de educación. Pesamos más en una pedagogía descolonizadora y crítica al racismo. Finalmente, analizamos la actualidad de Fanon y su propuesta frente al tamiz de Catherine Walsh como representante de las nuevas pedagogías decoloniales del grupo Modernidad Colonialidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Fanon, F. (1983). Los condenados de la tierra. México. Fondo de Cultura Económica.
Fanon, F. (2009). Piel negra, máscaras blancas. Madrid. Akal.
Freire, P. (2005). Pedagogía del Oprimido. Paulo Freire. México. Siglo XXI.
Freire, P. (2012). Pedagogía de la esperanza. México. Siglo Veintiuno.
Veintiuno. Sefa, G. (2010). Fanon and the counterinsurgency. Boston. Sense Publishers
Walsh, C. (2004). Lo pedagógico y lo decolonial: Entretejiendo caminos. Querétaro. En corto que´s pa´ largo en esta.
Walsh, C. (2009). Interculturalidad crítica y educación intercultural. Ponencia presentada en el Seminario “Interculturalidad y Educación Intercultural. Bolivia. Walsh, C. (2009b). Fanon y la pedagogía colonial. Brasil. Nueva América N° 122.
Walsh, C. (2013). Pedagogías decoloniales. Prácticas insurgentes de resistir, (re) existir y (re) vivir. Tomo I. Serie pensamiento decolonial. Ecuador.
Walsh, C. (2014). Pedagogías decoloniales. Caminando y preguntando. Notas a Paulo Freire desde Abya Yala. Argentina, Revista Entramados: Educación y sociedad’’ N° 1, págs. 17-30.
Notas
Información adicional
CITAR COMO: Pizarro, M. (2018). Pensar a Frantz Fanon para una nueva pedagogía desde la negritud, el humanismo y la praxis de liberación. Religación. Revista De Ciencias Sociales Y Humanidades, 3(10), 188-196. https://revista.religacion.com/index.php/religacion/article/view/157
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https://revista.religacion.com/index.php/religacion/article/view/157 (html)