Editorial
El consumo, como actividad humana, se aprende a lo largo de la exis tencia de un individuo. A este conjunto de enseñanzas, aprendizajes, mecanismos y procedimientos se le conoce como socialización del consumo y ha sido entendido como el proceso mediante el cual las personas adquieren habilidades, conocimientos y actitudes relevan tes para operar en los mercados (Ward et al., 1974).
La socialización del consumo hace parte del proceso integral que im pulsa una colectividad para que cada uno de sus miembros encaje en las formas y procedimientos socialmente establecidos y promovidos por el conjunto de la sociedad o por parte de ella (Páramo y Ramírez, 2017). Es aprendido en la permanente interacción que se tiene con el medio social en el que una persona crece.
Este proceso de socialización se hace en dos fases (Berger y Luckman, 2001):
El modelo de socialización del consumidor más conocido y utilizado es el de Moschis y Churchill (1978). Ellos indican que el proceso de apren dizaje y de interacción entre individuo, familia, amigos, institución edu cativa, religión, y medios masivos, se realiza a través de la observación, la imitación, el aprendizaje a través del refuerzo (positivo o premio, ne gativo o castigo) o la interacción social que es una combinación de los anteriores.
Para la familia (representada por los padres) los amigos (institución edu cativa) son los principales socializadores. Sin embargo, no se puede ol vidar el papel de importantes agentes en la socialización de los jóvenes: la religión, los medios masivos y las actividades de tipo social, cultural, deportivo, benéfico o ecologista. Desde la perspectiva de la toma de de cisiones de consumo, algunas de las funciones que los múltiples agentes que participan en el proceso son: enseñar a evaluar la información publi citaria, inculcar objetivos de ahorro y gasto o generar unas motivaciones y preferencias de consumo (Brèe, 1988).
Existe también una serie de factores estructurales que inciden en el pro ceso de socialización del consumo: la edad, el sexo, la clase socialpone el estilo de vida de la gente adineradan el estrato social al que se pertenece. En ciertas clases sociales en las que se im:
Edad: Existen consumos directamente relacionados con la edad no solo por asuntos biológicos y anatómicos, sino por normas culturales de interacción que determinan lo que debe consumirse en los diferentes momentos de la vida. Para cada etapa de la vida, cada cultura precisa lo que debe consumirse. Cuando alguien viola ese código es sujeto de burlas o de sanciones sociales.
Sexo: También hay consumos definidos de acuerdo con el género de cada persona. A pesar de ello, en las sociedades contemporá neas empieza a admitirse el uso de prendas propias de un género por el género opuesto. Ello ha inducido a muchas - empresas a satisfacer a lesbianas, gays, transexuales, metrosexuales.
Clase social: Cada día se confirma más que existen consumos que se corresponden con el estrato social al que se pertenece. En ciertas clases sociales en las que se impone el estilo de vida de gente adinerada, los consumos de las clases más bajas no son bien vistos. Ello es aprovechado para estimular la movilidad social a través de la imitación de los consumos de las personas que con forman la parte más alta de la pirámide social.
El proceso de socialización se desarrolla a través de múltiples y comple jos mecanismos sociales de aprendizaje dirigidos al cambio de comporta miento de quien funge como aprendiz. Se aprende solo cuando se cambia de conducta. El marketing se aprovecha de ello para lograr que los hijos imiten de forma consciente o inconsciente a los de las generaciones adul tas, estimulando, al mismo tiempo, a que los más jóvenes se rebelen a través del consumo.
A pesar de disponer de un humano herramental biológico con el cual po demos consumir un producto u otro, el acto de consumir se aprende por la influencia de varios agentes que lo enseñan de acuerdo con una serie de factores que favorecen o limitan el proceso de aprendizaje. Se socializa el consumo a través de tres tipos de aprendizaje (Páramo y Ramírez, 2018):
Dagoberto Páramo Morales
Editor
Referencias
Berger, P. and Luckman, T. (2001). La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu.
Brèe, J. (1988). Une dimension importante dans la socialisation du consom mateur: l’apprentissage du libre-service par les enfants, Thèse pour le doc torat ès sciences de gestion, Université de Rennes I.
Moschis, G. P., and Churchill, G. A. (1978). Consumer socialization: A theore tical and empirical analysis. Journal of Marketing Research, 15(4), 599-609.
Páramo, D. y Ramírez, E. (2017). Etnomarketing, la dimensión cultural del marke ting. Bogotá D.C.: Klasse Editorial.
Páramo, D. y Ramírez, E. (2018). Comportamiento del consumidor desde el Etnomarketing. Bogotá D.C.: Klasse Editorial (en prensa).
Ward, S., Klees, D.M., Robertson, T.S. (1987). Consumer socialization in di fferent settings: An international perspective. Advances in Consumer Research14, 468-472.