Editorial
Evolucionar
Aprender, aún de las situaciones adversas. Aprender y capitalizar como el cimiento fundamental para evolucionar. Evolucionar es justamente lo que nos define como especie y como sociedad.
Sin dudas, estamos atravesando y nos atraviesa una crisis histórica, única y global: SARS-CoV-2, que nos dejará muchas enseñanzas.
Vivimos una realidad en la que estamos intentando entender los cambios de conductas, actitudes y comportamientos que nos impactan en lo personal y en lo social: la resiliencia nos empuja a repensar y reaprender nuestros roles de padres, hijos, vecinos, ciudadanos, líderes y profesionales.
Desde nuestro trabajo, tenemos certeza de que esta pandemia generará mucho conocimiento científico sobre virus y sistema inmune. También sabemos que hay muchas incógnitas todavía: pacientes con enfermedad severa y otros totalmente asintomáticos; pacientes "supercontagiadores" y otros que no contagian a sus convivientes; pacientes que desarrollan una fuerte respuesta de anticuerpos y otros con respuesta débil o incluso no demostrable por los métodos actuales; pacientes que mantienen la PCR positiva hasta 100 días y así, se podría mencionar una larga lista de situaciones.
Desde hace más de un año, como bioquímicos, estamos aprendiendo: leemos, estudiamos, nos formamos, invertimos, nos movilizamos, nos esforzamos para tener herramientas que nos ayuden a enfrentar las necesidades diagnósticas de este nuevo virus. Fuimos adquiriendo experiencia, sin dejar de lado lo que ya veníamos haciendo en el laboratorio. Seguramente, todos tuvimos falencias… No fueron ni son tiempos fáciles.
Son momentos de mucho cambio en poco tiempo, con dedicación de horas y horas de trabajo, que podemos sostener motivados, sin dudas, por el amor y la pasión que tenemos por lo que hacemos.
Después de más de un año al frente de la batalla, estamos cansados. Es mucho el tiempo de trabajo sostenido para dar respuestas a una sociedad que tiene miedo y muchos interrogantes. Aun así, tenemos una certeza, que es nuestro mayor estandarte: desde el día 1 hasta hoy, ocupamos un rol central en esta problemática y nuestra profesión se puso en juego como nunca antes.
Lamentablemente, fuimos y seguiremos siendo avasallados en nuestras incumbencias profesionales. En este tiempo todos hemos vivido distintas circunstancias, "golpes bajos" por parte de inescrupulosos que nada respetan, y eso nos obliga a continuar con convicción, defendiendo nuestra querida profesión bioquímica.
Somos los profesionales idóneos para la toma y procesamiento de las muestras y la emisión e interpretación de resultados. Como dice mi amigo y colega Rafael: "Esto no es soplar y hacer botellas". Se requiere conocer la situación del paciente y su necesidad, conocer los tests disponibles y sus características (sensibilidad, especificidad, VPP, VPN), realizar una adecuada toma de muestra, contar con el conocimiento para procesarla por el método seleccionado, observar, interpretar y emitir el resultado, y asesorar sobre el mismo. Además, se debe contar con la infraestructura de laboratorio necesaria para que todo el procedimiento se desarrolle en un entorno seguro, incluidos el descarte de residuos patológicos y la denuncia pertinente en el sistema de vigilancia. En este sentido, es realmente esencial reconocer y valorar la tarea de cada bioquímico en comunas, pueblos y ciudades, así como dar reconocimiento especial para todas las instituciones que nos representan y que han demostrado un elevado grado de madurez para accionar de manera rápida y en bloque.
Este reconocimiento nos hace fuertes y nos ayuda a mirar hacia adelante., pero hay algo que, más allá de lo hecho, me desvela: no tenemos "peso específico" para lograr ciertas conquistas.¿Qué nos pasa como colectivo bioquímico? ¿Qué hace que estemos divididos?
¿Qué hace que no logremos la valoración adecuada? ¿Por qué no somos lo suficientemente visibles? ¿Dónde nos estamos equivocando?
La pandemia nos está dando una gran oportunidad para revisar y repensar nuestro accionar como verdadera comunidad de profesionales. En mi experiencia personal trabajando en la recuperación de adictos, uno de los primeros aprendizajes que descubrí es la importancia de saber vivir en comunidad, aceptando las virtudes y defectos del otro para complementarse, y hacerlo con diálogo y comprensión.
Para terminar, voy a tomar una frase de quien es un gran ejemplo de humildad y simpleza: "Yo hago lo que usted no puede y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas." (Madre Teresa de Calcuta).
El laboratorio fue y es protagonista en la pandemia. Trabajemos para unirnos, salir adelante y evolucionar juntos.