Artículos

TikTok como plataforma para la campaña política negativa: Análisis comparado de candidatos presidenciales en Brasil, Chile y Colombia

TikTok as a platform for negative political campaigning: A comparative analysis of presidential candidates in Brazil, Chile, and Colombia

Gonzalo Sarasqueta
Universidad Camilo José Cela, Spain
Leticia M. Ruiz-Rodríguez
Universidad Complutense de Madrid, Spain

TikTok como plataforma para la campaña política negativa: Análisis comparado de candidatos presidenciales en Brasil, Chile y Colombia

Revista panamericana de comunicación, vol. 6, no. 2, e3264, 2024

Centros Culturales de México A.C., Universidad Panamericana

Received: 01 October 2024

Accepted: 15 October 2024

Resumen: Este estudio analiza las campañas políticas negativas en TikTok a través de las cuentas oficiales de seis candidatos presidenciales de Brasil, Chile y Colombia: Jair Bolsonaro, Luiz Inácio Lula da Silva, Gabriel Boric, José Antonio Kast, Rodolfo Hernández y Gustavo Petro. Se realizó un análisis de contenido comparativo de todas las publicaciones realizadas por los candidatos durante sus últimas campañas electorales, abarcando un total de 759 unidades de análisis. La investigación se centra en la frecuencia de los mensajes negativos, su variabilidad según la orientación ideológica, la dimensión en la que se producen los ataques (personal o política) y los temas empleados para manchar la reputación del oponente. Los resultados muestran que TikTok actúa como plataforma propicia para la campaña negativa, evidenciando que la frecuencia y el tipo de mensajes negativos varían significativamente entre candidatos. Además, los estudios de caso ponen de relieve notables diferencias en el uso y la naturaleza de los mensajes negativos en TikTok según la ideología de los candidatos.

Palabras clave: Campaña negativa, TikTok, Sudamérica, Comunicación política, Elecciones, Redes sociales.

Abstract: This study analyzes negative political campaigns on TikTok through the official accounts of six presidential candidates from Brazil, Chile, and Colombia: Jair Bolsonaro, Luiz Inácio Lula da Silva, Gabriel Boric, José Antonio Kast, Rodolfo Hernández, and Gustavo Petro. A comparative content analysis was conducted of all publications made by the candidates in their most recent electoral campaigns, covering a total of 759 units of analysis. The research focuses on the frequency of negative messages, the variability of these messages according to ideological orientation, the dimension in which the attacks occur (personal or political), and the themes used to tarnish the opponent’s reputation. The results show that TikTok acts as a conducive platform for negative campaigning, demonstrating that the frequency and type of negative messages vary significantly between candidates. Additionally, the case studies highlight notable differences in the use and nature of negative messages on TikTok according to the candidates’ ideology.

Keywords: Negative campaign, TikTok, South America, Political communication, Social media.

1. Introducción

Las campañas negativas en período electoral constituyen un fenómeno extendido que en los últimos tiempos se ha visto acentuado. Según Auter y Fine (2016), la expansión de la comunicación digital ha incrementado la velocidad de las narrativas negativas. Además, hay una mayor cantidad de ataques dañinos. A los contenidos que propaga el ciudadano prosumidor se añaden los materiales divulgados por las cuentas falsas o programadas por la inteligencia artificial. Así, se activan dos circuitos de negatividad: el que fluye desde los canales oficiales de la fuerza política a la sociedad (cuentas verificadas, spots, publicidades, entrevistas, etc.), y el que corre por canales no oficiales que, a veces, es reproducido por los candidatos y, en otras ocasiones, debido a su baja fiabilidad, es ignorado. Este fenómeno pone de relieve que las élites políticas han perdido gran parte del control del tono con que quieren afrontar un período electoral (Haselmayer, 2019).

Los candidatos aprovechan las diferentes plataformas digitales y redes sociales para generar narrativas negativas con las que atraer la atención de los votantes. La red social TikTok es una de las que ha cobrado relevancia en este ámbito de las campañas negativas (Albertazzi y Bonansinga, 2023). Sin embargo, existe la creencia, incentivada por la propia plataforma, y que circula en ciertos medios de comunicación, de que TikTok es una red social de entretenimiento, donde principalmente se busca diversión, bailar, jugar y, a veces, informarse. Algunos títulos periodísticos que ponen de relieve esta perspectiva:

Este artículo ofrece resultados que ponen en cuestión dicha perspectiva reduccionista sobre TikTok, mostrando el desarrollo de campañas negativas a través de esta red social. Si bien es cierto que no hubo ningún político entre las 20 cuentas con más seguidores de 2022 ni ningún hashtag vinculado a la política entre los 20 con más engagement del 2022 (Kepios, 2023), progresivamente se ha convertido en un medio de expresión de lo político para representantes y representados. Así, las páginas que siguen muestran que TikTok ha diversificado sus contenidos y, actualmente, los políticos la utilizan para dar mensajes negativos. Se analizará la frecuencia con que recurren a ellos, así como su temática y tipo de ataque centrándonos en una selección de candidatos presidenciales de América Latina.

En el siguiente apartado se ofrece un breve marco teórico sobre campañas negativas para situar el papel que la red social TikTok ha adquirido. Después de lo cual se detallan las claves de nuestra aproximación metodológica que contempla el análisis de los mensajes negativos dando detalles sobre las dimensiones de estudio, los criterios de la muestra, así como el período temporal. A partir de la base de datos construida y que se refiere a más de 700 piezas de TikTok, se procederá al análisis del modo en que la negatividad es utilizada en la red social por parte de los candidatos electorales. El artículo finaliza con unas conclusiones.

2. Marco teórico

La literatura especializada en comunicación política distingue dos tipos de campañas: las positivas, que enfatizan los atributos (privados y públicos) del candidato, repasan sus logros y ofrecen sus proyectos; y las negativas, que se concentran en el ataque a los rivales y en exponer sus debilidades (Ceron y d´Adda, 2015). Precisamente diversos investigadores alertan de que este segundo modo de hacer campaña ha aumentado considerablemente desde la crisis financiera de 2008. Según Nai (2020), las campañas negativas existen -con diferente intensidad y morfología- en todos los sistemas abiertos y competitivos. Éstas ya forman parte de la mecánica electoral de Occidente y una de las razones es el auge de fuerzas antisistema que emplean diferentes técnicas para atacar a los partidos tradicionales, al establishment económico y a los medios de comunicación (Geer, 2012; Nai y Walter, 2015). Los movimientos extremistas promueven el miedo, la ansiedad y la ira (Brader, 2005; Crigler et al., 2006), lo que genera un gran interés por parte de los medios de comunicación (Bos et al., 2010; Lau y Rovner, 2009; Maier y Ruhrmann, 2008) y, a su vez, una “simbiosis” comunicacional con la dinámica de las redes sociales (Forti, 2021). Otro elemento del entorno que aumenta la frecuencia de mensajes negativos es la existencia de polarización (Levistky y Ziblatt, 2018). Dicha polarización adopta diversas formas, siendo una de ellas la polarización afectiva que, por otra parte, consigue sobredimensionarse mediante las redes sociales (Lorenzo-Rodríguez y Torcal, 2022).

Con frecuencia se afirma que las campañas negativas son perjudiciales para las democracias al ocasionar apatía y descreimiento en el electorado (Yoon et al., 2005; Nai y Seeberg, 2018). Otros estudios señalan directamente que este tipo de campañas reduce la participación y la movilización social (Ansolabehere e Iyengar, 1995; Ansolabehere et al., 1994). En términos generales, estas campañas crean una “espiral de cinismo” en el tejido social (Jamieson y Cappella, 1997), que decodifica a la política como una pelea constante, sin códigos ni reglas, donde los problemas de los ciudadanos son secundarios y lo único que importa es preservar el poder. Además, estas campañas tienen la capacidad de trasladar el debate racional sobre las propuestas de los candidatos a un plano de las emociones.

No obstante, hay investigadores que consideran que las campañas negativas no son nocivas para la democracia. La crítica, el conflicto y el repaso del historial del adversario pueden ser insumos esenciales para que el ciudadano evalúe de forma más completa a los competidores (Crigler et al., 2006; Finkel y Geer, 1998). En efecto, Geer (2006) argumenta que la información negativa es mejor que la positiva, ya que aborda rigurosamente las preocupaciones y los problemas públicos. Según Jamieson et al. (2000), calificar cualquier crítica como ataque ilegítimo reduce el debate electoral, lo acota a una simple lista de buenas intenciones.

Al mismo tiempo, varias son las ventajas de los contenidos negativos para quien emite el mensaje. Con estos se capta más la atención y son más memorables que los mensajes positivos (Basil et al., 1991; Brady et al., 2017; Frimer et al., 2019; Robertson et al., 2023); producen reacciones fisiológicas más fuertes, ya que los seres humanos valoramos con mayor interés la información que nos indica aquello que nos amenaza o lo que podemos perder en determinada situación (Soroka, 2014, Soroka et al., 2019; Kahneman y Tversky, 2000); y, al agrupar por lo general la información en díadas (pueblo-oligarquía, gente-casta, sociedad-partidocracia), facilitan y simplifican la comprensión de la realidad (Laponce, 1981).

Sobre si la ideología tiene un peso propio en el momento de hacer campaña negativa, la biblioteca se divide. Por un lado, hay estudios que indican que los candidatos emplean mensajes positivos para mostrarse compatibles con los votantes indecisos y, por el contrario, usan mensajes negativos para generar una brecha ideológica entre su rival y sus posibles votantes indecisos (Harrington y Hess, 1996). Por otro lado, hay una literatura que afirma que, debido a su visión del mundo, al que ven como una selva donde sobrevive el más fuerte, la derecha es más proclive a soportar y circular mensajes negativos y menos amables (Van-Hiel et al., 2004; Duckitt, 2006). En línea con esta afirmación, Nai (2020) sostiene que las fuerzas extremistas de derecha son más propensas a adoptar un enfoque negativo. En sentido contrario y estudiando el caso estadounidense, Frimer et al. (2019) demuestran que es más probable que la izquierda extremista active campañas de corte negativas. Por último, hay trabajos que hacen hincapié en que, más allá de su orientación ideológica, los partidos extremistas hacen más campaña negativa que los partidos moderados (Elmelund-Praestekaer, 2010; Nai y Sciarini, 2015). En todos los casos del debate parece entonces que el sistema de valores que genera una u otra concepción ideológica juega un papel en el tipo de mensajes que se emiten. No hay consenso, por el contrario, en la dirección de este impacto.

Si centramos la atención en la tipología de campañas negativas se pueden distinguir al menos dos grandes modalidades: aquellas que apuntan a la dimensión personal del adversario y las que se dirigen al nivel político del rival (Brooks y Geer, 2007). La primera aborda los rasgos de la esfera privada del contrincante: la familia, el estilo de vida, las creencias religiosas, los rasgos físicos, entre otros aspectos. En esta instancia, es recurrente la falacia ad hominem: embestir contra la persona, en vez de atacar sus argumentos. Las hipérboles, descontextualizaciones e improperios son los principales recursos que se aplican en esta dosis de incivismo que dificultan la conversación entre diferentes identidades políticas (Otto et al., 2019). En otra dirección, el ataque político negativo busca afectar la reputación pública del adversario, utilizando tácticas como cuestionar proyectos de ley, denigrar su trayectoria, atacar su gestión, poner en duda su formación profesional, desacreditar a su partido político, recordar declaraciones pasadas controvertidas, o socavar sus equipos y alianzas. Si bien el juego democrático consiste en el contraste de proyectos y visiones, lo que distingue a esta negatividad es la repetición unilateral e incesante de una crítica en particular (sin presentar una alternativa propositiva), las acusaciones sin pruebas, la desfiguración de propuestas o declaraciones y los pronósticos apocalípticos, en caso de que el opositor llegue al poder.

Si bien hay estudios que afirman que los medios digitales aumentan la negatividad (Auter y Fine, 2016; Lelkes et al., 2017), cada red social tiene su propia dinámica. En este sentido, no es lo mismo X, donde el usuario promedio suele discutir sobre política, que los navegantes de Instagram, que se dedican a mostrar aspectos de su vida privada: ocio, gastronomía, pareja, deporte, vestuario, etc. TikTok se acerca más a la segunda red social que a la primera, no solo por su registro visual, sino también por su carácter despolitizado o poco propenso al conflicto político (Herrman, 2020). “TikTok está lleno de alegría, escapismo, placer, educación y construcción de comunidad”, señala Boffone (2022, p. 5). La misma plataforma, cuando explica en su página web su postura frente a los políticos y los gobiernos, a los cuales, hasta el momento de redactar este trabajo, no les permite publicitar (TikTok, 2022), se autodefine como “una plataforma de entretenimiento a la que acuden millones de personas cada día para ver, compartir y crear contenidos divertidos o entretenidos” (TikTok, s.f.). Así pues, la diferencia con Instagram, que privilegia la imagen sobre el texto (Sarasqueta et al., 2022), radica en que TikTok favorece los sonidos sobre las imágenes. El objetivo de la plataforma es manipular creativa y estéticamente vídeos de los usuarios con música popular o efectos sonoros conocidos.

Al igual que el resto de las redes sociales, TikTok está inmerso en lo que Goldhaber (1997) denominó “economía de la atención”. Esto significa que, ante un sistema comunicacional colapsado de información, el recurso escaso en internet es la atención. Las empresas, los partidos y líderes políticos y la ciudadanía compiten entre sí por captar el interés social. Debido a la lógica de este mercado comunicacional, los contenidos de TikTok son breves, visuales, emocionales, sonoros, y están calibrados para un cibernauta con una paciencia cognitiva baja. Los criterios del algoritmo son las interacciones del usuario, el ecosistema de cuentas en el que está inserto este, la configuración del dispositivo, los comentarios y el idioma (Europa Press, 2023). Respecto a sus métricas, TikTok cuenta con 1.051 millones de usuarios activos en todo el mundo: es la sexta plataforma digital en cantidad, detrás de Facebook, Youtube, WhatsApp, Instagram y Wechat (DataReportal, 2023). Es la segunda aplicación más visitada del mundo, detrás de Youtube (DataReportal, 2023). El segmento etario que más la usa es la Generación Z (centennial), jóvenes que tienen entre 18 y 24 años, y el siguiente segmento es la Generación Y (millennial), que tienen entre 25-34 años (Kepios, 2023). A su vez, en 2022 fue la plataforma digital con mayor conexión por mes: 23 horas y 5 minutos. Según Semrush (2023), es el 18º sitio de internet más visitado del mundo. El 78,6% de sus usuarios la emplean para ver contenido divertido o de entretenimiento (DataReportal, 2023). Otras rutinas son: buscar marcas o productos, mantenerse al día con las noticias, ver a sus familiares y amigos. A continuación, se detalla el modo en que se ha estudiado el uso que hacen de TikTok los candidatos presidenciales con el fin de mostrar la relevancia adquirida por esta red social en las campañas electorales de signo negativo.

Con relación a los diferentes usos políticos de TikTok, Suárez-Tomalá y Cochea-Panchana (2022) destacan que esta plataforma sirve principalmente para presentar la base programática del candidato. Pineda-Rodríguez et al. (2023a; 2023b) afirman que se utiliza para difundir mensajes positivos más que negativos. Soler-Montoya y Castillo-Arévalo (2023) sostienen que, debido a la falta de control y el amparo en la libertad de expresión, la plataforma china es propicia para difundir discursos de odio.

Por último, es importante señalar el contexto sociopolítico en que se produce este estudio. Tras el giro a la izquierda que hubo en la región a principio del siglo XXI, a partir de 2018, año en que llega Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil, emergen diferentes alternativas de extrema derecha: Rodolfo Hernández en Colombia, José Kast en Chile, Javier Milei en Argentina, Guido Manini Ríos en Uruguay. Estas propuestas políticas presentan rasgos en común: una retórica fuerte contra la inseguridad y la inmigración, un rechazo visceral hacia las minorías sexuales y la cultura WOKE, y una defensa acérrima de la economía de mercado y de la familia como cimiento de la sociedad.

3. Metodología

Se exploran las campañas electorales negativas en TikTok mediante una comparación entre casos de naturaleza similar (candidatos a presidente de América del Sur que usan TikTok) con el fin de ver las diferencias en el uso de los mensajes negativos. Se valorará, además, el posible papel que juega la ideología en este uso diferenciado. Para ello se ha construido una base de datos con todos los contenidos que se publicaron en las cuentas verificadas de TikTok de los candidatos presidenciales de:

La selección de la muestra se refiere a aspirantes a la presidencia de tres países de América del Sur, Colombia, Chile y Brasil que, de forma reciente, se han enfrentado a procesos electorales. Tres de ellos son candidatos de izquierda y tres son candidatos de derecha posibilitando una muestra ideológica equilibrada. Además, todos ellos han utilizado con frecuencia TikTok en su campaña electoral para comunicarse directamente con sus seguidores sin ninguna mediación periodística. Asimismo, todos ellos disputaron el balotage, por ende, fueron las figuras políticas que más atención suscitaron en sus respectivos países. Es cierto que algunos candidatos de la muestra han recibido atención en trabajos especializados debido al giro que representaban sus mensajes. Tal es el caso de Bolsonaro (Hunter y Power, 2019) y Kast (Campos-Campos, 2021). En un estudio sobre los casos de Nayib Bukele, Sebastián Piñera, Jair Bolsonaro y Guillermo Lasso, Figuereo-Benítez et al. (2022) han analizado los distintos usos de TikTok durante campañas electorales. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha estudiado específicamente la relación entre la campaña negativa y la red social TikTok. Este trabajo busca llenar ese vacío y explorar el potencial de esta red social en el ámbito de la comunicación política.

De estos casos que se estudian, la contienda más polarizada y ajustada tuvo lugar en Brasil entre los candidatos Lula da Silva y Jair Bolsonaro en segunda vuelta. Precisamente allí es donde, a diferencia de los otros casos, ambos candidatos habían sido ya presidentes de la República. Por otra parte, en Chile se produjo una reversión del resultado entre primera y segunda vuelta en virtud del cual Boric adelantó a Kast en el balotage consiguiendo finalmente la presidencia con un amplio margen de victoria. Tanto en Chile como en Colombia, la concentración de apoyos en torno al candidato de izquierda permitió una diferencia notable en su desempeño electoral entre primera y segunda vuelta.

En cuanto al período que cubre la base de datos construida, en los candidatos colombianos, el análisis de sus publicaciones en TikTok se circunscribe a las que aparecieron desde el 11 de enero de 2022, día en que comenzó oficialmente la campaña electoral, hasta el 19 de junio de 2022, fecha en que se disputó el balotage. En el caso de los candidatos chilenos, la medición se ha efectuado sobre las publicaciones desde el 5 de agosto de 2021, día siguiente en el que se celebraron las elecciones primarias y quedaron definidos los candidatos de cada fuerza, y el 19 de diciembre de 2021, día en que se desarrolló el balotaje. El lapso de los candidatos brasileños fue desde el 16 de agosto de 2022, día en que comenzó oficialmente la campaña, hasta el 30 de noviembre de 2022, domingo en que se realizó el balotaje.

Para la construcción de la base de datos se efectuó un análisis de contenido (Neuendorf, 2002). Este análisis requirió una estandarización de la información recopilada para que hallazgos de la investigación puedan verificarse y utilizarse en otros estudios (Krippendorff, 1990). Para ello se precategorizaron los datos textuales y se cuantificaron centrando el análisis exclusivamente sobre todas las piezas visuales (fotografías, videos, placas, GIF, etc.) y los epígrafes que se encuentran en el feed de TikTok de los candidatos presidenciales. La muestra está formada por todas las publicaciones que se hicieron en la cuenta oficial de cada uno de los candidatos desde el inicio oficial de la campaña hasta el día del balotaje. En total, el corpus contó con 759 piezas analizadas. Los posteos incluyeron vídeos, memes, fotos y spots electorales. Se utilizaron tres variables para clasificar las piezas: campaña negativa, dimensión del ataque y temática del ataque:

- Campaña negativa: aquellas estrategias comunicacionales que, en vez de enfatizar atributos propios, emplean una gran cantidad de mensajes adversos para erosionar el capital intangible del adversario (Lau y Rovner, 2009). Nuestra definición operacional de la campaña negativa es la presencia de los siguientes indicadores en las fotos, vídeos o epígrafes: improperios, denuncias, descalificaciones, estereotipación, difamaciones, ridiculización o asociaciones adversas (García Beaudoux y D´Adamo, 2013; Otto et al., 2019). Para definir si un mensaje era negativo (o no) se codificó tanto el epígrafe como el contenido de la pieza (texto, imágenes, sonidos, etc.). En el cuadro 1 se muestra un ejemplo de este tipo de campaña.

- Dimensión del ataque: el ataque puede ser personal, se ataca la esfera privada del candidato (Brooks y Geer, 2007; Sarasqueta et al., 2022) o político que es cuando se ataca la esfera pública del candidato (Brooks y Geer, 2007; Sarasqueta et al., 2022).

Cuadro 1
Extractos como ejemplos de la categorización
Extractos como ejemplos de la categorización
Fuente: elaboración propia

La construcción de la base se completó con la ideología del candidato. En línea con los precursores de la operacionalización de la ideología (Downs, 1985; Sartori, 2003), aquí se considera la ubicación de los candidatos presidenciales en el arco ideológico izquierda-derecha, variación dicotómica, de acuerdo con su programa electoral o a cómo ellos mismos se han definido en entrevistas mediáticas o plataformas digitales (García Beaudoux et al., 2023). Cabe señalar que la face validity de esta clasificación ideológica queda respaldada por las ubicaciones ideológicas que proporcionan los parlamentarios de dichos partidos en la base de datos de PELA (s.f.).

Tabla 1
Casos seleccionados
Casos seleccionados
Fuente: elaboración propia

4. Resultados

La intensidad de la actividad en TikTok de los candidatos presidenciales analizados pone de manifiesto variaciones en las estrategias de campaña en relación con esta red social. Lula es el más activo, con 227 piezas, y Kast, el menos activo, con 42 piezas (Tabla 2). De estas piezas, no todas son negativas: de las 757 piezas que los candidatos analizados han producido en el período estudiado, 182 (24%) son las que tienen un contenido negativo. En el análisis desagregado por candidatos de estas cifras vemos que Lula da Silva y Gustavo Petro se diferenciaron del resto, con valores estadísticamente significativos, por utilizar con más frecuencia TikTok con mensajes negativos que el resto de los candidatos.

Tabla 2
Diferencias en el uso de mensajes negativos en las cuentas de TikTok, según los candidatos presidenciales
Diferencias en el uso de mensajes negativos en las cuentas de TikTok, según los candidatos presidenciales
Fuente: elaboración propia

Cabe señalar que, si se observa la forma en la que utilizan TikTok los candidatos (Gráfico 1), Hernández es el segundo candidato que lo utiliza con menor frecuencia, pero cuando lo usa, casi 1 de cada 2 posteos es negativo (65 posteos, 47,7% negativos). Como se observa en el Gráfico 1, Lula da Silva y Bolsonaro utilizan proporcionalmente en medida similar los mensajes negativos (29,52% y 26,62%, respectivamente).

Porcentaje de mensajes negativos por candidato sobre el total de posteos en TikTok
Gráfico 1
Porcentaje de mensajes negativos por candidato sobre el total de posteos en TikTok
Fuente: elaboración propia

Respecto a la dimensión del ataque, hay diferencias en la frecuencia con que se usan mensajes negativos en TikTok en las dimensiones política y personal. Así, el candidato Lula fue el que empleó en mayor medida mensajes negativos para erosionar la reputación pública de sus adversarios en TikTok, mientras que los candidatos Kast y Petro fueron los que emplearon en menor medida este tipo de comunicaciones. El resto de los candidatos no evidenciaron diferencias (Tabla 3).

Tabla 3
Diferencias en el uso de mensajes negativos a nivel político en las cuentas de TikTok, según los candidatos presidenciales
Diferencias en el uso de mensajes negativos a nivel político en las cuentas de TikTok, según los candidatos presidenciales
Fuente: elaboración propia

Asimismo, en cuanto al uso de mensajes negativos de tipo personal, el candidato presidencial Hernández recurrió con más frecuencia a mensajes negativos para afectar la reputación privada de sus adversarios en las cuentas de TikTok. Por su parte, los candidatos Boric y Petro recurrieron en menor medida a descalificaciones personales. Los demás candidatos no evidenciaron diferencias significativas (Tabla 4).

Tabla 4
Diferencias en el uso de mensajes negativos a nivel personal en las cuentas de TikTok, según los candidatos presidenciales
Diferencias en el uso de mensajes negativos a nivel personal en las cuentas de TikTok, según los candidatos presidenciales
Fuente: elaboración propia

En resumen, hay variaciones en el cariz público y personal de la campaña negativa, así como en las dimensiones que se utilizan para construir los mensajes negativos.

Además de valorar el uso de mensajes negativos, se evaluó el papel de la ideología en la frecuencia, así como en el tipo de temática (Gráfico 2) que se elige para generar contenido político negativo en TikTok. Respecto a lo primero, la prueba chi cuadrado indica que los candidatos presidenciales con orientación ideológica de derecha utilizan en mayor medida mensajes negativos en sus cuentas oficiales de TikTok en comparación con los de izquierda (Tabla 5). Este resultado conviene tamizarlo con la intensidad ideológica de los candidatos: mientras que los aspirantes de izquierda se ubican en el centroizquierda o progresismo, los de derecha se ubican en el borde del espectro ideológico, es decir, se los puede catalogar como derecha extrema o ultraderecha. Por lo tanto, además de la ideología, se debe considerar su profundidad.

Tabla 5
Diferencias en el uso de mensajes negativos en las cuentas de TikTok, según la orientación ideológica de los candidatos presidenciales
Diferencias en el uso de mensajes negativos en las cuentas de TikTok, según la orientación ideológica de los candidatos presidenciales
Fuente: elaboración propia

Utilización de mensajes negativos según temática por candidato.
Gráfico 2
Utilización de mensajes negativos según temática por candidato.
Fuente: elaboración propia

En cuanto a lo segundo, los candidatos presidenciales de izquierda utilizan en mayor medida la temática económica para desprestigiar a sus competidores en sus cuentas de TikTok. El núcleo de estos ataques se centró en la insensibilidad social. Petro, Lula y Boric acusaron a sus adversarios de ser defensores de un modelo económico destinado a una minoría privilegiada, que deja a grandes porciones de la población en situación de pobreza. Por su parte, los candidatos presidenciales de derecha recurren con mayor frecuencia a la temática de la corrupción, señalando a sus competidores por carecer de integridad ética debido a procesos judiciales abiertos o a sentencias recibidas en el pasado. Este caso fue notorio en las acusaciones de Bolsonaro contra Lula da Silva por el caso Lava Jato. También se hizo evidente en la campaña de Rodolfo Hernández, quien señaló a Petro a lo largo de toda la contienda como parte de la casta política que “mete la mano en la lata”. En ambos casos, se recurrió a la emotividad, la hipérbole y a una edición deliberada de los hechos como forma comunicacional. Como se especificó en el marco teórico, la mayoría de estas cápsulas eran breves, audiovisuales y, desde el punto de vista del lenguaje, fáciles de comprender.

5. Discusión y conclusiones

El fenómeno de las campañas políticas negativas en TikTok no ha recibido apenas atención. En este trabajo se ha ofrecido una mirada sistemática del modo en que se produce en una selección de candidatos presidenciales de Sudamérica. En línea con otros estudios (Pineda Rodríguez et al. 2023a; 2023b; Soler Montoya y Castillo Arévalo, 2023), el análisis confirma que los candidatos presidenciales estudiados utilizan TikTok para hacer campaña negativa. Esta plataforma, en los seis casos analizados, no solo se usa para entretener -bailes, tutoriales, challenges, hacks, etc.-, y así imprimirle una dosis de cercanía, jovialidad y empatía al candidato, y comunicar sus propuestas (Suárez-Tomalá y Cochea-Panchana, 2022), sino que también opera -según el caso, con mayor o menor frecuencia- como una plataforma para atacar a los adversarios. Por ende, al igual que Facebook e Instagram, TikTok constituye una red social compleja y variada en sus usos. Por consiguiente, el seguimiento de TikTok emerge como un elemento indispensable para obtener una visión integral de las dinámicas de las campañas electorales contemporáneas.

Profundizando en el análisis y considerando la inclinación ideológica de los candidatos, se observan diferencias. Conforme a lo planteado por Van-Hiel et al. (2004) y Duckitt (2006), a pesar de compartir menos contenido en TikTok, los postulantes de derecha difunden proporcionalmente un mayor número de mensajes negativos. De hecho, los resultados también contradicen a Frimer et al. (2019), quienes afirman que son los candidatos de extrema izquierda los principales emisores de mensajes negativos en las campañas, y coinciden con Nai (2020), quien sostiene que las fuerzas de extrema derecha son las que más mensajes negativos propagan durante las elecciones. Aquí, no obstante, cabe hacer la salvedad del candidato Kast de Chile, que apenas recurrió a mensajes negativos en TikTok. El conjunto de estos hallazgos apunta a que además de existir diferencias palpables en las propuestas de los candidatos y partidos de izquierda y derecha en la región sudamericana se producen contrastes en estilos comunicacionales en redes sociales.

Por otra parte, si bien son cuestiones de contexto político las que también influyeron en las victorias, es sugerente que los tres candidatos de izquierda terminaron siendo los que ganaron y accedieron al poder ejecutivo. Dicha correspondencia se alinea con la literatura especializada que pone en duda la eficacia o utilidad de las campañas negativas para ganar comicios (Ansolabehere e Iyengar, 1995; Ansolabehere et al., 1994).

Sobre la naturaleza de los mensajes negativos vemos que ésta se relaciona con el contexto. Así, los candidatos de derecha analizados emplean la corrupción como lanza principal en sus ataques. Al respecto hay que tener en cuenta el escándalo de corrupción de Lava Jato en Brasil y la retórica outsider de Hernández en Colombia, que acusaba a toda la clase política de ser “ladrones que vivían del Estado”. La izquierda, en esta misma línea del eco del contexto, intentó generar una campaña del miedo a través de aspectos relacionados con la economía. En la misma línea de aprovechar el contexto, la izquierda partió de la magra herencia del gobierno conservador de Sebastián Piñera (Chile), Iván Duque (Colombia) y del mismo Jair Bolsonaro (Brasil), respectivamente, para deslegitimar la propuesta económica de sus adversarios y explicarle a la sociedad que se necesitaba cambiar el rumbo.

Esta exploración de la actividad en TikTok de seis candidatos presidenciales durante los últimos procesos electorales permite esbozar tendencias en el uso de dicha red social en elecciones presidenciales. A partir de aquí, se abren diversas líneas de investigación. Una posible vía sería conocer la naturaleza de la campaña negativa en TikTok, indagar el estilo (ironía, ira, alegría, tristeza, por ejemplo), que predomina en los contenidos que se fabrican para erosionar la marca del adversario. Una segunda vía podría analizar en qué medida la intensidad de los ataques en TikTok varía según la instancia de la campaña. Respecto a las limitaciones de este estudio, se pueden subrayar tres: en primer lugar, la escasa cantidad de países seleccionados; en segundo lugar, la dificultad para extrapolar los hallazgos a democracias de otras regiones, como Europa, Oceanía o Norteamérica, debido a sus diferentes sistemas jurídicos, dinámicas políticas y códigos culturales; y, en tercer lugar, el hecho de que en este trabajo solo se ha examinado la producción del discurso, sin considerar su recepción social.

6. Referencias

Albertazzi, D., & Bonansinga, D. (2023). Beyond anger: The populist radical right on TikTok. Journal of Contemporary European Studies, 32(3), 673-689. https://doi.org/10.1080/14782804.2022.2163380

Ansolabehere, S. D., & Iyengar, S. (1995). Going negative: How political advertisements shrink and polarize the electorate. Free Press.

Ansolabehere, S. D., Iyengar, S., Simon, A., & Valentino, N. (1994). Does attack advertising demobilize the electorate? The American Political Science Review, 88(4), 829-838. https://doi.org/10.2307/2082710

Auter, Z. J., & Fine, J. A. (2016). Negative campaigning in the social media age: Attack advertising on Facebook. Political Behavior, 38, 999-1020. https://doi.org/10.1007/s11109-016-9346-8

Basil, M., Schooler, C., & Reeves, B. (1991). Positive and negative political advertising: Effectiveness of advertisements and perceptions of candidates. En F. Biocca (Ed.), Television and political advertising (Vol. 1; pp. 245-262). Lawrence Erlbaum Associates.

Boffone, T. (2022). TikTok cultures in the United States. Routledge Focus.

Bos, L., Van-Der-Brug, W., & De-Vreese, C. (2010). Media coverage of right-wing populist leaders. Communications, 35(2), 141-163. https://doi.org/10.1515/comm.2010.008

Brader, T. (2005). Striking a responsive chord: How political ads motivate and persuade voters by appealing to emotions. American Journal of Political Science, 49(2), 388-405. https://doi.org/10.2307/3647684

Brady, W. J., Wills, J. A., Jost, J. T., Tucker, J. A., & Van-Bavel, J. J. (2017). Emotion shapes the diffusion of moralized content in social networks. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 114(28), 7313-7318. https://doi.org/10.1073/pnas.1618923114

Brooks, D. J., & Geer, J. G. (2007). Beyond negativity: The effects of incivility on the electorate. American Journal of Political Science, 51(1), 1-16. https://www.jstor.org/stable/4122902

Campos-Campos, M. (2021). El partido republicano: El proyecto populista de la derecha radical chilena. Revista Uruguaya de Ciencia Política, 30(1), 105-134. https://doi.org/10.26851/rucp.30.1.5

Ceron, A., & D’Adda, G. (2015). E-campaigning on Twitter: The effectiveness of distributive promises and negative campaign in the 2013 Italian election. New Media and Society, 18(9), 1935-1955. https://doi.org/10.1177/1461444815571915

Crigler, A., Just, M., & Belt, T. (2006). The three faces of negative campaigning: The democratic implications of attack ads, cynical news, and fear-arousing messages. En D. P. Redlawsk (Ed.), Feeling politics: Emotion in political information processing (pp. 135-163). Palgrave Macmillan.

DataReportal (2023). Digital 2023: Global overview report. https://datareportal.com/reports/digital-2023-global-overview-report

Downs, A. (1985). An economic theory of democracy. Addison-Wesley Publishing Co.

Duckitt, J. (2006). Differential effects of right wing authoritarianism and social dominance orientation on outgroup attitudes and their mediation by threat from and competitiveness to outgroups. Personality and Social Psychology Bulletin, 32(5), 684-696. https://doi.org/10.1177/0146167205284282

Elmelund-Praestaker, C. (2010). Beyond American negativity: Toward a general understanding of the determinants of negative campaigning. European Political Science Review, 2(1), 137-156. https://doi.org/10.1017/S1755773909990269

Europa Press (23 de enero de 2023). El personal de TikTok selecciona vídeos y potencia su distribución para que obtengan visitas saltando el algoritmo. Europa Press. https://www.europapress.es/portaltic/socialmedia/noticia-personal-tiktok-selecciona-videos-potencia-distribucion-obtengan-visitas-saltando-algoritmo-20230123124215.html

Figuereo-Benítez, J. C., De-Oliveira, J. S., & Mancinas-Chávez, R. (2022). TikTok como herramienta de comunicación política de los presidentes iberoamericanos. En I. Aguaded, A. Vizcaíno-Verdú, Á. Hernando-Gómez, & M. Bonilla-del-Río (Eds.). Redes sociales y ciudadanía: Ciberculturas para el aprendizaje (pp. 103-112). Comunicar Ediciones. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8763128

Finkel, S. E., & Geer, J. G. (1998). A spot check: Casting doubt on the demobilizing effect of attack advertising. American Journal of Political Science, 42(2), 573-595. https://doi.org/10.2307/2991771

Forti, S. (2021). Extrema derecha 2.0: Retos y amenazas en la era digital. Siglo XXI.

Frimer, J. A., Brandt, M. J., Melton, Z., & Motyl, M. (2019). Extremists on the left and right use angry, negative language. Personality and Social Psychology Bulletin, 45(8), 1216-1231. https://doi.org/10.1177/0146167218809705

García-Beaudoux, V., Berrocal, S., D’Adamo, O., & Bruni, L. (2023). Estilos de liderazgo politico femenino en Instagram durante la Covid-19. Comunicar, 75, 129-138. https://doi.org/10.3916/C75-2023-10

García Beaudoux, V., & D’Adamo, O. (2013). Propuesta de una matriz de codificación para el análisis de las campañas negativas [Proposal of a codification matrix for the analysis of negative campaigns]. Opera, 13. https://ssrn.com/abstract=2443123

Geer, J. G. (2006). In defense of negativity: Attack ads in presidential campaigns. University of Chicago Press.

Geer, J. G. (2012). The news media and the rise of negativity in presidential campaigns. PS: Political Science & Politics, 45(3), 422-427. https://doi.org/10.1017/S1049096512000492

Goldhaber, M. H. (1997). The attention economy and the net. First Monday, 2(4). https://doi.org/10.5210/fm.v2i4.519

Harrington, J. E., & Hess, G. D. (1996). A spatial theory of positive and negative campaigning. Games and Economic Behavior, 17(2), 209-229. https://doi.org/10.1006/game.1996.0103

Haselmayer, M. (2019). Negative campaigning and its consequences: A review and a look ahead. French Politics, 17, 355-372. https://doi.org/10.1057/s41253-019-00084-8

Herrman, J. (8 de junio de 2020). TikTok is shaping politics. But how. The New York Times.

Hunter, W., & Power, T. J. (2019). Bolsonaro and Brazil’s illiberal backlash. Journal of Democracy, 30(1), 68-82. https://doi.org/10.1353/jod.2019.0005

Jamieson, K. H., & Cappella, J. N. (1997). Setting the record straight: Do ad watches help or hurt? Harvard International Journal of Press/Politics, 2(1), 13-22. https://doi.org/10.1177/1081180X97002001003

Jamieson, K., Waldman, P., & Sheer, S. (2000). Eliminate the negative? Defining and refining categories of analysis for political advertisements. En J. A. Thurber, C. J. Nelson, & D. Dulio (Eds.), Crowded airwaves. Brookings Institution 4o mini.

Kahneman, D., & Tversky, A. (2000). Prospect theory: An analysis of decision under risk. In D. Kahneman & A. Tversky (Eds.), Choices, values, and frames (pp. 17-43). Cambridge University Press.

Kepios (2023). Digital 2023: Global overview report. We Are Social. https://tinyurl.com/53r5wzzd

Krippendorff, K. (1990). Metodología de análisis de contenido: Teoría y práctica. Paidós.

Laponce, J. (1981). Left and Right. The topography of political perceptions. University or Toronto Press.

Lau, R. R., & Rovner, I. B. (2009). Negative campaigning. Annual Review of Political Science, 12, 285-306. https://doi.org/10.1146/annurev.polisci.10.071905.101448

Lelkes, Y., Sood, G., & Iyengar, S. (2017). The hostile audience: The effect of access to broadband Internet on partisan affect. American Journal of Political Science, 61(1), 5-20. https://doi.org/10.1111/ajps.12237

Levitsky, S., & Ziblatt, D. (2018). How democracies die. Crown.

Lorenzo-Rodríguez, J., & Torcal, M. (2022). Twitter and affective polarisation: Following political leaders in Spain. South European Society and Politics, 27(1), 97-123. https://doi.org/10.1080/13608746.2022.2047554

Maier, M., & Ruhrmann, G. (2008). Celebrities in action and other news factors of German TV news 1992-2004: Results from a content analysis. Human Communication, 11(1), 201-218.

Nai, A. (2020). Going negative, worldwide: Towards a general understanding of determinants and targets of negative campaigning. Government and Opposition, 55(3), 430-455. https://doi.org/10.1017/gov.2018.32

Nai, A., & Sciarini, P. (2015). Why ‘going negative’? Strategic and situational determinants of personal attacks in Swiss direct democratic votes. Journal of Political Marketing, 17(4), 382-417. https://doi.org/10.1080/15377857.2015.1058310

Nai, A., & Seeberg, H. B. (2018). A series of persuasive events: Sequencing effects of negative and positive messages on party evaluations and perceptions of negativity. Journal of Marketing Communications, 24(4), 412-432. https://doi.org/10.1080/13527266.2018.1428672

Nai, A., & Walter, A. (Eds.). (2015). New perspectives on negative campaigning: Why attack politics matters. ECPR Press.

Neuendorf, K. A. (2002). The content analysis guidebook. Thousand Oaks, CA: Sage.

Otto, L. P., Lecheler, S., & Schuk, A. R. T. (2019). Is context the key? The (non-) differential effects of mediated incivility in three European countries. Political Communication, 37(1), 88-107. https://doi.org/10.1080/10584609.2019.1663324

PELA (s.f.). Proyecto Elites Latinoamericanas de la Universidad de Salamanca (PELA-USAL). https://tinyurl.com/yw2mry9z

Pineda-Rodríguez, N. K., Cardozo-Castañeda, N., & Cárdenas-Ruiz, J. D. (2023a). El tono negativo y la campaña negativa en la campaña por redes sociales de los candidatos de las consultas interpartidistas de 2022 [Tesis de pregrado, Universidad de La Sabana]. https://intellectum.unisabana.edu.co/handle/10818/54062

Pineda-Rodríguez, N. K., Cardozo-Castañeda, N., & Cárdenas-Ruiz, J. D. (2023b). Las consultas interpartidistas en las elecciones de 2022: Aproximación al uso de elementos de campaña negativa. Reflexión Política, 25(51), 6-12. https://doi.org/10.29375/01240781.4544

Robertson, C. E., Prollochs, N., Schwarzenegger, K., Pärnamets, P., Van-Bavel, J. J., & Feuerriegel, S. (2023). Negativity drives online news consumption. Nature Human Behaviour, 7, 812-822. https://doi.org/10.1038/s41562-023-01538-4

Sarasqueta, G., Garreton, P., Sanda, D., & Leonangeli, B. (2022). Personalización, polarización y narrativas visuales: La campaña presidencial estadounidense de 2020 en la plataforma Instagram. Más Poder Local, 50, 67-83. https://doi.org/10.56151/maspoderlocal.104

Sartori, G. (2003) [1976]. Partidos y sistemas de partidos. Alianza Editorial.

Semrush (2023). The state of content marketing 2023 global report. http://bit.ly/4e4vRIR

Soroka, S. N. (2014). Negativity in democratic politics: Causes and consequences. Cambridge University Press. https://doi.org/10.1017/CBO9781107477971

Soroka, S. N., Fournier, P., & Nir, P. L. (2019). Cross-national evidence of a negativity bias in psychophysiological reactions to news. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 116(38), 18888-18892. https://doi.org/10.1073/pnas.1908369116

Suárez-Tomalá, G., & Cochea-Panchana, G. (2022). Marketing Político 2.0: Estrategias de storytelling a través de TikTok de los dos candidatos a presidente del Ecuador 2021. Revista Científica Arbitrada De Investigación En Comunicación, Marketing Y Empresa REICOMUNICAR, 5(9), 118-135. https://doi.org/10.46296/rc.v5i9.0039

TikTok (s.f.). Cuentas de gobiernos, personas que se dedican a la política y partidos políticos. https://tinyurl.com/y5kbnvw3

TikTok (2022). Actualizamos nuestras políticas de cuentas de gobierno, políticos y partidos. TikTok. https://newsroom.tiktok.com/es-latam/actualizamos-nuestras-politicas-de-cuentas-de-gobierno-politicos-y-partidos

Van-Hiel, A., Mervielde, I., & De-Fruyt, F. (2004). The relationship between maladaptive personality and right wing ideology. Personality and Individual Differences, 36(2), 405-417. https://doi.org/10.1016/S0191-8869(03)00105-3

Yoon, K., Pinkleton, B. E., & Ko, W. (2005). Effects of negative political advertising on voting intention: An exploration of the roles of involvement and source credibility in the development of voter cynicism. Journal of Marketing Communications, 11(2), 95-112. https://doi.org/10.1080/1352726042000315423

Nota

4 1. Al no contar con la insignia de verificado, se consultó al equipo de campaña del candidato José Antonio Kast en el 2021 y se constató que es la cuenta oficial de TikTok del mismo.
3 Cómo citar este artículo: Sarasqueta, G., & Ruiz-Rodríguez, L. M. (2024). TikTok como plataforma para la campaña política negativa: Análisis comparado de candidatos presidenciales en Brasil, Chile y Colombia. Revista Panamericana de Comunicación, 6(2), 1-16. https://doi.org/10.21555/rpc.v6i2.3264

Author notes

Gonzalo Sarasqueta: Administración del proyecto; Análisis formal; Conceptualización; Curación de datos; Escritura - borrador original; Escritura - revisión y edición; Investigación; Metodología; Supervisión; Validación; Visualización.
Leticia M. Ruiz-Rodríguez: Administración del proyecto; Análisis formal; Conceptualización; Curación de datos; Escritura - borrador original; Escritura - revisión y edición; Investigación; Metodología; Supervisión; Validación; Visualización.
HTML generated from XML JATS by