Artículos
Received: 13 September 2023
Accepted: 09 September 2024
Published: 08 November 2024
DOI: https://doi.org/10.36793/psicumex.v15i1.615
Resumen: El presente estudio evalúa la eficacia de cuatro sesiones de un tratamiento integrativo de la terapia cognitivo conductual junto a la terapia centrada en soluciones en el manejo del estrés en jugadores de disc golf de alto rendimiento. Se presenta evidencia bibliográfica que fundamenta la posibilidad de un tratamiento integrado efectivo para la reducción de estrés en atletas. Con una muestra de 7 participantes se realizó una prueba de rangos de Wilcoxon con medidas pretest y postest de cuestionarios estandarizados que miden características psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo, pensamiento centrado en soluciones, pensamientos negativos automáticos y estrés percibido. Los resultados mostraron un efecto significativo en reducción de pensamientos negativos automáticos (W = 21, p = 0.017), aumento de pensamiento centrado en soluciones (W = 1.5, p = 0.037) y características psicológicas relacionadas al deporte (W = 0.0, p = 0.016). No se observó un efecto significativo en la reducción de estrés percibido. Se concluye un beneficio empírico en el manejo del estrés de los atletas.
Palabras clave: Estrés, deporte, terapia cognitivo conductual, terapia breve, evaluación.
Abstract: The present study aimed to evaluate the efficacy of stress management using an integrative approach of CBT and Solution Centered Therapy composed of four sessions in Disc Golf players. Bibliographic evidence supports the possibility of an effective integrative treatment for stress reduction in athletes. A Wilcoxon test was performed to compare pre intervention and post intervention measures of standardized scales in a sample of 7 participants. Data was collected using questionnaires that measure psychological characteristics related to sport performance, solution centered thinking, negative automatic thoughts and perceived stress. Results showed a significant reduction of negative thoughts (W = 21, p = 0.017), significant increase in solution centered thinking (W = 1.5, p = 0.037) and in psychological characteristics related to sports performance. (W = 0.0, p = 0.016). A significant effect on perceived stress wasn’t observed. An empirical benefit on athlete´s stress management is concluded.
Key words: Stress, sports, cognitive behavioral therapy, brief therapy, evaluation.
Introducción
El manejo del estrés en los atletas ha probado ser un factor clave dentro de las muchas variables que impactan su rendimiento y salud, ya que produce cambios en la frecuencia de lesiones, desempeño e, inclusive, en la prevención de enfermedades mentales como depresión y ansiedad (Li et al., 2017; Singh, 2017). El estrés ha sido estudiado ampliamente a través de la historia de la psicología y ciencias sociales, siendo definido por Hans Selye, en primera instancia, como una respuesta reactiva fisiológica (dentro de lo que él llamó “síndrome general de adaptación”) en la que se denotan cambios en la activación fisiológica (actividad cardiaca, galvánica, respiratoria, etc.), además de consecuencias orgánicas, como cambios en el equilibrio bioquímico (Selye, 1985). Con el paso del tiempo, el concepto de estrés ha evolucionado y ha llegado a abarcar un proceso completo. La teoría transaccional del estrés de Lazarus lo define como el proceso donde se presentan estresores de diferentes tipos (sucesos vitales, estresores diarios o crónicos) y se realiza una evaluación cognitiva de estos y de los recursos personales, resultando en una respuesta física y emocional (Lazarus y Folkman, 1984, citado por González et al., 2011).
Siguiendo este modelo, se ha descrito que, de manera general, el estrés es generado a través de una evaluación cognitiva del balance entre la situación (estresores) y ciertos aspectos que describen los recursos con los que se percibe cada individuo. Entre estos está la autoestima (la evaluación que se hace de uno mismo), la autoeficacia (la percepción que se tiene de las propias competencias y capacidades para lograr los resultados deseados) y el apoyo social percibido (la percepción de la red y capacidad de apoyo social) (González y Landero, 2008).
En cuanto al estrés competitivo, se relaciona de manera estrecha y particular a una baja autoeficacia que hace dudar al deportista de sus capacidades y perder la concentración (González et al., 2017), y a una deficiencia de estrategias de afrontamiento como solución a problemas que previenen que el deportista encuentre alternativas adecuadas para su contexto (Nicholls et al., 2005). González (2011) describe el proceso de estrés en un contexto de competición, donde se pueden presentar un gran número de estresores que, con frecuencia, deben ser controlados en vista de la necesidad de obtener resultados en el corto plazo. Esto demanda un equilibrio mental y emocional para los deportistas que tiene una gran influencia en su rendimiento deportivo. Por ejemplo, se ha observado que sintomatología física, cognitiva y social provoca una baja prolongada en el rendimiento físico-atlético, entumecimiento o temblor de músculos, hiperventilación, desregulación de la actividad cardiaca, desmotivación, agotamiento, desconexión emocional, pensamientos negativos, descontrol atencional, entre otros (Vanegas et al., 2023).
Por otro lado, Lundqvist et al. (2011) reportaron que bajas puntuaciones en estrés competitivo y altos niveles de autoconfianza son los mayores predictores de logro deportivo. Esto ha dado pie a investigar diferentes variables que puedan ayudar a predecir un manejo adecuado del estrés. Entre ellas, se ha encontrado que características psicológicas relacionadas al desempeño, como la cohesión de equipo (donde las personas forman relaciones cercanas con sus compañeros y sienten mayor seguridad), habilidad mental (cuando los atletas entrenan sus funciones cognitivas para mantener el enfoque, atención y memoria) o la motivación (tienen un objetivo claro y atractivo que los impulsa a la acción), promueven un manejo del estrés adecuado y un rendimiento más alto al mejorar el contexto que rodea cada competición (Mahamud et al., 2005).
Por otra parte, el pensamiento centrado en soluciones, descrito como una perspectiva centrada en objetivos y en la presuposición del uso de recursos para la resolución de problemas, también se ha vinculado con una mejor respuesta al estrés en atletas al aumentar el optimismo, resiliencia y confianza en sus propias capacidades (Napier, 2021; Ramírez y González, 2022). Finalmente, muy relacionado al concepto de Lazarus de estrés percibido, a través de la teoría de Aaron Beck se propone la reducción de pensamientos negativos automáticos (por ejemplo, “no voy a poder”, “no tiene punto”, “las cosas saldrán mal”) como un elemento fundamental para el manejo adecuado del estrés en atletas, ya que aumenta la sensación de control, autoconfianza y capacidad de enfoque (Chang et al., 2017). Tomando como referencia estas variables, diferentes intervenciones psicológicas han sido propuestas para aumentar el manejo positivo del estrés.
La intervención cognitivo conductual ha sido implementada para reducir el estrés por autores como Venegas (2015) y Novelo y Ramírez (2018). Esto se ha logrado también en poblaciones de jóvenes deportistas (golfistas, basquetbolistas, futbolistas, atletas), utilizando técnicas como la reestructuración de los pensamientos negativos automáticos relacionados con sus capacidades deportivas y personales, autoinstrucciones y seguimiento de una rutina que mejore la concentración y ejecución controlada, y ejercicios de relajación (Morrison y Milne, 2015). Esta información es sustentada por estudios que han reportado la efectividad de estas técnicas de corte cognitivo conductual en la reducción de la activación fisiológica de estrés y/o medidas de estrés percibido en poblaciones (Mayoral et al., 2022). Se ha observado también la efectividad específica de intervenciones de este corte en atletas; por ejemplo, la investigación de Fernández y Briceño (2020) reportan como las técnicas de respiración diafragmática, relajación muscular y desensibilización con visualización pueden ser efectivas, específicamente en el componente fisiológico de la sintomatología del estrés competitivo. Se ha registrado también un efecto positivo de la TCC en la reducción de medidas subjetivas de estrés percibido (Rosales, 2017), utilizando técnicas como la psicoeducación, relajación con respiración diafragmática, técnicas de identificación y reconocimiento de emociones y de reestructuración cognitiva.
Adicionalmente, existe evidencia de efectividad con una integración de los enfoques cognitivo conductual y de la terapia centrada en soluciones en atletas de alto rendimiento mexicanos, aportada por Ramírez y González (2022). En esta investigación se compararon dos programas de intervención, uno de corte cognitivo conductual que utilizó técnicas como la reestructuración cognitiva, la psicoeducación, autoinstrucciones, respiración diafragmática, solución de problemas, imaginería, detección del pensamiento, etc; y otro que además integra técnicas del enfoque centrado en soluciones, como la búsqueda de excepciones, externalización y pregunta escala. Los resultados demuestran que al comparar medidas prepost de estrés percibido y de recuperación, a pesar de que ambos programas tienen resultados positivos, los participantes del grupo que integra ambos enfoques tuvieron resultados superiores en reducción de estrés percibido (esto no se observó en el grupo de TCC), incremento de recuperación y mantenimiento de resultados.
Algunas propuestas alternativas también han sido utilizadas para el tratamiento del estrés competitivo. Por ejemplo, Barker y Jones (2008) presentan un estudio de caso donde se utilizó la hipnosis en un jugador de soccer para aumentar su autoeficacia, afecto positivo y desempeño, teniendo medidas positivas en la comparación pretest-postest. No obstante, este efecto no se ha estudiado a profundidad y su validez externa aún es incierta. Por otra parte, Bishop et al. (2007) investigaron el uso de la musicoterapia en la regulación emocional de un grupo de jugadores de tenis. Si bien el estudio reportó un incremento en el estado de ánimo positivo y una mayor capacidad de visualización, la metodología utilizada carece de solidez estadística (se utilizaron diarios y entrevistas, sin análisis de datos) y se reconoce una gran influencia de variables mediadoras.
Una revisión sistemática, realizada por Rumbold et al. (2012), analizó un gran número de intervenciones que se han utilizado para el manejo de estrés en atletas, comparando las intervenciones de corte cognitivo conductual, multimodal y alternativas, por lo que su conclusión es importante. Se reporta una efectividad compartida entre los diferentes enfoques, enfatizando en este caso las variables mediadoras y moduladoras, como la edad, género, deporte, nivel de estrés, personalidad, etc. Esto pudiese significar que el factor clave para tener una intervención efectiva, más allá del modelo teórico que se escoja (siempre y cuando no se salga demasiado de los paradigmas comunes), es el diseño adecuado de la intervención y la socialización de la misma con los participantes.
En resumen, se considera que se cuenta con la suficiente evidencia para argumentar que la selección de un tratamiento cognitivo conductual con integración de técnicas del enfoque centrado en soluciones es adecuada para la reducción del estrés competitivo en deportistas jóvenes mexicanos. Debido a lo anterior, el objetivo general del trabajo es establecer la efectividad de una intervención basada en la integración de los enfoques cognitivo conductual y centrado en soluciones en el aumento de variables psicológicas relacionadas con el rendimiento, pensamiento centrado en soluciones, reducción de estrés percibido y de pensamientos negativos automáticos. Esto permitirá la comparativa de los resultados con los de otras intervenciones, con el fin de determinar la mejor opción para esta población. Este objetivo es similar al de otros trabajos de intervención en poblaciones similares, como el de Esquivel y Martín (2019).
Metodología
Participantes
Los participantes fueron atletas y deportistas que participan en competencias de alto rendimiento en disc golf en México, solteros, no pertenecientes a ninguna universidad, con título profesional terminado. El contacto se hizo a través de una publicación en Facebook y por WhatsApp. Los criterios de inclusión fueron practicar disc golf de manera competitiva, haber participado de manera regular en competencias desde hace mínimo 1 año y estar activo en competencias durante el semestre actual. Como criterios de exclusión, no se consideraron participantes menores a 16 años (debido al desarrollo psicológico), jugadores que solo compiten ocasionalmente o que estaban en tratamiento psicológico o psicofarmacológico debido al estrés deportivo/competitivo. Como criterio de eliminación, no se tomaron en cuenta para el estudio a los participantes que faltaron a una o más sesiones. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia, considerando a los deportistas voluntarios del grupo de disc golf México. Se obtuvieron 7 participantes, 6 hombres y 1 mujer. El promedio de edad fue de 26.5 años, siendo el mínimo de años practicando el deporte 1 y el máximo 5. Se eliminó de la muestra a un participante por ausentismo.
Instrumentos
Escala de estrés percibido de Cohen versión mexicana
Para la medición del estrés se utilizó la escala de estrés percibido de Cohen et al. (1983), versión adaptada a México por González y Landero (2007). Esta escala está formada por 14 ítems, con una estructura bifactorial: estrés percibido o pérdida de control (ítems 1, 2, 3, 8, 11, 12 y 14) y afrontamiento del estrés percibido o a favor del control (ítems 4, 5, 6, 7, 9, 10 y 13), teniendo estos últimos una puntuación inversa. Los ítems son contestados en formato Likert de 5 puntos, donde 0 corresponde a “nunca” y 4 a “muy frecuentemente”. El puntaje global se obtiene con una sumatoria simple de 0-4 por ítem, rangos totales de 0 a 56 (Remor, 2006). Los baremos son los siguientes: hasta 14 puntos indica que casi nunca está estresado, 15-28 significa que de vez en cuando está estresado; 29-42 representa que a menudo está estresado, y 43-56 significa que muy a menudo está estresado durante sus actividades diarias (Torres et al., 2015). En cuanto a la validez y confiabilidad se han realizado estudios de validación en poblaciones similares, por ejemplo en un estudio que reporta un α= .86 y medidas de validez como GFI= .91, RMSEA= .056, NFI= .97, CFI= .98, IFI= .98 (Brito et al., 2019).
Características psicológicas relacionadas con el rendimiento
Creado por Gimeno et al. (2012), este instrumento está formado por 55 ítems de formato Likert de 5 puntos donde 1 es “totalmente en desacuerdo” y 5 es “totalmente de acuerdo”, con una opción adicional de “no entendió” (el ítem) para evitar respuestas en blanco. Contiene 5 factores: control del estrés, influencia de la evaluación del rendimiento, motivación, habilidad mental y cohesión de equipo. El puntaje global se obtiene con una puntuación directa (mínimo 55 y máximo 275), teniendo a los ítems 1, 2, 4, 9, 10, 11,12, 13, 14,16, 17, 19, 20, 21, 26, 27, 28, 29, 31, 34, 35, 36, 37, 39, 41, 44, 46, 47, 48, 51, 52 y 53 con puntuación inversa. La escala control de estrés (CE) tiene veinte ítems; la escala influencia de la evaluación del rendimiento (IER), doce ítems; la escala motivación (MO), ocho ítems; la escala habilidad mental (HM), nueve ítems; y la escala cohesión de equipo (CH), seis reactivos. La interpretación es directa, pero se pueden usar baremos preexistentes para fútbol, básquetbol y rugby (Olmedilla et al., 2017). El instrumento ha tenido resultados de validez y fiabilidad adecuados para su uso, por ejemplo, en un estudio que reporta un α= .85 y medidas de validez como RMSEA= .68, SRMR = 0.066, CFI= .862, TLI= 0.845 (López, 2021).
Cuestionario de pensamientos automáticos
Este cuestionario fue desarrollado en los 80s por Hollon y Kendall (1980) para evaluar los pensamientos automáticos que caracterizan problemáticas como la depresión y la ansiedad, y que también se han descrito como problemáticas relacionadas con el estrés. Tiene cuatro factores: desajuste personal, autoconcepto y expectativas negativas, baja autoestima y desamparo. Consta de 30 ítems de escala Likert del 0 al 4, donde 0 es “nunca” y 4 es “muchísimo”. La puntuación se realiza con sumatoria simple, 0-4 por cada ítem, con un puntaje total que varía de 0 a 120. Este instrumento ha sido validado con éxito en otras poblaciones, mostrando puntuaciones favorables de confiabilidad (α= .95) y de validez (valores Eigen mayores que 1, los cuales explicaron 52.45% de la varianza, cargas factoriales mayores a 0.41 y correlación entre las subescalas y con la escala total mayor a .70 con valor p >.05) de instrumento (Mera et al., 2011).
Cuestionario centrado en soluciones
Este cuestionario fue creado por Grant et al. (2012) para medir la orientación de las personas hacia la resolución positiva de los problemas. Consta de 12 ítems tipo Likert de 6 niveles, donde 1 es “totalmente en desacuerdo” y 6 “totalmente de acuerdo”; con 3 factores: orientación hacia la meta (ítems 9, 10, 11 y 12), distanciamiento del problema (1, 2, 4, 5) y activación de recursos (3, 6, 7 y 8). Para los puntajes, se toman las puntuaciones directas (rango de 12 a 72), con calificación inversa en los ítems 1, 2, 4 y 5. Se han reportado medidas de confiabilidad y validez adecuadas, por ejemplo, un estudio que reporta un α > .84, GFI= .903, TLI= 0.924, CFI= 0.941 y RMSEA= 0.071 (Neipp et al., 2017).
Diseño de intervención
La intervención se conforma de cuatro sesiones en línea de 60 minutos con integración de técnicas cognitivo-conductuales, con algunas estrategias de la terapia breve centrada en soluciones (búsqueda de excepciones, pregunta escala y externalización).
Fases de la intervención
Identificación y conciencia de los efectos del estrés. Se busca que los deportistas conozcan el proceso general de estrés y, utilizando ese conocimiento, puedan identificar como se manifiesta en su situación particular. Para lograr esto se utilizó la técnica de psicoeducación del modelo transaccional de Lazarus (Lazarus y Folkman, 1984, citado por González et al., 2011). Esta técnica ha sido descrita y utilizada en intervenciones similares, como en la de Gómez et al. (2021). Se agrega la técnica de externalización de White y Epston (1993). Su evaluación fue a través de los instrumentos de medición (estrés percibido, pensamientos negativos) y de manera puntual en la encuesta final con una escala Likert: “En cuanto a este objetivo, has obtenido conocimientos:”, donde 1 es “nulo/se mantuvo igual” y 5 es “aumentaron considerablemente”. También se medió a través de la pregunta escala.
Autocontrol a través de la relajación. Se busca identificar en qué partes del cuerpo se manifiesta el estrés y poder intervenir de manera controlada para relajar ese grupo muscular. La técnica utilizada es la relajación muscular progresiva de Jacobson (1987). Esta técnica busca tensionar cada musculo para después relajarlo, enfocándose en este proceso progresivo. Ha sido utilizada en intervenciones similares (Villarroel, 2017; Liang et al., 2021). Su evaluación fue a través de los instrumentos de medición (estrés percibido) y de manera puntual en la encuesta final de resultados con una escala Likert: “En cuanto a este objetivo, has obtenido conocimientos:”, donde 1 es “nulo/se mantuvo igual” y 5 es “aumentaron considerablemente”. También se medió a través de la pregunta escala.
Adherencia a una rutina física y mental para la concentración. Se busca que los atletas puedan realizar las acciones físicas y mentales necesarias para la realización de su deporte de manera confiada, auto determinada, enfocada y efectiva. Se utiliza la técnica del entrenamiento en auto instrucciones de Meichenbaum y Meichenbaum (1977), que consta de un modelado de rutinas físicas y mentales, instrucciones en voz alta, autoinstrucciones en voz alta, autoinstrucciones en voz baja y auto instrucciones encubiertas. Esta técnica ha sido utilizada en intervenciones (Villarroel, 2017) y poblaciones similares (Cohn et al., 2016; Llames y Dantas, 2017). Su evaluación fue a través de los instrumentos de medición (estrés percibido, cuestionario de rendimiento deportivo) y de manera puntual en la encuesta final de resultados con una escala Likert: “En cuanto a este objetivo, has obtenido conocimientos:”, donde 1 es “nulo/se mantuvo igual” y 5 es “aumentaron considerablemente”. También se medió a través de la pregunta escala.
Cambio de pensamientos negativos automáticos. Se busca que los atletas reemplacen ideas automáticas negativas, irracionales y desadaptativas por otras más realistas y funcionales que permitan un mejor rendimiento en la competición. Esto por medio de la técnica de reestructuración cognitiva a través del descubrimiento grupal guiado (Overholser, 2018), la cual consta de la escucha activa, identificación de creencias, cuestionamiento sistemático, búsqueda de evidencias y redirección a un pensamiento alternativo. Esto se ha implementado en intervenciones similares y con esta misma población (Gómez et al., 2021; Welch, 2022). Su evaluación fue a través de los instrumentos de medición (estrés percibido, pensamientos negativos) y de manera puntual en la encuesta final de resultados con una escala Likert: “En cuanto a este objetivo, has obtenido conocimientos:”, donde 1 es “nulo/se mantuvo igual” y 5 es “aumentaron considerablemente”. También se medió a través de la pregunta escala.
Entrenamiento en solución de problemas. Se busca que los atletas aprendan un modelo que identifique adecuadamente la problemática y obtenga alternativas para que guíen a una toma de decisiones eficaz. Para esto se utilizó el entrenamiento en solución de problemas de la terapia de solución de problemas de D´Zurilla y Goldfried (1971), que consiste en la explicación del modelo de toma de decisiones y en la práctica de cada uno de sus pasos. Se ha utilizado en intervenciones similares (Gómez et al., 2021) y en este grupo poblacional (Certel et al., 2013). Su evaluación fue a través de los instrumentos de medición (estrés percibido, solución de problemas) y de manera puntual en la encuesta final de resultados con una escala Likert: “En cuanto a este objetivo, has obtenido conocimientos:”, donde 1 es “nulo/se mantuvo igual” y 5 es “aumentaron considerablemente”. También se medió a través de la pregunta escala.
Identificación de recursos personales. Se busca que los atletas puedan reconocer y utilizar de manera consciente los recursos personales con los que ya cuentan y que ya son funcionales para ellos. Para esto se utilizó la técnica de trabajo con excepciones de Beyebach (1999), que consta de elicitar situaciones donde el problema no se presentó, marcarlas para que no pasen desapercibidas, ampliarlas, anclarlas y seguir buscando más. Se ha utilizado en intervenciones similares (McCormick, 2014). Su evaluación fue a través de los instrumentos de medición (cuestionario de rendimiento deportivo) y de manera puntual en la encuesta final de resultados con una escala Likert: “En cuanto a este objetivo, has obtenido conocimientos:”, donde 1 es “nulo/se mantuvo igual” y 5 es “aumentaron considerablemente”. También se medió a través de la pregunta escala.
Procedimiento
Las sesiones fueron realizadas por la plataforma Google Meets, se invitó a los participantes a través de redes sociales y se realizó un pre-registro para hacerles llegar el consentimiento informado y las escalas pretest, los cuales se realizaron de manera digital a través de la plataforma Google Forms. El consentimiento informado incluyó la justificación y objetivos de investigación, la descripción de procedimientos, molestias y riesgos esperados, beneficios esperados, participación voluntaria, privada, autónoma y gratuita. Las fechas de las sesiones fueron: martes 4, 11, 18 y 25 de octubre del 2022 de 6 a 7 pm. Las escalas postest se realizaron 2 semanas después de la última sesión.
Primera sesión. En la primera sesión se inició con la presentación e introducción del taller. Durante estos 5 minutos se revisó también que todos hayan contestado el consentimiento informado y las escalas pretest, resolviendo cualquier duda al respecto. Después, los próximos 5 minutos se realizó la pregunta escala para la línea base (“En una escala del 1 al 10 donde 1 es el momento donde peor ha estado el estrés competitivo y 10 el momento donde dicho problema ha sido resuelto a un nivel satisfactorio, ahora ¿En qué número se encuentran las cosas?”). Durante los siguientes 30 minutos se utilizó la psicoeducación sobre el miedo y el estrés, primero proyectando un video psicoeducativo y después explicando la definición de estrés según Lazarus. A continuación, se llevó a cabo una dinámica para compartir los efectos del estrés que cada quien observa en su vida deportiva, buscando utilizar un lenguaje externalizador. Enseguida, durante los próximos 15 minutos se realizó un entrenamiento breve con la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson. Por último, los 5 minutos finales se dedicaron a explicar la tarea de identificación de excepciones, hacer una reflexión final para compartir los aprendizajes y resolver dudas finales.
Segunda sesión. Durante los primeros 15 minutos se pidió que compartan las excepciones de la semana; en los siguientes 5 minutos, se explicó el funcionamiento e importancia del autodiálogo, las diferencias entre uno positivo y negativo, y los beneficios de tener rutinas físicas y mentales automatizadas. Después, se dedicaron 10 minutos para que cada participante escribiera y desarrollara una rutina mental y física para los drives y los putts. Se priorizó contar con un componente de alineación a objetivo, buena postura, práctica y observación. Se revisó que las rutinas mentales comenzaran con la instrucción de comprometerse, visualización de tiro y autoafirmación. Se utilizaron las auto instrucciones para practicar y consolidar la rutina, utilizando un check-list físico que poco a poco se repasó de manera mental. Los últimos 5 minutos se realizó la pregunta escala, y la explicación de la tarea de practicar la rutina con auto instrucciones y reflexión final.
Tercera sesión. Después de compartir los resultados de la tarea y excepciones, se realizó una psicoeducación de 10 minutos sobre los pensamientos negativos automáticos, creencias intermedias y centrales. En los siguientes 30 minutos se realizó un proceso de reestructuración cognitiva a través de una dinámica de debate grupal donde se repasó la lógica, probabilidad y utilidad del pensamiento, encontrando un posible pensamiento más adaptativo que predijera un cambio positivo en su funcionamiento. Durante los últimos 5 minutos se explicó la tarea de un registro de pensamientos, se realizó la pregunta escala y la reflexión final.
Cuarta sesión. Después de la revisión de tarea y excepciones, en los siguientes 30 minutos se realizó el entrenamiento en solución de problemas de la terapia cognitivo conductual, utilizando un elemento gráfico. Después se trabajó de manera grupal la construcción de una situación problemática real de competición, generación de alternativas y construcción de planes de acción efectivos. Durante los siguientes 5 minutos se realizó la pregunta escala, se compartieron aprendizajes de todo el taller para consolidarlos, se comentaron los cambios observados y se hicieron recomendaciones para futuros talleres.
Procedimiento de análisis de datos
Para el análisis de datos se realizó una prueba de rangos de Wilcoxon para los instrumentos CPRR, ESP, CCS y CPA. Esto se realizó utilizando el software Jamovi 2.3.12 de dominio público (The Jamovi Proyect, 2022). La selección de esta prueba está justificada, ya que sirve al objetivo de investigación al otorgar una comparativa estadística entre las dos evaluaciones (rango medio), entendiendo que por el número de participantes no se puede suponer la distribución normal (imposibilitando el uso de una prueba paramétrica como t de Student). Se seleccionó el uso de un nivel de significancia de 0.05 como es habitual.
Para la pregunta escala y encuesta de avance en objetivos se realizó un análisis visual descriptivo que complementa el objetivo de la investigación con medidas de cambio subjetivo para confirmar la posible diferencia entre muestras pre y post tratamiento en las diferentes variables.
Resultados
Los resultados estadísticos permiten conocer la presencia de diferencias significativas entre las uestras pre y postratamiento para cada una de las variables de estudio, ayudando a establecer la efectividad del procedimiento. A continuación, se presentan las diferencias de los valores de cada instrumento.
Características psicológicas relacionadas con el rendimiento
La prueba de rangos de Wilcoxon unilateral indicó que los resultados postest fueron significativamente mayores a los resultados pretest después de la intervención (ver Tabla 1), y la diferencia se observa en la Figura 1.
Cuestionario de pensamientos automáticos
La prueba de rangos de Wilcoxon unilateral indicó que los resultados postest fueron significativamente menores a los resultados pretest después de la intervención (ver Tabla 1). Esta diferencia se observa en la Figura 2.
Cuestionario centrado en soluciones
La prueba de rangos de Wilcoxon unilateral indicó que los resultados postest fueron significativamente mayores a los resultados pretest después de la intervención (ver Tabla 1). Esta diferencia se observa en la Figura 3.
Escala de estrés percibido
La prueba de rangos de Wilcoxon unilateral indicó que los resultados postest no demostraron ser significativamente menores a los resultados pretest después de la intervención (ver Tabla 1). Esta diferencia se observa en el Figura 4.
Con respecto a los objetivos planteados: identificación y conciencia de los efectos del estrés (O1), autocontrol a través de la relajación (O2), adherencia a una rutina física y mental para la concentración (O3), cambio de pensamientos negativos automáticos (O4), entrenamiento en solución de problemas (O5) e identificación de recursos personales (O6) y el avance general en conocimientos, cinco personas reportaron que “aumentaron considerablemente” en el O1 y en el avance general, dos en el O3, O4 y O6; y una en el O5. El resto de los resultados se observan en la Figura 5.
En la pregunta escala se reportó un promedio de avance de la primera sesión al seguimiento de 2.66 puntos, siendo el puntaje más alto 9/10 (cuando había comenzado en un 6) y el más bajo 4.5/10 (cuando había comenzado en un 2). Todos los participantes mostraron un avance o mantenimiento en cada etapa, sin observarse ningún retroceso. Los resultados se pueden observar visualmente en la Figura 6.
Discusión
A través de los instrumentos de evaluación se puede observar una reducción exitosa de los pensamientos negativos automáticos, un aumento del pensamiento centrado en soluciones y de características relacionadas con el rendimiento deportivo (control del estrés, habilidad mental, mejor rendimiento y motivación) después de la intervención. No se observó una reducción significativa en el estrés percibido. Las evaluaciones subjetivas complementan la observación del efecto positivo en el manejo del estrés, donde cada objetivo fue evaluado positivamente, siendo el peor evaluado el autocontrol a través de la relajación, y el mejor, la identificación y conciencia de los efectos del estrés. La pregunta escala también denota una percepción de progresión en el manejo del estrés por parte de los participantes, donde cada uno de ellos mostró una tendencia general ascendente.
Estos resultados se explican gracias a la motivación, compromiso, interés y alta participación de los deportistas, realizando de manera adecuada las tareas e involucrándose en las actividades de cada sesión, así como a la adecuada selección de técnicas, su efectiva socialización y aplicación. Algunos de los obstáculos fueron los problemas técnicos que se presentaron por alguna falla ocasional en la tecnología, donde afectó un poco la claridad de la comunicación. Además, se comentó de manera frecuente que el hecho de estar en etapa de entrenamiento no permitía probar in vivo las estrategias aprendidas en una competencia, forzándolos a practicar a través de técnicas de imaginación y visualización. Esto probablemente explique el mantenimiento del estrés percibido, ya que, en las situaciones de mayor estrés y presión, los participantes no pudieron poner en práctica sus herramientas.
La efectividad global observada de la intervención corresponde con el modelo teórico transaccional de Lazarus y con el de González y Landero (2008), pues al reducir los pensamientos negativos automáticos que obstaculizan la confianza y concentración, dotar a los participantes de herramientas como la solución de problemas y las autoinstrucciones, y al aumentar la conciencia y reconocimiento de recursos personales y grupales, se genera una comparativa positiva entre las demandas del ambiente y la autopercepción de los recursos de afrontamiento. Esto se complementa al incluir estrategias de reducción de la activación fisiológica que reducen la sintomatología resultante del proceso del estrés y generan una mayor atribución de control.
Al comparar con intervenciones similares que utilizan la integración TCC-TBCS, como la de Ramírez y González (2022), se registran algunos resultados congruentes en diferencias pre y posintervención. Esto se debe a que, en ambas intervenciones, al utilizar técnicas de relajación, de resolución de problemas, búsqueda de excepciones grupales y seguimiento con la pregunta escala, se generó un efecto positivo en el aumento de recursos para la recuperación. Sin embargo, los estudios son incongruentes en los resultados de reducción del estrés percibido, probablemente, debido a las diferencias en personalidad y otras características de los participantes de ambos estudios (no consideradas en la metodología por el amplio espectro de variables que esto hubiera representado y su consecuente demanda económica y logística), la variación en las intervenciones (por ejemplo en el contenido específico y el material de la psicoeducación o en la dinámica de reestructuración cognitiva) o el número de sesiones empleado, siendo este último elemento un factor diferencial con otros estudios adicionales. Por ejemplo, en el estudio de Olmedilla et al. (2019), donde utilizando las mismas métricas y un proceso de intervención con un enfoque similar, pero en 8 sesiones, sí se redujo el estrés percibido.
Esta intervención demuestra algunas ventajas claras ante otras alternativas en cuanto a validez; por ejemplo, con respecto al estudio de Muñoz (2020) que utilizó la hipnoterapia y donde no se encontraron diferencias significativas en instrumentos similares. Por su parte, al comparar opciones como el coaching Gestalt, se encontraron pocos estudios centrados en los efectos en la concentración o regulación emocional, no incluyeron análisis estadísticos y fueron con muestras de menos de 5 personas (Almendares, 2023).
Conclusiones
En general, se observa un efecto positivo mediano del protocolo de intervención cognitivo conductual y centrado en soluciones, principalmente en medidas de aumento en pensamiento centrado en soluciones y características relacionadas al deporte, así como una reducción en pensamientos negativos automáticos. Estos resultados son relevantes para la disciplina psicológica y deportiva, ya que este conocimiento puede ser útil para los atletas al seleccionar un tratamiento cuando se desea reducir el estrés competitivo y mejorar el rendimiento.
Como limitaciones del estudio, se considera la muestra pequeña, que los participantes no tuvieron oportunidad de competir durante el mes que duró la intervención y, por lo tanto, no pudieron exponerse a situaciones reales de un torneo, la falta de un grupo control para hacer un diseño de ensayo con control aleatorizado (lo cual hubiera dotado de mayor validez a los resultados) y la falta de recursos presupuestales y logísticos para un diseño metodológico más robusto que incluya el control de variables de personalidad. Al ser en formato en línea las fallas en tecnología impidieron la comunicación clara y continua en algunos momentos (lo cual pudiese haber afectado la efectividad de algunas intervenciones) y esto podría haber afectado el compromiso, interés y atención de los participantes.
Para investigaciones futuras se sugiere utilizar diseños con grupo de control, comparar grupos con diferentes tratamientos, utilizar una intervención presencial para observar si hay diferencias, utilizar una muestra más amplia, variación en las intervenciones/número de sesiones, agregar como variables moderadoras las diferencias en personalidad (metodología más robusta). Esto permitirá comprobar los resultados aquí reportados.
Agradecimientos
Se agradece a la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León y al programa de Maestría en Psicología con Orientación en Terapia Breve por su apoyo y facilitación de recursos para esta investigación, así como a la comunidad Disc Golf México por su participación en ella.
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Conflicto de intereses
Financiamiento
Cómo citar este artículo:
Author notes
*Autor para correspondencia: Mario Andrés Arratia Velarde email: mario.arratiav@uanl.edu.mx y arratiavelarde.mario@gmail.com