Introducción

Creado en 1947 a raíz de la donación de la colección de cerámica de Manuel González Martí al Estado, el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí” fue inaugurado en 1954 en su actual sede, el palacio del marqués de Dos Aguas. Este edificio, de origen gótico, ha sufrido varias reformas a lo largo de su historia. El aspecto que ofrece hoy en día al público corresponde mayoritariamente a la reforma llevada a cabo a mediados del siglo XIX por Vicente Dasí Lluesma, VII marqués de Dos Aguas (1825-1893).

La inclusión de la perspectiva de género es una de las líneas de trabajo del área de difusión del Museo. Desde 2014, el programa educativo ofrece las visitas “Una cuestión de género” para público escolar de segundo ciclo de Educación Secundaria y Bachillerato (Cuesta, 2014; 2015; 2017); desde 2018, se ofertan igualmente a público adulto.

En el diseño de las visitas se ha usado el concepto de género para analizar una serie de piezas y estancias de la exposición permanente (Cuesta, 2020). El género sirve de herramienta para reflexionar sobre su relación con una serie de disciplinas, temas o conceptos que permiten generar un nuevo discurso sobre la pieza o espacio estudiado: estereotipos de género, relaciones de género, género y espacio, género e indumentaria, etc. El objetivo de estos recorridos es fomentar la reflexión y el análisis crítico de los objetos expuestos en los museos para dar visibilidad a las identidades de género subalternas, especialmente las mujeres, y fomentar la igualdad de género, deconstruyendo estereotipos y prejuicios.

Por lo tanto, dentro de las líneas discursivas propuestas por López Fernández-Cao (Albero, Arriaga, 2018), esta actividad se enmarca tanto en la línea de recuperación de la memoria de las mujeres como en la que reflexiona sobre la construcción de la identidad de género.

La sala de personajes ilustres

Una de las estancias incluidas en las visitas “Una cuestión de género” es la llamada sala de personajes ilustres. Situada entre el vestíbulo y el salón de baile ‒estancia más amplia de la planta noble y de mayor representatividad social‒, la sala de personajes ilustres funciona como una antesala al salón de baile. Su ubicación es estratégica ya que las personas invitadas a un baile de sociedad, o que visitaban a los marqueses, pasaban necesariamente por esta sala.

Vicente Dasí encargó a José Brel y Giralt (1832-1894) la decoración de la sala con cinco retratos en forma de medallón situados en la parte superior de las paredes y las sobrepuertas. Representan sendos personajes valencianos del ámbito de las artes, la literatura, la ciencia o la filosofía: el poeta Ausiàs March (1400-1459); el filósofo y humanista Lluís Vives (1492-1540); el pintor Joan de Joanes (1507-1579); el teólogo y matemático Vicente Tosca (1651-1723) y el escultor Ignacio Vergara (1715-1776), autor de la portada de alabastro del palacio y de la carroza de las ninfas, conservada en el Museo.

A partir del análisis de la tradición de galerías de hombres ilustres desde la Antigüedad, Pierre Civil distingue tres tipos de galerías: la decoración de bibliotecas, de inspiración enciclopédica, que reúne a los personajes ilustres de las letras, las ciencias, las artes, la teología, etc.; la colección de retratos que asocia a la figura del Príncipe las representaciones de diversos personajes ilustres; la galería dinástica o familiar que glorifica un linaje, justificando de esta manera su poder y su prestigio (Civil, 1990, p. 8).

En una versión más modesta que los ejemplos que analiza Civil, la sala de personajes ilustres del palacio de Dos Aguas se podría clasificar en las dos primeras categorías. Es evidente que la sala quiere glorificar grandes personajes de la cultura con el común denominador de la procedencia: Valencia. Pero al mismo tiempo, al incluir a Vergara quien trabajó para un antepasado suyo ‒Giner Rabassa de Perellós y Lanuza, III marqués de Dos Aguas‒, inscribe a Vicente Dasí en esta ilustre genealogía.

Al constatar la ausencia de mujeres entre los retratados, esta sala permite hablar de dos temas, relacionados entre sí: la historia y el espacio, en relación con el género.

Historia y género

El hecho de que no se incluyan mujeres entre estos retratos no significa que no hayan existido mujeres que han desarrollado un papel importante en la historia y la cultura en Valencia en esa época. La historia, como disciplina, es subjetiva y está hecha de exclusiones e inclusiones que responden a criterios y valores de una época; es androcéntrica ya que ha estado escrita tradicionalmente por hombres, desde su experiencia propia y según los criterios que los historiadores han establecido para decidir qué merece la pena incluir en la historia y qué se puede excluir (Torregrosa, 2019: 186). La experiencia de las mujeres ha sido generalmente excluida. Centrada en los grandes hombres, los héroes nacionales y los eventos fechados, la historia ha obviado, hasta hace unas décadas, la vida de las gentes anónimas, la vida cotidiana y la historia de las mujeres.

Como ejemplo, se evoca la figura de Isabel de Villena (1430-1490), poetisa y prosista española, considerada la primera escritora conocida en valenciano. En Vita Christi, la única obra conservada de Isabel de Villena, la autora se centra en las mujeres que rodearon la vida de Cristo: Santa Ana, la Virgen María y Maria Magdalena, a las que presenta como mujeres reales. El interés reside también en que se considera, al igual que Triunfo de las donas de Joan Rois de Corella, una respuesta a la obra misógina de Jaume Roig, L’Espill o Llibre de les dones, participando así en la llamada querella de las mujeres o debate en torno a las capacidades físicas e intelectuales de las mujeres, desarrollado entre los siglos XV y XVIII.

Espacio y género

Otro aspecto interesante que ofrece la sala de personajes ilustres es la relación entre género y espacio, no en términos del uso o función y la división entre espacios destinados a hombres y espacios destinados a mujeres, sino en relación con su valor simbólico y social. Esta dimensión simbólica reside en la elección de estos hombres ilustres valencianos como parte de la decoración de un espacio del área pública del palacio y antesala del salón de baile, estancia que simboliza el triunfo social de la familia.

La pregunta que se plantea al grupo durante la visita es la existencia de salas o galerías de mujeres ilustres ubicadas en palacios. No es nuestra intención realizar un estudio exhaustivo sobre este tema ya que no es el objetivo del artículo, pero consideramos que es interesante mencionar la existencia de estas galerías en relación al trabajo que realiza el alumnado tras la visita.

Antes de abordar las galerías pintadas, es necesario mencionar, como antecedente, las galerías escritas, esto es, las recopilaciones de biografías de mujeres ilustres¹, cuya tradición se remonta a la Antigüedad con la Mulierum virtutes de Plutarco (siglo II d. C.). Como indica Mónica Bolufer, las reseñas sobre la vida de las mujeres se clasificaban en unas categorías concretas: “mujeres sabias, mujeres heroicas en castidad, en hechos de armas, en “prudencia política” o en el mantenimiento del secreto” (Bolufer, 2000: 184). Una de las recopilaciones más conocida es sin duda la obra de Giovanni Bocaccio, De Claris Mulieribus (1360). Parte de las mujeres citadas por Bocaccio aparecen en la obra de Christine de Pisan, La cité des dames (1405, traducida al castellano en 1494), escrita como respuesta a la obra misógina Le Roman de la Rose de Jean de Meung, participando así en la mencionada querella de las mujeres.

Las recopilaciones biográficas de mujeres ilustres se convirtieron en un género literario de notable desarrollo durante los siglos XVI-XVIII (Bolufer, 2000: 184). Este desarrollo estuvo en ocasiones directamente relacionado con un contexto político concreto. En Francia, coincidiendo con una sucesión de regencias femeninas (Catalina de Medici, María de Medici y Ana de Austria) (Perez, Saunier, 2009, p. 2; Bril, 2020), se publicaron, especialmente entre 1640-1650, varias de estas recopilaciones sobre mujeres ilustres, heroicas o fuertes: Les Femmes Illustres ou les harangues héroïques (1642) de Madeleine de Scudéry, publicada bajo el nombre de su hermano; La galerie des femmes fortes de Pierre Le Moyne (1647), o Les portraits des hommes illustres françois qui sont peints dans la galerie du Palais Cardinal de Richelieu, de Marc de Vulson de la Colombière (1650), publicado a partir de los 25 retratos de hombres y mujeres ilustres del Palais Cardinal, encargados por el cardenal Richelieu a Simon Vouet y Philippe de Champaigne (1630- 1637). Encontramos en más de una ocasión este diálogo y vaivén entre la pintura y la literatura, presente en la propia obra literaria con la ilustración de las reseñas biográficas por medio de grabados (Pascal, 2003; Molina, 2017).

Entre las obras de autores españoles, cabría citar la del valenciano Pedro Pablo de Ribera, Glorias inmortales, triunfos y heroicas hazañas de ochocientas cuarenta y cinco mujeres, antiguas y modernas, publicada en italiano en 1609; Elogios de mujeres insignes del Viejo Testamento (1627) de Martín Carrillo; Las mujeres vindicadas de las calumnias de los hombres, con un catálogo de las Españolas, que más se han distinguido en Ciencias y Armas de Juan Bautista Cubíe (1768) en la cual el autor cuestiona y deconstruye estereotipos y prejuicios ligados a las mujeres apoyando su argumentación en el repertorio biográfico de mujeres insignes; Memorias de las reynas católicas de Enrique Flórez (1761), o el proyecto de Memorias de las mujeres ilustres de España de Alonso Álvarez (1798), del que se publicó solamente el primer tomo. Conviene sin embargo matizar los objetivos y el alcance de estas recopilaciones. Como apunta Bolufer, las galerías de mujeres gobernantes, guerreras o doctas podían inspirar la emulación y representaban un peligro contra el orden social establecido. Los propios autores de estas galerías advertían que estos ejemplos eran excepciones del “sexo débil” y que lo conveniente para las mujeres era cumplir con los roles que la naturaleza les atribuía (Bolufer, 2000, p. 198-202).

Las galerías de retratos pintados se remontan igualmente a la Antigüedad (Civil, 1990, p. 6). El Renacimiento italiano nos ha dejado varios ejemplos, algunos de los cuales presentan “galerías mixtas”: el ciclo de hombres y mujeres ilustres de Andrea del Castagno para la villa Carducci de Legnaia² (1448-1451) o los 400 retratos de hombres ilustres del Museo de Paolo Giovio en Borgovico (ca. 1530)³, que incluía a Vittoria Colonna (1490-1547), marquesa de Pescara, escritora y coétanea de Paolo Giovio. Esta serie inspiró la redacción de las célebres Vidas de Vasari.

Más escasas fueron las galerías exclusivamente de mujeres ilustres. Las mujeres representadas solían ser reinas de la historia antigua o moderna, heroínas del Antiguo Testamento y de la historia antigua o medieval. La serie de mujeres ilustres que decora la escalera del Palacio del Marqués de San Adrián, en Tudela es, por el número de mujeres representadas y su originalidad, un conjunto único del Renacimiento en España (García Gainza, 2012, 2015).

En Francia, ligado al contexto político mencionado anteriormente, encontramos varios ejemplos de galerías de mujeres fuertes: la serie de siete mujeres fuertes de Nicolas Prévost para la decoración del gabinete de la reina en el castillo de Richelieu; la serie de mujeres ilustres, obra de Guy François (Perez, Saunier, 2009) o el gabinete de mujeres fuertes en los apartamentos de Madame de La Meilleraye (Biblioteca del Arsenal, París), con 14 retratos conservados in situ, atribuidos a Charles Poerson.

Taller “Crea tu propia sala de personajes ilustres”: planteamiento y metodología

La sala de personajes ilustres proporciona por lo tanto un punto de partida para una reflexión acerca del papel de las mujeres en la Historia, su visibilización o invisibilización a lo largo del tiempo en función de los criterios y valores que, en cada época, determinaban lo que merecía ser recordado y lo que no.

Desde este planteamiento, en 2020, el área de difusión del Museo propuso una nueva modalidad para el recorrido “Una cuestión de género” dirigido a público escolar, en la cual, a la visita, se añadía un taller a realizar en el aula tras el recorrido por el Museo. Llamado “Crea tu propia sala de personajes ilustres”, el taller se desarrolló como proyecto piloto con un grupo de 4º de la E.S.O. del Colegio Sagrada Familia de Massamagrell (Valencia).

El proyecto parte de la constatación, como se ha mencionado anteriormente, de que la sala de los personajes ilustres del palacio de Dos Aguas contiene cinco retratos de reconocidos personajes valencianos, todos masculinos. La metodología y el desarrollo del proyecto son los siguientes. Durante la visita, el/la educador/a se detiene en esta estancia un tiempo superior al que se le dedica durante el recorrido convencional, con el objetivo de explicar al alumnado las razones por las cuales no aparecen mujeres en esa estancia: no es porque no existieran, sino porque la historia, escrita por hombres, no ha rescatado su memoria. A partir de aquí, se formulan una serie de cuestiones al alumnado que induzcan al debate. Por ejemplo, se les pregunta si conocen alguna mujer ilustre de épocas pasadas que merezca un hueco en esta sala.

Una vez planteada la cuestión, se propone al conjunto de los/las participantes que elaboren por grupos una maqueta de la sala de personajes ilustres idéntica a la del palacio, pero añadiendo cinco retratos de mujeres al lado de los hombres ya presentes. Es importante remarcar que en la sala deben aparecer tanto las personalidades femeninas como las masculinas, ya que se pretende proyectar una perspectiva inclusiva y no exclusiva. Las áreas educativas que pueden implicarse en la propuesta son las de Historia, Lengua y Literatura Valenciana, Lengua y Literatura Castellana y Educación Plástica, Visual y Audiovisual.

Como nos interesa que la recreación se ajuste lo más posible a la propia sala del palacio, los requisitos a la hora de buscar y seleccionar a las cinco mujeres son los siguientes: que la mayoría sean valencianas; que hayan jugado un papel relevante en el ámbito de las artes, las letras, las ciencias o la política; y que pertenezcan a distintas épocas históricas, extendiéndose el abanico cronológico desde las primeras civilizaciones hasta la actualidad.

Además, la maqueta debe ajustarse a unos criterios para que todos los grupos de trabajo sigan una metodología común. En primer lugar, como hemos mencionado anteriormente, cada grupo debe realizar una búsqueda y selección de cinco mujeres con los requisitos ya mencionados y aportar un retrato que las represente en cualquier soporte: pintura, escultura, fotografía, grabado, etc. En segundo lugar, hay que redactar una pequeña biografía con los hitos más importantes de sus vidas para poder presentarla en las exposiciones que el mismo alumnado hará de su propia sala. Además, la maqueta se debe realizar a escala 1:20 y la estancia debe decorarse con diversas técnicas y materiales, preferentemente reutilizados y reciclados. Una vez quede terminada la maqueta, en el plazo estimado que se acuerde entre el Museo y el centro educativo, el alumnado presentará sus maquetas en público a sus compañeros y compañeras, al profesorado implicado en el proyecto y al equipo educativo del Museo, realizando una visita guiada por sus propias maquetas y convirtiéndose en los protagonistas de su proceso de enseñanza-aprendizaje. De esta manera, el Museo habrá ofrecido una visita guiada a su sala de personajes ilustres y la clase participante, una visita guiada a sus salas de hombres y mujeres ilustres.

Proyecto piloto en el Colegio Sagrada Familia de Massamagrell

El 14 de febrero de 2020, un total de 25 estudiantes de 4º de la E.S.O. del Colegio Sagrada Familia de Massamagrell (Valencia) participó en la visita “Una cuestión de género” para poner en práctica el taller propuesto como proyecto piloto, convirtiéndose así en el primer centro educativo en realizar esta iniciativa. La fecha elegida no fue baladí, ya que desde el colegio se escogieron los días 14 de febrero para realizar la visita y 6 de marzo para hacer las exposiciones, con el objetivo de hacerlo coincidir con el Día Internacional de la Mujer y por tanto, incluir esta actividad en la programación que el instituto y el departamento de Humanidades habían organizado para tal efemérides. De hecho, el centro había programado una actividad interdisciplinar (entre el ámbito lingüístico y social) que se haría después de las exposiciones, en la cual el alumnado de 4º de la E.S.O. diseñaría una historia que tendría que contar a los niños y niñas de Educación Infantil y del primer y segundo ciclo de Educación Primaria en valenciano, que girara en torno al Museo, la sala de los personajes ilustres y la vida de las mujeres escogidas. No obstante, este taller no pudo llevarse a cabo a causa del confinamiento causado por la pandemia del Covid-19, que se decretó tan solo una semana después y que se alargó hasta final de curso. En el proyecto participaron la coordinadora del proyecto en el instituto, Ana Pascual; la responsable del área de difusión del Museo, Liliane Cuesta, y la educadora del Museo, Aina Ramón.

Las valoraciones que pueden hacerse de la iniciativa son muy variadas. Es importante tener en cuenta que la mayoría del alumnado ya había visitado el Museo, por lo que resultaba imprescindible enfocar los contenidos del espacio desde otra perspectiva. En principio, este aspecto se consiguió, ya que algunos/as participantes comentaron: “He aprendido muchas cosas nuevas que en anteriores visitas no había aprendido” o “la recomendaría, ya que no es la típica visita al museo, aprendes cosas más allá de lo que puedes ver en el museo”.

Puede afirmarse que el alumnado respondió satisfactoriamente al recorrido guiado, la primera parte de este proyecto, ya que se mostraron muy participativos e interesados en los asuntos que se iban tratando. De hecho, la visita se alargó porque prácticamente se creaban debates espontáneos en todas las salas. En general, la mayoría de los/las participantes dijo que, a diferencia de otras visitas, esta tenía una duración adecuada y había sido amena, entretenida y llevadera. No obstante, una alumna comenta que “recomendaría la visita, pero aplicaría más información del feminismo para que pudiéramos debatir entre los compañeros este tema y así, ver los diferentes puntos de vista”. Sin duda, se trata de una crítica constructiva muy interesante que deberá tenerse en cuenta para futuros grupos, ya que no podemos olvidar que estamos trabajando con adolescentes que, por lo general, suelen mostrar interés por temas actuales y polémicos. El museo tiene que ser ese espacio comunicativo que ayude a reflexionar, intercambiar opiniones y enriquecer valores y puntos de vista.

La visita incluye la realización de un test con cuatro preguntas relacionadas con el concepto de género (“Según tú ¿qué es el género?; “Según tú, ¿cuántos géneros hay?”; “¿Crees que la definición que has dado de género y el número de géneros cambia en el tiempo?” y “¿Crees que en todas las culturas y países se concibe de igual manera el género?”) que el alumnado contesta al inicio y al final de la visita para comprobar si se han modificado o matizado las ideas previas que se tenían sobre el género. Los resultados de este test también resultan llamativos, ya que muchas personas manifestaron un cambio de conocimientos y percepciones. Antes de hacer la visita, el 74,2 % del alumnado interpretaba el género como “el conjunto de rasgos que definen a hombres y mujeres”, mientras que después de la visita ganó fuerza la definición de “un conjunto de rasgos que en cada cultura se asocia a las personas, en general en base al sexo (hombre/mujer)”, opción que eligieron un 60,3 % de los/las participantes. También se aprecia un cambio importante en la cuestión “¿Según tú, cuántos géneros hay?”, ya que en un primer momento el 100 % respondieron afirmando la existencia de dos géneros y tras la visita, el 21,2 % había modificado su respuesta respondiendo que había más de tres. Lo mismo sucedía con la pregunta “¿Crees que en todas las culturas y países se concibe de igual manera el género?”, respondiendo “sí” el 40,5 % de los encuestados en un primer momento, mientras que al finalizar, el 100 % consideraban que el significado de género varía en las distintas sociedades del mundo. Por último, el 55,2 % del alumnado contestaba antes de la visita que no creía que la definición de género y el número de géneros cambiaba en el tiempo, reduciéndose al 17,6 % la misma respuesta tras el recorrido guiado.

La construcción de la maqueta y la explicación de la misma por parte del alumnado fueron sin duda las partes del proyecto que más les llamaron la atención. Esto se debió quizás no solo al hecho de que se trataba de un taller manual, sino también porque ellos mismos se convertían en protagonistas de la actividad y porque el propio Museo iba a desplazarse hasta el centro para escuchar sus propuestas, lo que hacía que sus trabajos adquirieran importancia más allá del entorno escolar. De hecho, algunos/as participantes se expresaron con comentarios como “lo que más me gustó fue hacer la maqueta. Me pareció muy interesante lo que aprendí haciéndola” o “lo que más me gustó fue la parte de hacer las maquetas, me lo pasé muy bien y resultó muy entretenido, aparte de que los resultados fueron geniales”. No le falta razón a esta participante. Los productos que crearon fueron muy originales y algunos llegaron incluso a recrear las columnatas, los sillones fraileros, el bargueño, la lámpara y el pavimento de la sala. Los materiales utilizados fueron diversos y lo más interesante es que la mayoría de ellos fueron reciclados. Se empleó corcho, madera reutilizada y cartón ‒algunos alumnos/as lo fabricaron con papel de periódico y cola‒ para hacer las estructuras ‒uno de los grupos llegó a montarla con un cajón de una mesita de noche. La decoración se hizo con pintura acrílica, trozos de lana, plastilina, tubos de papel higiénico, lentejas y granos de arroz, entre otros.

Figura 1
Realización de maquetas.

Finalmente, como hemos comentado anteriormente, el día 6 de marzo el Museo se trasladó al centro para asistir a la presentación de las maquetas por parte del alumnado. Cada grupo explicó como había llevado a cabo el proceso de construcción y expuso una pequeña biografía de las mujeres ilustres que habían elegido, justificando por qué merecían un espacio propio en sus salas de hombres y mujeres ilustres. Algunas de ellas fueron Isabel de Villena, Concha Piquer, Jerónima Gales, Frida Kahlo, Marie Curie, Margaret Thatcher, Emilia Pardo o Rosalía de Castro.

En general, podemos afirmar que la experiencia fue satisfactoria tanto para el alumnado, como para las profesoras involucradas y el Museo. Ana Pascual, la coordinadora del centro, expuso que

es una actividad que motiva e ilusiona a todo el alumnado, incluso a aquel que suele mostrar distracciones en el aula, falta de interés en las asignaturas de Ciencias Sociales y Lengua Valenciana o un comportamiento disruptivo. Sin embargo, para conseguir los objetivos plenos del proyecto, sería necesario dedicar más sesiones a la construcción de la maqueta y dejar más tiempo entre la visita guiada al Museo y la presentación de los resultados por parte del alumnado, ya que se requirieron horas de otras materias para poder terminarla a tiempo.

Los/las participantes expresaron su contento con el proyecto con comentarios como:

Aprendí que en la antigüedad se le daba más importancia a los hombre ilustres por sus logros, pero que también había muchas mujeres ilustres que no eran igual de reconocidas”; “Fue muy interesante tanto la visita como la actividad posterior a ella, ya que hacer la maqueta me gustó y me entretuvo mucho; y además indagamos un poco más en las mujeres ilustres, cosa que considero muy importante”; “Aprendí que en la historia también hay mujeres ilustres, pero no se les da casi visibilidad, al contrario que a los hombres”; “Me pareció bastante interesante el hecho de dar visibilidad a mujeres ilustres que en un pasado quedaron ocultas, y hacerlo de esa manera más aún” o “Aprendí lo que tuvieron que vivir esas mujeres para conseguir una mínima cosa de lo que nosotras tenemos ahora.

Conclusiones

Este proyecto muestra cómo una lectura crítica y en clave de género de los objetos expuestos en los museos permite generar un discurso distinto y propiciar una reflexión crítica por parte del alumnado. El potencial educativo en materia de igualdad de género y diversidad de género y sexual del patrimonio cultural custodiado por los museos se ha mostrado en numerosas ocasiones a través de diversos proyectos y actividades.

A partir de esta primera experiencia piloto llevada a cabo en colaboración con el colegio Sagrada Familia de Massamagrell y de las impresiones del alumnado y profesorado participantes, hemos podido definir algunas mejoras para desarrollos futuros. La voluntad del Museo es repetir la experiencia del taller con otros centros docentes, aspecto que no ha podido llevarse a cabo por ahora debido a la situación sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19.

En cualquier caso, los aspectos del proyecto a mejorar o desarrollar son los siguientes:

• Añadir al final de la visita una sesión de introducción al tema y reflexión antes de la realización de las maquetas en clase, que incluya por ejemplo la lectura de algún texto misógino y un texto en defensa de las mujeres, en el contexto de la mencionada querella de las mujeres.

• Plantear la posibilidad de exponer las maquetas en el Museo, lo cual requiere un desplazamiento más para el centro.

• Incluir en el desarrollo del taller la iniciativa del colegio Sagrada Familia de Massamagrell que no pudo llevarse a cabo a causa de la pandemia, a saber, usar lo aprendido en el proyecto para transmitirlo a niños y niñas de Educación Infantil y Primaria, lo cual ayudaría a potenciar el carácter participativo del alumnado de Secundaria y Bachillerato en el proyecto.

• Incluir en la metodología del taller el uso de materiales reciclables y reutilización de materiales y objetos para introducir de forma explícita otra cuestión sobre la cual los museos están reflexionando actualmente como es la sostenibilidad.

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Notas