Resumen: Este texto describe y analiza la historia de un conjunto arquitectónico del periodo Clásico maya en la península central de Yucatán, Edo. de Campeche, Mpo. de Hopelchén. La excavación de un grupo habitacional de Dzehkabtún y el análisis del material asociado permiten reconstruir parte del desarrollo del sitio desde el Clásico Tardío hasta el Clásico Terminal. El análisis del material óseo de varios entierros vinculados estratigráficamente con las etapas constructivas del edificio central de este grupo reveló un alto nivel de estrés físico, lo cual probablemente se agravó hacia el Clásico Terminal Tardío, cuando se registraron actos de violencia como la destrucción intencional de los edificios abovedados.
Palabras clave: arquitectura, Dzehkabtún, Clásico maya, violencia.
Abstract: This text describes and analyzes the history of an architectural group of the Classic Maya in the central peninsula of Yucatan, Edo. de Campeche, Mpo. de Hopelchén. The excavation of a habitational complex in Dzehkabtún and the analysis of the associated material allow us to reconstruct part of the development of the site from the Late Classic to the Terminal Classic. The analysis of osteological materials from several burials stratigraphically linked to the construction phases of the central building of this group revealed a high level physical stress, which probably worsened towards the Late Classic when acts of violence such as the intentional destruction of the vaulted buildings were recorded.
Keywords: architecture, Dzehkabtun, Classic Maya Period, violence.
Artículos
Dzehkabtún: historia de un conjunto habitacional del Clásico Tardío al Clásico Terminal
Recepción: 30 Mayo 2020
Aprobación: 25 Noviembre 2020
Publicación: 01 Enero 2021
El proyecto arqueológico Dzehkabtún [1] se dedica a investigar los fenómenos socioculturales del final del Clásico maya en el centro de la península de Yucatán. Dzehkabtún se identificó como sitio prometedor en este contexto, porque su centro obviamente se remodeló a gran escala en la época post-monumental, clasificada como ‘epi-clásica’ en otros contextos (Prem, 2003). Para Dzehkabtún –como para otros lugares en la península– hay indicadores convincentes acerca de que partes de la población presente en el sitio durante el Clásico Tardío continuaron viviendo y construyendo en el lugar (Paap, 2016), aún bajo condiciones radicalmente diferentes[2]. Aparte de una creciente presión por factores ambientales que en los rasgos arqueológicos se manifiestan en marcas de estrés y de malnutrición en los entierros[3] del Clásico Terminal Tardío[4], así como en ofrendas asociadas a invocaciones por agua, registramos las huellas de actos de violencia contra edificios e individuos en la misma época.
A continuación, se presentarán estas observaciones por medio del ejemplo del edificio 269/425 de Dzehkabtún.
El sitio arqueológico de Dzehkabtún (DZK) se localiza en el Estado de Campeche, México, en la zona de una ex-hacienda ganadera, a unos ocho kilómetros al suroeste del pueblo de Hopelchén (Figura 1a). Las investigaciones efectuadas desde 2007 revelan que Dzehkabtún estuvo habitado por lo menos desde el Preclásico Medio hasta el Clásico Terminal Tardío. Los rasgos arquitectónicos del centro del sitio –antes rico en edificios abovedados, fachadas elaboradas y monumentos esculpidos– combinan elementos de los estilos arquitectónicos Puuc y Chenes del Clásico maya, junto con formas y estructuras con características regionales o en referencia a Santa Rosa Xtampak, poblado situado a unos 35 km en dirección noreste.
A más tardar en el Clásico Tardío, Dzehkabtún formó parte de las redes de intercambio interregional de materias primas y bienes de lujo, como lo demuestran los hallazgos de gran cantidad de obsidiana y de cerámica foránea.
De los resultados de las excavaciones recientes puede inferirse que parte de la misma población local que ocupó el sitio durante el Clásico fue también responsable de las sustanciales remodelaciones de grandes partes del centro del sitio durante el Clásico Terminal.
La organización espacial del asentamiento está caracterizada por grupos de patio extensamente dispersos alrededor del centro monumental del sitio (Figura 1b), algunos dominados por edificios del tipo ‘palacio-pirámide’[5].
Ubicación del sitio de Dzehkabtún en la península de Yucatán
mapa del sitio (mapas: Proyecto Arqueológico Dzehkabtún).
Durante los siglos XIX y XX el área representativa del centro de Dzehkabtún fue afectada hasta la destrucción por la continua sustracción de sus piedras. Además de materiales para la construcción de casas y de carreteras, es altamente probable que se hayan sustraído también varios monumentos que hoy se hallan en colecciones particulares y museos en todo el mundo (Grube, 2009).
Los edificios mejor conservados de Dzehkabtún fueron documentados por primera vez por Teoberto Maler en 1887 (Maler, 1902, pp. 228-230, fig. 20-21; 1997, pp. 97-99, pl. 35-39; 2020, pp. 137-141). Durante el siglo XX, Dzehkabtún fue brevemente visitado por varios arqueólogos mexicanos y extranjeros que publicaron descripciones de las estructuras principales y de los monumentos encontrados (entre otros: Seler, 1912, p. 32; Ruz Lhuillier, 1945, pp. 38-41; Pollock, 1970, p. 40; Andrews, 1985, pp. 31-36; Dunning, 1987; Michelet y Becquelin, 2001, p. 224).
En 2007 se iniciaron trabajos de levantamiento, excavación y consolidación en el sitio, que siguieron hasta 2018 y que tuvieron como meta principal el mejor entendimiento de los procesos socioculturales al final del Clásico en la península central de Yucatán (Benavides Castillo y Paap, 2015; Paap, 2016).
Basado en el análisis de los hallazgos cerámicos recuperados en excavaciones estratigráficas, se estableció un marco cronológico para Dzehkabtún del Preclásico Medio hasta el Clásico Terminal (Tabla 1).
Debido a la selección de las áreas excavadas según las metas generales del proyecto, la cerámica del Clásico Terminal del horizonte cerámico Habín (Clásico Terminal, 750-950 d.C.) es la que predomina en la muestra estudiada en Dzehkabtún[6].
A continuación, mostramos parte de los hallazgos que representan este último periodo de la ocupación del sitio.
De 2014 a 2017 se excavó gran parte de un conjunto habitacional ubicado a unos 500 m al sureste del centro del sitio (Figura 2). El edificio central de este conjunto está formado por dos edificios abovedados, de un solo piso, y de varios cuartos cada uno (269 y 425). Fueron remodelados en una fase tardía, de tal manera que se rellenó el espacio angosto entre ellos y se construyó una escalera que llevó al segundo piso del edificio –unido obviamente con el intento de convertirlo en un pequeño y sencillo 'palacio pirámide'-. Este tipo arquitectónico es reconocido en Santa Rosa Xtampak, entre otros sitios de la zona (Figuras 3 y Figuras 4). En Dzehkabtún se identificaron ocho edificios (sencillos y muy destruidos) de este tipo. Parte de ellos, incluso el edificio 269/425, dan la impresión de nunca haber sido terminados[7].
El edificio central 269/425 fue rodeado de varias estructuras de muros bajos de desplante, erigidas con piedras talladas provenientes de estructuras colapsadas o derrumbadas por parte posiblemente del mismo edificio central: el caso más obvio es la plataforma del edificio 271 que se erigió con piedras especializadas de una moldura media y/o superior. Si se considera al mismo tiempo que en el derrumbe de los muros colapsados del edificio vecino 269/425 justamente estas piedras especializadas estaban casi completamente ausentes (Figura 5), es muy probable que se reutilizaron en la construcción de la plataforma vecina, después del colapso del edificio principal.
Los edificios 269 (derecha) y 425 (izquierda) remodelados para formar una estructura (269/425) del tipo palacio pirámide (sencillo) durante el Clásico Terminal
Proyecto Arqueológico Dzehkabtún
Los edificios 269 y 425 se construyeron separados, en tres fases, con el inicio en el Clásico Tardío (edificio 425 y cuarto 3 del edificio 269), al cual más tarde –ya en el Clásico Terminal– se adosaron los cuartos 269-1 y 4, y en la siguiente fase –también Clásico Terminal– se añadieron los cuartos 269-2 y 5, junto con la zona de la entrada a los cuartos 1, 2, 4 y 5 (Figura 4).
En una fase más tardía, el pasillo entre los dos edificios y la parte este del edificio 425 se rellenaron y se cubrieron de piedras burdas, probablemente como base para una escalera y un segundo piso (Figura 3)[8].
Debido al mal estado de conservación de la arquitectura expuesta en la superficie –causado por incendios frecuentes y robo de piedras–, no podemos determinar con seguridad si el segundo piso con la escalera vinculada nunca se concluyó o, por el contrario, se desmanteló en un acto de terminación, como se pudo observar en edificios de la región vecina del Puuc[9].
Se registraron 16 entierros debajo del edificio 269, lo que les permite vincularse con las fases constructivas del edificio, y que se datan por medio de las ofrendas cerámicas asociadas[10]. Siete de estos entierros se pueden asignar al Clásico Terminal, es decir a las últimas fases constructivas que también comprenden la destrucción del edificio. Se trata de individuos que denotan deficiencias alimenticias y estrés – rasgos que no aplican en la misma medida a las fases anteriores:
De los siete entierros, cuatro son de sexo masculino, y tres de sexo indeterminado. En dos, se registraron fracturas por estrés, en tres patologías del esqueleto como hiperostosis y reacciones periósticas en grados diferentes. En los demás entierros el grado de descomposición no permitía un análisis detallado del material óseo. Cabe señalar que el estado de conservación es generalmente deficiente, debido –entre otros factores– al hecho de que los entierros carecen de cistas en las fases tardías de Dzehkabtún. Además, el número de la muestra no permite extraer datos concluyentes, pero parece indicar un empeoramiento acera de las condiciones de vida durante esta fase en términos todavía muy generales.
Hallazgos
Donde el estado de conservación de los pisos lo permitió, se pudieron observar huellas de incendios (capas delgadas de cenizas, manchas carbonizadas en los pisos) en los cuartos. Las bóvedas de todos los cuartos, salvo el cuarto 269-3, fueron destruidas, de manera que los cuartos se encontraron llenos de material arenoso-calizo con algunas piedras constructivas de las bóvedas, pero no se encontraron caídas ni en el orden ni en las cantidades que se deben esperar. La cantidad de las piedras constructivas en ninguno de estos cuartos llegó a la cantidad original; en lugar de eso se encontraron piedras aisladas de otros contextos como partes de metates.
En ningún caso se observaron trazas de un hiatus prolongado que precediera el colapso: a excepción de las cenizas mencionadas y que no contuvieron huellas de otro material orgánico acumulado, los pisos se encontraron limpios. Sólo en el cuarto 269-1 documentamos piedras talladas y restos de cerámica, obviamente depositadas encima del piso. Desde el contexto encontrado, es imposible decidir si estos materiales fueron colocados de forma intencional como ofrenda, o si se trata de restos de cultura material relacionados con la ocupación del edificio.
En el cuarto 269-3 –a diferencia de los demás cuartos– el material de la bóveda derrumbada se encontró en la posición original en la que había caído. La bóveda había colapsado hacia abajo y hacia el sur, encima del muro sur del edificio (Figura 6a). Grandes partes de las piedras originalmente existentes faltaban en los restos de este muro, que se encontraron cubiertos con los escombros de la bóveda –observación que nos lleva a una interpretación donde parte del muro se había arrancado intencionalmente para provocar el colapso del edificio-–.
Entre las piedras especializadas localizadas dentro del derrumbe se encontró la tapa central de la bóveda del cuarto afectado, caída cara abajo y ubicada a pocos cm. encima del piso derramado. De la tapa originalmente pintada en colores vivos, se pudo apreciar que ésta había sido mutilada raspando la imagen central de un personaje, dejando una huella rectangular en la piedra (Figura 6b).
En la fachada norte del edificio 269 también se observó que gran parte de los sillares y de los elementos decorativos no se encontraban en su lugar ni caídos en el derrumbe.
Vista hacia el norte. La tapa se halló en la parte central, encima del piso (flecha blanca).
Proyecto Arqueológico Dzehkabtún y Sección de Restauración, Centro INAH Campeche
En el cuarto 425-2 se hallaron los restos óseos de un individuo masculino, adulto, encima del piso, también rodeado de cenizas y cantidades residuales de madera carbonizada (Figura 7). El material óseo se encontró incompleto, pero las extremidades todavía por partes son articuladas, lo que pone a este muerto en un contexto directo con la destrucción del cuarto.
Implicaciones:
La mayoría de los aposentos del edificio 269/425 parece haber sido desmantelada en uno o varios actos deliberados, ejecutados con cierta planificación, como es el caso de la tapa de bóveda mutilada, los pisos quemados, pero ‘desescombrados’, y el relleno colocado dentro de los cuartos. Una excepción se presentó en el hallazgo, en el cuarto 425-2, de un cuerpo dentro de la capa de ceniza y aplastado por el derrumbe, justo al lado interior de la entrada al cuarto.
Alrededor del edificio, y por partes también dentro de los cuartos, se hallaron puntas de proyectiles (lanzas) que posiblemente se podrían asociar con su destrucción.
El acto de derrumbar el edificio parece presentarse de manera ligeramente diferente en las partes norte y sur del edificio. En los cuartos accesibles hacia el norte (269-1, 269-2, 269-4, 269-5 y 425-1) predominan los pisos quemados, con poca ceniza y los cuartos llenos de material derrumbado que no representa sólo la bóveda colapsada, sino parece haber sido alterado. En los cuartos con las entradas orientadas hacia el sur (269-3, 425-2, 425-3) la destrucción se presenta de manera más violenta o perturbadora, lo que nos lleva a la presunción de dos hechos distinguibles.
Los análisis del asentamiento de Dzehkabtún indican un incremento de estrés ambiental y de fracciones internas dentro del sitio; incremento acompañado de una fuerte ‘regionalización’ de la cerámica en el Clásico Terminal, que durante las etapas anteriores (Clásico Temprano y Clásico Tardío) se caracterizaba por una gran variedad de piezas importadas de zonas del norte y del sur de la península (Ancona Aragón y Paap, 2018).
Al investigar fenómenos de crisis y agresión en un contexto arqueológico, una de las preguntas claves siempre es acerca de los actores. Identificar a los autores de estos actos en Dzehkabtún por medios arqueológicos se presenta sumamente difícil. A pesar de ello, se puede constatar la falta absoluta de elementos claramente ‘foráneos’ en el registro arqueológico asociado con la destrucción del edificio, pero también en otros contextos del Clásico Terminal Tardío en el sitio.
Sin embargo, hay que constatar insistentemente que el estado actual de la investigación no permite diferenciaciones claras de cultura material dentro del nivel regional por la ausencia de excavaciones estratigráficas y análisis de materiales al respecto. Además, faltan importantes datos de referencia de sitios vecinos y de sitios claves de la región, como lo es por ejemplo el poblado de Santa Rosa Xtampak. Este sitio tuvo una evidente influencia en la arquitectura, observación que no se puede precisar en el caso de la cerámica por falta de datos sobre estos materiales, entre otros, de dicho sitio.
Ubicación del sitio de Dzehkabtún en la península de Yucatán
mapa del sitio (mapas: Proyecto Arqueológico Dzehkabtún).
Los edificios 269 (derecha) y 425 (izquierda) remodelados para formar una estructura (269/425) del tipo palacio pirámide (sencillo) durante el Clásico Terminal
Proyecto Arqueológico DzehkabtúnVista hacia el norte. La tapa se halló en la parte central, encima del piso (flecha blanca).
Proyecto Arqueológico Dzehkabtún y Sección de Restauración, Centro INAH Campeche