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John Smith (2016). Imperialism in the Twenty- First Century. Globalization, Super-explotation, and Capitalism´s Final Crisis. Monthly review press. New York.
Luis Felipe Docoa
Luis Felipe Docoa
John Smith (2016). Imperialism in the Twenty- First Century. Globalization, Super-explotation, and Capitalism´s Final Crisis. Monthly review press. New York.
Denarius, vol. 40, núm. 1, pp. 209-217, 2021
Universidad Autónoma Metropolitana
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Reseñas de libros

John Smith (2016). Imperialism in the Twenty- First Century. Globalization, Super-explotation, and Capitalism´s Final Crisis. Monthly review press. New York.

Luis Felipe Docoa
UAM-Iztapalapa, México
Denarius, vol. 40, núm. 1, pp. 209-217, 2021
Universidad Autónoma Metropolitana
Smith John. John Smith (2016). Imperialism in the Twenty- First Century. Globalization, Super-explotation, and Capitalism´s Final Crisis. Monthly review press. New York.. 2016. New York.. Monthly review press. New York.
John Smith (2016). Imperialism in the Twenty- First Century. Globalization, Super-explotation, and Capitalism´s Final Crisis. Monthly review press. New York.

Heredero del pensamiento de Paul Sweezy, Paul Baran y Harry Magdoff, también conocidos como la escuela Monthly Review, John Smith presentó en 2016: Imperialism in the twen- ty-firsts century. Fue 2016 un año genuino para la perspectiva económica marxista pues a Imperialism le acompañó la publicación de la sexta edición de Marx´s Capital de Ben Fine y Alfredo Saad Filho, the End of the “Transformation Problem” de Fred Moseley, así como Capitalism de Anwar Shaikh. Imperialism nos presenta una perspectiva, la de la “economía política del imperialismo”, para tratar de entender los distintos problemas económicos, políticos y sociales presentes en el actual estadio del imperialismo2. En 10 capítulos, el autor aborda poco más de un centenar de temas tanto tóricos como empíricos: migración, el valor, niveles de productividad e inversión, actualidad de Lenin y Marx, salarios, feminismo, sector financiero y la teoría de la dependencia.

Podemos considerar que tres ejes fundamentales constituyen al libro, mismos que obedecen a lo prescripto en el título de la obra. El primer eje, compuesto por los tres primeros capítulos, expone los principales vínculos del moderno proceso de producción de bienes y servicios a nivel global. Posteriormente, los siguientes cuatro capítulos, nos presentan las principales configuraciones en el ámbito laboral a raíz de la globalización económica neoliberal: un proceso que impulsó el auge del outsoursing. En los últimos tres capítulos se realiza un esfuerzo de reflexión sobre el desarrollo del imperialismo y su articulación con las principales variables económicas propuestas por Marx, además de esbozar las perspectivas del sistema capitalista.

The global commodity es el capítulo que inicia la obra, en el cual se procede al escrutinio de los niveles de rentabilidad y remuneraciones, de ambos polos económicos, con el fin de ilustrar genuinamente cómo la producción de mercancías ordinarias (t-shirts, iPhone y café) retribuyen exorbitantes dividendos a las grandes transnacionales a partir de los bajos salarios pagados a los principales productores. De acuerdo con su estudio es común que estos dividendos no sean registrados cabalmente por las estadísticas oficiales.

2 De acuerdo con esta vertiente el imperialismo puede ser definido como: “una etapa del desarrollo de la economía mundial en la cual a) algunos países capitalistas avanzados se encuentran en un plano de competencia con respecto al mercado mundial de productos industriales; b) el capital monopolista es la forma dominante del capital […] c) las contradicciones del proceso de acumulación han alcanzado tal madurez que la exportación de capital es un rasgo saliente de las relaciones económicas mundiales […] d) una dura rivalidad en el mercado mundial [que conduce a la] e) división territorial de las partes [del mundo].” (Sweezy, 1977:337)

En el segundo capítulo, Outsoursing, or the globalization of production, Smith argumenta que éste ha promovido tanto la globalización de i) los procesos pro- ductivos de bienes y servicios, intermedios y finales, como ii) el desplazamiento geográfico de la fuerza de trabajo. El primero aspecto es identificado por el acrecentamiento en los flujos de inversión extranjera directa a países con bajos salarios y el segundo es expresado por los grandes flujos migratorios del sur hacia el norte global. Este proceso, además de proveer la estructura de bajos costos en artículos habituales, también ha impulsado el mayor peso del sector servicios en las economías (especialmente en las de países imperialistas). Así, encontramos tres apartados dedicados al estudio teórico y empírico de los servicios. Su desarrollo sustenta que es necesario distinguir entre la esfera de la producción y la de circulación para identificar la producción tradicional de bienes y la producción particular de un servicio; estableciendo a la circulación como el espacio en el cual se llevan a cabo los servicios3. Asimismo, su valoración no descarta la posibilidad de que los trabajadores inmersos en esta última esfera puedan ser explotados (siempre y cuando sean obligados a trabajar más allá del tiempo necesario para cubrir su canasta de consumo). En términos prácticos, estimar la brecha entre la producción y la explotación de los trabajadores en los servicios es casi imposible pues gran parte de estas actividades son encubiertas por los sistemas de contabilización empresarial. Igualmente, muchos de estos trabajadores figuran bajo el régimen de outsourcing. ergo, el autor asume que los trabajadores empleados en los servicios son explotados en igual magnitud que sus similares empleados en actividades productivas.

La correspondencia entre outsourcing y mayor peso de los servicios dentro de las economías, lejos de vislumbrar lo que ciertos intelectuales plantean como el próspero comienzo de una “sociedad posindustrial” es en el análisis una realidad que intensifica las relaciones de subordinación que constituyen el imperialismo, de igual forma se plantea que la expansión del sector servicios en países imperialistas está compuesta en gran parte por actividades improductivas; un principio que advierte la existencia de transferencias de valor de los sectores pro- ductivos de países con bajos salarios hacia los sectores improductivos de países imperialistas. En este sentido, como posteriormente se desarrolla en capítulo tres, The two forms of the outsoursing relationship, sí en algo se muestra claramente la actual competencia de los países imperialistas (incluso de países “menos imperialistas” como España, Portugal y Grecia) es por la diversificación de sus procesos productivos en países con bajos salarios. Para el autor tal división internacional del trabajo anula la posible competencia industrial norte-sur, pues tal lógica obedece a relaciones de subordinación que tienen como desenlace la producción de bienes poco o nada complejos en las economías del sur. Así, la estrategia de desarrollo adoptada en los países del sur queda como una condición insuficiente para su propósito. De hecho, tal estrategia es favorable a los países imperialistas pues la competencia entre las industrias de países de países subdesarrollados termina por drenar riqueza a las arcas de los primeros

3 Tal criterio regresa a la añeja disyuntiva de encasillar a los servicios en una u otra esfera. La perspectiva alternativa se puede encontrar en Bach (2005) y Gouverneur (2005), quienes seña- lan la yuxtaposición de ambas esferas a raíz de una mayor socialización (global) en los procesos de producción de bienes y servicios.

En lo que hemos identificado como la segunda parte de la obra, capítulos 4-7, se muestra con gran cantidad de casos empíricos la sistemática y progresiva precarización en las condiciones de empleo tanto en países imperialistas como subordinados. Esta parte asigna un énfasis especial al papel que despeña la fuerza de trabajo del sur global dentro del imperialismo. Particularmente el capítulo 4, Southern labor, peripherial no longer, examina la significativa relación entre la mayor globalización de los procesos productivos y el crecimiento de la economía informal: la cuestión teórica detrás de este vínculo es el notable avance de los países imperialistas que generan una extraordinaria sobrepoblación relativa en los países del sur, misma que es muy funcional a los procesos globales de producción de bienes y servicios, y al progreso de los países hegemónicos.

El hecho de que 83% de la fuerza de trabajo esté en las naciones del sur es una condición muy desaventajosas dentro del mercado laboral global, que muestra la incapacidad de las mismas para absorber sistemáticamente su fuerza de trabajo, lo que promueve el desarrollo de la economía informal (acorde a la definición establecida por la OIT). Sin agotar el examen histórico que favoreció el desarrollo de esta condición sociodemográfica, Smith argumenta que es a partir de la globalización económica neoliberal (expresada principalmente en las políticas de “ajuste estructural” promovida por los países hegemónicos y sus instituciones financieras) que el incremento de la economía informal es más notable y genuinamente también surge un aumento en la “informalización de la economía formal”, expresada principalmente por el auge de los empleos eventuales. Ambos procesos, concluye, son pruebas que invalidan las teorías anglosajonas del desarrollo económico planteadas por Walt Rostow y Artur Lewis. En Imperialism, encontramos que la explicación a este incremento de la economía informal es el correspondiente aumento del Ejército Industrial de Reserva (EIR). Un aumento que fue acelerado por la globalización neoliberal y por la inclusión (sirva el eufemismo) de más fuerza de trabajo femenina: “Agudización de la pobreza y el deseo de escapar de la servidumbre doméstica opresiva y em- brutecedora, explica porqué miles de mujeres pobres buscan empleo en las corporaciones multinacionales que llegan a su localidad” (p.126). En su articulación con los países imperialistas, el EIR del sur global no es ausente. Por ejemplo, el autor muestra que en 2005, había más médicos procedentes de Malawi (África) trabajando en Birmingham (Inglaterra) que en el Malawi mismo. De igual modo, encontró que de 1990 a 2013 el número de migrantes del sur empleados en países imperialistas se había incrementado en 35.6 millones. Tales situaciones terminan por presionar a la baja tanto a la tasa salarial como a las oportunidades de adquirir un empleo dentro de los países imperialistas4.

Posterirormente, con base en diversos estudios publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), encontramos en el capítulo 5, Global wage trends in the neoliberal era, las principales deficiencias que tiene el análisis convencional de los salarios para una comparación global, en las que se destaca: el alcance de las series de tiempo, las ocupaciones registradas, la dicotomía economía formal e informal, los beneficios sociales no salariales, etc. En este sentido, la Paridad de Poder de Compra (PPC) utilizada para homogeneizar tanto el nivel como las tendencias de los salarios presenta “trampas” que generalmente exageran el poder de compra de países con monedas débiles. Por ejemplo, no se da un tratamiento serio a las ponderaciones promedio de gasto: mientras los países desarrollados destinan menos del 20% de su gasto total en alimentos, en países del sur el porcentaje fácilmente excede al 60%.

Esta parte del libro muestra que pari passu al desarrollo de la globalización neoliberal, la participación de los salarios dentro del Producto Interno Bruto (PIB) fue siempre descendente. Las razones son múltiples: crecimiento del EIR, sustitución de trabajadores en los procesos productivos – sea por un mayor empleo de tecnología o por mejoras organizativas–, así como aumento del poder adquisitivo de las monedas fuertes.

4 Tradicionalmente, la escuela Monthly Review ha omitido el alcance analítico que Marx planteo con la categoría EIR conformada por tres subpoblaciones: la subpoblación latente, la estancada y la fluctuante. Siendo la subpoblación estancada (Granato, 2013) un contingente muy perti- nente para explicar la estructura de la fuerza de trabajo de países subdesarrollados. Esto, en virtud de su semejanza con la población inmersa en el sector informal.

Otro diagnóstico fue identificar la distribución de los salarios y su poder adquisitivo, evaluación en la cual la región sur es la más afectada ya que i) la participación de los salarios dentro del PIB ha descendido en mayor proporción comparada con países desarrollados; ii) prevalece una alta brecha salarial, además de que las crisis económicas llevan a iii) una pérdida en la capacidad de compra a la cual es difícil regresar. Como muestra del grave efecto social que conlleva la catástrofe económica de una crisis en países subdesarrollados, se encontró, en un estudio del Banco Mundial, que los países del sur que han sufrido contracciones económicas mayores al 10% del PIB presentaron un exceso de un millón de muertes infantiles.

Retomando el análisis de los indicadores globales que sirven para realizar una comparación de las condiciones socioeconómicas entre los países imperialistas con los del sur global, encontramos en The purchasing power anomaly and the productivity paradox, el apartado menos extenso, con el examen y la postura a retomar en el capítulo subsecuente. Así, el autor no sólo no cree que la amplia diferencia salarial internacional se explique por la disparidad de los niveles de productividad prevalecientes entre los países, sino que muestra también su escepticismo para poder comparar el incremento de la productividad entre las industrias tradicionales con los modernos servicios. Una postura que es acompañada por la propuesta de llevar a la práctica de una teoría del valor que reconozca el doble carácter del trabajo acorde a las nociones marxistas de “valor de uso” y “valor de cambio”.

En The global labor arbitraje: the key driver of the globalization of production, encontramos una síntesis de las distintas tesis del imperialismo y la globalización. Esta parte del libro es quizás la más polémica de la obra pues se hace explícito la discrepancia con la lectura impasible que tiene David Harvey sobre el concepto y actualidad del imperialismo. En un intento por enlazar la teoría de la dependencia con la del imperialismo, se exponen las posturas de quienes veían un futuro en que los países del sur tendrían un genuino desarrollo capitalista (Emmanuel, F. Cardoso) versus quienes contemplaban un inherente estado de dependencia (S. Amir, A. Gunder, R. Marini): se concluye que la teoría de la de- pendencia marxista continúa siendo una importante referencia para entender la evolución imperialista en la creación del valor.

En lo que identificamos como la tercera y última parte de Imperialism, encontramos el estudio de los vínculos contemporáneos entre la ley del valor de Marx (y sus principales categorías económicas) con la teoría del imperialismo y su articulación con la crisis económica global de 2008.

Así, el capítulo 8, Imperialism and the law of value, es el apartado más teórico de la obra. En su desarrollo se sostiene que, a un siglo de la publicación de la obra Lenin y ante cierta indiferencia del marxismo occidental por el análisis monopolio-imperialismo, el trabajo de Lenin esclarece cuestiones que la teoría valor-trabajo de Marx no contempló, tal como es el genuino intercambio de bienes entre países imperialistas con los países del sur, así como de las super ganancias obtenidas por las firmas líderes del monopolio económico a expensas de sus rivales. El autor argumenta explícitamente que el marxismo occidental (Anwar Shaikh particularmente) está equivocado al defender que el desarrollo de la teoría valor-trabajo de Marx contiene todos los elementos necesarios para su extensión al análisis del intercambio internacional5. Igualmente menciona que la composición de los países imperialistas no ha cambiado y el monopolio económico es notablemente más opulento; enfatizando que el gran progreso de estas categorías descansa en los desarrollos tecnológicos que permiten ab- sorber super ganancias. Smith no descarta el aumento de la plusvalía merced del constante aumento de la jornada laboral, así como de la super explotación resultante de la compra de fuerza de trabajo en países subordinados capaz de mantener y reproducir las transferencias de valor hacia los países imperialistas, además de compensar necesariamente dichas transferencias al capital nacional. De esta manera, es la superexplotación de los trabajadores del sur la tesis de la teoría del valor del imperialismo, una teoría que avanza en las limitaciones analíticas heredadas de Marx, pues en el estudio de El capital sólo se analizó la competencia e intercambio entre países hegemónicos6 y, de igual modo, no se contempló el monopolio de la producción de bienes de capital.

5 Parte de la postura de Shaikh se puede entender en lo siguiente: “El desarrollo desigual no se basa en el monopolio ni en la conspiración, sino en la propia libre competencia: el libre comer- cio representa, para la concentración y centralización del capital internacional, un mecanismo similar al que, para la concentración y centralización del capital nacional, representa el libre intercambio dentro de un país capitalista.” (Shaikh, 2009:84)

6 Se trata de una crítica al capítulo XX del primer tomo: “Diversidad nacional de los salarios”. Un apartado de cinco páginas en el que se plantea “[examinar] las múltiples combinaciones que puede ocasionar un cambio en la magnitud de valor absoluta o relativa de la fuerza de trabajo, mientras que a su vez […] la cantidad de medios de subsistencia en la que se realiza el precio de la fuerza de trabajo puede experimentar fluctuaciones independientes o diferentes del cambio de ese precio”.

En conformidad con lo anterior, se reitera que el outsourcing fomentado por las naciones imperialistas es la política económica que permite abaratar los términos de intercambio tanto de la compra de fuerza de trabajo como los costos de operación, logrando contrarrestar la tendencia descendente de la tasa general de ganancia. Luego, es la superexplotación el elemento que permite identificar la ley del valor-trabajo con la genuina interacción entre las naciones imperialistas y los salarios bajos.

Ya perfilando la parte final del libro, a partir de los trabajos de Diane Coyle, Lorenzo Fioramonti y Dirk Philipsen, el autor expone su escepticismo por el indicador económico que, por excelencia, auxilia en el análisis coyuntural y de largo plazo de las economías de mercado: el Producto Interno Bruto (PIB). Así, en The GDP illusion se argumenta que las estimaciones del PIB retratan imperfectamente al verdadero mundo marcado por la desigualdad, además de ofuscar las particulares relaciones de explotación dentro del imperialismo. Ante estos diagnósticos se considera más pertinente el análisis de las Cadenas Globales de Valor ya que las deficiencias del PIB no sólo recaen en su incapacidad para identificar el valor creado y añadido por las empresas nacionales y extranjeras en un país, sino también por la deficiencia de no contabilizar la destrucción de materias primas necesarias para la producción de bienes y servicios (daño al medio ambiente y a la salud de los trabajadores, por ejemplo). Smith concluye genuinamente que, bajo la etapa actual del imperialismo, el PIB es mejor enten- dido como la parte del producto global que es apropiado por una nación y no de la estimación de cuánto se ha producido en el interior de un Estado.

El capítulo final de libro, All roads lead into the crisis, es el preámbulo a la tajante conclusión general. Después de describir la gestación, explosión y consecuencias de la crisis global de 2008, el autor perfila, en el ánimo de Rosa Luxemburgo, un futuro con sólo dos escenarios posibles: el socialismo o la barbarie.

En Imperialism se insiste en que la crisis global de 2008 es resultado de la pos- tergación de una estructural sobreproducción gestada desde principios de la dé- cada de los 70´s del siglo pasado y que fue acompañada de una caída en el nivel general de rentabilidad. Estos fenómenos tuvieron como paliativo el auge del outsourcing, configuración que permitió cierto apogeo económico en países del sur. “Lejos de ser una tendencia a la convergencia con los países hegemónicos”, es un estado que permite el recrudecimiento de las relaciones globales de explotación y subordinación, así como de la rivalidad entre los países hegemónicos. Las distintas catástrofes socioeconómicas expuestas a lo largo del libro son muestra de un sistema económico que es ya insostenible y que sólo tiene como garantía el arribo de una crisis de mayor envergadura: el crecimiento del débito, tasas de interés cercanas al cero, desbalances comerciales internacionales, exorbitantes flujos de capital financiero, depreciaciones de distintas monedas y deterioro medioambiental, todos elementos que dan seguridad para arribar a la conclusión mencionada ut supra.

Imperialism es una obra que examina las distintas vías laborales y productivas por las cuales los países con bajos salarios no han mejorado sustancialmente sus condiciones de vida; es una obra que ofrece una perspectiva que es incrédula a las explicaciones del mainstream económico confiado en la “imparcialidad” de sus dogmas; un pensamiento ortodoxo que insiste en ser visto como único. De que no lo es, ni puede serlo, da cuenta Imperialism que, en su haber, nos permite complementar el análisis de otras corrientes marxistas.

Material suplementario
Bibliografía
Bach, Paula. (2005). “El sector servicios y la circulación del capital: una hipótesis” en Lucha de clases. Revista marxista de teoría y política, Segunda época, No. 5, Buenos Aires.
Gouverneur, Jacques. (2005). Los fundamentos de la economía capitalista. Una in- troducción al análisis económico marxista del capitalismo contemporáneo. Edición electrónica, i6doc.com.
Granato Neto, Nelson Nei (2013). Exército Industrial de Reserva: conceito e mensuração, Trabajo de investigación para obtener el grado de maestro en “Desa- rrollo Económico”, Posgrado en Desarrollo Económico, Universidad Federal de Paraná, Curitiba.
Shaikh, Anwar. (2009). Teorías del comercio internacional. Ediciones Maia, Madrid. Sweezy, Paul M. (1977) [1942]. Teoría del desarrollo capitalista, Fondo de Cultura Económica, México.
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