Caligrafía vegetal, una nueva lectura del paisaje a través de la escultura
Vegetable calligraphy, a new reading of landscape through sculpture
Caligrafía vegetal, una nueva lectura del paisaje a través de la escultura
AusArt, vol. 11, núm. 2, pp. 147-154, 2023
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea
Recepción: 25 Junio 2023
Aprobación: 16 Julio 2023
Resumen: «Caligrafía vegetal»1, proyecto que he realizado entre 2021 y 2023 se presenta como reflexión sobre las prácticas artísticas contemporáneas vinculadas a la naturaleza. Simultaneando el cuidado de las plantas y el trabajo artístico ocurre una simbiosis entre ambas actividades, muy interesante desde el punto de vista de la investigación plástica. El título del proyecto recoge el carácter de código desconocido, que da paso a una nueva narración, dando voz a una alternativa a lo real. De la importancia que tiene como recurso de vida, se señala su valor como alimento de la experiencia artística, resultando unas obras que exploran las nociones de positivo y negativo, la idea de la producción en arte como algo intrínseco a la vida y la necesidad de cuidar y entender el entorno como una de las claves para resaltar la importancia de nuestro ecosistema y un desarrollo humano pleno.
Palabras clave: ARTE, ESCULTURA, TIEMPO, NATURALEZA, CULTIVO.
Abstract: «Vegetable calligraphy»1, a project that I carried out between 2021 and 2023, is presented as a reflection on contemporary artistic practices linked to nature. By simultaneously caring for plants and artistic work, a symbiosis occurs between both activities, very interesting from the point of view of plastic research. The title of the project includes the unknown code character, which gives way to a new narrative, giving voice to an alternative to reality. Due to its importance as a life resource, its value as a source of artistic experience is pointed out, resulting in works that explore the notions of positive and negative, the idea of art production as something intrinsic to life and the need to Caring for and understanding the environment as one of the keys to highlighting the importance of our ecosystem and full human development.
Keywords: ART, SCULPTURE, TIME, NATURE, FARMING.
Introducción
En el presente artículo se pretenden abordar dos cuestiones relevantes: por un lado, poner en valor naturalezas sencillas ligadas a la existencia, ensalzándolas, y por otro, hacer de ellas y con ellas una práctica artística novedosa y original (término que vinculo al origen, al nacimiento). Y ello no sólo porque se desarrolla en un ámbito natural como es un huerto, sino que se vincula con la siembra, el cultivo y la recolección, manteniendo los ciclos de trabajo artístico paralelos a los ciclos naturales, tanto formal como conceptualmente. Existe en el comienzo de este proyecto cierta fascinación en la lectura de las formas vegetales que someten los tiempos de trabajo artístico a los suyos. «Empiezan entonces el tiempo y la narración, con lo que resulta evidente que el jardín es como configuración primaria una situación lingüística» (Valente 2002, 63).
Contexto de la investigación
El contexto de esta investigación se halla en la relación establecida entre la naturaleza domesticada del huerto y del jardín, en los que las plantas se revelan entre el orden y el caos, con la necesidad de entender sus ciclos estacionales, sus fases de crecimiento y los intervalos que dan paso a cada uno de ellos. Desde la atención y la protección ambas actividades, el cultivo y la práctica del arte se nutren y retroalimentan dando unos frutos completamente dispares. Esculturas y calabacines. Dibujos y calabazas. Cada uno con su valor, equidistantes por las tareas realizadas para conseguirlos.
Precisamente, el jardín nos permite entender la naturaleza política de la labor de cuidado…tanto cuidan las plantas al jardinero como el jardinero a las plantas. Esta coexistencia activa, que no es integración, que no es sometimiento, pero de la que, de alguna manera, todos los componentes de un jardín dependen, está anunciando formas de política que tienen más que ver con la experimentación, con la presencia, que con la representación (Andrés Jaque en Beruete 2018).
El proyecto «Caligrafía vegetal» surge a partir de la observación de ciertas plantas, cultivos rastreros, con un crecimiento horizontal y trepadores en ocasiones. Esta disposición extendida obliga a los tallos y ramas de la planta a un movimiento especial en busca de la luz, lo que les confiere un dinamismo muy interesante desde el punto de vista de las formas.
Se hace necesario hablar en primera persona para describir el proceso seguido para el desarrollo del trabajo. En un ejercicio de exploración de su morfología y aislando su aspecto exterior (sus colores, la forma de sus hojas y de sus frutos, su disposición en la tierra), intento imaginar su interior y traducirlo a un lenguaje desconocido aún. Se intuye un pre-lenguaje de signos que de algún modo se muestra como otra versión de su naturaleza. Las primeras ideas vinculan las formas negativas y las formas positivas del huerto, que se descubre como un lugar de diálogo. Lo que se nos aparece y lo que esconde su interior. Formas naturales que son en sí mismas una explosión de vida, algo muy complejo y misterioso en su configuración, y cuando se observan en negativo, invitan a su comprensión a través del tacto: mientras el exterior de las ramas es áspero, la superficie interior bajo la piel y oculta a la vista, se convierte en una membrana estriada y delicada.
Un procedimiento habitual en el artista Giuseppe Penone, al dirigir algunas de sus obras por un trabajo con el contacto: lo real se encuentra a la vez copiado y dado vuelta, es decir, percibido táctilmente y puesto al revés. Un ejemplo de ello sería su temprana obra «Guanti» (19722).
La incertidumbre de los sentidos, las percepciones han alimentado siempre la imaginación y la producción artística. Existe, sin embargo, un conjunto de valores, de sensaciones, de conocimientos, de emociones, de percepciones ligados a la materia que una lectura matemática de la realidad no nos daría jamás: es la sensualidad (Penone 2008, 171).
La dimensional temporal de la obra tiene que ver con la práctica del arte pegada a la tierra, a un lugar preciso, que va transformándose. Es esta idea de cambio lo que convierte no sólo el proceso, también el contexto y las obras, en una situación de celebración de la vida. Aquí es pertinente hablar del término globalización, que se empeña en hacer de todos los lugares el mismo lugar. «Caligrafía vegetal» se reivindica en las particularidades de un emplazamiento concreto.
Se detecta una necesidad casi biológica de recuperar el “aquí” y el “ahora” como respuesta a la disolución y desubicación. Y seguimos inventando el paisaje, una invención que actualmente, como a lo largo de toda la historia del arte, no se puede obtener exclusivamente de las artes, ni sólo con las artes, y que requiere de la intervención del arte en los mismos procesos de investigación y de transformación (Nogué 2008, 166).
Tampoco se trata de una investigación sobre botánica, sino de algunos pequeños hallazgos y revelaciones que surgen desde el ensimismamiento: sus ciclos de crecimiento. Desde la observación y el cuidado, el ir y venir, recolectar, tocar y oler. Pensar.
Madera y poliuretano pintados
Fotografía: Valerie de la Dehesa, 2023.Proceso: El taller en el huerto
La base del trabajo escultórico ha consistido, en primer lugar, en materializar el pensamiento y con ello, el interior de las ramas. Meterse dentro de ellas en un ejercicio habitual en el arte y hacer visible lo que está oculto. Para lograrlo, la materia fluida ha ocupado la parte interna de la rama presentando el negativo de sus formas o más bien, sus formas en negativo. Esas formas, molde de lo real, aparecen después del proceso como una ficción, algo habitual en la escritura. «Lo mejor de todo sucede cuando las palabras encuentran cuerpo y empiezan a contar una historia» (Le Guin 2018, 384).
Con ello se ha abierto una orientación de la obra completamente ligada a su morfología interna. A partir de aquí la intuición ha dirigido un largo proceso de trabajo muy gratificante: seleccionando cada fragmento que me interesaba, se ha ido construyendo esta serie de esculturas, apoyadas en ocasiones en pequeñas maderas, fijadas a la pared, en otras.
El placer que hallamos en la recepción de una obra de arte es un placer en que están implicados tanto el entendimiento como la imaginación, que son facultades de representar. Significar quiere decir ser signo de algo (Maillard 2009, 86).
Pertenecían a un lugar, fijando la vida en él. Al separarse del suelo, pertenecen a otro plano: siguen teniendo la esencia y el movimiento de la planta viva, pero han crecido en animalidad o humanidad. Parecen seres que celebran la vida al aire libre.
Poliuretano pintado y madera, Instalación
Fotografía Valerie de la Dehesa, 2023.Entender el caos y el orden natural trayéndolo al ámbito del pensamiento. En palabras de Evaristo Bellotti al conversar sobre este proyecto (en Linaza 2023): «las esculturas copian el estruendoso silencio que producen las plantas».
Las figuras son la narración: la esencia misma de las plantas con las que se ha trabajado, sus mismas curvas, sus formas de crecimiento, los detalles de sus pieles, etc. Traen el hecho de la realidad a otro ámbito, el del pensamiento y el taller. Sacadas del contexto en el que se cultivan, sorprende la vida que siguen mostrando, pues cada una ofrece, podríamos decir, una personalidad muy singular y próxima a lo humano. En este proceso se han encarnado en un desplazamiento desde su realidad. Es éste un procedimiento en que la autenticidad importa mucho: «la verdad en el arte no es imitación, sino reencarnación» (Le Guin 2018, 359).
Poliuretano pintado y madera
Fotografía Valerie de la Dehesa, 2023.
Poliuretano pintado y madera. 40 x 36 x 30 cm
Fotografía Valerie de la Dehesa, 2023Reflexiones finales
«La eterna imperfección de las formas es garantía de la eterna vida del arte de sentirlas» (Ferrant 1997, 90).
La técnica desarrollada para concluir este proyecto artístico y la dimensión y extensión resultantes están en relación directa con la producción de frutos, con la cosecha, ya que el plan tiene una dimensión temporal unida al ciclo natural. Tiene además una mecánica de trabajo, que se puede parecer a los usos de un cultivo, donde las acciones se suceden, una tras otra hasta conseguir el fruto. Esta es una de las claves que entronca de modo evidente con los cuidados, uno de los fundamentos de la reflexión que se presenta aquí.
El resultado de la investigación plástica recorre lugares poco habituales: el modelo es una naturaleza viva, un paisaje, en definitiva, que parece convertirse en una delicadísima y extraña cosa ajena a cualquier convención: una ficción, algo parecido a una caligrafía, signos que tratan de entender lo que ocurre en el huerto, más allá de la urgencia de las tareas que le son dadas y proyectarlo hacia fuera, en la idea de que alguien lo pueda leer no como fruto, sino como pensamiento. El cuidado de las plantas y la producción artística derivada de él, acaban por concluir, juntos, un largo recorrido de curiosidades, encuentros y de juegos que festeja la vida por encima de todo.
Referencias bibliográficas
Beruete Valencia, Santiago. 2018. «Jardines públicos». Exit Imagen y Cultura 71, 64-81
Ferrant Vázquez, Ángel. 1997. Todo se parece a algo: Escritos críticos y testimonios. Edición de Javier Arnaldo & Olga Fernández. Madrid: Visor
Le Guin, Ursula K. 2018. Contar es escuchar: Sobre la escritura, la lectura, la imaginación. Traducción, Martín Schifino. Madrid: Círculo de Tiza
Linaza Iglesias, Marta. 2023. «Caligrafía vegetal». Catálogo de la exposición, Sala de exposiciones independiente La Madame, Madrid, 15 al 29 de junio
Maillard, Chantal. 2009. Contra el arte y otras imposturas. Valencia: Pre-Textos
Nogué Font, Alex. 2008. «El paisaje en el arte contemporáneo: De la representación a la experiencia del paisaje». En El paisaje en la cultura contemporánea, Joan Nogué, ed., 155-168. Madrid: Biblioteca Nueva
Penone, Giuseppe. 2008. Respirerl’ombre. Paris: École nationale supérieure des beaux-arts
Valente Docasar, José Ángel. 2002. Elogio del calígrafo: Ensayos sobre arte. Barcelona: Galaxia Gutenberg
Notas