Recepción: 19 Abril 2019
Aprobación: 15 Mayo 2019
DOI: https://doi.org/10.1387/ausart.20771
Resumen: La signodanza es un modo de expresión que integra la comunicación y la creación artística a partes iguales, a través de la fusión de los distintos estilos de danza con las lenguas de signos y con el sistema de signos internacional. Es un fin en sí misma y a la vez un medio para conectar emociones y trabajar desde la diversidad junto a diferentes colectivos en riesgo de exclusión social. Este artículo tiene como objetivo principal exponer el trabajo que la compañía Arymux lleva a cabo en los cursos, talleres y espectáculos a través de la Signodanza. Esta disciplina es un vehículo integrador de públicos y lenguajes que tiene el propósito de eliminar las barreras de comunicación con las que se encuentran algunos colectivos y personas de diferentes edades y procedencias, personas con y sin discapacidad, personas con y sin riesgo de exclusión social. La Signodanza se presenta aquí como una herramienta accesible e integradora que promueve la inclusión y respeta la diferencia.
Palabras clave: SIGNODANZA, DIVERSIDAD, ARYMUX (COMPAÑIA DE DANZA), ACCESIBILIDAD, LENGUA DE SIGNOS.
Abstract: Signdance is a way of expression that integrates communication and artistic creation in equal proportion, through the fusion of different dance styles with sign languages and international sign system. It is an end in itself and at the same time, a means to connect emotions and work together from diversity with different groups at risk of social exclusion. The main objective of this article is to show the inclusive work that Arymux Company carries out in their courses, workshops and shows through Signdance. This discipline is vehicle for integrate publics and languages and its purpose is to eliminate every communication barrier encountered by diverse groups and people of different ages and backgrounds with and without disabilities. Signdance is presented here as an accessible and integrative tool that promotes inclusion and respects differences.
Keywords: SIGNDANCE, DIVERSITY, ARYMUX (DANCE COMPANY), ACCESIBILITY, SIGN LANGUAGE.
La signodanza como motor de inclusión
Signodanza e inclusión
Hoy en día son muchos los ámbitos en los que se trabaja con los conceptos de diversidad, inclusión o accesibilidad. Muchas veces hablamos de la capacidad de adaptación, de la capacidad del ser humano para integrarse en el mundo en el que vive y en el entorno que le rodea. Pero ese entorno se vuelve hostil cada vez que no provee de los recursos necesarios a la persona que lo habita para que pueda desarrollarse y llevar al máximo sus capacidades en cualquier área. Esta misma idea, llevada al ámbito artístico y cultural, y en nuestro caso en el del movimiento y de la D¡danza provoca que muchas personas sientan que no son aptas para trabajar con su cuerpo, para explorarlo o desarrollarlo a través de acciones que impliquen un conocimiento más profundo de sí mismas y de las posibilidades de expresión y comunicación que tienen. Estas personas sienten recelo cuando se encuentran ante la tesitura de tener que utilizar su propio cuerpo de manera individual o en un grupo, trabajando en dinámicas que impliquen contacto con otras personas, por tener algún tipo de discapacidad que les pueda hacer sentir limitadas, por tener una edad avanzada o porque nunca han tenido la oportunidad de experimentar con el cuerpo y explorar sus propios límites. Es por eso que el trabajo que se plantea en la compañía Arymux con estos colectivos tiene como objetivo eliminar las barreras de distinto tipo que en muchas ocasiones son provocadas por el miedo y la falta de confianza o de conocimiento del propio cuerpo y sus posibilidades. La signodanza, de esta manera, se utiliza como una forma de comunicación global, un medio que potencia el desarrollo de las cualidades personales y que permite relacionarse de un modo nuevo con el propio cuerpo y con la manera que cada cual tiene de moverse y de explorar el espacio.
Por eso retomamos esta idea expuesta hace unos años: «Se pretende encontrar nexos de unión y de lenguajes para crear una fusión real entre la lengua de signos y cualquier estilo de danza, que permita buscar nuevas formas de expresión válidas para cualquier persona, tenga o no dificultades de audición» (Rodríguez Ruiz 2014, 151):
Signodanza y diversidad funcional
Hablamos con frecuencia de la accesibilidad y del derecho que todas las personas tienen a acceder a la cultura en igualdad de condiciones que el resto, pero no todas lo logran, y de hecho son un número muy reducido quienes tienen acceso a las distintas formas de expresión artística, debido fundamentalmente a las barreras que se encuentran, ya sea arquitectónicas o de comunicación.
Albacete 2012. CRMF
Fotografía: Carmen CañizaresSegún mi punto de vista, las personas sólo se diferencian en su forma de aprender y en su manera de ver y sentir el mundo que les rodea dentro de la individualidad de sus propias capacidades. Por eso en este artículo el trabajo con la Signodanza se plantea desde una perspectiva global e inclusiva donde cualquier persona tiene cabida en los talleres y en los espectáculos inclusivos. Desde este punto de vista, se entiende la diferencia desde algo que suma y que nos complementa. Eso es lo que nos transmite sobre las personas sordas Oliver Sacks: «Ser sordo, nacer sordo, emplaza a un individuo en una situación extraordinaria; te expone a una gama de posibilidades lingüísticas y, en consecuencia, intelectuales y culturales, que las demás personas, como hablantes naturales en un mundo de habla, apenas podemos imaginar siquiera» ([1989] 1997, 150).
Este objetivo no es algo que hayamos empezado a trabajar ahora, hablábamos ya hace unos años de esa idea de integración: «desde el comienzo, la compañía trabaja con personas de distinta nacionalidad y procedencia, personas con y sin discapacidad, actores y actrices, intérpretes de lengua de signos, profesionales del mimo y de la expresión corporal y bailarines de distintas disciplinas. Todos estos profesionales aportan perspectivas diferentes y complementarias, que son necesarias para crear proyectos y espectáculos donde la diversidad y la calidad artística puedan crecer por igual» (Rodríguez Ruiz 2015).
La signodanza: Comunicación y creación
El potencial que tiene la signodanza en el plano de la de comunicación está demostrado, ya que se trata de una disciplina que integra las lenguas de signos en la creación del movimiento aportando significado semántico a la creación coreográfica. Es por tanto a la vez un medio, una herramienta de creación artística, pero también un fin que permite que las personas sordas entiendan el contenido de las ideas que se expresan a través de la expresión facial y el movimiento de las manos y el cuerpo. Esto nos permite crear partiendo de ese trabajo inicial y prioritario de eliminación de las barreras de comunicación y desarrollar a la vez propuestas coreográficas accesibles e inclusivas, que es un objetivo constante en el trabajo de la compañía. «Traspasar las barreras comunicativas y artísticas, eliminando los obstáculos y creando cauces de comunicación para dar posibilidad a una persona sorda de 'escuchar' y sentir la música, así como de trabajar sus capacidades rítmicas y de movimiento» (Rodríguez Ruiz 2014).
Laura Trillos, investigadora sorda colombiana del ámbito de las artes escénicas con la que hemos colaborado, expresa de una manera muy clara estas barreras comunicativas, y así queda reflejado en uno de sus trabajos publicados: «La comunicación entre el público y el espectáculo está rota por las diferencias lingüísticas y culturales. Ante esto, los subtítulos y las distintas formas de interpretación en las artes escénicas se presentan como alternativas con sus respectivas ventajas e inconvenientes» (Trillos 2018, 211).
Es por esto que crear cauces de comunicación a través del movimiento, teniendo en cuenta la riqueza que la creación individual y grupal supone, es uno de los objetivos que la signodanza tiene y que se quiere compartir en este artículo.
Permitir la libertad de movimiento y sentirla desde lo que cada persona es, posibilita que los corsés desaparezcan y que la expresión llegue a su grado máximo. Por eso en el trabajo con signodanza se permite la libre creación e interpretación del movimiento. Partiendo de la elección de un signo, de una emoción o de un patrón coreográfico creado en total libertad, para conseguir que la expresión de cada persona sea real y no esté contaminada ni dirigida. Puede crearse una performance o una pieza coreográfica partiendo de la libertad total de movimiento y de la propuesta personal o grupal que se esté desarrollando. Según Lucas Condró y Pablo Messiez: «El cuerpo que entiende que no todo depende de su voluntad, el cuerpo que se deja mover por la fuerza de la gravedad, es un cuerpo entregado al movimiento. Bailar es, en definitiva, dejarse caer, es la combinación de estas dos ideas ('dejarse’ y ‘caer'). En medio de la caída está la danza» (2016, 12).
Compañía Arymux. Auditorio Museo Guggenheim Bilbao. 2018. Bailarina: Madeleine Perfecta
Fotografía: Marta IsasiLa improvisación guiada o no, cuando el entorno es propicio a la creación, nos permite escucharnos, entendernos y expresarnos desde lo que somos, independientemente de quiénes somos y de cuáles son nuestras limitaciones físicas o las barreras mentales que, en muchos casos, nos creamos sin ser conscientes de ello. Esto se puede ver también en la idea que desarrolla RoseLee Goldberg «using improvisation ‘to find out what our bodies could do, not learning somebody else’s pattern or technique. Halprin’s system involved’ putting everything on charts, where every possible anatomical combination of movement was put to paper and given numbers» ([1988] 1996, 140).
Talleres y metodología
En los talleres de signodanza que realizamos con personas con diversidad funcional se pone de manifiesto que las artes escénicas en cualquiera de sus formas: danza, música, teatro, entre otros, suponen una nueva puerta abierta al mundo para muchas personas que no han tenido la oportunidad de contar con una educación artística, ni en el ámbito educativo formal, ni en el informal, ni tampoco de poder asistir como espectadores/as a ninguna forma de expresión artística.
Es por este motivo que, en las evaluaciones que se realizan con ellas después de que hayan participado en un taller de signodanza y de que hayan podido asistir a alguno de los espectáculos de la Compañía Arymux, comenten haber descubierto una nueva forma de comunicación y expresión que les complementa y les abre un mundo desconocido de posibilidades.
En el blog El rincón de Mayriel se publicaba el 23 de noviembre de 2013: «consigue acercar a la comunidad sorda a la música, al mismo tiempo que hace que los oyentes dejen de fijarse en lo que oyen, para que centren su atención en lo que ven… convierte en arte la lengua de signos. Es la signodanza»1.
Este trabajo desde el ámbito de la creación y del movimiento supone dotar a la persona de herramientas para conseguir un mayor grado de autoconocimiento y también de apertura hacia el mundo, cumpliendo uno de los objetivos que tiene la signodanza de ser elemento integrador e inclusivo en el ámbito del arte y la cultura. En el periódico Anboto publicó Álvaro Etxarte el 13 de junio de 1014: «El arte siempre ha sido, entre otras cosas, un medio de comunicación; pero, por desgracia, incomprensible para muchos. Los artistas de Arymux, sin embargo, mediante su arte, la signodanza, rompen las barreras de la comunicación para trasmitir su mensaje; el cual es, precisamente, que se pueden romper las fronteras de la comunicación. Rakel, mediante la signodanza, además de transmitir la música a las personas sordas, ha conseguido empequeñecer la palabra discapacidad. La revolución no consiste en ayudar a personas con discapacidad, sino en construir, desde abajo, un mundo en el que todos seamos capaces»2.
Palma de Mallorca 2013.
En los talleres y espectáculos que realiza la compañía encontramos desde hace años personas con todo tipo de diversidad funcional. No importa la edad, ni la procedencia, ni el tipo de discapacidad, ni la experiencia previa en el ámbito de la danza para poder participar en estos talleres. Se ha trabajado con personas con movilidad reducida, con síndrome de asperger, síndrome de down, parálisis cerebral y también talleres destinados a colectivos en riesgo de exclusión social e incluso personas sordociegas como público asistente. Vemos en este video algunas opiniones de personas sordas participantes en los talleres y espectáculos de la compañía: «Los sordos podemos participar igual que cualquier oyente, y eso es importante». «Su adaptación de la poesía, la música, la danza… nos hace integrarnos y sentirnos maravillosamente»3.
Las personas sordociegas junto a un guía intérprete y utilizando alguno de los sistemas alternativos de comunicación como, por ejemplo, la lengua de signos apoyada, pueden tener acceso a todo el contenido del taller y del espectáculo. Apoyamos así las palabras de Lucas Condró y Pablo Messiez (2016,12): «Que se mueva todo lo que se mueve. Que aparezcan todas las direcciones, todas las voluntades, todas las simultaneidades posibles. Que cada mínima parte sea a la vez autónoma para moverse y receptiva para dejarse mover. Que aparezcan en el movimiento todos los cuerpos de un cuerpo».
Transmitiendo contenidos a una persona sordociega.
Fotografía: Teresa PalacioEl punto de partida del trabajo con la signodanza es entender la diferencia como potencial que suma y une a las personas y no como algo que resta o separa. Supone trabajar desde dentro hacia fuera, teniendo en cuenta también la trayectoria personal y el componente emocional. Esto se expresa en palabras de una artista sorda, Emmanuelle Laborit ([1994] 2001, 192): «Tengo necesidad de los demás, de intercambio. Tengo necesidad de una comunidad. No podría vivir sin los que oyen; no podría vivir sin los sordos. La comunicación es una pasión. A veces siento necesidad de aire, en uno u otro mundo. Ponerme a un lado. Replegar las alas. Pero no demasiado tiempo»
Por tanto, hay que tener en cuenta que al igual que la signodanza facilita el trabajo personal y de desarrollo individual de las capacidades de expresión y comunicación desde el punto de vista corporal y de las emociones, también favorece el trabajo en equipo, la relación con el resto del grupo y de las personas con las que se trabaja. Rakel Rodríguez (2015, 361): «Buscar espacios en las clases, los talleres o los ensayos para dejar espacio a la expresión de las emociones, es algo que priorizamos en la compañía Arymux y que hace que se enriquezca el trabajo en equipo, que se aprovechen las infinitas posibilidades de la comunicación no verbal y de la expresión corporal, a la vez que se fomenta la creación personal».
Aspercan. Las Palmas de Gran Canaria 2014.
Explorando los límites
Cuando se crean las condiciones adecuadas, se permite al artista que está ensayando o a la persona que está realizando un taller de signodanza, romper con las consignas y las normas establecidas, y comenzar a improvisar, llevando el cuerpo y la mente al punto en el que cada persona se siente cómoda según su capacidad de expresión y movimiento. Según Rudolf Arnheim (1993, 94-95): «Los bailarines y actores principiantes descubren que acciones o gestos simples que han dominado desde la infancia sin reparar en ellos entumecen sus miembros de repente cuando se les pide que los realicen conscientemente y siguiendo ciertas reglas. Esta fase intermedia se produce a menudo en el aprendizaje, pero el beneficio que produce hace que la frustración temporal merezca la pena».
Pero hay que tener en cuenta que esto, por supuesto, sólo se consigue cuando estamos en un espacio donde se favorece la escucha interna, sin sesgos, sin juicios, para que cada persona pueda guiarse únicamente por su intuición y por su manera personal de expresarse. Porque las barreras físicas son mucho más pequeñas que las barreras mentales que tenemos y que normalmente presuponemos a las personas con discapacidad.
Tener la libertad de explorar nuestro movimiento y la manera en que nuestro cuerpo se expresa nos lleva a descubrir que muchas de las acciones que desarrollamos en nuestro día a día podrían considerarse danza. Esta idea la vemos reflejada en las palabras de RoseLee Goldberg ([1988] 1996,124) «Just as Cage found music in the everyday sounds of our environment, so too Cunningham proposed that walking, standing, leaping and the full range of natural movement possibilities could be considered as dance. It occurred to me that the dancers could do the gestures they did ordinarily. These were accepted as movement in daily life, why not on stage?»
Compañía Arymux. Auditorio Museo Guggenheim Bilbao. Bailarines: Markel Bárcena y Leo Castillo.
Fotografía: Eneko CajigasLa comunicación y el cuerpo
La lengua de signos es un idioma gestual que nos permite trabajar en el espacio. Los sentidos nos permiten relacionarnos con el mundo que nos rodea, y en nuestro caso, crear desde la percepción del mundo que recibimos a través de ellos, convirtiendo en movimiento a través de la signodanza todas esas emociones percibidas. La mirada, la expresión facial, el significado contenido en un signo se convierten en modos únicos de comunicación y expresión. En palabras de Donald Maxwell: «La gente se comunica con los ojos y las manos. Es por eso que mi obra está llena de ojos y manos» (en Bourgeois 1993, 104).
Compañía Arymux. Auditorio Museo Guggenheim Bilbao. 2018. Bailarina: Rakel R.R.
Fotografía: Marta IsasiPor este motivo, para las personas con diversidad funcional, tener un modo de expresión que les exija, en cierta manera, el desarrollo de un trabajo corporal y emocional a la vez, hace que se activen muchos elementos que permanecían dormidos. De esta forma la signodanza es un elemento canalizador de las emociones que pueden expresarse en una comunicación completa y que nos permite mirar hacia dentro y hacia fuera. José Miguel G. Cortés menciona a Louise Bougeois: «Soy muy sensible a la manera cómo la gente me mira, he notado que el modo cómo la gente te mira es un reflejo de la manera de cómo tú la miras» (citada en García Cortes 1996, 128).
Conclusión
En este artículo se ha planteado el trabajo llevado a cabo en diversos ámbitos y con distintos colectivos de personas con y sin discapacidad teniendo como nexo común la integración a través de la signodanza.
La signodanza es en sí misma un medio de inclusión que abre camino a la diversidad en el más amplio sentido de la palabra. Desde ella se trabaja la expresión, la comunicación, la integración, la emoción y el desarrollo personal. «La signodanza, tal y como se trabaja en la compañía Arymux es un vehículo de autoconocimento y expresión de lo que cada cual es. Hay que sentir y hablar de los sentimientos para transmitirlos» (Rodríguez Ruiz 2016).
Para muchas personas con diversidad funcional, el contacto con la signodanza ha sido su primera experiencia creativa y de contacto con el arte y la cultura. Desde siempre entiendo el acceso a la cultura en cualquiera de sus formas como un derecho y no como un privilegio. Por eso termino con las palabras de Rudolf Arnheim (1993, 48): «Percibir en toda su plenitud lo que significa amar verdaderamente, interesarse por algo, comprender, crear, descubrir, anhelar o esperar es, en sí mismo, el valor supremo de la vida. Una vez que esto se comprende, es igual de evidente que el arte es la evocación de la vida en toda su plenitud, pureza e intensidad. El arte, por tanto, es uno de los instrumentos más poderosos de que disponemos para la realización de la vida. Negar esta posibilidad a los seres humanos es ciertamente desheredarlos».
Agradecimientos
A Pilar Lara y Miguel Vega por acompañarme los pasos. A Sonia Mesa por crear espacios de comunicación y animarme a transitarlos. A Janire Martín por su trabajo constante desde cerca. A Susana Rojas por abrir caminos y demostrar que se puede. A Madeleine Perfecta, Leo Castillo y Markel Bárcena por su trabajo en la Compañía Arymux y por ceder su imagen.
Referencias bibliográficas
Arnheim, Rudolf. 1993. Consideraciones sobre la educación artística. Traducción de Fernando Inglés Bonilla. Barcelona: Paidós
Bourgeois, Louise.1993. «Entrevista con Louise Bourgeois». Por Donald Maxwell. Kalias 10
Condró, Lucas & Pablo Messiez. 2016. Asymmetrical-motion: Notas sobre pedagogía y movimiento. Prólogo de Claudia Faci. Madrid: Continta Me Tienes
García Cortés, José Miguel. 1996. El cuerpo mutilado: (La angustia de muerte en el arte). Valencia: Generalitat
Goldberg, RoseLee. (1988) 1996. Performance Art. London: Thames & Hudson
Laborit, Emmanuelle. (1994) 2001. El grito de la gaviota. Con la colaboración de Marie-Thérèse Cuny; traducción del francés por María José Buxó-Dulce Montesinos. Barcelona: Seix Barral
Rodríguez Ruiz, Rakel. 2014. «La signodanza: Palabras en movimiento». En La investigación en danza en España, Bilbao 2014, III Congreso Nacional de Investigación en Danza, 149-159. València: Mahali
Rodríguez Ruiz, Rakel. 2015. «Bailando el silencio: La signodanza». AusArt 3(1): 118-129. http://www.ehu.eus/ojs/index.php/ausart/article/view/14424/13137
Rodríguez Ruiz, Rakel. 2016. «Las emociones en la signodanza». En La investigación en danza en España, Valencia 2016. IV Congreso Nacional de Investigación en Danza y I Congreso Internacional La Investigación en Danza, 355-364. València: Mahali
Sacks, Oliver. (1989) 1997. Veo una voz: Viaje al mundo de los sordos. Traducido del inglés por José Manuel Álvarez Flórez. Salamanca: Anaya
Trillos Leal, Laura Cristina. 2018. «La comunicación teatral con el público sordo: Retos y alcances del teatro de sordos y del teatro accesible». Monográfico «El cambio de paradigma en las escrituras dramáticas del siglo XXI», Pygmalion 9-10: 177-216
Notas