Barreto Ramos, Daisy (2020). María Lionza, divinidad sin fronteras. Genealogía del mito y el culto. Mérida, Venezuela. Universidad de Los Andes Museo Arqueológico Gonzalo Rincón Gutiérrez, Ediciones Dabánatà. 270 p.

Maury Abraham Márquez G. *
Universidad Latinoamericana y del Caribe, Venezuela

Barreto Ramos, Daisy (2020). María Lionza, divinidad sin fronteras. Genealogía del mito y el culto. Mérida, Venezuela. Universidad de Los Andes Museo Arqueológico Gonzalo Rincón Gutiérrez, Ediciones Dabánatà. 270 p.

Boletín Antropológico, vol. 39, núm. 101, pp. 175-179, 2021

Universidad de los Andes

Barreto Ramos Daisy. María Lionza, divinidad sin fronteras. Genealogía del mito y el culto.. 2020. Mérida, Venezuela. Universidad de Los Andes Museo Arqueológico Gonzalo Rincón Gutiérrez, Ediciones Dabánatà. 270pp.

La antropóloga Dra. Daisy Barreto valiéndose de la leyenda representada en el imaginario colectivo intenta buscar la vindicación del mito, se adentra en las creencias, prácticas rituales populares, dando lugar a un constructo considerado por ella de orden pagano gestado desde la ancestralidad que termina conformándose, según la autora, partiendo de la época colonial para ir reconfigurándose con el devenir de los tiempos en un marcador ideático a manera de Culto Nacional, recurriendo al análisis de fuentes históricas, hemerográficas, testimoniales y documentales, la investigadora pone en evidencia la apropiación que las esferas del poder político venezolano han dado al Culto a María Lionza para erigir los discursos hegemónicos populistas, a través de la legitimación y apoyo de una estética en las esferas de las artes que se cimienta en las narrativas de los Cultos de Origen de la Nación. La autora de manera copiosa y detallada, apelando a la rigurosidad del análisis del discurso pone en evidencia que las corrientes creativas en el mundo de las artes venezolano han recurrido al mito de María Lionza como fuente de inspiración lo cual ha incidido en propiciar en torno a la Deidad caquetía esas estructuras del inconsciente colectivo, de la memoria colectiva de lo cual hablara pródigamente Carl Jung desde la psicología analítica, quien le prestó interés capital al inconsciente colectivo y a los símbolos para la comprensión de la vida.

El tema del mito originario encuentra en este libro las controversias que en torno a la deidad se han procurado intelectuales, artistas e historiadores relacionados con sus atributos raigales y su pertenencia identitaria como cosmovisión aglutinadora de identidad colectiva. En ese sentido parafraseando a Barreto el mito entra “en proceso constante de recreación en el imaginario de los diferentes sectores de la sociedad, por lo cual, sin dejar de ser mito de fundación, se convierte en mito histórico”.

Este libro constituye un texto de obligatoria consulta para los estudiosos de la antropología histórica y la religiosidad popular venezolana, su fecunda abundancia en los hallazgos presentados por su autora, relacionados con los orígenes de los cultos étnicos de la nación, como manifestaciones ideáticas es el resultado de una larga trayectoria en las pesquisas sistemáticas desarrolladas por la investigadora en esa búsqueda “in illo tempore” para intentar comprender y poner en evidencia la concepción que tuvieron nuestros lejanos ancestros hacia sus rituales a fin de mostrar los elementos culturales y espirituales de las prácticas del culto a María Lionza en la noción del continuum explicativo donde las transformaciones de las creencias sagradas de los habitantes prehispánicos de esta geografía demuestran huellas de su presencia en los lugares y espacios sagrados. Apoyada en las evidencia de cultura material (ofrendas, abalorios, figurinas o idolillos y vasijas, osamentas, colocadas en estas como ofrendas, junto a partes de animales- cornamentas, plumas, semillas y restos de alimentos ) de carácter sagrado en cuevas lagunas y montañas del centro occidente de Venezuela (estados Yaracuy, Carabobo, Falcón, Lara, Distrito Capital, Portuguesa, Mérida, Trujillo) la autora deja entrever la celebración antiquísima de rituales en esas locaciones arqueológicas que pudiesen estar asociados a paisajes de cosmo-vivencialdad y prácticas rituales-ceremoniales relacionados con las deidades del complejo arquetipal cosmo- mitológico agua/serpiente/arcoíris, referenciados por cronistas y viajeros de la época de la colonia y hasta finales del siglo XVIII. Texturas de espacios y lugares sagrados que se han transformado hasta el presente en moradas de entidades sobrenaturales — dueños, encantos, deidades, fuerzas o espíritus tutelares— y en santuarios o adoratorios del Culto a María Lionza.

El largo proceso histórico que el paganismo y el catolicismo (dicotomía esgrimida por la autora para caracterizar al hecho religioso en esa forma peculiar de interpretar el fenómeno de la vida social como diría el sociólogo francés Emille Durkheim para quien lo religioso es un hecho social total) se revela de manera clara en la tradición mítica legendaria, la creencia y el culto de María Lionza, en el que coexisten elementos indígenas, de la religión católica, de otras religiones y sectas de procedencia muy diversa, además, de las aportaciones de la historia local, nacional y macro-regional.

La mitificación, la represión y el silenciamiento sufrido por los creyentes del culto, son explicados por la autora recurriendo al análisis de la información para identificar los campos semánticos determinados por las: 1) Creencias y las prácticas populares bajo la noción paganismo; 2) Propiciadas por la Iglesia católica; 3) Determinadas por la Ideología oficial y el debates de los intelectuales; y 4) Propiciadas desde la Creación cultural y las manifestaciones artísticas. Dicho análisis revela la presencia o ausencia del mitema de María Lionza como núcleo cohesionador social dependiendo del posicionamiento en el debate político y cultural por el deseo de modernizar el país, manifiesto en la represión de las creencias y prácticas de las expresiones culturales populares y la exaltación de la historia heroica, que tienen como fin mostrar a la nación unificada. En concordancia con la autora, se podría decir que ambos ideales, modernidad e identidad, se complementan y oponen.

En ese orden de ideas la tradición de María Lionza es una expresión de procesos de cambios y transformaciones del vivir religioso del venezolano, como de las tensiones sociales y políticas entre las diferentes clases y grupos sociales. Por ello al culto y al mito se le asimilan las concepciones y prácticas indígenas y negras, elementos del catolicismo, la masonería, el espiritismo y, en menor medida, de otras fuentes como el gnosticismo, la cábala y el ocultismo; Barreto afirma que “a través de la simbolización de lo autóctono del culto a María Lionza, se promueve la reivindicación de la cultura ancestral indígena y la defensa de su legado, al mismo tiempo que se instituye el mito de los caciques aborígenes, como fuerza liberadora y redentora del pueblo venezolano”. Esto posiciona a la deidad como imagen colectiva, india o española, que simboliza la resistencia de los indios contra los conquistadores españoles y su reconocimiento en la configuración de la nacionalidad.

Dicho lo anterior se vislumbra a María Lionza y sus cortes más antiguas y recientes como el resultado de las creaciones y recreaciones provenientes de la tradición oral, escrita y estética del pueblo en general y de todos sus estratos sociales. Esto constituye, la raíz de la resignificación y reactualización constante del sentido del mito y el culto, por ello la investigadora enuncia que cada creyente es un creador, en la medida que la práctica del culto es en sí misma una recreación continua de la Reina y sus cortes de espíritus.

Esta investigación arrojó importantes resultados pues permitió conocer la utilización político-ideológica que se hizo de la figura o mito de María Lionza a través de la recreación estética; identificando sus contradicciones, como el hecho de ocultamiento del culto a María Lionza y sus Cortes Espirituales su simbolización y su re-semantización como referente de la identidad nacional.

Como un desenlace a esta reseña de María Lionza, divinidad sin fronteras. Genealogía del mito y el culto de la Dra. Daisy Barreto con el cuño de editorial de Ediciones Dabánatá de la Universidad de Los Andes, aseveramos que se trata de un aporte a los estudios antropológicos del Sur por cuanto la autora se sitúa histórica y culturalmente desde el lugar de enunciación del Sur con cuadraturas desde perspectivas discursivas emergentes propias de las corrientes de-coloniales del Sur. Siendo además un ejercicio narrativo, etnográficos, multiforme y pluriepistémico.

El libro de Daisy nos sorprende con sus narrativas desde la memoria, la espiritualidad, como elementos que muestren la identidad artística y discursiva multicultural, pluriversa y pluricultural venezolana, en vista que la religión, los sistemas religiosos, los mitos y los ritos, integran elementos complejos de carácter fundamental para apreciar, desentrañar y comprender los procesos, transformaciones de esa memoria colectiva que cohesiona de manera conductas colectivas, comportamientos, mundos de vidas y cosmovisiones.

Como apunta Barreto con diáfana certidumbre entre las líneas de su libro: “Hay mitos que permanecen abiertos a la historia, y María Lionza es uno de ellos. Una divinidad sin fronteras”.

Notas de autor

* ULAC-UNEARTE-CNH, Caracas, Venezuela
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