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César Ceriani Cernadas y Mariana Espinosa (Comps.) Argentina evangélica. Estudios socioantropológicos sobre misiones e iglesias. Santiago del Estero: IDACOR CONICET-Universidad Nacional de Córdoba y Bellas Alas Editorial, 2018, 564 pp
Bernardo Guerrero Jiménez
Bernardo Guerrero Jiménez
César Ceriani Cernadas y Mariana Espinosa (Comps.) Argentina evangélica. Estudios socioantropológicos sobre misiones e iglesias. Santiago del Estero: IDACOR CONICET-Universidad Nacional de Córdoba y Bellas Alas Editorial, 2018, 564 pp
Ciencias Sociales y Religión / Ciências Sociais e Religião, vol. 21, e019017, 2019
Universidade Estadual de Campinas
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Editorial

César Ceriani Cernadas y Mariana Espinosa (Comps.) Argentina evangélica. Estudios socioantropológicos sobre misiones e iglesias. Santiago del Estero: IDACOR CONICET-Universidad Nacional de Córdoba y Bellas Alas Editorial, 2018, 564 pp

Bernardo Guerrero Jiménez
Instituto de Estudios Andinos Isluga, Chile
Universidad Arturo Prat, Chile
Ciencias Sociales y Religión / Ciências Sociais e Religião, vol. 21, e019017, 2019
Universidade Estadual de Campinas

En la introducción de este voluminoso texto los autores definen el objetivo de este libro: "Reunir en una misma publicación aquellos trabajos que simbolizan, en sus diferencias y congruencias, la consolidación de una temática que se gestó en paralelo a la construcción de un campo de investigación multidisciplinar" (2018: 16). No es casual que en tiempo de dictadura, sobre todo en Chile, en los años 80, se gestara un grupo de sociólogos de la religión interesado, sobre todo, en ver como los discursos religiosos, servían para operar como fuente de legitimación de la dictadura de Pinochet. El encanto que producían los evangélicos con su Te Deum, obligó a desempolvar el clásico libro de Lalive del año 1968. En Argentina el derrotero fue un tanto distinto, pero hay cruces de interés. Retomo el libro de Ceriani y Espinosa: "Así, la atención a los procesos socio-géneticos, a las formas cosmológicas y experienciales, a las relaciones de poder y las construcciones mediatizadas, estructuran este libro sobre una de las corrientes más dinámicas en la producción de la diversidad religiosa en Argentina" (2018: 16). Lo anterior constituye el centro neurálgico de este libro.

Libro estructurado en torno a 17 artículos que dan cuenta de la dinámica, expansión y complejidad del así llamado mundo evangélico en la Argentina. Este libro es una tremenda postal de como se inicia y se desarrolla, muchas veces a tientas, este movimiento que como ya sabemos, para nada, es un todo homogéneo. Lo anterior, sin embargo, no nos debe inhibir a la hora de establecer ciertas generalidades acerca de sus identidades, su teología, liturgia, cultos y vinculaciones con el mundo.

No es mi intención y tampoco podría hacerlo aquí, realizar un análisis de los 17 artículos de interés que César Ceriani y Mariana Espinosa llevan a cabo. El punto que me interesa resaltar en esta breve reseña, es destacar como las ciencias sociales han sido interpeladas por la aparición de este movimiento religioso, primero en Brasil y Chile, y luego en Argentina, Uruguay, Bolivia y Perú. Enfatizar además como se empieza a constituir la ARGENTINA EVANGÉLICA… 2 comunidad académica que se plantea estudiar a este grupo religioso, que es visto con desconfianza por el mundo protestante.

La biografía disciplinaria de cada uno de los autores, ya nos advierte acerca de la necesidad de contar con una caja de herramientas lo suficientemente amplia y diversa para acometer con cierto éxito los estudios. Bien sabemos que en la academia hablar de la interdisciplina es casi un lugar común. Llevarla a cabo es un gran desafío. Sin embargo, la complejidad de estos grupos religiosos, nos demandan acercamientos no sólo desde la sociología, la historia y la antropología social y cultural, sino que también desde la teología, un campo en la que estamos en deuda. Hace falta una discusión con teólogos para adentrarnos en como las lecturas de la Biblia, por ejemplo, y el uso que se hace de este libro, definen muchas de las practicas de estos grupos e iglesias.

Ni que decir de los estudios biográficos acerca de los pastores y otros creyentes de base. En muchos de los casos, estas biografías están construidas desde la iglesia, y aparecen con frecuencia, como una especie de vidas ejemplares. El análisis de discurso de sus publicaciones nos revelan a veces, mucha más información que una entrevista. A veces, nos quedamos con los retratos de los pastores y soslayamos, con razón o sin ella, al hombre o mujer de base. Olvidando los temas del poder al interior de estas comunidades, fuertemente jerarquizadas. El así llamado poder pastoral enunciado por Foucault, nos da pistas para entender estos complejos universos.

Por otro lado, muchas veces se le demanda al catolicismo esfuerzos por desarrollar una teología intercultural, que sea capaz de dialogar con las prácticas religiosas locales. Esta demanda, sin embargo, no se le hace en forma explíctita a estos grupos que provienen con un discurso en muchos de los casos, con mediaciones sutiles, pero efectivas.

Este libro en su composición autoral, nos habla de como la relación entre sociólogos, antropólogos e historiadores se hace más evidente cuando más necesaria es. Asumido los déficit que cada una de estas disciplinas posee, la inter-practica académica es vital. En otros casos, investigadores que han sido formados en una de esas disciplina, caen en cuenta, que necesitan las herramientas tanto teórica como metodológicas de otras. La biografía de los autores algo nos dice de las migraciones de un campo a otro, y sobre todo de un país a otro. Alguien tendrá que estudiar los puentes académicos entre los argentinos con los brasileños.

Los movimientos teóricos

Este libro nos ofrece en su lectura varias pistas para recomponer un mapa teórico de la que se han servido los investigadores para llevar a cabo sus estudios e investigaciones.

Autores clásicos como Weber, Foucault, Bourdieu, Turner, Sallnow, iluminan muchas de las disquisiciones teóricas. Otros más recientes como Berger, con temas como el pluralismo religioso, es sometido a un análisis crítico, en busca de nuevas pistas que nos permitan entender mejor nuestro complejo tema de estudio. A lo anterior habría que agregar a discusión en torno a la secularización, felizmente no realizada en nuestros territorios.

Por cierto que Willems y Lalive ya clásicos en América latina por sus investigaciones pioneras tanto en Brasil como en Chile, están siendo constantemente revisitados. A este último y como corresponde a cierto quehacer investigativo se le acusa de funcionalista, por el solo hecho de usar la palabra anomia. No obstante la huella de Lalive con su enunciado de la continuidad y la ruptura entre este movimiento religioso y la cultura local, sigue muy vigente en muchos de los artículos aquí presente. Pienso sobre todo en los pentecostales en mundos étnicos. "La explicación evangélica es estructuralemente shámanica" (2018: 215) afirma Pablo Wrigth. El tratamiento de la enfermedad, entre otros fenómenos, sitúa a los evangélicos en la cultura popular, a la que responden de una u otra manera. Esa relación no se advierte en muchos de los casos. Los estudios de Pablo Semán nos indican ciertos caminos, tanto de encuentros como de desencuentros. El uso del espacio público a la luz de las transformaciones de las ciudades -territorio de misiones- hace más compleja esas relaciones, pero a su vez más interesantes. La ocupación de las ciudades de templos modelos "Pare de sufrir" es indicativos además de las revoluciones urbanas silenciosas, pero no menos drámaticas que viven nuestras ciudades. Lo que antes salas de cines, se convierten en templos pequeños, pero atractivos. Lo mismo sucede con lugares que antes era ocupados para la vida sindical.

La obra de Tennekes, sobre el pentecostalismo en Chile en tiempos de la Unidad Popular sigue siendo desconocida y por lo mismo, poco consultada y menos, citada. Como afirmó Frigeiro, estamos al debe en la circulación de nuestros escritos. Algo inexcusable, en tiempos de circulación digital, en época de PDF. Como paradoja de la globalización, los textos siguen amarrados a las fronteras del país que lo produjo. Una especie de nacionalismo bibliográfico que hay que superar.

La así llamada huelga social de los pentecostales enunciada por el sociólogo suizo, vale la pene revisitarla tomando en cuenta el fenómeno Bolsonaro. Los que nos hemos dedicado al estudio de los evangélicos, debemos por lo menos, ensayar algunas interpretaciones y no meras reacciones, a este fenómeno. ¿Existe el voto evangélico? Una perspectiva comparada bien nos puede servir para reflexionar.

Después de todo, los evangélicos, más bien parecen una cultura política, al modo como lo refiere Miguez, que un movimiento partidario. Han salido de su refugio por que su ethos ha sido puesto en duda. Y ese proviene de su estructura de valores. Temas como el aborto, el matrimonio igualitario, los golpea con dureza.

En otro plano, hay en este libro, en ciertos autores un desplazamiento de conceptos duros y hasta metafísicos como cosmovisión, para llegar al de prácticas religiosas, como es el caso del tema de género y de jóvenes. El concepto de prácticas religiosas, sobre todo si la hacemos devenir del mundo del pragmatismo sociológico nos lleva a ver como estos actores, mujeres y jóvenes, por ejemplo, llevan a acciones concretas esos mandatos ubicado en la esfera siempre abstracta de la cosmovisión u otra conceptualización. Cuando se afirma que la religión son prácticas situadas, que marcan o sacralizan territorios, se desplaza el eje desde el análisis de los enunciados abstractos a la realidad de la vida cotidiana.

Pensar por ejemplo, en los inter-espacios como Bahba cuando habla de los "espacios entre", para dar cuenta de como en la cultura popular, por ejemplo, los actores sociales realizan en forma constante mediaciones. ¿Tenemos entonces un pentecostalismo interculturalizado?

Mucho se habla en este libro, de la experiencia religiosa pentecostal, como una experiencia innovadora y creativa. Esa es un pista realmente interesante. La fiesta evangélica, que tiene mucho de drama y de celebracion tal cual la fiesta no pentecostal, con sus cruces y separaciones en un buen tema. Marianismo y pentecostalismo tienen mucho de común y bastante de rupturas.

Desde la metodología

Más allá de las técnicas y de otros recursos utilizados en nuestras investigaciones en la que aparece la etnografía, en algunos casos, y no digo en este libro, muy hipervalorada, no hay mucha reflexión sobre el modo en como nos acercamos/dialogamos con nuestros hermanos evangélicos. Somos conscientes que nos faltan muchos censos para equilibrar con las buenas etnografías que hemos construidos.

El estudio de las industrias culturales abre nuevas perspectivas y nos obliga a investigar los discursos no simplemente recogidos en una grabadora, sino que también a escuchar su música, desde sus himnos y coros hasta cierto rock y cumbia. ¿Ríen los evangélicos? El humor sigue siendo un tema poco tratado en nuestras investigaciones. La producción del humor por los mismos protestantes populares nos acercaría más a su dimensión humana.

Con todo este libro es una Biblia Argentina de los pentecostales argentinos, con sus viejos y nuevos testamentos, con sus profetas con sus diluvios y milagros, sus arcas de Noé.

Un libro que señala como además se constituye la comunidad académica con sus sobresaltos y fisiones. Se parece mucho la comunidad académica que estudia a los pentecostales, a los pentecostales. Este es un buen libro que bien podría servir para hacer una sociología de la ciencia de las religiones en Argentina.

Interesante sería, así como los evangélicos testimonian a Dios, que los investigadores testimoniemos como empezamos a meternos en este mundo tan acogedor como interpelador de nuestras creencias básicas. Gouldner nos avisa en su clásico libro La crisis de la sociología occidental, que nuestros temas no son tomados por el simple hecho de que nos gusta. Revisar nuestros presupuestos básicos de personalidad es vital para entender por que estudiamos lo que estudiamos.

Por último hacer más conexiones entre estos grupos y la cultura popular a la que pertenecen, aunque no de un modo exclusivo, y de esa manera ver sus complejas relaciones con el catolicismo popular.

Hay que celebrar este libro, útil y necesario, como toda Biblia, hay que leerlo en forma literal y en modo interpretativo, también.

Este libro debe provocar la aparición de un similar que de cuenta de los estudios de la otra faceta de la religiosidad popular: el llamado catolicismo popular en todas sus variantes. Un libro siempre lleva a otro.

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