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DEVOTOS, OFRENDAS Y PROMESAS EN EL ESPACIO RELIGIOSO DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES EN SAN CARLOS DE BARILOCHE, ARGENTINA
Maria Andrea Nicoletti; Ana Inés Barelli
Maria Andrea Nicoletti; Ana Inés Barelli
DEVOTOS, OFRENDAS Y PROMESAS EN EL ESPACIO RELIGIOSO DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES EN SAN CARLOS DE BARILOCHE, ARGENTINA
Ciencias Sociales y Religión / Ciências Sociais e Religião, vol. 17, núm. 23, pp. 138-161, 2015
Universidade Estadual de Campinas
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Resumen: En el siguiente artículo abordaremos desde la geografía de la religión, la devoción a Nuestra Señora de las Nieves en San Carlos de Bariloche a través del análisis de los exvotos. La Gruta de la Virgen, situada a once kilómetros del centro de la ciudad, ha sido construida por un militar en cumplimiento de una promesa, en tierras del ejército de montaña. Esta Gruta se constituye como territorio sagrado con una dinámica propia que la convierte en epicentro devocional respecto de los espacios aledaños que intervienen en la práctica religiosa. En función de ello nos proponemos realizar una primera caracterización de la Gruta de la Virgen como espacio sagrado y como escenario simbólico mediante la clasificación, categorización y análisis de las ofrendas materiales y las promesas de los devotos.

Abstract: In this article we will analyze, from the geography of religion, the devotion to the "Virgen de las Nieves" in San Carlos de Bariloche through the analysis of the ex-votos. The grotto of the Virgin, located eleven kilometers from the center of the city, has been built by a soldier in fulfillment of a promise, in the army of mountain land. This Grotto is constituted as sacred territory with a particular dynamic that makes it in a devotional epicenter respect to the adjacent spaces involved in religious practice. Accordingly, we make a first characterization of the grotto of the Virgin as sacred space and symbolic place through the classification, categorization and analysis of material offerings and promises of the devotees.

Keywords: Virgin de las Nieves, Bariloche, ex-votos, territory.

Palabras clave: Virgen de las Nieves, Bariloche, exvotos, territorio

Carátula del artículo

Article

DEVOTOS, OFRENDAS Y PROMESAS EN EL ESPACIO RELIGIOSO DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES EN SAN CARLOS DE BARILOCHE, ARGENTINA

Maria Andrea Nicoletti
UNRN, Brasil
Ana Inés Barelli
UNRN, Brasil
Ciencias Sociales y Religión / Ciências Sociais e Religião, vol. 17, núm. 23, pp. 138-161, 2015
Universidade Estadual de Campinas
Introducción

El culto mariano, manifestación emblemática de las prácticas católicas de “religiosidad” o “piedad popular”, forma parte de las creencias y prácticas religiosas colectivas de distintos grupos sociales. La religión, en sus diferentes aspectos como la fe, la sacralidad, la espiritualidad, las prácticas cultuales y rituales pueden ser abordadas desde la geografía de la religión, "para entender la construcción de la identidad" (...) "para desmantelar las complejas relaciones políticas del espacio institucional a niveles regional y nacional” (Brace et al, 2006, p. 29).

El culto mariano puede ser estudiado como el núcleo de un conjunto de relaciones socioculturales históricas, como matriz social identitaria, así también como resignificación local o regional en la construcción del espacio material y simbólico. Desde esta perspectiva las devociones marianas, tanto desde la “actitud relacional -oración y contemplación-, como desde la celebrativa -liturgia, fiestas, devoción popular” (Esquerda Bifet, 1998, p.190), resultan una variable interesante y profunda para analizar los procesos sociales identitarios debido a que se presentan en una dimensión histórica, generan pertenencia y construyen territorialidad.

Este espacio configurado por la religión lo abordaremos, desde la propuesta de Carballo, como “un espacio apropiado, ocupado o dominado por un grupo social para asegurar su reproducción y satisfacer sus necesidades vitales”, que en el caso de las prácticas religiosas estaría dado por las simbólica-culturales (Carballo, 2009, p. 28). De esta manera, el territorio sería aquella síntesis entre la “producción pasada y presente, que organiza su disposición y paisaje” (Carballo, 2009, p. 28). Siguiendo la misma línea de análisis, incorporamos la noción de espacio sagrado de Rosendahl (1996), como aquel campo de fuerzas y valores religiosos que eleva al hombre a otra dimensión. En síntesis, el espacio sagrado es el territorio socialmente construido a través de los sentidos que imprimen las distintas agencias que intervienen con sus prácticas religiosas.

Entre estas prácticas religiosas, los ex-votos y los objetos culturales, constituyen dentro del culto mariano, la imagen visible en un objeto o un conjunto de objetos de enorme variedad que funcionan como soporte de intercambio entre lo humano y lo divino, un objeto que compensa ese intercambio taumatúrgico como testimonio (Perrée,2015). El ex-voto puede contener diversos fines: pedir ayuda, recibir ayuda o cumplir una promesa. Acordamos con Del Castillo Troncoso (2005) en que los ex-votos “nos remiten al vínculo del ser humano con el orden de lo sobrenatural, que se manifiesta precisamente a través de los relatos de milagros”, en donde se genera un vínculo cotidiano del devoto con la providencia a la que se pide favores, se hacen promesas, y finalmente se agradece lo recibido. En otro orden, Del Castillo Troncoso (2005) comenta que “a diferencia de la doctrina oficial, que ha decretado la conclusión de la Revelación, para el catolicismo popular el milagro forma parte de la experiencia cotidiana de las personas, para las que la irrupción de lo sagrado se renueva de una manera dinámica y constante” (Del Castillo Troncoso, 2005, p. 117). En nuestro caso, los exvotos marianos constituyen aquellas expresiones materiales que conllevan las diversas formas que los devotos tienen para agradecer la intervención de la Virgen en sus vidas.

Desde este marco conceptual, en el presente artículo, nos proponemos abordar la devoción mariana a la Virgen de las Nieves en San Carlos de Bariloche-Argentina a través del análisis del espacio que la contiene como construcción territorial de ex-votos y sacralidad. En función de ello nos focalizaremos en la Gruta como escenario desde el que se construye territorio simbólico, ya que son los devotos quienes eligieron ese lugar y lo marcaron con sentimientos de pertenencia, imponiendo una dinámica propia a través del ascenso a la Gruta y de la expresión material en las ofrendas a la Virgen. En este epicentro sagrado hemos observado que se diseñan una serie de espacios aledaños que se organizan en función de las diferentes agentes intervinientes. Estos agentes y sus acciones construyen en una superficie terrestre localizada y delimitada, un territorio sagrado a través de "los sentimientos de pertenencia al lugar, con los modos elegidos por los grupos sociales para reivindicar sus formas de organización del espacio" (Benedetti, 2011, p. 67). Es decir “la práctica religiosa, en términos de organización institucional y de la experiencia personal, son fundamentales no sólo para la vida espiritual de la sociedad sino también para la constitución y reconstitución de esa sociedad” (Brace et al, 2006, p.29).

En función de esta propuesta hemos organizado el trabajo en dos apartados: el primero dedicado a la advocación mariana de las Nieves, su origen, historia y culto en la ciudad y el segundo centrado en el análisis de la Gruta como construcción territorial en donde, por un lado, delimitamos y abordamos los diferentes espacios sagrados que se generan a partir de la peregrinación anual y, por otro, realizamos una primera caracterización de los exvotos.

La metodología que utilizamos es de tipo cualitativa a través del análisis de fuentes escritas (crónicas de la parroquia Inmaculada Concepción y Archivo del Obispado de la Diócesis de San Carlos de Bariloche); orales (entrevistas a sacerdotes y al Obispo de Bariloche) y audio-visuales (fotografías e imágenes marianas de bulto, fotografías y videos obtenidas en el trabajo de campo de las peregrinaciones anuales).

La Virgen de las Nieves en San Carlos de Bariloche
a) Origen e historia de la advocación

Nuestra Señora de las Nieves es una advocación de la Virgen María originada en el siglo IV1, cuya celebración oficial se realiza el día 5 de agosto. En la Argentina es la patrona de la ciudad de Buenos Aires, desde su fundación en 1580, como intercesora por las frecuentes sequías que azotaban a la ciudad (Fogelman, 2012).

En San Carlos de Bariloche su devoción surgió previamente a su patronazgo oficial de la diócesis en 1993, a través de la Escuela Militar de Montaña. En 1944 un Teniente Coronel de esa Escuela Napoleón Irusta, se salvó milagrosamente de un accidente el 5 de agosto, día de la “Virgen de las Nieves”2. El militar, en agradecimiento, trajo una réplica de esta Virgen desde Buenos Aires y la colocó en una gruta natural a 10 kilómetros de San Carlos de Bariloche, que se transformó en centro de peregrinación y devoción local y regional. Con la creación de la diócesis de Bariloche en 1993, la “Virgen de las Nieves” se constituyó oficialmente como Patrona y convocó a través de sus peregrinaciones, a todos los fieles de la diócesis, que comprende actualmente un radio de 77.076 km² entre las ciudades de Bariloche y El Bolsón y las 11 localidades incluidos los parajes de la Línea Sur3.

La “Virgen de las Nieves” no sólo es la Patrona de la diócesis de Bariloche, sino también de dos sectores relevantes en la sociedad barilochense: los montañeses y el Ejército de Montaña. La primera imagen que trajo Irusta se apoyó directamente en una roca donde caía una vertiente natural en tierras del Ejército de Montaña4 (imagen 1). Por el deterioro del clima, esta imagen se reemplazó por la actual en 1957 y se la colocó en la misma Gruta detrás de un vidrio5 (imagen 2). Según la narración recogida por el Obispado, los 5 de agosto, día de la “Virgen de las Nieves”, se celebraba en la Gruta el Día del Montañés y los fieles iban en procesión organizados por un sacerdote6.


Imagen 1
Postal de la imagen de la Virgen de las Nieves (1945)
Fuente: Nicoletti, 2012


Imagen 2
Foto de la imagen de la Virgen de las Nieves en la Gruta
Fuente: Nicoletti, 2012

b) La peregrinación a la Virgen de las Nieves en San Carlos de Bariloche (1944 – 2015)

La figura de la Virgen la abordamos desde su aspecto devocional es decir desde las prácticas concretas del culto, el rito y la sacralización del espacio, como es el caso de las peregrinaciones. Estas “extienden su sacralidad informalmente a otros espacios más amplios: la ciudad que los alberga, las adyacencias, las mismas rutas durante la peregrinación, constituyendo un área sacralizada donde las prácticas religiosas (los cánticos, las oraciones individuales o colectivas durante el camino, las promesas, los exvotos y las limosnas en la llegada) se suman y se entretejen al modo de una red cultual que se vuelve más densa con el crecimiento de la devoción” (Fogelman:2013: 11). En el tipo de territorio que estudiamos, las peregrinaciones y procesiones resultan una herramienta de construcción territorial que se diseña a través de los distintos “desplazamiento por itinerarios pre-establecidos, con el fin de alcanzar lugares sagrados o realizar rituales en torno de puntos considerados significativos en términos étnico- religiosos” (Rosendahl, 2009, p. 51). La peregrinación se vive desde la “fe en caminar (que) implica la obtención de trascendencia [...], el peregrino poseedor de esta fuerza que se expresa en la vivencia espiritual, en el lugar ritualmente apropiado para tal manifestación, necesita trasladarse al lugar sagrado” (Rosendahl, 2009, p. 53).

La primera peregrinación de la Virgen de las Nieves a la Gruta se registra desde la década del ’40. Durante esta primera etapa se siguió el calendario oficial y se peregrinó en agosto, el día 5 o bien el primer fin de semana de ese mes. En 1957 se reconstruyó la Gruta y se bendijo la nueva imagen pues la anterior se había deteriorado por el clima. Esa imagen que se colocó detrás de un vidrio para resguardarla es la que actualmente se venera. Desde 1963, las crónicas señalan la participación de peregrinos de a pie, como también las suspensiones por las inclemencias del invierno7. A partir de la década del ’60 a medida que se crearon parroquias en los barrios “Del Alto”8, la Peregrinación a la Gruta de la “Virgen de las Nieves” tomó la actual forma de peregrinación inter parroquial. Una vez que se creó la parroquia “Virgen de las Nieve” en el barrio Melipal9 (1972), fue esta la que se hizo cargo de las peregrinaciones a la Gruta y de la participación popular. Durante la década del ’80 a medida que las peregrinaciones fueron tomando protagonismo en la Iglesia de Bariloche, se pasó del período invernal a la primavera, hasta fijarse el último fin de semana de octubre en la década del ’90.

A través de los años la peregrinación incrementó su popularidad y concurrencia, convirtiéndose en un espacio de canalización de la angustia y la esperanza colectiva. Aún hoy sigue siendo “un espacio importante de construcción de subjetividades y creación de lazos identitarios, en torno a una figura religiosa” (Hadad, 2007, p. 42).

El Obispo R. Frassia (1993-2001) participó en las reuniones de preparación y puso en marcha una comisión organizadora que continuó trabajando de forma más sistemática afianzando la modalidad inter parroquial. En estas reuniones se incorporaron algunas actividades devocionales como: la Misa de los abuelos, el sábado anterior a la peregrinación general; la vigilia de las parroquias la noche anterior con rezos e intenciones y la participación organizada de las parroquias con pancartas y banderas. En la actualidad, todas las parroquias de Bariloche peregrinan de forma conjunta y acuerdan un horario de salida para converger en la Gruta y celebrar la misa. Las vías de peregrinación son la Avenida Bustillo paralela al lago Nahuel Huapi, la Avenida Pioneros (paralela a la Avenida Bustillo hasta el kilómetro 8) y la Ruta 258, que atraviesa la zona alta de la ciudad. Con la participación de los peregrinos de la Línea Sur10, la peregrinación traspasó el espacio local y se transformó en “un acto diocesano”. El Bolsón, Ing. Jacobacci y Pilcaniyeu. Con ello no sólo se logró ampliar la convocatoria y empezar a darle un perfil multitudinario sino que se reforzó la línea pastoral de la “opción por los pobres”, convocando a la población de la diócesis mas carenciada y castigada11 y como signo el Obispo Maletti (2001-2013), sucesor del Obispo Frassia, encabezó esa columna en la Peregrinación del 200412.


Mapa 1
Gruta de la Virgen de las Nieves y rutas de peregrinación
Fuente: Google earth. Elaboración propia

Sacralización del espacio local. Devotos, ofrendas y promesas

La idea de espacio sagrado como construcción territorial en tanto “territorio simbólico”, puede ser abordada desde Carballo como una sedimentación simbólica-cultural de ese espacio. De esta manera, el territorio no se reduce ni se entiende únicamente en su función instrumental, sino también como objeto de operaciones simbólicas. Es decir, desde prácticas culturales, (fiestas, rituales, etc) y como objeto de representación, en tanto símbolo de pertenencia social (Carballo, 2009, p. 29).

En nuestro caso, la Gruta de la Virgen de las Nieves constituye el sitio central en el que se construye territorio sagrado, a partir de la manifestación de la feligresía con el ascenso procesional, los rezos y los ex-votos. Su centralismo, predominio, dinámica interna y autonomía, posiciona a los restantes espacios como escenarios alternativos a su alrededor.

Por ello analizaremos, en primer lugar, la construcción y delimitación de ese espacio sagrado en el que la Gruta funciona como epicentro de los circuitos religiosos establecidos por la Iglesia diocesana y los devotos a través de la peregrinación y el ascenso de la escalinata. En segundo lugar, nos centraremos en los ex -votos, para realizar una primera tipología de análisis de este conjunto material tan diverso que se encuentran en la gruta de la Virgen de las Nieves, a la que podemos considerar en sí misma como un ex-voto.

a) Delimitación y construcción de los diferentes lugares y circuitos religiosos

En el caso particular de la Virgen de las Nieves, podemos observar dos herramientas de construcción territorial con dinámicas particulares: la peregrinación y el ascenso a la Gruta. Como actos performativos constituyen, “rituales de tránsito liminal”, “espacios sagrados imaginalis”, en los que se “destaca la familiaridad con el lugar y la experiencia compartida en la consagración de un lugar" (Rosendahl, 2009, p. 46).

Estas distintas agencias (devotos, presbíteros, comerciantes, agentes municipales, policías, etc), dibujan diferentes dimensiones y escalas que “interaccionan a nivel individual y colectivo definiendo múltiples territorios pero en forma solidaria, aunque no necesariamente en forma homogénea” (Carballo, 2009, p. 30). En el territorio sagrado de la Gruta, en tanto conjunto performático, (Della Dora, 2011, p. 116), se desarrolla el culto a la devoción a la Virgen de las Nieves, con diferentes escenarios cuyas fronteras permeables son delimitadas por los agentes a través de acciones devocionales o de orden y control13. En la dinámica de la devoción se advierten dos escalas materiales que configuran el espacio sagrado imaginalis: la peregrinación y el ascenso a la Gruta. La peregrinación es el trayecto que va desde las parroquias hasta la Gruta de la “Virgen de las Nieves” en el kilómetro 15 y el ascenso se realiza a través de las escalinatas desde la base de la Gruta hasta la imagen.

La representación de estas escalas marcan en el espacio sagrado dos áreas diferenciadas cuya materialidad nos remite a una clara configuración simbólica. La peregrinación es una caminata horizontal convergente a un punto: la Gruta; en cambio el ascenso hacia la imagen en la roca es vertical y le permite al peregrino "subir" su ofrenda para cumplir su promesa.

Si bien las dos puntas del trayecto de la peregrinación parten de espacios sagrados: parroquias y Gruta, los caminos son rutas que atraviesan la ciudad y obligan a una diagramación especial del tránsito con el Municipio14, punto en el que se produce la interacción de dos agencias participantes. La intervención de las agencias del orden del Estado “secularizan” un espacio que se percibe como religioso por los devotos pero que resulta una manifestación popular para las otras agencias. En el recorrido marcan su impronta identitaria los peregrinos, permitiendo que se visibilicen clases sociales, identidades históricas y pertenencias espaciales. “La identidad comunitaria en lugares específicos son construidas alrededor de un sentido compartido de pertenencia religiosa” (Brace, 2006, p. 30), tales como los grupos de feligreses pertenecientes "Del Alto", que han sido y son históricamente ocultados y silenciados (Barelli, 2013). En cambio, el ascenso a la Gruta resulta un espacio exclusivo del orden de lo sagrado, debido que allí sólo se encuentran los peregrinos devotos a la Virgen de las Nieves. El punto de llegada, la imagen de la Virgen en la roca, es el lugar de encuentro exclusivo del peregrino con su devoción que se exterioriza en rezos y ex-votos.

En estos escenarios a los que van arribando los peregrinos y otros actores sociales, se pueden distinguir cuatro lugares por donde los devotos circulan: la Gruta con la imagen, la palestra “de la Virgen”, donde el Ejército realiza sus prácticas de montañismo; el predio adyacente a la Gruta, lugar donde se concentra la feligresía católica inter parroquial con sus pancartas y se lleva a cabo la misa comunitaria; y los puestos de venta de comida y objetos vinculados o no a la devoción mariana.


Mapa 2
Delimitación de lugares
Fuente: Google earth. Elaboración propia

En relación al primer lugar, la Gruta de la Virgen, representa al espacio sagrado por excelencia debido a que es el lugar donde se encuentra la imagen sagrada y hacia donde los fieles se dirigen. Este espacio se halla enmarcado por una importante escalinata y por la imagen de la Virgen en el nicho de piedra natural de la roca (imagen 4). La escalinata que antecede al altar le ofrece al devoto unos minutos de recogimiento, de comunicación interior que como dice Rosendahl “eleva al hombre religioso más allá de sí mismo, que lo transporta a un medio distinto de aquel en el que transcurre su existencia”(2009, p. 30). Una vez en la cima el espacio se recorta y se circunscribe a la Virgen y sus exvotos. Es decir, por el lado izquierdo, se observa a la imagen protegida por un vidrio y rodeada por un centenar de placas de agradecimientos adheridas a la piedra; y, en el frente y todo el lado derecho, se desarrolla un recinto, protegido por una reja, cargado de ofrendas, velas, flores y promesas de los devotos.


Imagen 3
Peregrinación a la Virgen de las Nieves (2014)


Imagen 4
Procesión a la Gruta
Fuente: Foto de Nicoletti. Peregrinación 2014.

En las cercanías del espacio sagrado de la Gruta y en dirección al predio en donde se realiza la misa comunitaria, se visualiza el segundo lugar: la palestra del Ejército denominada “Palestra Virgen de las Nieves” (imagen 5). Este lugar si bien es poco recorrido por los devotos, únicamente como “paso” hacia el predio, forma parte del “circuito religioso” que se construye en torno a la devoción recordando su fuerte vinculación con uno de sus patronazgos y sus orígenes.


Imagen 5
Palestra Virgen de las Nieves
Fuente: Nicoletti y Barelli, 2014

El siguiente lugar del circuito corresponde al predio donde se realiza la ceremonia religiosa y se ubican las diferentes parroquias con sus pancartas y banderas (imagen 6).


Imagen 6
Predio para la celebración religiosa de la Virgen de las Nieves
Fuente: Barelli, 2012

El último lugar en el que se desarrollan los festejos devocionales son los puestos de ventas de objetos religiosos y de comida (imagen 7). Estos puestos con el correr de los años son cada vez más numerosos y se ubican al otro lado de la ruta, enfrente de la Gruta.


Imagen 7
Puestos de venta
Fuente: Foto de Nicoletti Peregrinación 2014

Los tres últimos espacios descriptos se configuran desde el lugar central que es la Gruta, no sólo porque se encuentran materialmente a su alrededor, sino porque constituyen simbólicamente la construcción territorial de un espacio sagrado imaginalis que por sus dinámicas internas remiten constantemente a la Gruta como epicentro.

La “Palestra de la Virgen” es un espacio de transición entre la Gruta y el predio de la Misa. Tanto su localización física como su denominación remiten a una transición simbólica y material. Es un espacio que alude a un patronazgo que perdura y que lleva la huella histórica del inicio del culto a la Virgen de las Nieves en Bariloche: Patrona de la Escuela Militar de Montaña. Ese espacio intermedio es también una cuña en las relaciones interinstitucionales entre la Iglesia diocesana y el Ejército de Montaña, que se alternan con su presencia: la Iglesia con sacerdotes confesando y los militares ejercitándose en la palestra. Este espacio constituye también un campo de negociaciones políticas por la pertenencia de esas tierras que el Ejército no cede ni vende15 y que mantienen a través de su presencia material con las prácticas de palestra que se realizan incluso durante la peregrinación y procesión. La Iglesia diocesana señala que “la ubicación de la Gruta y su inicial presentación en el terreno donde se encuentra, ha sido preservado, fundamentalmente por la acción del Ejército, sus Directores y el personal de Oficiales, Suboficiales y Soldados y luego también por la perseverante y creciente devoción entre la gente del lugar”16. Este objetivo común que une a los devotos y los militares es el argumento del Obispo para solicitar esas tierras en comodato y construir allí un Santuario17.

Finalmente, los puestos de venta se encuentran donde se concentra la mayor cantidad de público, o sea frente a la gruta y sus alrededores. Uno solo de los puestos es posible identificar como un “puesto oficial”, o sea perteneciente a la Iglesia diocesana, en que se reparten rosarios, almanaques y estampas de la Virgen. Este puesto diocesano, desde donde se dirige el rezo del rosario, delimita una frontera simbólica entre lo profano y lo sagrado que en la última peregrinación se reafirma con la incorporación de un sacerdote que rocía con agua bendita a los devotos. Con esa presencia la Iglesia ha intentado quitarle a ese espacio la característica “comercial” a la devoción, pero los puestos aumentan cada año sin control. En los informes diocesanos se caracteriza a este espacio como “confuso y mercantilista”. En el año 1993 se organizaron los fieles pertenecientes a la diócesis, “para contrarrestar la actitud de “hacer guita” con la que se instalaron los kioscos para comenzar a prestar un servicio (...) cuyos beneficios sean para las obras de caridad de cada parroquia (...)”18. En otro documento de evaluación “se sugiere para el año que viene que se destinen dos lugares para los mismos. Que la inter parroquial se encargue de la distribución de los lugares al modo de licitación con un aval del ejército y/o la municipalidad. Los kioscos dependerían de la inter parroquial con el único fin, muy explicito, de que los beneficios sean para las obras de caridad de cada parroquia y para el arreglo de la gruta”19. Si bien estas intenciones se debatieron y ejecutaron en las primeras peregrinaciones, en las últimas observamos una nueva proliferación y descontrol de los puestos de venta20.

El predio donde se celebra la Misa no está comunicado con la Gruta y se encuentra a la vuelta de la palestra de la Virgen, por lo tanto no se ven ni se interconectan y aunque con micrófonos se invita a los peregrinos a la Misa, la fila para subir a la Gruta tiene una dinámica independiente. No todos los devotos que suben a la Gruta van a la Misa, que en otros períodos se celebraba en la misma escalinata. La gran cantidad de gente hizo que se ocupara ese predio plano aledaño en el que se ubica un palco para el altar y los celebrantes. Los feligreses se sitúan frente al altar con sus pancartas que los distinguen por la capilla o parroquia de pertenencia. Pero mezclados entre ellos se unen a la celebración peregrinos que no están articulados con ninguna parroquia. Esto lo observaba el actual Obispo Juan José Chaparro, al inicio de la celebración en el año 2014 nombrando las pancartas que veía desde el altar21.

b) Exvotos de la Gruta de la Virgen de las Nieves. Pedidos, promesas y ofrendas.

La devoción a la Virgen de las Nieves, a pesar de los intentos reiterados de la Iglesia con la organización de la peregrinación anual inter parroquial, conlleva prácticas religiosas que exceden los limites institucionales y que forman parte de la identidad de esta devoción. Es decir, se presenta como una práctica religiosa masiva/popular, espontanea y con una dinámica propia que no puede ser canalizada en su totalidad por la institución religiosa sino que son los fieles los que adquieren protagonismo a través de sus exvotos: peticiones, promesas y ofrendas. Estos son las que desbordan la gruta y son las que le imprimen a la devoción su carácter particular. La Gruta es un "espacio sagrado entendido como un espacio afectivo construido y experiencial desde lo performático" (Della Dora, 2011, p. 168).

La Gruta de la Virgen de las Nieves en San Carlos de Bariloche desde sus inicios en los años 40’ se transformó en un importante foco de recepción de exvotos. Actualmente es un enclave religioso hacia donde se dirigen miles de devotos, tanto en la peregrinación anual como en cualquier fecha del año, en la que piden por salud, trabajo y por situaciones familiares; y cuyas ofrendas “son testimonio material que dan fe pública de un mal erradicado o una aflicción superada, pequeñas promesas convertidas en objetos con vocación de perennidad, máxima expresión de agradecimiento que perpetúan, un rito ancestral” (Padrino Barrera, 2013, p. 139).

Los exvotos son expresiones materiales que pueden tomar diferentes formas como pinturas, estatuas, textos, figuras (del cuerpo, casas, autos, bebes, embarazadas), objetos diversos (chupetes, rosarios, cartas, pulseras, muñecos, remeras, mechones de pelo, etc) o ser yesos y muletas de enfermos, pero siempre son la expresión de agradecimiento, necesidad, temor o deseo de los fieles. En nuestro caso de estudio hemos organizado los exvotos teniendo en cuenta la siguiente tipología de análisis: 1) objetos personales y de vestir, 2) Flores y velas; 3) imágenes de bulto, cuadros con imágenes religiosas y estampas; 4) cruces y rosarios y 5) carteles de madera y placas de metal con inscripciones de agradecimientos.

Entre los objetos personales se pueden mencionar las peticiones en papel y los objetos materiales. Las peticiones en la mayoría de los casos son cartas que los devotos realizan a la Virgen tanto durante las peregrinaciones como en las visitas espontaneas que recibe constantemente esta devoción. Las mismas pueden colocarse en un buzón de la diócesis o incorporarse en la gruta (imagen 8). Este buzón como el puesto oficial de la diócesis a un lado de la Gruta en su ingreso son símbolos que buscan institucionalizar y controlar la devoción popular masiva pero no logran contener la variedad de ofrendas espontáneas. Para ello se destino en la primera peregrinación diocesana una “Subcomisión de cuidado y arreglo de la gruta”. Esta subcomisión en el puesto diocesano “controla el “amontonamiento” y propone que “un grupo de laicos de la comisión” dirija la presencia de peregrinos ante la imagen (...) para evitar accidentes porque mucha gente peregrina arriba de la gruta”22.


Imagen 8
Buzón de peticiones
Fuente: Foto de Ana Inés Barelli, 2015

En relación a los objetos materiales se pueden mencionar: mechones de pelo, pañuelos, pulseras, chupetes, fotos, prendas de vestir, cintas, banderas, etc. Los mechones de pelo resultan una ofrenda muy tradicional en el culto mariano, un valor simbólico que alude a “la belleza de la mujer presente en el largo del cabello”23 (imagen 9). Los muñecos, como bebes de porcelana, también forman parte de los agradecimientos y se vinculan directamente con la acción de encomendar al recién nacido a la devoción (imagen 10). Sin embargo, el resto de los objetos están más relacionados con pedidos específicos por familiares enfermos, a través de las fotos, chupetes, pañuelos, prendas de vestir; por equipos de futbol, con camisetas, cintas y banderas y; por familiares fallecidos, a través de fotos y cartas (imágenes 11 y 12).


Imágenes 9, 10, 11 y 12
Grupo 1 de exvotos: objetos Materiales
Fuente: Foto de Ana Inés, 2015

En la segunda tipología hemos agrupado a dos objetos muy característicos del culto mariano como son las flores y las velas. Ambas forman parte del ritual tradicional de la visita del devoto a la gruta. Las flores, en la mayoría de los casos constituyen el medio que más utilizan los fieles para agradecer y embellecer a la imagen de devoción. Se llevan tanto flores naturales como artificiales que se colocan en botellas y en la reja que protege a la ermita. Las velas, por su parte, están relacionadas con los pedidos y las promesas de los fieles luego de la peregrinación anual. Estos pedidos se activan a partir del encendido de la vela, ritual fundamental para los pedidos, promesas y ofrendas que realiza el devoto. Las velas, para evitar cualquier tipo de peligro de incendio forestal, se colocan en un candelero especial que se ubica por delante la reja y sobre el costado izquierdo de la Gruta. Respecto a esto último en una peregrinación del 2001 el Padre Juvenal Currulef consultó con un ingeniero para tomar medidas y encargó el trabajo de las bandejas con porta velas a un artesano (imagen 13). En la peregrinación del año 2009, en relación con el peligro que conlleva el encendido de velas, se “invita a los peregrinos cambiar su ofrenda de velas por un alimento no perecedero”24.


Imagen 13
Grupo 2 de exvotos: velas y flores
Fuente: Foto de Ana Inés Barelli, 2015

Entre los exvotos de la Virgen de las Nieves también se encuentran presentes las ofrendas de imágenes religiosas tanto de bulto como planas representadas a través de cuadros o estampas. En relación a las imágenes de bulto y los cuadros la mayoría corresponden a advocaciones marianas y a representaciones de Jesús (mágenes 14, 15 y 16). Este tipo de objetos religiosos son entregados en forma de agradecimiento por los devotos por alguna petición concedida por la Virgen. Algunas imágenes se encuentran grabadas con los agradecimientos y firmadas, mientras otras en cambio prefieren el anonimato. En tanto las estampas se pueden observar una diversidad de devociones tanto marianas como de santos cuya disposición desordenada nos remite a un tipo de exvoto de carácter espontáneo.


Imágenes 14, 15 y 16
Grupo 3 de exvotos: Imágenes religiosas de bulto y planas
Fuente: Fotos de Ana Inés Barelli, 2015

Un lugar destacado en la gruta lo tienen las cruces y rosarios. Estos objetos religiosos, en la mayoría de los casos, forman parte del culto a los difuntos. Los devotos arman pequeños altares personales donde colocan cruces grabadas con los datos del difunto/a acompañados de mensajes afectivos de protección. En el caso de los rosarios se colocan rodeando fotos, flores o cartas y cruces.


Imágenes 17 y 18
Grupo 4 de exvotos. Cruces y rosarios
Fuente: Foto de Ana Inés Barelli, 2015

El último grupo de exvotos que hemos identificado en la Gruta lo constituyen los carteles de madera y, en su mayoría, las placas de metal con inscripciones de agradecimientos que son las que le dan la impronta e identidad al espacio religioso. Los carteles de madera están pintados de colores y se ubican de manera aislada apoyados sobre la gruta. Sin embargo las placas de metal se encuentran adheridas a las paredes rocosas de la ermita. Esta fusión con el entorno natural no solo genera un impacto visual particular de luces y sombras sino que su distribución y posición también proyecta de forma simbólica la presencia de sus devotos, los cuales siguen la elevación natural hacia lo alto, donde está la ermita con la imagen de la Virgen. La utilización del metal en estos exvotos nos sugiere la posibilidad de una necesidad de perpetuarse en el tiempo “de constatar el milagro obrado y dejar con ello una prueba imperecedera a las generaciones por llegar” (Padrino Barrera, 2013, p. 148).

Entre los exvotos se encuentran el recordatorio del que simbólicamente fundó esta devoción en la Gruta: la placa de Napoleón Irusta y la del patronazgo del ejército de montaña (imágenes 19 y 20). Estas placas y patronazgos sirvieron como fundamentación para el pedido al ejército de las tierras para el Santuario. “Allí fueron grabados entre sus piedras y el tronco de sus pinos, diferentes agradecimientos y dedicatorias, ruegos y entregas espirituales. Es de notar justamente, entre los cuerpos de sus pinos donde se observan claramente importantes placas de Coroneles, Capitanes y Oficiales pertenecientes a la fuerza, quienes murieron con la esperanza y fe en nuestra amada Virgen de las Nieves”25.


Imágenes 19 y 20
Placa de Napoléon Irusta y del Ejército de Montaña
Fuente: Archivo de la diócesis de Bariloche, Carpeta de la Virgen de las Nieves, Informe del Obispo Maletti y correspondencia al Comandante en Jefe del Ejército Tte Gral. Luis Alberto Pozzi, Bariloche, 7 de noviembre de 2009.

La mayor parte de las placas constituyen agradecimientos por peticiones concedidas, por el restablecimiento de la salud física y mental, por el trabajo, la unión familiar y las situaciones de los hijos. Los breves textos son de vocabulario afectuoso y sencillo, donde la advocación “Virgen de las Nieves” se convierte en “la Virgencita” y la “Madrecita”, que en un sentido taumatúrgico aparece como la “Virgencita Milagrosa”. Estas placas representan un testimonio personal en donde se pueden reconocer apellidos de los devotos y en muchos de ellos se identifican a familias fundadoras de Bariloche. Los agradecimientos y ruegos establecen a través de los exvotos una relación filial cercana, donde la Virgen no sólo “escucha” las necesidades y pedidos sino que los cumple. Estas placas las entendemos como un signo de la “eficacia y eficiencia” de la Virgen que los devotos devuelven como signo de gratitud las promesas cumplidas. “Los sucesos imprevisibles, las situaciones extremas, en definitiva, el temor al dolor y al sufrimiento propio, de un ser querido o de un colectivo suelen ser el punto de partida de una súplica vehemente, solemne y que tiene por receptor a una entidad celestial. Un acto que, en el caso de llevar implícita una promesa y por el hecho de ser atendido y resuelto positivamente a favor del peticionario, puede concluir con la materialización de una ofrenda concreta: el exvoto”(Padrino Barrera, 2013, p. 138).

La Gruta de la Virgen de las Nieves por su construcción territorial como espacio sagrado, constituye en sí misma un ex-voto que refleja los sufrimientos, agradecimientos y peticiones de los devotos barilochenses. En la Gruta podemos observar una tipología que si bien comulga con otros santuarios marianos, está atravesada por la impronta identitaria de los fieles barilochenses. Las velas sólo se colocan en los sitios construidos para ese fin para preservar a la zona boscosa de la tragedia de los incendios. Las imágenes de bulto muestran las devociones de estos fieles más allá de la devoción mariana principal, y advertimos allí otras devociones marianas (Luján, Lourdes, Fátima, entre otras), jesuánicas y santos populares (San Cayetano, San Expedito, etc). Sin embargo, entre todos estos objetos, son las placas de metal los ex-votos cuantitativamente mayoritarios. Confeccionados por un elemento perdurable, representan a los actores sociales que desde los inicios de la devoción quedan perpetuados en la memoria de la sociedad barilochense. Si bien las promesas y los agradecimientos son el punto común a todos los ex-votos de esta clase, en las placas se distinguen a los primeros pobladores, al ejército de Montaña y a familias muy conocidas de San Carlos de Bariloche.


Imágenes 21 y 22
Grupo 5 de exvotos: carteles de madera y placas de metal
Fuente: Fotos de Ana Inés Barelli, 2015

Reflexiones finales

La advocación a la Virgen de las Nieves es una de las más antiguas de la cristiandad (S. IV). En San Carlos de Bariloche su devoción surgió en 1944, tras un acontecimiento milagroso que vivió un Teniente Coronel quien luego colocó una imagen en una gruta natural a 15 km del centro de San Carlos de Bariloche quedando como Patrona del Ejército de Montaña. A partir de 1993 con la creación de la diócesis, a la Virgen de las Nieves también se la denominó Patrona de la diócesis de Bariloche. Estos patronazgos disputaron el espacio sagrado a través de las peregrinaciones diocesanas y la incorporación de la feligresía de los barrios más pobres de la ciudad. Su incorporación modificó esta práctica religiosa y se orientó hacia una una manifestación “popular”. Manifestación conjunta que transita por arterias periféricas y céntricas de la ciudad y que concluye con la llegada de los peregrinos a la Gruta y la celebración de una misa multitudinaria.

En el presente artículo se abordó la Gruta de la Virgen de las Nieves como un territorio simbólico, que constituye de por sí un ex-voto y funciona como epicentro del conjunto de espacios que convergen en la peregrinación anual diocesana. Los devotos a la Virgen de las Nieves, más allá de la organización inter parroquial de la peregrinación, construyeron ese lugar imprimiendo sus sentimientos de pertenencia para delimitarlo como territorio sagrado imaginalis. Este territorio posee una dinámica propia a través del ascenso a la Gruta, la imagen de la Virgen y los ex-votos. Los espacios aledaños como la “Palestra de la Virgen”, los puestos de venta y el predio de la Misa, forman parte de este territorio sagrado pero de modo periférico y siempre en función de la Gruta como epicentro. En estos espacios que no interactúan entre sí se dirimen tensiones entre las agencias (la Iglesia diocesana, los peregrinos de las parroquias y devotos de la Virgen, el Ejército de Montaña, las autoridades municipales, los comerciantes, etc.), que participan tanto en la organización interna de la peregrinación, como en su orden y control.

Los ex-votos en la Gruta de las Nieves son objetos personales y de vestir; flores y velas; imágenes de bulto de la Virgen, cuadros con imágenes religiosas y estampas; cruces y rosario; carteles de madera y placas de metal con inscripciones de agradecimientos. Estos ex-votos resultan el vínculo material de una relación espiritual entretejida por la relación cotidiana de la persona devota con la providencia, donde se piden favores y se agradece de distintas formas los favores recibidos a cambio de una serie de súplicas y promesas. Se destacan especialmente en la Gruta las placas de metal como signo de perpetuidad en el tiempo. Sus inscripciones son de agradecimiento por peticiones concedidas, mediante un vocabulario afectuoso, filial y taumatúrgico. Las placas son la impronta de la historia de la devoción y del patronazgo del Ejército de Montaña que contrastan con los testimonios personales y sencillos de las familias de Bariloche, como signo de la “eficacia y eficiencia” de la Virgen en gratitud a las promesas cumplidas.

Material suplementar
Bibliografía y Fuentes Documentales
BARELLI, Ana Inés. Las devociones marianas y los migrantes latinoamericanos en San Carlos de Bariloche (1970-2012): prácticas religiosas y procesos identitarios. Tesis de Doctorado. Universidad Nacional del Sur,2013.
BENEDETTI, Alejandro. Territorio: concepto integrador de la Geografía contemporánea”, en: De Souto, Patricia (coord.). Territorio, Lugar, paisaje. Prácticas y conceptos básicos en Geografía. Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 2011.
BRACE, Catherine, Bailey, Adrian and Harvey, David. Religion, place and space: a framework for investigating historical geographies of religious identities and communities. Progress in Human Geography 30,1 (2006) 28-43.
CARBALLO, Cristina.Repensar el territorio de la expresión religiosa. En: Carballo, Cristina. Cultura, territorios y prácticas religiosas. Prometeo. Buenos Aires, 2009.
DEL CASTILLO TRONCOSO, Alberto.Familia y sociedad Imágenes y representaciones en el mundo de los exvotos en México en las primeras décadas del siglo XX. Anais do Museu Paulista. São Paulo. N. Sér. v.13. n.1. p. 175-203. jan. -jun. 2005.
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ESQUERDA BIFET, Juan.Diccionario de la Evangelización, Madrid, LABAC, 1998.
FOGELMAN, Patricia. Religiosidad en el Museo. Lo Sagrado en el Museo. XV Cátedra de Historia Ernesto Restrepo Tirado, Museo Nacional de Colombia, Ministerio de cultura, 2012,
GADOW REDER, Marion. El Patrimonio Inmaterial de la Cultura Cristiana,San Lorenzo del Escorial 2013, 147-158.
HADAD, Maria Gisela y Venturiello. La Virgen de Luján como símbolo de identidad popular: significaciones de una virgen peregrina, en: Dri, Rubén Símbolos y fetiches religiosos en la construcción de la identidad popular. Biblos, Buenos Aires, 2007.
MATOSSIAN, Brenda. Migración y segregación urbana en ciudades medias. Chilenos en San Carlos de Bariloche, Patagonia – Argentina. Editorial Académica Española. Berlín, 2012.
PADRINO BARRERA José M. San Antonio Abad y su culto en La Matanza de Acentejo, Revista Sans Soleil - Estudios de la Imagen, Vol 5, Nº 2, 2013, 138-154.
PERRÉE, Caroline, Conferencia “El exvoto: un objeto lábil cruzando la historia” en el marco del I Taller de Religión, exvotos y estudios culturales vinculado a las IV Jornadas RELIGAR-SUR / VI Jornadas de Religión y Sociedad en Argentina
ROSENDAHL, Zeny, Hierópolis y procesiones: lo sagrado y el espacio”, en: Carballo Cristina (coord.) Cultura, territorios y prácticas religiosas. Prometeo, Buenos Aires, 2009.
SCHENONE, Héctor, Santa María. Buenos Aires, UCA, 2008.
Notas
Notas
1 “Cuando se hace referencia al título “de las Nieves” hay que diferenciar aquella asociada a la construcción de la basílica romana de Santa María la Mayor, de los que se relacionan simbólicamente con el color blanco, es decir, con la “Virgen Blanca”. También de las imágenes patronales cuya historia o leyenda es local, por ejemplo, las de Mantua (Cuba), Bogotá (Colombia), Concepción (Chile) y Olinda (Brasil). En relación a la Basílica de Santa María la Mayor, según la tradición de la Iglesia la Virgen María les señala en sueños a un matrimonio devoto y al Papa Liberio a mediados del siglo IV que desea un Templo en su honor y que el lugar seré indicado con nieve. El 5 de agosto, en pleno verano de Roma, en un sitio acotado sobre el Monte Esquilino nevó. Fue allí donde se erigió el primer templo de la cristiandad de occidente dedicado a la Virgen María llamado "Santa María la Mayor", donde se venera a la Madonna del Popolo Romano (Archivo de la diócesis de Bariloche, Carpeta “Virgen de las Nieves”). “Respecto de la Virgen Blanca o Santa María la Blanca, entre las imágenes asi tituladas que se veneran en España y de América, sobresale la de Victoria. En: Schenone, Héctor, Santa María. Universidad Católica Argentina. Buenos Aires, 2008, pp. 453 y 455.
2 La imagen de la “Virgen de las Nieves” de Bariloche pertenece al grupo de Vírgenes Blancas que señala Schenone. El 5 de agosto de 1942 un grupo de militares salvaron sus vidas milagrosamente de un accidente de auto y lo atribuyeron a la “Virgen de las Nieves”. Un año después en tierras del ejército, camino al Lago Gutiérrez, construyeron un Gruta donde colocaron la imagen esculpida en piedra de la “Virgen de las Nieves” (Archivo de la diócesis de Bariloche, Carpeta “Virgen de las Nieves”, "Nuestra Señora de las Nieves, historia, oraciones y novena", s/f). Otros relatos semejantes van agregando datos a la narración. Uno dice que el militar en cuestión se llamaba Napoleón Irusta y se salvó del accidente él con su familia (Archivo diócesis de Bariloche, Carpeta “Virgen de las Nieves”, Folleto de la XVI Peregrinación 24 y 25 de octubre de 2009; otro que este mismo militar sufre ese accidente en la entrada de maniobras del Ferrocarril Roca (Archivo diócesis de Bariloche, Carpeta “Virgen de las Nieves”, Folleto de la XVII Peregrinación, 2010).
3 Aguada Cecilio, Valcheta, Nahuel Niyeu, Ramos Mexia, Sierra Colorada, Los Menucos, Aguada de Guerra, Maquinchao, Ingeniero Jacobacci, Clemente Onelli, Comallo, Pilcaniyeu Viejo, Pilcaniyeu, entre otros.
4 Se ubica a 10 kilómetros de San Carlos de Bariloche, en la intersección de la ruta al cerro Catedral y al lago Gutiérrez, en el acceso al barrio Los Coihues.
5 Archivo Salesiano Patagónico, Crónicas de la Parroquia de la Inmaculada (AHMSP), 1957-1962.
6 Enrique Monteverde, Calixto Schincariol y Pedro Pasino en: Archivo del Obispado de Bariloche (ADB), Carpeta “Virgen de las Nieves”, Material de preparación para la XVII Peregrinación a la “Virgen de las Nieves”, 2010.
7 ASP, Crónicas de la parroquia Inmaculada 1963, 64, 65, ACDB, Crónicas, Folio 44 (10/08/1968)
8 Barrios "Del Alto" (por la morena donde se encuentran emplazados a 800 metros), es una denominación que proviene del plan de ordenamiento de 1977. Representa las áreas marginales donde los grupos menos favorecidos encuentran un lugar para desarrollar sus actividades (Matossian, 2012, p.146) Allí viven las poblaciones migrantes más pobres. En esta etapa las parroquias de estos barrios eran: Inmaculada Concepción, Santo Cristo, Virgen del Carmen y San Cayetano.
9 Barrio constituido inicialmente por sectores medios entre los kilómetros 3 y 4 de las Avenidas Bustillo y Pioneros de la ciudad de Bariloche.
10 Parajes y pueblos que se encuentran en la zona centro sur de la provincia de Río Negro. Podemos mencionar Aguada Cecilio, Valcheta, Nahuel Niyeu, Ramos Mexia, Sierra Colorada, Los Menucos, Aguada de Guerra, Maquinchao, Ingeniero Jacobacci, Clemente Onelli, Comallo, Pilcaniyeu Viejo, Pilcaniyeu, Dina Huapi, entre otros.
11 Archivo Diocesano Bariloche, Actas de Preparación de la Peregrinación a “Virgen de las Nieves”, 25 de junio de 1898 y 16 de julio de 1998. En adelante ADB.
12 Diario Bariloche 2000, 30 de octubre de 2004.
13 Circuito “que tendrá el tamaño determinado por el número de participantes; fronteras definidas por la imaginación de los seguidores, sin asociarse el tamaño a una territorialidad definida”. Rosendahl, Zeny, “Hierópolis..., p.46.
14 Por ejemplo: Bariloche 2000, viernes 26 de octubre de 2012; 31 de octubre de 2010; 21 de octubre de 2009
15 Archivo diocesano Bariloche, Carpeta Virgen de las Nieves, Carta del Jefe del Estado Mayor del Ejército Teniente General Luis Alberto Pozzi al Obispo de Bariloche Fernando Maletti, Buenos Aires, 5 de mayo de 2010.
16 ADB, Carpeta Virgen de las Nieves, Carta del Obispo Maletti al Presidente de la Comisión Tropas de Montaña “Virgen de las Nieves”, Bariloche 07 de noviembre de 2009.
17 ADB, Carpeta Virgen de las Nieves, Correspondencia entre el Obispo Fernando Maletti y autoridades de la Escuela Militar de Montaña, Bariloche, 7/11/2009; 5/5/10.
18 ADB, Documento de evaluación de la Peregrinación a la Virgen de las Nieves, 1 de diciembre de 1993.
19 ADB, Documento de evaluación de la Peregrinación a la Virgen de las Nieves, 1 de noviembre de 1993.
20 Registro de las peregrinaciones a la Virgen de las Nieves, 2011,2012,2013,2014.
21 Registro de la Peregrinación y Misa a la Virgen de las Nieves, octubre 2014. María A. Nicoletti.
22 ADB, Evaluación de la Peregrinación Anual de Virgen de las Nieves,1 de noviembre de 1993.
23 GadowReder, Marion, El Patrimonio Inmaterial de la Cultura Cristiana, San Lorenzo del Escorial 2013, p. 152.
24 ADB, Preparación de la Peregrinación de la Virgen de las Nieves de 2009.
25 ADB, Carpeta de la Virgen de las Nieves, Informe del Obispo Maletti y correspondencia al Comandante en Jefe del Ejército Tte Gral. Luis Alberto Pozzi, Bariloche, 7 de noviembre de 2009.

Imagen 1
Postal de la imagen de la Virgen de las Nieves (1945)
Fuente: Nicoletti, 2012

Imagen 2
Foto de la imagen de la Virgen de las Nieves en la Gruta
Fuente: Nicoletti, 2012

Mapa 1
Gruta de la Virgen de las Nieves y rutas de peregrinación
Fuente: Google earth. Elaboración propia

Mapa 2
Delimitación de lugares
Fuente: Google earth. Elaboración propia

Imagen 3
Peregrinación a la Virgen de las Nieves (2014)

Imagen 4
Procesión a la Gruta
Fuente: Foto de Nicoletti. Peregrinación 2014.

Imagen 5
Palestra Virgen de las Nieves
Fuente: Nicoletti y Barelli, 2014

Imagen 6
Predio para la celebración religiosa de la Virgen de las Nieves
Fuente: Barelli, 2012

Imagen 7
Puestos de venta
Fuente: Foto de Nicoletti Peregrinación 2014

Imagen 8
Buzón de peticiones
Fuente: Foto de Ana Inés Barelli, 2015

Imágenes 9, 10, 11 y 12
Grupo 1 de exvotos: objetos Materiales
Fuente: Foto de Ana Inés, 2015

Imagen 13
Grupo 2 de exvotos: velas y flores
Fuente: Foto de Ana Inés Barelli, 2015

Imágenes 14, 15 y 16
Grupo 3 de exvotos: Imágenes religiosas de bulto y planas
Fuente: Fotos de Ana Inés Barelli, 2015

Imágenes 17 y 18
Grupo 4 de exvotos. Cruces y rosarios
Fuente: Foto de Ana Inés Barelli, 2015

Imágenes 19 y 20
Placa de Napoléon Irusta y del Ejército de Montaña
Fuente: Archivo de la diócesis de Bariloche, Carpeta de la Virgen de las Nieves, Informe del Obispo Maletti y correspondencia al Comandante en Jefe del Ejército Tte Gral. Luis Alberto Pozzi, Bariloche, 7 de noviembre de 2009.

Imágenes 21 y 22
Grupo 5 de exvotos: carteles de madera y placas de metal
Fuente: Fotos de Ana Inés Barelli, 2015
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