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Valeria Sánchez Michel
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NIERIKA. Revista de Arte Ibero, núm. 23, pp. 8-15, 2023
Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana
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Valeria Sánchez Michel
Universidad Iberoamericana, Mexico
NIERIKA. Revista de Arte Ibero, núm. 23, pp. 8-15, 2023
Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana

Esta revista está de fiesta: cumple 10 años de salir a la luz cada semestre de forma ininterrumpida. Nierika nació como una publicación digital moderna, de acceso libre, consciente de la importancia de difundir investigaciones inéditas y de alta calidad académica, y diseñada para incluir entrevistas, documentos y textos no arbitrados pero que aportan a la crítica y a la reflexión del arte y la cultura visual. Además, desde su primer número se concibió para ser multilingüe e incluyó textos en inglés.

La misión que se trazó desde su origen al concebir a Nierika como un foro académico que reflejara y estimulara el debate y los estudios del arte a nivel nacional e internacional es algo que se ha mantenido. El trabajo y el compromiso de quienes estuvieron al frente del proyecto han hecho posible que Nierika llegue ahora al número 23. Los 15 primeros números fueron dirigidos por Dina Comisarenco Mirkin: en ellos podemos encontrar temas que estaban a la vanguardia historiográfica como la perspectiva de género en los estudios de arte, la interseccionalidad, la teoría crítica o la intermedialidad en el arte, por mencionar algunos. Al mismo tiempo, desde la revista también se contribuyó a dar visibilidad y aportar a las líneas de investigación del Departamento de Arte: Arte y educación (núms. 6 y 18), Arte mexicano (núms. 1, 4, 17) y Cultura visual e imaginarios globales (núms. 3, 5, 13, 15). 1

Los números 16 y 17 fueron dirigidos por Ivonne Lonna Olvera, quien promovió y logró un cambio de imagen e identidad de la revista. En este periodo la publicación cambió de nombre a Revista Arte Ibero Nierika y buscó una renovación en su formato. El logo y el diseño de portada que tiene desde el número 17 se debe a la propuesta y visión del reconocido ilustrador y diseñador mexicano Alejandro Magallanes.

Desde 2020 la responsabilidad y el trabajo por hacer posible la publicación de Nierika ha sido un camino que he compartido junto a Clara Stern. Nuestro compromiso es mantener el legado encomendado y, al mismo tiempo, contribuir a la consolidación de la revista. Durante este periodo hemos logrado la migración a la plataforma de los Open Journal Systems (conocidos como ojs), con lo cual los procesos de edición y el seguimiento a cada texto recibido se realiza de forma eficiente y bajo los mismos estándares. Al mismo tiempo, gracias a esta plataforma logramos dar un mejor seguimiento a la circulación que tenemos y conocer más a fondo a nuestros lectores.

Si algo hemos buscado Clara Stern y yo durante nuestra gestión es reconocer que la difusión forma parte del proceso de la propia revista. Nuestra responsabilidad no termina al momento en que publicamos el número, sino que hemos dado seguimiento y promovido su circulación. Es en este sentido que hemos creado Divertimento,2 un espacio en el canal de YouTube del Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana, en donde cada mes abordamos alguno de los temas o de las perspectivas que se incluyen en cada número.

Celebrar 10 años nos permite volver la vista atrás, reconocer la trayectoria y el papel que la revista ha tenido en la difusión de la investigación en torno a la historia y los estudios del arte. Ahora toca ver al futuro, continuar el trabajo y, sobre todo, ser fiel al nombre mismo: Nierika, que proviene del wixárika (o huichol) y significa “don de ver”. Desde la cosmovisión de la cultura huichol el nierika es la mirada que sólo se alcanza después del proceso ritual. Gracias al nierika se puede conocer aquello que suele estar oculto. Así, nuestra revista busca presentar los trabajos que, tras largos caminos recorridos en la investigación, nos permitan aprender cosas nuevas, comprender y analizar desde nuevos ángulos y enfoques o revisitar temas y artistas con nuevas miradas. Como escribiera Dina Comisarenco en la presentación de la revista, el “concepto resulta evocador y apropiado para una publicación dedicada a los estudios de arte, que busca, precisamente, ayudarnos a ‘ver’ para tomar conciencia del papel siempre decisivo, cambiante y vital que ha representado el arte a través del tiempo”.3

También como parte de las celebraciones convocamos a un concurso para el logo de aniversario. El estudiante José Antonio Garrido de nuestra Maestría en Estudios de Arte ganó con una propuesta que consideramos refleja muy bien lo que el nombre y la revista busca. La propuesta de Garrido fue plasmar y hacer visible la sonoridad del nombre Nierika. Si el lector observa cuidadosamente el logo verá algo que asemeja constelaciones en cada letra, pero en realidad es el registro de la voz diagramado. Cada letra contiene la imagen de su sonido al ser pronunciada. En ese “don de ver” Garrido nos permite contemplar algo que siempre vive en lo invisible, como la voz, y nos recuerda que está presente y que es necesario visibilizar incluso aquello que sólo pasa por la palabra. Este número 23 que el lector tiene en sus manos es el primero que no surge de un dossier sino que reúne artículos de distintas temáticas. Qué mejor manera de conmemorar 10 años que lograr un número en donde se visibilicen la diversidad de temas y perspectivas que en este momento interesan a quienes se dedican a los estudios y a la historia del arte. Abre el número un texto que aborda la importancia de las expresiones gráficas o neomurales que se realizan en el espacio público, surgidas de un contexto de conflicto social en Chile en 2019. Nuri Sarai Valdez Cruz nos permite acercarnos a la importancia del arte como un medio de comunicación y de difusión en “Neo-mural Seguimos. Representación de la resistencia social en Chile”.

La perspectiva de género en los estudios de arte permite voltear al pasado y al fenómeno artístico con una mirada renovada para comprender y cuestionar la forma en que se ha construido la concepción y la visualidad de lo femenino y lo masculino en las artes. En esta ocasión contamos con un texto escrito a cuatro manos entre Alonso Mauricio Ortega Moctezuma y María Sicarú Vásquez Orozco titulado “Manon a tres caras. Aproximaciones visuales desde las masculinidades y las feminidades”, donde hay una aproximación a las producciones de las artes escénicas (de suyo efímeras) y analizar dos piezas, una de ópera y otra de ballet, que retoman la obra literaria L’Histoire du Chevalier des Grieux et de Manon Lescaut, escrita por Abbé Prevost en 1731.

También desde una perspectiva de género tenemos el texto de Margarita Tortajada Quiroz quien nos entrega “Bailarines. Identidades disruptivas en construcción”, un análisis que nos permite complejizar e ir más allá de lo masculino y lo femenino para plantearnos la diversidad de masculinidades en un campo como la danza que suele ser considerado femenino. El texto de Tortajada nos permite valorar esta manifestación artística no sólo como una práctica sino como proyecto de vida.

Por momentos, al revisar los temas de tesis de maestría y doctorado relacionados con nuestra disciplina en distintas instituciones académicas pareciera que los temas contemporáneos son los que tienen más auge o son los más socorridos. Pero justo es desde la docencia y desde revistas como la nuestra en que debemos dar visibilidad a proyectos que voltean al pasado remoto para comprender el arte en otros contextos. La sección arbitrada de nuestra revista continúa con el texto escrito por Clementina Lisi Battcock, que nos permite reconocer y valorar cómo los estudios de arte nos permiten analizar la cosmovisión mesoamericana. En “Las aguas y el mar: meditaciones sobre su representación en el pensamiento mesoamericano” la autora muestra cómo la representación del agua estaba relacionada con una idea de frontera, tanto física como simbólica, de los grandes centros políticos. Battcock nos acerca a un complejo entramado simbólico del agua en general y del mar en particular, tanto como un espacio clave para su cosmovisión relacionada con la creación del mundo (en términos religiosos) como con una carga pragmática y política como espacio de recursos naturales y de comercio.

Finalmente, cierra la sección de artículos el texto “El aire envenenado de la bella Tenochtitlan. Impresiones de servicios públicos en La Patria Ilustrada” de Fabiola Hernández Flores. La Ciudad de México durante el porfiriato se convirtió en la imagen de la modernidad y el progreso. Sin embargo, la autora nos permite complejizar en esa imagen al analizar las ilustraciones y grabados incluidos en la publicación decimonónica dirigida por Irineo Paz. Nos muestra cómo la propia ciudad y su representación sirvió para hacer una crítica a la falta de servicios públicos. Concretamente Hernández Flores nos muestra como el “aire envenenado” que salía de las coladeras era prueba de la corrupción y falta de ejecución del desagüe tanto del gobierno como por parte de los inversionistas. El análisis de las imágenes anónimas pero algunas ya identificadas como obras de José María Villasana, Santiago Hernández y José Guadalupe Posada permiten complejizar el discurso que brindaba el semanario, que si bien estaba financiado por el gobierno y ha sido reconocido como un medio alineado al discurso oficial, nos muestra Hernández que también fue crítico.

Para nuestra sección de Comunidad lanzamos una convocatoria que buscaba reunir textos de reflexión sobre la “Sexualidad e identidad en el arte”. Entre las preguntas detonantes que lanzamos estaban: ¿Cómo influye la sexualidad en el arte? ¿Cuál es el vínculo entre identidad y sexualidad? ¿Cómo expresa el arte esta relación? ¿Cómo se ha representado a lo largo del tiempo la sexualidad en el arte? ¿De qué manera tanto el arte como la sexualidad subliman la experiencia humana? De las reflexiones que recibimos publicamos cuatro textos que se aproximan al tema desde distintas aristas. Kirenia Rodríguez Puerto reflexiona sobre la representación de las masculinidades en proyectos de fotografía contemporánea de artistas cubanos. Rosalinda Ortega Márquez nos permite cuestionar la forma en que el sistema artístico invisibiliza a las mujeres. El texto de Angela Isabel Campos Petit de Murat alienta a los lectores a centrarse en el concepto de lo ininteligible, de lo inclasificable que el arte puede también transmitir y brindarnos. Finalmente, el último texto de esta sección -escrito por Valeria Parra Moranchel- analiza la obra de Julio Ruelas y propone que su producción refleja la dominación simbólica masculina ante la búsqueda por la emancipación sexual, económica y moral femenina.

En la sección Documentos la artista e investigadora Marisol Rojas Oliveros nos permite ver en los grabados producidos por Martha Muñoz Aristzábal cómo se visualiza la experiencia migratoria. El grabado como documento en donde hay un proceso creativo en estrecha relación con la experiencia tanto personal como colectiva (o del contexto). Marisol Rojas nos lleva no sólo a valorar la producción del grabado como una manifestación artística estética con el potencial reflexivo que puede contener.

El número cierra con dos textos que buscan sumarse a la conmemoración por el vigésimo aniversario luctuoso de la fotógrafa Mariana Yampolsky, cuyo acervo fotográfico es resguardado por nuestra Biblioteca Francisco Xavier Clavigero y que en 2021 fue reconocido por la UNESCO como patrimonio documental de México. Por un lado, en la sección de Documentos se publica “Fragmentos panorámicos. Las hojas de contacto de Mariana Yampolsky”, un texto que busca tanto reivindicar de manera general la importancia de las hojas de contacto como aproximarse a la obra de la fotógrafa a partir de ellas. Por otro lado, tenemos “Imágenes latentes. Mariana Yampolsky ante los ojos de Alicia Ahumada y David Maawad” de la investigadora Rebeca Monroy Nasr, un texto que se publica en la sección de Entrevista y permite acercarnos tanto a la forma en que éstos trabajaron por más de 20 años como mostrarnos la estrecha relación que tuvieron con la fotógrafa. Monroy nos regala un texto entrañable que permite conocer y aquilatar la obra de Mariana Yampolsky; al mismo tiempo, recupera una mirada íntima y cotidiana a la relación de trabajo que tenía con sus impresores y a la manera en que como equipo lograban el proceso de impresión de sus imágenes, un trabajo que resalta por su limpieza, por su calidad tonal y por un trabajo magistral de edición, de revelado y de impresión.

Nierika cumple 10 años y esto no sería posible sin la existencia de los lectores. La razón y el motor del esfuerzo que implica salir cada semestre (en algo que parece una carrera de obstáculos contra reloj) es precisamente el que su contenido circule y se difunda. La apuesta por crear este foro fue precisamente reconocer en las publicaciones periódicas una manera eficaz por difundir el conocimiento que se genera a partir de las investigaciones (considerando que los tiempos de publicación de los libros es mucho más prolongado). La apuesta desde el inicio también fue por cobijar textos de reflexión y de crítica. Nuestro futuro lo vislumbramos sólo en la medida en que los lectores se expandan y se conviertan también en autores. Construir conocimiento es tarea de todos y las páginas de la Revista Arte Ibero Nierika son el mejor espacio para ello.

Material suplementario
Notas
Notas
Todos los números de la revista pueden consultarse en: https://nierika.ibero.mx/index.php/nierika/issue/archive.
Cada uno de los programas que conforman Divertimento están disponibles en: https://youtube.com/playlist?list=PLaZRDyaAFIC_zNO6GPziPpRw0s3_V2zvO.
Dina Comisarenco Mirkin, “Presentación”, 4.
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