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Fotografía, cuerpo y masculinidades en el arte contemporáneo del Caribe

Photography, Body, and Masculinities in Contemporary Caribbean Art

Kirenia Rodríguez Puerto
Universidad de La Habana, Cuba

Fotografía, cuerpo y masculinidades en el arte contemporáneo del Caribe

NIERIKA. Revista de Arte Ibero, núm. 23, pp. 198-205, 2023

Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana

Recepción: 04 Julio 2022

Aprobación: 12 Julio 2022

Los estudios sobre masculinidades han experimentado caminos diversos procedentes de campos disciplinares diferentes. Coincidimos con Viveros Vigoya (2003) cuando señala que “en latinoamérica falta analizar la relación de los hombres con el poder, tanto institucional como interpersonal; estudios sobre la producción y negociación de las masculinidades en distintos contextos y sobre la relación entre la construcción de la masculinidad, la violencia y la sexualidad”.1 De ahí la importancia de nociones como la doble conciencia, expresión de subjetividades formadas en la diferencia colonial que atraviesan las nociones de raza, clase y género, desarrolladas por Walter Mignolo2 para comprender desde un enfoque decolonial los códigos culturales subyacentes en la pervivencia de los patrones coloniales. Al respecto, Óscar Misael Hernández refuerza este acercamiento a partir de convertir en categoría metodológica para el estudio de masculinidades “la confluencia de clase, raza y región a fin de comprender aspectos de las desigualdades sociales, así como trazar un panorama de las transformaciones que han acaecido en las identidades y relaciones de género”.3

Los estudios que sistematizan desde lo visual y contemplan el universo de representación de las masculinidades constituyen una demanda para el campo del arte. Los acercamientos promovidos desde las teorías o estudios queer4 “abarcan un sinnúmero de comportamientos que no hallan cabida en las estrechas fronteras delimitadas por los géneros hombre/mujer y las orientaciones sexuales heterosexual/homosexual/bisexual”5 con desigual calado en nuestros países, por lo que aún requieren de aproximaciones que contemplen las problemáticas de América Latina y distingan, igualmente, las realidades caribeñas.

El universo fotográfico constituye uno de los soportes de reflexión y debate sobre el género, la diversidad y también las masculinidades, en gran medida, por ser una manifestación que emergió en nuestra América acorde a los patrones de la colonialidad y, en paralelo, contribuyó a modelar un universo visual de la alteridad. De manera intrínseca resultó el sedimento para esa doble conciencia defendida por Mignolo y que contenía los gérmenes de posturas emancipatorias, de resistencia y de legitimación cultural. Tal como aseveró Roland Barthes: “fue la fotografía y no el cine la que cambió la percepción de la historia universal. Su surgimiento significó un verdadero estremecimiento a la hora de estudiar el presente de las sociedades, los grupos étnicos, el género, la sexualidad, la política, las cuestiones religiosas y la cultura de una nación, entre otros fenómenos y procesos sociales”.6

Con la fotografía el cuerpo adquiere categoría de recurso expresivo y estético, a modo de territorio simbólico para el arte contemporáneo caribeño. Al respecto, nos argumenta la investigadora Yolanda Wood:

Cuando el cuerpo, común a todos y diferente en cada cual, se convierte en el terreno de sus expediciones, lo identitario supera todo frágil localismo para penetrar el espacio de las inquietudes existenciales y humanistas. Porque el cuerpo que contiene la raza, la supera; porque el cuerpo que identifica un género puede resultar transgredido en los campos de la imaginación creadora, porque el cuerpo en su simple desnudez parece perder todo sentido clasista.7

La obra de los artistas caribeños Herman Puig, René Peña, Josué Azor y Ewan Atkinson pueden ser sometidas a un análisis desde estos enfoques, advirtiendo las subjetividades de la representación y las conexiones en la construcción de imaginarios sobre masculinidades en nuestras sociedades.

La subversión de los cánones

El arte ha representado históricamente el cuerpo, fundamentalmente el femenino, como un territorio idealizado, de belleza y deleite. Sin embargo, las prácticas contemporáneas muestran una diversificación de temas, sujetos y visiones críticas. En este sentido, la subversión de códigos experimentados en los años ochenta desde los lenguajes fotográficos supuso la incorporación de miradas femeninas, la autorrepresentación como recurso estético y reflexiones agudas que desmontaban los estereotipos y patrones coloniales en los acercamientos a problemáticas de género. Sin embargo, la imagen masculina ha transitado con una mayor carga de tabúes.

La obra pionera del cubano Herman Puig se coloca en esta dicotomía:

Cuando empecé en los años sesenta a hacer desnudo masculino ya tenía el concepto de lo que estaba haciendo. Me planteé hacer fotografías del desnudo masculino, no solo porque me podía interesar la belleza, que ha sido el motor de mi vida, sino porque me puse a pensar qué era lo que no se había hecho en la historia de la fotografía. En la historia de la fotografía se había tratado el desnudo femenino, el retrato, el paisaje, la fotografía de moda, pero el desnudo masculino no se había explorado en profundidad por aquello de que era tabú.8

En paralelo nos complementa este panorama de complejidades el investigador Rafael Acosta de Arriba, cuando refiere que: “Juan Cruz, a su vez, habla de la dificultad del fotógrafo para encontrar modelos masculinos debido a los tabúes de la época y señala que la muestra De Taormina a Barcelona era la primera ocasión que en toda España se mostraban fotografías de esa naturaleza y temática (1979)”.9 Se trata de un conjunto de piezas que apelan al cuerpo, al desnudo masculino como expresión de belleza dionisiaca y transgresión de los cánones de representación que contribuye a diversificar el universo visual de lo masculino. Cuerpos de luz, de ofrendas y de fragmentos culturales en la dicotomía entre el blanco y el negro.

En esta trayectoria se debe mencionar la obra del también cubano René Peña. Su poética, orientada hacia el desmontaje de estereotipos culturales, sexuales y raciales presenta numerosos puntos de contacto a partir del gusto por el blanco y negro, el cuerpo como recurso expresivo, el uso del fragmento y las marcas culturales de la colonialidad. Series como White Things (2002) revelan a modo de contrastes la relación entre lo fáctico y lo subjetivo, entre elementos binarios y contrapuestos desde lecturas y prácticas culturales. Se trata, como diría Magaly Espinosa, de una “estética visual donde se mezclan los rituales de la santería con la ritualidad performática de las poses, parodias de la cultura, de sus habitus, travestismos sexuales y raciales”.10

En la obra del haitiano Josué Azor se retoma la construcción de las masculinidades y los diversos modos de representación en contrapunteo con los estereotipos culturales del hombre haitiano. Sus exploraciones sobre la cultura nocturna se fundamentan en la voluntad del artista para “llevar esas escenas subterráneas “ocultas” a una conciencia pública.”11

La serie Erotes retoma el cuerpo como territorio simbólico. Fragmentos de torsos o pezones configuran un repertorio visual que explora en el cuerpo y sus marcas, transgrede los tabúes del desnudo masculino y la elaboración visual del eros. Sin embargo, Noctambule exhibe territorios nocturnos descarnados, ilusorios, cargados de atmósferas y sensaciones desafiantes, mientras que Bossou explora la relación entre masculinidad y religiosidad como otro punto en común entre las obras y artistas mencionados.

Las marcas transversales de la colonialidad atraviesan la construcción de imaginarios y representaciones de las masculinidades en el Caribe. Las claves de sexo, clase y raza, si bien más estudiadas hacia el desmontaje del universo femenino, generan un repertorio de comportamientos, visiones y códigos heredados social y culturalmente, que enfatizan patrones conservadores, patriarcales y machistas preservados a través de instituciones como la educación, el turismo y la industria cultural.

Es así que la obra del barbadense Ewan Atkinson coloca la atención en la serie Playing house (2005), en los valores compartidos desde la educación oficial y los modos de transmisión de roles de género que construyen simbólicamente el universo de lo masculino y lo femenino. El artista se apropia de un libro británico empleado en la enseñanza infantil para transmitir las buenas prácticas cívicas de aseo, conducta y otros roles. Las ilustraciones ocupan los espacios con figuras femeninas que tienen a su cargo el cuidado de los niños o los hábitos del vestir. Sin embargo, el artista reformula las escenas al incluirse en dichos escenarios e incorporar la figura masculina como un elemento ausente y, a la vez, transgresor. Semejante actitud desafiante hacia los roles sociales excluyentes se muestra en la serie The Neighbourhood, como resultado de la Residencia International Curators Forum (Londres, 2017). El artista, en performático gesto de travestismo permanente, encarna personajes y roles que revelan prácticas cotidianas, gustos o preferencias tipificadoras como las fantasías culturales o zonas de ocultamientos y silencios.

La construcción de las masculinidades ha devenido tema de representación y motivo de estudio para el arte contemporáneo en el Caribe, especialmente para la fotografía por su esencia transgresora. Las miradas sobre los modos de representación y debates en torno a las masculinidades pasan por el ejercicio individual de reflexión y, progresivamente, por la capacidad de articulación social de los patrones de colonialidad a través de los modos de perpetuación. De ahí que resulte particularmente alentadora la exposición virtual “Díselo a todo el mundo,” realizada en mayo de 2021,12 a propósito de las acciones por el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, con curaduría de Maykel Rodríguez Calviño y con el apoyo del Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP), el Ministerio de Cultura y Artecubano Ediciones.13 La nómina responde a un conjunto de artistas cubanos, de diferentes generaciones y poéticas, que visibilizan un universo plural de comprensión de la diversidad cultural; quedan pendientes proyectos de visión integradora que aborden las problemáticas de la construcción de las masculinidades en contextos de diversidad con una visión regional integrada donde se articulen problemáticas comunes y diálogos mutidisciplinarios en el Caribe.

Bibliografía

Acosta de Arriba, Rafael, compilador. Estudios críticos sobre fotografía cubana. La Habana: Editorial UH, 2022.

Hernández, Óscar Misael. “Estudios sobre masculinidades. Aportes desde América Latina”. Revista de Antropología Experimental 8 (2008): 67-73.

Lander, Edgardo. La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Buenos Aires: CLACSO, UNESCO - Ediciones faces / UCV, 2008.

Wood, Yolanda. Caribe. Universo visual. La Habana: Editorial Félix Varela, 2008.

Azor, Josué. https://josueazor.com (consultado el 4 de julio de 2022). Rodríguez Calviño, Maykel, Que corra la voz, http://www.lajiribilla.cu/diselo-a-todo-el-mundo/ (consultado el 4 de julio de 2022).

Notas

1 Óscar Misael Hernández Hernández, “Estudios sobre masculinidades. Aportes desde América Latina”, 67-73.
2 Edgardo Lander, La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales, 39.
3 Lander, La colonialidad del saber…, 39.
4 La expresión teoría queer fue introducida en 1990 por la feminista postestructuralista Teresa de Lauretis, siendo adoptada rápidamente por otros referentes de los estudios de género, entre ellos Gloria Anzaldúa, Eve Kosofsky Sedgwick, Judith Butler, Michael Warner, José Esteban Muñoz, Beatriz Preciado y Diana Maffia, quienes contribuyeron al crecimiento y perfeccionamiento del nuevo campo epistemológico. Véase Rafael Acosta de Arriba (comp). Estudios críticos sobre fotografía cubana.
5 Acosta de Arriba, Estudios críticos…, 273.
6 Acosta de Arriba, Estudios críticos…, 324.
7 Yolanda Wood, Caribe. Universo visual, 163.
8 Acosta de Arriba, Estudios críticos…, 93.
9 Acosta de Arriba, Estudios críticos…, 90.
10 Acosta de Arriba, Estudios críticos…,, 265.
11 Ampliar en la página oficial del artista.
13 Nómina de artistas: Félix Antequera Amaral, Raúl Cañibano, Álvaro José Brunet, Eduardo Rodríguez, Alejandro Azcuy, Alejandro González, Irene Pérez, William Riera, Yanahara Mauri, Elio Rodríguez, Nórido y Vila, Derbis Campos, entre otros. Maykel Rodríguez Calviño, Que corra la voz.
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