Reseña
El quién es quién de la burguesía cubana hasta 1959
Los propietarios de Cuba 1958, escrito por el investigador e historiador Guillermo Jiménez Soler y publicado en 2007 por la editorial Ciencias Sociales, es una obra fundamental para conocer individualmente a los hombres que integraron la élite del poder y la sociedad en Cuba durante el periodo republicano predecesor a la Revolución. Así, mediante esta presentación de cada uno de los personajes que nos propone, el lector puede reconstruir el contexto histórico en el que se enmarca la obra.
Mediante una catalogación que comprende 550 personalidades de la época, el autor documenta detalladamente la biografía de cada propietario. Pero ¿cuál es el contenido de estas fichas? El autor nos presenta diversos acercamientos a estos personajes: propiedades, cargos en instituciones, biografía, otros familiares relevantes y datos personales alternativos como lo de sus cónyuges, la última dirección donde residieron o el club social al que asistían. Asimismo, cuando están relacionados con otros personajes poseedores a su vez de una catalogación propia, el autor nos sugiere que saltemos a ella para complementar la información.
Resulta prácticamente imposible dar una lectura a estas fichas divulgativas como si constituyeran elementos aislados. Al contrario, como si de una suerte de rayuela se tratara, cada dato nos conduce al siguiente al saciar las ansias de conocimiento. A través de este despliegue de información y con un poco de suspicacia por parte del lector, prácticamente se puede trazar el mapa de la historia de Cuba durante la primera mitad del siglo XX a través de las relaciones de poder que se establecieron entre sus partes. El libro nos propone además diversas alternativas de índice, para acercarnos al aspecto de interés concreto de cada lector. Así, podemos encontrar a los propietarios de forma alfabética, por sus actividades empresariales de forma general, o bien por su grado de importancia, nacionalidad, profesión, calidad de fundadores de fortunas o herederos, por su participación en el Ejército Libertador, por su actividad militar, por el nombre de las empresas de interés o sus actividades autónomas. Y si ninguna de estas categorías satisficiera nuestras urgencias indagatorias, siempre podemos recurrir a un listado de cuanta persona figura en la obra, siendo o no propietario.

Para facilitar el análisis al lector, Jiménez propone una escala del 1 al 5 de “importancia económica” de cada propietario, para lo cual los agrupar según la relevancia de sus bienes. De este modo, para personajes relevantes como el presidente de la República Fulgencio Batista Zaldívar despliega 12 páginas de información y datos duros, relacionándolo a su vez con otros 80 propietarios más.
Resulta también esencial mencionar la objetividad con la que está escrita la obra, en palabras del también escritor Jorge Ibarra durante el evento de presentación del libro:
Pienso que la clave de su éxito radica en que el autor no se propuso deslumbrar ni fascinar a nadie. Su meta designio fue en todo caso ser útil, entregarles a los lectores cubanos de hoy una obra que fuera un arma de conocimiento. Aquí no encontraremos una pizca de teque, ni de la retórica vana y superficial que abunda en los medios historiográficos en algunas ocasiones. Discípulo como todos los revolucionarios cubanos de las enseñanzas de Félix Varela -el “que nos enseñó en pensar”- ha sido fiel a una de las proposiciones más importantes del presbítero cuando dijo, “Yo renuncio al honor de ser aplaudido, por la satisfacción de ser útil”.1
Como menciona Ibarra, el autor tiene doble mérito: haber escrito una obra de esta envergadura y además hacerlo de forma puramente objetiva. Y este señalamiento cobra significativa importancia si lo contrastamos con la biografía de Jiménez, testimonio en primera persona de la historia cubana. Con estudios truncos de periodismo, y graduado de derecho e historia por la Universidad de La Habana, fue un integrante en la lucha contra Batista dentro de la Federación Estudiantil Universitaria, fundador del Directorio Revolucionario y miembro de su Ejecutivo Nacional desde 1957. Además, fue comandante del Ejército Rebelde, del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y del Ministerio del Interior, así como director del Periódico Combate. Tras su jubilación en 1986 ha sido colaborador activo en diferentes publicaciones, entre las que destacan el semanario Granma Internacional, Revista Bimestre Cubana, Revolución y Cultura, y Catauro, entre otras. Esta resumidísima biografía pone en evidencia a Jiménez no sólo como un historiador cubano, sino como un partícipe de la historia a la que le ha dedicado la mayor parte de su vida, lo que justifica aún más engrandecer su imparcialidad en esta obra.
Si todo lo anterior no resulta suficiente y usted, lector, se pregunta “¿qué aporta este libro al campo del conocimiento?”, la respuesta es sencilla: es un instrumento analítico para que el investigador, historiador o simple curioso pueda desarrollar cualquier proyecto, ya esté comprendido en el periodo temporal que abarca, o incluso durante años posteriores, estableciendo las bases de la construcción de una historia que nos alcanza hasta nuestros días. Así pues, como cualquier instrumento, debe utilizarse con la misma fidelidad que el autor nos ofrece.
El historiador Ciro Bianchi Ross ofrece su perspectiva de la importancia de esta obra en el prólogo con que la abre:
La originalidad de Los propietarios…, radica más bien en su asunto y no en su género. Nuestros diccionarios biográficos suelen comprender figuras destacadas en la política, las acciones militares, la literatura, las artes, las ciencias, pero rara vez en el mundo de los negocios. Tal ausencia se hace muy sensible, especialmente para los historiadores, pues muchos de esos “negociantes”, además de su gestión casi siempre decisiva en el campo económico, actuaban también en otras esferas y en particular ejercían una influencia nada desdeñable en la vida política.2
Podemos encontrar Los propietarios de Cuba 1958 citado en repetidas ocasiones en textos científicos de disciplinas muy variadas que abarcan los estudios de arte, de arquitectura, históricos, sociales, económicos, entre otros, y que refuerza su pertinencia dentro del campo de las ciencias sociales.
Agotado prácticamente desde que vio la luz en 2007 -sólo es posible obtenerlo de segunda mano-, Los propietarios de Cuba 1958 tendrá un nuevo resurgir con su versión electrónica, que será publicada por la misma editorial durante 2021.
Los investigadores tenemos una deuda vitalicia con Jiménez, quien mediante un análisis exhaustivo de tintes enciclopédicos desarrollado minuciosamente durante años, nos deja este gran legado que ya se ha convertido en una pieza fundamental de la historia cubana.
Bibliografía
Zanetti Lecuona, Óscar. Prólogo Las empresas de Cuba 1958. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2006.
Notas