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“El hilo rojo” de la historia en la sociología de Gino Germani: estructuras, procesos y contingencias
“O fio vermelho” da história na sociologia de Gino Germani: estruturas, processos e contingências
“The red thread” of history in the sociology of Gino Germani: structures, processes and contingencies
“El hilo rojo” de la historia en la sociología de Gino Germani: estructuras, procesos y contingencias
Revista Tramas y Redes, núm. 4, pp. 393-401, 2023
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales

Resumen: Este breve artículo sitúa el manuscrito “El marxismo y la idea de ‘proceso histórico’” de Gino Germani en el contexto más amplio de la sociología del cambio social propuesta por este autor. En particular, se destaca cómo la recepción de la tradición marxista por parte de Germani, basada en sus lecturas del “Joven Marx” y del marxismo italiano, se alinea con su visión del proceso histórico y social del cambio como simultáneamente condicionado y contingente. Esto significa que, para Germani, el cambio está orientado hacia la modernización, pero también es susceptible de generar diferentes estructuras sociales y regímenes políticos, especialmente en contextos periféricos como Argentina y América Latina.
Palabras clave: marxismo, sociología de la modernización, Gino Germani.
Resumo: Este breve artigo situa o manuscrito “Marxismo e a ideia de ‘processo histórico’” de Gino Germani no contexto mais amplo da sociologia da mudança social proposta por este autor. Em particular, destaca como a recepção de Germani da tradição marxista, com base em suas leituras do “Jovem Marx” e do marxismo italiano, se alinha com sua visão do processo histórico e social de mudança como simultaneamente condicionado e contingente. Isso significa que, para Germani, a mudança é voltada para a modernização, mas também é suscetível de gerar diferentes estruturas sociais e regimes políticos, especialmente em contextos periféricos como Argentina e América Latina.
Palavras-chave: marxismo, sociologia da modernização, Gino Germani.
Abstract: This short article contextualizes the manuscript “Marxism and the idea of ‘historical process’” by Gino Germani in the broader context of his sociology of social change. In particular, it highlights how Germani’s reception of the Marxist tradition, based on his readings of “Young Marx” and Italian Marxism, aligns with his vision of the historical and social process of change as simultaneously conditioned and contingent. This means that, for Germani, change is oriented towards modernization, but it is also generates different social structures and political regimes, especially in peripheral contexts such as Argentina and Latin America.
Keywords: marxism, sociology of modernization, Gino Germani.
La sociología de Gino Germani, al igual que gran parte de la sociología practicada en América Latina en la década de 1950, se centró principalmente en los procesos de cambio social. Esta cuestión se encuentra en el corazón de la teoría sociológica en su conjunto, como advirtió Piotr Sztompka (1993) en un libro dedicado al tema, y la complejidad del cambio social en el contexto del Río de la Plata constituye el núcleo de las preocupaciones teóricas, intelectuales e incluso políticas de Germani. Según sus formulaciones, diferentes procesos y secuencias históricas, especialmente cuando el cambio ocurre a ritmos desfasados, algo crónico en el contexto argentino, aunque no exclusivo, podrían llevar a situaciones de crisis aguda y cierre del régimen político. Comprender el carácter estructurado de los procesos de modernización, con sus componentes básicas y referencias mutuas –urbanización, secularización, industrialización, etc.–, y sus significados siempre cambiantes y contingentes, especialmente en lo que respecta a su contenido democrático, fue la cuestión a la que Germani dedicó lo mejor de su obra.
El manuscrito El marxismo y la idea de “proceso histórico”, una de las famosas “fichas” utilizadas en el Departamento de Sociología de la Universidad de Buenos Aires con fines educativos, puede ser leído, al menos en algunas de sus dimensiones, a partir de esta cuestión que organiza la sociología de Germani. Su insistencia en comunicar una versión menos “determinista” del legado de Marx a la sociología de su tiempo ciertamente era una reacción a un tipo de lectura que debería ser común y popular entre los estudiantes que frecuentaban u orbitaban la carrera de sociología, así como entre los detractores públicos y políticos del proyecto más general liderado por Germani (cf. Blois, 2018). Pero mi argumento aquí es que la interpretación que Germani hace del marxismo, en particular de la concepción de “proceso histórico”, como figura en el propio título de la ficha, presenta una considerable sinergia con la forma en que Germani entendía sociológicamente el cambio social, así como con su forma de “traducir” o “aclimatar” la “sociología de la modernización” que era hegemónica en aquel momento en el contexto global de la disciplina (Brasil Jr, 2013).1
A pesar de ser acusado de implementar una versión acrítica de la sociología sistémica de Talcott Parsons, hay que decir que las relaciones de Germani con el “teórico incurable” de la sociología estadounidense son, como mínimo, críticas y complejas (Blanco 2003). La comprensión clara por parte de Germani de que la concepción de Marx y Engels es esencialmente sociológica, y no una visión sofisticada de una “filosofía de la historia” o una teoría meramente “utilitaria”, como Parsons (2018) enmarca las contribuciones de Marx en The structure of social action (1937), ya muestra una considerable distancia. Cabe recordar que Germani, aunque no haya citado a Marx con frecuencia en sus textos, siempre se ha interesado genuinamente en autores que tenían a Marx como uno de sus interlocutores fundamentales, como en el caso de los autores de la Escuela de Frankfurt y Karl Mannheim, por ejemplo (Blanco, 2006).
Además, Gino Germani se negó a entender el proceso histórico de la modernización como una mera correlación abstracta entre variables, como índices de urbanización, tasas de escolarización, mediciones de “síndromes de personalidad moderna”, etc. No es que el autor de Estructura social de la Argentina: análisis estadístico (1955) rechazara el uso de este tipo de herramientas de análisis, todo lo contrario. Pero para él, el uso de estos índices sin tener en cuenta el conjunto del proceso histórico y sus secuencias no permitiría comprender, por ejemplo, cómo y por qué el país más “modernizado” de América Latina, como la Argentina de su tiempo, enfrentaría tantas dificultades para construir un orden democrático con la plena integración de la clase trabajadora al mundo de los derechos civiles, políticos y sociales. Para fines de contraste, basta comparar los resultados de la investigación comparativa y a gran escala coordinada por Alex Inkeles, que tuvo a Regina Gibaja como parte de su equipo para la aplicación de cuestionarios en Argentina, con los hallazgos sociológicos de los textos de Germani y sus colaboradores. En Becoming modern, de Alex Inkeles e David H. Smith (1976), la interpretación de la modernización argentina ni siquiera menciona el fenómeno del peronismo como parte relevante de la explicación sociológica; para Germani, por el contrario, el peronismo fue una realidad ineludible para el análisis teórico, metodológico e incluso empírico de la realidad argentina.
En el manuscrito El marxismo y la idea de “proceso histórico”, Germani se opone a una interpretación arraigada en el “determinismo económico”, movilizando tanto el material del llamado “joven Marx”, en particular La ideología alemana –que solo se publicó póstumamente en la década de 1930– como una serie de revisiones críticas que el propio Engels hizo de la interpretación “economicista” del marxismo que ya era ampliamente difundida a fines del siglo XIX. Germani era notablemente contrario a la visión de que, para Marx, la realidad social sería descomponible en “factores”, o peor aún, que se perdiera de vista que la infraestructura solo se realiza histórica y socialmente articulada a la superestructura, en una configuración concreta que debe investigarse empíricamente y nunca encapsulada en un esquematismo abstracto. Afinado con la recepción italiana del marxismo, que precisamente enfatizó la importancia de tener en cuenta las contingencias históricas del proceso social, Germani cita a Antonio Labriola, al igualmente exiliado en Argentina Rodolfo Mondolfo (en dos ocasiones en el texto) y a Galvano della Volpe, considerados los “estudiosos más serios del marxismo” (p. 19). Dialogando directamente con el concepto de “inversión de la praxis” de Mondolfo –en la ficha, la expresión utilizada fue “revesciamento de la praxis”, más cercana al original italiano–, Germani dice expresamente que, al fin y al cabo, aunque condicionada por las circunstancias históricas, la acción humana nunca es pasiva o meramente reproductora de las estructuras sociales:
El concepto fundamental en el marxismo es, como destaca Mondolfo, el del revesciamento de la praxis, o sea el hecho esencial de que si por una parte los hombres son modelados, condicionados por las circunstancias históricas, por la historia, ellos no se limitan a reproducir pasivamente dichas condiciones, sino que las modifican, creando a su vez un nuevo ambiente, un nuevo conjunto de circunstancias históricas. La acción humana de cada generación, en consecuencia, se vuelve siempre en mayor o menor medida contra los resultados de la acción de las generaciones precedentes; la historia se trasciende siempre a sí misma (p. 25).
De forma sintética, podemos decir que Germani busca extraer de cierto legado del marxismo, por un lado, la comprensión del carácter dirigido, estructurado y condicionante de los procesos históricos, y por otro, el carácter contingente mediante el cual los agentes, al perseguir sus valores e intereses, hacen que la sociedad se mueva en ciertas direcciones y no en otras. “Dado el inmenso e intrincado nexo de las acciones humanas dirigidas al cumplimiento de una serie infinita de fines (a menudo en contraste y oposición)”, argumenta Germani, “¿es posible descubrir uniformidades más o menos generales que marcan la dirección que tiene impreso el proceso social resultante de las acciones particulares?” (p. 28). Esta pregunta, que codifica uno de los dilemas más básicos de la teoría social, fue respondida por Germani en su propia sociología que, en términos resumidos, expondré a continuación.
La proposición más general de Germani respecto de los procesos de cambio social, o más bien, de modernización, se refiere al carácter inseparablemente asincrónico del proceso. En la versión estadounidense de La sociología de la modernización (1969), The sociology of modernization (1981), como expresa el autor:
Nuestra primera generalización es que la modernización o el desarrollo no es equilibrado. El cambio es asincrónico: los varios componentes de la estructura sociocultural no inician su transformación simultáneamente, no avanzan a la misma velocidad y tampoco los varios procesos siguen secuencias idénticas. La transición total, resultado de la aceleración o desaceleración de estos procesos o subprocesos, o de retrasos o anticipaciones peculiares en su secuencia, es un factor altamente determinante en la modernización. [...] Debido a las consecuencias del asincronismo [...], es muy difícil formular una secuencia universalmente válida de etapas (Germani, 1981, p. 18).
Aunque en este pasaje el autor radicaliza la idea de que, dadas las características específicas y contingentes de todo proceso de cambio, no existen secuencias universalmente válidas, busca algunos elementos más genéricos capaces de apoyar su teorización. Por un lado, Germani no descarta completamente cierto repertorio cognitivo de la sociología de la modernización, ya que cree que el uso de correlaciones estadísticas para la fabricación de índices de modernidad podría favorecer los procedimientos comparativos (Germani, 1969, pp. 26-27). Por otro lado, se propone construir una serie de tipologías de transición capaces de agrupar algunas experiencias afines y significativas de modernización. En este mismo libro, llega a identificar ocho tipos o subtipos de patrones de modernización, entre los cuales se incluiría América Latina, tratada por Germani (Germani, 1981, pp. 37-47) en perspectiva de conjunto.
Un tiempo después, este esquema teórico ganaría profundidad y mayor consistencia teórica en Authoritarianism, fascism and national populism (1978), libro en el cual Germani retoma el análisis de la sociedad argentina. Realizando una exploración de larga duración de sus especificidades históricas –desde la independencia hasta la crisis del ciclo peronista de los años 1970–, además de análisis comparativos con sociedades europeas problemáticas, como España e Italia, el autor lleva al extremo el principio de que las contingencias históricas deberían ser utilizadas como recurso explicativo de la modernización. Al definir, una vez más, su concepto de cambio social como no determinista, señala:
En el nivel macro, el cambio puede ser concebido como un conjunto de procesos [...] cuya convergencia, en un momento histórico definido, [...] puede producir nuevas formaciones socioculturales (parciales o totales) (una o más instituciones, grupos sociales, subsistemas completos o un nuevo tipo de estructura social global). [...] La combinación peculiar de estos componentes es el resultado [...] de la naturaleza, los ritmos y las secuencias de cada proceso particular, y con frecuencia también de los eventos traumáticos producidos por la aceleración y/o desaceleración repentina de estos procesos o por causas accidentales. (Los accidentales son los eventos o procesos que no pueden explicarse únicamente en función de los factores y variables considerados en el análisis) (Germani 1978, pp. ix-x).
Además de no determinista, el esquema teórico de Germani termina multiplicando los factores –desde causas macroestructurales hasta eventos accidentales– y los niveles de análisis –de corto, mediano y largo alcance, todos igualmente relevantes para la comprensión del sentido de los procesos de modernización. Y, efectivamente, a lo largo del libro, su análisis de la secuencia histórica radicalismo-peronismo gana varios refinamientos, combinando datos estructurales y coyunturales específicos –estos últimos se adentran en detalles históricos extremos– en la explicación del carácter más disruptivo, en términos políticos, del segundo en relación al primero.
A pesar de este enfoque atento a los aspectos más contingentes del proceso social, en contraste con el gran esquema evolucionario utilizado por Talcott Parsons en The system of modern societies (1971), Germani no deja de destacar la existencia de tendencias más generales en todas las sociedades modernas. Todavía en Authoritarianism, fascism and national populism (1978), retomando ciertas proposiciones con las que había estado trabajando desde la década de 1940, el autor destaca cómo el proceso de secularización, que constituye el dinamismo típico de la sociedad moderna, no siempre se conectaría a un patrón democrático de integración social. Entendiendo la secularización como la extensión de un tipo de acción electiva, es decir, respaldada en el principio de la elección, a todas las esferas sociales, incluida la esfera de los valores, Germani llama la atención sobre la existencia de una “tensión estructural inherente a todas las sociedades modernas”: la tensión “entre la secularización creciente y la necesidad de mantener un núcleo central prescriptivo suficiente para la integración” (Germani, 1978, p. 7). En otras palabras, la secularización, por su propia lógica expansiva, podría cuestionar el núcleo normativo moderno, basado históricamente en los ideales de igualdad, libertad y autonomía. En términos del autor:
Incluso este núcleo central puede ser cambiado; en este caso, deben existir mecanismos capaces de realizar dichos cambios sin llevar a la destrucción de la propia sociedad. De esta condición básica emerge un factor potencial (en el nivel de máxima generalidad) para el surgimiento del autoritarismo en el sentido moderno. [...] Soluciones autoritarias son posibles –y, en ciertas condiciones, probables– en cualquier crisis generada por las tensiones estructurales inherentes a la sociedad moderna (Germani, 1978, p. 8).
Si es verdad que el autor sitúa la proposición sobre la compulsión autoritaria de la modernidad en un nivel de máxima generalidad –la explicación del fenómeno autoritario concreto, sin embargo, dependería de condicionantes situados en niveles de alcance medio y corto–, podemos decir que, en este aspecto, la distancia de su teorización vis-à-vis a la de Parsons es máxima. A diferencia de la tesis expuesta por este último en The system of modern societies (1971), el sistema normativo, o más bien, los valores modernos, no tendrían ni estabilidad histórica ni serían capaces de funcionar como instancia última de control de los cambios. Para Germani, el riesgo siempre inminente de implosión del núcleo normativo moderno, dada la lógica expansiva de la secularización, convertiría al autoritarismo en un síndrome intrínseco a la modernidad. En este registro sociológico, el paradójico caso argentino, tal como lo discutió el autor en la primera mitad de la década de 1960 –una sociedad altamente modernizada que convive permanentemente con el espectro del cierre político–, no sería una simple excepción, sino una posible ejemplificación de los dinamismos inherentes a la sociedad moderna.
Volviendo a la ficha El marxismo y la idea de “proceso histórico”, después de examinar algunas proposiciones de sobre las complejas relaciones entre modernización y autoritarismo, podemos entender mejor las últimas líneas escritas por él en el texto. Sin negar que pueda existir una cierta direccionalidad en el “proceso histórico”, Germani aclara que las tesis marxistas acerca de la importancia de las condiciones estructurales tienen sentido “cuando se observa un curso histórico suficientemente largo”; las mismas condiciones podrían no ser decisivas “si se examinan breves periodos históricos” (p. 29). Es decir: el marxismo traería importantes aportes para revelar “‘el hilo rojo’ de la trama histórica”, pensada como “la sucesión de las formas estructurales”, y no como esquema rígido para pensar “las funciones de la estructura en la determinación de las acciones singulares” (p. 30). Para Germani, una sociología del cambio producida desde un contexto periférico no podría omitir de su campo de visión fenómenos de corta y mediana duración, ya que serían decisivos para, en un enfoque multidimensional, elucidar cómo la interacción entre múltiples factores y acciones resultaría en soluciones democráticas o autoritarias a la modernización en diferentes secuencias y contextos históricos.
Referencias
Blanco, Alejandro (2006). Razon y modernidad: Gino Germani y la sociología en la Argentina. Buenos Aires: Siglo XXI.
Brasil Jr., Antonio (2013). Passagens para a teoria sociológica: Florestan Fernandes e Gino Germani. Buenos Aires; São Paulo: CLACSO; Hucitec.
Germani, Ana Alejandra (2008). Antifascism and Sociology: Gino Germani 1911-1979. 1a edição. New Brunswick: Routledge.
Germani, Gino (1969). Sociología de la modernización: estudios teóricos, metodológicos, y aplicados a América Latina. Buenos Aires: Paidós.
Germani, Gino (1978). Authoritarianism, Fascism, and National Populism. New Brunswick, NJ: Routledge.
Germani, Gino (1981). The Sociology of Modernization. 1a edição. New Brunswick, N.J: Routledge.
Grondona, Ana (2017). Gino Germani: transición, paradojas, sustituciones y heterogeneidades. Ediciones UNGS, Universidad Nacional de General Sarmiento.
Inkeles, Alex y David H. Smith (1976). Becoming Modern – Individual Change in Six Developing Countries. Cambridge: Harvard University Press.
Parsons, Talcott (2018). The Structure of Social Action: A Study in Social Theory With Special Reference to a Group of Recent European Writers. Londres: Forgotten Books.
Sztompka, Piotr (1993). The Sociology of Social Change. Hoboken: Wiley.
Notas