DOSSIER

Estrategias metodológicas para el estudio de las luchas migrantes: entrecruzamientos entre la dimensión online y offline

Estratégias metodológicas para o estudo das lutas migrantes. Interconexões entre as dimensões online e offline

Methodological strategies for the study of migrant struggles. Interlinkages between the online and offline dimension

María Gabriela Rho
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas / Universidad Nacional de Córdoba, Argentina

Estrategias metodológicas para el estudio de las luchas migrantes: entrecruzamientos entre la dimensión online y offline

Revista Tramas y Redes, núm. 5, pp. 47-65, 2023

Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales

Recepción: 18 Septiembre 2023

Aprobación: 30 Octubre 2023

Resumen: El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre las estrategias metodológicas empleadas en el estudio de las luchas migrantes que se desplegaron en Argentina durante el gobierno de la alianza Cambiemos (2015-2019). Específicamente, el artículo busca problematizar los desafíos metodológicos que implica el entrecruzamiento de las dimensiones online y offline en el diseño e implementación de métodos de recolección de la evidencia empírica. Para esto, profundizaremos en tres estrategias metodológicas: a) la elaboración de un archivo digital a partir de la selección y sistematización de fuentes documentales disponibles en las redes sociales de las organizaciones de migrantes estudiadas; b) el registro de campo; y c) la construcción de fuentes orales a través de la realización de entrevistas semiestructuradas.

Palabras clave: luchas migrantes, online-offline, archivo digital, registros de campo, entrevistas semiestructuradas.

Resumo: O objetivo deste trabalho é refletir sobre as estratégias metodológicas utilizadas no estudo das lutas migrantes ocorridas na Argentina durante o governo da aliança Cambiemos (2015-2019). Especificamente, o artigo procura problematizar os desafios metodológicos que a intersecção das dimensões online e offline implica na concepção e implementação de métodos de recolha de evidência empírica. Para isso nos aprofundaremos em três estratégias metodológicas: a) a elaboração de um arquivo digital a partir da seleção e sistematização de fontes documentais disponíveis nas redes sociais das organizações migrantes estudadas; b) o registro de campo e c) a construção de fontes orais por meio de entrevistas semiestruturadas.

Palavras-chave: lutas migrantes, online-offline, arquivo digital, registro de campo, entrevistas semiestruturadas.

Abstract: The aim of this paper is to reflect on the methodological strategies used in the study of the migrant struggles that took place in Argentina during the government of the Cambiemos alliance (2015-2019). Specifically, the article seeks to problematize the methodological challenges involved in the intertwining of online and offline dimensions in the design and implementation of methods for collecting empirical evidence. For this, we will delve into three methodological strategies: a) the elaboration of a digital archive based on the selection and systematization of documentary sources available in the social networks of the migrant organizations studied; b) the field notes and c) the construction of oral sources through the conduct of semi-structured interviews.

Keywords: migrant struggles, online-offline, digital archive, field notes, semi-structured interviews.

Introducción

El objetivo de este artículo es reflexionar sobre los desafíos metodológicos que implica el estudio de movimientos y organizaciones sociales y políticas que utilizan de forma activa y combinada tanto el espacio online como offline para desarrollar sus formas de organización y protesta. Para dar cuenta de estos debates, este trabajo recupera y problematiza las estrategias metodológicas empleadas en el marco de mi tesis doctoral en Historia sobre las luchas migrantes en Argentina durante el gobierno de la alianza Cambiemos (2015-2019).1

En este período de gobierno se profundizó un abordaje punitivo y securitario en el tratamiento político de las migraciones; puesto que, la alianza Cambiemos adoptó políticas que intensificaron el control y la violencia estatal hacia los migrantes, dificultaron los trámites de regularización y aceleraron los procesos de expulsión. Al mismo tiempo, circularon una serie de discursos que asociaban a los migrantes con la inseguridad, la delincuencia y el narcotráfico (Jaramillo, Gil Araujo y Rosas, 2020). Este abordaje en el tratamiento político de las migraciones implicó que las medidas de control migratorio fueran enaltecidas y ostentadas, al igual que celebrado el aumento de las expulsiones y el endurecimiento de la política migratoria (Domenech, 2020).

Este escenario, lejos de generar acatamiento y sumisión, se convirtió en un incentivo para que muchos migrantes decidan movilizarse y conformar espacios de organización, con el objetivo de resistir esos ataques, disputar los sentidos de las políticas migratorias y combatir la quita de derechos. Es así que, surgieron nuevas organizaciones de migrantes como fueron el Bloque de Trabajadorxs Migrantes (BTM), Ni una Migrante Menos (NUMM) y las Campañas Migrar no es Delito (CMND) en Buenos Aires y Córdoba. Estas organizaciones formaron parte de las luchas migrantes que se desplegaron en este período. Por “luchas migrantes” entendemos aquellos procesos organizativos en los que los migrantes desafían, enfrentar, negocian o resisten los discursos y las políticas de control migratorio y fronterizo, como así también las modalidades de gestión y organización del trabajo migrante (De Genova, Mezzadra y Pickles, 2015).

En esta línea, en términos generales, este conjunto de organizaciones impulsó diversos repertorios de lucha que incluyeron: la convocatoria a asambleas abiertas para discutir problemáticas migrantes y sumar adherentes; la realización de conferencias de prensa y audiencias públicas –que fueron trasmitidas por sus redes sociales– con el objetivo de visibilizar sus reclamos y reivindicaciones; el impulso de concentraciones frente a instituciones encargadas de la migración y de movilizaciones masivas en calles céntricas de la ciudad; la organización de campañas de difusión en redes sociales que apuntaban a desmentir información falsa y engañosa sobre la presencia migrante en Argentina que difundían medios de comunicación y diversos funcionarios estatales; y la creación de instancias de trabajo territorial que buscaba tejer redes de formación, de ayuda y de asesoramiento en cuestiones migratorias (que iban desde la denuncia de situaciones de discriminación hasta la realización de trámites de regularización).

Como se observa, las luchas migrantes comprendieron tanto formas de organización y protesta que, asentadas en una política radicalmente abierta de presencia migrante, presentaron altos niveles de confrontación y buscaron ser visibles en el espacio público, al igual que contemplaron instancias organizativas menos visibles, más subterráneas, que se desarrollaron y enlazaron con las luchas cotidianas que los migrantes tejían en sus territorios (De Genova, 2010; Mezzadra y Neilson, 2016; Papadopoulos, Stephenson y Tsianos, 2008). Para impulsar y articular esta diversidad de estrategias de lucha, las nuevas organizaciones de migrantes utilizaron el espacio online y offline.

En este sentido, para analizar las subjetividades políticas y las formas de organización y protesta del BTM, NUMM y las CMND se presentó el desafío de disolver la dicotomía entre lo online y offline y abordar estas dos dimensiones de manera multisituada e integrada. Esto se debe a que consideramos que los espacios online y offline son, en igual medida, constitutivos de las prácticas sociales y de los procesos de producción de subjetividad y no pueden pensarse como espacios completamente separados ya que “las interacciones de los sujetos siempre se articulan en significados y prácticas que suceden en línea y fuera de línea, lo cual lleva a tomar en cuenta el ensamblaje de ambos espacios” (Bárcenas Barajas y Preza Carreño, 2019, p. 140). Las dimensiones online y offline conviven, se influyen e interactúan (Sarrot, Mingo y Fleitas, 2021), por lo que Internet y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación no fueron un simple soporte o elementos complementarios de la realidad offline de las organizaciones de migrantes, sino que también se convirtieron en un espacio de producción de acciones de protesta y denuncia, de experiencias y de producción de subjetividades políticas.

Por esta razón, las formas en que diseñamos y empleamos los métodos de recolección de la información se encontraron atravesados y mediados por el ensamblaje de lo online y offline. Particularmente, la puesta en diálogo y la interacción entre estas dimensiones respondió a dos necesidades. Por un lado, como ya mencionamos, a las características organizativas propias del BTM, NUMM y las CMND. La elección metodológica de combinar lo online y offline se asentó en que las organizaciones de migrantes estudiadas utilizaron el espacio físico y el espacio virtual para impulsar y configurar las luchas migrantes (Cabalin, 2014). Las organizaciones de migrantes acudieron a las calles, a los barrios, como así también a Internet y a las redes sociales para construir y delinear sus estrategias de organización, movilización y protesta. Sobre esta base, como vamos a profundizar a lo largo de este trabajo, realizamos registros de campo y entrevistas, al mismo tiempo que exploramos el espacio virtual para recolectar y seleccionar diversas fuentes documentales.

Por el otro, respondió a los desafíos que la situación de emergencia sanitaria por COVID-19 y las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) (que se establecieron en Argentina desde el 20 de marzo de 2020) impusieron a los procesos de recolección de información. En este sentido, las medidas de ASPO pusieron en suspenso las instancias que se habían planificado presenciales y, así, obligaron a que la virtualidad, por ejemplo, atravesara los encuentros de las entrevistas y las redes sociales se convirtieran en un dispositivo de conexión con los informantes y las organizaciones de migrantes.

De esta manera, aunque la investigación posee un anclaje disciplinar histórico, a raíz de las características de los sujetos de investigación y de las medidas de ASPO, se nutrió de herramientas metodológicas de la Antropología y la Sociología. Por lo que, para describir, analizar y comprender las múltiples formas de organización y protesta y las subjetividades que configuraron las luchas migrantes, fue necesario adoptar un diseño flexible e interactivo que incluyó el uso de una variedad de materiales empíricos (Sautu, et al., 2004). Así, desde un enfoque metodológico cualitativo (Vasilachis de Gialdino, 2006) empleamos múltiples métodos de recolección y sistematización de la evidencia empírica: a) la elaboración de un archivo digital a partir de la selección y sistematización de fuentes documentales disponibles en Internet y, particularmente, en las redes sociales de las organizaciones de migrantes estudiadas; b) el registro de campo de actividades que impulsaron las organizaciones de migrantes, como fueron asambleas abiertas, reuniones, movilizaciones, actos públicos y actividades de formación; y c) la construcción de fuentes orales a través de la realización de entrevistas semiestructuradas a referentes del BTM, NUMM y las CMND en Buenos Aires y Córdoba.

En los próximos apartados, explicitaremos las decisiones metodológicas y las condiciones de producción de la investigación, para lo cual dividiremos el trabajo en tres aparatados. En primer lugar, profundizaremos sobre las redes sociales en tanto fuentes documentales y los procesos de elaboración de un archivo digital. En segundo lugar, reflexionaremos sobre los registros de campo y su vínculo con las fuentes documentales. Por último, indagaremos sobre las entrevistas y la construcción de fuentes orales.

Las redes sociales como fuentes documentales: la elaboración de un archivo digital

Un primer acercamiento a las organizaciones de migrantes estudiadas fue a través de sus redes sociales. Desde los últimos veinte años, las nuevas tecnologías de la comunicación han comenzado a jugar un papel fundamental en las estrategias comunicacionales y en las acciones colectivas desplegadas por diversos movimientos sociales (Sádaba, 2012). Facebook, Instagram, Twitter y YouTube son herramientas utilizadas por las organizaciones y movimientos sociales para impulsar un amplio conjunto de repertorios dirigidos a movilizar adherentes, contrarrestar tendencias mediáticas hegemónicas, difundir actividades, realizar campañas de información digitales y organizar y convocar a acciones de protesta en la calle (Cabalin, 2014). El BTM, NUMM y las CMND no fueron la excepción y, al igual que muchos movimientos y organizaciones sociales a nivel mundial, utilizaron las redes sociales de manera activa e intensiva, convirtiéndolas en herramientas centrales de sus formas de organización, movilización y protesta.

Facebook fue la red social más utilizada y se convirtió en una herramienta de relevancia para los procesos de conformación y posterior visibilización pública de las nuevas organizaciones de migrantes. Por esto fue el canal principal desde donde desplegaron su estrategia política y comunicacional. En esta línea, los perfiles de Facebook fueron creados en simultáneo, esto es, unos meses antes o después del surgimiento de las organizaciones de migrantes.2 A pesar de que Facebook fue la red social más activa, el BTM, NUMM y las CMND también contaban con perfiles en Instagram. Estos fueron creados después y no al momento en que se impulsaron las organizaciones, por lo que poseían menos seguidorxs y, por lo general, al momento que realizamos la investigación, replicaban contenidos que compartían por Facebook.

La virtualidad se convirtió en un aspecto más de las formas organizativas y de las acciones de las organizaciones de migrantes, lo que permite ubicar a las redes sociales como un territorio clave de activismo político (Constanzo, 2022). Capogrossi, Magallanes y Soraire (2015) señalan que el entrecruzamiento de lo offline y lo online enriquece las posibilidades de análisis debido a que permite observar cómo las organizaciones construyen prácticas, discursos y experiencias a través de las redes sociales. Las autoras plantean que estas pueden ser consideradas como fuentes primarias de información en las investigaciones en Ciencias Sociales y Humanas.

En este punto, la sociedad digital está dejando huellas en la producción historiográfica debido a que muchos de sus sujetos de estudio producen fuentes de la información nacidas ya digitales (Egido y Eiroa, 2017). Esto obliga a ampliar la concepción, la naturaleza, las formas de acceso y el soporte que aloja las fuentes documentales de la Historia ya que los documentos y los repositorios digitales conviven cada vez más con las fuentes escritas físicas. En concreto, tomando como caso nuestra investigación, las fuentes documentales disponibles de las nuevas organizaciones de migrantes fueron producidas desde su origen en formato digital y alojadas en sus redes sociales.

De ahí que las redes sociales de las organizaciones de migrantes fueron utilizadas como un repositorio de fuentes documentales. Una aclaración importante es que no realizamos un estudio de cómo el BTM, NUMM y las CMND utilizaban, interactuaban y/o producían contenidos a través de las redes sociales, sino que, empleamos las redes sociales de estas organizaciones como un escenario de registro de campo y de búsqueda y recolección de fuentes documentales. De esta manera, a partir de la recolección, selección y sistematización de las fuentes obtenidas a través de las redes sociales es que elaboramos un archivo digital.

Los archivos, señala Estalella (2014), se han expandido y proliferado de la mano de Internet y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Esto se debe a que permitieron que la cotidianidad se convierta en objeto de archivo, por ejemplo, mediante el uso de redes sociales cualquier acontecimiento, incluso el más ordinario, puede ser documentado para luego ser archivado. Al mismo tiempo que facilitaron el acceso a las fuentes, multiplicaron y ampliaron el espectro de documentos y contenidos susceptible de ser archivados. Esto implica considerar que los archivos no sólo contienen fuentes documentales en formato textual –como se lo ha pensado durante mucho tiempo– sino que, además, incluyen otros formatos como los visuales y auditivos (Estalella, 2014; Capogrossi, Magallanes y Soraire, 2015).

Es así que, entendemos por “archivo digital” un conjunto heterogéneo de fuentes primarias de información –que contemplan diversos formatos como imágenes, videos, audios y textos– producido a partir de la recolección, selección y sistematización de documentos disponibles en Internet y obtenidos a través de las nuevas tecnologías de la comunicación. Puntualmente, en esta investigación el archivo digital se elaboró a partir de los perfiles de Facebook de las organizaciones de migrantes. Si bien se contemplaron los perfiles de Instagram se optó por centrar el trabajo de observación en Facebook debido a que, como ya señalamos, esta red social era la más utilizada por las organizaciones, se compartía más contenido y, al mismo tiempo, la mayoría de los posteos eran luego replicados en Instagram.

En un primer momento, realizamos la búsqueda y recopilación de fuentes documentales en los perfiles de Facebook de las organizaciones de migrantes publicadas desde su surgimiento hasta diciembre de 2019. Es necesario aclarar que la información vertida en los perfiles de las organizaciones tiene como finalidad su visualización pública, son perfiles abiertos y no privados, por lo cual cualquier persona tiene acceso a la información que allí se publica. En esta tarea, recopilamos una gran cantidad y heterogeneidad de fuentes documentales que incluían: estados de Facebook, pronunciamientos, documentos de trabajo y declaraciones resultantes de las actividades desarrolladas por el BTM, NUMM y las CMND; videos de actividades como conferencias de prensa, actos públicos y movilizaciones que fueron transmitidas en vivo por dichas organizaciones; flyers que convocaban a actividades y/o formaban parte de campañas de difusión de información; fotografías de actividades y movilizaciones; notas periodísticas que compartían en sus perfiles; notas radiales y/o periodísticas que le realizaban a lxs integrantes de las organizaciones de migrantes y enlaces a programas radiales que impulsaban desde dichas organizaciones.

A raíz de la gran volatilidad de la información publicada (debido a que esta puede ser modificada y/o eliminada) es que decidimos copiar todos los posteos realizados en sus muros de manera cronológica, con sus respectivos enlaces, en un documento de Word. De igual manera, descargamos los documentos y declaraciones, flyers, fotografías y videos. Estos últimos fueron transcriptos, ya que aquellos que eran transmisiones en vivo, no tenían enlace a YouTube y no se podían descargar desde la página de Facebook.

En un segundo momento, seleccionamos y organizamos los documentos recogidos en los perfiles de Facebook debido a que en su totalidad representaban un gran volumen de información. Así, identificamos los posteos en los muros que eran relevantes para la investigación; organizamos cronológicamente los pronunciamientos y declaraciones; ordenamos en carpetas los flyers, fotos y videos de acuerdo al tipo de actividad y el año en que se realizaron; y organizamos cronológicamente las transcripciones de los videos y los enlaces de los programas radiales.

La sistematización de las fuentes documentales obtenidas de las redes sociales permitió construir un archivo digital que contenía una gran diversidad de documentos, tanto en relación a su formato como a su contenido. El análisis de los documentos no se limitó a lo que estos decían –a su contenido– sino que, además, reflexionó sobre su performatividad, es decir, se amplió el foco de análisis a lo que los documentos produjeron, desencadenaron y provocaron en determinados contextos y escenarios de luchas (Ferreira, 2022). En este sentido, siguiendo a Vianna (2014), entendemos a las fuentes documentales como constructoras de realidad debido a que producen las situaciones de las que forman parte y, de este modo, se podría decir, configuran relaciones, prefiguran prácticas y establecen significados. De ahí que, mediante los documentos pudimos acceder y analizar procesos de producción de subjetividad política configurados por las luchas migrantes estudiadas. A la vez, posibilitaron armar una cronología de las acciones, movilizaciones y actividades que desarrollaron las nuevas organizaciones de migrantes, al tiempo que se convirtieron en un primer acercamiento a sus formas organizativas, posicionamientos políticos, demandas y alianzas con otras organizaciones sociales y políticas de Argentina.

Registros de campo: diálogos entre lo online y lo offline

En paralelo a la elaboración del archivo digital realizamos registros de campo de actividades que impulsaron las organizaciones de migrantes estudiadas, como asambleas abiertas, reuniones, movilizaciones, actos públicos y actividades de formación. Para Bárcenas Barajas y Preza Carreño (2019) la dimensión de lo que sucede tanto online como offline está integrada en el entramado de las prácticas sociales, por lo que es central la intersección de estas dos dimensiones para la producción de datos en el campo de las Ciencias Sociales y Humanas. En el campo de la Historia, en particular, recuperar registros de campo implicó el desafío de soltar las amarras disciplinares y abrir el diálogo a las posibles interacciones productivas que emergen entre archivo y campo (Gorbach y Rufer, 2016, p. 21). En esta clave, se trató de recuperar estrategias metodológicas de la Antropología que ayuden a “ir más allá de los documentos”, es decir, que nos permitan develar y mostrar la multiplicidad de relaciones sociales, las subjetividades e interacciones que sustentan y atraviesan la producción de las fuentes documentales (Sarrabayrouse Oliveira, 2009). A través de los registros de campo, los documentos pudieron ser enriquecidos y tensionados con la observación, el intercambio y el diálogo “en terreno” con los sujetos de las luchas migrantes. La importancia de incluir este vínculo con los sujetos de las luchas residió en que, como señala Sarrabayrouse Oliveira, “oficiaron como testigos, protagonistas y/o intérpretes de la historia relatada” (2009, p. 66). A raíz de estas consideraciones es que decidimos complejizar y complementar el archivo digital con la observación de diversas actividades que promovían las organizaciones de migrantes en Córdoba y en Buenos Aires.

Así, luego de autorización y permiso de los integrantes de las organizaciones de migrantes estudiadas, es que tomamos registro de actividades internas, como reuniones y talleres de formación, al igual que de instancias masivas y de acceso libre al público como movilizaciones, asambleas abiertas y actos. Del mismo modo, registramos instancias informales, como conversaciones e intercambios por WhatsApp. El registro de campo fue llevado adelante tanto durante el transcurso mismo de las actividades, como a posteriori. Es decir, para aquellas actividades más íntimas, más reducidas, el registro se hizo después, recuperando la memoria experiencial (Guber, 2020). Para esto, intentamos registrar las principales líneas y problemáticas abordadas en las actividades, además de los sentidos, percepciones e interpretaciones que emergían de los encuentros. Para aquellas actividades abiertas, elaboramos registros mientras estas ocurrían, tomamos fotografías y grabamos las intervenciones de los participantes.

Como sostiene Guber (2020), el registro es la constancia escrita, auditiva y visual de la información que obtienen los investigadores en el campo. Pero la autora señala que ese registro no es directo ni “transparente” de la realidad, sino que se encuentra mediado por quienes investigan, por lo que es necesario advertir cuánto de esta situación es creada al intentar registrarla y describirla. De esta forma, el registro no es sólo la recolección de información, sino que también es una instancia de análisis, ya que es producido por los investigadores cuando todavía se encuentran en el campo, esto es, la materialización de su propia perspectiva de conocimiento sobre la realidad que estudian y, por eso, es el comienzo de la fase analítica.

En este sentido, el registro de campo no sólo se constituyó como una forma de recopilación de información sino, además, como ya se adelantó, se convirtió en un momento de análisis y reflexión. A pesar de que en la escritura de la tesis recuperamos muy pocos fragmentos de los registros de campo, estos fueron fundamentales para observar e interpretar las dinámicas organizativas, las interacciones, los problemas, las tensiones y los conflictos que emergían al interior de las organizaciones de migrantes y que eran muy difíciles de detectar sólo a través de las fuentes documentales. La observación y participación en estas actividades nos permitió contextualizar, dotar de sentido y dar materialidad a muchos aspectos que surgían en los documentos.

Las interacciones que realizamos entre archivo y campo fueron posibles, porque las luchas migrantes estaban en curso al momento de iniciar la investigación. Así, los diálogos que se establecieron entre archivo y campo respondieron a las preguntas y al tema de investigación y, principalmente, a que los sujetos de estudio pertenecían y se movían entre ambos nichos disciplinares (Rufer, 2016). Esto no implicó un intento de fusionar la Antropología y la Historia o de optar netamente por las estrategias de una u otra. Más bien, tratamos de movernos entre sus límites, intentando que los registros de campo tomaran sentido desde una mirada dirigida hacia la Historia (Gorbach y Rufer, 2016). Esta forma de abordar los registros de campo hizo posible el entrecruzamiento y los diálogos que se establecieron con los documentos reunidos en el archivo digital. Las interacciones que establecimos entre archivo y campo fueron fundamentales para planificar, proyectar y estructurar la investigación y, principalmente, como vamos a abordar a continuación, fueron claves para planificar las entrevistas a los referentes de las organizaciones de migrantes.

Construcción de fuentes orales: las entrevistas

El uso de las fuentes orales, en los últimos veinte años, ha tenido un auge en las prácticas de los historiadores (Pozzi, 2013). La importancia que asumieron en la escritura de la historia se debe a que permiten obtener cierta información –como, por ejemplo, trayectorias, experiencias, interpretaciones, opiniones y posturas sobre determinados acontecimientos– que sólo parcialmente se puede conseguir a través de las fuentes documentales (Ardèvol, Bertán, Callén y Pérez, 2003).3

En palabras de Thompson (2003) las fuentes orales posibilitan acceder a “esferas escondidas” de los acontecimientos históricos que raramente aparecen representados en los documentos. En este punto, el elemento que las hace singulares es que impone a los historiadores la subjetividad del hablante y así, “nos dicen menos sobre los acontecimientos que sobre su significado” (Portelli, 1991, p. 42). Es decir, el principal aporte de las fuentes orales es que brindan información sobre la subjetividad producida y puesta en juego en los acontecimientos históricos (Benabida y Plotinsky, 2007). Sin embargo, es necesario aclarar –como señalamos en el apartado sobre archivo digital– que los documentos también configuran relaciones, prefiguran prácticas y establecen significados, por lo que no buscamos restar importancia a los documentos en tanto fuentes fundamentales para comprender y reflexionar sobre los procesos de producción de subjetividad. Más bien, consideramos que las fuentes orales permiten establecer un diálogo con las documentales escritas o audiovisuales: las complementan, dinamizan, les dan perspectiva y, principalmente, les otorga el contorno humano adecuado para situarlas e interpretarlas (Villanova, 1988).

Sobre la base de estas consideraciones es que, una vez que avanzamos en la elaboración del archivo digital y de los registros de campo, decidimos planificar una serie de entrevistas semiestructuradas a referentes de las organizaciones de migrantes con quienes habíamos tenido contacto previo en las actividades en las que veníamos participando.

La elección de realizar entrevistas a referentes se sustentó en que, al momento de comenzar esta instancia de la investigación, la situación de emergencia sanitaria como respuesta al COVID-19 impidió llevar adelante entrevistas de manera presencial. Al comienzo de la pandemia, en el contexto de aislamiento, si bien las tecnologías de la comunicación se incorporaron rápidamente en la vida de las personas, en lo personal no teníamos tan claro su uso para la realización de las entrevistas, particularmente luego de que dos migrantes no aceptaron participar de estas de manera virtual. En este contexto es que optamos por entrevistar sólo a aquellos referentes con quienes habíamos mantenido un diálogo sostenido en el tiempo previo a la pandemia. No obstante, el elemento más importante que atravesó la decisión de entrevistar sólo a referentes fue que al momento de iniciar las entrevistas contábamos con una vasta información proveniente de las fuentes documentales y los registros de campo, por lo que estas se pensaron como un instrumento más de recolección de información y no el principal sobre el que se iba a asentar la investigación.

De esta manera, en total realizamos seis entrevistas, una de manera presencial y las otras cinco en formato virtual. Para estas últimas, elegimos Google Meet debido a que dicha plataforma de videollamadas es fácil de usar (se puede acceder a la llamada de manera instantánea a través de un link desde el celular o una computadora), es gratuita y permite grabar y descargar automáticamente las videollamadas.4 Haber tenido contacto previo con los referentes de las organizaciones favoreció que esta nueva modalidad no se vuelva tan “extraña” y conserve muchos de los elementos de espontaneidad y fluidez que, tal vez, eran más fáciles de conseguir con la presencialidad.

El tiempo promedio de cada entrevista fue de dos horas. Las entrevistas fueron grabadas con el consentimiento de los participantes, luego de que se explicitaron los objetivos de la investigación y los usos que se iba a hacer de la información allí obtenida. En relación al anonimato, consultamos a los entrevistados sobre la utilización de sus identidades y el uso posterior de la información contenida en la entrevista. Si bien el total de las personas entrevistadas no manifestó inconvenientes en que aparecieran sus nombres “verdaderos” debido a que se consideraban “figuras públicas”, lo mismo decidimos anonimizar la información de las entrevistas. Esto se debe a que mucha de la información brindada a través de las entrevistas es íntima, refleja opiniones y posicionamientos que pueden ser sensibles para el resto de los integrantes de las organizaciones de migrantes, como también para el resto de las organizaciones con las que establecieron vínculos y tejieron alianzas. Asimismo, optamos por anonimizar el nombre de los entrevistados por una cuestión de seguridad ya que, como señala Pozzi, “una vez fuera de las manos del entrevistador y del entrevistado no existe control posible sobre las consecuencias imprevistas” (2016, p.10). En este sentido, al ser la migración un objeto constante de expresiones de odio y xenofobia y al ser utilizada en diversos momentos como chivo expiatorio, es que tomamos la decisión de modificar los nombres de los entrevistados para que dicha información no los perjudique y/o exponga en contextos de mayor criminalización y violencia hacia ellos, más aún cuando todos los entrevistados continúan participando activamente en diversas organizaciones de migrantes.

En relación con el contenido de las entrevistas, este depende en buena medida de las preguntas y las formas en que se proponga y habilite el diálogo por parte de los entrevistadores (Portelli, 1991). En esta clave, el guion no fue pensado como un cuestionario de preguntas cerradas y definidas de antemano, sino que se estructuró como un esbozo de tópicos que tenían carácter flexible y orientador ya que no buscaba comprobar hipótesis sino abrir un espacio que diera lugar al surgimiento de nuevas problematizaciones no advertidas inicialmente (Bonvillani, 2020).

Por ello, las entrevistas se planificaron a partir de una guía semiestructurada de ejes temáticos y preguntas (Barela, Miguez y García Conde, 2009). La elaboración del guion que orientó los temas a preguntar surgió de los objetivos de la investigación y de los ejes problemáticos delineados en el primer momento de acercamiento al campo. El guion de la entrevista contemplaba algunas líneas de sentido, de ejes temáticos, que iban desde preguntas muy generales, que daban pie a los entrevistados a hablar sobre la temática del bloque. Pero si esa pregunta no funcionaba, no abría la conversación o la abría demasiado, preparamos una serie de interrogantes más puntuales orientados a profundizar y detallar algunas cuestiones que considerábamos de relevancia en el relato de lxs entrevistadxs (Ardévol, Bertrán, Callén y Pérez, 2003).

El hecho de entrevistas a referentes de organizaciones sociales y/o políticas presenta sus complejidades (Pozzi, 2016), pues las personas entrevistadas suelen estar familiarizadas con la situación de entrevista y se encuentran acostumbradas a participar de estas instancias, ya sea para medios de comunicación como para otras investigaciones académicas. Si bien esto fue beneficioso para que las entrevistas fluyeran mejor, creemos que también suponía enfrentar el desafío de romper y desarmar el relato que, al ser reproducido en varias entrevistas, terminaba siendo poco novedoso. Como señala Pozzi (2016), los militantes y activistas presentan mayor tendencia a reproducir un relato ya armado y estructurado; un testimonio sobre su recorrido que, al ser repetido en diversas circunstancias, se organiza a partir de una secuencia lógica que en muchos casos se torna repetitiva y toma el control total de la entrevista.

Tal vez el ejemplo más significativo y extremo fue lo que pasó durante la primera entrevista que realizamos de manera presencial. Al momento que comenzó formalmente la entrevista no tuvimos tiempo de preguntar algo para “romper el hielo” ya que la entrevistada dio inicio a relatar cronológicamente los procesos de conformación del BTM y la CMND Buenos Aires, como así también los diversos posicionamientos y actividades. Esta situación nos colocó en la posición de sólo re-preguntar algunas pocas cuestiones durante el desarrollo de la entrevista. A partir de esta primera experiencia, en las próximas entrevistas intentamos “desestructurar” estos relatos. Por lo que, luego de una pregunta muy general que abría cada uno de los ejes temáticos que nos interesaba indagar, se puntearon una serie de preguntas más concretas que apuntaban a complejizar algunas problemáticas y relatos que se querían debatir y profundizar. En general, esta serie de preguntas fue muy útil para desarmar ciertos planteos que surgieron en las entrevistas y teníamos señalados de ante mano.

El hecho de que, ante las medidas de ASPO, la mayoría de las entrevistas tuvieron que realizarse en formato virtual nos enfrentó a nuevos interrogantes respecto de la relevancia que Internet y las nuevas tecnologías de la comunicación tienen no sólo para las nuevas organizaciones de migrantes sino también para la investigación científica. Luego de la implementación de las medidas de ASPO, los métodos de recolección de información fueron revisados en función de las transformaciones que emergieron del contexto social en que dichos datos eran producidos y recolectados (Vasilachis de Gialdino, 2006). Esto implicó que el diseño metodológico no fuera pensado de manera rígida y cerrada, sino que, a través de una mirada situada y reflexiva, tuvimos que ir adaptando las decisiones metodológicas (Bonvillani, 2020). A pesar de las redefiniciones que surgieron de los desafíos que nos impuso la virtualidad, las entrevistas permitieron profundizar en aquellos elementos y/o nudos problemáticos que se desprendieron de la elaboración del archivo digital y de los registros de campo. Es decir, estas tres instancias de búsqueda y recolección de información fueron puestas en diálogo y tensionadas y así, nos posibilitaron avanzar en una mirada más compleja y profunda sobre las luchas migrantes estudiadas.

A modo de cierre

En este trabajo intentamos reflexionar y problematizar sobre los desafíos que implicó el entrecruzamiento de las dimensiones online y offline en el diseño de estrategias y métodos de búsqueda, recolección y sistematización de la evidencia empírica. Para ilustrar esto recurrimos a nuestra investigación doctoral, en la cual estudiamos las luchas migrantes que se organizaron en Argentina durante el gobierno de la alianza Cambiemos. En dicha tesis, –debido a las características propias de los sujetos de investigación y de las medidas de ASPO a raíz de la pandemia por COVID-19– nos enfrentamos con la necesidad de considerar de manera interrelacionada el espacio online y offline. De ahí que recurrimos a tres estrategias metodológicas que nos permitieron abordar de manera interconectada estas dos dimensiones. Nos referimos a la elaboración de un archivo digital, la toma de registros de campo y la realización de entrevistas semiestructuras.

A pesar de que las estrategias metodológicas fueron presentadas de manera separada, en el proceso de investigación se proyectaron y, principalmente, se llevaron a cabo en contaste dialogo y conexión, por lo que no pueden ser consideradas desvinculadas y/o aisladas una de la otra debido a que, en conjunto, formaron parte del trabajo de campo que sustentó esta investigación. En esta clave, la fase analítica atravesó todas las instancias del trabajo de campo y no se presentó como un momento final e independiente en los procesos de recolección de la información y de la evidencia empírica.

Este abordaje integral e interconectado de las estrategias metodológicas –asentado en un proceso reflexivo y analítico constante– nos posibilitó adoptar una mirada que ni romantice las organizaciones de migrantes, ni las cuestione desde una mirada que clausure la posibilidad de entender las ambivalencias y contradicciones de las prácticas subjetivas, los posicionamientos, las demandas y las acciones que configuraban las luchas. Centralmente, contribuyó a desarmar y tensionar preconceptos sobre lo que entendíamos por “luchas migrantes”. Esto se debe a que las estrategias metodológicas seleccionadas nos permitieron acceder a instancias menos visibles y más cotidianas en el accionar y trabajo de las organizaciones de migrantes estudiadas que ayudaron a complejizar los momentos más visibles –y por eso más evidentes– de las luchas migrantes. Así, durante el trabajo de campo evidenciamos que las luchas migrantes no se reducen ni remiten simplemente a las cuestiones que los interpelaban en tanto migrantes. Por el contrario, el BTM, NUMM y las CMND plantearon debates y problemáticas que, ancladas en la cuestión migrante y pensadas desde su experiencia de vida como tales, excedieron y desbordaron “lo migrante” ya que pusieron en cuestión y visibilizaron múltiples relaciones de opresión, dominación y violencia que atraviesan a la sociedad en su conjunto.

Por último, en relación al anclaje disciplinar de la investigación, la elección de estas estrategias implicó una apuesta a movernos de los amarres propios de la Historia debido a que conllevó asumir una plasticidad metodológica que permitió poner en diálogo un abordaje histórico con herramientas de otras disciplinas de las Ciencias Sociales y Humanas, principalmente, de la Sociología y la Antropología. Como observamos a lo largo de este trabajo, esta mirada interdisciplinar posibilitó enriquecer y complejizar las fuentes documentales y de la información recuperadas y elaboradas en cada una de las etapas.

Además, esta plasticidad metodológica nos llevó a tensionar la misma disciplina histórica. En otras palabras, elaborar un archivo digital que contuviera una diversidad de fuentes documentales (más allá de las escritas física), nacidas en formato digital y alojadas en las redes sociales, implicó extender y desbordar lo que se considera –en términos más clásicos– una fuente documental y un archivo para la Historia. En concreto, el archivo digital apostó a ampliar los debates respecto de cuál es la naturaleza, las formas de acceso y los soportes que alojan y producen fuentes documentales para la disciplina histórica.

En íntima relación con esto, a pesar de que Internet y el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación abren nuevos campos de posibilidades en relación a la disponibilidad y diversidad de fuentes de la información, consideramos que aún es necesario profundizar en algunos debates. Principalmente, sobre la fiabilidad, credibilidad y los procesos de verificación de la calidad de las fuentes documentales disponibles en los entornos online. Aunque estos problemas también son pertinentes para el resto de las fuentes documentales, podría sostenerse que la información producida y alojada en Internet es volátil y puede llegar a ser más fácil de manipular y modificar. Por esto, ante la relativa novedad del uso de las fuentes digitales, es indispensable que los investigadores en ciencias sociales asuman una actitud crítica y de vigilancia constante sobre los materiales y documentos ya nacidos digitales.

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Notas

1 Cambiemos fue una alianza política de centro-derecha conformada en el 2015 para com-petir en las elecciones nacionales. Su candidato fue Mauricio Macri, quien asumió como presidente en diciembre de 2015, luego de derrotar en segunda vuelta a Daniel Scioli, can-didato del Frente para la Victoria. La alianza Cambiemos estaba integrada por Propuesta Republicana (PRO), la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica ARI y otras fuerzas menores como, por ejemplo, el Partido Conservador Popular y la Unión del Centro Demo-crático (UCEDE).
2 El BTM creó en febrero de 2017 un perfil de Facebook denominado Paro Migrante y, en noviembre de 2017, impulsó un perfil del BTM ante su lanzamiento oficial, el cual contaba para finales de 2019 con 4700 seguidorxs. NUMM creó su perfil de Facebook en febrero de 2018 y para finales de 2019 tenía casi 4200 seguidorxs. El perfil de Facebook de la CMND Buenos Aires se conformó en febrero de 2018 y a finales de 2019 poseía casi 9200 seguidorxs y el de la CMND Córdoba se creó en junio de 2019 y tenía aproximadamente 400 seguidorxs.
3 Con esto no pretendemos afirmar que existe una oposición entre el carácter supuesta-mente objetivo del archivo en relación a una naturaleza subjetiva que tendrían las fuentes orales. Por el contrario, las fuentes documentales y los archivos –en tanto productos socia-les– están atravesados tanto por la subjetividad del investigador como por la subjetividad de los sujetos que elaboran y circulan los documentos.
4 En el momento en que se realizaron las entrevistas no existía la restricción de una hora en las videollamadas que actualmente presenta dicha plataforma.
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