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La teoría de la dependencia: orígenes y vigencia. Presentación

El “Esquema de investigación sobre relaciones de dependencia en América Latina”, que constituye el documento central de esta sección Archivo que Tramas y Redes publica en su segundo número, es un plan de investigación escrito en 1968 por Theotônio dos Santos, al cual se integraron un equipo de jóvenes investigadores de la Universidad de Chile.
Se trata de un documento histórico que para muchos constituye una especie de piedra fundacional de la Teoría de la Dependencia, escrito al calor del ascenso de la Unidad Popular en el Chile de Allende. Sintetiza los estudios y análisis acumulados de Dos Santos antes de su llegada a Chile como exiliado de la dictadura brasileña y plantea un nuevo camino intelectual al cual convoca a un conjunto de jóvenes investigadores del Centro de Estudios Socioeconómicos (CESO). El CESO, fundado por Eduardo Hamuy en 1964 en la Universidad de Chile, va a tomar nuevos rumbos teóricos con la llegada de Dos Santos, en 1966, y bajo su conducción.
¿Qué es lo que convierte a un plan de investigación escrito hace más de 50 años, en un contexto histórico particular, en un documento de gran vigencia teórico-metodológica que nos coloca en la tarea imperiosa de publicarlo y analizarlo en el contexto de los profundos cambios del sistema mundial contemporáneo?
Me atrevería a lanzar dos razones centrales: la recuperación de un documento histórico de gran valor teórico-metodológico comprometido con el análisis científico del capitalismo contemporáneo “desde y con ojos latinoamericanos”, como dirá José Valenzuela. Esta primera tarea ya constituiría, en sí, una razón poderosa de recuperación de un legado histórico que consiguió articular el primer núcleo de estudiosos capaz de desarrollar las primeras investigaciones y publicaciones de lo que fue uno de los enfoques más creativos y rigurosos que produjo el pensamiento social latinoamericano a lo largo del siglo XX.
La segunda razón es que este documento constituye hoy en día un plan de trabajo que nos plantea líneas de investigación abiertas, aún inconclusas, que nos invitan a reapropiarnos del enfoque y de la Teoría de la Dependencia para comprender la dinámica de la economía mundial y de las transformaciones que están redefiniendo el conjunto del sistema mundial, las transiciones hegemónicas y el papel que cumple América Latina en este proceso. La región ha profundizado su relación de dependencia con los viejos y nuevos centros hegemónicos en un momento en que se configuran condiciones históricas para cambiar las relaciones de dependencia con los centros más dinámicos de la economía mundial, a partir de un análisis más profundo de la coyuntura y del potencial estratégico de América Latina.
El convencimiento de que el “Esquema de investigación sobre relaciones de dependencia en América Latina” constituye un documento gran valor teórico y metodológico para organizar el estudio y el análisis de los cambios del sistema mundial, sus principales tendencias y el papel de América Latina en este proceso nos lleva a afirmar que se trata de una instrumento útil y poderoso para nuevas tareas teóricas, orgánicas a los procesos de transformación social y al fortalecimiento de una agenda intelectual y política para enfrentar los enormes desafíos futuros.
Para comentar este documento histórico en esta sección invitamos a Orlando Caputo y Roberto Pizarro, que formaron parte del equipo de investigación liderado por Theotônio dos Santos y que, como producto de estas investigaciones, escribieron juntos Imperialismo, dependencia y relaciones económicas internacionales, publicado por la Universidad de Chile en 1972, que se convirtió en uno de los libros clásicos sobre el tema; y a José Valenzuela Feijóo, que fue un cercano colaborador del Centro de Estudios Socioeconómicos y de toda una jornada intelectual que la Teoría de la Dependencia o, como él prefiere llamarla, el “enfoque de la dependencia”, abrió en América Latina y en el mundo.
Orlando Caputo nos ofrece un testimonio vívido del trabajo de investigación realizado al interior del CESO y la estrecha colaboración intelectual y convivencia humana entre los jóvenes investigadores del equipo de la dependencia. Llama la atención hacia la importancia del diálogo que este grupo estableció con los principales intelectuales del pensamiento crítico latinoamericano, que ofrecieron seminarios y participaron de intensos debates al interior del CESO. Además, Orlando sintetiza los principales aspectos teóricos y metodológicos del plan de investigación fundacional, así como sus principales líneas de indagación en el contexto del debate conceptual con las principales formulaciones del pensamiento desarrollista que tuvo su centro articulador en la CEPAL. Observa, finalmente, la relación estrecha entre los orígenes del enfoque de la dependencia y la crítica de la teoría del imperialismo, que constituyeron ejes importantes de estudio.
Roberto Pizarro recoge los principales aportes teóricos y las perspectivas metodológicas que ofreció la Teoría de la Dependencia para comprender el subdesarrollo y su vinculación orgánica al proceso de integración mundial del capitalismo, llamando la atención hacia la importancia de este esfuerzo intelectual para interpretar y enfrentar los desafíos actuales en América Latina. Una revisión histórica de los estudios de la dependencia y, al mismo tiempo, dialógica con los problemas contemporáneos, hacen del texto de Roberto Pizarro un aporte que invita a la reflexión para entender el presente de cara a los desafíos intelectuales y políticos futuros.
Por su parte, José Valenzuela nos brinda un denso y, al mismo tiempo, sucinto análisis de las contradicciones, continuidades y síntesis conceptuales entre las teorías del desarrollo, que “permitieron abordar con ojos propios, y no prestados, las realidades de la región” y el “enfoque de la dependencia” que, desde su perspectiva, presenta un rasgo característico: la coexistencia entre una sociología y una politología de raigambre marxista con una teoría económica anclada en las contribuciones de la CEPAL clásica. Para Valenzuela, sin embargo, los dependentistas localizan sus análisis en la fase monopólica e imperialista del desarrollo capitalista, desde el ángulo del polo dependiente y subdesarrollado del sistema. En otras palabras, examinan la contraparte del poder imperial.
Desde el punto de vista metodológico, el plan de trabajo contenido en el “Esquema de investigación sobre relaciones de dependencia en América Latina” refleja:
La publicación comentada de este primer plan de investigación sobre relaciones de dependencia en América Latina, que formó e integró el primer grupo de intelectuales de lo que luego sería la Teoría de la Dependencia busca dos objetivos diferentes pero articulados: en primer lugar, dar a conocer un instrumento metodológico riguroso de análisis de la coyuntura y del estudio de la economía mundial y del capitalismo dependiente latinoamericano. En segundo lugar, mostrar la actualidad y vigencia de este enfoque teórico para comprender las grandes transformaciones del sistema mundial del siglo XXI y los desafíos de América Latina en este contexto. Los viejos problemas se reestructuran en nuevos contextos: la región ha profundizado su condición dependiente de los centros más dinámicos de la economía mundial, aun cuando estos estén en pleno desplazamiento desde el Norte desarrollado hacia el Sur emergente y desde los países de Occidente hacia Oriente, principalmente China, pero no únicamente. Continuamos siendo una región que tercamente mantiene y profundiza su condición primaria exportadora a la que fue condenada por la vieja política, cada vez más ideológica, de la llamada “división internacional del trabajo”, fenómeno agravado por un proceso acelerado de desindustrialización en los últimos pocos años, bajo el liderazgo de gobiernos neoconservadores que poco a nada se interesan por proyectos de desarrollo nacional o regional y que, en casos paradigmáticos como el brasileño bajo los gobiernos de Temer y luego de Bolsonaro, han conseguido destruir buena parte del parque industrial nacional y dar varios pasos atrás en relación a los avances de la educación superior pública y gratuita y los centros de investigación y desarrollo financiados por agencias públicas.
Esta disputa de proyectos entre un progresismo que no consiguió transformaciones económicas estructurales y se quedó atrapado en las políticas sociales como instrumentos de redistribución, pero que dio pasos gigantes en los avances de integración regional y un neoconservadurismo cada vez más autoritario y violento muestran que las principales tareas teórico-metodológicas y políticas de la Teoría de la Dependencia están más vigentes que nunca.
Agradecemos a todo el equipo de Tramas y Redes por acoger con entusiasmo y compromiso la propuesta de publicación de este archivo y esperamos que sea útil para las nuevas y no tan nuevas generaciones de investigadores e intelectuales preocupadas con la comprensión profunda del tiempo que vivimos y comprometidas con el futuro por construir.