Reseñas

Interviniendo los futuros indígenas

Intervening the indigenous futures

Eleazar Valle Pineda
El Colegio de Michoacán, México

Interviniendo los futuros indígenas

Antrópica revista de ciencias sociales y humanidades, vol. 9, núm. 17, pp. 333-340, 2023

Universidad Autónoma de Yucatán

Recepción: 07 Julio 2022

Aprobación: 27 Diciembre 2022

Interviniendo los futuros indígenas

ZAMORANO, GABRIELA (2021). Comunicación audiovisual indígena origi- naria e imaginarios políticos en Bolivia. Michoacán: El Colegio de Michoacán.

Luego de cuatro años de su publicación en inglés por fin tenemos acceso al libro: “Comunicación Audiovisual Indígena Originaria e Imaginarios Políticos en Bolivia” de Gabriela Zamorano. Un libro compuesto de siete capítulos más un epilogo, añadido para su edición en español.

En sus siete capítulos el libro ahonda en el trabajo realizado por diferen- tes comunicadores originarios adscritos al Plan Nacional Indígena Originario de Comunicación Audiovisual. El Plan Nacional fue una iniciativa no gubernamen- tal fundada en 1997, promovida desde el Centro de Formación y Realización Cinematográfica y la Coordinadora Audiovisual Indígena Originaria de Bolivia. Esta iniciativa fue fundada como un proyecto de transferencia de medios para indígenas, cuyo propósito fue agrupar a una red de actores, organizaciones y agrupaciones (indígenas y no indígenas) para capacitar y hacer asequibles el uso de las tecnologías audiovisuales a los diferentes grupos y organizaciones de los departamentos de La Paz, Cochabamba, Beni y Santa Cruz, en Bolivia. En un principio, el Plan Nacional tenía la intención de formar comunicadores para ge- nerar estrategias de comunicación que incentivaran la participación política de individuos y de organizaciones indígenas y no indígenas a través de la produc- ción de videos, Estos materiales tienen la intención de mostrar las realidades de los pueblos utilizando como insumos creativos a sus propias experiencias colec- tivas e individuales.

Al inicio del libro Zamorano realiza una revisión de la formación del Plan Nacional Indígena Originario de Comunicación Audiovisual y su vincu- lación con los movimientos indígenas en Bolivia, hasta llegar a transformarse en el Sistema Plurinacional de Comunicación Indígena Originaria Campesina Intercultural en 2009. Estos cambios de nombre dicen mucho de las transforma- ciones que se viven en la formación de un nuevo estado en Bolivia y el papel que tenían los medios en esos cambios.

La autora retoma fundamentos teórico analíticos de la antropología po- lítica y la antropología visual para construir su argumento. A lo largo del libro Zamorano dialoga y cuestiona los planteamientos de investigadores como Jeff Himpele, David Wood, Freya Schiwy, Walter Benjamin, Faye Ginsburg, Debo- rah Poole, entre otros. Cabe subrayar, el fascinante trabajo etnográfico que realiza Zamorano. El libro nos muestra, a través de sus viñetas, los que ocurría “fuera de pantalla” entre los diferentes actores involucrados en el armado de las películas: las tensiones, las disputas y los egos.

Así, el texto aborda las posibilidades políticas y pedagógicas de la pro- ducción de los medios indígenas como instrumentos para la transformación po- lítica de un país envuelto en una vorágine de cambios. La autora nos muestra como el cine indígena es capaz de construir nuevas audiencias, contrapúblicos y ciudadanías. Además, también se destaca el papel del cine para imaginar nuevos futuros políticos. Grosso modo, el argumento que atraviesa toda la obra es que los videos producidos por los diferentes comunicadores adscritos al Plan Nacio- nal funcionan como herramientas colectivas para intervenir la realidad política nacional en Bolivia y para confrontar el lugar de los indígenas dentro de ella.

El libro es resultado de una investigación realizada en el intervalo de los años de 2005 a 2007, en pleno ascenso político de Evo Morales y teniendo de antesala a las revueltas populares de la guerra por el Agua (2000) y por el Gas (2003). En esta coyuntura, el trabajo nos muestra como la producción de guiones, imágenes, sonidos, las actuaciones y la proyección de las películas elaboradas por los comunicadores originarios — en su mayoría personas no formadas aca- démicamente para hacer cine — tienen el propósito de incentivar la participación política e intervenir las realidades que se viven cotidianamente las personas en sus comunidades y su lugar dentro del Estado-nación.

Zamorano (2021: 56) define a todo el trabajo alrededor de la producción de películas como “comunicación indígena originaria”; como parte un proceso co- lectivo, inacabado, cambiante, en donde la producción de videos tiene el objetivo de coadyuvar a la transformación política. Esto es lo que distingue el trabajo de Zamorano frente a otros autores con los que dialoga. En todas sus líneas la autora va a argumentar que la comunicación indígena en el contexto boliviano, aspira a

algo más que a la autorepresentación. Aspira a transformar, por ejemplo: erradicar la violencia y la discriminación que sufren algunas mujeres en sus comunidades.

Un aporte a subrayar del abordaje de Zamorano es que descentraliza la posición protagónica y caudillista de Evo Morales en la conformación del Estado pluriétnico y plurinacional boliviano; su discusión se centra en la importancia de los medios indígenas, y sus creadores, como un lugar de la política.

Como es conocido a inicios del siglo XXI en Bolivia acontecieron algunos sucesos histórico-políticos, encabezados por una mayoría indígena, que allana- ron el camino para la llegada de Morales a la presidencia de ese país en 2006. El ascenso de Evo al poder, autorreconocido como indígena-aimara, desencadenó diferentes cambios que culminaron en la transformación sustancial del Estado, pasando a ser un Estado Plurinacional. Empero, esto no ocurrió solamente por la fuerza de Morales y sus aliados, junto a él diferentes organizaciones pugnaban por modificar el lugar de los diferentes grupos indios dentro del Estado. Una de esas organizaciones fue el Plan Nacional que, utilizando instrumentos tecnológi- cos para la producción de materiales audiovisuales, abonó a la construcción de un lenguaje común indigeneidad — entendida como un lenguaje de gobernanza indígena — , para después intervenir al Estado, y así modificar la posición de los indios dentro de este.

Lo anterior, es otro de los aportes a destacar del libro. La autora analiza la posibilidad de re-fundar el Estado y el lugar de los indígenas dentro de este, utilizando como herramienta de lucha a las producciones audiovisuales. Para asir su argumento, recurre a la categoría de “imaginarios políticos”, la cual define como un campo visual en donde se posicionan los actores políticos. Con ello, sostiene que los videos producidos por los comunicadores indígenas literalmente muestran ese lugar que ocupan dentro de un determinado campo de poder. Es interesante que alrededor de estos esfuerzos primigeniamente políticos se trasla- pan intensiones estéticas y propuestas para contrarrestar las estructuras narrativas coloniales. No obstante, pese a la fuerza transformadora que tienen los videos, no siempre se logra superar los legados coloniales ni en lo estético ni en lo narrativo, mucho menos en los epistémico.

Destacando lo anterior, otra contribución del libro es su énfasis en sub- rayar que la producción de videos per se no consolida una mirada descoloniza- dora, ni tampoco plantea que el uso que los comunicadores originarios hacen de las tecnologías como las cámaras de video, los micrófonos, las computadoras y los programas de edición, no dan cuenta de un proceso de aculturación o desin- dianización. En este sentido, la autora rechaza los análisis dicotómicos, ya sean celebristas o pesimistas.

En el mismo camino, la autora advierte no reducir la emergencia de los medios indígenas como un ejercicio de sola autorepresentación, eso implicaría reducir la potencia política de los audiovisuales a la conexión étnica identitaria de los creadores. Es decir, a solo ser tecnologías para resguardar y recrear la identidad. En cambio, aludiendo a la idea de “postura”, la cual retoma de Wor- tham (2002), Zamorano (2021: 152) concibe la comunicación Indígena como un lugar para entender y enfrentar el mundo, es decir, como un espacio político complejo. En su argumento la autora pone en evidencia las tensiones, fricciones, contradicciones y las negociaciones que emergen alrededor los ejercicios de au- torepresentación; y detalla etnográficamente las maneras de cómo los videos son utilizados para incentivar las reflexiones políticas y modificar ciertas prácticas en las comunidades y en los pueblos.

Por ejemplo, en el capítulo 3 narra como es que los capacitadores del Plan Nacional elegían a las personas que iban a ser preparadas para ser comuni- cadores; señala que a menudo la gente que era escogida para ser capacitada no era la que tenía las mayores habilidades técnicas con las cámaras o las mejores credenciales académicas, sino se escogía a aquellos perfiles que tenían mayor experiencia en el trabajo político dentro de sus comunidades. Estas decisiones y procedimiento a menudo a generaban controversias y debates al interior. A partir de este tipo de ejemplos, la autora muestra que los medios indígenas son espacios sociales complejos y contradictorios.

Por otro lado, en el aspecto teórico, en mí perspectiva la autora propone una lectura analítica novedosa del uso de tecnologías por parte de grupos indíge- nas. Un concepto clave es su análisis es la noción de “intervenir la realidad”. La cual hace referencia a concebir los materiales audiovisuales como herramientas para representar y luego modificar las realidades de los pueblos indígenas dentro al Estado, así como para transformar las realidades concretas, las problemáticas y las subjetividades de los comunicadores. De esta manera, los videos tienen una función pedagógica y política, un uso instrumental de documentación y de recu- peración de las identidades, los símbolos, las ritualidades y las prácticas de los varios grupos originarios de Bolivia, pero también funcionan para plasmar nue- vos ejercicios de ciudadanía en donde los indígenas no se encuentran al margen de la toma de decisiones sobre su futuro, sino ellos coadyuvan en la construcción de ese futuro. Este proceso de intervención de la realidad desemboca en lo que la autora lo categoriza como “imaginación política”.

Vinculado a lo anterior, la autora destaca que en el ejercicio de interve- nir las realidades un aspecto fundamental es lo emotivo. En su análisis muestra cómo los materiales audiovisuales producidos por los comunicadores indígenas irrumpen, y al mismo tiempo, se valen de las “estructuras de sentimiento” locales y nacionales para componer imágenes que narran las historias que contienen los

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“valores tal y como son vividos y sentidos” por la gente (Williams, 2019: 175). Así pues, haciendo uso de la potencia emotiva los videos pueden intervenir las realidades.

Con respecto a las virtudes metodológicas que contiene el texto, una de ellas es que no esencializa el trabajo de los comunicadores indígenas. O sea, en su etnografía Zamorano logra mostrar la complejidad de los actores, su humor, su coraje, su ego. Apegada a sus datos etnográficos muestra como en la producción de sus videos los comunicadores suelen rechazar, incluir, debatir y contrarrestar algunas imágenes estereotipadas y comerciales de lo indígena para construir mi- radas internas sobre lo indígena. La inclusión de estos elementos suele chocar con las intenciones de descolonizar sus producciones, sus estéticas y sus formas narrativas. Estas contradicciones que detecta Zamorano sitúan a los comunicado- res indígenas en procesos de reflexividad constante, fuera de pantalla, en donde se debaten y se confrontan con los prejuicios coloniales que ellos mismos tienen interiorizados.

Así pues, “Comunicación Audiovisual Indígena Originaria e Imaginarios Políticos en Bolivia” representa un valioso esfuerzo intelectual, construido desde la subjetividad de una antropóloga y cineasta mexicana, que muestra como las películas producidas por comunicadores indígenas en Bolivia, adscritos al Plan Nacional, intervienen las realidades presentes y construyen futuros ideales en donde los pueblos indígenas hacen uso de una ciudadanía basada en sus princi- pios y valores. Grosso modo, libro pasa revista por diferentes espectros que ro- dean la producción de imágenes, no solo se queda en el plano político, sino la au- tora aborda las estéticas y las narrativas vernáculas, se pregunta por cómo opera la distribución de las películas indígenas en los festivales de cine, por cómo estas imágenes crean a sus públicos y consumidores. Todas estas preguntas están vin- culadas con una discusión sobre los marcos contemporáneos de la indigeneidad.

Como corolario. En el epilogo anexado a esta edición en español la autora reflexiona en cómo las transformaciones políticas, detonadas por la crisis política y el golpe de Estado de 2019, inciden en la manera de concebir y relacionarse con los símbolos de indigeneidad hegemónicos u oficialistas (Zamorano, 2021: 345). La autora señala que en los años en los que Morales ostento el poder, el cine que más se promovió fue la producción de películas épicas que reivindican a los nuevos héroes nacionalistas; intentando imponer una meganarrativa sobre lo indígena. Estas acciones buscaban congelar una indigeneidad, situándola ahora como herramienta de gobernanza. Ahora, persiste una narrativa visual hegemóni- ca sobre lo indio, pero en los años de gobierno de Morales y a la fecha, el cine en Bolivia tuvo y tiene una etapa florecimiento expresado en diferentes proyectos, intereses, y connotaciones políticas y estéticas..

Sin embargo, el golpe de Estado de 2019 trajo consigo nuevos símbolos y planteo la posibilidad de romper con el modelo de Estado plurinacional. Pare- ciera que este guiño que la política de derecha lanzó, de separarse de las visiones hegemónicas de indigeneidad, también tiene repercusiones en el cine. Ya que, de acuerdo con Zamorano, a diferencia de otras etapas en donde el cine era explí- citamente político, ahora en el nuevo cine boliviano lo político es más indirecto, las imágenes invocan situaciones de contacto entre indígenas y mestizos, ya no tanto de confrontación. Es decir, se vislumbra de emergencia de una especie de nuevo cine boliviano intercultural muy ad hoc para la época. Por ello, desde mi perspectiva, cabría ahora preguntarse sobre cuáles y cómo son los tipos de futu- ros que proponen este nuevo tipo de producciones audiovisuales en Bolivia. ֍

Referencias

WILLIAMS, RAYMOND (2019). Marxismo y literatura. Buenos Aires: Edito- rial Las cuarenta.

WORTHAM, ERIKA (2002). Narratives of Location: Televisual Media and the Production of Indigenous Identities in México. Tesis de doctorado, Uni- versidad de Nueva York.

ZAMORANO, GABRIELA (2021). Comunicación audiovisual indígena origi- naria e imaginarios políticos en Bolivia. Michoacán: El Colegio de Mi- choacán.

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