Carta Editorial

Reflexiones en torno a la cuarentena por la Covid-19

Thoughts on the Covid-19 quarantine

Gabriel Angelotti Pasteur
Universidad Autónoma de Yucatán, México

Reflexiones en torno a la cuarentena por la Covid-19

Antrópica revista de ciencias sociales y humanidades, vol. 6, núm. 12, pp. 11-15, 2020

Universidad Autónoma de Yucatán

Recepción: 21 Junio 2020

Aprobación: 23 Junio 2020

Reflexiones en torno a la cuarentena por la Covid-19

El equipo editorial de Antrópica quiere expresar su pena ante la actual situación que atraviesa la humanidad: nos sentimos compungidos por los miles de per- sonas que han muerto y aquellas que han sido afectadas por la enfermedad del Covid-19 en el mundo.EditorialEl actual número de la revista es histórico, ya que será recordado por haberse realizado en el marco de la pandemia provocada por el coronavirus que está afectando a toda la humanidad desde diciembre de 2019, provocando una enfermedad que se difundió por todos los países del orbe.Al igual que a la mayoría de las personas, la enfermedad nos tomó por sorpresa. Nunca nos habríamos imaginado un escenario catastrófico de tal mag- nitud: con media humanidad encerrada en sus casas, aislados, solo preocupados por lavarse las manos, usando cubrebocas y cuidándose de no contagiarse de ese virus letal.De repente, todo se detuvo: cerraron las escuelas, fábricas, comercios y las actividades en los espacios públicos. De un día para el otro las calles se que- daron vacías, sin peatones ni vehículos. La humanidad al unísono reaccionó ante una misma amenaza. Solo los medios de comunicación se mantuvieron activos, fueron vitales y necesarios, en especial, aquellos que dedicaron espacios extras para informar sobre el avance de la enfermedad.Reflexiones en torno a la cuarentena por la Covid-19- 12 -Durante ese tiempo de contingencia algunas acciones cotidianas fueron improvisadas e impulsadas por un aprendizaje forzoso para protegerse del pe- ligro. De forma súbita nos enteramos que aquella enfermedad que padecían las personas en China había llegado hasta nosotros, hasta Yucatán. Una tierra que, otrora, en la retórica, orgullosamente se sentía inmune a las calamidades del mundo. La frase mil veces repetida de que “si se acaba el mundo me voy para Yucatán” deberá reescribirse. Ya no es cierta. Los “males de este mundo” nos han alcanzado. Los intelectuales locales deberán esforzarse para inventar nuevos lemas identitarios, originales mensajes chauvinistas para hacer que la gente se sienta especial y distinta de los otros.La pandemia nos aisló, nos condujo a una reclusión voluntaria y a cons- pirar en soledad. Con la pandemia quedó claro que la globalización no solo hace referencia a la circulación de bienes y mercancías por el mundo, sino también de virus y dolencias, enfermedades y padecimientos. En comunión ante la desgracia todos nos sentimos frágiles y vulnerables, proclives a ser afectados por la fuerza de un ente invisible. Un virus de tamaño pequeño, pero de consecuencias incon- mensurables, del cual apenas conocíamos su forma. El nombre lo aprendimos a posteriori. Rebautizaron la enfermedad como “la Covid-19”, acrónimo formado por la combinación de las palabras “Corona”, “Virus” y Disease (enfermedad en inglés), y “19” representando el año en el que surgió el brote. De ese modo quedó registrado para la posteridad.Nadie nos preparó para la cuarentena, pero nos fuimos acostumbrando ella. Esta modalidad de protección cambió nuestra vida. El exceso de tiempo fue una novedad que devino en rutina. Aprendimos a hablar a través de un cubrebo- cas, dejamos de saludar de abrazo, ahora lo hacemos con los codos y nuestros hogares se transformaron en el mejor cobijo ante la adversidad.Aquí estamos, en cuarentena. Han pasado cuatro meses y no sabemos si esto acabará pronto. Nos atormenta la incertidumbre. Pese a todo, tenemos que seguir como si el mundo fuese el mismo que conocíamos antes de la pandemia, aunque, con la certeza que nada será como siempre. Nunca como antes las pala- bras de Pitrim Sorokin suenan proféticas: “Las crisis traen nuevos cambios y las personas deberán acostumbrarse a los mismos”.

Trabajar en la pandemia

Pese a la tragedia que ocurría en el mundo y en nuestra región, quienes integramos el equipo editorial trabajamos en la distancia para sacar adelante la publicación. Desde hace tiempo veníamos combinando las labores presenciales y virtuales, especialmente durante los fines de semana o los días previos a la publi- cación de cada número. Frecuentemente resolvíamos asuntos editoriales mediante

mensajes de correo electrónico o chat. La diferencia fue que, a partir de la cua- rentena, ya no teníamos la posibilidad de tratar asuntos de manera personal, cara a cara. Todo debía resolverse de modo virtual. La facilidad en la comunicación vía celular flexibilizó la jornada de trabajo. La comunicación se hizo dinámica y permanente. El trabajo virtual genera muchas ilusiones, pero hay que cuidarse de que el mismo no invada la vida de las personas. En nuestro caso, y de un modo tácito, ajustamos las actividades de la revista a los horarios habituales de oficina. De este modo logramos avanzar y sobrellevar la nueva situación.Hubo un cambio que nos llamó poderosamente la atención. Percibimos que al enviar las solicitudes para evaluar los artículos que integran el actual núme- ro los dictaminadores respondían afirmativamente y casi de manera simultánea. Nunca nos había sucedido algo similar. En la época “pre-Covid-19” enviar una solicitud por e-mail para pedir apoyo en un dictamen era, casi, como arrojar una botella al mar. El tiempo de espera era extenso, en ocasiones alcanzaba semanas o meses hasta recibir una respuesta de aceptación. Ahora, en cambio, observamos que sucedía algo distinto. De manera inmediata, recibíamos respuestas afirma- tivas de los pares. De este modo la labor editorial se agilizó. Al fin, podíamos comprobar que no todo estaba perdido, el mundo seguía marchando. Pensamos que el confinamiento influyó en este cambio de actitud. Muy probablemente, para ciertas personas, el internet constituyó un medio de vinculación con el exterior. Algunos dictaminadores agradecían nuestra petición, el saberse solicitados y de- mandados en el marco de este mundo en desgracia, puede haber obrado como un “cable a tierra”, una conexión con el mundo hasta entonces conocido.

Imágenes de la pandemia

En el contexto descrito decidimos lanzar la convocatoria para la sección de artículo fotográfico denominada “Testimonios fotográficos de la pandemia por Covid-19”. Consideramos que la cuarentena es un hecho histórico y singular. Razón por la cual, creímos oportuno que se deberían dejar evidencias de lo que estaba ocurriendo con las personas durante la misma. Todas las personas tienen algo que contar o decir de lo ocurrido y esta era una oportunidad para guardar esos testimonios. No sabemos qué pasará en el futuro. Nadie sabe qué efectos en el plano social, cultural, político y económico provocará la pandemia, pero, muy posiblemente, será un punto de inflexión en el tiempo; un acontecimiento del que hablaremos durante muchos años y que recordaremos por siempre. Y una forma de hacerlo es mediante esta sección. Agradecemos a todos los colaboradores que desde distintos lugares del mundo enviaron fotografías.


Mundo chatarra

La portada de la revista nos brinda una idea de un mundo posible, de un futuro del cual apenas podemos matizar imágenes de la cotidianeidad con la fantasía. El arte y la ciencia ficción nos dan pistas del devenir, del cambio. El autor de la obra es Alejandro Burdisio, conocido como “Burda”, oriundo de Córdoba (Ar- gentina). Su producción artística es de gran calidad y tiene un estilo diésel-punk y retro-futurista que estimula la imaginación y nos proyecta a un espacio donde sobrevuelan elementos de ensueño.Agradecemos a Alejandro Burdisio habernos permitido emplear una de sus obras para ilustrar el actual número. Así mismo, invitamos a los lectores a consultar su trabajo. Para ello pueden ver su sitio web: https://www.artstation. com/burda, o en las redes: https://www.facebook.com/alejandroburdisio/

Sobre este número

Hemos decidido cambiar el orden en el índice de la revista. En primer lugar, apa- recerá el artículo fotográfico con las imágenes que los colaboradores han enviado como testimonios del Covi-19 en el mundo. Por ello, agradecemos la selección que ha realizado Maricarmen Sordo Aguilar y por apoyarnos en la tarea. ֍

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