Artículos Académicos
El turismo y su impacto en el patrimonio cultural del centro histórico de Puebla
Tourism and its impact on the cultural heritage of the historical center of Puebla
El turismo y su impacto en el patrimonio cultural del centro histórico de Puebla
Antrópica revista de ciencias sociales y humanidades, vol. 6, núm. 12, pp. 129-154, 2020
Universidad Autónoma de Yucatán
Recepción: 21 Agosto 2019
Aprobación: 07 Mayo 2020
Resumen: El objetivo de esta investigación es analizar el impacto del turismo en el patrimonio cultural del Centro Histórico de Puebla, además de evidenciar los problemas derivados de algunos factores, como la transformación del uso de suelo que actualmente favorece a la gentrificación como un fenómeno de mejoramiento y transformación urbana, cuyo impacto social recae directamente en los residentes originarios de los barrios. Esta si- tuación visibiliza una ausencia de políticas orientadas hacia un proyecto de ciudad en donde la participación ciudadana sea clave para fortalecer estrategias urbanísticas, socia- les, culturales y económicas que impulsen un mejoramiento equilibrado y sustentable. No obstante, actualmente el turismo en esta ciudad histórica acelera el despoblamiento de los barrios y pone en riesgo su identidad. Por tal motivo, esta investigación aporta algunas recomendaciones orientadas hacia la búsqueda de una relación armónica entre el turismo y el patrimonio cultural, para lo cual es necesario poner en práctica políticas urbanas, sociales y económicas para su conservación, mismas que controlen el acelerado proceso de gentrificación y aseguren la protección del valor cultural e identidad de sus barrios, los cuales, actualmente, sólo resultan atractivos para las políticas de desarrollo turístico y económico de esta ciudad.
Palabras clave: turismo cultural, patrimonio cultural, ciudades históricas, gentrifica- ción, políticas urbanas.
Abstract: The main objective of this research is to highlight the impact of tourism on cultural heritage, in addition to analyzing factors that derive from this phenomenon such as the transformation of land use due to gentrification, without forgetting other problems that may develop when having high tourist demand. As a result, we find that there is an absence of policies oriented towards a city project and that citizen participation is key to strengthening urban strategies to drive its continuous improvement. This way, the areas of sustainable development can be influenced: political, economic, social, cultural and environmental, making known how tourism currently works and impacts on this historic city in relation to the risk of depopulation and loss of identity. This concludes with recommendations oriented towards a harmonious relationship between tourism and cultural heritage for which it is necessary to implement environmental, social, economic and cultural policies for the conservation of historical-cultural heritage, which stops the gentrification process thus ensuring its protection along with its culture and identity va- lues of its neighborhoods, which are increasingly attractive and important for the tourist and economic development policies of this city.
Keywords: cultural tourism, cultural heritage, historical cities, gentrification, urbanpolicies.
Introducción
El turismo es una actividad que integra gradualmente al ocio cultural como una de sus partes más importantes. De esta manera, las dinámicas en el territorio en los últimos tiempos ponen en evidencia estas actividades (turismo y ocio) como “prácticas sociales que cada día tienen más fuerza en un mundo global donde los ritmos vitales son rápidos y las experiencias efímeras” (Troitiño y Troitiño, 2015: 34). Así, hablar de turismo cultural como“una actividad productiva e implicada cada vez más en la economía local de las ciudades históricas” (Troitiño, 1996: 116) es cada vez más común. Es por ello que, desde este punto de vista, se consi- dera a los valores históricos y culturales como recursos estratégicos con los que cuentan las ciudades históricas, y que a medida que pasa el tiempo van tomando más importancia por su capacidad de integración y aprovechamiento para el tu- rismo de masas.
El patrimonio cultural tangible e intangible adquiere tal relevancia que se convierte en uno de los recursos turísticos más importantes en las ciudades histó- ricas; así, la cultura es utilizada para impulsar la creación de nuevas actividades aprovechadas por el sector turístico. En este contexto, la finalidad de esta inves- tigación esa analizar la relación entre el turismo y el patrimonio cultural, que ha hecho necesario poner en práctica políticas para su conservación y rehabilitación en los centros históricos, para asegurar así su protección junto con sus valores de cultura e identidad, que sin duda cada vez son más atractivos para el desarrollo turístico y económico de sus ciudades. No obstante, el impacto del turismo en el centro histórico de Puebla está generando distintos tipos de conflictos, como la segregación social, gentrificación, vulnerabilidad social, mercantilización etc., a través de la división socioeconómica del espacio.
Partimos de la hipótesis de que la transformación del patrimonio cultu- ral en los barrios del oriente de la ciudad de Puebla se ha acelerado en el siglo XXI, debido a que las políticas de gobierno están en función de crear grandes equipamientos turísticos y de servicios con la revalorización económica de sus inmuebles. Esto implica el desalojo de sus habitantes y da origen a un proceso de gentrificación y especulación que no fortalece la identidad, ni respeta su valor histórico, impactando en el patrimonio y paisaje cultural de estos barrios. Por lo tanto, se presentan los instrumentos y políticas de protección del patrimonio cul- tural en Puebla en los últimos 20 años, para determinar las acciones implemen- tadas para su conservación y preservación. Finalmente, como principal preocu- pación investigativa, se proponen algunas recomendaciones para la conservación del patrimonio arquitectónico histórico-cultural, que aseguren la protección del valor cultural e identidad de sus barrios (Ver Fig. 01).
Fig. 01. Localización del área de estudio. Fuente: Elaboración propia a partir de (GOBIERNO M. d., Plan Parcial de Desarrollo Sustentable del Municipio de Puebla, 2015)
Metodología de la investigación
Esta investigación se conforma por varias etapas bajo un enfoque sistémico sus- tentado en una reflexión teórica, lo cual permitirá explicar el impacto del turismo en el patrimonio cultural del centro histórico de Puebla, así como sus efectos en la economía, cultura e identidad de sus habitantes. La indagación científica gira en torno a los conceptos clave a analizar y refieren a la categorización de patri- monio y turismo cultural, políticas urbanas y de desarrollo turístico en la ciudad de Puebla, encaminadas al proceso de gentrificación, cuya polémica gira en torno a la revalorización arquitectónica, económica y social vs. la permanencia de los habitantes originarios de los barrios de la zona fundacional de Puebla, así como de su memoria histórica e identidad. Además, se evalúa el factor de valoración y riesgo de las políticas mal orientadas que han conducido a la pérdida del pa- trimonio tangible e intangible, al ser considerado como un recurso y motor de desarrollo económico en las ciudades de gran valor histórico, cultural y natural.
Por lo tanto, es necesario contextualizar el caso de estudio en cuyo es- cenario convergen el turismo y el patrimonio cultural en Puebla, destacando la evolución de las políticas de protección y conservación del patrimonio cultural desde finales del siglo XX y primeras décadas del siglo XXI. Asimismo, se anali- zarán los indicadores básicos de la actividad turística en Puebla de los años 2011 al 2019 de la Secretaria de Cultura y Turismo para la promoción y gestión del sector turístico. Y, por último, se concluye con una serie de recomendaciones que contribuyan a frenar la gentrificación que se está generando en el centro histórico a causa del cambio de usos del suelo a favor del sector turístico y de servicios.
Antecedentes de la ciudad de Puebla como Patrimonio Cultural de la Hu- manidad
El centro histórico de la ciudad de Puebla pertenece a la 4ª Zona Metropolitana más importante del territorio mexicano, esta última es considerada como una zona estratégica de desarrollo por sus atractivos artísticos, históricos y cultura- les (Gobierno M. d., 2014). La relación de sus espacios y estructura urbana son testimonio de excepcional valor histórico, social, político y cultural. El Centro Histórico fue decretado “Zona de Monumentos Históricos en la Ciudad de Pue- bla de Zaragoza” en el año 1977. En 1987 fue inscrito en la lista de patrimonio mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), formando parte de las 10 ciudades del país que además cuentan con declaratoria de Zona de Monumentos Históricos. Posteriormente, y como dato más reciente, es su declaración como “Zona Típica Monumental” publicado el 31 de enero de 2005 (Gobierno del Estado, 2005).
Los impactos económicos y socioculturales del turismo
Considerando que la conservación se desarrolla a partir de la preservación como una extensión lógica al integrar las políticas de preservación a las de manejo de uso de suelo (Lezama, 2008), encontramos que la diferencia de estos conceptos surge en Europa a partir de la consideración de que la preservación refiere a aque- llo que es factible de preservar, mientras que la conservación admite el cambio, mediante un proceso para la adaptación de las necesidades sociales (Lezama, 2008). Del paradigma de la preservación surge la conservación, a raíz de su inte- gración a la planeación urbana en Europa alrededor de los años 50 del siglo XX, equiparable a solo la protección del daño, describiendo cómo mantener el estado original de los objetos. Por otro lado, destaca al patrimonio considerado como una mercancía tratada con fines comerciales y permite realizarnos preguntas en torno a qué debe conservarse, ya que la demanda en las ciudades históricas deter- mina los criterios de selección, orientándolos esencialmente a la satisfacción de las necesidades turísticas.
Para comprender el impacto del turismo en la cultura debemos iniciar definiendo este concepto, el cual refiere a la intención de preservar a través de los años la identidad de una sociedad. Por lo tanto, es imprescindible estar conscien- tes de su importancia e implicación en nuestra vida, en cuanto a la identidad, la cual nace de la crisis de pertenecer a un lugar o un grupo, es decir, la vinculación y apropiación a algo (Bauman, 2003). La construcción de identidad colectiva supone la transmisión de ciertos rasgos culturales de un grupo, sin embargo, esta construcción es subjetiva, ya que sus integrantes tienden a seleccionar las compi- laciones culturales que den respuesta a sus intereses y aspiraciones personales de manera relativa y cambiante. Turismo y cultura (Hiriart y Alvarado, 2013), son
conceptos relacionados de manera simbiótica; de cierta forma se complementan, aunque funcionan bajo lógicas y necesidades distintas. Partiendo de dicha con- ceptualización, el turismo puede ser el medio a través del cual tendremos la opor- tunidad de aprovechar el patrimonio cultural de forma que contribuya a generar recursos para su conservación, sin duda de la mano de distintas instancias que favorezcan con acciones planificadas y organizadas. Desde este punto de vista, el turismo cultural, adquiere tal relevancia que se puede definir como un viaje que nos podría colmar de conocimiento, comprensión y disfrute de otras sociedades o grupos sociales a través de sus elementos distintivos, materiales, espirituales, intelectuales y afectivos. Además, de ser el patrimonio cultural (material e inma- terial) un elemento a partir del cual se crean atractivos culturales para los turistas, tiene un gran valor ya que define la identidad de cada sitio y comunidad.
Sin duda, el turismo es entendido como un fenómeno socioeconómico, y su relación con el patrimonio cultural es considerada como recursos históricos “identitarios culturalmente de cualquier territorio o región” (Hiriart y Alvarado, 2013). En las últimas décadas ha sido analizado desde los distintos enfoques de las instancias públicas o privadas, siempre preocupados por los daños o impactos que el turismo, en particular el masivo, puede causar en el patrimonio histórico. Derivado de lo anterior, se han elaborado estrategias que al pasar de los años han evolucionado con el objetivo de fomentar un turismo responsable y sustentable, mitigando así cualquier repercusión negativa, a través de la conservación sosteni- ble del patrimonio cultural y natural en varias ciudades del mundo. Por otra parte, aunque tradicionalmente los impactos del turismo en el ámbito económico han sido considerados benéficos por los gobernantes, los impactos socioculturales reales suelen ser negativos. Debemos reconocer que el turismo puede ser una ex- periencia positiva en otras ciudades donde las políticas fomentan la preservación histórica y cultural de su comunidad, con el impulso de la interacción e interés de visitantes y residentes, además de potenciar el atractivo turístico del destino. De esta manera se ha contribuido a la conservación, preservación y difusión de las costumbres locales: artesanías, folklore, festivales, gastronomía, religión, etc., dando como resultado un intercambio cultural con los residentes de la región (Sancho, 1998; 37).
No obstante, el turismo mal orientado en países en desarrollo puede pro- vocar una desculturización en la comunidad, debido a que las autoridades locales priorizan las necesidades de consumo de los turistas al inducir la adaptación y mezcla de costumbres occidentales a culturas indígenas, las cuales pierden su autenticidad (Fig. 02).
Fig.02. El turismo y su relación con el patrimonio histórico-cultural y los valores culturales y medioambientales. Fuente: Elaboración propia a partir de Brandis, D. y Río, I. (1998).
De esta forma, surge “la mercantilización extrema de las tradiciones locales, des- pojándolas de su verdadero significado, el cual puede fomentar un proceso de desculturización, que a la vez puede acabar destruyendo los atractivos que en su día iniciaron el flujo de visitantes” (Sancho, 1998). De esta manera, surge otra modalidad que corresponde al “turismo de masas”, que no permite el intercambio cultural y favorece la intrusión de estereotipos sobre la cultura local autóctona. Esta es una problemática actual de las ciudades, centros y barrios históricos, principalmente en Latinoamérica. En este contexto, se origina también la co- mercialización de la cultura, a través de su propia exhibición y posibilidades de atracción, lo que explica la transformación de los usos del suelo y la readaptación de edificios que pierden su funcionalidad. Por otro lado, el apogeo del turis- mo cultural se relaciona, según Herrero (2011), a la aparición de nuevas clases medias distinguidas, cuyas actividades cotidianas educativas, de ocupación y de consumo mantienen una estrecha relación con el sector cultural.
Una característica del postmodernismo cultural es la valorización de las localidades que alojan el legado patrimonial, por lo que su recuperación y puesta en valor justifica el elevado nivel de desarrollo turístico y económico sustentado en la venta de su cultura. Esta situación, aunque genera estabilidad y diversidad a la economía local, vulnera la autenticidad del patrimonio arquitectónico aso- ciado a la identidad de una cultura viva. En este sentido, el turismo incrementa el interés de los promotores culturales, por ser un fenómeno transversal capaz de impulsar la economía al obtener mayor aprovechamiento por la sobreutilización de los recursos culturales, lo que más vulnerables a las ciudades que no cuentan con los planes y programas para su preservación y salvaguarda. Por lo tanto, al racionalizar el turismo cultural y los atractivos turísticos ante el incremento en la afluencia de turistas (Herrero, 2011), los cuales se categorizan como “ocasiona- les” y “específicos”. Al respecto, algunos autores destacan que, para estudiar su impacto, además se debe analizar el comportamiento y tipo de relación tanto de
visitantes como de residentes (Cohen, 1988). Por lo tanto, el turismo cultural ha pasado de ser una categoría del sector turístico a una opción de consumo cultural de gran importancia en la promoción, gestión y comercialización de los recursos culturales. Si bien ha aumentado la derrama económica de las ciudades, también pone en riesgo el uso habitacional existente, dando paso a fenómenos socioeco- nómicos como la gentrificación.
La gentrificación de los barrios históricos y sus efectos en el patrimonio cul- tural
Se analizan dos vertientes sobre cómo se da la gentrificación (Duque, 2010). La primera corresponde al proceso que inicia con la renovación-recuperación o transformación de ciertos espacios urbanos, la mayoría de las veces ubicados en el centro de las ciudades. La segunda, concierne al cambio social y cultural que se da a partir del desplazamiento de la población originaria. En este sentido, zo- nas habitacionales degradadas favorecen el desarrollo de la gentrificación, pero también la transformación de fábricas o almacenes en viviendas o incluso en pro- yectos comerciales desarrollados por particulares, y la atención de autoridades, promoviendo una interrelación de factores económicos, sociales y culturales.
Se considera que en la mayoría de los casos donde se desarrolla la gentri- ficación, esta trae consigo mejoras en los edificios, barrios y centros históricos. Así, los nuevos residentes que optan por estos espacios no solo adquieren una vivienda, sino que también consumen otros aspectos como la estética, el valor histórico y la autenticidad (Duque, 2010). Por otra parte, la principal consecuen- cia de la gentrificación es el desplazamiento de los habitantes originarios que no cuentan con los recursos necesarios para revitalizar sus espacios. Este riesgo social se define en tres modalidades distintas; en primer lugar está el desplaza- miento directo, por ser el más evidente resultado de la expulsión forzosa de los hogares (Duque, 2020); en segundo lugar se encuentra el desplazamiento suce- sivo de hogares en cadena en una misma vivienda; y finalmente, en tercer lugar, cuando el desplazamiento se da forma indirecta por exclusión, que impide que algunos hogares se trasladen a determinadas zonas por estar fuera de sus posibi- lidades económicas.
Es importante resaltar que, durante más de cuatro décadas, hablar de gen- trificación ha sido complicado, a pesar de que existe una diversidad de estudios y autores que han trabajado desde distintas perspectivas y escenarios este tema, Sin embargo, para forjar un término que arrope los distintos procesos, causas y efectos, es importante hacer una reflexión teórica que vislumbre su incidencia en las ciudades históricas más importantes. De esta manera, el concepto gen- trificaciós (Salinas, 2013), fue empleado para describir un proceso de cambio social que tuvo origen en un barrio de la ciudad de Londres y que parte de una
categoría propia de la estructura social-rural británica: la gentry (alta burguesía), haciendo referencia a la clase social que se sitúa justo por debajo de la nobleza (Salinas, 2013). En este sentido, Duque (2010) menciona que, en el proceso de recuperación de los barrios centrales de clase obrera, la gentrificación comenzó a percibirse en las principales ciudades americanas, inglesas y escandinavas desde principios de los años 60 del siglo XX. Por otra parte, desde la primera década del siglo XXI en el caso de España, diversos autores se han dado a la tarea de en- contrar nuevos conceptos que definan con exactitud este proceso, intentado hacer adecuaciones del término. Por ello Duque (2010) hace referencia a la aristocrati- zación, o elitización residencial. Otro término empleado es el aburguesamiento, que resulta más preciso por el nivel de protagonismo que adquiere con él la clase media. Sin embargo, actualmente la mayoría de los investigadores emplean el término de gentrificación para evitar confusiones.
De esta forma, en el centro histórico de Puebla las actividades, servicios y equipamientos turísticos avalados por las políticas de gobierno han elevado la plusvalía de la zona, haciendo de estos espacios factibles a la gentrificación y dando prioridad sobre el uso habitacional, lo que ocasiona una sobreexplotación del patrimonio cultural. Esta situación perjudica y obstaculiza las actividades que forman parte de la vida diaria de los habitantes locales, tanto en sus espacios ar- quitectónicos como urbanos. Actualmente, los barrios del sector oriente del cen- tro histórico de Puebla son vulnerables a esta situación, debido a que las políticas urbanas no han revertido su degradación y abandono de la población originaria. Esta última carece de recursos económicos para dar mantenimiento a sus inmue- bles, lo que es aprovechado por el sector inmobiliario para comprar, desalojar y desplazar a los residentes a otros sectores de la ciudad.
Políticas de intervención para el rescate del Patrimonio Cultural en Puebla (1993-2019) En este apartado se hace una revisión de los planes y programas elaborados para el rescate del patrimonio cultural en Puebla en los últimos 30 años, describiendo la evolución de las políticas que inciden en el desarrollo de la actividad turística. La exploración realizada a los instrumentos de planeación muestra las acciones específicas cuyos objetivos se vinculan directamente con el turismo y patrimonio cultural en el centro histórico de la Ciudad de Puebla (Fig. 03)
Fig.03.Políticas de Intervención para el Centro Histórico de la ciudad de Puebla. Fuente: H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla (2002): “El Programa de Desarrollo Regional Angeló- polis y el Municipio de Puebla, 1993-2002”, Dirección de Desarrollo Municipal. Pue. Méx. Pág. 187 en Ramírez 2014 (Ramírez, González y Reyes, 2010).
Al respecto podemos decir que, a pesar de que se siguen elaborando diversos instrumentos con el objetivo de proteger, conservar, rehabilitar y revitalizar el patrimonio arquitectónico y urbano del centro histórico de Puebla, las estrategias siguen avalando tanto el cambio de uso del suelo como el reciclaje de inmuebles
para alojar servicios y comercio destinado al turismo y población fluctuante. Por esta razón, no ha habido una orientación efectiva para incentivar políticas de vivienda y equipamiento urbano que contribuyan a mejorar las condiciones de habitabilidad de la población residente, y que además promueva una mixticidad social y desarrollo local. Por lo tanto, se requiere trabajar de manera conjunta con los diferentes actores sociales para generar alternativas de solución a estos con- flictos, mediante una gestión territorial participativa y acorde a las necesidades de los habitantes de los barrios.
Método y técnicas de medición: indicadores básicos de la actividad turística en la Ciudad de Puebla al año 2019
En el último año se ha realizado una intensa promoción y difusión de los atrac- tivos turísticos del estado de Puebla con el fin de captar a un mayor número de turistas y visitantes. Resultado de ello es el crecimiento del 5.44% en la afluencia de visitantes en el periodo del 1 de agosto al 31 de octubre de 2019, dando un registro de 3,900,000 de personas en solo tres meses (Gobierno del Estado de Puebla, 2019). En consecuencia, la derrama económica tuvo un incremento de 5.71% respecto al 2018, alcanzando los $ 3,890, 000,000, de pesos (S/F, 2019). De acuerdo con el Sistema Nacional de Información Estadística del Sector Tu- rismo de México (DATATUR), en el estado de Puebla en el fin de semana largo del 14 al 16 de septiembre la ocupación hotelera se incrementó en un 26.9% con respecto a la misma fecha del año anterior (2018).
Durante este tiempo, la ciudad de Puebla se había mostrado como uno de los principales destinos turísticos no solo a nivel nacional, sino también interna- cional favorecido por la seguridad que la ciudad brindaba a sus visitantes en el año 2015, además de la gran variedad de recursos culturales que ofrece (Fig. 04). Fig. 04. Barrios históricos y actividad turística de la zona de monumentos. Fuente: Elaboración propia a partir del Programa Parcial de Desarrollo Urbano Sustentable del Centro Histórico Mu- nicipio de Puebla, 2015
Así, los indicadores básicos de la actividad turística en Puebla de los años 2010 al 2018, nos muestran que la afluencia se incrementó considerablemente, de 4,405,863 a 10,179,093 visitantes del año 2010 al 2019. Este aumento se ve refle- jado también en la derrama económica de este destino turístico, de 4,531, 401,383 de pesos, durante 2010, a 11,143,397,925 de pesos obtenidos en el 2019, rebasan- do en más de un 50% dicho incremento en este periodo (Gobierno del Estado de Puebla, 2019). En la tabla siguiente podemos observar los datos de la ocupación hotelera que registró un aumento del 14%, de un 52.97% durante 2010, a 61.34% durante el año 2019 (Fig. 05 y 06). Aunque claramente se nota el incremento en la afluencia de visitantes y la derrama económica que estos generan, es probable que la caída que registra la ocupación hotelera se deba a los nuevos formatos de hospedaje (por ejemplo, Airbnb), más flexibles y de menor costo.
Fig. 05. Afluencia de visitantes en la ciudad de Puebla del 2010 al 2019. Fuente: Elaboración propia en base a los Indicadores Básicos de la Actividad Turística en Puebla(GOBIERNO d. E., Indicadores Básicos de la Actividad Turística en Puebla, 2010 - 2016)
Fig. 06. Ocupación hotelera de la ciudad del Puebla, del año 2010 al 2019. Fuente: Elabo- ración propia en base a los Indicadores Básicos de la Actividad Turística en Puebla(GO- BIERNO d. E., Indicadores Básicos de la Actividad Turística en Puebla, 2010 - 2016).
* Datos 2017 y 2018 obtenidos de (GOBIERNO d. E., Datos Abiertos, 2019)
Algunos estudios demuestran que el turismo cultural ha ido adquiriendo jerar- quía en el sector turístico1. En Europa, por ejemplo, entre 1970 y 1991 se registró un incremento del 100%2. Es importante mencionar que la motivación turística cobra gran importancia, por el deseo de conocer culturas distintas a las de su lugar de procedencia. En este sentido, “el turismo cultural puede jugar un pa- pel determinante para revalorizar, afirmar y recuperar los elementos culturales que caracterizan e identifican a un lugar frente un mundo globalizado” (Vero, 2018: 67). Por lo tanto, un turista sensible al valor del patrimonio de una nación contribuye a generar una toma de conciencia con relación a la conservación del mismo, ya sea tangible o intangible, comprendiendo que esta herencia distingue a la ciudad y le otorga una característica única y competitiva en relación con otros destinos turísticos (Vera, 2018).
Estos acontecimientos reflejan nuevas inquietudes del turismo por la cul- tura como el elemento prometedor del desarrollo de las economías en la mayoría de los destinos turísticos y que debe ser considerado en la elaboración de las políticas para su protección. En este sentido podemos concluir reiterando que actualmente la interacción de la actividad turística en la ciudad de Puebla se da a partir del aprovechamiento del patrimonio cultural como recurso económico. Por lo tanto, se consideran algunos de los principales impactos del desarrollo turísti- co cultural, que bien pueden generar por una parte la degradación del patrimonio, pero por otra, contribuyen a la inversión en la recuperación de algunos elementos culturales para su inclusión como parte del catálogo de atractivos de las ciudades históricas.
Resultados del patrimonio cultural como recurso turístico: transformaciónde los barrios del Centro Histórico de Puebla
Para su estudio, el patrimonio cultural se ha dividido por su valor tangible e intangible; el primero hace alusión a los elementos materiales (muebles o in- muebles) del valor histórico o artístico, como parte del acervo de la vida de los barrios del centro histórico de Puebla, inventariados y aprovechados económi- camente como productos turísticos. No obstante, el patrimonio intangible como simbología cultural es más difícil de catalogar: muestra los valores históricos, tradiciones y valores, primero como parte de una forma de vida herencia de un pueblo y de las culturas precursoras de una ciudad, para después ser un legado que se ha de mantener y admirar por futuras generaciones como testimonio de la
1Por ejemplo, los realizados por ATLAS (Association for tourism and leisure education), citado en L. C. Herrero, “El turismo cultural en Castilla y León: un sector estratégico”, en Agustín, B. (editor), “Castilla y León presente y futuro del turismo”, Estudios de la Fundación Encuentro, Pág. 169
2Véase Richards, G., Cultural Tourism in Europe, CAB Internacional, Oxon, 1996, citado en L.
C. Herrero, Op. Cit., Pág. 170
cultura y los valores históricos que representa. Esta situación lo hace vulnerable al convertirse en un producto económico muy atractivo para el turismo nacional e internacional, cuyas implicaciones se reflejan en la transformación de Analco, que es uno los barrios del sector oriente que se toman como caso de estudio para esta investigación.
En la última década del siglo XX, debido al impacto del proyecto implementado en el año 1993 denominado “Paseo de San Francisco”, se generó un proceso de cambio de uso del suelo en el barrio de Analco, el cual se ha acelerado en las primeras dos décadas del siglo XXI. Este barrio es uno de los más antiguos de Puebla, sin embargo, ha tenido que adaptarse a la vida moderna de la ciudad y a sus necesidades cambiantes en función de la transformación de uso del sue- lo e incremento del equipamiento y servicios turísticos. En consecuencia, estas transformaciones han repercutido en la vida de los habitantes y en la identidad del barrio, donde en la calle 3 oriente, que es uno de sus límites al norte, se han establecido con el paso del tiempo equipamientos y locales de uso comercial y de servicios.
En la figura 07 a la izquierda se observa que en el año 2009 había comer- cio local con oficios originarios del barrio, prueba de ello es el anuncio de una carpintería que se observa, además de algunos locales que son ocupados también como vivienda; en la segunda imagen a la derecha podemos observar otro tipo de comercio ajeno a la vocación de la comunidad del barrio y con predominio de uso mixto (REYES, 2020).
Fig. 07. Comparación de la calle 3 oriente entre a calle 16 sur y 14 sur (mayo 2009 y mayo del año 2019). Fuente: (REYES, 2020)
En la figura 08, observamos que en el año 2009 este inmueble era de uso habita- cional; para el año 2019 se transforma a uso mixto (servicio y comercio) con la instalación de una tienda de conveniencia junto al hotel boutique y la construc- ción de una terraza, lo que llevó a remodelar y modernizar el taller de la fábrica de vidrio, volviéndose parte del hotel boutique.
Fig. 08. Inmueble de la calle 3 oriente y 12 Sur del año 2009 y el año 2019. Fuente: Reyes (2020).
Se puede identificar, en la figura 09, que hubo un cambio en el uso de suelo del año 2009 al año 2016, que generó la expansión de un establecimiento de ocio (bar), donde anteriormente existían casas habitadas; no obstante, las alturas se respetaron.
Figura 09 Comparación de la fachada del bar “El baño” de mayo del año 2009 y junio del 2016. Fuente: (REYES, 2020)
El inmueble de la figura 10, corresponde a la facultad de psicología de la Bene- mérita Universidad Autónoma de Puebla, que en el año 2009 albergaba una bo- dega de materiales de construcción; después se convirtió en un estacionamiento general y escuela de educación superior de negocios. Sin embargo, es notable la adhesión de una construcción que sobresale en altura y rompe con el perfil urba- no imagen del barrio.
Fig. 10. Comparaciones de la fachada de la actual facultad de psicología de la BUAP del año 2009 y el año 2018. Fuente: (REYES, 2020)
En la figura 11, observamos el deterioro de una vivienda deshabitada, ubicada frente a la parroquia del Santo Ángel Custodio de Analco. Su abandono favorece su uso para actos ilícitos, lo que atenta contra la seguridad de los habitantes del barrio, además de que su estructura dañada es un peligro para los edificios con- tiguos.
Fig. 11. Comparación de la calle 7 oriente de mayo del año 2009 y mayo del año 2018. Fuente: (REYES, 2020)
Entre los años 2012 y 2015, el edificio que se observa en la figura 12 cambió su uso de habitacional a equipamiento y servicios educativos. Fue en este periodo que el Instituto Carl Rogers se estableció en el barrio de Analco y adquirió dos predios que eran viviendas multifamiliares. Esto alteró tanto el partido arquitec- tónico original como la imagen urbana del barrio.
Fig. 12. Comparación de la calle 5 oriente n. 1206 actualmente Instituto Carl Rogers compara- ción, del año 2009 y 2016. Fuente: (REYES, 2020)
En la figura 13 analizamos el cambio gradual del edificio ubicado en el límite poniente del barrio, que en el año 2011 fungía como pensión de vehículos y esta- cionamiento. Para el año 2013 aproximadamente, se comenzó la construcción del actual Hotel Cartesiano, donde se aprecia una fusión de estilos arquitectónicos entre el colonial, por demás característico del barrio de Analco, con la arquitectu- ra contemporánea propuesta, con elementos que rebasan los niveles de altura de la zona. Este un ejemplo claro del proceso de gentrificación que sufren los barrios de la ciudad.En nuestro análisis, hemos encontrado edificaciones con cambios mínimos, como adhesiones a las construcciones existente, que respetan la altura
y estilos arquitectónicos, pero también están a la vista construcciones que pau- latinamente han registrado cambios que rompen completamente con la imagen urbana de esta zona.
Fig. 13. Comparación del actual hotel Cartesiano ubicado sobre boulevard 5 de mayo y avenida 3 oriente entre el año 2011 y el 2018. Fuente: (REYES, 2020)
Cambios de uso del suelo, proyectos de infraestructura y equipamiento tu- rístico
Cambios de uso del suelo
Para analizar los cambios del uso de suelo en el barrio de Analco, es necesario conocer su contexto, por ello identificamos la Zona de Monumentos en la carta urbana del municipio de Puebla, contenida en el Programa Parcial de Desarrollo Urbano Sustentable del Centro Histórico del Municipio de Puebla (2015). De esta manera, se muestra una densidad de vivienda va de 51 a 120 viv./ha. la cual pertenece a la categoría de primera zona de densidad selectiva (fig. 14).
Fig. 14 Plano de ubicación de la zona de estudio en la carta urbana vigente. Fuente: anexos cartográficos de (GOBIERNO d. E., Plan Parcial de Desarrollo Urbano Sustentable del Centro Historico del Municipio de Puebla, 2015)
En este polígono se clasifica el uso de suelo en 10 categorías: vivienda, vivienda (uso mixto), comercio, comercio y servicios turísticos, servicios, equipamiento, cultura, equipamiento religioso, espacios abiertos (plazas y parques) y la indus- tria. Así, se observa una diversificación del uso que se desglosa en el programa parcial respecto a los que establece la carta urbana, ya que existen factores impli- cados en la transformación continua a causa de la especulación inmobiliaria en torno de la Zona de Monumentos históricos (fig. 15)
Fig. 15 Plano de uso de suelo. Fuente: anexos cartográficos de (GOBIERNO d. E., Plan Parcial de
Desarrollo Urbano Sustentable del Centro Historico del Municipio de Puebla, 2015)
Es importante conocer los cambios y transiciones en el uso del suelo que han contribuido a la pérdida del patrimonio material en el barrio de Analco. Para esto, se ha tomado como referencia el Programa parcial de Centro Histórico de Puebla (2015) y un plano con información de campo obtenida en julio de 2019. Podemos notar el aumento de inmuebles abandonados y modificados. Las calles 3 y 11 oriente es en donde se concentra el uso del suelo mixto con la mayor trans- formación a uso comercial y de servicios (fig. 16).
Fig. 16 Uso de suelo del barrio de Analco del año 2019. Fuente: (REYES, 2020)
De esta manera, identificamos los usos actuales del barrio, estado de conserva- ción y ocupación de inmuebles, así como de bodegas comerciales. Esta infor- mación, aunada al análisis fotográfico anterior, corrobora que la imagen urbana del barrio ha cambiado. Por otra parte, en el barrio de Analco aún se conservan oficios tradicionales, como la elaboración de pan con hornos de piedra y la alfa- rería de barro negro (fabricación de incensarios y de cazuelas de barro). También encontramos otros oficios como carpintería, confección de prendas, herrería y algunas industrias manufactureras como la antigua fábrica de vidrio La Luz.
Proyectos de infraestructura y equipamiento turístico
Es importante señalar que las políticas de intervención actuales dirigidas al cen- tro histórico de Puebla para incentivar al turismo cultural conllevan a la formula- ción de proyectos alternos en temas de infraestructura y movilidad, así como a la creación y adaptación de grandes equipamientos orientados al desarrollo turísti- co, donde el principal atractivo lo conforma dicho patrimonio cultural.
Movilidad.
Según cifras del Plan de Movilidad Sustentable para el Municipio de Puebla, el centro histórico es el principal polo de atracción de viajes de la Zona Metropo- litana Puebla-Tlaxcala, por lo cual se han llevado diversas implementaciones y mejoras en el sistema de transporte. En el año 2015 se puso en operación el se- gundo troncal de BRT, como parte de la Red de Transporte Articulado de Puebla (RUTA) que conecta el sector norte-sur al poniente del centro histórico. En el año 2018 se inauguró un tercer troncal que conecta la zona de estudio con la central
de autobuses y Ciudad Universitaria de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Cabe mencionar que en el año 2011 se realizó una prueba piloto para implementar un servicio de bicicletas públicas en el centro histórico llamado “Smartbike”. Fue suspendido en el año 2016, para dar paso a otro sistema de préstamo llamado “Bici Puebla” en el año 2017. Sin embargo, es importante se- ñalar que estas acciones no lograron articular al centro histórico con el resto de la ciudad.
Equipamiento Turístico
Una de las primeras intervenciones del gobierno del estado que inciden direc- tamente en el patrimonio cultural se llevó a cabo en la primera década del siglo XXI, con el derribo de la casa del torno para la construcción del teleférico que buscaba conectar el centro histórico de Puebla con la zona de los fuertes al orien- te de la ciudad. Esta casa formaba parte del catálogo de inmuebles protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo que ponía en riesgo el nombramiento de Puebla como ciudad patrimonio; esto obligó al gobierno a reconstruir la casa. Posteriormente se intentó dar un impulso al turismo con la inauguración del Centro Expositor en el año 2011; la remodelación de la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, donde se llevó acabo la histórica batalla del 5 de mayo; así como con la creación del proyecto denominado “Secretos de Puebla” en el año 2016, que consistió en la adaptación de túneles utilizados en la época antigua. También durante la mitad de la segunda década del siglo XXI se llevaron a cabo proyectos controversiales, como la Estrella itinerante de Pue- bla, la rueda de observación más grande de Latinoamérica; un tren turístico que comunica el centro histórico de la ciudad con la zona arqueológica de Cholula; así como el Museo Internacional Barroco, contribuyendo a que la revista Forbes catalogara a la Ciudad de Puebla como la ciudad más “cool” para visitar en 2018, debido a su historia, patrimonio edificado, tradición cultural y culinaria (Fig. 17). Sin embargo, a partir del año 2019 es importante analizar al impacto negativo en la afluencia turística provocado por el incremento de la inseguridad en la ciudad.
Fig. 17. Equipamiento en la zona de monumentos. Fuente: Elaboración a partir de(GOBIERNO
M. d., Plan Parcial de Desarrollo Sustentable del Municipio de Puebla, 2015)
Principales resultados
Actualmente el centro histórico muestra la ausencia de políticas y estrategias efectivas que incentiven el uso habitacional y la inserción de vivienda social. Esto favorece el despoblamiento aunado a diversas problemáticas como la sa- turación de comercio y equipamiento. Lo anterior, aumenta una oferta que sin regular de hospedaje y servicios especializados para el turismo a través de pla- taformas digitales, lo cual pone en riesgo la habitabilidad de los barrios y atrae también a un nuevo tipo residente con un mayor estatus económico, que es la base para la gentrificación.
Como resultado se deduce que el impacto del turismo en el patrimonio cultural de Puebla es ambivalente, pues está definido de dos maneras opuestas: “lo que altera y lo que favorece”. Ambos aspectos deben ser considerados por las políticas de gobierno para controlar los impactos negativos en el patrimonio. Por una parte, existe el riesgo de alterar la imagen histórica de esta bella ciudad, patrimonio cultural de la humanidad, pero, por otra parte, está el hecho de que el turismo extranjero genera oportunidades de empleo e incrementa los ingresos económicos (públicos-privados) y tasas de Producto Interno Bruto (PIB), con lo que desarrolla una infraestructura para seguir innovando y manteniendo relacio- nes con otras partes del mundo.
Discusión: cómo incide el turismo cultural en la gentrificación del centro histórico
Es difícil explicar cómo pueden generarse tantos problemas en una ciudad histó- rica donde existen reglas que intentan instaurar un orden para evitar el caos. Por lo tanto, desde una perspectiva general podemos afirmar que el turismo cultural no afecta de una forma directa, ni premeditada a una ciudad ni su patrimonio; un turista visita cierta ciudad para conocer las características y cultura de su gente. Sin embargo, es necesario establecer y respetar los límites a partir de los cuales pueda estar en riesgo el patrimonio cultural tangible e intangible de esta ciudad. Entonces, ante la necesidad de identificar cómo impacta este problema en la transformación de la propia ciudad, surge esta cuestión, ya que la orientación política comienza con la idea de innovar y crear espacios comerciales y de servi- cios turísticos que atentan contra el uso habitacional e identidad de los habitantes. Sigue prevaleciendo la idea de generar más dinero mediante la mercantilización de la cultura, sin pensar en la preservación de la memoria historia de los barrios.
Esta situación es recursiva en las ciudades históricas donde surgen pro- yectos turísticos innecesarios, ajenos al bien social, que por el contrario sirven para la especulación y generación de recursos para las autoridades y otros acto- res responsables de esta atracción turística. Por lo tanto, podemos asegurar que Puebla no necesita una transformación, sólo necesita de la correcta elaboración de planes estratégicos colaborativos que consideren los valores históricos y cul- turales como recursos inalienables con que cuentan las ciudades históricas, los cuales, a medida que pase el tiempo, deben ir tomando más importancia por su capacidad de integración y aprovechamiento. Otra de las recomendaciones es la construcción de una organización efectiva que contribuya a beneficiar el cambio de mentalidad, ya que la única voz para hacer un cambio es la sociedad misma unida, situación que conllevará a una mejoría para el bienestar de sus usuarios.
Otro aspecto relevante en esta investigación, respecto al impacto de la creación de infraestructura y equipamientos turísticos, es la gentrificación, la cual debe ser atendida en los planes y programas de protección al patrimonio cultural, debido a que provoca un desequilibrio en las ciudades históricas que aun contie- nen barrios populares consolidados. Este proceso promueve una reorganiza- ción estructuralmente económica, que hace a un lado valores identitarios como el arraigo al legado histórico de una ciudad. Esta “reorganización” es impulsada principalmente por los tomadores de decisiones que respaldan las inversiones es- peculativas de un sector inmobiliario que busca renovar espacios degradados haciéndolos atractivos para personas con ingresos económicos mayores. El re- sultado es una revalorización del suelo que incrementa los precios de los alquile- res y disminuye el comercio tradicional, lo que provoca el desplazamiento de la
población originaria de los barrios a otros puntos de la ciudad, irrumpiendo así en un modo de vida, hábitos, tradiciones, costumbres, etc. Por esta razón, son necesarios los estudios que demuestren cómo las políticas que promueven el turismo en Puebla es- tán generados de forma indirecta un proceso de gentrificación. Por tanto, es necesario buscar un equilibrio de las estrategias planteadas en beneficio del patrimonio cultural de Puebla, las cuales deben trabajarse conjuntamente mediante una planeación estra- tégica para la gestión de políticas públicas que reorienten este motor económico hacia ciudades culturales habitadas, más equitativas y sostenibles.
Conclusiones
Al momento de indagar acerca de los problemas que afectan la correcta orienta- ción del turismo en el centro histórico de la ciudad de Puebla, se observa cómo esta se transforma en la medida que su patrimonio es considerado sólo como un recurso económico, mientras que la población residente se atiende superficial- mente. Por lo tanto, el aumento de la especulación inmobiliaria incrementa los costos de vida de las comunidades locales. Destacan costosos equipamientos, in- fraestructura y servicios dirigidos a un usuario determinado de alto poder adqui- sitivo. Esta situación se agrava por la falta de concientización de las autoridades correspondientes sobre la población originaria, acerca de la importancia de re- valorizar sitios y barrios de interés cultural, situando por encima a otros actores. Además, es importante informar a los habitantes sobre su riqueza patrimonial para afianzar aún más sus valores tradicionales e identidad cultural.
En este sentido, es recomendable promover y mantener los vínculos ne- cesarios entre las comunidades e instituciones preocupadas por la preservación y conservación del patrimonio cultural. Es necesario, además, mejorar las estrategias de planeación turística y de conservación en los bienes culturales para proteger su autenticidad, además de aprovechar los efectos positivos del turismo cultural. Por esta razón, se debe hacer énfasis en la participación conjunta de los sectores so- ciales, culturales, económicos y políticos en vinculación con la comunidad, con el propósito de obtener un desarrollo que satisfaga a todos los sectores involucrados.
Por otra parte, las estrategias de revitalización darán respuesta a proble- máticas como la saturación de actividades comerciales y de servicios que generan contaminación visual y medioambiental que deteriora los inmuebles históricos de la ciudad. De este modo, sería conveniente hacer una revisión de las estra- tegias planteadas dentro de los programas de desarrollo vigentes y en proceso de elaboración para el impulso del turismo, y regular la infraestructura y equi- pamientos destinados a este fin. Esto último es importante que sea teniendo en cuenta la importancia de llevar a cabo propuestas viables apegadas a la realidad determinada de los barrios y de mayor incidencia tanto en los visitantes como en los residentes, para favorecer su desarrollo económico local.
Por lo tanto, las políticas de protección deberán surgir como resultado de un sistema integrado por las instancias de gobierno encargadas del turismo y patrimonio cultural en el centro histórico, y que además promuevan la participa- ción social. En este sentido, se debe trabajar de manera equitativa para la conser- vación de los espacios públicos comunes, la economía local y la vivienda, entre otros aspectos de la vida cotidiana. Así como la investigación, la planificación, el diálogo cercano y continuo entre los administradores de la ciudad, la industria del turismo, los grupos de la sociedad civil y los residentes locales son esenciales.
El turismo, como ya se ha mencionado, puede ser una herramienta de de- sarrollo local para la difusión del patrimonio, sin embargo, es necesario regular y orientar este proceso para disminuir problemas e impactos ya detallados. Ade- más, es importante reconocer que para este proceso se requiere la participación de cuatro actores principales. En primer lugar, la comunidad, quien deberá tener presente la conservación y valor de su patrimonio, tradiciones y oficios por enci- ma de cualquier otro interés económico. En segundo lugar, se encuentra el gestor cultural como operador; en el caso de comunidades pequeñas se recomienda que surja de la misma población para así vigilar que toda actividad sea realizada sin poner en riesgo su patrimonio. En tercer lugar, se ubica el gobierno, a través de distintas dependencias cuyas atribuciones impliquen acciones en el centro histó- rico y Zona de Monumentos. Y por último, tenemos al visitante y turista cultural, quien debe tener interés verídico por conocer el sitio al que asiste, y conciencia de conservación y respeto para con la comunidad y lo que esta represente.
De esta manera, el desarrollo de la actividad turística cultural debe regu- larse y manejarse de manera respetuosa y responsable dentro de los instrumentos de planeación actuales para la ciudad de Puebla. El patrimonio debe dejarse de considerar solo como recurso económico turístico-cultural que pone a la ciudad en el ranking de la competitividad, ya que esta situación ha provocado efectos so- ciales, culturales y urbanos negativos, al transformar la vocación y uso del suelo. Estos efectos influyen en el correcto desarrollo de las actividades tanto turísticas como económica, que impactan de manera negativa en la vida cotidiana de la población y su patrimonio cultural. Por lo tanto, el turismo y la cultura tienen que estar siempre vinculados y en constante equilibrio para conservar y preservar la memoria histórica e identidad cultural de cada comunidad. Finalmente, para lo- grar este objetivo y trabajar por el bien de estos barrios vulnerables, en favor de la preservación y difusión cultural, es indispensable la participación tanto de los habitantes como de las instancias encargadas de la protección del patrimonio y de la comunidad académica, de tal manera que se promuevan políticas y estrategias que permitan a, ante todo, conservar la riqueza del patrimonio cultural tangible e intangible del lugar. Así, los habitantes fortalecerán su identidad, garantizando su trascendencia como legado histórico a generaciones futuras. ֍