Dossier
México a treinta años de la rebelión zapatista. Algunos saldos
Mexico thirty years after the Zapatista rebellion. Some balances
Presentación Dossier: México a treinta años de la rebelión zapatista. Algunos saldos
Nacieron bajo el signo de lo improbable, incluso, de lo aleatorio. Hace treinta años, públicamente; cuarenta en la clandestinidad. De entonces hasta hoy le han seguido innumerables epítetos: trasnochados, revolucionarios conservadores, guerrilla posmoderna, vanguardia social, entre otros.
En la región latinoamericana era aquel el tiempo del comienzo del ensan- chamiento de la apertura del libre mercado, del ascenso de la doctrina neolibe- ral; junto con esta, en el ámbito político, la modernidad democrática y su faceta procedimental. El año: 1994. Inconciliable y tiranteado por visiones políticas de distinto signo en pugna. Visiones de país y mundo confrontadas. De un lado la institucional, proveniente y depositaria de las recetas del mainstream global; de otro lado la que en sentido contrario, con ecos de guerra, llamaba a instaurar una sociedad que para ese tiempo, el modelo, resonaba anacrónica y superada.
Espacio y tiempo fueron objeto de un proceso que se avizoró radical para las condiciones sociales imperantes en aquel país y en aquel sureño continente: Chiapas. El 1 de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación de Nacional (EZLN), declaró la guerra al gobierno y a sus fuerzas militares y policiales. Año de entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Año revuelto para México, en el que obraron con particular empeño, en búsqueda de la inflexión de las condiciones sociales y políticas, actores variopintos. No en el mismo sentido. En radical disposición los zapatistas reclamaron, además de sustento material elemental en su Primera Declaración, democracia y libertad.
Resguardadas en el anonimato y el privilegio del poder institucional ope- raron, en sentido contrario, las fuerzas políticas gubernamentales para mantener el curso de las cosas. En los hechos, la acción de las fuerzas política institucio-
nales, para sostener el circulo del viciado sistema político, cobró la forma de un magnicidio. El 23 de marzo de 1994 fue asesinado Luis Donaldo Colosio, candi- dato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de México. En la conmoción que esto significó, confortó al común la idea del sacrificio del candidato por su actitud disruptiva ante el poder. Con todo, la posibilidad de la acción política radical estaba plantada y en esto, en este nuevo momento, los zapatistas fueron protagonistas.
Este dossier explora y busca entender -siguiendo de manera libre los planteamientos de Jacques Ranciere- la acción política como un momento de intervención sobre el orden existente para recomponer el repartimiento de lo co- mún (sensible). Es decir, explora la acción política del EZLN, las circunstancias políticas que la hicieron posible, sus condicionamientos históricos, sociales y culturales y su devenir a treinta años de su irrupción pública. Acá se reúnen cin- co textos fundados en detenidas reflexiones y lecturas de la realidad social que no han tenido como protagonistas directos a los zapatistas por sí mismos, sino a estos en su situación histórica y sus condiciones sociales.
Abre este dossier el artículo de Neil Harvey, quien antes de que la irrup- ción armada indígena y campesina de 1994 en Chiapas tuviera notoriedad pú- blica internacional, se había dado a la tarea de registrar y analizar, desde la década de 1980, las condiciones sociales y políticas de la vida rural en Chiapas, así como las formas organizativas creadas en las comunidades campesinas e indígenas para hacer frente a estas que, de entonces a hoy, no les han sido fa- vorables. El artículo, apoyado en un amplio registro etnográfico y en fuentes secundarias, sitúa las claves para entender la realidad sociopolítica de una enti- dad federativa lastrada por atrasos económicos crónicos y por una clase política gobernante incapaz de gestionar el conflicto social derivado de las mismas con- diciones económicas adversas. Contrario al planteamiento de que el empeora- miento de las condiciones materiales conduce al descontento social y a la lucha armada revolucionaria, Neil Harvey sitúa la idea de que la opción armada, en el Chiapas de las décadas de 1980 y 1990, era una que se pudo haber evitado de haber existido voluntad política de la clase gobernante para transformar las condiciones sociales. Una tesis sugerente a la vista de las actuales y las persis- tentes condiciones sociales, políticas y económicas de Chiapas.
Marco Estrada Saavedra en su colaboración propone una lectura comple- ja de lo que hoy conocemos como zapatismo/neozapatismo. Esta complejidad analítica está fundada en una visión histórica que se propone remontar la inme- diatez del estudio político coyuntural. En esta línea, Estrada Saavedra registra los procesos de cambio en la composición, organización y objetivos del zapatismo. Nos remonta a los antecedentes más lejanos del movimiento zapatista, ubicando como su ascendente a las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) fundadas en Nuevo León en 1969 pasando por la creación del foco guerrillero en Chiapas en
1983, para después mostrarnos los cambios y expresiones del movimiento en el ensamblaje holgado (usando las palabras del mismo autor) entre el neozapatismo (es decir, su organización militar, política y civil) y el movimiento de solidaridad prozapatista. Interesa, como se anuncia en el título del artículo de Marco Estrada, mostrar cómo el zapatismo, como acción colectiva, ha mantenido una lucha sin limite temporal, aunque no exento, como cualquier otro actor colectivo, de limi- taciones, cambios y desatinos políticos. Concluye el artículo con una trinidad pa- radojal del zapatismo. Que dicho sumariamente refiere, la primera, a la condición del movimiento agrario armado; la segunda a la reproducción de la hegemonía estatal en los planteamientos zapatistas y la tercera a las prácticas políticas al interior del mismo movimiento zapatista.
El tercer artículo que integra este dossier es de la autoría de John Acker- man. En un estilo de ensayo político, Ackerman nos lleva a la que fue, quizás, una de las polémicas más relevantes generadas al fragor de la confrontación po- lítica entre el zapatismo y el gobierno federal: la intención separatista del Esta- do y la Nación del movimiento ezelenita. Usando como material de análisis las seis Declaraciones de la Selva Lacandona del EZLN, Ackerman avanzará sobre la tesis de que más allá de la innovación política, adornada con lenguaje lírico y persuasivo, e incluso de las aspiraciones futuro-posmodernas de sus propios seguidores, el EZLN es un actor político de condición moderna por reclamar la dignificación del Estado y defender a la Nación. Condición no demeritoria, dirá Ackerman, sino potente porque desde esa reclamación han contribuido a los procesos de cambio político en el país. El artículo cierra con un análisis de las convergencias y distancias entre el EZLN y el obradorismo. Hace notar cómo les acercan algunos principios políticos compartidos y les distancian métodos y espacios de actuación.
El cuarto artículo es autoría de Daniel Villafuerte Solís. En este el autor vuelve la mirada sobre algunas de las demandas y condiciones socioestructu- rales que dieron cauce a la irrupción armada de 1994 en Chiapas. Refiere al capital social construido en la entidad desde la década de 1960, concentrado en organizaciones sociales que buscaron modificar las correlaciones políticas en sus entornos, y en esa medida modificar también las condiciones materiales de sus integrantes. De la experiencia organizativa acumulada deviene la formación del movimiento ezelenita, y de los frustrados logros de transformación la profundi- zación de las incertidumbres para la población. Con detenimiento, Villafuerte Solís analiza las condiciones sociales y económicos actuales de Chiapas, para evaluar los saldos a treinta años de la irrupción del EZLN. Pese a los recambios políticos en el país: “Parece que el tiempo se ha detenido en Chiapas, y por más que se agiten las aguas, el estado permanece en el mismo lugar”, afirma el autor. Los datos son contundentes: el número de pobres ha crecido, el acceso a los ser- vicios de salud no solo persiste como carencia, sino que se ha duplicado, al igual
que se sostiene el rezago educativo. A lo anterior se agrega, nos dirá el autor, la migración como parte de estas mismas condiciones críticas, y la violencia deriva- da de la presencia de grupos vinculados al crimen organizado. La conflictividad social y política se agudiza y las condiciones materiales persisten. Una realidad lacerante para una entidad golpeada crónicamente por la pobreza.
José Eduardo Zárate Hernández en su artículo analiza la experiencia de los autogobiernos en la meseta purhépecha michoacana. Su propósito es des- cribir y analizar las formas y procesos por los cuales diversas comunidades en la meseta purhépecha, han logrado hacer valer el derecho a gobernarse, según sus usos y costumbres; un derecho reclamado por el EZLN en la mesa de ne- gociación con el gobierno federal. Aunque en términos estrictos este derecho, constitucionalmente reconocido hoy, no recoge los planteamientos derivados del acuerdo suscrito entre el EZLN y el gobierno federal plasmados en los llamados Acuerdos de San Andrés y en consecuencia no tiene apego al plantea- miento autonómico de los zapatistas; el mismo se ha constituido en una valiosa estrategia política para distintos pueblos indígenas en el país para hacer fren- te a acciones de despojos territoriales, expoliaciones y amenazas del crimen organizado; del mismo modo en que ha servido como estrategia para dirimir internamente o profundizar diferencias políticas. En el caso de Michoacán el derecho a la autodeterminación ha permitido a una multiplicidad de pueblos ac- ceder al presupuesto directo, generando con esto nuevas y variadas dinámicas de relación política tanto al interior de las mismas comunidades como con el municipio, el cual fue hasta hace poco la única autoridad de determinar el uso y destino de ese presupuesto. A resultas de este cambio, hoy el municipio, como entidad de gobierno, se encuentra en un desafío y la pregunta que se sitúa en el trabajo de Zárate Hernández es si el camino será avanzar hacia el reconoci- miento formal del cuarto nivel de gobierno.
También componen este dossier un ensayo fotográfico y dos reseñas de libros. El ensayo fotográfico a cargo de Carlos de Jesús Gómez Abarca reúne una serie de imágenes que tienen como motivo central al movimiento zapatista. Han sido registradas en diversos puntos de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, espacio emblemático del mismo movimiento zapatista, y con independencia de su forma o composición resultan relevantes, como afirma Gómez Abarca, porque en el marco de un movimiento social generan identidad y forman parte de los repertorios de protesta.
Finalmente, se reseñan dos libros. Uno de estos, reseñado por Eduardo Torres Alonso, trata de los movimientos sociales. En él se revisan experiencias de movilización social en diversas escalas espaciales, así como los diversos aborda- jes teóricos sobre los movimientos sociales. La obra reseñada se titula: Acciones colectivas en el campo global y regional, y ha sido coordinada por René Torres Ruiz y Francisco Javier Aguilar, publicada bajo el sello editorial de la Universi-
Antrópica. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades. Año 10, vol. 10, n°. 20, julio-diciembre 2024, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán, México. ISSN: 2448-5241.
dad Iberoamericana y Juan Pablos editor. El segundo libro reseñado es de la au- toría de María del Carmen García Aguilar y Daniel Villafuerte Solís, titulado Los avatares de Chiapas. Proyectos, sueños, esperanzas, editado por el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. La reseña, a cargo de Darinel Gutiérrez, destaca, entre otras virtudes, la riqueza analítica del libro que permite comprender la complejidad social de Chiapas hoy.
Como toda obra académica, queda este dossier a disposición del lector, abrigando la esperanza de que pueda aportar elementos a la comprensión del propósito de vida mejor que emprendieron, hace ya algunas décadas, mujeres y hombres en Chiapas y en México. Si al lector interesado logramos generarle una duda, una reflexión o una nueva idea sobre la posibilidad de la acción política radical, en los tiempos que corren ahora en nuestro país, el cometido de esta obra estará logrado.
Hacer posible el diseño de este dossier requirió sumar la buena dispo- sición de los autores, quienes aportaron sus ideas escritas en cada texto y asu- mieron con total apertura las revisiones críticas de los dictaminadores; también fue valiosa la disposición del director de la revista, quien abrazó la idea de esta colaboración desde el primer momento; enviamos un reconocimiento especial por la colaboración esmerada de Irma Medina Villafuerte quien, como editora profesional, ha aportado sus conocimientos y habilidades para el diseño gráfico de esta obra.